“María Eugenia: no condenes a nuestras familias a la miseria” Casi

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“María Eugenia: no condenes a nuestras familias a la miseria”
Casi todas las trabajadoras que formamos parte del SOEME somos madres o abuelas.
En lo que se refiere a la comunidad educativa, las mujeres somos amplia mayoría.
A diferencia de lo que ocurre con otras actividades, quienes trabajamos como porteras y
cocineras, en muchos casos, somos el único sostén de nuestros hogares. De nuestro
propio esfuerzo, depende que nuestros hijos tengan un techo, puedan vestirse,
alimentarse y hasta educarse. Eso no es todo: muchas de nosotras también tenemos la
enorme responsabilidad de darle de comer diariamente a miles y miles de chicos de
familias humildes que, seguramente, reciben de parte nuestra el único plato de comida
en el día.
Ante este angustiante presente, las trabajadoras merecemos respuestas. ¿Por qué se nos
está discriminando con los salarios?, ¿por qué se nos trata como trabajadoras de segunda
categoría?, ¿por qué se nos denigra como seres humanos al querer darnos un aumento
que no llega a la mitad de los que recibieron los docentes y ni siquiera alcanza para
comprar dos litros de leche por día?
María Eugenia, hemos podido ver que, al igual que nosotras, sos una madre que se
preocupa por su familia y que hasta va al supermercado los fines de semana. Por eso,
seguramente sabés lo difícil que se hace poder comprar los alimentos esenciales. La
realidad es que, cada minuto que pasa, la inflación nos hace más pobres.
Muchas de nosotras te votamos, creímos en vos y aún tenemos esperanza de que las
cosas puedan cambiar. Pero no podemos aceptar que se nos quiera dar un aumento
miserable de 30 pesos por día. Por eso, aunque sabemos que vos no sos la culpable de la
inflación y de la crisis, es tu gobierno el que nos tiene que dar alguna solución. Eso sí,
estamos dispuestas a seguir luchando por nuestras familias, pese a quien le pese. Si vos
estuvieses en nuestro lugar, ante el riesgo de que tu familia pase hambre, seguramente
harías lo mismo.
Ojalá, en la intimidad de tu hogar, junto a tu esposo Ramiro y a tus hijos María José,
Pedro y Camila, puedas dedicarle algunos minutos de tu tiempo a reflexionar sobre lo
que está ocurriendo.
Creemos que, con un poco de voluntad política, este conflicto tan doloroso que estamos
atravesando podría solucionarse.
Susana Mariño, secretaria adjunta del SOEME
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