SECRETARÍA DE EDUCACIÓN PÚBLICA DIRECCIÓN GENERAL DE EDUCACIÓN SUPERIOR ESCUELA NACIONAL DE BIBLIOTECONOMÍA Y ARCHIVONOMÍA “APLICACIÓN DE UN ESTUDIO DE USUARIOS EN LA BIBLIOTECA MIGUEL LERDO DE TEJADA DE LA SECRETARIA DE HACIENDA Y CREDITO PUBLICO PARA INSTRUMENTAR UN PROGRAMA DE FORMACIÓN DE USUARIOS” Tesina que para obtener el título de Lic. en Biblioteconomía Presenta Norma Angélica Quezada Rojas Asesor de tesina: Mtra. Graciela Tecuátl Quechol 33 TABLA DE CONTENIDO TEMA PÁGINA INTRODUCCIÓN CAPÍTULO 1. ESTUDIOS DE USUARIO 1.1. Los estudios de usuario en las bibliotecas públicas 1.1.1. Definiciones 1.1.2. Antecedentes 1.1.3. Utilidades prácticas 1.1.4. Métodos de instrumentación 1.2. La formación de usuarios de servicios documentales 1.2.1. Concepto 1.2.2. Enfoques metodológicos 1.2.2.1. Fases CAPÍTULO 2. LA BIBLIOTECA MIGUEL LERDO DE TEJADA DE LA SECRETARIA DE HACIENDA Y CREDITO PUBLICO 2.1. Antecedentes institucionales de la SHCP 2.1.1. Función informativa de la SHCP 2.1.2. Funciones genéricas de la Dirección de Museos, Recintos y Bibliotecas (DMRB) 2.2. Antecedentes de la Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada 2.3. Actualidad de la Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada 2.3.1. Estructura organizacional y de servicios 2.3.1.1. Estructura organizacional 2.3.1.2. Servicios al público 2.3.2. Estructura documental CAPÍTULO 3. ESTUDIO DE USUARIOS Y PROPUESTA PARA LA FORMACIÓN DE USUARIOS EN LA BIBLIOTECA MIGUEL LERDO DE TEJADA 3.1. Justificación 3.1.1. Metodología 3.1.2. Descripción general 3.1.2.1. Instrumento 3.1.2.2. Muestra 3.1.2.3. Aplicación 3.1.2.4. Presentación y análisis de resultados 3.1.2.4.1. Gráficos e interpretación de de frecuencia de respuesta 3.1.2.5.2. Resultados cualitativos 3.2. Propuesta para la formación de usuarios 3.2.1. Diagnóstico y planificación 3.2.2. Implementación 3.2.2.1.Selección de actividades formativas 3.2.2.2. Instrumentación (Relación descriptiva de actividades) 3.2.3. Lineamientos para la evaluación del sistema CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES BIBLIOGRAFÍA ANEXOS I 1 1 1 4 6 8 9 10 13 17 19 34 19 19 22 23 26 26 26 28 29 33 33 34 34 35 36 37 37 38 46 48 48 50 50 62 80 82 86 92 INTRODUCCIÓN En un estudio de evaluación administrativa y organizacional efectuado en 2002 en la Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada, a iniciativa de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, se encontró la necesidad de mejorar la logística de consulta tanto al acervo general como a las colecciones especializadas, mediante una mejor capacitación del personal de la biblioteca. El diagnóstico suponía una identificación objetiva de problemas, para tomar las medidas correctivas que viniesen al caso, siguiendo los programas integrales de mejora de la función pública para la Secretaría. Aunque en ése caso se trató de una evaluación in situ, cuya metodología se basó en la observación y la entrevista al personal bibliotecario, con lo que se pudo identificar con claridad que los mecanismos de consulta e interacción con los usuarios no eran los adecuados. Este problema, no obstante, no era nuevo en el marco organizacional y funcional de esta importante biblioteca pública. En efecto, el sólo hecho de laborar en la biblioteca permite observar la insuficiencia en la atención al usuario, así como poca compenetración de este último con los sistemas de consulta y con las distintas colecciones. Esto revela, básicamente, un desfasamiento en la operatividad de los sistemas de consulta y un evidente distanciamiento entre el personal y el usuario. Tanto las conclusiones del estudio-diagnóstico mencionado empíricos obtenidos en la práctica laboral indican que los prevalecen son predominantemente operativos. Por lo que puede eje de la problemática de la biblioteca que ocupa nuestra interacción con el usuario. como los datos problemas que afirmarse que el atención es la Tal rezago sólo puede explicarse en razón de la tendencia, prevaleciente en nuestras bibliotecas públicas, a una lenta incorporación de los cambios trascendentales que en la actualidad experimenta la ciencia bibliotecológica y que vienen determinando una transformación radical del concepto de prestación de servicios al público. Ello contrasta, desde luego, con los avances que en este sentido han reportado otros tipos de bibliotecas, como las universitarias. Los estudios biblioteconómicos contemporáneos coinciden, en su mayoría, al señalar que el eje de la modernización funcional de las bibliotecas públicas debe ser, en todo caso, la valoración objetiva y sistemática de los intereses y necesidades de consulta de los usuarios. Sólo así, focalizando los servicios en el usuario puede lograrse una elevación substancial de la calidad de los servicios bibliotecarios. 35 Con base en lo anterior, el presente trabajo sustenta, como alternativa para la atención de los problemas descritos, la realización de un estudio de usuarios en la biblioteca Lerdo de Tejada del cual se desprenden algunos indicadores relevantes para iniciar el proceso de optimización integral de los servicios en dicha institución. Por ende, el objetivo general de la investigación puede enunciarse del modo que sigue: Identificar y diagnosticar los principales problemas operativos de la Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada tomando como base información proporcionada por sus usuarios.. Y sus objetivos específicos se definen de la siguiente forma: - Identificar la importancia que tienen los estudios de usuarios en el marco de los procesos de modernización funcional y optimización operativa de las bibliotecas públicas; - Determinar bajo criterios sistemáticos y objetivos los principales problemas funcionales de la Biblioteca objeto de estudio; - Identificar los intereses y necesidades de los usuarios con el fin de estructurar un programa de formación de usuarios apegado a la realidad actual de la institución en estudio. Asimismo, se trabajó con base a los siguientes supuestos de investigación: - - - Que los principales problemas funcionales y operativos de la Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada se vinculan en un plano general con los mecanismos de consulta y de recuperación de la información por parte de los usuarios; Que dichos problemas derivan del desconocimiento que se tiene tanto sobre el perfil (edad, sexo, nivel de educación, tipos de consulta) como sobre las necesidades informativas de los usuarios; Que, por tanto, la formación continua de hábitos y destrezas informativas en los usuarios constituye una respuesta y una solución viable a los problemas señalados. Puesto que, en efecto, los resultados arrojados por el estudio de caso apuntan, grosso modo hacia un desfasamiento considerable en cuanto a los mecanismos de consulta y recuperación de la información, la solución que se sugiere es la instrumentación de un programa sistemático y continuo para la formación de los usuarios estructurado en consideración del carácter público de la Biblioteca objeto de estudio. 36 Para tal efecto, el trabajo se estructura formalmente del modo que sigue: En el capítulo primero se presenta un análisis conceptual tanto de los estudios como de la formación de usuarios haciendo referencia a las tendencias actuales de gestión y organización bibliotecaria que como sabemos, tienden a elevar substancialmente la calidad de los servicios prestados al público. El capítulo segundo presenta una reseña de la Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada contemplando tanto sus aspectos organizacionales como su estructura de servicio al público así como los principales problemas que se presentan en este sentido. El capítulo tercero da cuenta del estudio de usuarios contemplando tanto su composición metodológica como un análisis cualitativo y cuantitativo de los resultados obtenidos, basados éstos en la descripción analítica de resultados obtenidos en cada reactivo y en su graficación. En un segundo momento se presenta la propuesta para la formación continua de usuarios de la biblioteca incluyéndose tanto su análisis y justificación metodológica como su estructura temática y técnico didáctica (toda vez que se incluye un curso, además de otros medios instrumentales). La propuesta se elaboró con el objetivo de modernizar y optimizar de forma integral los procesos de integración, administración y gestión, aspectos que presentan en lo general un gran rezago en el ámbito de nuestras Bibliotecas Públicas. El trabajo en su conjunto pretende realizar una aportación basada en un caso práctico para atender las necesidades de modernización de los servicios que se prestan en nuestras bibliotecas públicas afectadas en su mayoría del rezago al que hemos hecho referencia líneas arriba. 37 CAPÍTULO 1 ESTUDIOS DE USUARIO 1.1. Los estudios de usuario en las bibliotecas públicas Aunque, como veremos, los estudios de usuarios datan de mediados del siglo XX, su uso e importancia se ha incrementado durante los últimos veinte años en que se han considerado como herramientas imprescindibles para elevar la calidad de los servicios bibliotecarios y, en general de todos los bancos documentales de información. En seguida se hace referencia a su concepto, así como a sus antecedentes y vertientes metodológicas. 1.1.1. Definiciones Los estudios de usuarios se definen, básicamente en función de su objetivo que, en todo caso es conocer los “hábitos y las preferencias de los usuarios de información”46. Sin embargo, tal definición deja abiertos múltiples cuestionamientos sobre todo en cuanto a los objetivos concretos que se persiguen y los métodos que se utilizan para tal efecto. Cabe entonces iniciar atendiendo a una pregunta fundamental: ¿por qué son importantes los estudios de usuarios en el actual contexto de las ciencias de la información? La respuesta es sencilla: sólo conociendo los hábitos, preferencias y capacidades de los usuarios puede mejorarse la gestión integral de la biblioteca. Tal y como afirman Izquierdo, Ruiz y Piñera: “...Los estudios de usuarios constituyen la piedra angular de los programas de gestión de calidad, ya que suministran las bases sobre las que se proyecta y/o transforma un producto o un servicio de información e, incluso, un sistema entero. Con la aplicación de este tipo de estudios, la institución documental posee una valiosa información de primera mano sobre cómo están reaccionando los usuarios a las diferentes características de la calidad de los servicios y qué acciones concretas han de llevarse a cabo para mejorar y mantener la calidad. Además, no sólo nos van a ofrecer un análisis de la situación real en la que se encuentra nuestra organización -análisis del presente-, sino que a partir de ellos podremos realizar las reorientaciones necesarias para el buen 46 FUNDACIÓN GERMÁN SÁNCHEZ RUIPÉREZ. Estudios de preferencias de los usuarios de información, España: Boletín Mensual de Bibliotecología, Num. 67, Mayo-Junio, 2002, p. 2 38 funcionamiento de los servicios y, con el conocimiento y la proyección debida, pueden utilizarse para predecir el mañana...”47 De ahí que hoy resulte insuficiente definir al estudio de usuarios en función de su objeto tal y como lo hace Sanz: “…el conjunto de estudios que tratan de analizar cualitativa y cuantitativamente los hábitos de información de los usuarios, mediante la aplicación de distintos métodos, entre ellos los matemáticos – principalmente estadísticos- a su consumo de información…”48 La anterior insuficiencia explicativa deriva de que, efectivamente los estudios de usuarios surgieron como instrumentos evaluatorios de los hábitos y necesidades de información de quienes acuden a un centro de documentación o banco de datos pero con el paso del tiempo sus utilidades prácticas fueron diversificándose al vincularse, paulatinamente con la administración y la gestión bibliotecaria. Hernández Salazar nos ofrece una definición mucho más amplia de los estudios de usuarios al referirse a éstos como: instrumentos metodológicos que permiten aproximarnos, de forma clara y sistemática, según sea el caso, al perfil, las necesidades de consulta o los hábitos de lectura de los usuarios de un banco de información sea este un acervo bibliográfico, hemerográfico o informático, con fines específicos de optimización o mejora de los mecanismos de consulta.49 En un sentido similar, Romanos establece que, en el ámbito de la Biblioteconomía: “...los estudios de usuarios se pueden definir como un área multidisciplinaria del conocimiento que, a través de métodos de investigación tanto cuantitativos como cualitativos, intenta analizar los hábitos, los comportamientos, las motivaciones, las actitudes, las opiniones, las expectativas, los deseos, las necesidades y las demandas de las personas en relación con la información, y con los servicios y sistemas bibliotecarios...”50 En efecto, un estudio de usuarios puede efectuarse con fines muy diversos y constituyen, en sí, una estrategia dirigida a la mejora de los servicios que se 47 IZQUIERDO, Mónica, RUIZ, Joaquín, PIÑERA, José. Los estudios de usuarios en los programas de gestión de calidad. Propuesta de un marco teórico integrador para el estudio del usuario de información, Madrid: Tecnidoc, 1995, p. 36 48 SANZ CASADO, Elías. Manual de estudio de usuarios, Salamanca, España: FGSR, 2000, p.31 49 HERNÁNDEZ SALAZAR, Patricia. Seminario latinoamericano sobre formación de usuarios de la información y los estudios de usuarios. México: UNAM, 1997, p. 19 50 ROMANOS, Susana. Los estudios de usuarios y el desarrollo de la colección en las bibliotecas, Biblioteca del Congreso de Argentina, disponible en: www.bcnbib.gov.ar/libraria/libraria2a.htm, 2004 39 prestan en un centro de documentación, independientemente de la naturaleza de los acervos que se consultan. La noción actual del estudio de usuarios apunta, efectivamente a la identificación de problemas funcionales y a la elevación en la calidad de la gestión bibliotecaria. Tal y como afirma Berther: “...el propósito de los estudios de usuarios es similar a las investigaciones de mercado en los negocios. Intenta descubrir patrones de uso y niveles conscientes de los usuarios hacia los servicios de la biblioteca, para determinar el éxito o el fracaso de los servicios e identificar qué ajustes se necesitan en la estrategia de los servicios...”51 En el mismo sentido, Lau atribuye a los estudios de usuario fines que van más allá de la adecuada conformación de la estructura documental, al considerarlos herramientas para mejorar la gestión integral de las bibliotecas52. Lo anterior contesta por sí la compleja pregunta sobre el porqué los estudios de usuarios han cobrado mayor importancia en el contexto actual que en años precedentes; en efecto puede observarse un desplazamiento del espacio bibliotecario hacia las modernas teorías de la administración y gestión institucional. En este sentido, el estudio de usuarios incide tanto en la planificación como en la ejecución de acciones dirigidas a la elevación general de los servicios que se prestan al público. Tal y como señala Rey: “...La aplicación de los estudios de usuarios en los centros de información facilita la toma de decisiones por la importante ayuda que supone el conocimiento de los destinatarios de su actuación. Posibilitan, además, la aplicación de diferentes técnicas del marketing y de la calidad total que facilitarán la mejor prestación del servicio. Para ello es fundamental ver los estudios de usuarios en dos contextos diferenciados, pero, a la vez, relacionados. Por una parte, en la planificación de un servicio o de un producto a partir de los estudios de las demandas y necesidades de información de las diferentes tipologías de usuarios reales potenciales; y, por otra, dentro de la evaluación de los servicios o productos que presta la biblioteca, a partir del conocimiento del grado de satisfacción de los usuarios...”53 En el mismo sentido, Alfonso Rubio refiere que los estudios de usuarios no sólo otorgan un marco de referencia sobre las bibliotecas contempladas en el caso concreto, sino que son presupuestos imprescindibles para conformar auténticos 51 Cit. Por CHACÓN ALVARADO, Lucía. Estudios de usuarios. Revisión de literatura, Internet, disponible en www.ugr.es, 2004 52 LAU, Jesús, edit. Desarrollo de habilidades informativas en instituciones de educación superior. México: Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, 2001, p. 124 53 REY, Carina. La aplicación de los estudios de satisfacción de usuarios en la biblioteca universitaria: el caso de las universidades catalanas, Ponencia presentada en las Jornadas de Biblioteconomía e Información de la Universidad de Barcelona. Disponible en: http://www.ub.es/biblio/bid, 2004 40 sistemas de servicio al público. Así, sostiene que entre los principales objetivos de estos estudios se encuentran: 1. Identificar las necesidades de información para la toma de decisiones y para la evaluación de la efectividad de un sistema o servicio de información, 2. Analizar la interacción del usuario con el sistema; 3. Identificar las características generales del usuario y; 4. Apoyar los estudios científicos y comparativos En consideración de lo anterior, podemos decir, en un bosquejo de definición de los estudios de usuarios que éstos constituyen: La aplicación de métodos de investigación, cualitativos y cuantitativos, a la gestión y la administración de bibliotecas, pudiendo, a través de los mismos obtener datos sistemáticos sobre indicadores relevantes como serían, según las peculiaridades del caso concreto, conocer el perfil de los usuarios, sus hábitos y preferencias de consulta y lo que éstos esperan del centro documental, y que en su momento aportarán lineamientos para implementar medidas o políticas de mejora o simplemente una recuperación funcional de la información específica que se pretende consultar. 1.1.2. Antecedentes De acuerdo con Sanz el origen de los estudios de usuarios se remonta al surgimiento de la comunicación científica, particularmente a mediados del siglo XX. Si bien, hacia la década de los treinta, trabajos como los de Gross y Gross apuntaban a sistematizar la adquisición de obras en las bibliotecas científicas de acuerdo a métodos indirectos (el análisis de citas y referencias bibliográficas en los trabajos elaborados por los científicos de la época), fue hasta la década de los cincuenta cuando esta tendencia comenzó a generalizarse. Fussler, en 1949 definió el núcleo de publicaciones científicas más consultadas y sentó las bases para su sistematización y consulta en bibliotecas especializadas. Siete años después, siguiendo la huella de los trabajos de Fussler, Brown sistematizó la consulta de las fuentes mayormente citadas en varias disciplinas científicas distintas, como Medicina, Física, Biología, etc. Los trabajos anteriores apuntaban, desde luego, a un rediseño en los procesos de adquisición y catalogación de las obras documentales, de acuerdo a las necesidades específicas de consulta de los usuarios. Así, en 1958, Menzel señalaba: “…los métodos que utilizan los científicos e ingenieros para acceder a los sistemas de información, las demandas que realizan, la pertinencia o no de los documentos conseguidos y el impacto resultante en sus nuevos trabajos, constituyen, junto a otros parámetros, los conocimientos 41 necesarios para planificar y diseñar las políticas y sistemas de información […] En este sentido, los estudios de usuarios tienen una función destacada….” 54 A partir de entonces, los estudios de usuarios se convirtieron ya, en importantes herramientas para “armar” y sistematizar las colecciones de información especializada. Esta tendencia a realizar estudios de usuarios se observó primero entre la comunidad científica. Trabajos como los de Herner y Shaw permitieron estudiar los hábitos y las preferencias de consulta de físicos, matemáticos y químicos. En años subsecuentes (décadas de los sesenta y los setenta), esta tendencia a estructurar los acervos de acuerdo a las necesidades y hábitos de consulta de los usuarios se hizo extensiva a las ciencias sociales y las humanidades. Al respecto destaca el proyecto denominado Scientific Information Exchange in Psychology efectuado entre 1966 y 1973 por la American Psychological Association (APA) consistente en estudiar, tanto los hábitos de consulta como los de intercambio de información entre investigadores de ciencias de la conducta. El proyecto permitió, a la postre, que los centros de documentación especializados en dicha disciplina estructurasen sus colecciones de acuerdo a las necesidades de consulta de sus usuarios. El proyecto de APA tuvo continuidad en uno nuevo, emprendido por la Universidad de Bath, en Inglaterra (el proyecto INFROSS, Investigation into Information Requirements of the Social Sciences) cuyo objetivo fue estudiar los principales aspectos de las necesidades y usos de la información tanto formal como informal en ciencias sociales. Ambos proyectos (APA e INFROSS) permitieron ampliar el conocimiento de los métodos que podían emplearse para conocer las preferencias de los usuarios de información especializada y a la postre ayudarían también a extender los alcances de los estudios de usuarios a otro tipo de instituciones como las bibliotecas públicas. La amplia difusión que alcanzaron los estudios de usuarios durante la década de los setenta permitió, a su vez, apreciar la gran cantidad de utilidades prácticas que estos pueden aportar a las ciencias documentales, no sólo en lo referente a la constitución de los acervos sino también en la esfera de los servicios al público. En efecto, la aplicación de estos estudios en instituciones tan diversas como las bibliotecas escolares y las públicas han revelado la existencia de una relación directa entre el conocimiento que la institución tiene de las demandas del usuario y la calidad de los servicios que se ofertan. De modo tal, que hoy en día, los estudios de usuarios han rebasado la esfera de los procesos técnicos de 54 SANZ, Op. Cit., p. 49 42 recopilación de la información, vinculándose con el área o subsistema de servicios de una forma indisoluble. Sin embargo, aunque actualmente se reconoce la alta potencialidad del estudio de usuarios para mejorar la calidad de los servicios bibliotecarios, su realización es especialmente compleja en las bibliotecas públicas debido a la resistencia al cambio de dichos centros que se encuentra, según Hernández Salazar “...muchas veces determinada por la dinámica burocrática propia de las instituciones de Estado...”55 1.1.3. Utilidades prácticas De acuerdo con Hernández Salazar, los estudios de usuarios pueden servir para atender una amplia gama de problemas asociados con los diversos procesos operativos de la biblioteca, sea esta pública o académica. En términos generales puede afirmarse que conforman un instrumento de investigación insustituible para la formación y actualización de los acervos, a la vez que pueden otorgar información relevante para modificar las políticas de gestión y servicio hacia la elevación general de los servicios que se prestan. Por tratarse de instrumentos muy flexibles, los estudios de usuarios tienen una gran cantidad de aplicaciones entre las que destacan las siguientes:56 A. Evaluar los recursos con que cuenta la biblioteca Actualmente, las bibliotecas manejan varios tipos de recursos siendo los de mayor importancia los documentales, los humanos y los tecnológicos. Los estudios de usuarios permiten obtener información relevante sobre todos ellos. En cuanto a los recursos documentales, los estudios de usuarios permiten una selección y una adquisición de materiales que vaya acorde a las necesidades de consulta. La evaluación de los acervos por parte del usuario permite también marcar lineamientos para la utilización de las colecciones en todo su potencial. Permiten, en su caso optimizar las funciones de bibliometría y estadística documental “...centradas en el análisis de la producción y consumo de literatura científica, con estudios cuantitativos de diversos aspectos de la literatura científico-técnica...”57 Los estudios de usuarios permiten, a su vez, una evaluación del desempeño del personal mucho más objetiva que aquellas que se efectúan bajo criterios puramente administrativos. La información recabada permitirá, por ejemplo, modificar los procesos de asesoría y atención al público, depurar la plantilla de personal para mejorar los servicios, etc. Lo anterior tiene una importancia especial, puesto que se facilita el camino hacia una “gestión de 55 Cfr. HERNÁNDEZ SALAZAR, Op. Cit. p. 71 FUNDACIÓN GERMÁN SÁNCHEZ RUIPÉREZ, Op. Cit., p. 9 57 IZQUIERDO, RUIZ Y PIÑERA, Op. Cit, p. 37 56 43 calidad total de la biblioteca, premisa fundamental en los actuales estudios biblioteconómicos”;58 También los estudios de usuarios permiten evaluar las necesidades en cuanto a los recursos tecnológicos con que cuenta la biblioteca; por ejemplo, si es necesario aumentar el número de computadoras con catálogo electrónico, el software que resulta más fácil de utilizar por parte de los usuarios, etc. B. Conocer el perfil de los usuarios En efecto, una de las utilidades primordiales de los estudios de usuarios es que permiten conocer de cerca el perfil de aquellos que acuden a la biblioteca. El identificar aspectos tales como la edad y la escolaridad de los usuarios, el tipo de trabajos o tareas que realizan, las fuentes que consultan con más frecuencia, etc., permite apreciar cuáles son, en concreto las medidas de servicio que deben implementarse o modificarse. En este sentido, el conocimiento del perfil de los usuarios de la biblioteca permite vincularla con las necesidades concretas de la comunidad que acude a ella independientemente de su naturaleza. Cabe mencionar que la estructura de estos estudios debe ir de acuerdo a la institución y al contexto social de que se trate. C. Medir la eficacia de la biblioteca La medición de la eficacia de la biblioteca no consiste solamente en la evaluación del desempeño del personal bibliotecario, sino también de los procesos mismos de consulta y recuperación de la información. El estudio de usuarios permite ponderar el conocimiento del usuario de las distintas colecciones y de aquellos materiales que podrían complementar su consulta. En un momento posterior, permitirá tomar las medidas pertinentes para potenciar el uso de los materiales y por ende, que las colecciones no sean sub-utilizadas. D. Facilitar la formación de usuarios La identificación de las necesidades y demandas de los consultantes permite a su vez ubicar las medidas que debe implementar la biblioteca para formarlos adecuadamente como usuarios de información, en el entendido de que la funcionalidad del centro dependerá, en gran medida del conocimiento del usuario respecto a los distintos acervos, de su organización y de los mecanismos para la realización de búsquedas específicas. Este aspecto reviste especial importancia puesto que, en la actualidad la formación de usuarios aumenta en importancia en 58 Idem 44 la misma medida en que evolucionan las disciplinas informativas59 e implica una constante interacción entre el público y el personal de la biblioteca. El estudio de usuarios, entre otras cosas permite identificar con claridad no sólo el perfil del usuario, sino también, en función de éste, los medios más adecuados para instruirlo en el uso de las colecciones. El estudio de usuarios en este sentido “permite tener una idea clara de las aptitudes cognoscitivas del usuario, así como de las motivaciones y comportamientos que pueden ayudar a una mejor consulta e interacción con los recursos de la biblioteca”.60 Por la relevancia que tiene esta actividad, será retomada como punto central de esta investigación. 