1 Discurso de Carlos Conde, rector de la Universidad Politécnica de

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Investidura de Manuel Martínez Sánchez
como doctor honoris causa por la Universidad Politécnica de Madrid
Discurso de Carlos Conde, rector de la Universidad Politécnica de
Madrid
Permítanme iniciar estas palabras agradeciéndoles a todos ustedes su asistencia a
esta solemne investidura como doctor honoris causa del profesor Martínez
Sánchez.
Y, como no puede ser de otra manera, expresando mi más sincera felicitación al
Profesor Martínez Sánchez y agradeciéndole su aceptación para integrarse en el
claustro doctoral de la que ya era, por sus estudios de Ingeniería, su Universidad, y
que con el acto de hoy quiere conceder un lugar de honor a esta vinculación.
La formación de Ingenieros Aeronáuticos, en su momento, y Aeroespaciales en la
actualidad, es, sin duda, una de las fortalezas de esta Universidad. En efecto, en
torno a ella se organizan muy activos y numerosos grupos de profesores,
investigadores y estudiantes. En nuestras Aulas se han formado la mayoría de los
Ingenieros españoles en este ámbito. Algunos de ellos, además, se han vinculado a
nuestras Escuelas como ilustres profesores e investigadores, reconocidos por sus
excepcionales méritos en numerosas instituciones nacionales e internacionales.
Nuestros estudiantes de ingeniería aeroespacial son altamente valorados tanto en
la realización de sus estancias en empresas y otras universidades, como al
incorporarse a sus diferentes puestos de trabajo tras sus estudios. Estudiar en la
Escuela de Ingeniería Aeronáutica y del Espacio es la opción que mayor demanda
por plaza ofertada tiene en la actualidad, y ello siendo más de seiscientas las que
ofertamos cada año. Creo que resumidamente podríamos decir que, desde hace
muchos años, los egresados en Ingeniería Aeronáutica de esta Universidad tienen
por delante un brillante futuro profesional.
Y entre los Ingenieros Aeronáuticos que se graduaron en la UPM, para
posteriormente tener una excepcional trayectoria docente e investigadora fuera de
nuestras fronteras, se encuentra, sin ninguna duda, el profesor Martínez Sánchez.
La magnífica laudatio realizada por el profesor Sanmartín sobre quien hoy
fortalece nuestro claustro doctoral, así como las palabras pronunciadas por el
Doctor Martínez Sánchez, no dejan lugar a dudas sobre su excepcional actividad
docente e investigadora.
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Investidura de Manuel Martínez Sánchez
como doctor honoris causa por la Universidad Politécnica de Madrid
De la forma pedagógica y sencilla de explicar temas complejos da buena fe,
además, la excelente disertación que hoy pronunció el Doctor Martínez Sánchez,
que tiene la capacidad de explicar de forma sencilla y motivadora los temas en los
que trabaja, por complejos que estos sean. Le felicito y agradezco sinceramente su
intervención al profesor Manuel Martínez Sánchez.
De su excelencia como investigador dan sobrada cuenta sus numerosos trabajos
publicados, así como los proyectos realizados fundamentalmente en los
Laboratorios de Propulsión Espacial, que hasta fechas recientes dirigió, y en el de
Sistemas Espaciales, del prestigioso Massachusetts Institute of Technology, el MIT.
Y hablando del MIT, también se produce una coincidencia en este acto. Como
muchos de ustedes sabrán, el nombramiento del profesor Martínez Sánchez como
doctor honoris causa fue acordado por nuestro Consejo de Gobierno hace un año.
