Retención de impuestos de ley a las remuneraciones ordenadas a

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Análisis Jurisprudencial
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Análisis Jurisprudencial
Retención de impuestos de ley a las
remuneraciones ordenadas a pagar por mandato
judicial: a propósito de la Casación
N° 1907-2012-Lambayeque
Ficha Técnica
Autora:Ana Hilario Melgarejo
Título:
Retención de impuestos de ley a las
remuneraciones ordenadas a pagar
por mandato judicial: a propósito de la
Casación N° 1907-2012-Lambayeque
Fuente:Actualidad Empresarial Nº 292 - Primera
Quincena de Diciembre 2013
1.Introducción
Ante la pregunta de muchos empleadores
acerca de si era factible o no realizar las
deducciones de ley (impuesto a la renta
y aportes previsionales) de las remuneraciones ordenadas a pagar por mandato
judicial, el Tribunal Constitucional (TC),
en la sentencia recaída en el Expediente
N°1538-2010-PA/TC, dispuso la imposibilidad de realizar dicha deducción si es
que no había sido previamente establecida
como punto controvertido en el proceso
judicial laboral en el que se determinaron
las obligaciones principales y accesorias del
demandado, ello dejó a muchos con las
más diversas interrogantes sobre la aplicabilidad y las consecuencias de su decisión.
La más resaltante consecuencia se manifestó en el impedimento al empleador
de que cumpla con su obligación legal
de retención impuesta por ley1, si es que
dicha deducción no fue dilucidada en el
mismo proceso judicial, puesto que dicha
deducción ya no puede ser solicitada en
la ejecución de sentencia2; asimismo, se
plantearon las siguientes interrogantes:
i) Si es que no se señaló como punto
controvertido la deducción del impuesto
a la renta y de los aportes previsionales y,
consecuentemente, de la remuneración
ordenada a pagar, ya no pueden ser retenidas dichas sumas; entonces, ¿quién
asume dichos impuestos o retenciones ante
la autoridad tributaria?
1 De acuerdo al artículo 75° de la LIR, el empleador es nombrado por
ley para ser agente de retención de los impuestos a los que pudiere
estar gravadas las remuneraciones de los trabajadores.
2 El proceso de ejecución, a diferencia del proceso declarativo, no
tiene por objeto que el órgano jurisdiccional declare la existencia (o
inexistencia) de un determinado derecho en base a lo pretendido,
alegado y probado por las partes, sino que tiene por objeto que dicho
órgano realice un conjunto de actividades — usualmente materiales—, destinadas a satisfacer concretamente el interés de un sujeto
que ya tiene un derecho cierto por cuanto ya ha sido judicialmente
declarado o porque la ley lo considera cierto, en sustitución de quién
debió hacerlo y no lo hizo (el deudor). (Ariano Deho, Eugenia, El
Proceso de Ejecución, En: <http://proiure.org.pe/articulos/ariano1.
pdf>.
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Instituto Pacífico
ii) Si empleador asume el monto de la
renta de quinta para ser pagada al fisco,
entonces ¿sería válido que el trabajador se
beneficie con un incremento patrimonial
que no le corresponde percibir, pues de
haberse producido el pago oportunamente
sí se le hubiera retenido los tributos de ley?
iii) Si es que es necesario que la deducción
de impuesto a la renta sea un punto dilucidado en el proceso judicial, entonces ¿es
posible que dicha deducción sea señalada
como punto controvertido y, posteriormente, el juez laboral pueda pronunciarse
sobre ella en sentencia?
Todas estas dudas pueden ser salvadas
a la luz de la interpretación sistemática
del ordenamiento jurídico (laboral – tributario - procesal) y de la aplicación de
los principales argumentos esbozados
por la Corte Suprema mediante Casación
N° 1907-2012-LAMBAYEQUE, en la que
se plantea que “los jueces laborales no se
encuentran facultados para conocer de
asuntos relacionados a la determinación
de impuestos, que es de exclusiva competencia de los órganos de la Administración
Tributaria”. En tal sentido, a continuación
observaremos lo establecido en el ordenamiento jurídico cómo estas se ajustan a
este nuevo pronunciamiento de la corte,
con la finalidad de brindar una alternativa
de solución.