1.1.4. Métodos de instrumentación En la actualidad existen muchas formas de llevar a cabo los estudios de usuarios; sin embargo, éstas pueden agruparse en dos grandes rubros o métodos: los directos y los indirectos. Los métodos directos son aquellos que se basan en la opinión de los usuarios de la información, recopilada a través de instrumentos o preguntas realizadas ex profeso para tal efecto; entre los principales métodos directos encontramos: El método Delphi que consiste, esquemáticamente, en la realización de preguntas a usuarios expertos sobre sus necesidades de información. Las respuestas son usualmente orales, tomándose registro de las mismas; si la opinión de alguno de los participantes difiere substancialmente de las del resto del grupo, se le vuelve a plantear la pregunta pidiéndole mejores argumentos que la justifiquen. El proceso se “depura” tres o cuatro veces hasta que las respuestas adquieren cierta homogeneidad. Una vez obtenidas las respuestas definitivas se determina, estadísticamente la media y la desviación típica, obteniéndose indicadores cuantitativos que –se supone- otorgan indicadores claros sobre los aspectos evaluados. Aunque este método suele otorgar indicadores con alta significancia cuantitativa, su aplicación a estudios de usuarios suele limitarse a bibliotecas o colecciones dirigidas a sectores especiales de investigadores; Encuestas o cuestionarios: Consiste en la aplicación de un instrumento de sondeo (el más común es el cuestionario descripto-observacional) a una muestra o segmento de usuarios de los servicios de la biblioteca. El cuestionario debe ser claro y conciso (los cuestionarios muy largos o complejos suelen hacer ambiguos los resultados) por lo que lo más común es que consten de reactivos “cerrados”. Los datos obtenidos se interpretan en razón de la frecuencia de respuesta que se obtiene en cada reactivo. 59 GARCÍA, F. y DÍAZ, A. “ La formación de usuarios en las bibliotecas públicas españolas: análisis de las principales experiencias”. España: Boletín de la Asociación Andaluza de Bibliotecarios, Num. 65, 2001 60 IZQUIERDO, RUIZ Y PIÑERA, Op. Cit. P. 6 45 Pueden ser aplicados por distintos medios (correo, teléfono, internet, etc.) o bien in situ, de forma personal en el local de la biblioteca o del centro documental de que se trate. Por su flexibilidad y precisión, éste es el método más empleado en la recogida de datos de los estudios de usuarios; Entrevista personal: Se aplica una entrevista breve a los usuarios, generalmente in situ; el formato es mucho más informal que el de los cuestionarios y las respuestas se expresan de forma oral. Los resultados pueden interpretarse mediante métodos estadísticos (media y desviación típica o estándar) o cualitativos. Por otra parte, en los métodos indirectos los datos no proceden de algún instrumento de sondeo, sino del análisis documental. No se consulta a los usuarios sino a los trabajos por ellos elaborados. Entre estos métodos, el más usual es el Análisis de Citas consistente en revisar las referencias contenidas en un trabajo científico llevando un registro cuantitativo de las mismas. Aunque este método resulta de gran utilidad para la conformación y actualización de acervos, su principal desventaja es que suele limitarse a grupos y centros de investigación científica, siendo prácticamente imposible trasladarlos al ámbito de la biblioteca pública. Una vez revisados los principales aspectos teóricos de los estudios de usuarios, iniciamos el análisis de nuestra segunda categoría teórica: la formación de usuarios. 1.2. La formación de usuarios de servicios documentales El auge que, para la década de los sesenta habían alcanzado los estudios de usuarios de la información, derivó en la búsqueda de alternativas para mejorar la interacción de los usuarios con las fuentes documentales que se consultaban. Por ello, la formación de usuarios de la información es uno de los logros más importantes de la tendencia, surgida desde la década de los treinta a evaluar las necesidades informativas de los consultantes. Aunque la formación sistemática de usuarios de la información comenzó a desarrollarse en los ámbitos científicos de países desarrollados como los Estados Unidos desde los cincuenta, esta actividad se extendió al medio latinoamericano y particularmente a nuestro país, “desde la década de los sesenta cuando se reportan las primeras experiencias”61 . Sin embargo, tal y como señala Saray Córdoba, la formación de usuarios en el ámbito de América Latina ha sido (incluso a la fecha) una actividad poco 61 HERNÁNDEZ SALAZAR, Patricia. “ Sistematización del proceso de formación de usuarios de la información”. Memorias de las XXIV Jornadas Mexicanas de Biblioteconomía. México: AMBAC, 1993, p. 190 46 desarrollada debido, básicamente al desconocimiento, casi general, tanto de los objetivos como de los métodos que deben emplearse para tal efecto62. En razón de lo anterior, antes de analizar los problemas relativos a la formación de usuarios para nuestro sujeto de estudio (la Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada), consideramos pertinente reseñar (si bien brevemente) tanto el concepto como los distintos métodos que pueden emplearse para una formación efectiva y sistemática de los usuarios de servicios bibliotecarios. 1.2.1. Concepto De acuerdo con Céspedes, “la formación de usuarios es un proceso en virtud del cual, las bibliotecas y otros centros documentales, interactúan con quienes habitualmente utilizan sus servicios, a fin de volverlos consultantes funcionales que empleen de la forma más conveniente para sí, los distintos acervos y colecciones a que se tiene acceso”63. En este sentido, el proceso formativo de los usuarios no sólo beneficia a éstos, sino también de forma directa e inmediata al centro, puesto que es usual (como en el caso concreto que estamos analizando) que los distintos acervos y colecciones sean sub-utilizadas por los consultantes, minándose sustancialmente los alcances y objetivos institucionales. Saray Córdoba , citando a T.D. Wilson, nos dice que la formación de usuarios: “...es el proceso por el cual se capacita a los usuarios de la información (efectivos o virtuales), para descubrir las fuentes pertinentes de información, buscar dichas fuentes y organizar la información para utilizarla...”64 La autora distingue además el concepto de formación respecto al de educación de usuarios, en razón de que éste último es mucho más amplio, al referirse a la creación de conciencia, tanto en el personal de los centros documentales como en el público en general, de la importancia de la información así como de la relevancia de la utilización de los recursos informativos. De donde se infiere que la formación de usuarios, si bien se relaciona con la concientización a nivel general de la relevancia de la información, se caracteriza por tener una utilidad práctica, centrada directamente en el funcionamiento de las bibliotecas y demás centros documentales. 62 CÓRDOBA GONZALEZ, Saray. “Aplicación de la metodología participativa para la formación de usuarios”. Memorias de las XXII Jornadas Mexicanas de Biblioteconomía. México: AMBAC, 1991, p. 164 63 CÉSPEDES, Cora. Didáctica de la Biblioteca: hacia la formación de usuarios y lectores competentes en las bibliotecas escolares. Buenos Aires: CICCS, 1997, p. 61 64 CÓRDOBA GONZÁLEZ, Saray. Formación de usuarios para estudiantes universitarios: una experiencia con metodología participativa. México: UNAM, 1997, p. 165 47 Por su parte, Hernández Salazar, formula la siguiente definición: “...es el proceso de intercambio de experiencias o saberes sobre la información y su uso, con el fin de que la persona que la usa pueda cambiar su actitud en forma positiva, optimizando dicha utilización al máximo...”65 Este proceso de cambio actitudinal, se encuentra, según Hernández Salazar, determinado por las cualidades del intercambio experiencial. A saber, éste último cuenta con una estructura tripartita, puesto que debe orientar (en tanto que dar a conocer al usuario datos generales sobre la biblioteca o el centro documental de que se trate), instruir (adiestrar al usuario respecto a los mecanismos de consulta de las fuentes documentales), y transmitir conceptos relacionados con la información (producción, transferencia, organización, búsqueda, recuperación, servicios y difusión). Para mayor precisión, la UNESCO ha referido, en específico los fines que deben perseguirse en todo proceso de formación de usuarios. Este organismo establece que la formación de usuarios incluye todo proyecto o programa destinado a orientar e instruir a los usuarios actuales y potenciales, individual o colectivamente con el objetivo de facilitar al usuario de la información:66 • • • • El reconocimiento de sus propias necesidades de información La formulación de estas necesidades La utilización efectiva y eficaz de los servicios de información La evaluación de estos servicios Es decir, la formación de usuarios es un conjunto complejo de procesos cuyo eje es precisamente la necesidad de información del usuario; se trata de lograr que los usuarios de una unidad de información (llámese centro de documentación o biblioteca), pueda, en primera instancia reconocer lo que necesita y en un momento subsecuente acceder de modo funcional a la información que necesita. Así, de acuerdo con Tecuatl, las habilidades a considerarse en este proceso formativo son, básicamente: • • • • • • Reconocer y resolver problemas a través de la información Identificar fuentes de información que resuelvan su problema Buscar y localizar información (impresa y en medios automatizados) Evaluar la información Organizar la información para aplicaciones prácticas Identificar elementos de representación de los documentos 65 HERNÁNDEZ SALAZAR, Patricia, Op. Cit., 1993, p. 196 MENDOZA BENÍTEZ, Luz María. Algunas reflexiones en torno a la educación de usuarios, México: UNAM, Dirección General de Bibliotecas. Disponible en:http://www.dgbiblio.unam.mx/servicios/dgb/publicdgb/bole/fulltext/volVI2/educa.html, 2004 66 48 • Redactar textos e insertar notas67 Es decir, la formación de usuarios abarca las distintas dimensiones del usuario de información; el proceso se centra en éste por lo que el conocimiento objetivo de sus necesidades es parte elemental de las pautas formativas que se adopten. Y en este sentido, los estudios de usuarios juegan un papel trascendental. Como punto adicional, resaltan los siguientes elementos conceptuales de la formación de usuarios: a) Se trata de un proceso, entendido éste como una sucesión de pasos ordenados que implican, tanto un estudio de las necesidades concretas de los usuarios de información, cómo la instrumentación de medidas para que éstos optimicen al máximo los resultados de sus consultas; b) Dicho proceso implica la modificación dirigida de la esfera cognitiva de los usuarios de la información. Se enfoca al desarrollo de habilidades y destreza para la consulta adecuada y óptima de las fuentes documentales; c) Su resultado idóneo es que los consultantes puedan no sólo familiarizarse con los acervos o colecciones de una biblioteca u otro centro de documentación o banco de datos, sino que pueden acceder de forma sencilla y precisa a la información que necesitan; d) Sus repercusiones son netamente prácticas: con el proceso de formación se pretende que los usuarios cubran integralmente sus requerimientos de información y que la biblioteca o centro de documentación potencie sus actividades al sustentarse un mejor aprovechamiento de los recursos que contiene. Cabe, finalmente mencionar que el proceso al que nos referimos, adquiere en la actualidad una relevancia especial, debido, ante todo, a la diversificación del tipo de fuentes y a su aumento cuantitativo que muchas veces constituye un problema toral del funcionamiento de las bibliotecas y centros análogos de documentación. Angélica Hernández al respecto refiere que, bajo el contexto actual, la cultura bibliotecaria tradicional se encuentra en un franco proceso de crisis y que, muchas veces, la biblioteca no responde a las necesidades de consulta del usuario68. Es decir, la vastedad de recursos con que actualmente cuentan las bibliotecas ha rebasado con creces los lineamientos operativos tradicionales, incrementándose de tal modo la importancia de que el usuario juegue un papel mucho más activo en la búsqueda de información. 67 TECUATL QUECHOL, Graciela. El usuario de información, ponencia disponible en la página WEB de la AMBAC: http://www.ambac.org.mx/publicaciones/editV4N3.html, 2004 68 HERNÁNDEZ, Angélica. “La formación de usuarios en la biblioteca escolar”. Memorias de las XXVI Jornadas Mexicanas de Biblioteconomía. México: AMBAC, 1995, p. 238 49 El reconocimiento general de la importancia de la formación de usuarios de la información, ha derivado en la existencia de una cantidad considerable de enfoques metodológicos; a continuación se muestran los más importantes. 1.2.2. Enfoques metodológicos Una vez analizado el concepto de la formación de usuarios, en el presente apartado se revisan algunos de sus enfoques metodológicos más importantes, así como las fases de su instrumentación. Uno de los principales problemas a los que se enfrentan las unidades de información al querer formar usuarios, es la falta de un corpus teórico homogéneo. Es decir, no existen reglas rígidas ni modelos “dogmáticos” para dicho proceso lo que muchas veces, y ante la falta de una cultura bibliotecaria provoca múltiples inconsistencias “que derivan en el rezago formativo de los usuarios de la información”.69 Sin embargo, en la actualidad, son varios los enfoques que se han diseñado e implementado. De acuerdo a las tendencias históricas registradas en cuanto a la ponderación objetiva de las necesidades de información de los usuarios, tenemos que las primeras aplicaciones de la formación de usuarios se abocaron a capacitar a usuarios de información científica para acceder a libros y publicaciones especializadas en dichos temas. Hay poco que decir en cuanto a los métodos empleados en ese entonces, puesto que lo común era la estructuración de cursos que se daban en el seno de bibliotecas universitarias o centros de investigación. En años subsecuentes, los avances reportados en las ciencias educativas, particularmente en los años sesenta, repercutieron paulatinamente en los procesos de formación de usuarios de fuentes documentales. En esta coyuntura, los procesos de formación se compatibilizaron con los hallazgos referentes a la cognición de los sujetos y a las nuevas técnicas y estrategias didácticas que ganaban terreno en el mundo entero. Estos métodos basados en la aplicación de técnicas provenientes de la práctica educativa son nombradas por Svinicky como “métodos instruccionales”.70 Svinicky, subdivide a los métodos instruccionales en tres subcategorías elementales determinadas con base en las técnicas que se emplean. Estas subcategorías son, grosso modo, las siguientes: 69 ROMANOS, Op. Cit. P. 9 SVINICKY, Marilla. Formación de profesionales y usuarios de bibliotecas. Madrid, España: Fundación Germán Sánchez Ruipérez, 1992, p. 17 70 50 a) Métodos directos: En estos métodos, quien instrumenta el programa y las actividades a realizar, toma el control total del proceso comunicativo; es decir, es la institución la que determina las actividades de aprendizaje, las encabeza y las ejecuta. Entre las principales técnicas que se emplean se encuentran: ¾ Conferencias: Se definen como discursos orales transmitidos linealmente por un emisor (usualmente adscrito a la biblioteca) a un grupo determinado de receptores”71. ¾ Demostraciones: Es una exposición temática apoyada por recursos didácticos diversos (gráficos, lecturas, etc.) que ilustra a los receptores sobre el cómo realizar cierta actividad concreta (p. ej. Consultar el catálogo). ¾ Recursos audiovisuales: Es una exposición lineal utilizando medios audiovisuales tales como cintas de vídeo, películas de cine, diapositivas, etc. Bajo este método, el recurso se exhibe sin permitir una participación significativa de los receptores. ¾ Materiales escritos: Éstos se suministran a los usuarios y pueden estructurarse como guías, manuales o textos expositivos que otorgan al receptor información relevante sobre la estructura y funcionamiento de la biblioteca. ¾ Visitas guiadas: Son recorridos por las instalaciones de la biblioteca. b) Métodos semidirectos: En estos métodos, ninguno de los dos sujetos intervinientes en el proceso comunicativo (institución y usuarios), toma el control total de la instrucción; se trata de establecer una interacción equitativa que conjunte las técnicas expositivas lineales con la participación abierta de los usuarios. Entre las técnicas que se emplean bajo este rubro, se encuentran: ¾ Conferencia/discusión: Al discurso lineal se suma una ronda final de preguntas y respuestas en la que los receptores (usuarios) pueden exponer sus opiniones y puntos de vista, favoreciéndose así la interacción de éstos con la institución. ¾ Estudios de caso: La técnica se implementa, usualmente, una vez que los usuarios han adquirido habilidades y destrezas básicas de acceso a la información de la Biblioteca o centro documental. Consiste en asignar a los usuarios –individualmente o en grupo- un tema de investigación que éstos, empleando las técnicas previamente aprendidas, deben documentar en un número determinado de fuentes del acervo o las colecciones disponibles. 71 HERNÁNDEZ SALAZAR, Patricia. La formación de los usuarios de información en instituciones de educación superior. México: UNAM, 1998, p. 18 51 ¾ Instrucción asistida por métodos de tecnología compleja: La instrucción no la imparte, de modo directo, algún funcionario de la biblioteca, sino que se ponen al alcance del usuario, recursos tales como reproductores de audio o vídeo, o bien recursos multimedia que otorgan información para facilitar la búsqueda y recuperación de información. Estos recursos tecnológicos se colocan en puntos estratégicos de la biblioteca y debe contarse, en su caso, con el apoyo directo del personal de la institución (partiendo del supuesto de que no todos los usuarios sabrían utilizarlos). c) Métodos indirectos: En estos métodos, es el usuario mismo el que asume el control del proceso instruccional. No se implementan técnicas didácticas direccionales, sino que éstas son sustituidas por actividades participativas en las que el personal de la biblioteca sólo juega el papel de “facilitador” del aprendizaje. Por su naturaleza, estos enfoques son más útiles para identificar problemas funcionales que para formar hábitos y destrezas en los usuarios. Entre las técnicas de aprendizaje participativo que suelen implementarse bajo este enfoque se encuentran: a) Discusión: Se trata de una discusión abierta que versa sobre los principales problemas de la biblioteca en la que participan los usuarios y algún funcionario que hace las veces de moderador. Como en la mayor parte de este tipo de técnicas, al final se obtienen conclusiones y se someten a análisis. b) Tormenta de ideas (Brainstorming): Quien encabeza esta dinámica (moderador), pone a consideración del público un tema determinado vinculado con el funcionamiento de la biblioteca; éste a su vez, expresa libremente sus puntos de vista y sus propuestas. c) Juegos/Simulación: Los usuarios, forman parte de dinámicas lúdicas que usualmente versan sobre los mecanismos de búsqueda y recuperación de información. Con fines ilustrativos, en la Tabla 1, se presenta una relación de las principales ventajas y desventajas de los enfoques metodológicos descritos, conforme a las tendencias pedagógicas contemporáneas “de adscripción generalmente cognoscitiva” 72 y a los indicadores aportados por las ciencias de la educación: 72 Cfr. ORTIZ VILLASEÑOR, José Luis. Manual de pedagogía práctica para el docente. México: Spanta, 1999, pp. 19-21 52 TABLA 1. VENTAJAS Y DESVENTAJAS DE LOS DISTINTOS ENFOQUES PARA LA FORMACIÓN DE USUARIOS DE LA INFORMACIÓN ENFOQUE 1. Métodos directos 2. Métodos semidirectos 3. Métodos indirectos VENTAJAS DESVENTAJAS 9 Mayor posibilidad de 9 Las técnicas demasiado rígidas restringen manejar los contenidos de considerablemente la los programas de formación. posibilidad de expresión 9 Concisión en los objetivos y de los receptores. temas de aprendizaje. 9 Tiende al aprendizaje “de memoria”, que no siempre es el más adecuado. 9 No favorece la reflexión sistemática de los temas ni el intercambio de ideas entre los receptores. 9 Posibilidad de manejar los 9 Si el programa no se instrumenta contenidos. adecuadamente, puede 9 Concisión en los objetivos y incurrirse en el desorden temas de aprendizaje. y en el incumplimiento de 9 Se favorece un aprendizaje los objetivos significativo debido a la prefigurados. participación constante de los receptores. 9 Tendencia hacia el 9 Poca concisión en los objetivos de aprendizaje; aprendizaje significativo, por 9 Pocas posibilidades de oposición al memorístico. dotar a los usuarios de 9 Mayor participación de los información sobre temas usuarios. concretos. 