Ano4 – N.16 – Salvador/BA – AGO, 2006 – ISSN: 1809-1687 Marco actual de la educación a distancia Francisco Sacristán Romero Universidad Complutense de Madrid. Facultad de Ciencias de la Información. Departamento de Historia de la Comunicación Social. Considero que antes de comenzar a considerar los posibles beneficios y retos que actualmente tiene la Educación a Distancia, se hace necesario contextualizarla, es decir relacionarla con las situaciones actuales más relevantes que la afectan. Esta contextualización, espero, contribuya a entender las variadas posibilidades y limitaciones que hoy en día tiene la Educación a Distancia, que constituyen el tópico central de este trabajo. 1. Situaciones generales que afectan a la educación a distancia Siguiendo este razonamiento comenzaré, entonces, presentando algunas situaciones y corrientes claves que afectan a nuestra dinámica social en general y a la modalidad en particular. No pretendo ser exhaustivo en esta identificación y enumeración de situaciones, por cuanto varios autores ya lo han hecho en forma bien detallada (Bates, 1990; Simonson et al, 2000 entre otros), 1 lo que si quisiera hacer es dejar constancia de cuales son las más influyentes sobre la educación a distancia. Las que considero más importantes son: • La producción exponencionalmente acelerada del conocimiento, inducida en gran medida por el aumento significativo de la velocidad y la capacidad de procesamiento de los computadores, y el aumento del acceso a la informática, que a su vez hacen posible la difusión rápida de estos conocimientos • La necesidad cada vez mayor de tener acceso a la educación permanente, por cuanto ésta permite que los usuarios de este tipo de educación puedan mantenerse 1 Es interesante analizar como en el lapso crucial de una década estos autores han documentado como nuestras sociedad y la forma como se esta aplicando la modalidad a distancia. Para un análisis mas reciente de lo acontecido en este respecto se puede consultar a… 2 Ano4 – N.16 – Salvador/BA – AGO, 2006 – ISSN: 1809-1687 actualizados en forma constante, y de esa manera poder tener acceso oportuno al conocimiento que se vaya produciendo • El abaratamiento progresivo de las computadoras, particularmente en relación con su poder y velocidad de procesamiento, y el aumento significativo de acceso a la Internet • La realización cada vez mayormente aceptada que la riqueza de las naciones y de los individuos está directamente relacionada con el acceso que tengan al conocimiento, y por supuesto a la educación permanente • Los educadores y los capacitadores están cada vez más empleando poderosas técnicas de educación a distancia, para educar y capacitar a grandes números de usuarios • Desafortunadamente el acceso a los beneficios educativos antes mencionados no está equitativamente distribuido, existiendo el potencial que las brechas sociales, personales y nacionales ya existentes se incrementen De lo anteriormente señalado se puede concluir, entre otros aspectos que actualmente disponemos de una rica gama de posibilidades de ofrecer educación y capacitación a números significativos de personas, con una flexibilidad y a un nivel de costo impensado hasta hace pocos años. También se hace evidente que se deben tomar salvaguardas para que estas facilidades, que considero son los beneficios más importantes de la educación a distancia puedan ser accesibles no sólo a los más favorecidos, y esta, por decirlo de alguna manera, democratización del acceso es para mi el reto mas importante que confrontamos. La modalidad, de hecho ha evolucionado tan radicalmente que se ha transformado de una opción de enseñanza/aprendizaje limitada y no debidamente reconocida por las instituciones de educación superior, a la de mayor crecimiento.2 Continuando con el 2 Aun cuando el uso de la Educación a Distancia se ha estado realizando desde hace mucho tiempo – en países como los Estados Unidos desde hace mas de 100 anos – se ha mejorado sensiblemente su grado de reconocimiento. Hoy en día existen programas a distancia en casi todas las universidades de prestigio tanto en los países desarrollados como en los en vías de desarrollo. 