2. Aspectos Tributario - laboral:
empleador como agente de
retención
De acuerdo al artículo 34° de la Ley de
Impuesto a la Renta (LIR), se consideran
como rentas de quinta categoría a las obtenidas por concepto del trabajo personal
prestado en relación de dependencia, tales
como sueldos, salarios, asignaciones, emolumentos, primas, dietas, gratificaciones,
comisiones, compensaciones en dinero
o en especie, gastos de representación y,
en general, toda retribución por servicios
personales. En tal sentido, los montos
ordenados a pagar por los juzgados
ordinarios que sean considerados como
conceptos remunerativos3 deberán ser
base imponible del impuesto a la renta
de quinta categoría.
Por ello, de acuerdo al artículo 75° de la
LIR, se ha previsto que las personas naturales y jurídicas o entidades públicas o
3 De acuerdo al artículo 18° del Decreto Supremo N° 179-2004, las
indemnizaciones se encuentran inafectas al pago del impuesto de
quinta categoría.
privadas que paguen rentas comprendidas
en la quinta categoría deberán retener4
sobre las remuneraciones que paguen a sus
trabajadores el monto correspondiente al
impuesto a la renta, en función de lo abonado como remuneración gravada. De este
modo, el contribuyente continúa siendo el
trabajador, solo que –por mandato legal–
es el empleador quien realiza la retención
y pago; asimismo, esta obligación legal
del empleador de retener se encuentra
configurada como obligación tributaria
que genera una multa en caso de no ser
cumplida5 por ser un mandato imperativo.
Ahora bien, siguiendo la postura del
TC, el empleador se vería sumamente
perjudicado porque: i) se encontraría
imposibilitado de efectuar la retención
del impuesto al que está obligado por
ley, por lo que considerando su calidad
de agente de retención la Administración Tributaria requerirá el pago de
dicho impuesto, finalmente, al propio
empleador, quien será el que tenga que
asumir dicho costo (el cual no podrá
ser ni si quiera deducible como gasto
en virtud del artículo 47° de la LIR);
ii) se encontrará sujeto a una multa
administrativa por no haber realizado
oportunamente la retención del impuesto a la renta de quinta categoría; y, iii)
asumirá el pago de una remuneración
que no fue pactada, de forma tal que el
trabajador recibirá un monto neto6 muy
superior al que recibiría en caso hubiere
sido abonado en su oportunidad con los
correspondientes descuentos de ley. Es
decir, recibirá como remuneración neta
lo que debió recibir como remuneración
bruta, lo que supondría la imposición
de un incremento de remuneración 7
ordenado por el juzgado sin que este
haya sido solicitado ni, menos aún,
haya sido punto controvertido en el
proceso laboral llevado a cabo, lo que
significaría la vulneración del derecho a
la defensa del empleador demandado.
4 La retención se efectúa debido a que el empleador ha sido determinado por ley como agente de retención. Se entiende por agente
de retención a quien por ser deudor o por encontrarse en contacto
directo con sumas de dinero que se encuentran gravadas por
impuestos, actúa como “colaborador” del Estado para asegurar el
pago del tributo oportunamente.
5 De acuerdo a los artículos 177° y 178° del Código Tributario, son
infracciones tributarias el no cumplir con “efectuar las retenciones”
y el “no retener y no pagar el impuesto”.
6 Puesto que el trabajador, finalmente, estaría percibiendo una suma
superior a la que realmente le correspondía de acuerdo a ley, pues
estaría evadiendo el pago de las obligaciones tributarias, las cuales
tienen carácter imperativo.
7 Se constituiría como un incremento de remuneración conocido como
impuesto a la renta asumido, de acuerdo a los términos expresados
por Informe N° 16-2002-SUNAT/K00000 y la Casación N°10752008-LIMA.
