DHP Hyacinth Sánchez Jiménez De los Sueños a la Realidad

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Hyacinth Sánchez Jiménez
De los Sueños a la Realidad
Fabiola Bojórquez Castellanos
Químico Biólogo “A”
2do Parcial
26/Septiembre/2011
Corrí, y corrí y no sentía avanzar llegaba tan cerca de mi respirando tan cerca, me
quería ocultar, no podía, ¿Qué pasa? Me preguntaba yo, porque no te vas, huye
¡maldita sea! Me decía a mí misma, mientras me encontraba en esa calle tan oscura
y empapada por la lluvia. ¡Aléjate de mí! Le grite desesperada; Escóndete, Escóndete,
¡Escóndete maldita sea! Corrí lo más rápido posible tome mi mochila entre a este
almacén viejo y abandonado y me escondí dentro de una caja. Escuche unos pasos
que cada vez se acercaban más a mí, sentí el calor de un cuerpo acercándose, abren
la caja me toman del cuello…
#Alarma sonando#
Ufff!!! Solo fue un sueño, un horrible y aterrador sueno, pero menos mal, solo fue
eso.
La hora del desayuno se acercaba y como era costumbre mía iba retrasada, tome mi
jugo y mi almuerzo lo más rápido posible, Salí de la casa lista para ir a la escuela;
Como siempre estaba Carter (mi mejor amigo) esperando por mí, con su habitual
cara de vas tarde Gabriela, le sonreí ligeramente, me acomode en el carro y lo mire
con algo de pena.
-Gaby, en verdad no sé qué pasa contigo, siempre sales tarde y tienes los sueños las
locos del mundo que son los que te evitan despertar a tiempo para ir a la escuela.
-Lo se Carter, y lo siento pero es algo que no puedo controlar. Ahí termino nuestra
conversación y nos mantuvimos en silencio.
Nos detuvimos en un semáforo y paso un anciana que apenas podía caminar, sentí
una pena interior con ganas de bajar a ayudarle, pero estábamos de prisa, me sentí
un poco mal por ello, en eso a la anciana se cayó un papel y justamente llego
volando hasta el vidrio de mi lado del carro, me fue fácil tomarlo ya que el carro era
un convertible, para mi sorpresa no parecía una nota ni un anuncio de publicidad,
más bien algo combinado de ambos, la nota me parecía extraña ya que decía “ Algo
increíble esta por pasar, puede ser malo para algunos, pero es un regalo, un don,
tómalo y úsalo con sabiduría” Al principio me asuste y me pareció extraño, luego
decidí no tomarle importancia ya que solo era un papel de la anciana tal vez, más
bien era dirigido para ella, no para mí.
La escuela era lo normal, todo tipo de personas, clases, maestros, recesos, nada
fuera de lo habitual, a excepción de que era un día increíblemente nublado con altas
probabilidades de lluvia, estaba en mi clase de biología molecular, aburrida como
siempre, una enciclopedia viva hablando sin parar, cuando lo inesperable, que para
mí fue muy oportuno paso, un rayo cayó sobre el convertidor de luz de la escuela y
se nos fue la luz a todos, de tal motivo que se suspendieron la clases.
Decidí regresar caminando a mi casa ya que el viento se sentía increíble al rozar mi
piel, y moría de ganas de mojarme en la lluvia, pase por una tienda de libros y
decidí entrar a ver si de casualidad tenían el libro que tenía meses buscando y veo
que esta la misma anciana y le doy su papel con una cara algo asombrada, y me
responde, “ esto no es mío niña, consérvalo te será útil” quise preguntar que quería
decir con eso pero me callo, trate de no darle importancia y seguí buscando mi
libro. Se me hizo tarde en la biblioteca y seguía lloviendo ya era algo oscuro y
cuando pasaba por un callejón escuche. ¡Aléjate de mí!, después de eso recordé mi
sueño, sonaba totalmente igual, a lo que respondí Escóndete, Escóndete, ¡Escóndete
maldita sea! Al ver que no se escondía la tome de la mano y las dos comenzamos
a correr, nos metimos al mismo lugar abandonado y el sujeto entro nos seguía, la
mujer que hasta el momento me era una extraña, la deje escondida, corrí y
arranque un palo de madera y me escondí en seguida del lugar de acceso, al entrar
el tipo lo golpee lo que me dio suficiente tiempo de tomar a esta mujer y llevarla al
hospital ya que se veía algo golpeada, en el hospital me dijo que había tropezado y
así habían surgido sus golpes, yo llame a la policía para informar del acontecimiento
y así fueron por el sujeto y me agradecieron con un diploma por haber atrapado a
un asesino en serie.
De la anciana nunca supe más, pero mi don seguía intacto, tenía otros sueños pero
no eran tan fuertes, eran de ayuda significante, pero no tan grave como mi primer
encuentro con mi gran don.
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