3 Ano4 – N.16 – Salvador/BA – AGO, 2006 – ISSN: 1809-1687 análisis de estas tendencias, podemos aseverar que cuando la educación a distancia comenzó a practicarse en gran escala, a finales de los años 70, disponíamos de un repertorio bastante limitado de medios, que estaban básicamente constituidos por materiales escritos auto-instruccionales con alguna ayuda audio-visual, y en el mejor de los casos contábamos con la asistencia de la televisión educativa. Cuando entonces la educación a distancia se administraba en un amplio territorio, la instrucción por lo general se ofrecía mediante la operación de sucursales de la organización educativa, en los puntos de contacto entre los usuarios y la institución. Allí el usuario se inscribía, recogía sus materiales educativos y podía recibir consultorías y tutorías. Esa era la forma más sofisticada de ofrecer programas a distancia en aquella época, por cuanto la otra posibilidad entonces existente era valerse de la correspondencia, en aquellos países donde funcionaba bien el correo. Los medios disponibles ofrecían limitaciones importantes, por cuanto a pesar que teóricamente la educación entonces podría ofrecerse en forma individualizada, y en el momento que el estudiante le fuese más conveniente, en la práctica la tecnología existente sólo permitía contactos limitados entre estudiantes e instructores, y muy pocos entre estudiantes entre sí – a menos que se constituyesen grupos de estudio de carácter presencial. Con el advenimiento del correo electrónico, de la WEB y de las múltiples aplicaciones de estas innovaciones, las facilidades para realizar comunicaciones didácticas significativas mediadas por medios interactivos han aumentado considerablemente. Mediante el empleo de estas técnicas, particularmente si se usan en forma combinada para maximizar sus efectos, es posible aumentar sensiblemente tanto la cobertura física, como la cantidad y calidad de información que podía ser transmitida. Al mismo tiempo, dada sus posibilidades de facilitar la interactividad, es posible realizar comunicaciones educativas de doble vía, tanto en tiempo real como en diferido, que permiten aumentar la riqueza de las interacciones de forma considerable. 4 Ano4 – N.16 – Salvador/BA – AGO, 2006 – ISSN: 1809-1687 2. Beneficios de la Educación a Distancia a) Tener acceso a los beneficios de la tecnología educativa A pesar de toda su potencia y alcance, la tecnología no es mágica, por cuanto es un producto humano, pero pareciese como si lo fuese por el mismo impacto que pudiese tener sobre las personas. Sin lugar a dudas su uso afecta nuestras vidas, tanto en lo positivo como en lo negativo. En lo positivo nos permite ser más productivos, tener acceso instantáneo a gran cantidad de información y facilita el comunicarnos constantemente con colegas y amigos de una forma eficiente, tanto con propósitos laborales como personales. Entre los aspectos negativos de la tecnología, se pudiese mencionar que su empleo puede ser caro e ineficaz, y que mal empleada puede facilitar la manipulación de la información tanto con propósitos comerciales como políticos, y permitir el acceso indebido a información de carácter confidencial que nos pueda perjudicar. Y resulta evidente que su presencia constante nos obliga, cada vez más, a tomar decisiones, sobre cómo maximizar sus posibles beneficios y minimizar sus posibles inconvenientes. En el caso concreto de la educación, el empleo de la tecnología tiene mucho sentido, por cuanto es muy difícil que cuando la velocidad de producción del conocimiento es tan rápida, la educación sólo se pueda ofrecer a través de los medios convencionales, es decir de los presenciales. Pareciera lógico, entonces, que si hoy en día empleamos la tecnología constantemente para comunicarnos – y para entretenernos- no lo hagamos también para educarnos. Dentro de este contexto podríamos decir que el mayor beneficio que proporciona la educación a distancia, es el tener la posibilidad de emplear la tecnología de la computación y las comunicaciones para, en una forma eficiente, poder poner educar y poner al servicio del común de las personas el gran cúmulo de información que hoy existe. La educación a distancia que emplea las tecnologías sofisticadas puede, entonces como dije al principio de este trabajo, servir como otra forma adicional para aumentar las diferencias entre personas y países, si ella es predominantemente empleada por los más 5 Ano4 – N.16 – Salvador/BA – AGO, 2006 – ISSN: 1809-1687 privilegiados. Sin embargo, por otra parte puede ser la gran niveladora cuando su acceso se facilita de la forma más universalmente posible. b) Obviar las limitaciones de tiempo y espacio La educación tradicional de carácter presencial tiene la limitación obvia que debe ajustarse al momento cuando quien emite el mensaje y quien lo recibe estén en el mismo lugar. La educación a distancia al