9 Mayor compatibilidad para la formación de usuarios infantiles (por su carácter lúdico). De lo anterior puede inferirse que si los métodos directos, por su rigidez no son, didácticamente los más adecuados para la formación de hábitos y destrezas informativas; los métodos indirectos son demasiado laxos para atender poblaciones de usuarios heterogéneas. En este sentido, los métodos semidirectos conjuntan las ventajas de uno y otro. Sin embargo, como veremos más adelante, el diseño de un programa de formación de usuarios que sea realmente funcional, estará siempre sujeto a la consideración de aspectos concretos tales como la naturaleza de las poblaciones, la edad de los usuarios, su nivel aproximado de desarrollo cognitivo, etc. Y en este sentido, resulta inviable limitar los programas 53 de formación de usuarios en razón de los rubros o métodos descritos; “el mejor método, será siempre el que más se adecúe a las peculiaridades del caso concreto y cuya instrumentación tienda al desarrollo de habilidades y destrezas aplicables fácilmente en la práctica”.73 1.2.2.1. Fases En la actualidad no existen fórmulas acabadas o dogmáticas para la planificación e instrumentación de los programas de formación de usuarios. Sin embargo, algunos autores nos ofrecen ciertos lineamientos básicos para tal efecto. Córdoba refiere que, desde el enfoque dialéctico, el diseño de los programas de formación de usuarios, debe pasar por las siguientes fases74: A. El diagnóstico de problemas a partir de la práctica de la institución. B. La teorización, definida como “...un proceso de profundización ascendente en el conocimiento, mediante acciones de reconocimiento, abstracción, análisis y síntesis que llevan, mediante la construcción y apropiación de conceptos, al conocimiento. Es decir, se trata de la elección de la instancia teórica que más se ajuste a las necesidades del caso concreto. C. La vuelta a la práctica, momento en el que se da la aplicación y subsecuentemente, la evaluación de la funcionalidad del programa. Por su parte, Hernández Salazar , desde un enfoque sistémico, establece que las fases elementales para la elaboración de un programa de formación de usuarios son: A. Definir el problema conforme a los indicadores prácticos observados en la biblioteca o centro de documentación de que se trate. B. Reunir datos, es decir, diagnosticar metódicamente las peculiaridades del problema a resolver. En este sentido, el estudio de usuarios es una herramienta de análisis muy útil. C. Analizar el sistema y sintetizar las alternativas de solución, lo que implica evaluar cuáles métodos y herramientas son los más viables para la resolución de la problemática previamente identificada. D. Implementar las técnicas y estrategias elegidas para la corrección de la problemática. E. Evaluar el proceso en su conjunto. En los enfoques anteriores pueden observarse más similitudes que diferencias: a saber, en primera instancia es necesaria la identificación objetiva del o los problemas a resolver para posteriormente efectuar un diagnóstico, una valuación de alternativas de solución y, finalmente su implementación y evaluación general. 73 74 CÉSPEDES, Cora, Op. Cit. p. 151 CÓRDOBA, Op. Cit., 1991, p. 167 54 Sólo esta sucesión sistemática de fases permitirá que el estudio de usuarios otorgue indicadores reales y útiles sobre aquéllos aspectos que habrán de reformarse hacia la elevación integral de la calidad de los servicios que ofrece la biblioteca al público. Estas fases serán referidas, para el caso concreto, en los siguientes apartados. CAPÍTULO 2 LA BIBLIOTECA MIGUEL LERDO DE TEJADA DE LA SHCP 55 En el presente capítulo se realiza una reseña general de la Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada adscrita institucionalmente a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), contemplando sus antecedentes (institucionales e históricos), como su estructura documental y operativa vigente. Ello con la finalidad de tener datos relevantes sobre la institución objeto de estudio antes de plantear el estudio de usuarios. 2.1. Antecedentes institucionales de la SHCP La SHCP es una de las Secretarías más antiguas en la estructura administrativa del Estado Mexicano puesto que surgió inmediatamente consumada la Independencia, el 4 de octubre de 1821. Aunque a fines de ese año, por Decreto presidencial recibió la denominación de Secretaría de Hacienda, Crédito Público y Comercio, “algunos años después retomó el nombre con el que hasta hoy la conocemos”75. Su creación respondió, desde luego, a la necesidad de establecer un control sistemático de las finanzas públicas del naciente Estado mexicano era, en efecto, una prioridad que alguna institución se ocupase ex profeso de recaudar y administrar los impuestos y demás ingresos del gobierno preestablecidos por el Congreso. Sin embargo, con el paso del tiempo y en la medida en que la trama institucional, política y social del Estado fue volviéndose más compleja, la SHCP fue cobrando nuevas atribuciones distintas a la de la recaudación y administración tributaria; paulatinamente, la Secretaría en cuestión se convirtió en órgano consultor del Poder Ejecutivo para la implementación de políticas económicas y a la postre en órgano informativo de la vida económica y política del país. 2.1.1. Función informativa de la SHCP Durante el período de consolidación institucional del Estado Mexicano (1821-1916), las atribuciones de la SHCP se limitaban a la recaudación, administración y control de los impuestos federales, pero a partir del reordenamiento político-administrativo que representó la promulgación de la Constitución vigente, en 1917, las tareas de la Secretaría fueron diversificándose sustancialmente. El hecho de que la SHCP hubiese sido la institución rectora de las finanzas públicas nacionales la había convertido en una invaluable fuente de información sobre el estamento jurídico y la economía del país. En efecto, a lo largo del tiempo la Secretaría había logrado acumular un número considerable de fuentes documentales (internas y externas) de gran utilidad política, académica y social. Las bibliotecas de la SHCP La necesidad de organizar la información económica del país fue observada en 1928 por el entonces Secretario de Hacienda, Luis Montes de Oca quien tomó la iniciativa de fundar una Biblioteca adscrita a la Secretaría y encomendó dicha tarea a destacados intelectuales mexicanos como Jesús Silva Herzog y Francisco Trejo Vázquez. La Biblioteca de Hacienda (que varias 75 ACOSTA ROMERO, Miguel. Teoría General del Derecho Administrativo. México: Porrúa, 1994, p. 164 56 décadas después se convertiría en la Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada) se fundó, finalmente el 1º * de octubre de 1928 en el Palacio Nacional , con el carácter que hasta la fecha conserva de Biblioteca Pública, en tanto que a ella no sólo tiene acceso el personal de la Secretaría “sino cualquier persona interesada en los temas que engloba”76. La creación de la nueva biblioteca motivó la instauración, en 1929, del Departamento de Biblioteca y Archivos Económicos así como la instrumentación de su Reglamento Interno. En virtud de éste último, “se establecía formalmente la función informativa de la SHCP; el nuevo Departamento debía hacer todo lo necesario para incrementar y preservar el acervo bibliográfico y hemerográfico” 77, en la inteligencia de que éste constituía una fuente incomparable de información histórica del país en los planos económico, jurídico y político. Casi tres décadas después (el 18 de julio de 1957), y también a iniciativa del titular de la Secretaría se creó un nuevo centro documental: la Biblioteca del Recinto de Homenaje a Don Benito Juárez, cuya colección tiene como tema central la vida política y económica de México durante el siglo XIX. Esta biblioteca se ubica frente al Patio de la Emperatriz en el Palacio Nacional y cuenta, a la fecha con una colección de más de 2,500 obras divididas en una “Colección General” (a la que accede todo el público) y un “Fondo Reservado” que sólo puede ser consultado por investigadores acreditados. La función informativa de la SHCP se elevó a un estatus jurídico con la promulgación de la Ley de Secretarías y Departamentos de Estado (24 de diciembre de 1958) que establecía como una de sus funciones básicas, sistematizar la información económica relevante para fines de estudio e investigación. Esta premisa se reafirmaría en 1976 con la publicación de la Ley Orgánica de la Administración Pública Federal (LOAPF). En 1977, la administración de las bibliotecas de la SHCP corría a cargo de la Subdirección de Acervo Patrimonial adscrita a su vez a la Dirección General de Servicios y Recursos Materiales. Sin embargo, en 1991, tal Subdirección se fusionó con la Dirección de Promoción Cultural creándose con ello la Unidad de Promoción Cultural y Acervo Patrimonial a la que a su vez pertenecía la Subdirección de Bibliotecas. En 1997, la Unidad de Promoción Cultural pasó a ser la actual Dirección General de Promoción Cultural y Acervo Patrimonial (DGPCAP) que: “…tiene bajo su responsabilidad la dirección, coordinación y supervisión de las actividades de promoción cultural, así como la difusión entre el personal de la Secretaría y el público en general, de las colecciones de Acervo Patrimonial, los Recintos, las Bibliotecas, las Hemerotecas, los Museos y el Fondo Histórico de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público…” 78 * El contexto y los pormenores históricos de esta biblioteca son retomados en apartado especial, un poco más adelante 76 SHCP. Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada. Nociones de organización y servicios. México: SHCP, 1974, p. 1 77 SHCP. Reglamento para el Departamento de Biblioteca y Archivos Económicos. México: SHCP, 1929, pp. 1-2 78 SHCP. Manual de Organización Específico. México: SHCP-Dirección General de Promoción Cultural y Acervo Patrimonial, 2000, p. 3 57 Para el logro de tales funciones, la DGPCAP se subdivide en varias áreas que son: • • • • • La Dirección de Colecciones y Promoción Cultural. La Dirección de Museos, Recintos y Bibliotecas. La Subdirección de Proyectos Especiales. La Subdirección de Apoyo Técnico y, La Coordinación Administrativa. Como puede observarse, en la actualidad, la administración de las bibliotecas de la SHCP es una función a cargo de la Dirección de Museos, Recintos y Bibliotecas. Para fines administrativos, la Secretaría ha implementado, desde 1997, como dependencia de la citada Dirección de Museos, Recintos y Bibliotecas la Subdirección de Bibliotecas, a cargo directo de los dos centros bibliotecarios de la SHCP, es decir, la Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada y la Biblioteca del Recinto de Homenaje a Don Benito Juárez. En la siguiente figura se presenta la ubicación específica de dichas unidades administrativas, así como de las bibliotecas en la trama institucional de la SHCP: FIG. 1. UBICACIÓN ADMINISTRATIVA DE LAS BIBLIOTECAS DE LA SHCP SECRETARIO SUBSECRETARIO DIRECCIÓN DIRECCIÓN DE MUSEOS, RECINTOS Y BIBLIOTECAS GENERAL DE Ó SUBDIRECCIÓN DE BIBLIOTECAS BIB. MIGUEL LERDO DE TEJADA BIB. DEL RECINTO DE HOMENAJE A 2.1.2. Funciones genéricas de la Dirección de Museos, Recintos y Bibliotecas (DMRB) Como se ha visto, la Dirección Administrativa que se encuentra a cargo de la administración de las bibliotecas es la Dirección de Museos, Recintos y Bibliotecas (DMRB), cuyas funciones de acuerdo al Manual de Organización Específico de la SHCP son, básicamente: a) En cuanto a los museos: 58 ♦ ♦ ♦ Dar a conocer las distintas colecciones que constituyen el acervo patrimonial de la SHCP contribuyendo así a la difusión de la cultura a nivel nacional. Cuidar y, en su caso organizar la restauración de los objetos que conforman las colecciones museográficas. Establecer mecanismos de cooperación e intercambio con museos de otras entidades federativas así como del extranjero. b) En cuanto a los recintos: ♦ ♦ ♦ Difundir a un nivel general los Recintos propiedad de la Secretaría potenciando su aportación a la cultura nacional mediante la realización continua de eventos artísticos y académicos. Preservarlos adecuadamente y restaurarlos periódicamente para garantizar su óptimo estado. Establecer mecanismos y sistemas de coordinación con instituciones públicas y privadas para facilitar la realización de eventos culturales y académicos. c) En cuanto a las bibliotecas ♦ ♦ ♦ ♦ ♦ ♦ Instrumentar, orgánica y funcionalmente las políticas y procedimientos de la Subdirección de Bibliotecas. Supervisar, de forma directa los procesos técnicos de catalogación, preservación y acceso a las distintas colecciones bibliográficas y hemerográficas. Otorgar a la Subdirección de Bibliotecas los recursos humanos, técnicos y materiales necesarios para garantizar el buen funcionamiento de los centros documentales. Otorgar a la Subdirección de Bibliotecas los materiales documentales necesarios para actualizar las colecciones. Capacitar de forma continua y eficaz al personal técnico y operativo de la Subdirección de Bibliotecas, a fin de ponerlo al día en cuanto a los últimos avances reportados por las ciencias documentales e informativas. Supervisar y monitorear el funcionamiento de las bibliotecas tanto en lo referente a los procesos técnicos como en la atención a los usuarios a fin de garantizar que el acceso a las colecciones sea eficaz y acorde a las necesidades del público. Tras revisar las atribuciones genéricas de la DMRB, más adelante se analizan las funciones concretas de la Subdirección de Bibliotecas por su íntima vinculación con la organización específica de la Biblioteca objeto de nuestro estudio. 2.2. Antecedentes de la Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada Al analizar lo correspondiente a la función informativa de la SHCP, se ha referido ya que en 1928 se fundó la Biblioteca de Hacienda que después se transformaría en la Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada, con el carácter de Biblioteca Pública que preserva hasta la actualidad. Este acontecimiento se debió básicamente a la ausencia de bibliotecas que permitiesen analizar la historia política y económica del país y a la consideración de que tal anomalía debía ser 59 subsanada por la Secretaría de Estado mayormente vinculada al quehacer económico nacional, esto es, la Secretaría de Hacienda. Así que, al inaugurarse la Biblioteca de Hacienda ubicada entonces en la antigua Casa de Moneda – una notable obra arquitectónica construida a principios del siglo XVIII situada en el ala oriente del Palacio Nacional- se pensó que se trataría de un centro documental especializado en ciencias económicas. De hecho una de las principales consignas de Don Jesús Silva Herzog, primer Director del Departamento de Bibliotecas de la SHCP, fue la creación de los archivos económicos, una colección de recortes periodísticos ordenados en carpetas con los acontecimientos económicos más importantes del país y del extranjero*. Sin embargo, el entusiasmo suscitado con la fundación de la Biblioteca alentó una gran cantidad de donaciones de libros sobre las materias más diversas. Así, para 1930 la Biblioteca que inicialmente contara con 16,000 volúmenes vio robustecido su acervo de forma considerable dándose la necesidad de trasladarla a un local más grande. Fue así como, a principios de 1933, la Biblioteca de Hacienda junto con el Departamento de Biblioteca y Archivos Económicos fueron trasladados a otro local que también había pertenecido a la Casa de Moneda ubicado en la calle de Correo Mayor número 31. Aunque las normas de catalogación, registro y colocación de las obras fueron básicamente las mismas que se habían establecido en el Reglamento de 1929, se hizo un rediseño de las secciones que la integraban atendiendo al vasto número de volúmenes con que se contaba. Éstas áreas fueron:79 Economía y finanzas, en la que se incluían obras de varias subcategorías como fueron, economía política, finanzas públicas y privadas, bancos, moneda y crédito entre algunas otras. Derecho y legislación, que incluía una compilación completa de leyes desde la Independencia así como un vasto número de obras jurídicas de muy distintas áreas. Historia, conformada por: “…las obras más valiosas de Historia de México, inclusive la primera edición de casi todas las crónicas religiosas […] gran cantidad de manuscritos de carácter histórico e inumerables folletos sobre la misma materia…”80 Hemeroteca, consistente en una amplia compilación de periódicos y revistas antiguas y modernas de México y del extranjero; Archivos económicos, que ya para 1950 contaba con más de 6 millones de “informaciones” (recortes ordenados en carpetas) Aunque el nuevo local había logrado albergar tan vasto acervo, de cerca de 80,000 volúmenes más los documentos hemerográficos y Archivos Económicos recopilados al día; hacia la década de los cincuenta se avistaba ya la necesidad de un establecimiento mucho más grande y de una estructura organizacional más compleja que respondiese al incremento substancial de obras que se experimentaba año con año. En 1957, los distintos acervos se fusionaron en uno sólo y se dio un acto solemne de reinauguración en el que la Biblioteca, aún situada en Correo Mayor adquirió su nombre actual. La placa conmemorativa de dicho acto decía, a la letra: * Los Archivos Económicos, como se verá más adelante constituyen una de las colecciones especiales más importantes de la Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada. 79 SHCP. Veinticinco aniversario de la fundación del Departamento de Bibliotecas de la SHCP. México: SHCP, 1953, pp. 16-17 80 Ibidem, p. 18 60 “…Siendo Presidente de la República el C. Adolfo Ruiz Cortines y Secretario de Hacienda y Crédito Público el C. Lic. Antonio Carrillo Flores fue inaugurada esta biblioteca como aportación a la cultura de México. DF, a 20 de noviembre de 1957…”81 La tentativa de trasladar la biblioteca a un lugar mucho más amplio cobró forma hasta 1968, cuando bajo el mandato presidencial de Gustavo Díaz Ordaz se inició la restauración y adaptación del Antiguo Oratorio de San Felipe Neri ubicado en el número 49 de la calle de República del Salvador, en el centro de la Ciudad. Las obras consistieron en la restauración de la fachada (el edificio databa del siglo XVI y se encontraba en condiciones deplorables), en la adecuación y decoración de los interiores “y en la construcción de un edificio anexo que a la postre albergaría la zona de almacenamiento de las colecciones especiales y hemerográficas y las oficinas administrativas”82 El traslado de los materiales al nuevo local se efectuó a principios de 1970. En noviembre de ese mismo año la biblioteca se reinauguró en acto solemne que contó con la presencia del Presidente de la República y del Secretario de Hacienda. A partir de entonces comenzó a darse un proceso de reestructuración técnica y operativa. De 1970 a la fecha, y a pesar de los múltiples cambios de adscripción administrativa a los que ya se ha hecho referencia, el acervo de la biblioteca ha seguido incrementándose –ya sin restricciones de espacio- su estructura documental cuenta con un mayor orden poniéndose especial cuidado en la preservación de las colecciones especiales (el acceso a las mismas se ha reglamentado). Sin embargo, puede a la fecha afirmarse que este centro de documentación (considerado como uno de los más importantes del país) se encuentra en pleno proceso de modernización, asimilando paulatinamente los avances registrados en los últimos años así por las ciencias documentales como en lo referente a la administración y gestión bibliotecaria. 2.3. Actualidad de la Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada Tras analizar la evolución histórica e institucional de la biblioteca objeto de estudio, revisaremos ahora su actualidad contemplando tanto su estructura documental como su organización. Esto con la finalidad de ir aproximándonos a su problemática funcional y operativa que es el eje del estudio de usuarios que se presenta en capítulo subsecuente. 2.3.1. Estructura organizacional y servicios al público 2.3.1.1. Estructura organizacional Conforme al Manual de Procedimientos Específicos de la DGPCAP, la Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada cuenta con un Director, un Subdirector y cuatro Departamentos. Las funciones del Director se vinculan, en términos generales, con la “coordinación general de la prestación de todos y cada uno de los servicios de la institución y las del Subdirector con brindar a la Dirección los 81 82 SHCP, 1974, Op. Cit. p. 2 Cfr. ABREU, Juana. Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada. 70 años. México: SHCP, 1998, pp. 50-51 61 apoyos logísticos necesarios para coordinar los servicios bibliotecarios, especialmente los relativos al control del personal”.83 La estructura organizacional puede observarse en el siguiente organigrama: FIG. 2. ORGANIGRAMA DE LA BIBLIOTECA MIGUEL LERDO DE TEJADA DIRECCIÓN SUBDIRECCIÓN DPTO. DE ATENCIÓN AL DPTO. DE DPTO. PROCESOS DE EXTENSIÓN DPTO. DE SERVICIOS Por lo que toca a los cuatro Departamentos, sus funciones específicas son las siguientes: ¾ Departamento de Atención al Público 9 9 9 9 9 9 9 9 ¾ Departamento de Procesos Técnicos 9 9 9 9 9 9 83 84 Aplicar las normas y políticas que se deben observar en el desarrollo de las actividades de servicio al público. Brindar servicio especializado de información a los usuarios. Seleccionar y verificar los ejemplares recibidos a través de donación y adquisición en coordinación con el área de extensión bibliotecaria. Compilar índices y bibliografías a solicitud de usuarios en general y de investigadores. Elaborar estadísticas sobre la prestación de servicios bibliotecarios. Proporcionar información de los servicios que presta la Biblioteca vía telefónica. Controlar préstamo de materiales bibliográficos, hemerográficos y de colecciones especiales. Controlar los préstamos “interbibliotecarios e institucionales”.84 Llevar a cabo el análisis bibliográfico de los libros existentes y de nueva adquisición, así como darlos de alta en la base de datos para su subsecuente recuperación. Efectuar el procesamiento bibliográfico de las colecciones a través de la clasificación, la catalogación e indización. Revisar la clasificación y la catalogación de las obras bibliográficas. Realizar el proceso físico de sellado en los cantos, pegado de tira magnética y etiqueta con la clasificación respectiva de los libros para enviarlos al servicio al público. Efectuar las actividades de captura de datos de identificación de libros en los sistemas automatizados. Organizar y elaborar los catálogos ficheros. SHCP. DGPCAP. Manual de procedimientos específicos, México: SHCP, 2000 p. 52 Ibidem, p. 54 62 9 ¾ Proporcionar apoyo documental utilizando fuentes de información especializada en el área de Biblioteconomía, al personal de la biblioteca. Departamento de Extensión Bibliotecaria 9 9 9 9 ¾ 9 9 9 Investigar y seleccionar bibliotecas e instituciones educativas afines para establecer convenios de intercambio. Realizar un seguimiento periódico de novedades editoriales para fines de adquisición. Proponer a la Subdirección de Bibliotecas la adquisición de material bibliográfico, proceso que, sin embargo, suele darse sin tomar en cuenta las necesidades de consulta de los usuarios. Depurar y sistematizar la colección de Archivos Económicos.85 Departamento de Servicios Generales Realizar el mantenimiento de las instalaciones. Coordinar y supervisar la logística de los eventos realizados en la Biblioteca. Supervisar que las condiciones de los espacios físicos donde se resguarda el acervo biblio-hemerográfico y Fondo Reservado cumpla con las especificaciones requeridas. 2.3.1.2. Servicios al público Conforme a los Reglamentos Internos de la Biblioteca objeto de estudio, los servicios que se prestan al público son, básicamente: 1. Préstamo en sala: Es la consulta de material bibliográfico y hemerográfico en la sala de lectura general. Para este servicio no existen más restricciones que las reglamentarias en cuanto al correcto manejo de los materiales por parte del usuario. 2. Consulta especializada del Fondo Reservado: Es la consulta que se realiza en específico sobre materiales pertenecientes a dicha colección. Sólo pueden acceder a este servicio investigadores acreditados mediante credencial con fotografía expedida por alguna institución académica y un escrito expedido por la misma en que se justifique la necesidad de acceder a tales materiales (artículo 6 del Reglamento para el Fondo Reservado). 