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Área Laboral
3. Aspectos Procesal - laboral:
determinación de la competencia
La competencia es definida como la
aptitud que tiene un juez para ejercer
válidamente sus funciones, dichas aptitudes están determinadas por criterios,
como materia, cuantía, grado, territorio y
turno, y tiene como sustento el principio
constitucional de juez natural establecido
en el inciso 3 del artículo 139° de la
Constitución por el cual ninguna persona puede ser desviada de la jurisdicción
predeterminada por ley.
La competencia de cada juez se determina
por la ley de la materia, por lo que en
relación con el tema tratado, debemos
precisar las competencias labores y tributarias, con la finalidad de notar que
cada una de ellas es totalmente distinta
de la otra:
i) La competencia en materia laboral
para cuestionar el incumplimiento de
obligaciones laborales que emanan del
contrato de trabajo por cualquiera de
las partes que lo conforman, conflictos
laborales de naturaleza colectiva y todo
aquel generado en el marco del Derecho
Laboral, se encuentra contemplado en los
artículos 1°, 2°y 3° de la Ley N° 29497,
en los que se señala que la autoridad competente para conocer dichas pretensiones
son los jueces de trabajo (de paz letrado,
juzgado especializado y sala).
ii) La competencia en materia tributaria
se encuentra relacionada al conocimiento
de las obligaciones tributarias, a la determinación de la hipótesis de incidencia del
tributo, determinación del contribuyente,
determinación de la base imponible y la
fiscalización, siendo la autoridad competente la Sunat, Tribunal Fiscal, juzgados
contenciosos en materia tributaria, gobiernos locales y regionales, de acuerdo a los
artículos 59° al 61° del Código Tributario.
En virtud de ello y de acuerdo con el
artículo 54° del Código mencionado, se
establece expresamente la exclusividad
de dicha administración tributaria para el
conocimiento de todo asunto relacionado
a las obligaciones tributarias.
Es en ese mismo sentido, mediante Pleno
Jurisdiccional Laboral (Trujillo – 1999) se
determinó que, debido a que la competencia se determina por ley, los jueces
de trabajo no son competentes para
determinar las retenciones a cargo del
empleador del impuesto a la renta y de
cualquier otro tributo o aportación sobre
aportaciones ordenadas a pagar a favor
del trabajador, señalándose que dicha responsabilidad corresponde al empleador.
Concluyéndose que los jueces laborales
no son competentes para determinar si
corresponde o no efectuar las retenciones
de impuesto a la renta o aportaciones
sobre los conceptos remunerativos, sino
que corresponde al propio empleador
realizar la retención.
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Recientemente –como ya antes lo
habíamos mencionado– la Casación
N° 1907-2012-Lambayeque ratificó lo
señalado en el Pleno Jurisdiccional Laboral
1999, indicó que los jueces laborales no
se encuentran facultados para conocer de
asuntos relacionados a la determinación
de impuestos, lo cual es de exclusiva
competencia de los órganos de Administración Tributaria. En ese orden de ideas,
la posición planteada por el TC respecto
de que la deducción de impuestos debió
ser dilucidada en el mismo proceso judicial
resultaría una imposibilidad jurídica, pues
contradeciría el principio del juez natural
establecido constitucionalmente al ordenar
que un juzgado incompetente por razón
de la materia conozca por su mandato lo
que la ley ha ordenado que conozca otro
órgano (la autoridad tributaria).
4. Análisis de la controversia
El TC al exponer en la sentencia recaída
en el Expediente N° 01538-2010-PA/TC
que “las sentencias judiciales se ejecutan
en sus propios términos y no dejan margen
de acción para que su cumplimiento sea
pensado, merituado o evaluado por la parte
encargada de ejecutarla (…) toda vez que el
pedido de deducción constituye un asunto
cuya dilucidación está íntimamente vinculada
con el fondo de la cuestión controvertida en
el proceso judicial subyacente; por lo que
debía ser discutida en el mismo proceso
judicial y no en la etapa de ejecución de la
sentencia”. Comete errores y deja margen
de contradicción ante lo siguiente:
i) No se puede desviar la jurisdicción
predeterminada por ley, como habíamos
observado, la jurisdicción se encuentra
predeterminada por ley por lo que la
competencia para conocer los conflictos
que pudieran surgir en el cumplimiento de
obligaciones laborales debe ser analizada
por la Administración Tributaria, por lo
que contraría la ley el hecho de que pueda
imponerse al juez laboral la facultad y/u
obligación de dilucidar como punto de
controversia si corresponde o no realizar
deducciones de ley sobre las remuneraciones que pudiere ordenar pagar.
