Sistema nervioso autónomo y control de la presión arterial Rev. Arg. Anest (2003), 61, 6: 355-359 Simposio sobre hipertensión y anestesia Sistema nervioso autónomo y control de la presión arterial Palabras Clave Sistema nervioso simpático Hipertensión arterial Control barorreflejo Daño de órgano blanco Alteraciones metabólicas s s s s s RESUMEN: Se describe, desde el punto de vista anatómico, el sistema nervioso autónomo y sus componentes principales, el sistema nervioso simpático y parasimpático, y los neurotransmisores correspondientes a cada uno de ellos además de algunos de sus efectos. A posteriori se describen los mecanismos de control de la presión arterial y la frecuencia cardíaca, haciéndose énfasis en sus componentes, el volumen minuto cardíaco y la resistencia periférica. A partir de ello se introduce el concepto del control barorreflejo, sus componentes y la participación del sistema nervioso autónomo. Se explica su funcionamiento y objetivos. Finalmente, desde el punto de vista fisiopatológico, se describe la participación del sistema nervioso simpático en la hipertensión arterial y los factores de riesgo cardiovascular. Dr. *Agustín J. Ramírez Autonomous Nervous System and Blood Pressure Control Sympathetic nervous system Arterial hypertension Baroreflex control Target organ damage Metabolic alterations Key Words s s s s s The autonomous nervous system and its main components, the sympathetic and parasympathetic nervous system and the corresponding neurotransmitters of each, together with some of their effects are described form the anatomic point of view. Later, the mechanisms of blood pressure and the heart rate control, emphasizing on their components, stroke volume and the peripheral resistance are described. From there, the concept of baroreflex control, its components and the participation of the autonomous nervous system is introduced. Its functioning and aims are explained. Finally, the participation of the sympathetic nervous system in arterial hypertension and the risk factors of cardiovascular morbi-mortality are described from the pathophysiologic point of view. Sistema nervoso autônomo e controle da pressão arterial Este sistema está compuesto por el sistema nervioso simpático (SNS) y el sistema nervioso parasimpático (SNPS). El SNS se caracteriza por tener una cadena ganglionar paravertebral cuyas aferencias nerviosas, de origen central, s s s s Sistema nervioso autónomo (SNA) Palavras-chave Sistema nervoso simpático Hipertensão arterial Controle barorreflexo Dano do órgão branco Alterações metabólicas s RESUMO: Descrevem-se, do ponto de vista anatômico, o sistema nervoso autônomo e seus componentes principais, o sistema nervoso simpático e parassimpático, os neuroutransmissores correspondentes a cada um deles e alguns dos seus efeitos. Posteriormente, são analisados os mecanismos de controle da pressão arterial e da freqüência cardíaca, dando ênfase aos seus componentes, ao volume minuto cardíaco e à resistência periférica. Partindo disso, é introduzido o conceito do controle barorreflexo, componentes e participação do sistema nervoso autônomo. Explica-se seu funcionamento e objetivos. Finalmente, do ponto de vista fisiopatológico, descreve-se a participação do sistema nervoso simpático na hipertensão arterial e os fatores de risco cardiovascular. emergen a nivel toraco-lumbar. Estos nervios preganglionares son de extensión corta y hacen sinapsis en los ganglios antes mencionados. De ellos emergen las fibras nerviosas postganglionares que son largas y terminan haciendo sinapsis en cada uno de los órganos efectores. El neurotransmisor que utilizan es fundamentalmente la noradre- * Hipertensión Arterial, Farmacología. Secretario Académico de la Universidad Favaloro, Buenos Aires Revista Argentina de Anestesiología 2003 | 355 Simposio sobre hipertensión y anestesia nalina y los receptores responsables de sus efectos son del tipo alfa (vasoconstrictor, inhibición de la secreción de insulina, etc.) o beta (taquicardia, inotropismo positivo, aumento de la velocidad de conducción, aumento de la secreción de insulina, broncodilatación, secreción de renina, etc)1. En este punto es importante recordar que la médula adrenal se comporta como un órgano endocrino en lugar de hacerlo como un ganglio paravertebral1, ya que en vez de tener fibras postganglionares, libera en forma directa y esencialmente adrenalina al torrente sanguíneo y, en menor cuantía noradrenalina o dopamina, esta última en cantidades mucho menores. El SNPS, a diferencia del SNS, posee las emergencias de sus fibras preganglionares a nivel cráneo-sacro y sus ganglios dentro de la pared de los órganos efectores. Es por ello que, a diferencia del SNS, sus fibras preganglionares son más largas mientras que las postganglionares