3. Sala de investigadores: El uso de esta sala es exclusivo para investigadores acreditados; en ella pueden consultar materiales del Fondo Reservado, así como publicaciones hemerográficas de acceso restringido. 4. Préstamo Interbibliotecario: Este préstamo es el medio por el cual el acervo bibliográfico de la Biblioteca es accesible a otra sin importar a qué tipo corresponda (pública o académica), siempre y cuando se establezcan convenios recíprocos para llevar al cabo este servicio (art. 1º del Reglamento para Préstamo Interbibliotecario [SHCP,2003]). Actualmente, la Biblioteca Lerdo de Tejada ha celebrado convenios para esta modalidad de préstamo con más de 200 instituciones académicas y bibliotecas públicas. De acuerdo con el Reglamento respectivo, los materiales de Fondo Reservado y los Archivos Económicos no pueden ser objeto de este tipo de préstamos. 5. Servicio de fotocopiado, el cual únicamente se restringe tratándose de materiales en mal estado y de acuerdo a la normatividad vigente en materia de derechos de autor (SHCP, 2003) 85 Ibidem, p. 57 63 Es importante señalar que, a pesar de las múltiples evaluaciones funcionales que sobre los servicios bibliotecarios ha desarrollado la SHCP (el último efectuado en 2002 con la finalidad de evaluar la calidad de los servicios prestados por la biblioteca), hasta la fecha no se ha logrado integrar a ésta como un auténtico sistema de servicios. Es decir, no existe una conexión funcional entre los diversos subsistemas que, según Brown deben guiar el funcionamiento de las bibliotecas, a saber, integración (conformación de los elementos materiales y humanos de los que depende el funcionamiento de la biblioteca); organización (determinación sistemática de procesos, metas y objetivos); servicios (prestados por la biblioteca al público) y gestión (“las tareas que la biblioteca debe cumplir para lograr sus objetivos”86), lo cual deriva en un desfasamiento funcional de las distintas áreas operativas que afecta, principalmente, la calidad de la interacción entre los usuarios y los servicios prestados por la institución. En lo anterior inciden varios factores. Uno de ellos es que la mayor parte del personal que labora en la Biblioteca carece de estudios en el área de Biblioteconomía. Actualmente, de los veintiún empleados que laboran en las áreas de procesos técnicos y servicios al público, sólo 6 son bibliotecónomos estando éstos en su totalidad adscritos a procesos técnicos. Es decir, los flujos operativos vinculados con la atención al público se encuentran delegados a personal empírico que basa su trabajo principalmente en la “experiencia personal” así como en los cursos de biblioteconomía que cada dos años, aproximadamente, imparte personal de la Secretaría. Se infiere que hace falta una mejor capacitación del personal así como una mejora substancial que modifique la disposición del personal para atender las necesidades del usuario. Bajo estas circunstancias es muy difícil que se logre la misión, planteada en el 2002, de brindar al público el servicio de documentación sobre temas económicos políticos y sociales, con una perspectiva enfocada al servicio de la comunidad y a la satisfacción de los intereses de los distintos sectores que acuden a la Biblioteca. 2.3.2. Estructura documental Actualmente, la Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada cuenta con más de trescientos mil volúmenes, la gran mayoría de ellos pertenecientes a las Ciencias Sociales (que engloban las obras de Economía) y las Humanidades. Sus colecciones que habían permanecido organizadas conforme al modelo instaurado en 1957, fueron reestructuradas en 1993. Las obras se encuentran organizadas, básicamente en seis colecciones, una general y cinco especiales. La colección general se conforma por 30,000 volúmenes disponibles al público de forma directa (en estantería abierta). En esta colección predominan, como se ha dicho los temas de ciencias sociales y humanidades. Cabe mencionar (sin que con ello se pretenda aún identificar una problemática concreta, que se cuenta con un catálogo manual (de tarjetas) y uno automatizado al que no es fácil acceder debido a que el número de computadoras en sala es muy reducido (6) y han de utilizarse únicamente bajo la supervisión y asesoría del personal bibliotecario, casi siempre ocupado por el alto número de usuarios que usualmente se tiene en la sala general. 86 BROWN CÉSAR, Javier. Lineamientos para una teoría bibliotecaria. México: ENBA,2000 64 Las colecciones especiales son las siguientes87: COLECCIÓN DEL FONDO HISTÓRICO DE LA SHCP Esta colección se integra, básicamente por publicaciones oficiales de la SHCP desde el siglo XIX hasta la fecha. Abarca libros, folletos y ediciones especiales y periódicas de la Secretaría. Se incluyen también todas las publicaciones del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI). A esta colección puede acceder cualquier usuario que acredite su identidad. Actualmente suma más de 40,000 volúmenes. FONDO RESERVADO Se conforma por libros editados entre los siglos XVI y XIX, manuscritos que datan de los siglos XVII al XIX, así como una colección de folletería de los siglos XVIII hasta principios del XX. Dentro de esta colección (una de las de mayor valor histórico para el país) se encuentran varias bibliotecas privadas que fueron donadas a la Biblioteca Lerdo de Tejada. Entre los donadores se encuentran personajes importantes para la historia nacional como Carlos Díaz Dufóo (1861-1941), Miguel A. Quintana (1877-1951) y Arturo Arnaiz y Freg. Asimismo, se cuenta con documentos autógrafos de escritores tan importantes como Alfonso Reyes, Salvador Novo, Gilberto Owen y Xavier Villaurrutia entre muchos otros. También incluye algunas obras que fueron propiedad de personajes como Nicolás León, Joaquín García Icazbalceta y Carlos de Sigüenza y Góngora . Su acceso se encuentra restringido a investigadores acreditados. Actualmente, el número de volúmenes de esta colección asciende las 25,000 obras. ARCHIVOS ECONÓMICOS Los archivos económicos se integran por una recopilación de notas periodísticas procedentes de periódicos y revistas nacionales, organizados en carpetas por temas y orden cronológico. Puesto que la recopilación abarca el período transcurrido entre 1928 y 1993, actualmente se trata de una colección muy robusta (son más de 40,000 carpetas) y conforman “una fuente de gran importancia para investigadores y público en general” 88. Puede ser consultada por cualquier persona que acredite su identidad. 87 88 SHCP. Colecciones de la Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada, INTERNET, página WEB de la BMLT, 2003 Idem 65 COLECCIÓN DE PUBLICACIONES PERIÓDICAS Se conforma por periódicos y revistas nacionales publicados desde el siglo XIX a la fecha. Se incluye la colección de Diarios Oficiales de 1842 a la fecha y de Periódicos Oficiales de las Entidades Federativas desde el siglo XIX hasta la década de los sesenta del siglo XX. En esta colección pueden encontrarse auténticas joyas documentales como los clásicos periódicos liberales y revolucionarios Aurora, Bandera de Juárez, El Demócrata, El Federalista, El Ahuizote, El Hijo del Ahuizote, entre muchos otros. “Su acceso se encuentra restringido a investigadores sólo para el caso de fuentes documentales del siglo XIX” 89. Actualmente, la institución no reporta un número exacto de los volúmenes que integran esta colección. COLECCIÓN DE DISCOS COMPACTOS Se integra por discos compactos para computadora (PC) que contienen bases de datos con información de índole muy diversa. Se incluye la colección completa de documentos electrónicos del INEGI y de la SHCP, además de atlas, enciclopedias y publicaciones de interés general. Esta colección puede ser consultada por cualquier persona que acredite su identidad. Actualmente, se cuenta con 49 bases de datos de información histórica, económica, social y política de nuestro país; sin embargo, se tiene proyectado “un aumento gradual de estas obras, dependiendo de la nueva información que se vaya adquiriendo a lo largo del tiempo”90. Tal es, a grandes rasgos la estructura documental de la Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada cuya vastedad ha llevado a catalogarla como una de las bibliotecas públicas más importantes del país, ya que sus distintas colecciones son consultadas lo mismo por investigadores que por estudiantes de todos los niveles e incluso por gente desvinculada de toda actividad académica. El análisis de la estructura funcional y documental de la Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada, brinda los elementos necesarios para poder abordar la siguiente fase de este trabajo, a saber, el estudio de usuarios para el caso concreto. CAPÍTULO 3 ESTUDIO DE USUARIOS Y PROPUESTA PARA LA FORMACIÓN DE USUARIOS EN LA BIBLIOTECA MIGUEL LERDO DE TEJADA DE LA SHCP 89 90 Idem Idem 66 3.1. Justificación Tal y como se dijo anteriormente, las sucesivas evaluaciones operativas a la Subdirección de Bibliotecas han abordado sólo de forma marginal los aspectos relativos al servicio al público, omitiendo la valuación de los puntos de vista de los usuarios. Esta desvinculación entre la institución y los intereses del público consultante es un fenómeno que prevalece incluso desde los orígenes mismos de la Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada. A la fecha, la única información con que cuenta la biblioteca respecto a los usuarios es un conteo aproximado de éstos basado en los libros de registro; es decir, no se tiene información sistematizada sobre el perfil del usuario; no se cuenta con evaluaciones previas sobre el conocimiento de las colecciones o sobre el desempeño del personal; tampoco se tiene una noción de lo que piensa el usuario sobre el uso de recursos tecnológicos para la realización de las consultas ni sobre la eficacia de las mismas. En tal sentido, puede afirmarse que el funcionamiento actual de la biblioteca se basa exclusivamente en prácticas observacionales que tienen su origen en el desempeño cotidiano de funciones. La ausencia de interacciones con el público ha provocado un importante rezago en las funciones gestivas y de atención a los usuarios que son consideradas por los estudios biblioteconómicos contemporáneos, como “imprescindibles para la elevación de la calidad integral de los servicios”91. Un ejemplo ilustrativo de dicho rezago es que la Biblioteca objeto de estudio, contando con gran cantidad de colecciones y un acervo de más de trescientos mil volúmenes no ha implementado, a la fecha, programa alguno para la formación de usuarios ( a pesar de haberse realizado diagnósticos organizacionales de forma periódica), lo cual deriva en que las colecciones usualmente no sean utilizadas en todo su potencial y que el perfil de los usuarios se limite, casi en su totalidad, a estudiantes cuando podría ser una valiosa fuente de consulta para otros tipos de público. Por ello es importante contar tanto con estudios sistemáticos de usuarios como con programas de formación de los mismos. En este orden de ideas, un estudio de usuarios es el primer paso hacia la valoración objetiva de los problemas operativos de la institución con respecto al subsistema de servicios al público; su realización responde no sólo a la vastedad del acervo y la diversidad de sus colecciones sino, principalmente a la necesidad 91 Cfr. HIMNEL, Ethel. Planificar para obtener resultados: proceso de transformación de la biblioteca. España: Diputacio de Barcelona, 2001, p. 40 67 de modernizar la estructura operativa de la Biblioteca, presupuesto insoslayable para la elevación de la calidad general de los servicios bibliotecarios. 3.1.1. Metodología La efectividad de un estudio de usuarios va siempre en función de la metodología que se emplea, la cual se vinculará siempre con los objetivos concretos que se persiguen. En cuanto a ello, es necesario puntualizar que no existen lineamientos metodológicos rígidos, “sino que éstos pueden variar dependiendo de las peculiaridades del caso concreto”.92 En el caso que nos ocupa, los lineamientos metodológicos que se describen a continuación se eligieron tomando en cuenta que nuestro objetivo central era allegarnos de datos para mejorar la organización en su conjunto, es decir para mejorar, “de forma integral la gestión bibliotecaria” 93 de la institución objeto de estudio. 3.1.2. Descripción general Para la realización del estudio de usuarios se utilizó un método directo de recolección de datos. Se diseñó y aplicó un cuestionario descripto-observacional a una muestra no estratificada de usuarios de las distintas colecciones bibliográficas y hemerográficas. Técnicamente, el estudio de usuarios pretende identificar tres clases de variables con la finalidad de estudiar los mecanismos de consulta como un “proceso eminentemente comunicativo” 94. Éstas son: • • • Criterios referentes a las características del proceso comunicativo, es decir, las motivaciones y causas de la búsqueda de información, la interacción del usuario con el personal bibliotecario, etc. Criterios referentes a las características propias del usuario que determinan en gran medida, tanto las cualidades de las búsquedas, como las medidas de mejora que pueden implementarse, particularmente en cuanto a la formación de usuarios. Criterios relacionados con el tipo de necesidad informativa generada, a fin de identificar cuáles son las colecciones a las que hay que dar mayor difusión, los tipos de materiales adquiridos para enriquecer el acervo documental, etc. El cuestionario (ver anexo 1) se diseñó para obtener información relevante sobre: 92 IZQUIERDO, RUIZ Y PIÑERA, Op. Cit. P. 2 Idem 94 IZQUIERDO, Mónica. Una aproximación interdisciplinar al estudio del usuario de información:bases conceptuales y metodológicas, Investigación Bibliotecológica, V 13, Num. 26, ene/junio de 1999, p. 121 93 68 a) Los procesos operativos de consulta y recuperación de la información; b) La evaluación del desempeño del personal bibliotecario; c) Identificación de los aspectos que pueden ayudar a mejorar la interacción entre el público y el personal de la biblioteca, es decir, para lograr una mayor sensibilización acerca de los intereses y necesidades del público. Se aplicó in situ a lo largo de tres semanas, al término de las cuales los datos obtenidos se vaciaron para su subsecuente graficación e interpretación. La interpretación de resultados fue cuantitativa y cualitativa. La interpretación cuantitativa consistió en el análisis de frecuencias de respuesta obtenidas en cada reactivo (porcentajes sobre la muestra total). El análisis cualitativo se realizó, tal y como señala Levin “interpretando y comentando los resultados obtenidos en cada reactivo”.95 Para el vaciado de los resultados se utilizó una base de datos especial creada bajo el sistema MS-Access puesto que éste otorga gran versatilidad para ordenar y sistematizar los datos. Para la graficación se utilizó el sistema MS-Excell, ambos bajo la plataforma Windows 98. Estos dos últimos programas se eligieron por ser algunos de los más usuales en la actualidad, así como por la flexibilidad que presentan para el manejo sistemático de datos. 3.1.2.1. Instrumento El cuestionario, cuyo formato puede consultarse en el anexo 1 se diseñó de tal forma que permitiese obtener información directa de los usuarios sobre aspectos vinculados al funcionamiento de la biblioteca, basada en su experiencia como usuarios de la información. Se elaboró pensando en identificar aquellos aspectos que puedan ayudar, por un lado, al usuario para mejorar substancialmente la calidad de sus consultas y por otro, para ubicar las medidas que pueden tomarse para mejorar la interacción de éstos con el personal bibliotecario. Formalmente se estructuró como un instrumento de tipo “descriptoobservacional”96. Asimismo, se trató de un cuestionario estructurado, en tanto que sus preguntas están redactadas y organizadas conforme a un orden y a unos objetivos predefinidos, lo cual facilitó la interpretación de las necesidades y demandas de los usuarios. Formalmente, el instrumento constó de 15 reactivos de respuesta cerrada, distribuidos temáticamente del siguiente modo: TABLA 2. ESTRUCTURA TEMÁTICA DEL CUESTIONARIO LEVIN, Jack. Fundamentos de estadística en la investigación social, México: Harla, 1994, p. 56 NAMAKFOROOSH, Muhammad Naghi. Métodos de investigación en ciencias sociales. México: Iberoamericana, 1997, p. 105 95 96 69 INDICADOR/TEMA 1. Perfil del usuario 2. Hábitos de consulta 3. Evaluación de los recursos de la biblioteca 4. Propuestas de mejora y necesidades de formación REACTIVOS 1,2 y 3 4,5,6 y 7 8,9,10,11,12 y 13 14 y 15 3.1.2.2. Muestra De acuerdo con los datos reportados por la Subdirección de Bibliotecas de la SHCP, la Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada, durante 2002 “contó con una media mensual de afluencia de 10,250 usuarios en horario continuo” 97 (de 9:00 a 20:00 hrs) de lunes a viernes, lo que equivaldría a un promedio de 512 usuarios al día . Con la finalidad de que el estudio de usuario contase con significancia cuantitativa (es decir, que los resultados nos otorgasen una idea clara y objetiva de las necesidades e intereses de los usuarios), se decidió tomar una muestra no probabilística sobre el universo mensual promedio de usuarios. De acuerdo con Rojas este tipo de muestra es el más adecuado para poblaciones “que exceden los 10,000 sujetos” 98 con la aplicación de un cuestionario reducido. Substituyendo los valores de la fórmula propuesta por Rojas para este tipo de estudios y poblaciones: n= Z 2 pq E2 Donde: Z= nivel de confianza; pq= a la variabilidad del fenómeno estudiado y E=precisión con que se generalizan los resultados, tenemos que, bajo un nivel de confianza de 95%, un nivel de precisión de .05 y un índice de variabilidad del fenómeno de .5, la muestra fue de 370 usuarios (n=370) Puesto que el objetivo del estudio fue obtener una aproximación a los intereses y demandas de información de todo tipo de usuarios, la muestra no se 97 SHCP. Diagnóstico organizacional de la Dirección de Bibliotecas. México: SHCP, 2002, p. 73 ROJAS SORIANO, Raúl. Guía para realizar investigaciones sociales. México: Trillas, 1994, p. 172 98 70 estratificó aplicándose por igual a todos los usuarios de los servicios de la biblioteca. Sin embargo, cabe anotar que los rangos de edad adoptados en el reactivo 1 (menos de 14 años, entre 15 y 18 años, entre 19 y 30 y de 31 en adelante), se determinaron observando, fundamentalmente las edades promedio de cambio de un ciclo académico a otro, partiendo del supuesto (determinado en la práctica observacional) de que la biblioteca prácticamente no es consultada por población infantil, sino por adolescentes, jóvenes y adultos. Se consideró, asimismo, que dicha información sería relevante para la determinación de las medidas que habrían de tomarse para formar usuarios de la información. 3.1.2.3. Aplicación El instrumento se aplicó con la anuencia de la Dirección de la Biblioteca, entre el 17 de noviembre y el 2 de diciembre de 2003, en un horario de 15:30 a 19:00 hrs. Dichos horarios se determinaron por disposición expresa de la Dirección de la Biblioteca. Para la aplicación de los cuestionarios se solicitó el apoyo del personal de mostrador, aunque la mayoría de éstos fueron aplicados de forma personal por la sustentante. El cuestionario se aplicó en el mostrador principal de la sala general, solicitando a los usuarios que lo llenasen al momento de recoger sus cosas depositadas en el guardarropa. Aunque muchos usuarios se negaron a contestarlo bajo el argumento de llevar mucha prisa, la disposición de éstos, en lo general puede calificarse como positiva puesto que logró aplicarse el cuestionario al total de la muestra. 3.1.2.4. Presentación y análisis de resultados A continuación se presentan los cuadros y gráficos de frecuencia obtenidos en cada reactivo. Después de cada gráfico se presenta brevemente el análisis cuantitativo correspondiente a cada uno. En la parte final de este punto se presentan los principales resultados cualitativos con los “cruces” de variables más relevantes. 3.1.2.4.1. Gráficos e interpretación de frecuencia de respuestas RANGOS DE EDAD DE LOS USUARIOS 71 GRÁFICO 1. USUARIOS POR GRUPOS DE EDAD Menos de 14 años (7.8%) 15-18 años (15.4%) 19-30 años (47%) 31 en adelante (29.7%) El rango de edad predominante entre los usuarios es el de 19-30 años (47%); le sigue el grupo de 31 años en adelante (29.8%) y posteriormente el de 15-18 años (15.4%); sólo un sector marginal de la muestra (7.8%) se adscribe al grupo de edad de menores de 14 años. RANGO CONCLUIDO DE ESCOLARIDAD GRÁFICO 2. USUARIOS POR GRADO DE ESCOLARIDAD (TERMINADO) Primaria (7.8%) Secundaria (18.1%) Preparatoria (45.4%) Licenciatura (23.5%) Posgrado (5.1%) En lo que toca al nivel de escolaridad de los usuarios, tenemos que el grupo predominante es el que afirma haber concluido la preparatoria (45.4%); con una presencia también importante está el grupo de quienes han concluido una licenciatura (23.5%). Con rangos mucho menos significativos encontramos los siguientes grupos: secundaria (18.1%), primaria (7.8%) y posgrado (5.1%). FRECUENCIA DE ASISTENCIA A LA BIBLIOTECA 72 GRÁFICO 3. FRECUENCIA DE ASISTENCIA A LA BIBLIOTECA Diariam e nte (6.5%) 2-3 ve ce s /s e m ana (22.2%) 1 ve z/s e m ana (18.6%) 2 ve ce s /m e s (10%) De ve z e n cuando 20%) Prim e ra ve z(22.7%) El 22.7% de la muestra afirmó que se trataba de su primera visita a la biblioteca, en tanto que un 22.2% señaló asistir a la biblioteca de 2 a 3 veces por semana. El 20% dijo asistir esporádicamente y el 18.6%, sólo una vez a la semana. El 10% de la muestra afirmó asistir dos veces al mes. ACTIVIDAD QUE MÁS REALIZA EN LA BIBLIOTECA REACTIVO 4. OBJETO DE LAS CONSULTAS Es parcim ie nto(17.3%) Inv. par a trabajos e s colare s (53%) Inv. par a te s is (26.2%) Inv. Acadé m ica (3.5%) La gran mayoría de los encuestados afirma asistir a la biblioteca buscando información para realizar sus trabajos escolares (53%). Un porcentaje también significativo apuntó que el objeto de sus visitas a la biblioteca es investigar para su tesis profesional o de grado (26.2%), en tanto que el 17.3% tomó la opción “esparcimiento”. La investigación académica ocupó, en este sentido un lugar marginal con sólo el 3.5% de los usuarios encuestados. **NOTA: No se presentaron respuestas en la opción adicional “otra”. 73 Documentos consultados con más frecuencia GRÁFICO 5. CONSULTA POR TIPO DE MATERIALES Libros(62.4%) Diarios y revistas (21.4%) Fondo reservado (5.1% Archivos económicos (3.8%) CD-Rom (7.3%) Los materiales más consultados resultaron ser los libros, tal y como señaló el 62.4% de la muestra. En seguida encontramos los diarios y revistas (21.4%). Con porcentajes marginales encontramos las consultas a las bases de datos en CDROM (7.3%), al Fondo Reservado (5.1%) y a los Archivos Económicos (3.8%). . ¿CÓMO REALIZA SUS CONSULTAS? MECÁNICA DE LAS CONSULTAS Catálo g o d e tar je tas (50.5%) Catálo g o e le ctr ó n ico (25.7%) Co n s u lta as e s o r ad a (6.2%) T o d as las an te r io r e s (17.6%) En cuanto a la mecánica de las consultas, el 50.5% de los encuestados afirmó hacerlas por medio del catálogo de tarjetas; un 25.7% usando el catálogo electrónico y sólo un 6.2% a través de la asesoría del personal de la biblioteca. Un 17.6% señaló utilizar todos los medios anteriores. 