Tras intentar realizar el acto de investidura en el pasado mes de enero, con ocasión
de la festividad de Santo Tomás, distintas complicaciones en las agendas del
profesor Martínez y mía propia han demorado la investidura hasta hoy, pocos días
después de que el Consejo Académico del Real Colegio Complutense en Harvard se
mostrase favorable a la firma de un acuerdo entre la Universidad Politécnica y la
Universidad Complutense de Madrid, en el que se contempla la apertura de una
oficina permanente de la UPM en los locales del Real Colegio en Cambridge, en las
cercanías tanto de Harvard como del propio MIT. Es nuestra intención que dicha
sede facilite la cooperación de la Politécnica con estas dos prestigiosas
Universidades norteamericanas y, en este sentido, ya hemos mantenido las
primeras reuniones con algunos antiguos alumnos de la UPM que, al igual que el
Doctor Martínez Sánchez, hoy son prestigiosos profesores en el MIT.
Pero permítanme que retorne de Cambridge a Madrid para centrarme en el
solemne acto de hoy. Y que ese viaje lo haga comentándoles que, precisamente, con
ocasión de la apertura del curso académico en el Real Colegio, me pareció
oportuno hablar sobre uno de los valores principales de la Politécnica: el honor,
que tanto tiene que ver con la investidura de nuestro nuevo doctor honoris causa.
Recordaba en ese acto, aquel famoso fragmento de la obra de Calderón “El Alcalde
de Zalamea”, que decía eso de “Al rey la hacienda y la vida se ha de dar / pero el
honor es patrimonio del alma / y el alma sólo es de Dios”, dando a entender con ello
que para nuestra Universidad, por difíciles que sean los momentos que se
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atraviesen, el honor es uno de nuestros valores intrínsecos.
Y, como les señalaba anteriormente, el acto de hoy tiene mucho que ver con el
honor, pues tenemos el honor de incorporar a nuestro claustro de Doctores al
profesor Martínez Sánchez por “causa de honor”. Pero entre los muchos
significados que la palabra honor tiene (el diccionario de la Real Academia de la
Lengua Española le asigna más de diez), hoy nos referimos esencialmente a dos de
ellos. Al aplicárselo al Doctor Martínez Sánchez corresponde el significado de
“Gloria o buena reputación que sigue a la virtud, al mérito o a las acciones heroicas,
la cual trasciende a las familias, personas y acciones mismas de quien se la granjea”.
En efecto, el análisis del curriculum vitae que posee el profesor Martínez Sánchez,
y que nos ha sido presentado por el profesor Sanmartín en su laudatio, creo que
permite valorar sin ninguna duda el sobresaliente mérito del profesor Martínez en
el desarrollo de sus actividades. Y también lo es el que ese mérito trasciende a las
personas y a acciones mismas de quien se las granjea. Bastaría, para tener una
evidencia de la trascendencia de la actividad del Dr. Martínez Sánchez, considerar
los buenos Ingenieros que él ha contribuido a formar en el MIT o en otras
universidades, algunas de ellas españolas, los 27 discípulos a los que dirigió su
tesis doctoral, sus innumerables proyectos de investigación en muchos de los
cuales, como él mismo señalaba, participan profesores de nuestra ETSI
Aeronáuticos, o las aplicaciones de sus resultados de investigación.
Pero no puedo referirme sólo a la actividad docente e investigadora que desarrolla
en el Laboratorio de Propulsión Espacial. Incluyo también entre estos méritos que
trascienden a sus acciones mismas, el impulso que ha dado a la cooperación entre
el MIT y distintas universidades españolas a través del programa MIT-Spain,
incluido en el proyecto MISTI (MIT International Science and Technology
Initiatives). En los seis años que lleva implantado dicho programa, numerosos
estudiantes de distintas universidades españolas y del propio MIT han podido
participar en programas de movilidad. Recientemente, el propio MIT incluía como
ejemplo del éxito del programa la estancia de alguno de sus estudiantes en el
Departamento de Ciencia de Materiales de la ETSI Caminos, Canales y Puertos de
nuestra Universidad. Con esta iniciativa, en la que el apoyo del Doctor Martínez es
fundamental, se amplían las oportunidades de formación de futuros investigadores
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Investidura de Manuel Martínez Sánchez
como doctor honoris causa por la Universidad Politécnica de Madrid
de nuestra futura sociedad.