emplear medios de comunicación puede eficientemente obviar esta limitación mediante el empleo de medios de comunicación que facilitan la comunicación cuando las personas involucradas están en sitios y tiempos diferentes. Esta gran flexibilidad es de suma importancia para aquellos que por múltiples razones tales como personales, familiares, de trabajo o minusvalía necesitan tener acceso a servicios educativos de los cuales estarían excluidos de otra manera. La posibilidad de trabajar en tiempo diferido es, quizás, el aspecto más conveniente que posee esta modalidad educativa, particularmente cuando los usuarios están muy ocupados, tienen que desplazarse físicamente con frecuencia o están ubicados en husos horarios diferentes. c) Facilitación de acceso a gran cantidad de información relevante Actualmente como el conocimiento está creciendo tan rápidamente, se hace necesario tener la posibilidad de acceder al mismo de una manera constante y eficiente. La producción constante de grandes volúmenes de datos e información hace necesario tener la posibilidad de almacenarla, catalogarla y ponerla a disposición de los interesados, de la manera más rápida y eficiente, y de ser posible las 24 horas del día y los 7 días de la semana. Los computadores se han convertido en instrumentos indispensables para almacenar y catalogar información y la Internet, y otros medios similares de comunicación, por su parte son medios importantísimos para garantizar su acceso y distribución. Se podría llegar a decir, sin caer en exageraciones, que hoy en día el no tener acceso a computadoras o a la Internet coloca a la persona involucrada en situación de minusvalía con relación a otras con quienes puede estarse relacionando, o compitiendo, en el mercado de trabajo. 6 Ano4 – N.16 – Salvador/BA – AGO, 2006 – ISSN: 1809-1687 d) Posibilidad de estudiar en equipo independientemente de las distancias físicas o temporales La posibilidad de estudiar con otros siempre ha sido considerada una de las ventajas de la educación presencial. Esta manera de aprender cooperativamente tiene la gran ventaja de unir los talentos de muchas personas, motivar el proceso de aprendizaje, aumentar la retención de los participantes en los programas educativos y hacer que la experiencia educativa se vuelva más placentera al ser compartida con personas por las cuales sentimos afinidad. Tradicionalmente los grupos de estudio han funcionado cuando los interesados se reúnen fundamentalmente cara a cara, establecen una disciplina de trabajo y llegan a cultivar buenas relaciones personales. Este aspecto afectivo de estudiar en grupo sólo puede ser emulado en el estudio a distancia. La modalidad a distancia, sin embargo tiene el beneficio potencial que hace posible que personas que están ubicadas en sitios geográficamente distantes y que, por diversas razones, no pueden trabajar en la misma dimensión temporal, lo puedan hacer mediante el empleo de la tecnología. En otras palabras, aún cuando puede ser difícil, sino probablemente imposible, reproducir la rica interacción producida en los grupos de estudio, el uso de la tecnología puede hacer que se constituyan grupos virtuales que en otras condiciones serían imposibles de conformar. Algunos educadores han incluso indicado, y lo han demostrado con investigaciones, que el trabajo cooperativo a distancia puede ser mucho mas rico y beneficioso que el que podría hacer de manera presencial. Por una parte se puede producir mayor capacidad de comunicación, particularmente si se emplea la Web, al no haber limitaciones en tanto a la frecuencia de las comunicaciones, el momento en donde estas se puedan producir, y el tipo de materiales que se pueden transmitir. Adicionalmente, el uso adecuado de la tecnología puede permitir tener en cuenta en el diseño instruccional de los programas los diferentes estilos de aprendizaje de los participantes, y la forma cómo se pueden atender las necesidades diversas de atención requeridas por los mismos. La posibilidad de realizar proyectos colaborativos puede asimismo conducir a la elaboración de programas en donde los participantes puedan tener la oportunidad de realizar actividades comunes tales como la preparación de propuestas, escritura de artículos 7 Ano4 – N.16 – Salvador/BA – AGO, 2006 – ISSN: 1809-1687 en forma compartida, preparación en grupo de programas de ingeniería o arquitectura, consultas remotas a especialistas médicos, etc. que pueden formar parte de programas de educación a distancia. Ante estos múltiples beneficios de la modalidad también tenemos retos importantes. En este articulo me referiré solo a tres, que considero que son emblemáticos y nos presentan un panorama bastante claro de los retos que en la practica actualmente tenemos que enfrentar. 