74 ¿ CUÁLES SON LAS MATERIAS QUE MÁS CONSULTA Nota: Para el desglose de áreas se tomó como modelo el expuesto por Sanz, adaptado conforme a los criterios de división más usuales en nuestro sistema educativo (Vgr. ANUIES) GRÁFICO 7. CONSULTAS POR ÁREA ACADÉMICA Ciencias Sociales (53.8%) Ciencias exactas (2.4%) Ciencias biológicas (3.5%) Artes y hum anidades (27.3%) Inform ación diversa 13%) De acuerdo con la encuesta, las áreas académicas sobre las que más se consulta son las Ciencias Sociales y las Humanidades (53.8 y 27.3% respectivamente); un 13% tomó la opción “información diversa”, en tanto que sólo existen casos aislados de consulta en ciencias biológicas y exactas. ¿ENCUENTRA UD. LOS MATERIALES QUE NECESITA? GRÁFICO 8. DISPONIBLIDAD DE MATERIALES BUSCADOS Siem pre(11.4%) Casi siem pre(17%) Regularm ente (71.6%) En tanto que sólo un 11.4% de la muestra apuntó que los materiales que busca siempre se encuentran disponibles y un 17% tomó la opción “casi siempre”; el 75 sector mayoritario (71.6%) señaló que dichos materiales sólo están disponibles “regularmente”. ¿HA CONSULTADO LAS COLECCIONES ESPECIALES? GRÁFICO 9. ¿HA CONSULTADO LAS COLECCIONES ESPECIALES? Si (12.7%) No (39.2%) Desconoce su existencia (48.1%) La mayor parte de los encuestados (en el orden del 48.1%) desconoce la existencia de las colecciones especiales. Un 39.2% afirma no haberlas consultado y un 12.7% señaló sí haberlo hecho. ¿ HA CONSULTADO LAS BASES DE DATOS EN CD ROM? GRÁFICO 10. ¿ HA CONSULTADO LA BASE DE DATOS EN CD ROM? Si (9.2%) No (44.3%) Ignoraba su existencia (46.5%) 76 Sólo un 9.2% de la muestra declaró haber consultado las bases de datos en CD-ROM en tanto que un 44.3% apuntó lo contrario y un 46.5 señaló desconocer dicho servicio. ¿ESTÁ ACTUALIZADA LA BIBLIOTECA EN LA MATERIA QUE LE INTERESA? GRÁFICO 11. ¿ESTÁ LA BIBLIOTECA ACTUALIZADA EN SU MATERIA? Si (28.6%) No (71.4%) La mayor parte de los encuestados anotó que la biblioteca no está actualizada, al menos en cuanto a sus consultas personales (71.4%); asimismo, el 28.6% restante afirmó lo contrario es decir, que la biblioteca sí está debidamente actualizada. ¿ CÓMO LE PARECE LA LOCALIZACIÓN DE MATERIALES EN LA BIBLIOTECA? GRÁFICO 12. CALIFICACIÓN DE LOS MECANISMOS DE LOCALIZACIÓN DE MATERIALES 77 Agil y sencilla (20%) Un poco difícil (38.7%) Difícil (35.1%) Muy difícil (6.2%) Un sector mayoritario (38.6%) calificó a la búsqueda de materiales como “un poco difícil”, en tanto que un 35.1% tomó la opción “difícil”; un 6.2% señaló encontrar grandes dificultades para hallar los materiales. Un 20% coincidió al calificar a la búsqueda como ágil y sencilla BUENA DISPOSICIÓN DEL PERSONAL BIBLIOTECARIO PARA AUXILIAR EN LAS BÚSQUEDAS GRÁFICO 13. EVALUACIÓN DE LA DISPOSICIÓN DEL PERSONAL PARA ASESORAR Siem pre (15.1%) Casi siem pre (19.2%) Regularm ente (47.3%) Nunca (18.4%) Sectores importantes de la muestra calificaron la disposición del personal bibliotecario para asesorar las búsquedas entre regular y mala (47.3 y 18.4% respectivamente). El 19.2% señaló que el personal “casi siempre” está dispuesto a auxiliarlo mientras que el 15.1% tomó la opción “siempre”. ¿SE PODRÍAN MEJORAR DE ALGUNA FORMA LOS SERVICIOS DE LA BIBLIOTECA? ¿CÓMO? 78 **Nota: Sólo 242 sujetos contestaron esta pregunta; 236 de ellos en sentido positivo y 6 en negativo. Las tendencias de respuesta en los 236 casos afirmativos fueron las siguientes. FRECUENCIA PORCENTAJE 179 75.8 21 36 8.9 15.3 236 100 TENDENCIA DE RESPUESTA 1. Una mejor atención al público. Mejora del perfil del personal bibliotecario 2. Más computadoras en la sala 3. Mayor difusión y acceso a las colecciones especiales TOTAL GRÁFICO 14. PROPUESTAS DE MEJORA Mejora en el servicio al público (75.8%) Más computadoras en sala(8.9%) Difusión y acceso de colecciones especiales (15.3) De las tres tendencias de respuesta que se presentaron en cuanto a las propuestas de mejora, el 75.8% se inclinó por un mejor servicio al público; el 15.3% sugirió una mayor difusión y acceso a las colecciones y materiales especiales y el 8.9% anotó la necesidad de más computadoras en la sala general. 79 ¿LE GUSTARÍA PARTICIPAR EN UN PROGRAMA DE FORMACIÓN DE HABILIDADES PARA CONSULTAR EN LA BIBLIOTECA? GRÁFICO 15. DISPOSICIÓN DE LOS USUARIOS PARA TOMAR CURSOS DE FORMACIÓN DE HABILIDADES INFORMATIVAS Si (81.9%) No(17.3%) No sé (.8%) Una gran mayoría de los encuestados (el 81.9%) muestra buena disposición para tomar un curso que los forme como usuarios de información, mientras que sólo un 17.3% apuntó lo contrario. El 0.8% dijo no saber. 3.1.2.5. Resultados cualitativos ♦ Los resultados relativos al grupo de edad y a la escolaridad, llevan a inferir que la mayor parte de los usuarios son estudiantes o tesistas, factor que debe ser tomado en cuenta al estructurar las colecciones, principalmente la general (considerando que una buena parte de los encuestados acusó deficiencias en cuanto al acervo); asimismo se infiere que los programas de formación de usuarios que se instrumenten deben enfocarse principalmente a este sector. Por otra parte, y en congruencia con lo observado en la práctica bibliotecaria, se requiere una mayor difusión de las colecciones ya que éstas son herramientas fundamentales para el desarrollo de investigaciones académicas. Ello, sin embargo no debe implicar que la formación de usuarios se limite a la población joven puesto que también existen sectores significativos de otros grupos de edad. De acuerdo a la experiencia bibliotecaria, se infiere la necesidad de que los procesos de formación sean constantes y utilicen medios diversos debido a que existe un alto número de usuarios temporales o esporádicos. 80 ♦ Existe un desconocimiento, prácticamente generalizado de la existencia de las colecciones especiales, aún de aquellas que, como los archivos económicos y las bases de datos en CD-ROM están disponibles para todo el público. Esta problemática tiene dos consecuencias fundamentales: que los usuarios que asisten a la Biblioteca no potencien sus búsquedas de información quedándose en exclusiva con lo que encuentran en las colecciones generales; por otro lado, tenemos nuevamente que éste desconocimiento de las colecciones limita la satisfacción del usuario reafirmándose la necesidad de darles mucha mayor difusión, así como de instrumentar medios instruccionales eficaces para que los usuarios sepan utilizar las bases de datos (para tal efecto bastaría quizá instruir a los usuarios en el uso de Windows y en la utilización secuencial de los discos compactos). Por otra parte, los resultados generales del estudio nos indican que los esfuerzos de formación de usuarios deben enfocarse de forma considerable al desarrollo de habilidades y destrezas de consulta en referencia a las colecciones especiales. Es necesario, asimismo que la formación de usuarios vaya aparejada de sistemas adecuados de difusión de las colecciones especiales. ♦ Los datos reportados sobre las actividades y los materiales más usuales en la biblioteca, señalan la predominancia de un público estudiantil que acude tanto a realizar trabajos escolares como sus tesis profesionales lo cual debe ser tomado en cuenta al momento de diseñar los procesos de formación de usuarios de la información. La poca difusión de los acervos especiales es, como hemos dicho, un factor condicionante de la baja incidencia de consultas por parte de posgraduados e investigadores, siendo necesario, por un lado dar una mayor difusión a las colecciones especiales, así como formar a los usuarios para su utilización habitual. Puede inferirse: 1. Que para el incremento de consultas en niveles académicos avanzados (investigadores y posgraduados) es necesario buscar medios de intercambio institucional que den a conocer, hacia el exterior la existencia y estructura de las colecciones especiales, así como instrumentar medidas internas de difusión; aunque se supone que el público que accede a estas colecciones (usualmente investigadores) cuentan ya con ciertas habilidades informativas, sería necesario contar con una serie de recursos que refuercen dichas habilidades para lo cual los recursos informáticos jugarían un papel primordial. 2. Que, en función de la edad predominante de los usuarios, las medidas formativas que se implementen deben ir de acuerdo a las necesidades de consulta y a las aptitudes de aprendizaje correspondientes, sobre todo a los niveles de educación media y superior. ♦ Aunque, en términos generales, los usuarios de la biblioteca dicen encontrar la información que buscan, cabe anotar que este indicador es relativo, puesto que los mecanismos de búsqueda son, en muchos casos sumamente limitados (lo cual puede influir negativamente en la realización de búsquedas complejas). Existen, por otra parte, deficiencias significativas en cuanto a los mecanismos de búsqueda. Se identificó un uso muy limitado del catálogo electrónico lo que nos habla de la necesidad de dar a éste 81 ♦ ♦ ♦ ♦ mayor difusión y a los usuarios una mejor instrucción para su uso sistemático. También hay que considerar que, de acuerdo a los resultados la disposición del personal bibliotecario para asesorar a los usuarios en sus búsquedas es limitada lo cual afecta, en lo general los mecanismos de consulta y recuperación de información. Lo anterior nos habla de la necesidad de mejorar las interacciones usuario/personal bibliotecario para lo cual la formación de usuarios representa una alternativa importante. Los resultados obtenidos nos hablan de que en los medios instrumentales para la formación de usuarios en la Biblioteca, el uso de los catálogos debe jugar un papel trascendental. Asimismo, la capacitación constante del personal bibliotecario de acuerdo con los nuevos objetivos a conseguir no debe soslayarse. Existen problemas también en cuanto a la localización de los materiales en la sala de consulta general (la eficacia de las búsquedas es relativa debido al desconocimiento de otras colecciones y las deficiencias en los mecanismos de consulta), deficiencia que puede atribuirse, principalmente a la falta de flujos adecuados en cuanto a la formación de usuarios. Es decir, los usuarios no conocen en la medida necesaria ni el uso de los catálogos ni la ubicación física de las obras en la estantería, aspectos que deben tomarse en cuenta en todo proceso de formación de usuarios en la biblioteca en estudio. El hecho de que los usuarios señalen poca disposición del personal para asesorarlos, nos habla, a su vez, de la necesidad de emprender programas de capacitación que induzcan al bibliotecario a mejorar su actitud ante las necesidades de los consultantes. Este proceso de “sensibilización” del personal, debe, idóneamente ir aparejado de la instrumentación de cursos de formación para los usuarios de la biblioteca. Si no existe una adecuada relación de correspondencia entre la formación de usuarios y la sensibilización del personal ante los objetivos perseguidos pueden presentarse desfasamientos significativos en los cambios que se pretenden obtener en el plano institucional. Es prioritario poner mayor énfasis en el uso de recursos tecnológicos para simplificar y facilitar los procesos de búsqueda así como dar una mayor difusión a las colecciones especiales. Ello no sólo implica “allegarse de recursos materiales”, sino también incorporar de lleno, al funcionamiento de la biblioteca los beneficios de la tecnología de la información, que hasta la fecha es insuficiente (la infraestructura tecnológica es, como se ha visto muy limitada). En la mayor parte de los problemas detectados, la formación sistemática de los consultantes como usuarios de información juega un papel primordial ya que ésta no sólo permitiría mejorar los procesos de búsqueda y recuperación de la información, sino que además coadyuvaría a abatir el problema de la subutilización de colecciones y mejoraría substancialmente las interacciones con el personal de la biblioteca. En síntesis, las estrategias formativas de usuarios en el caso concreto son insoslayables y deben basarse tanto en la estructura documental de la biblioteca como en las 82 aptitudes de los usuarios en función de su edad y grado académico. Debe procurarse, asimismo, incorporar el uso de tecnología de punta que agilizaría substancialmente no sólo los procesos “inmediatos” de consulta, sino los procesos de formación de auténticos usuarios de la información documental a través de medios instruccionales que familiaricen al usuario con estas tecnologías y la instrumentación de tutoriales a los que los usuarios puedan acceder con facilidad. Los anteriores elementos, brindan los lineamientos básicos para estructurar la propuesta de formación de usuarios que se presenta a continuación. 3.2. Propuesta para la formación de usuarios Tras haber recogido y analizado la información del estudio de usuarios, en el presente apartado se plantea la propuesta de Formación de usuarios para la BMLT contemplando sus distintas fases (planificación e instrumentación). 3.2.1. Diagnóstico y planificación De acuerdo a los lineamientos referidos en el punto anterior y atendiendo a las peculiaridades de nuestro caso concreto, la fase correspondiente al diagnóstico del problema se encuentra cubierta con el estudio de usuarios presentado en el capítulo anterior. Los indicadores obtenidos en el mismo se vinculan, de forma directa con la planificación de un programa de formación de usuarios. En efecto, tal y como afirma Hernández Salazar, son varios los factores que deben tomarse en cuenta para lograr que el programa sea funcional, y destacan aquellos relativos a la naturaleza de la institución (si se trata de una biblioteca escolar, universitaria o pública), así como al perfil del usuario (su categoría intrapersonal) puesto que los elementos de organización del conocimiento que los usuarios tienen sobre un tema, “...son básicos para asimilar alguna tarea de aprendizaje sobre el mismo tema...”99 En cuanto al primero de estos aspectos, hay que considerar que la institución objeto de estudio es una biblioteca pública y, como tal, atiende a un público de procedencia, características y niveles educativos muy diversos. Por ello, la planificación del programa de formación no puede ser igual que aquellos que se realizan en las bibliotecas universitarias en las que existe mayor homogeneidad en cuanto a edades y niveles educativos, además de mayores posibilidades de 99 HERNÁNDEZ SALAZAR, Patricia, 1998, Op. Cit., p. 10 83 control a través de la matrícula. Asimismo, en el caso que nos ocupa, la formación ha de tomarse, por parte del usuario, de forma voluntaria (no se cuenta, como en algunas bibliotecas universitarias, con una motivación adicional –como podrían ser los créditos académicos-) para que los usuarios asistan a las actividades. Por otro lado, en lo que se refiere al perfil del usuario, el estudio diagnóstico indica que, prácticamente la totalidad de los usuarios es mayor de 19 años, con una predominancia de usuarios que concluyeron el nivel bachillerato. Asimismo, es necesario tomar en cuenta que, de acuerdo al citado estudio, entre el tipo de consultas que se realizan de forma habitual destacan las investigaciones escolares y las tesis profesionales, por lo que, en el proceso de formación de usuarios ha de tomarse en cuenta el acceso a las fuentes hemerográficas (las segundas más consultadas según el estudio de usuario). Al respecto es importante puntualizar que, puesto que el usuario es un ente multidimensional, la consideración de sus características de desarrollo cognitivo juegan un papel primordial en los procesos de formación. Tal y como apuntan Izquierdo, Ruiz y Piñero el proceso de formación de usuarios requiere, desde luego: “...Concebir el mundo de los usuarios como un fenómeno multidimensional, asumiendo la existencia de un número importante de determinantes (sociológicos, culturales, psicológicos, cognitivos, lingüísticos, etc.)...”100 Destaca también el desconocimiento casi generalizado de la existencia de ciertas colecciones, particularmente la de bases de datos en CD ROM. Puesto que como objetivo general del programa tendríamos: que los usuarios de las distintas colecciones de la Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada, adquieran las destrezas y habilidades necesarias para optimizar los procesos de consulta y recuperación de información acorde a sus requerimientos concretos, y en consideración de los aspectos enunciados, el programa tendría que reunir, cuando menos, las siguientes cualidades: • • • • • 100 101 Ser sencillo y abocarse al conocimiento de las distintas colecciones así como del modo de acceder a las mismas. Ir dirigido a una población de usuarios adultos, considerando el nivel de desarrollo cognitivo de esta población. Tender hacia la adquisición de destrezas y habilidades de consulta, tanto en la colección general como en las especializadas, singularmente aquéllas de acceso a todo el público. Ser conciso y breve, por dirigirse a una población heterogénea que asistirá voluntariamente. Ser continuo, “en razón de la gran fluctuación de usuarios que se presenta en la biblioteca”.101 IZQUIERDO, RUIZ Y PIÑERO, Op. Cit. p. 9 Ibidem, p. 12 84 Bajo tales lineamientos se realizó la selección de actividades de aprendizaje, de la cual se da cuenta en el siguiente apartado. 3.2.2. Implementación Una vez descritos los procesos de diagnóstico y los lineamientos de planificación del programa, en el presente punto se describe el proceso de selección de actividades de aprendizaje, así como su planeación logística y flujos idóneos de aplicación y evaluación general. 3.2.2.1. Selección de actividades formativas Antes de abordar los aspectos formales del programa (su planeación logística e instrumentación), es pertinente hacer mención de lo que, para efectos del mismo debe entenderse como habilidad; así como referir aquellas habilidades que idóneamente deben desarrollarse en el proceso de formación de usuarios. Cabe primeramente mencionar que la adopción, en el ámbito de la biblioteconomía del término habilidades es producto del desarrollo de la psicología cognitiva del aprendizaje. Izquierdo, Ruiz y Piñera señalan que la actualidad de los estudios y de la formación de usuarios se encuentra en gran medida subordinada al acercamiento de las ciencias documentales y las ciencias cognitivas: “...Actualmente están cobrando gran importancia los estudios relacionados con los dominios de las Ciencias Cognitivas. Ello supone la integración de los modelos psicocognitivos en el proceso documental (análisis de la estructura cognoscitiva, procesos mentales de adquisición, organización y transmisión del conocimiento, etc.)...”102 En este orden de ideas reviste especial importancia que los usuarios desarrollen habilidades o aptitudes para el uso de información que, por oposición a los modelos de enseñanza tradicional (lineales y memorísticos), tengan una dimensión práctica, es decir, con aplicación en cualquier contexto. Definimos entonces a estas aptitudes o habilidades en el uso de la información del modo siguiente: “...Se entiende por aptitudes para el acceso y uso de la información un conjunto de habilidades que exigen a los individuos, reconocer cuándo se necesita información y poseer la capacidad de localizar, evaluar y utilizar eficazmente la información requerida...”103 102 IZQUIERDO, RUIZ Y PIÑERA, Op. Cit. p. 9 PALACIOS SALINAS, Carolina. Las estrategias de estudio y las habilidades en el uso de la información en estudiantes de la Universidad Anáhuac. México: Universidad Anáhuac, 2003 103 85 Puesto que lo que se pretende es que el usuario adquiera habilidades en esencia prácticas (que son las que requiere para acceder a la información que necesita), los estudios biblioteconómicos sobre la educación y la formación de usuarios apuntan a la obtención de aprendizajes significativos, es decir, que estén debidamente incorporados a la estructura cognoscitiva del usuario y por tanto sean fácilmente utilizables al momento de buscar información104. No se trata, por tanto de que el usuario aprenda de memoria conceptos y procesos, sino de que incorpore habilidades prácticas, que se trate de “un aprendizaje para la vida”.105 En efecto, en el ámbito de la psicología educativa (particularmente en los enfoques cognitivos), el enclave del aprendizaje es la apropiación de conceptos y no su memorización arbitraria; de tal forma que se propicie una aplicación práctica de “esquemas comportamentales necesarios para resolver todo problema”.106 Estas teorías del orden cognitivo vinieron, en gran medida a llenar el gran vacío metodológico que predominaba en torno a la formación de usuarios de la información. Aunque estas interacciones entre la ciencia cognitiva y la biblioteconomía datan incluso de fines de la década de los noventa, comienzan a ser objeto de sistematización, ya hacia fines de dicha década cuando la alfabetización tecnológica se volvió imprescindible. La alfabetización tecnológica, en este sentido es uno de los elementos clave para obtener usuarios funcionales en nuestras bibliotecas. De hecho, la premisa de “alfabetizar tecnológicamente a los usuarios” 107 y el desarrollo de las competencias (habilidades informativas) relativas, ocupa un lugar primordial en los procesos integrales de transformación cultural y educativa de un país; no puede concebirse hoy el desarrollo de programas de mejora de la educación, en todos sus niveles, sino se cuenta con usuarios de la información debidamente preparados y alfabetizados en el uso de recursos tecnológicos. El modelo mejor logrado en cuanto a la identificación de habilidades informativas, proviene de un Congreso llevado a cabo en Australia en septiembre del año 2000, auspiciado por la University of South Australia, en el cual se concluyó con el establecimiento de “siete normas de aplicación general”.108 Estas normas pormenorizan, a su vez el listado de normas sobre aptitudes para el acceso y uso de la información desarrolladas en el año 2000 por la ACRL 104 POZO, Juan Ignacio. Teorías cognitivas del aprendizaje, Madrid: Visor, 1994 VEGA DÍAZ, Ma. Guadalupe; QUIJANO SOLÍS, Álvaro. Habilidades informativas. Resumen presentado en el Tercer Encuentro de Desarrollo de Habilidades Informativas, México: Universidad Autónoma de Ciudad Juárez. Disponible en: http://www.uacj.mx/dia/dhi/espanol/Programa/Resumen1.htm 106 DÍAZ BARRIGA, Frida. Estrategias para el aprendizaje significativo. México: UNAM, 1998, p. 19 107 ANGULO MARCIAL, Noel. Desarrollo de competencias en información en Innovación. México: Num. 15, julio-agosto de 2003, p. 17 108 COUNCIL OF AUSTRALIAN UNIVERSITY LIBRARIANS. Normas sobre alfabetización en información. España: Boletín de la Asociación Andaluza de Bibliotecarios, Num. 68, septiembre de 2002, p. 67 105 86 (Association of College and Research Libraries), en los Estados Unidos en el cual se basaron. Básicamente, las normas australianas, son las siguientes: PRIMERA: “La persona con aptitudes para el acceso y uso de la información reconoce la necesidad de información y determina la naturaleza y nivel de la información que necesita”.109 De acuerdo con este lineamiento puede considerarse que una persona tiene aptitudes suficientes para acceder y usar la información, siempre que: ¾ Sepa definir y articular sus necesidades de información. ¾ Comprenda la finalidad, alcance y adecuación de una gran variedad de fuentes de información. ¾ Tome en consideración, de forma consciente los costos y beneficios de la adquisición de la información que requiere. En términos generales, esta norma refiere la idoneidad de que el usuario identifique con claridad aquello que ha de buscar (su necesidad de información) y que sea capaz de diversificar y ampliar la búsqueda a otras fuentes; hace referencia específica a la alfabetización tecnológica como presupuesto para obtener un usuario funcional de la información. SEGUNDA: “La persona con aptitudes para el acceso y uso de la información accede a la información requerida de forma eficaz y eficiente”.110 Siguiendo esta norma, tenemos que el usuario funcional (con aptitudes): ¾ Selecciona los métodos de investigación o herramientas de acceso más adecuados para encontrar la información que necesita. ¾ Construye y pone en práctica estrategias de búsqueda diseñadas eficazmente. ¾ Obtiene información por una gran cantidad de métodos. Si en un primer momento el usuario debe ser capaz de reconocer e identificar sus propias necesidades de información y de conocer las fuentes con las que puede satisfacerlas, ulteriormente debe saber cómo consultar las fuentes; sin 109 110 Ibidem. P. 75 Ibidem, p. 77 87 embargo no se trata sólo de que sepa emplear los catálogos, sino de que de un método a sus búsquedas. Es decir, en un plano cognitivo debe ser capaz de buscar interrelaciones entre la información que busca, los catálogos que están a su disposición y sistematizar la consulta. TERCERA “La persona con actitudes para el acceso y uso de la información evalúa la información y sus fuentes de forma crítica e incorpora la información seleccionada a su propia base de conocimientos y a su sistema de valores”.111 En este sentido, el usuario funcional debe ser capaz de: ¾ Evaluar la utilidad de la información obtenida. ¾ Resumir las ideas principales a extraer de la información reunida. ¾ Articular y aplicar criterios iniciales para evaluar la información y sus fuentes. ¾ Validar la comprensión e interpretación de la información por medio de intercambio de opiniones con otros estudiantes, expertos en el tema y profesionales en ejercicio. ¾ Determinar si la formulación inicial de la pregunta debe ser revisada. Esta norma responde al hecho de que para que una persona pueda ser considerada como apta para el acceso y uso de la información no basta con que sea capaz de sistematizar sus búsquedas sino que, una vez encontrada la información requerida pueda analizarla, criticarla e incorporarla a su estructura cognoscitiva. Es decir, al acto concreto de búsqueda de la información debe seguir siempre una serie de actividades de abstracción psicológica para que el acceso a la información no responda únicamente a una necesidad momentánea (por ejemplo la realización de una tarea o de un trabajo) sino que genere, en su momento, “aprendizajes significativos”.112 CUARTA “La persona con aptitudes para el acceso y uso de la información clasifica, almacena, manipula y reelabora la información reunida o generada”.113 Atendiendo al contenido de esta norma, el usuario debe, concretamente ser capaz de: ¾ Extraer, registrar y gestionar la información y sus fuentes. 