03081 Comunicado a la nación sobre la muerte de Manuel Pérez

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COMUNICADO A LA NACIÓN
(SOBRE LA MUERTE DE MANUEL PEREZ MARTINEZ)
6 de abril de 1.998
La Dirección Nacional, el Comando Central y la Tercera Reunión de
Comandantes del Ejército de Liberación Nacional de Colombia, informa
con infinito dolor y tristeza al pueblo colombiano, a las corrientes
patrióticas, democráticas y progresistas de nuestra nación, a las fuerzas
revolucionarias, a la CGSB, a los pueblos y gobiernos del mundo, que:
1. El día 14 de febrero de 1998, a las 6 y 13 p.m., falleció nuestro
entrañable e inolvidable comandante Manuel Pérez Martínez, causa de
un síndrome hepático en estado terminal secundario a Hepatitis Crónica
por Virus C.
2. Que dicha enfermedad aquejó a nuestro comandante desde meses atrás
siendo atendido en medio de situaciones propias de la guerra con todos
los recursos técnicos y científicos necesarios.
3. Que la dignidad, la honradez, la pureza y la convicción patriótica y
revolucionaria que acompañaron siempre en vida a nuestro
comandante, estuvieron presentes en él hasta su último suspiro.
4. Que su cuerpo yace aquí en nuestras montañas hasta el infinito, y su
memoria, ejemplo, principios y entereza, serán rayos de luz que
alumbrarán y guiarán a todos los mandos, oficiales, militantes y
combatientes del Ejército de Liberación Nacional de Colombia.
5. Manuel Pérez nació en Alfamén, Aragón, España, el 9 de mayo de
1943, se ordenó de sacerdote en agosto de 1966 y como tal predicó el
evangelio liberador en España, Haití, Santo Domingo, Francia, donde
participó de la corriente de sacerdotes obreros. De Haití y Santo
Domingo fue expulsado por su compromiso con los pobres y las
contradicciones con las altas jerarquías eclesiásticas. Y que en la
búsqueda del Camilismo, y totalmente comprometido con la causa
popular de la teología de la liberación, llegó a nuestro país en 1978, a
la ciudad de Cartagena, donde trabajaba con los humildes pobladores
del barrio Chambacú y se vinculó a Golconda, corriente de sacerdotes
camilistas.
De nuestro país fue expulsado por el gobierno de Carlos Lleras
Restrepo con la bendición del cardenal Aníbal Muñoz Duque. Regresó
clandestinamente a Colombia para vincularse al Ejército de Liberación
Nacional en 1969 en compañía de los sacerdotes y futuros dirigentes
elenos Domingo Laín Sáenz y José Antonio Jiménez Comín, para
aportar, enriquecer y engrandecer con su presencia e inteligencia a
nuestras filas guerrilleras.
6. Que la colosal figura de Manuel Pérez se agigantó como ejemplo
internacionalista hacia nuestro pueblo a partir de los años difíciles del
72-74, jugando un papel relevante de conductor insigne desde aquellos
días hasta los nuevos tiempos del desarrollo del Ejército de Liberación
Nacional. Su obra trascendió los marcos de nuestra nación para erigirse
en símbolo de América Latina y del mundo.
7. Que su ausencia física deja un profundo vacío en nuestra Dirección
Nacional y Comando Central, que aunque difícil de llenar es imperativo
resolver en función de los nuevos retos y exigencias de la lucha de
clases en nuestra Colombia.
Por tal requerimiento la Tercera Reunión de Comandantes del Ejército de
Liberación Nacional, decide reajustar en concordancia y representación de
todas nuestras estructuras nacionales la línea de mando central quedando
así: Nicolás Rodríguez Bautista, responsable político; Antonio García,
responsable militar, y Pablo Beltrán.
Llamamos a todos nuestros hombres y mujeres a convertir el dolor en
fuerza, a preservar en el indomable espíritu revolucionario del comandante
Manuel Pérez, a aprender de su vocación unitaria, a recoger sus enseñanzas
humanistas, internacionalistas, solidarias, a formar a las nuevas
generaciones del Ejército de Liberación Nacional en el pensamiento y
práctica del comandante, a tratar de ser como él.
A todos los patriotas y antiimperialistas, a los Camilistas, a las corrientes
progresistas de nuestra sociedad, a todas los colombianos y gentes honestas
del país, a seguir tejiendo entre todos el curtiembre de una nueva sociedad
donde el pan, la democracia, la justicia social sean por siempre en todos los
rincones de la patria como derechos inalienables de las mayorías
nacionales, tal como nos lo enseño en vida con su lucha, su ejemplo y su
obra el comandante Manuel Pérez.
Comandante, ante su tumba le juramos que las banderas y los principios
del Ejército de Liberación nacional, la organización que usted contribuyó a
construir, la que usted amó desde aquellos lejanos días de su llegada a
tierras macondianas, a la que dedicó toda su inteligencia y vigor, a la que
dirigió con su infinita sabiduría y ecuanimidad, jamás depondrá sus
propósitos revolucionarios, jamás desfallecerá en su acción político-militar,
jamás abandonará a los oprimidos y explotados por el poder de los
potentados; en otras palabras, jamás dejará de hacer la revolución.
Comandante, su entrañable presencia crecerá con el correr de los años y los
elenos le sabremos cumplir. Parodiando al gran apóstol de la independencia
cubana y padre de su revolución, José Martí, refiriéndose a nuestro padre
Simón Bolívar, le decimos: Comandante Manuel Pérez, todo lo que usted
no hizo, está por hacer.
Hasta la victoria siempre, comandante,
TERCERA REUNIÓN DE COMANDANTES NACIONALES
EJÉRCITO DE LIBERACIÓN NACIONAL
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