son mucho más cortas (ejemplo típico es el plexo intestinal de Auerbach). El neurotransmisor que utiliza es la acetilcolina, la cual activa receptores del tipo muscarínico (bradicardia, inotropismo negativo, disminución de la velocidad de conducción, broncoconstricción) o nicotínico (transmisión muscular, transmisión ganglionar, etc.)1. O sea que el sistema nervioso autónomo es el instrumento de control de los efectores cardiovasculares (corazón, vasos, riñón) que utiliza el sistema nervioso central para controlar las variaciones de la presión arterial2. Control de la presión arterial El valor de la presión arterial (PA) es la resultante de la relación entre el volumen minuto cardíaco (VMC) y la resistencia periférica (RP), pudiendo representarse matemáticamente de la siguiente forma: PA = VMC x RP Donde el VMC es la resultante del producto del volumen sistólico (VS) por la frecuencia cardíaca (FC): VMC = VS x FC, mientras que la resistencia periférica resulta principalmente de la magnitud del radio arterial según fuera descrito en la ley de Poiseuille, donde: R= 8 Lη π r4 en la cual L representa la longitud del tubo (que en el caso del árbol vascular es constante), η es la viscosidad de la sangre, que tiende a ser constante y π es también una constante, siendo la única variable el radio vascular. Así queda claro por qué la resistencia periférica depende fundamentalmente del radio del vaso, ya que su valor, al estar a la cuarta potencia, indica que pequeños cambios del radio tienen un enorme impacto en la resistencia periférica2,3. En cada latido cardíaco la presión arterial tiende a aumentar durante la sístole y disminuir durante la diástole. Ello su- 356 | Volumen 61/ Número 6 cede así dado que la RP antagoniza el vaciado cardíaco y el corazón debe desarrollar un trabajo, durante la contracción, para permitir su vaciado y que el flujo de sangre se mantenga constante dentro el árbol arterial. Sin embargo, toda la energía generada no es utilizada para hacer circular la sangre, sino que parte de ella, aprovechando la elasticidad de la arterial aorta, se acumula como energía potencial. Durante la diástole, esta energía se transforma en cinética luego de producirse el cierre de las válvulas aórticas que permitirán el llenado ventricular y evitarán el reflujo de sangre hacia el ventrículo para mantener el flujo vascular. Esto sucede así ya que la tensión ejercida por la pared aórtica hará que se genere una presión que mantendrá el flujo en forma centrífuga hasta tanto recomience la sístole ventricular. Por lo tanto, es fácil comprender que la RP no puede mantenerse constante durante todo el ciclo cardíaco y que debe existir algún sistema de control para mantener la coordinación entre el trabajo cardíaco y la resistencia periférica3. Para ello existe en nuestro organismo un sistema denominado barorreflejo que es el responsable de censar los cambios de la PA durante el ciclo cardíaco y ajustar en un trabajo coordinado no solo la RP sino también el VMC con el objeto de mantener lo más constante posible el valor de la presión arterial. Sistema de control barorreflejo Este sistema, como su nombre lo indica, está formado por un circuito reflejo capaz de sensar los cambios de la PA (baro = presión) y, modulando los valores de FC y RP, controlar los cambios de PA dentro de un rango de normalidad (variabilidad)3. El circuito barorreflejo está formado por un grupo de receptores o transductores, capaces de sensar los cambios de la PA (barorreceptores), generar potenciales de acción y enviar esa señal al sistema nervioso central (vías aferentes). Allí se interpreta la señal y, a través de las vías eferentes (SNA), se modula la FC y la RP (efectores: corazón y arterias) 4. De esta forma podemos representar el control barorreflejo de la siguiente forma5 (Figura 1): Se puede observar que la información proveniente a través de las vías aferentes hacen su primera estación de relevo en el núcleo del tracto solitario (NTS), en el tallo encefálico, y de allí la información se integra para dirigirse, cursando por el asta intermedio-lateral de la médula espinal, a hacer sinapsis con los cuerpos neuronales de las vías preganglionares simpáticas para modular la RP. Asimismo, también se dirigen hacia el núcleo motor del vago para modular la FC6. Debemos mencionar también que existe participación de estructuras superiores (hipotálamo), las cuales no solo colaborarían en la modulación refleja de los valores de la presión arterial, sino que exteriorizan su actividad propia, como se observa en la reacción de ataque- Sistema nervioso autónomo y control de la presión arterial RVL: Area rostro-ventro-lateral CVL: Area caudo-ventro-lateral AIL: Area intermedio lateral espinal NTS: Núcleo del tracto solitario Fig. 1. Control barorreflejo