111 Ibidem, p. 79 NOVAK, Joseph. Psicología y educación. México: Paidós, 1997, p. 14 113 COUNCIL OF AUSTRALIAN UNIVERSITY LIBRARIANS, Op. Cit. p. 80 112 88 ¾ Preservar la integridad de los recursos de información, el equipamiento, los sistemas y las instalaciones. ¾ Obtener, almacenar y difundir de forma legal los textos, datos, imágenes y sonidos. El usuario, una vez encontrada la información de manera sistemática, debe ser capaz de extraerla de las fuentes por distintos medios (informáticos, de reproducción, etc.) y ordenarla adecuadamente usando métodos tales como las fichas de trabajo, notas al pie, notas al final, etc. Asimismo, debe adquirir consciencia del derecho de acceso de los demás mediante el uso cuidadoso de los recursos informativos y el estricto respeto a las normas institucionales. QUINTA “Individualmente o como miembro de un grupo, la persona con aptitudes para el acceso y uso de la información amplía, reestructura o crea nuevos conocimientos integrando el saber anterior y la nueva comprensión”.114 De acuerdo con esta norma, un usuario funcional de la información debe ser capaz de elaborar construcciones más complejas y abstractas como son: ¾ Aplicar la información anterior y la nueva para la planificación y creación de un producto concreto. ¾ Sintetizar las ideas principales para construir nuevos conceptos. ¾ Comparar los nuevos conocimientos con los anteriores para llegar a determinar el valor añadido, las contradicciones u otras características de la información. ¾ Revisar el proceso de desarrollo del producto. ¾ Comunicar a los demás con eficacia el producto. Siguiendo los principios de la psicología cognitiva del aprendizaje, esta norma refiere que una de las habilidades informativas más importantes es precisamente la elaboración de conceptos complejos a partir de otros más simples. Es decir, no se trata de repetir arbitrariamente la información “sino de llegar a nuevos productos identificados a raíz de los procesos de investigación y análisis”115. SEXTA “La persona con aptitudes para el acceso y uso de la información comprende los problemas y cuestiones culturales, económicas, legales y sociales que 114 115 Ibidem, p. 82 Cfr. POZO, Juan Ignacio, Op. Cit. P. 272 89 rodean al uso de la información y accede y utiliza la información de forma respetuosa, ética y legal”.116 Esta norma se refiere a las condiciones contextuales del uso de la información; desde luego supone que el sujeto cuenta con las habilidades informativas descritas anteriormente y sostiene tácitamente que el usuario debe: ¾ Comprender las cuestiones culturales, éticas, legales y socioeconómicas que rodean a la información y a sus tecnologías. ¾ Atenerse y cumplir las leyes, reglas, políticas institucionales y normas de cortesía relativas al acceso y uso de los recursos de información. ¾ Reconocer la utilización de sus fuentes de información a la hora de comunicar el producto. De acuerdo con esta norma, la difusión de los productos de investigación debe darse observando tanto a los determinantes culturales de la comunidad o comunidades de que se trate, como a las distintas regulaciones éticas y jurídicas vigentes en el contexto de que se trate. SÉPTIMA “La persona con aptitudes para el acceso y uso de la información reconoce que el aprendizaje a lo largo de la vida y la participación ciudadana requieren alfabetización en información”. Esta norma versa en la necesidad de reconocer que la alfabetización en el uso de la información juega un papel trascendental para interpretar la realidad y construir nuevos conocimientos; concretamente, lo que se espera del usuario en este sentido es que: ¾ Exija una implicación constante en el aprendizaje y en las tecnologías de la información para que los procesos de cognición independientes a lo largo de toda la vida, sea posible. ¾ Determine si la nueva información tiene implicaciones para las instituciones democráticas y para el sistema de valores del individuo y tome las medidas necesarias para reconciliar diferencias. El postulado elemental de esta norma (reconocimiento de la importancia de las tecnologías de la información) reviste especial importancia puesto que las ciencias de la documentación y en particular la Biblioteconomía no pueden quedarse al margen de los avances reportados en tecnología informática. En virtud de que funciones tales como la automatización de los catálogos y la multiplicación de la información en Internet son una realidad, no podemos quedarnos con la idea de un usuario apto para acceder a la información únicamente con los recursos 116 COUNCIL OF AUSTRALIAN UNIVERSITY LIBRARIANS, Op. Cit. p.84 90 tradicionales. La alfabetización tecnológica, en este sentido es uno de los elementos clave para obtener usuarios funcionales en nuestras bibliotecas. En este último sentido, hay que enfatizar como lo hace Rader, el hecho de que la alfabetización tecnológica de los usuarios es un requisito no sólo para la modernización de las bibliotecas sino incluso para la supervivencia de las profesiones documentales: “...El entorno de la información académica está cambiando sobremanera a medida que entramos en el milenio. Estos cambios están afectando a las bibliotecas y a los servicios de referencia [...] El trabajo de referencia tal y como se ha practicado en este siglo sufrirá cambios drásticos en el entorno de la información electrónica y la enseñanza de habilidades de información eficaces se convertirá en un componente muy importante de los servicios de referencia. Los retos, así presentados a los bibliotecarios académicos, son grandes, pero el éxito en esta área significará la eficaz supervivencia de la institución...”117 Con fines ilustrativos, estas normas, de reciente creación se esquematizan en la Tabla 3: TABLA 3. SÍNTESIS DE LAS NORMAS SOBRE APTITUDES PARA EL ACCESO Y USO DE LA INFORMACIÓN (UNIVERSITY OF SOUTH AUSTRALIA) NORMA PRIMERA ENUNCIADO GENERAL: La persona con aptitudes para el acceso y uso de la información: • Reconoce la necesidad de información y determina la naturaleza y el nivel de información que necesita. SEGUNDA • Accede a la información requerida de forma eficaz y eficiente. TERCERA • Evalúa la información y sus fuentes de forma crítica e incorpora la información seleccionada a su propia base de conocimientos y a su sistema de valores. 117 RADER, Hanelore, B. “ Alfabetización informacional en el entorno del servicio de referencia: preparándonos para el futuro”. Anales de documentación, Num. 3, México, 2000, p. 209 91 CUARTA • Clasifica, almacena, manipula información reunida o generada. QUINTA • Individualmente o en grupo, reestructura o crea nuevos conocimientos integrando el saber anterior y la nueva comprensión. SEXTA • Comprende los problemas y cuestiones culturales, económicas, legales y sociales que rodean al uso de la información y accede y utiliza la información de forma respetuosa, ética y legal. SÉPTIMA • Reconoce que el aprendizaje a lo largo de la vida y la participación ciudadana requieren alfabetización en información. y reelabora la A. PLANEACIÓN LOGÍSTICA DEL PROGRAMA De acuerdo a los señalamientos del punto anterior sobre el perfil de la institución y de los usuarios, se considera que el programa de formación debe ser breve y conciso estructurándose en no más de tres módulos (sesiones) de, aproximadamente una hora cada una, a cubrirse en el transcurso de una semana. La conformación del curso de instrucción de usuarios en tres sesiones responde concretamente: ¾ A la alta fluctuación de los usuarios identificada en el diagnóstico; ello determina que el curso sea corto, ante las altas posibilidades de deserción. ¾ Es necesario atraer el interés de los usuarios mediante la obtención de resultados en el corto plazo. ¾ Los recursos para la instrumentación del curso (instructores, materiales, tiempo, etc.) serían en todo caso limitados por lo que éste debe ser corto. Además del curso, el programa debiera complementarse con actividades permanentes que se mencionan más adelante. Asimismo, y considerando que el flujo de usuarios a la biblioteca es constante a lo largo del día, el curso debiera implementarse en ambos turnos (matutino y vespertino). Puesto que se pretende que el proceso de instrucción de usuarios sea continuo y permanente, se sugiere que el curso se imparta, cuando menos, una vez al mes y que ello corra a cargo de un bibliotecario preferentemente con cualidades pedagógicas o experiencia en capacitación del personal para facilitar los procesos de enseñanza. 92 Por lo que toca a la temática, consideramos que los tópicos que debieran incluirse en el proceso formativo, en observancia de las normas sobre habilidades informativas revisadas en el punto anterior, serían los siguientes: TABLA 4. RELACIÓN DE TEMAS DEL CURSO Y LAS HABILIDADES A DESARROLLAR EN LOS USUARIOS TEMA JUSTIFICACIÓN (HABILIDADES A DESARROLLAR) I. Introducción histórica a la Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada ( exposición breve) • • Conocimiento del contexto institucional. Familiarización con los objetivos de la biblioteca y la importancia de ésta como fuente de información. NOTA: En este tema no se pretende el desarrollo de habilidades informativas sino que su objetivo es otorgar al usuario información general sobre los antecedentes, la naturaleza institucional, el entorno y los objetivos institucionales de la Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada, a fin de que conozca, en términos generales, la importancia de la Biblioteca como unidad de información y las normas y procesos 93 básicos de su funcionamiento. Con este tema lo que se busca es lograr un mayor conocimiento de la institución así como una aproximación de las necesidades de información del usuario con lo que la Biblioteca le ofrece. En razón de ello, las dinámicas elegidas para tal efecto son de carácter meramente informativo y breve. Estas actividades se relacionan con la norma 1 de habilidades informativas en tanto se busca que el usuario contextualice y evalúe objetivamente las distintas fuentes de información a su alcance. II. Estructura de sus colecciones (exposición y visita guiada) • • Noción significativa (con desarrollo de habilidades) de la información que puede encontrarse en la biblioteca. Conocimiento físico de las colecciones e instalaciones de la biblioteca. (Normas 1 y 2 del desarrollo de Habilidades Informativas. En tanto que se busca que el usuario identifique información útil y diversa, así como metodice sus búsquedas) • Conocimiento de los criterios de acceso III. Disposiciones reglamentarias más a las distintas colecciones. importantes (exposición y visita guiada) • Conocimiento de los requisitos para acceder a colecciones restringidas. IV. El catálogo general: métodos de búsqueda y recuperación de la información (exposición y casos prácticos) V. Uso del catálogo electrónico (exposición y casos prácticos) VI. Consulta a colecciones especiales de acceso 94 • • Conocimiento significativo de la estructura general del catálogo. Realización de búsquedas sobre temas específicos de la forma más completa posible. (Normas 1,2 y 3 del desarrollo de Habilidades Informativas. En función de que se busca que el usuario identifique y metodice sus búsquedas y que además evalúe la información en razón de su utilidad) • Identificación del catálogo como herramienta para optimizar las búsquedas. • La realización de búsquedas concretas de la forma más completa posible. (Normas 2 y 7 del desarrollo de Habilidades Informativas. Puesto que se pretende que el usuario optimice sus búsquedas y se concientice de la importancia actual del uso de la tecnología de la información) • Conocimiento significativo de los general: fuentes hemerográficas, Archivos Económicos y bases de datos en CD ROM (Exposición y casos prácticos) • • sistemas y procesos de búsqueda de información hemerográfica. Conocimiento de los procesos de búsqueda en colecciones especiales. Realización funcional y completa de búsquedas en los Archivos Económicos y las bases de datos CD-ROM (Normas 1,3 y 7 sobre el desarrollo de Habilidades Informativas. En tanto que se pretende que los usuarios diversifiquen y enriquezcan sus búsquedas, haciendo uso de medios tecnológicos) Las características generales del programa se presentan, a continuación en la . TABLA 5. CARACTERÍSTICAS GENERALES DEL CURSO DE INSTRUCCIÓN PARA LOS USUARIOS DE LA BMLT CARACTERÍSTICA PORMENORES • 1. Estructura general Curso de instrucción para el desarrollo de habilidades informativas (ver tabla 3) • Estrategias permanentes • 3 sesiones de, aproximadamente una hora cada una para impartirse en una semana. Impartición en los turnos matutino y vespertino. ***Nota: En la primera sesión se incluye una unidad temática meramente informativa sobre los antecedentes, naturaleza institucional y objetivos de la institución, 2. Secuencia del curso de instrucción 95 tratándose de la única que no se refiere de forma directa al desarrollo de habilidades informativas. 3. Estructura temática básica del curso de I. instrucción II. III. IV. V. VI. • 4. Periodicidad del curso de instrucción Introducción histórica a la Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada. Estructura de sus colecciones. Disposiciones reglamentarias más importantes. El catálogo general: métodos de búsqueda y recuperación de la información. Uso del catálogo electrónico. Consulta a colecciones especiales de acceso general: fuentes hemerográficas, Archivos Económicos y bases de datos en CD ROM Continuo, para impartirse cuando menos una vez al mes B. SELECCIÓN DE ACTIVIDADES DE APRENDIZAJE Para fines prácticos, se sugiere que los temas principales del curso de formación se agrupen en tres módulos, por las razones antes expuestas. Las actividades de aprendizaje se sugieren bajo un enfoque metodológico semidirecto que conjunte las cualidades de un modelo instruccional, equitativamente informativo y formativo. Las actividades proyectadas para la impartición del curso son las que se relacionan a continuación: a) Conferencia, definida en este caso como : “...la presentación oral de un tema o tópico por parte de un experto ante un auditorio cuyo volumen puede ser variable...”118, que resulta una técnica idónea para la transmisión de información no significativa, es decir, no dirigida al desarrollo de destrezas y habilidades informativas (por tal motivo se implementa para la unidad temática referente a los precedentes institucionales de la Biblioteca). b) Lectura/discusión.- Lectura colectiva de extractos de textos expositivos reforzada con técnica participativa, cuya finalidad es favorecer la reflexión y el intercambio de ideas entre los usuarios que, como hemos visto es elemento fundamental para el desarrollo de habilidades informativas. c) Visita guiada a las instalaciones de la Biblioteca, incluyendo las zonas de acceso restringido para investigadores y personal bibliotecario; puesto que el 118 ORTIZ VILLASEÑOR, José Luis. Manual de pedagogía práctica para el docente.México: Spanta, 1999, p. 41 96 aprendizaje significativo o formativo (asociado al desarrollo de habilidades) “se favorece mediante la observación directa de escenarios y contextos”119. d) Casos prácticos dirigidos a la resolución de problemas en búsqueda de información (planteamiento a los participantes de búsquedas simples y complejas que deben resolver de acuerdo a la información proporcionada por el instructor). e) Lluvia de ideas (brainstorming), cuya finalidad es, en todo caso favorecer el intercambio de ideas entre los sujetos a los que va dirigido el programa. Las actividades enlistadas se incorporan y distribuyen en el curso de instrucción tal y como se muestra más adelante. A las anteriores actividades se sumaría una actividad permanente consistente en la instauración de un punto de información (point of use explanation) por computadora, cuyos pormenores se refieren en el siguiente punto (instrumentación). 3.2.2.2. Instrumentación (relación descriptiva de actividades) La relación descriptiva de actividades incluyendo sus objetivos, materiales y métodos, así como el instructivo de aplicación se presenta a continuación, en la Tabla 6 (Carta descriptiva del curso de instrucción). Posteriormente se hace la referencia para la instrumentación del punto de información. 119 Ibidem, p. 46 97 TABLA 6. CARTA DESCRIPTIVA DEL CURSO DE INSTRUCCIÓN DE USUARIOS DE LA BIBLIOTECA MIGUEL LERDO DE TEJADA 9 Objetivo general: Que los usuarios de la Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada adquieran habilidades informativas imprescindibles para optimizar los procesos de consulta y recuperación de información acorde a sus requerimientos concretos • OBJETIVO (S) • HABILIDADES Que los usuarios: Introducción e histórica a la -Adquieran Biblioteca M.L. de incorporen información significativa sobre la Tejada biblioteca, en referencia a su historia, funcionamiento y estructura documental. SESIÓN LÍNEAS TEMÁTICAS I ACTIVIDADES (en esta parte no se pretende el desarrollo de habilidades informativas concretas sino otorgar al usuario información básica sobre el contexto institucional Estructura de las colecciones Disposiciones reglamentarias -Conozcan las colecciones y las ubiquen físicamente en las instalaciones. (habilidades informativas vinculadas MATERIALES Conferencia con 1.Material fotocopiado de extractos del libro lluvia de ideas. de Juana Abreu: Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada: 70 años (parte histórica). 2.Material fotocopiado con los artículos referentes al acceso a las distintas colecciones. 3. De ser posible, ilustraciones gráficas (fotografías de los interiores y exteriores de la biblioteca). 4. De ser posible, uso de recursos audiovisuales y Visita guiada con multimedia para la de análisis conjunto de proyección imágenes e disposiciones información que reglamentarias. Discusión puedan hacer más dinámica la 98 MÉTODO (INSTRUCTIVO DE APLICACIÓN) 1.Un miembro del personal bibliotecario profesional, expone los datos históricos más relevantes de la institución, así como los pormenores organizacionales de la misma, reforzándose en la lectura grupal de los extractos de textos. Al concluir organiza el brainstorming contestando las dudas e inquietudes los usuarios; el expositor debe utilizar la mayor cantidad de herramientas posible como lo sería la proyección de fotografías o el uso de recursos multimedia(25 min.) 2. El mismo expositor, conduce la visita guiada por todas las áreas de la biblioteca, incluyendo las oficinas administrativas, sala general, sala de investigadores, y recintos de almacenamiento de las colecciones. Conforme se realiza la visita se invita a los usuarios a que vayan leyendo los artículos del reglamento relativos al acceso a los servicios de las salas; (25 min.). SESIÓN II LÍNEAS TEMÁTICAS El catálogo general: métodos de búsqueda y recuperación de la información; OBJETIVOS ACTIVIDADES HABILIDADES al contexto institucional y al conocimiento de las diversas fuentes y colecciones que hay en la Biblioteca). -Conozcan los requisitos de acceso a las colecciones restringidas. (Habilidades informativas relativas a la preservación de los acervos y las normas institucionales) Que los usuarios: -Desarrollen habilidades y destrezas para la consulta y recuperación de información a partir del catálogo de tarjetas. (habilidades informativas para la realización de búsquedas, conociendo el fundamento de la ordenación de las obras). -Realicen búsquedas específicas de información lo más completas que sea posible valiéndose del catálogo de tarjetas. (habilidades Exposición oral/Discusión Casos prácticos utilizando la colección general 99 MATERIALES impartición del curso) Gis y pizarrón o material preelaborado para rotafolio sobre el sistema de clasificación decimal. Estos materiales pueden ser substituidos por herramientas multimedia (proyección de pantallas ilustrativas sobre el tema) MÉTODO 3. El grupo regresa al lugar dispuesto para el curso. El expositor modera una discusión abierta, señalando las formas en que éstos podrían acceder a las colecciones restringidas (20 min.) 1.Un miembro del equipo bibliotecario realiza una exposición general sobre la estructura de la colección general, acudiendo a una breve explicación del sistema de clasificación decimal (Dewey). Explica la estructura del catálogo de tarjetas. Al concluir, abre una discusión para la resolución de dudas e inquietudes de los usuarios. Para tal efecto puede hacer uso de recursos multimedia (25 min.). 2. El expositor organiza al grupo en equipos de 2 a 3 personas, dependiendo del número de asistentes. Otorga a cada equipo diez entradas específicas para que éstos localicen libros en el catálogo, tanto por autor, como por tema y título. Los usuarios efectúan dicha tarea (20 min.). 3. Se abre una discusión abierta SESIÓN III LÍNEAS Las colecciones especiales de acceso general: fuentes hemerográficas y Archivos Económicos. El catálogo electrónico y las bases de datos en CD ROM OBJETIVOS ACTIVIDADES MATERIALES informativas relativas a la búsqueda de información previa identificación de temas –necesidades informativas-). 1. Catálogo impreso -Que los usuarios Exposición de los Archivos desarrollen las oral/discusión. Económicos (3 ó habilidades suficientes Casos prácticos 4 ejemplares). para realizar consultas utilizando los 2. Papeletas para específicas en las Archivos solicitar carpetas colecciones especiales Económicos. de los Archivos de acceso general. Casos prácticos Económicos. (habilidades utilizando el 3. Tres informativas relativas a catálogo computadoras la diversificación en el electrónico y la personales de la uso de fuentes de colección de bases sección de información). de datos en CDcatálogo -Que los usuarios sean ROM electrónico capaces de realizar búsquedas funcionales y completas en estas colecciones. (habilidades informativas de búsqueda de información en fuentes concretas). -Que los usuarios se compenetren y comprendan el uso del catálogo electrónico y de la colección de bases de datos en CDROM. (habilidades 100 MÉTODO para aclarar las usuarios (15 min.) dudas de los 1.Un expositor explica al público, de forma breve, la historia, los temas y la estructura de los Archivos Económicos (se presupone que los usuarios tienen ya alguna información adquirida durante la visita guiada), y da acceso, físicamente al catálogo de consulta de esa colección (5 min.). 2.Se organiza al grupo en equipos de dos a tres personas dependiendo del aforo. Se asigna a cada equipo un tema, (por ejemplo, la producción industrial en 1970) y se les solicita que realicen la búsqueda. En seguida, cada equipo llena las papeletas respectivas que el expositor entrega al personal a cargo de la colección. Los miembros de los equipos realizan su búsqueda directamente en las carpetas que se les hagan llegar. Se abre una discusión sobre este mecanismo de consulta atendiendo las dudas del público (30 min.). 3.Se explica a los usuarios la estructura y el mecanismo de consulta sobre materiales hemerográficos (5 min.) 4.El grupo se traslada al área de SESIÓN LÍNEAS Á OBJETIVOS ACTIVIDADES informativas sobre la diversificación de fuentes de búsqueda y el uso de tecnologías de la información). 