ii) La obligación de realizar las retenciones a las rentas gravadas (remuneraciones) es una obligación
impuesta por ley, por lo que el TC
estaría inaplicando una norma que no
tiene excepción, hecho que trae consecuencias negativas para el empleador al
ser este objeto de infracción por la no
retención del impuesto, el cual deberá
asumir y ni siquiera podrá deducirlo como
gasto; asimismo, su resolución no resulta
conexa a lo impuesto por otros órganos
competentes como lo son: los jueces de
trabajo, quienes en Pleno Jurisdiccional
(Trujillo - 1999) ya se habían declarado
incompetentes por razón de la materia a
conocer dichas pretensiones, y la Administración Tributaria, quien a través del
Informe N°59-2011-SUNAT/2B000 ya
ha señalado que sí corresponde efectuar
las deducciones de ley.
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iii) El no afectar las remuneraciones
con el impuesto a la renta supone cometer el vicio procesal de una sentencia ultrapetita, pues se estaría otorgando
una remuneración (neta) superior a la que
realmente le correspondía, otorgándole al
trabajador un concepto remunerativo de
“impuesto a la renta asumido” sin que el
trabajador accionante lo haya solicitado
y, por tanto, el empleador demandado
se haya podido defender ni menos aún
que se haya acreditado la existencia del
concepto remunerativo otorgado.
A este punto, nos resta una reflexión: si el
TC se equivoca al momento de plantear la
deducción de los impuestos de ley y aportaciones, puede ser conocido por un juez
de trabajo, pese a que el ordenamiento
vigente y la Corte Suprema han señalado
que no es posible; entonces, ¿cómo se
debe efectuar finalmente la retención?
5. Propuesta de solución
De acuerdo a lo señalado por el artículo
75° del Código Tributario y a lo sostenido por el Acuerdo N° 08-99, del Pleno
Jurisdiccional Laboral Trujillo – 1999, es
obligación del empleador determinar el
monto de la retención por impuesto a
la renta que corresponde realizar por las
remuneraciones percibidas por el actor
en su condición de agente de retención
impuesto por ley.
En tal sentido, en la etapa de la ejecución
de sentencia8, el empleador en uso de sus
atribuciones conferidas por ley deberá
realizar los descuentos que considere
oportunos sobre el impuesto a la renta y
aportes al sistema previsionales; una vez
producidos estos descuentos, se remitirá
dicha información al Juzgado Laboral en
donde se ventila el proceso con la finalidad de que este:
i) Ponga en conocimiento del trabajador
(contribuyente) el descuento que se ha
efectuado de sus remuneraciones por
las retenciones de ley, y si el trabajador
considera que el descuento efectuado no
es el correcto, puede cuestionarlo en la
vía correspondiente, para lo cual el juez
dejará salvo su derecho para hacerlo valer
oportunamente.
ii) Ponga en conocimiento a la Superintendencia Nacional de Administración
Tributaria (Sunat) el descuento efectuado, con la finalidad de que verifique
la correcta aplicación de los descuentos
realizados al trabajador, ello en virtud de
la Octava Disposición Complementaria
Final del Código Procesal Civil que otorga
la facultad al juez de oficiar a la autoridad
tributaria –si lo considera pertinente–, a
efectos de salvaguardar el interés fiscal. En
tal sentido, con esta acción el juez no solo
velaría por la correcta aplicación de los
porcentajes de descuentos con la finalidad
de que no se afecte al trabajador, sino que
también se protegerían las arcas del fisco.
8 Una vez que se haya determinado el monto del adeudo laboral
por mandato judicial y que este haya adquirido la calidad de cosa
juzgada.
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