Nueva Ley de radio y TV busca evitar favoritismos

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PERSPECTIVA
Medios y política
La propuesta de ley
busca eliminar la
discrecionalidad a la
que durante más de
40 años han estado
sometidos los permisos
y concesiones para
operar un medio de
comunicación, afirma
el investigador Pablo
Arredondo.
Mariana González
[email protected]
L
a nueva Ley de radio y televisión, presentada los primeros
días de enero al Senado de
la república, no atenta contra la
libertad de expresión ni contra la
seguridad jurídica de las empresas
ADRIANA GONZÁLEZ
Nueva Ley de radio y TV
busca evitar favoritismos
según como estés ‘parado’ con los
poderes es como te irá”.
Aunque así pinte el panorama
en México, en un país democrático
“por más incómodo que resulte un
medio para el poder, se encuentra
amparado con leyes que lo protegen contra cualquier imposición”.
El también director de la
División de Estudios de la Cultura, del Centro Universitario de
Ciencias Sociales y Humanidades
(CUCSH), subrayó que hasta
ahora no existe un ordenamiento
legal para evaluar el desempeño
social de los medios. La propuesta de ley plantea la necesidad de
un Consejo nacional de radio y
televisión de carácter autónomo e
integrado por ciudadanos, el cual
determinaría quién tiene derecho
a una concesión.
Arredondo coincidió con el
especialista en comunicación,
Francisco Aceves González, en
que algunas disposiciones podrían
causar molestia a las grandes corporaciones.
Por ejemplo, la propuesta de ley
prevé que ninguna empresa debe
disponer de más del 35 por ciento
de las concesiones radiofónicas y
televisivas, lo que afectaría a quienes controlan el 80 por ciento de la
oferta en medios.
No existe un ordenamiento legal para evaluar el desempeño social de los medios
de radio y televisión en México.
Por el contrario, dicha legislación
ofrece ventajas a los concesionarios, afirmó el investigador del
Departamento de Estudios en
Comunicación Social, de la UdeG,
Pablo Arredondo.
La propuesta de ley busca eliminar la discrecionalidad a la que
durante más de 40 años han estado
sometidos los permisos y concesiones para operar un medio de comunicación.
El gobierno federal, por medio
de la Secretaría de Comunicaciones
y Transportes, es el encargado de
decidir quién puede operar una
empresa de esta índole, “por lo que
Dicha cifra, es superior a los
monopolios que imperan en Estados Unidos y Canadá, países con
democracias más avanzadas.
“El rechazo a los intentos por
reformar la legislación es porque
de alguna manera son cuestionados
los beneficios e intereses de las empresas que explotan los medios en
la actualidad, pues existe una concentración marcada, sobre todo en
el ámbito de la televisión”, comentó
Aceves González.
En opinión de Arredondo, no se
trata de crear una tutela para los medios, sino de “garantizar el principio
de libertad de expresión, mediante
un efectivo derecho de réplica, con
la apertura de los medios a otros
segmentos de la población”.
En este sentido, sería positivo
darle voz a quienes difícilmente
tienen acceso a los medios, otorgándoles permisos para operar
radiodifusoras o televisoras comunitarias, por ejemplo.
“Se trata de volver más plural el
espectro y brindar puntos de vista
distintos al oficial. Los proyectos
comunitarios no podrían competir
con las grandes empresas, pero sí
dotar de una mayor diversidad a
la radio y la televisión, pues finalmente la democracia está vinculada con la pluralidad”.
Incierto panorama para migrantes
Los casi cinco millones de migrantes que hay en Estados Unidos, “tienen pocas esperanzas
de resolver su situación legal
en el mandato de George W.
Bush”, señala el maestro Enrique
Martínez Curiel, académico del
Centro Universitario de los Valles
(CUValles).
Agrega que lograr una amnistía
para solucionar su situación como
ilegales, como ocurrió en 1986 con
la ley Simpson-Rodino (Ley IRCA,
por sus siglas en inglés) y que
favoreció a cerca de dos millones
de indocumentados mexicanos,
resulta una cuestión “incierta”.
TRABAJADORES
HUÉSPEDES
El presidente Bush dejó claro que
solucionar el problema de los
trabajadores migratorios depende
del Congreso de Estados Unidos,
por lo que el gobierno de México
no tiene participación formal en
el asunto.
Una solución al flujo migratorio
estaría restringida a un programa de trabajadores temporales o
“huéspedes”.
“Este programa consiste en que
trabajadores son contratados por
algún periodo de tiempo en ciertas
empresas norteamericanas. Hay
una red que ‘engancha’ a personas
en edad productiva en Guanajuato,
San Luis Potosí, Hidalgo, Veracruz,
Tlaxcala, y otros estados.
“El problema es que, al asumir
Estados Unidos una postura unilateral con respecto a México, las
autoridades mexicanas han dejado
el asunto en manos del gobierno
y empresarios de aquel país, por
lo que en muchas ocasiones no
les cumplen lo firmado en los
contratos originales y las múltiples promesas que les hacen para
llevárselos”.
DESPROTEGIDOS
Martínez Curiel comenta que “si
el gobierno de México estuviera al
tanto de este asunto e involucrado
en defender al trabajador con relación a su contrato laboral, traslado,
abusos, vigilancia a sus derechos
humanos, esto les favorecería, ya
que ahora los trabajadores mexicanos están desprotegidos por
completo”.
Indica que a los “trabajadores
huéspedes” mexicanos las empresas les cobran “un buen dinero”
por engancharlos, les “dan” para
sus traslados, pero con la misma
ganancia de lo que han trabajado
y, si hay problemas en las cosechas
por mal tiempo, “no les dan ni para
comer”.
Asegura que este programa
incluye no solo a trabajadores para
el campo, sino para la industria de
la construcción y servicios.
“De Ameca se llevaron a cerca
de 30 personas para que trabajaran
REUTERS
Juan Carrillo Armenta
[email protected]
Bush dejó claro que la solución depende del Congreso de Estados Unidos
en algunos casinos norteamericanos como recamareros, lavadores
de platos, ayudantes de cocina,
etcétera, pero ya no han regresado,
porque parece que contrataron
trabajadores de Europa, en especial
portugueses.
“En necesario que el gobierno
mexicano intervenga para protegerlos. Si hubiera un acuerdo,
sería bueno que ambas instancias
estuvieran involucradas. A Bush
lo que le interesa es su programa
de seguridad al interior de Estados
Unidos y resguardar más sus fronteras, sobre todo la sur”.
A pesar de lo anterior, “el futuro de los migrantes es incierto,
pero creo que menos de quedarse
a trabajar en México, porque la
economía en nuestro país cada vez
está más complicada y en especial
lo será en 2005, cuando los partidos
designen a sus candidatos rumbo
a la presidencia y habrá mucho
forcejeo”.
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