101 MATERIALES MÉTODO catálogo electrónico asignándose una computadora por equipo. El expositor explica el funcionamiento del catálogo electrónico poniendo ejemplos de búsqueda y planteando casos prácticos para la localización de temas o de fuentes específicas (10 a 15 min.). 5.El expositor da a conocer las bases de datos en CD-ROM, mostrándolas físicamente a los usuarios. Cada equipo elige una base de datos y se le explica brevemente su funcionamiento. Pueden instrumentarse casos prácticos para la recuperación de información (10 min.) 6. Ronda de conclusiones y entrega de constancias de asistencia. BIBLIOGRAFÍA BÁSICA SUGERIDA PARA EL CURSO: ABREU, Juana. Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada. 70 años. México: SHCP, 1998 ARELLANO RODRÍGUEZ, Alberto. Guía para la formación de usuarios de la información. México: SEP, 1994 CENCERRADO, Luis. Fundamentos de Biblioteconomía. Madrid: AABADOM, 1997 CÉSPEDES, Cora. Didáctica de la Biblioteca: hacia la formación de usuarios y lectores competentes en las bibliotecas escolares. Buenos Aires: CICCS, 1997 COUNCIL OF AUSTRALIAN UNIVERSITY LIBRARIANS. Normas sobre alfabetización en información en Boletín de la Asociación Andaluza de Bibliotecarios. España: Num. 68, septiembre de 2002 CÓRDOBA GONZÁLEZ, Saray Formación de usuarios para estudiantes universitarios: una experiencia con metodología participativa. México: UNAM, 1996 GARCÍA, F. y DÍAZ, A. “ La formación de usuarios en las bibliotecas públicas españolas: análisis de las principales experiencias”. España: Boletín de la Asociación Andaluza de Bibliotecarios, Num. 65, 2001 HERNÁNDEZ, Angélica. “La formación de usuarios en la biblioteca escolar”. Memorias de las XXVI Jornadas Mexicanas de Biblioteconomía. México: AMBAC, 1995 HERNÁNDEZ SALAZAR, Patricia. La formación de los usuarios de información en instituciones de educación superior. México: UNAM, 1998 JACOBSON, Trady, edit. Teaching the new library to today’s users. Nueva York: Neil Schuman, 2000 MERLO VEGA, José Antonio. Bibliotecas y documentación en internet. Madrid, España: Consejo Superior de Investigación Científica, 1997 ORTIZ VILLASEÑOR, José Luis. Manual de pedagogía práctica para el docente. México: Spanta, 1999 SVINICKY, Marilla. Formación de profesionales y usuarios de bibliotecas. Madrid, España: Fundación Germán Sánchez Ruipérez, 1992 THOMPSON, Anthony. Guía para la producción y la utilización de medios audiovisuales en la enseñanza de la bibliotecología. París: UNESCO, 1983 102 VEGA DÍAZ, Ma. Guadalupe; QUIJANO SOLÍS, álvaro. Habilidades informativas. Resumen presentado en el Tercer Encuentro de Desarrollo de Habilidades Informativas, México: Universidad Autónoma de Ciudad Juárez. Disponible en: http://www.uacj.mx/dia/dhi/espanol/Programa/Resumen1.htm, 2004 RECURSOS FORMATIVOS ADICIONALES AL CURSO DE INSTRUCCIÓN INSTRUMENTACIÓN DEL PUNTO DE INFORMACIÓN (POINT OF USE EXPLANATION).-El formar usuarios de la información, siendo de por sí una tarea compleja, adquiere un cariz especial en el caso de las bibliotecas públicas. Múltiples experiencias en este sentido, demuestran que en las bibliotecas universitarias, basta, muchas veces con la “instauración de medios tradicionales de formación como lo son los cursos, las visitas guiadas”, etc75. Sin embargo, la biblioteca pública se enfrenta siempre al problema de la alta fluctuación de usuarios a la que ya hemos hecho referencia. Si bien la instrumentación de un curso como el descrito a lo largo de este capítulo, significaría un paso importante, es necesario considerar que podrían presentarse problemas operativos como el poco aforo del público, o bien la imposibilidad de éste de asistir, ya sea por falta de tiempo o de motivación. Además, los cursos, aunque continuos se instrumentarían, tentativamente una vez al mes por lo que no todos los usuarios tendrían acceso a los mismos, debido a sus hábitos de asistencia a la biblioteca que, como hemos visto, son muy variables. Por ello, se consiera importante instrumentar, como medida adicional, un punto de información (Point of use explanation), basado en la instrucción asistida por computadora. Esta estrategia consiste, en colocar, en el interior de la biblioteca, un modulo señalizado que indica a los usuarios que allí encontrarán información sobre la biblioteca y el modo de utilizar el catálogo. Se pretende que a través del punto de información el usuario pueda desarrollar habilidades informativas referentes a: a) Conocimiento de las colecciones. b) Acceso a las mismas. c) Conocimiento del catálogo y su funcionamiento. Aunque actualmente la Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada cuenta con una página en Internet que brinda información básica sobre la historia de la biblioteca y de sus colecciones, ésta carece de información sobre el uso del catálogo. 75 Cfr. CULEBRA, Cecilia y MEDINA, María Dolores. Formación de usuarios en bibliotecas universitarias del Distrito Federal. Memorias de las XIV Jornadas Mexicanas de Biblioteconomía. México: AMBAC, 1993, p. 75 103 Actualmente, esta página WEB cuenta específicamente a los siguientes temas: • • • • con varias ligas referentes, Historia de la Biblioteca. Colecciones (incluye una descripción de las mismas refiriéndose al tipo de obras que contienen; por ejemplo, en el caso de la colección hemerográfica se mencionan incluso las publicaciones del siglo XIX con que se cuentan). Disposiciones reglamentarias. Publicaciones de la biblioteca. Ante la ausencia de cualquier explicación sobre el uso del catálogo, convendría agregar una liga (link) que incluyese un curso tutorial para tal efecto. Una vez efectuada dicha modificación, el punto de información podría presentar al público, en horario continuo la página ya sea a través de CD-ROM o conexión directa a la red. De tal forma se aprovecharía también el contenido previo de la página mencionada. El tutorial, como cualquier otro recurso empleado para introducir al usuario en el conocimiento y uso de recursos informativos debe ser sistemático y específico, fácil de entender por parte del usuario y desde luego, partir de un conocimiento detallado de las distintas colecciones. Formalmente, el objetivo del tutorial sería: Proporcionar al usuario de la información contenida en las distintas colecciones de la Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada, una herramienta sencilla y autodidácta para mejorar la logística de consulta y ayudarlo a acceder a la información que requiere de acuerdo a los temas que desea consultar. Los materiales requeridos serían los siguientes: - - Un computador personal con unidad lectora de discos compactos y/o con la capacidad y accesorios necesarios para accesar a Internet (esto último es optativo, puesto que el “punto de información” podría utilizarse únicamente como recurso local. Los archivos HTML que componen la página Internet de la Biblioteca, puesto que la información general en ella recabada puede ser de gran utilidad para los consultantes. Estos archivos son controlados por la Dirección de la Biblioteca, que ha sido la instancia encargada de crear y dar mantenimiento a la página WEB. Desde luego, para su instrumentación se requeriría la intervención de un programador en HTML (lenguaje empleado en las páginas WEB), que es el encargado de realizar los links en la página de la Biblioteca y dentro de sus actividades se ocupara no sólo de conformar los documentos en lenguaje computacional, sino de dar a la “liga” un entorno gráfico que motive la consulta del tutorial. 104 La página principal del tutorial debe ofrecer al usuario una explicación sencilla de lo que se persigue e idóneamente contener ligas a las secciones en que se describen las colecciones en términos generales (estas secciones existen ya en la página Internet de la Biblioteca). El contenido principal del tutorial debiera, por lo tanto, enfocarse exclusivamente a los procesos de consulta de las distintas colecciones. Su página o archivo inicial podría contener las siguientes ligas: ¾ Conoce nuestras colecciones: Ligas a las secciones de información general. ¾ Programa tutorial para consultar la colección general a través del catálogo de tarjetas. ¾ Programa tutorial para consultar la colección general a través del catálogo electrónico. ¾ Programa tutorial para consultar los Archivos Económicos. ¾ Programa tutorial para la consulta del Fondo Reservado y la Colección de Publicaciones periódicas. ¾ Programa tutorial para la consulta de las bases de datos en CD-ROM. La estructura idónea de los tutoriales sería a través de pantallas que describan con un entorno gráfico atractivo la logística de la consulta, presentando también la descripción a través de ejemplos. La estructura sugerida para el contenido de los tutoriales se presenta a continuación, en las figuras 3,4,5,6 y 7. 105 FIG. 3. GRAFICACIÓN DE LA ESTRUCTURA PARA EL DISEÑO DEL TUTORIAL ASISTIDO POR COMPUTADORA/CATÁLOGO DE TARJETAS 1ª pantalla: Organización del catálogo general. El sistema de clasificación decimal 2ª pantalla. Orden y entradas del catálogo: autor, título y tema • • • • 3ª pantalla: Elementos que componen la tarjeta. La búsqueda de información con entradas cruzadas • • ¿ Cómo se organizan las obras en una biblioteca? ¿Cómo opera el sistema de clasificación decimal. Estructura del catálogo de la biblioteca ¿Cómo buscar información? Casos prácticos. Búsqueda por autor, título y tema Referencias “cruzadas”: cómo encontrar obras afines a nuestro tema de búsqueda. 4ª pantalla. La estructura física del catálogo • Búsqueda a través de las tarjetas. Casos prácticos. 5ª pantalla. La ubicación de los materiales en la sala de consulta • Los materiales en la estantería. ¿Cómo encontrar materiales en la sala?. 6ª pantalla: Ejemplos prácticos ilustrados gráficamente • Ejemplos de búsqueda sobre temas específicos. 106 FIG. 4. GRAFICACIÓN DE LA ESTRUCTURA PARA EL DISEÑO DEL TUTORIAL ASISTIDO POR COMPUTADORA /COLECCIÓN GENERAL/CATÁLOGO ELECTRÓNICO • 1ª pantalla: Organización del catálogo general. El sistema de clasificación decimal • • 2ª pantalla: El sistema de búsqueda del catálogo electrónico. El sistema unicorn • • 3ª pantalla: Búsquedas simples • ¿ Cómo se organizan las obras en una biblioteca? ¿Cómo opera el sistema de clasificación decimal. ¿Para qué sirve un catálogo electrónico? Los campos de búsqueda bajo el sistema UNICORN. ¿ Cómo buscar una obra específica? El llenado de los campos. 4ª pantalla: Búsquedas compuestas. El uso de operadores booleanos (AND, OR, NOT) • • ¿ Qué es una búsqueda avanzada? Utilización de los conectores booleanos y su utilidad. 5ª pantalla. La ubicación de los materiales en la sala de consulta • Los materiales en la estantería. ¿Cómo encontrar materiales en la sala?. 6ª pantalla: Ejemplos prácticos ilustrados gráficamente 107 FIG. 5. GRAFICACIÓN DE LA ESTRUCTURA PARA EL DISEÑO DEL TUTORIAL ASISTIDO POR COMPUTADORA /ARCHIVOS ECONÓMICOS/PROCESO DE CONSULTA 1ª pantalla: ¿Qué son los Archivos Económicos y cuál es su presentación física? 2ª pantalla: Criterios con los que se recopiló y organizó la colección. 3ª pantalla: La ficha de consulta: el catálogo impreso de la colección • ¿ Para qué se crearon los Archivos Económicos? Ilustración gráfica de las carpetas. • • ¿ Cómo usar el catálogo?. Campos de llenado de la ficha. • Organización de los Archivos Presentación gráfica en la estantería. • 4ª pantalla: Cómo iniciar una búsqueda en los Archivos Económicos • Seguimiento de un caso concreto de búsqueda. 5ª pantalla: El llenado de las fichas de búsqueda • • Llenado de la ficha Solicitud de búsqueda. 6ª pantalla: La consulta física de las carpetas • Consulta de las carpetas en casos concretos. NOTA: De acuerdo a los datos reportados por el estudio de usuario, esta liga o enlace debe enfatizarse debido a que la colección de Archivos Económicos es una de las más sub-utilizadas en la Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada. 108 FIG.6. GRAFICACIÓN DE LA ESTRUCTURA PARA EL DISEÑO DEL TUTORIAL ASISTIDO POR COMPUTADORA / PROCESO DE CONSULTA DE PUBLICACIONES PERIÓDICAS 1ª pantalla: Estructura de las colecciones periódicas. 2ª pantalla. Descripción general del proceso de búsqueda de información en estas colecciones. • • ¿Qué es una publicación periódica? ¿Cómo se organizan estas publicaciones?. • Procesos de búsqueda por temas en revistas especializadas Búsqueda por fechas. • • • 3ª pantalla: Llenado de la papeleta y solicitud de búsqueda. 4ª pantalla: Casos prácticos de búsquedas específicas. 109 Campos de la papeleta Procesos de solicitud de información (en mostrador, ante el personal bibliotecario en turno). FIG. 7. GRAFICACIÓN DE LA ESTRUCTURA PARA EL DISEÑO DEL TUTORIAL ASISTIDO POR COMPUTADORA /BASES DE DATOS EN CD ROM 1ª pantalla: ¿ Cómo funciona una base de datos en CD-ROM? 2ª pantalla: Bases de datos con las que se cuenta. Descripción esquemática de cada una de ellas. 3ª pantalla: Los procesos de búsqueda más usuales en las bases de datos/Uso de los campos de búsqueda. 4ª pantalla: El llenado de la papeleta y el apoyo del personal bibliotecario. 5ª pantalla: Impresión de la información encontrada. Reglas y procedimientos. NOTA: Aunque el tutorial debe dirigirse primordialmente al público que más asiste a la biblioteca (estudiantes de educación media y superior), conviene también enriquecer los datos sobre las colecciones especiales a fin de que los usuarios “alfabetizados” (investigadores) incrementen el número de sus consultas. 110 La principal ventaja de esta estrategia es que con un mínimo de recursos materiales, se contaría con un medio para la formación continua de los usuarios de las colecciones de la biblioteca objeto de estudio. Asimismo, si el tutorial se incorporase a Internet, éste podría ser consultado por un alto número potencial de usuarios, independientemente de su ubicación geográfica. ELABORACIÓN DE TRÍPTICOS Finalmente, las propuestas para la formación de usuarios descritas, podrían complementarse con la elaboración de trípticos informativos, los cuales aportarían múltiples ventajas dado el carácter público de la Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada. Los medios impresos de promoción de servicios bibliotecarios deben, de acuerdo con Jacobson, reunir, cuando menos las siguientes cualidades: • • • “Que llamen la atención de quien los consulta; su presentación varía en función del tipo de biblioteca y del público a quien se dirigen. Deben ser concisos y no pretender abarcar muchos temas. Se trata sólo de documentos de información general. Deben encausar al lector hacia la búsqueda de los medios de apoyo necesarios por parte de la institución” 76. Estos trípticos, que debieran estar siempre “accesibles al público (en sitios estratégicos como el guardarropa, el mostrador principal y la zona de fotocopiado) debieran ser, cuando menos tres y contar con la siguiente estructura tentativa”:77 a) Tríptico 1: PORTADA: • Fotografía de los interiores de la Biblioteca (sala de consulta general). • Nombre de la Biblioteca. • Título del tríptico: ¿Qué información puedes encontrar aquí?. PRIMERA CARA (INTERIOR) • Breve semblanza histórica de la Biblioteca, enfatizando su importancia como unidad de información. SEGUNDA CARA (INTERIOR) • Descripción ágil y amena de las colecciones señalando aquéllas que son de uso restringido y aquellas a las que tiene acceso todo el público. 76 JACOBSON, Trady, edit. Teaching the new library to today’s users. Nueva York: Neil Schuman, 2000 77 Actualmente no existe ningún tipo de trípticos para la formación de usuarios en la BMLT 111 TERCERA CARA (INTERIOR) • Descripción de las colecciones (continuación). CUARTA CARA (EXTERIOR) • Descripción de los catálogos que existen. • Bosquejo de los sistemas de búsqueda: por autor, título o tema. Ejemplo de una búsqueda concreta. • Breve explicación de cómo deben buscarse los materiales en sala con relación a la clasificación. QUINTA CARA (EXTERIOR) • Invitación a consultar al personal bibliotecario. • Invitación para tomar los cursos de formación de usuarios incluyéndose calendario y horarios de impartición. • Directorio del personal de la biblioteca, especialmente del personal de atención al público para lograr un contacto más personalizado. b) Tríptico 2: PORTADA • Fotografía de los catálogos, siendo consultados (tanto del de tarjetas como del electrónico). • Nombre de la Biblioteca. • Título del tríptico: ¿Cómo usar los catálogos de consulta?. PRIMERA CARA (INTERIOR) • Definición sucinta de catálogo. • Explicación general de ¿cómo se utiliza un catálogo? (descripción esquemática del funcionamiento de un catálogo. Debido al limitado espacio, debe incluirse una invitación a consultar al personal bibliotecario). SEGUNDA CARA (INTERIOR) • Análisis de una ficha del catálogo de tarjetas. Al centro, la ficha tal y como se encuentra en el catálogo, con señalamientos de cada una de sus partes: clasificación, adquisición, título de la obra, autor y entradas. • • TERCERA CARA (INTERIOR) Subtítulo: “ ¿ Cómo realizar una búsqueda en el catálogo de tarjetas? Tres ejemplos de búsqueda: por título, autor y tema descritos de forma breve y práctica. CUARTA CARA (EXTERIOR) • Subtítulo: ¿ Cómo usar el catálogo electrónico?. • Reproducción gráfica de una pantalla de búsqueda. 112 • Señalamientos sobre cómo deben llenarse los campos de búsqueda y donde debe colocarse el puntero del mouse así como las teclas que deben utilizarse. QUINTA CARA (EXTERIOR) • Invitación a consultar al personal bibliotecario. • Invitación para tomar los cursos de formación de usuarios incluyéndose calendario y horarios de impartición. • Directorio del personal de la biblioteca, especialmente del personal de atención al público para lograr un contacto más personalizado. c) Tríptico 3 PORTADA: • Fotografía de los interiores de la biblioteca (usuarios y personal bibliotecario trabajando). • Nombre de la Biblioteca. • Título del tríptico: Síntesis del reglamento para usuarios el cual debe incluir explicaciones sencillas sobre el funcionamiento de la Biblioteca, ilustradas con transcripciones de los artículos (o parte de éstos) que resulten relevantes. PRIMERA CARA (INTERIOR) • Subtítulo: ¿Por qué un Reglamento para la Biblioteca?. Explicación sencilla de la importancia que tiene el reglamento tanto para la preservación de las colecciones como para la operación de las búsquedas. • Subtítulo: ¿ A qué colecciones tengo acceso libre? Explicación sencilla de los criterios de acceso y restricción a las colecciones poniendo énfasis en que, obteniendo las acreditaciones necesarias se puede tener libre acceso a todas y cada una de las colecciones (ilustrar con el texto del artículo 5º del Reglamento Interno para el Uso de la Colección General). SEGUNDA CARA (INTERIOR) • Subtítulo: ¿ Cómo debo realizar mis consultas? Explicación breve de las disposiciones relativas a la consulta en sala general y al llenado de papeletas para acceder a otro tipo de materiales (transcribir las partes más importantes del artículo 7 del Reglamento Interno para el Uso de la Colección General). TERCERA CARA (INTERIOR) • Subtítulo: El comportamiento en la Biblioteca y el manejo de los materiales • Síntesis de las disposiciones relativas a normas disciplinarias y cuidado de los materiales. • Invitación a cuidar los materiales consultados. 113 • Transcripción de los artículos 8 al 13 del Reglamento Interno para el Uso de la Colección General. CUARTA CARA (EXTERIOR) • • • Subtítulo: ¿Cuáles son las obligaciones del personal bibliotecario?. Síntesis de las disposiciones relativas a las obligaciones que tiene el personal bibliotecario sobre todo en cuanto a la atención de los usuarios. Opción para que los usuarios puedan inconformarse ante comportamientos inadecuados por parte del personal. Transcripción del artículo 6º inciso A del Reglamento que se refiere al servicio de orientación y consulta. QUINTA CARA (EXTERIOR) • • • Invitación a consultar al personal bibliotecario. Invitación para tomar los cursos de formación de usuarios incluyéndose calendario y horarios de impartición. Directorio del personal de la biblioteca, especialmente del personal de atención al público para lograr un contacto más personalizado. Opcionalmente puede crearse un cuarto tríptico que describa, de forma ágil, sencilla e ilustrada (con fotografías), los distintos servicios que la Biblioteca presta a los usuarios, incluyendo una sección especial para los investigadores. En todo caso, los trípticos deben poner énfasis especial en la buena disposición del personal bibliotecario para auxiliar a los usuarios en sus búsquedas para que éstas sean mucho más eficaces y completas. A través de estos podría promoverse el uso del “punto de información” y la consulta de la página WEB de la Biblioteca. De tal manera se estaría creando una relación de correspondencia entre los distintos medios adoptados para la instrucción de formación de usuarios. Por lo que se refiere a la elaboración de los trípticos, éstos debieran, idóneamente realizarse en hojas de papel couché sencillo (de 100 gramos), a doble cara y con selección de color a fin de que resulten llamativos e interesantes para el usuario. Para su elaboración se requeriría una computadora personal con capacidad suficiente (procesador Pentium II o mayor, 64 Mb de memoria RAM) para trabajar con el software necesario para diseño que puede ser Corel Draw 7.0 o superior, o Corel Ventura 5.0 o superior).” Para la edición de imágenes se sugiere trabajar bajo el sistema Adobe photoshop en cualesquiera de sus versiones.”78 78 Cfr. CONTRERAS, Raúl. Diseño gráfico de trípticos y propaganda social y política. México: Iberoamericana, 2003, p. 67 114 Aunque para la reproducción de los trípticos podría realizarse en la propia Biblioteca usando impresoras de inyección de tinta a color lo ideal es que la impresión sea efectuada en un taller tipográfico puesto que así se obtendría mayor calidad y sobre todo, mejor precio. SEÑALAMIENTOS SOBRE LA DIFUSIÓN DEL PROGRAMA Una vez revisada la implementación del programa en sus tres vertientes (curso, tutorial y trípticos) es necesario hacer referencia a los mecanismos sugeridos para su difusión tanto al nivel de los usuarios reales (los que ya asisten a la biblioteca), como a los potenciales. En cuanto a la difusión interna, ésta podría realizarse, básicamente a través de medios gráficos (pósters en lugares estratégicos de la biblioteca y hojas sueltas) y mediante la comunicación directa del personal bibliotecario con los usuarios. Además, consideramos que los trípticos serían, por sí mismos, importantes medios para difundir el programa. De cualquier forma y en razón de que el programa es continuo, la difusión debe ser ininterrumpida al interior de las instalaciones. Para difundir el programa a un nivel externo y llegar a usuarios potenciales, convendría acudir, siempre que sea posible a medios masivos de comunicación a fin de dar mayor proyección a la biblioteca, y haciendo saber al público que se cuenta con los programas de formación de habilidades informativas. Desde luego, habría que dar mayor impulso a la página WEB de la BMLT, en cuyo entorno gráfico pueden incorporarse banners o enlaces que enfaticen la existencia del programa de formación. 3.2.3. Lineamientos para la evaluación del sistema En la literatura revisada sobre la formación de usuarios pocas son las referencias sobre los procesos de evaluación de los sistemas adoptados. La mayor parte de las veces, la evaluación final del proceso se cataloga como “la revisión de los resultados del piloteo o simulación del modelo con el fin de corregir desviaciones y deficiencias”79. Sin embargo, está claro que los resultados del proceso de formación de los usuarios no podría darse a través de instrumentos rígidos que valúen cuantitativamente (como si se tratase de un examen escolar) qué tanto los usuarios han aprendido a utilizar las colecciones; lejos de ello, debe tratarse de una reflexión crítica sobre todos los componentes y funciones del proceso de enseñanza-aprendizaje con el fin de que hagamos progresivamente los ajustes necesarios al programa. 