3. Retos a) Falta de visión de algunos líderes Tal como se ha enfatizado anteriormente, la educación a distancia puede poner a sus usuarios en contacto con oportunidades educativas y fuentes valiosas de información de gran beneficio para sus desempeños laborales y personales. En tal sentido su influencia como niveladora social tanto de individuos, clases sociales y países es importante. Pareciera lógico entonces que su utilización, particularmente mediante sus formas más poderosas, es decir aquellas que emplean tecnologías de punta, sea ampliamente fomentada por líderes políticos nacionales, que deberían tener una visión de conjunto del proceso social, como particularmente de aquellos especializados en los aspectos educativos. Sin embargo, a pesar que con mayor frecuencia el uso de la educación a distancia empleando la alta tecnología se va aceptando, considero que todavía algunos líderes se encuentran ante lo que llamaría un falso dilema. Y este dilema estriba en la determinación de hasta dónde es conveniente usar las tecnologías de computación y comunicación más poderosas para impartir programas de educación a distancia. El razonamiento de no emplearlas entre los sectores menos privilegiados, se defiende aludiéndose que al no tener todavía acceso adecuado a computadores y a la Internet, no se debe impulsar su uso. Quienes defienden esta posición, abierta o en implícitamente, consideran que lo más apropiado es continuar empleando con estos 8 Ano4 – N.16 – Salvador/BA – AGO, 2006 – ISSN: 1809-1687 usuarios los medios tradicionales de la educación a distancia, que son más simples y baratos. Entendemos que la defensa de esta posición se basa fundamentalmente en la realidad. Sin embargo, también es cierto que la difusión del uso de estas tecnologías es indetenible y aquellos que no las emplean estarán siempre en desventaja. Para romper este círculo vicioso necesitamos como lideres agudizar nuestra imaginación, procurando métodos innovadores que permitan poner al alcance del mayor número de personas las tecnologías existentes. Por ejemplo, si partimos de la premisa que no es absolutamente necesario que los usuarios menos privilegiados dispongan de computadores personales, es decir para su uso exclusivo, con considerable ancho de banda, se pueden instrumentalizar estrategias para crear centros tecnológicos de acceso público. En varios paises se han instalado de forma exitosa este tipo de centros, que unidos a los “Internet cafés” constituidos por empresarios privados, han considerablemente expandido el acceso a la posibilidad de ofrecer educación a distancia masivamente de la manera más avanzada. En casi todos los paises latinoamericanos y del Caribe hoy en día se están tomando previsiones para aumentar la capacidad tecnológica y, mediante el establecimiento de centros tecnológicos públicos, garantizar su acceso masivo. Es evidente que para que estos pasos se den se hace necesario realizar tantas altas inversiones, como alianzas estratégicas con sectores privados, como instrumentalizar una visión de país que haga posible llevar a la práctica proyectos cuyos réditos no se manifiesten durante las cortas administraciones gubernamentales. Considero que esta es la forma apropiada de dejar de lado el falso dilema al cual acabo de hacer referencia, por cuanto en la medida en que sepamos tomar acciones realistas e inteligentes para asegurar que los beneficios de la educación a distancia estén… c) Necesidad de tomar en cuenta las características propias de la educación a distancia Aun cuando estoy entre los que defienden la posición que la educación es una sola, y que la modalidad a distancia es otra forma de ofrecerla, es indudable también que posee 9 Ano4 – N.16 – Salvador/BA – AGO, 2006 – ISSN: 1809-1687 características diferenciadoras. Estas, a mi manera de ver, se refieren fundamentalmente a estrategias particulares. A continuación identificaré algunas características diferenciadoras que ameritan ser tomas en cuenta por cuanto el no hacerlo, a mi manera de ver, limita considerablemente la eficiencia y eficacia de los programas de educación a distancia. a) La educación a distancia amerita de un tipo de gerencia particular Por cuanto esta modalidad educativa depende del empleo de operaciones semi industriales se hace necesario que