huída. Es en esta situación donde, para expresar su actividad, deben inhibir al barorreflejo y poder, de esa forma, aumentar la presión arterial, la frecuencia cardíaca, la disponibilidad de glucosa y derivar el flujo sanguíneo hacia el área muscular, cerebral y cardíaca, fundamentalmente. Por lo tanto, podríamos resumir que, ante un aumento de la PA, en forma casi inmediata se activan los barorreceptores. Estos aumentan la frecuencia de descarga de las neuronas aferentes al sistema nervioso central que se encarga de reducir la FC y la RP (a través de la activación vagal y la reducción de la actividad simpática periférica). Con ello logra compensar y controlar el aumento de la PA. Algo similar pero de diferente dirección se observa cuando la PA disminuye. Sistema nervioso simpático y fisiopatología de la hipertensión arterial La hipertensión arterial es una patología en la cual la actividad simpática está aumentada, a diferencia de lo que sucede en la hipertensión arterial secundaria o la normotensión, como se muestra en la Figura 2 7. Se puede observar que los valores de la presión arterial (panel superior de la izquierda) están elevados en los sujetos con hipertensión arterial, sea ésta esencial o secundaria, sin grandes cambios de la frecuencia cardíaca (panel superior de la derecha). Sin embargo, la actividad simpática, medida por microneurografía, está sólo aumentada en los sujetos con hipertensión arterial esencial, sea ésta cuantificada como valor absoluto (panel inferior de la izquierda) o corregido por la frecuencia cardíaca (panel inferior de la derecha). A pesar de todo lo expresado, no podemos dejar de mencionar, aunque sea sucintamente, como se muestra en la Tabla I, la relación de la actividad simpática aumentada, sea por un incremento puro o por la disminución del tono parasimpático, con el daño de órgano blanco y el consecuente riesgo de morbi-mortalidad cardiovascular. Es así como podemos separar cuatro grandes grupos: - Metabólico: asociado con la insulino resistencia, disli-pemia y su expresión como intolerancia a la glucosa, diabetes, asociadas con la ganancia de peso y la disfunción endotelial. - Trófico: asociado con un aumento de actividad del sistema simpático y el sistema renina angiotensina y predominio de la endotelinas (a nivel local). Ello se expresa como disfunción endotelial con hipertrofia no solo cardíaca sino también vascular. - Hemodinámico: con aumento de la frecuencia cardíaca y la resistencia periférica, y rarefacción vascular con respuestas aumentadas a la vasoconstricción. Esto se objetiva por la posibilidad de la presencia de arritmias cardíacas, menor reserva coronaria y vasodilatadora, con la posible presencia de isquemia tisular. Revista Argentina de Anestesiología 2003 | 357 Simposio sobre hipertensión y anestesia 0%3 J+ PP P SE 061$ 061$ QL P VW VU XE +5 17 (VVHQWLDO 6HFRQGDU\ P SE WVV UX E 17 (VVHQWLDO 6HFRQGDU\ Fig. 2. Ver explicación en el texto TABLA I Actividad simpática aumentada y daño de órgano blanco 7RQR6LPSiWLFR 7RQR 3DUDVLPSiWLFR 0HWDEyOLFR 7UyILFR 5HVLVW,QVXOLQD 'LVOLSHPLD 'HVUHJXODFLyQ PHWDEyOLFD $XPHQWRGH &DWHFRODPLQDV 5HQLQD$,, ,QVXOLQD 6KHDU6WUHVV\ 3$ 'LDEHWHV $WHURVFOHURVLV 'LVIXQFLyQ (QGRWHOLD *DQDQFLD3HVR +LSHUWURILD 9DVFXODU +9, 'LVIXQFLyQ (QGRWHOLDO 358 | Volumen 61/ Número 6 +HPRGLQiPLFR )&$OWD 9DVRFRQVWULFFLyQ 5DUHIDFFLyQ $UULWPLD 0HQRU5HVHUYD 2\9DVRGLODWDGRUD ,VTXHPLD7LVXODU 7URPEyWLFR 9RO 3ODVPiWLFR 3ODVPiWLFREDMR +WR $OWR 3URFRDJXODFLyQ $FWLY3ODTXHWDULD 7URPERVLV Sistema nervioso autónomo y control de la presión arterial - Trombótico: sostenido por un aumento del hematocrito debido a una disminución del volumen plasmático y una favorecida tendencia a la coagulación por aumento de la actividad plaquetaria. En conclusión: el sistema nervioso autónomo participa no solo en el control de la presión arterial y sus oscilaciones sino también en la fisiopatología de la hipertensión arterial. Además se integra, como factor de riesgo cardiovascular en la patología hipertensión arterial y en la insuficiencia cardíaca, el infarto agudo de micardio, la génesis de arritmias y subsiguiente muerte súbita pero también en el síndrome metabólico y en la obesidad. 2. 3. 4. 5. 6. Bibliografía 1. Hoffman BB, Lefkowitz RJ, Taylos P. Neurotransmission: The autonomic and somatic motor nervous systems. In Goodman and Gilmanss The pharmacological basis of therapeutics 9th 7. Ed. Section II: Drugs acting at synaptic and neuroeffector junctional sites. Edited by Hardman JG and Limbird LE. The McGraw-Hill Companies, Inc; 1996, pág. 105-140. Baglivo HP, Ramírez AJ, Sánchez R. Hipertension Arterial. En Cardiología. Basada en la evidencia y la experiencia de la Fundación Favaloro. Sección II: Alteraciones funcionales. 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