79 HERNÁNDEZ SALAZAR, 1993, Op. Cit. p. 194 115 En este sentido, la interacción periódica entre los miembros del equipo bibliotecario sería el medio idóneo para evaluar los alcances funcionales del programa. Consideramos que para el caso de la Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada, sería oportuna la realización de juntas trimestrales de evaluación y análisis en las que los empleados de la biblioteca expongan sus puntos de vista en cuanto a los avances reportados en la práctica, así como sobre las medidas preventivas y de ajuste que debieran realizarse para mejorar los flujos operativos de la formación de los usuarios. Con el proceso evaluatorio (que debe ser también continuo y llevar un registro sistemático y analítico), y la subsecuente retroalimentación entre los agentes del proceso instruccional, el ciclo del programa quedaría completo, sin que ello implique estaticidad o conformismo institucional: la formación de usuarios de la información es un proceso en constante evolución; de su adecuada atención dependerá que éste aporte utilidades prácticas en el corto, el mediano y el largo plazo. 116 CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES La entrada del mundo a la era de la información ha repercutido contundentemente tanto en la teoría como en los métodos de estudio y trabajo de las ciencias documentales. El valor cualitativo de la información documental se incrementa en la misma medida en que las sociedades se vuelven más complejas: así tenemos que la revolución que actualmente experimentan las relaciones humanas en casi todos sus ámbitos, se deben y determinan por la información, cuyas fuentes tienden a incrementarse y diversificarse. Este fenómeno no es ajeno a la Biblioteconomía: en efecto, las bibliotecas enfrentan cada vez nuevos retos que se manifiestan en la práctica (incremento substancial de la información y de sus fuentes, nuevas necesidades de los cada vez más usuarios de las mismas, prioridades de cambio organizacional, etc.) y que exigen una constante innovación en la logística y estructura de los servicios que se ofrecen al público. En efecto, las bibliotecas (singularmente las públicas) pasan, en la actualidad, por un período de transición. Dejan, paulatinamente de ser meras instituciones que almacenan y ponen al alcance del público ciertas fuentes documentales, a sistemas complejos e interactuantes (es decir con funciones muy amplias y diferenciadas entre sí) conformados por funciones o subsistemas que abarcan tanto sus tareas técnicas tradicionales, como la atención al público, implicando esto la necesidad de reformular, de manera integral su funcionamiento. Al respecto destaca la tendencia actual a aproximar los procesos de administración y gestión bibliotecaria a los que se emplean en las empresas. La idea básica de esta tendencia que se generaliza a ritmo acelerado es, precisamente, enfocar a las unidades de información hacia la gestión de la calidad total. Uno de los pilares de este cambio que hoy se hace evidente en la esfera bibliotecaria es, precisamente la valoración objetiva de las necesidades o requerimientos de servicios e información por parte de los usuarios ya que de éstos dependerá en gran parte las acciones que se implementen a fin de adaptar la estructura de las bibliotecas a las necesidades del contexto actual. Es decir, en el marco del proceso de transformación gestiva y social de las bibliotecas destaca la premisa de enfocar dichas tareas en torno al usuario de la información, sus necesidades y conocimientos así como sus aptitudes y habilidades informativas. De tal manera que tanto los estudios de usuarios como los procesos de formación de los mismos ocupan un lugar de importancia trascendental. Los estudios de usuario, que tuvieron su origen en el ámbito de la información especializada en temas científicos a mediados del siglo XX se han extendido 117 considerablemente durante las últimas décadas, manifestándose como herramientas invaluables para mejorar, de forma integral, la calidad prestada por las bibliotecas y otros centros de documentación. Por su flexibilidad permiten evaluar la funcionalidad de los sistemas bibliotecarios en prácticamente todas sus dimensiones documentales y operativas. La Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada de la SHCP, a la que hemos hecho referencia a lo largo de esta investigación, ha mostrado múltiples rezagos en lo que se refiere a la modernización de su estructura funcional. Si bien hasta la fecha, la SHCP ha efectuado varios diagnósticos institucionales, éstos han carecido de relevancia en el plano bibliotecario puesto que no han ponderado los intereses, necesidades y puntos de vista de los usuarios. Esto ha provocado importantes vacíos e inconsistencias para reformular los flujos operativos y mejorar así la calidad integral de los servicios que al público presta esta importante institución que conjunta colecciones con un alto valor informativo; para tal efecto el estudio de usuarios se presentó como una herramienta trascendental para diagnosticar los principales problemas funcionales y adoptar medidas de mejora. El estudio de usuarios presentado en este trabajo, revela no sólo importantes indicadores sobre el perfil de quienes habitual o esporádicamente acuden a la institución en búsqueda de información, sino que además nos habla de un desconocimiento importante de la estructura documental de la biblioteca (particularmente en cuanto a sus colecciones especiales) y de múltiples dificultades para acceder a la información. Se logró determinar que el perfil predominante entre los usuarios son los estudiantes de secundaria y nivel medio superior, por lo que la principal utilidad que se da a los acervos es la realización de trabajos escolares. Sin embargo, existe también un importante segmento de usuarios que se encuentran realizando sus trabajos recepcionales. Llama la atención la baja incidencia de usuarios que acuden a la biblioteca a realizar investigaciones académicas. En todo caso, el conocimiento de los procesos de consulta y de recuperación de la información son deficientes lo que nos habla de la necesidad de incorporar a las normas institucionales programas permanentes de formación de usuarios. Existe un desconocimiento casi generalizado de las colecciones especiales lo que deriva en una subutilización de los recursos bibliotecarios. Las colecciones de acceso restringido casi no son consultadas lo que nos revela, desde luego, la necesidad de darles mayor difusión tanto al interior como al exterior de la biblioteca. Lo anterior conlleva la necesidad de reformular los procesos de búsqueda para que las colecciones no sean subutilizadas y para incrementar el acceso de otros perfiles de usuarios, como los investigadores sociales. Se infiere que dicha reformulación significaría un paso trascendental hacia la transformación gestiva de la Biblioteca y su adecuación a las tendencias contemporáneas en Biblioteconomía. Los indicadores obtenidos en el estudio de usuarios, apuntan claramente hacia la necesidad de establecer un sistema permanente y continuo de formación de usuarios y de incrementar, de manera sustancial, la difusión de las colecciones 118 particularmente de las especiales que son muy poco consultadas. Asimismo, el diagnóstico aporta los elementos suficientes para delinear una metodología para la intervención dirigida a la formación de usuarios. En este caso, se trata, en términos generales de favorecer en los usuarios el desarrollo de habilidades concretas para la búsqueda y recuperación de información, así como para optimizar los procesos de búsqueda a través de los medios electrónicos de almacenamiento de información. El programa de formación de usuarios que se presenta, se estructuró conforme a los rasgos del usuario identificados en el diagnóstico, bajo un enfoque semidirecto, por ser éste el más adecuado, conforme a la teoría, para lograr que el sistema sea equilibradamente formativo e instruccional. En perspectiva técnicodidáctica, ambos elementos (adquisición de información y desarrollo de hábitos y destrezas) son imprescindibles para que los usuarios logren el objetivo de optimizar sus búsquedas y recuperación de información. En la estructura del curso de formación de usuarios se tomaron en cuenta las normas recientes sobre el desarrollo de habilidades informativas equiparables a las premisas de la psicología cognitiva en relación a la obtención de aprendizajes significativos que son los más útiles para el usuario de la información. Por otra parte, la viabilidad del programa radica en que su impartición quedaría a cargo del propio personal bibliotecario. Si bien el programa para la formación de usuarios en la biblioteca objeto de estudio se sustenta en un curso a impartir en período breve y con una estructura modular accesible y sencilla, atendiendo a que se trata de una biblioteca pública, se agregan, como estrategias alternativas: la creación de un punto de información (point of use explanation) para la instrucción individualizada asistida por computadora, con lo que se permitiría llegar a usuarios que por algún motivo no pudiesen asistir al curso convencional, así como la elaboración de trípticos informativos, las cuales tendrían múltiples ventajas sobre todo si se considera el carácter público de la biblioteca objeto de estudio. Con estos medios se estaría favoreciendo tanto un aprendizaje significativo de las normas y procesos de optimización de consultas, como una mayor difusión de las colecciones especiales hasta ahora subutilizadas. Respecto al programa, señalamos la necesidad de que éste sea evaluado periódicamente (trimestral o semestralmente) para identificar y resolver sus problemas y limitaciones. Por otra parte, resulta también necesario realizar periódicamente otros estudios de usuarios que actualicen la información sobre éstos y permitan subsanar las inconsistencias de diagnósticos anteriores. Si bien se considera que el programa de formación de usuarios significaría un avance sustancial hacia la elevación integral de la calidad de los servicios prestados por la biblioteca, anotamos que sus alcances serían muy limitados si no se promueve, al interior de la institución una nueva cultura organizacional que coloque al usuario en el centro de los procesos operativos. Asimismo, se sugiere que a la instrumentación del programa se sume un proceso integral de capacitación y actualización del personal bibliotecario a fin de que se llegue a una 119 concepción homogénea de la biblioteca como un sistema interactuante con las necesidades y condiciones del entorno actual. El eje de este proceso de transformación, debe ser, desde luego enfocar la organización y los procesos gestivos hacia la calidad total. La consideración del usuario como centro de los procesos operativos de la Biblioteca, sería un primer paso hacia la modernización integral de la institución. 120 BIBLIOGRAFÍA ABREU, Juana. Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada. 70 años. México: SHCP, 1998 ACOSTA ROMERO, Miguel. Teoría General del Derecho Administrativo. México: Porrúa, 1994 AGUDO GUEVARA, Álvaro. Estudios de usuarios de bibliotecas públicas en algunos países de América Latina y del Caribe. París: UNESCO, 1984 ANGULO MARCIAL, Noel. Desarrollo de competencias en información en Innovación. México: Num. 15, julio-agosto de 2003 AÑORVA GUILLÉN, Martha. Guía selectiva y anotada sobre literatura introductoria a la bibliotecología y ciencia de la información. México: UNAM, 1994 AUSUBEL, David. Psicología educativa. Un enfoque cognitivo. México: Trillas, 1999 BABBIE, Earl. Técnicas de muestreo, México: Mc. Graw Hill, 1998 BROWN CÉSAR, Javier. Lineamientos para una teoría bibliotecaria. México: ENBA,2000 BUONOCORE, Domingo. Diccionario de bibliotecología. Argentina: Castellvi, 1963 BUSHA, Charles. Métodos de investigación en bibliotecología. México: UNAM, 1994 CARAVIA, Santiago. La biblioteca y su organización. Gijón, España: Trea, 1995 CARDONA MEJÍA, Araceli. Curso elemental de bibliotecología. Bogotá: Nacional, 1966 CASTILLO SÁNCHEZ, Octavio. Lecturas sobre investigación en bibliotecología. Panamá: Linotipo, 1993 CASTILLO SÁNCHEZ, Octavio. Elaboración y presentación de proyectos de investigación. Panamá: Cuadernos de Bibliotecología, 2000 121 CENCERRADO, Luis. Fundamentos de Biblioteconomía. Madrid: AABADOM, 1997 CÉSPEDES, Cora. Didáctica de la Biblioteca: hacia la formación de usuarios y lectores competentes en las bibliotecas escolares. Buenos Aires: CICCS, 1997 CONTRERAS, Raúl. Diseño gráfico de trípticos y propaganda social y política. México: Iberoamericana, 2003 CÓRDOBA GONZÁLEZ, Saray. Formación de usuarios para estudiantes universitarios: una experiencia con metodología participativa. México: UNAM, 1997 CÓRDOBA GONZÁLEZ, Saray. “Aplicación de la metodología participativa para la formación de usuarios”. Memorias de las XXII Jornadas Mexicanas de Biblioteconomía. México: AMBAC, 1991 COUNCIL OF AUSTRALIAN UNIVERSITY LIBRARIANS. Normas sobre alfabetización en información. España: Boletín de la Asociación Andaluza de Bibliotecarios, Num. 68, septiembre de 2002 COUTURÉ DE TROISMONTS, Roberto. Introducción a la bibliotecología. Argentina: Dirección General de Publicaciones, 1960 CULEBRA, Cecilia y MEDINA, María Dolores. “Formación de usuarios en bibliotecas universitarias del Distrito Federal”. Memorias de las XIV Jornadas Mexicanas de Biblioteconomía. México: AMBAC, 1993 CURRAS, Emilia. Las ciencias de la documentación: bibliotecología, archivología, documentación e información. Barcelona, España: Mitre, 1982 CHACÓN ALVARADO, Lucía. Estudios de usuarios. Revisión de literatura, Internet, disponible en www.ugr.es, 2004 CHUVARIAN, Stepanovich. Bibliotecología general. La Habana, Cuba: Ministerio de Cultura, 1994 DÍAZ BARRIGA, Frida. Estrategias para el aprendizaje significativo. México: UNAM, 1998 FERNÁNDEZ DE AVILÉS, Paloma. Servicios públicos de lectura para niños y jóvenes. Gijón, España: Trea, 1998 FUNDACIÓN GERMÁN SÁNCHEZ RUIPÉREZ. Estudios de preferencias de los usuarios de información, España: Boletín Mensual de Bibliotecología, Num. 67, Mayo-Junio, 2002 122 GARCÍA, F. y DÍAZ, A. “ La formación de usuarios en las bibliotecas públicas españolas: análisis de las principales experiencias”. España: Boletín de la Asociación Andaluza de Bibliotecarios, Num. 65, 2001 GIL LEYVA, Isidoro. La automatización de la investigación de documentos. Gijón, España: Trea, 1999 GUEVARA, Neisa. Teoría y práctica de la bibliotecología. Caracas, Venezuela: Universidad Central de Venezuela, 1995 GÓMEZ HERNÁNDEZ, José. Biblioteconomía general y aplicada. Murcia, España: DM, 1997 HAL, Noelene. El personal, la información y la biblioteca escolar. París: UNESCO, 1986 HERNÁNDEZ SALAZAR, Patricia. “ Sistematización del proceso de formación de usuarios de la información”. Memorias de las XXIV Jornadas Mexicanas de Biblioteconomía. México: AMBAC, 1993 HERNÁNDEZ SALAZAR, Patricia. Seminario latinoamericano sobre formación de usuarios de la información y los estudios de usuarios. México: UNAM, 1997 HERNÁNDEZ SALAZAR, Patricia. La formación de los usuarios de información en instituciones de educación superior. México: UNAM, 1998 HERNÁNDEZ, Angélica. “La formación de usuarios en la biblioteca escolar”. Memorias de las XXVI Jornadas Mexicanas de Biblioteconomía. México: AMBAC, 1995 HIMNEL, Ethel. Planificar para obtener resultados: proceso de transformación de la biblioteca. España: Diputacio de Barcelona, 2001 IZQUIERDO, Mónica; RUIZ, Joaquín y PIÑERA, José. Los estudios de usuarios en los programas de gestión de calidad. Propuesta de un marco teórico integrador para el estudio del usuario de información, Madrid: Tecnidoc, 1995 IZQUIERDO, Mónica. Una aproximación interdisciplinar al estudio del usuario de información:bases conceptuales y metodológicas, Investigación Bibliotecológica, V 13, Num. 26, ene/junio de 1999 JACOBSON, Trady, edit. Teaching the new library to today’s users. Nueva York: Neil Schuman, 2000 LAU, Jesús, edit. Desarrollo de habilidades informativas en instituciones de educación superior. México: Universidad Autónoma de Ciudad Juárez, 2001 123 LEVIN, Jack. Fundamentos de estadística en la investigación social. México: Harla, 1994 MENDOZA BENÍTEZ, Luz María. Algunas reflexiones en torno a la educación de usuarios, México: UNAM, Dirección General de Bibliotecas. Disponible en:http://www.dgbiblio.unam.mx/servicios/dgb/publicdgb/bole/fulltext/volVI2/educa. html, 2004 MERLO VEGA, José Antonio. Bibliotecas y documentación en internet. Madrid, España: Consejo Superior de Investigación Científica, 1997 MIRANDA ARGUEDAS, Alice. Procesamiento de la información en bibliotecología. Costa Rica, EUNED, 1995. MISAS RESTREPO, Luz. La biblioteca: una aventura. Medellín, Colombia: Universidad de Antioquia, 1995 MOLINA CAMPOS, Enrique. Teoría de la biblioteconomía, España: Universidad de Granada, 1995 NAMAKFOROOSH, Muhammad Naghi. Métodos de investigación en ciencias sociales. México: Iberoamericana, 1997 NOVAK, Joseph. Psicología y educación. México: Paidós, 1997 ORTIZ VILLASEÑOR, José Luis. Manual de pedagogía práctica para el docente. México: Spanta, 1999 PALACIOS SALINAS, Carolina. Las estrategias de estudio y las habilidades en el uso de la información en estudiantes de la Universidad Anáhuac. México: Universidad Anáhuac, 2003 PEÑA HUERTAS, María J. Supuestos prácticos para el técnico auxiliar de bibliotecas. Madrid: Estudios Técnicos de Documentación, 1997 PINHERIRO, Lena Varia. Usuario-información: a contexto daciencia e da tecnología. Rio de Janeiro: Liuros tecnicos y cientificos, 1987 POZO, Juan Ignacio. Teorías cognitivas del aprendizaje, Madrid: Visor, 1994 RADER, Hanelore, B. “ Alfabetización informacional en el entorno del servicio de referencia: preparándonos para el futuro”. Anales de documentación, Num. 3, México, 2000, pp. 209-216 RENDÓN ROJAS, Miguel. Bases teóricas y filosóficas de la bibliotecología. México: UNAM, 1997 124 REY, Carina. La aplicación de los estudios de satisfacción de usuarios en la biblioteca universitaria: el caso de las universidades catalanas, Ponencia presentada en las Jornadas de Biblioteconomía e Información de la Universidad de Barcelona. Disponible en: http://www.ub.es/biblio/bid, 2004 ROJAS SORIANO, Raúl. Guía para realizar investigaciones sociales. México: Trillas, 1994 ROMANOS, Susana. Los estudios de usuarios y el desarrollo de la colección en las bibliotecas, Biblioteca del Congreso de Argentina, disponible en: www.bcnbib.gov.ar/libraria/libraria2a.htm, 2004 SABOR, J.E. Métodos de enseñanza de la biblioteca. París: UNESCO, 1968 SANZ CASADO, Elías. Manual de estudio de usuarios, Salamanca, España: FGSR, 2000 SANZ, Iñigo. De libros y bibliotecas. Euskadi, España: Vitoria Gasteiz, 1992 SCRIVANO PAIXAO, Ligia. Una visión panorámica de la bibliotecología en Brasil. México: UNAM, Centro de Investigaciones Bibliotecológicas, 1986 SEQUEIRA ORTIZ, Deyanira. La Bibliotecología como ciencia. San José, Costa Rica: Publitex: 1988 SHCP. Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada. Nociones de organización y servicios. México: SHCP, 1974 SHCP. Colecciones de la biblioteca Miguel Lerdo de Tejada, INTERNET,página WEB de la BMLT, 2003 SHCP. Diagnóstico organizacional de la Dirección de Bibliotecas. México: SHCP, 2002 SHCP. Manual de Organización Específico. México: SHCP-Dirección General de Promoción Cultural y Acervo Patrimonial, 2000 SHCP. DGPCAP. Manual de procedimientos específicos, México: SHCP, 2000 SHCP. Reglamento para el Departamento de Biblioteca y Archivos Económicos. México: SHCP, 1929 SHCP. Veinticinco aniversario de la fundación del Departamento de Bibliotecas de la SHCP. México: SHCP, 1953 125 SVINICKY, Marilla. Formación de profesionales y usuarios de bibliotecas. Madrid, España: Fundación Germán Sánchez Ruipérez, 1992 TECUATL QUECHOL, Graciela. El usuario de información, ponencia disponible en la página WEB de la AMBAC: http://www.ambac.org.mx/publicaciones/editV4N3.html, 2004 THOMPSON, Anthony. Guía para la producción y la utilización de medios audiovisuales en la enseñanza de la bibliotecología. París: UNESCO, 1983 UNAM, DIRECCIÓN GENERAL DE BIBLIOTECAS. La Bibliotecología en el México actual. México: UNAM, 1998 VEGA DÍAZ, Ma. Guadalupe;y QUIJANO SOLÍS, Alvaro. Habilidades informativas. Resumen presentado en el Tercer Encuentro de Desarrollo de Habilidades Informativas, México: Universidad Autónoma de Ciudad Juárez. Disponible en: http://www.uacj.mx/dia/dhi/espanol/Programa/Resumen1.htm VERDUGO SÁNCHEZ, J. Alfredo (comp.). Bibliotecología, información y sociedad en México. México: Colegio Nacional de Bibliotecología, 1990. 126 ANEXOS 127 Anexo 1 ESCUELA NACIONAL DE BIBLIOTECONOMÍA Y ARCHIVONOMÍA Licenciatura en Biblioteconomía Tesista: Norma Angélica Quezada Rojas Num. de cuenta ENBA: Asesora: Mtra. Graciela Tecuátl Quechol CUESTIONARIO PARA UN ESTUDIO DE USUARIOS EN LA BIBLIOTECA MIGUEL LERDO DE TEJADA DE LA SHCP ESTIMADO USUARIO: El presente cuestionario tiene como finalidad obtener información sobre el punto de vista que tienen los usuarios acerca de los servicios que les presta esta Biblioteca. Sus fines son académicos por lo que sus respuestas serán manejadas con toda confidencialidad. Contéstelo libremente. INSTRUCCIONES: Favor de tachar el cuadro correspondiente a la opción que considere más adecuada. I. PERFIL DEL USUARIO NOMBRE (opcional)___________________________________________. 1. Señale su rango de edad a) Menos de 14 años b) 15 a 18 años c) 19 a 30 años 128 d) 31 años en adelante 2. ¿ Cuál es su grado concluido de escolaridad hasta la fecha? a) Ninguno b) Primaria c) Secundaria d) Preparatoria o equivalente e) Licenciatura (pasante o titulado) f) Posgrado 3. ¿ Con qué frecuencia asiste usted a esta biblioteca? a) Diariamente b) 2-3 veces a la semana c) Una vez a la semana d) Dos veces al mes e) Sólo de vez en cuando f) Es la primera vez que asisto II. HÁBITOS DE CONSULTA 4. ¿ Cuál es la actividad que más realiza en esta biblioteca? a) Lectura para esparcimiento b) Investigación para trabajos escolares c) Investigación para tesis profesional o de grado 129 d) Investigación académica Otra (especifique): __________________________________________________________________ __________________________________________________. 5. ¿ Qué documentos consulta con más frecuencia? (Señale sólo una opción) a) Libros b) Diarios y revistas c) Materiales del Fondo Reservado d) Archivos Económicos e) Bases de datos en CD-ROM 6. Usualmente, ¿cómo realiza usted sus consultas? a) Utilizando el catálogo de tarjetas b) Con el catálogo electrónico (en las computadoras de la sala general) c) Apoyándome en algún empleado bibliotecario d) He utilizado todos los medios anteriores 7.De las siguientes, ¿cuáles son las materias que más consulta? a) Ciencias Sociales b) Ciencias Exactas c) Ciencias Biológicas d) Artes y Humanidades e) Información diversa 130 III. EVALUACIÓN DE LOS RECURSOS DE LA BIBLIOTECA 8. Normalmente ¿encuentra usted en la Biblioteca todos los materiales que necesita? a) Siempre b) Casi siempre c) Regularmente d) Nunca 9. ¿Ha consultado alguna vez la colección de Archivos Económicos o materiales del Fondo Reservado? a) Si b) No c) No sabía que existiesen dichas colecciones 10. ¿ Ha consultado usted las bases de datos especializadas en CD-ROM? a) Si b) No c) No sabía que existiese esa colección 11. ¿ Considera usted que la Biblioteca está debidamente actualizada en la materia que le interesa? a) Si b) No c) No sé 131 12. La localización de los materiales que busca en esta biblioteca le parece: a) Ágil y sencilla b) Un poco difícil c) Difícil d) Muy difícil 13. El personal bibliotecario, ¿muestra buena disposición para auxiliarle en sus búsquedas cuando usted lo solicita? a) Siempre b) Casi siempre c) Regularmente d) Nunca IV. PROPUESTAS DE MEJORA Y NECESIDADES DE FORMACIÓN 14. ¿ Se podrían mejorar de alguna forma los servicios de la biblioteca? ¿Cómo? Describa brevemente: __________________________________________________________________ __________________________________________________________________ __________________________________________________________________ __________________________________________________________________ ________________________________________________. 15. ¿ Le gustaría participar en un curso de formación de habilidades para consultar información en esta biblioteca? a) Si b) No c) No sé OBSERVACIONES (¿Desea usted agregar algo?) 132 __________________________________________________________________ __________________________________________________________________ __________________________________________________________________ ________________________________. ¡ GRACIAS! SUS RESPUESTAS SON MUY IMPORTANTES PARA ESTA INVESTIGACIÓN APLICÓ_____________ FECHA Y HORA: _____________. 133