los gerentes tengan en cuenta las particularidades de este proceso. De hecho en la operación de la educación a distancia las instituciones realizan productos que además de ser creados, deben ser distribuidos por un amplio territorio (tanto física como electrónicamente), se debe realizar un proceso de evaluación y de retroalimentación sobre cómo estas operaciones son efectuadas, y toda la operación debe ser debidamente monitoreada. Estas situaciones, que en muchos casos son caracterizadas por su alta complejidad, no se presentan en las aulas de clase, y por lo tanto requieren de un tratamiento diferente. Los educadores tradicionales que incursionan por primera vez en la modalidad a distancia rápidamente entran en contacto con las situaciones operativas antes descritas y deben aprender sobre la marcha como enfrentarlas. Es por ello que antes de tener que improvisar, y en consecuencia poder cometer errores costosos, se hace necesario que la gerencia de estos programas sea previamente capacitada sobre las formas de atender los aspectos logísticos y administrativos que la modalidad requiere, Entre estos aspectos está la de la evaluación del rendimiento estudiantil, que tiene mucho que ver con la seriedad y credibilidad de los programas ofrecidos. En el caso de las autoevaluaciones que no tienen connotación certificadora, los sistemas educativos a distancia peden presentarle a sus usuarios tantos ejercicios de autoevaluación como sean requeridos para estimular el aprendizaje, y para darle a los estudiantes una buena ideas sobre su grado de adelanto. Es en la evaluación donde se certifica el rendimiento donde está uno de los retos más importantes que tienen que enfrentar los educadores a distancia. 10 Ano4 – N.16 – Salvador/BA – AGO, 2006 – ISSN: 1809-1687 En casi todas las experiencias en esta modalidad la avaluación del rendimiento que conduje a acreditación se realiza de manera presencial y supervisada. El hacerlo de esa manera conlleva, por supuesto, otro reto logístico, particularmente cuando los estudiantes están muy esparcidos y las evaluaciones no todas las veces se pueden hacer en el mismo momento. b) Especificidades del aprendizaje a distancia Aquellos que estudian a distancia comprenden rápidamente que no es fácil hacerlo bien. Por una parte los estudios requieren un mayor grado de autodisciplina que cuando se estudia en un aula normal, se requieren de talentos distintos, y adicionalmente se debe aprender cómo emplear la tecnología de la manera más adecuada. El atender debidamente estas situaciones constituye, sin lugar a dudas otro reto importante para los planificadores y educadores a distancia. En la planificación del proceso, por ejemplo, se hace necesario tener en cuenta cómo se crean y estimulan los hábitos de auto-estudio, se ponen en práctica programas educativos que tomen en cuenta los diversos estilos de aprendizaje de los estudiantes, y se tomen las previsiones para que la tecnología sea tan eficiente que “parezca como si fuese invisible.” El otro aspecto específico a la educación a distancia es que el apoyo que se le proporciona al estudiante es diferente a de la modalidad presencial. En la forma presencial, el profesor puede empleando su experiencia y habilidades, tomar en cuenta la retroalimentación que recibe de sus estudiantes, ir modificando su mensaje sobre la marcha ya fue previamente elaborado y distribuido las posibilidades de modificaciones del material de estudio son verdaderamente limitadas. Lo que sí se puede hacer en la modalidad a distancia, es proporcionar a los estudiantes suficiente apoyo, para conseguir de esa manera que los materiales de estudio 11 Ano4 – N.16 – Salvador/BA – AGO, 2006 – ISSN: 1809-1687 REFERENCIAS Anderson, T. and D. R. Garrison. 1995. Critical thinking in distance education: developing critical communities in audio teleconferencing context. Higher Education 29 (2): 183-199. Anderson, C. 2001.Online cheating: a new twist to an old problem. Student Affairs Online 2 (1). Bates, A. W. 1990. Third generation distance education: The challenge of new technology. Research in Distance Education 3 (2): 10-15. Dede, C. 1990. The evolution of distance learning: Technology-mediated interactive learning. Journal of Research on Computing in Education 22 (3): 247-264. DeTure, M. 2004. Cognitive style and self-efficacy: Predicting student success in online distance education. The American Journal of Distance Education. 18 (1), 21-38. Howard, C. et al. 2004. 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