Pero volviendo al honor, la segunda significación de este término al que quería
referirme, en este caso aplicada a la Universidad Politécnica de Madrid, es la de
“ceremonial con que se celebra a alguien por su cargo o dignidad”. Y en efecto, en el
acto de hoy celebramos al Profesor Martínez Sánchez por su dignidad como
científico y docente y por su dignidad como persona ocupada en facilitar la mejor
formación de sus estudiantes y la de estudiantes de otros, y por la dignidad de ser
Doctor de esta universidad. Y si siempre debe celebrarse solemnemente la
investidura de un doctor honoris causa, hacerlo en la persona de un antiguo
alumno de una de las Escuelas integradas en nuestra propia Universidad, como es
el caso del Profesor Martínez Sánchez, comprenderán que aún es más placentero.
Hace años leía en el discurso de un doctor honoris causa de otra Universidad
española la frase siguiente: “La gratitud no es una virtud frecuente; más bien lo
contrario. La historia está llena de hombres que mucho han contribuido en este u
otro aspecto de la vida y que no han recibido a cambio más que el desprecio y la
ingratitud de sus contemporáneos”. No creo que ese sea el caso de esta Universidad
Politécnica de Madrid. Pero sí creo que, muchas veces, el ajetreo diario o la simple
inercia de las costumbres nos hace estar ignorantes del devenir de nuestros
propios egresados. Y ese mayor contacto con los Alumni, los antiguos alumnos,
también es uno de los aspectos que la Universidad Politécnica de Madrid tiene el
firme propósito de mejorar. Creo que a ello también contribuye el acto que hoy
realizamos en la destacada personalidad de uno de ellos.
El profesor Manuel Martínez Sánchez iniciaba sus palabras de aceptación del título
de doctor honoris causa por la UPM recordando el dictum de Groucho Marx “Yo no
quiero pertenecer a ninguna institución que acepte a tipos como yo”, para añadir
que después le “pudo la vanidad y aquí me tienen”. Permítanme que yo también
recuerde otra anécdota célebre a este respecto, para rebatirle amistosamente el
dictum marxista, pues considero que “tipos como él” honran a cualquier institución
a la que pertenezcan. La anécdota, que gran parte de ustedes conocerá, se produjo
hace ya muchos años, en 1905, cuando el rey Alfonso XIII le imponía al genial D.
Miguel de Unamuno la Gran Cruz de Alfonso XII. En ese acto, al que, por cierto,
Unamuno también dudó sobre si acudir o no, pues tenía posiciones muy críticas
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como doctor honoris causa por la Universidad Politécnica de Madrid
con el Rey y con la Reina madre, se cuenta que el escritor le comentó al Rey:
- Me honra, Majestad, recibir esta cruz que tanto merezco
El Rey, sorprendido, le contestó:
- ¡Qué curioso! Me agrada su sinceridad pues, en general, la mayoría de los
galardonados aseguran no merecerla.
A lo que D. Miguel replicó al monarca:
- Señor, los otros también fueron sinceros.
No pretendo con esta anécdota poner en duda los méritos de los demás doctores
honoris causa de esta Universidad, pues de todos ellos, por la rigurosidad del
proceso de selección que desde hace años está implantado en la UPM, me constan
sus extraordinarios méritos. Pero sí quiero con ella incidir en que el Doctor
Martínez Sánchez es, en opinión de esta Universidad, digno merecedor de figurar
en su claustro doctoral.
Profesor Martínez Sánchez, permítame finalizar reiterándole mi felicitación,
personal e institucional, por el título de Doctor con el que, por causa de su honor,
esta su Universidad ha considerado que debe honrarle, agradeciéndole a su vez
que nos honre con la aceptación del mismo y deseándole que la mejor de las
suertes se sume a su intenso trabajo para que resulten los mayores éxitos
personales y científicos. Bienvenido al Claustro Doctoral de la Universidad
Politécnica de Madrid.
Muchas gracias a todos por su atención, y como señalaba el nuevo doctor de la
UPM, et nunc, vale.
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