Unidad Educativa Colegio Santa Teresita Materia: Ciencias de la Tierra. Curso: 5º Año de Ciencias TEMA IV: CAMBIOS DEL RELIEVE TERRESTRE (AGENTES EXÓGENOS) Sobre la superficie terrestre actúan y se enfrentan dos procesos, los cuales le dan sus características propias al relieve, en primer lugar, están los procesos geológicos externos, que actúan directamente sobre la superficie y tienden a la destrucción y nivelación del relieve. Su acción se manifiesta a través de los procesos de meteorización, erosión, transporte y sedimentación; estos son los agentes exógenos, que tienen su origen en la energía solar y su conjunto constituye la geodinámica externa. Por otro lado existen los agentes endógenos, que conducen a la constante renovación del relieve terrestre y constituyen la geodinámica interna. Estos agentes serán estudiados más adelante Mientras los agentes exógenos actúan constantemente sobre la litósfera, desnudándola y llevando sus despojos al mar, los agentes endógenos tienden a crear siempre nuevas estructuras. Este ciclo de procesos de creación y destrucción se repite sin cesar y constituye el “Ciclo Vital de la Tierra” El resultado de los procesos exógenos y endógenos son los cambios que sufre el relieve terrestre. Los agentes exógenos que estudiaremos a continuación son los siguientes: Atmosféricos Hidrológicos Biológicos • • • • • • • • • • Vientos Temperatura Humedad Aguas Pluviales Aguas Fluviales Aguas marinas Aguas congeladas Animales Plantas El Hombre Agentes Atmosféricos: EL VIENTO: Ejerce simultáneamente labores de transporte, erosión y desgaste; así se tiene la Deflación, Abrasión y Corrasión eólicas. a. En la deflación eólica, el viento transporta las partículas resultantes de la meteorización de las rocas, con lo cual éstas quedan desnudas y expuestas a los efectos de una nueva meteorización. El transporte de estas arenas finas puede llegar muy lejos, incluso viajar de un continente a otro, tal como ha ocurrido con las nubes de polvo arrastradas desde China que se precipitan sobre la costa oeste de Estados Unidos. En las playas, las arenas secas por el Sol son llevadas por vientos locales hacia el interior del continente donde forman dunas o médanos. b. En la abrasión eólica, las partículas rocosas arrastradas por el viento, liman y pulen las rocas del suelo, formando superficies lustrosas llamadas “hammadas”. c. La corrasión eólica, es el proceso de desgaste que causa el viento cargado de arena sobre las rocas. En rocas no homogéneas da lugar a la formación de estructuras alveolares, o sea, cavidades irregulares, agujeros y acanalamientos. LA TEMPERATURA: El cambio de temperatura es uno de los agentes más eficaces en la descomposición de las rocas, especialmente en climas desérticos o de alta montaña, donde la variación de temperatura entre el día y la noche es considerable. Los diferentes minerales que componen las rocas tienen distintos índices de dilatación y, para un mismo cambio de temperatura, sufren cambios desiguales de volumen; esto conduce al cuarteamiento y a la pulverización del material. Las partículas resultantes pueden luego ser transportadas fácilmente por el viento y las corrientes de agua. LA HUMEDAD: La humedad atmosférica, en forma de vapor de agua y rocío, penetra en las fisuras y grietas superficiales de las rocas y, en presencia del oxígeno y anhídrido carbónico del aire atmosférico, ejerce una acción química, que conduce a la descamación y exfoliación de las rocas. Agentes Hidrológicos: La acción del agua como agente modelador del relieve terrestre es tan universal que, entre los agentes exógenos, se le considera el principal. AGUAS PLUVIALES: La cantidad de agua que se precipita anualmente sobre los continentes se calcula en unos 112.000Km3. Por su acción disolvente, esta agua actúa como agente de meteorización; y, por su acción mecánica, actúa luego como agente principal de transporte, arrastrando los productos de la meteorización a nuevos emplazamientos. El agua que se infiltra en el suelo sirve para ofrecer sustento a las plantas y para formar mantos acuíferos que alimentan los pozos y manantiales; la que no logra infiltrarse forma las “aguas salvajes”, que circulan libremente desempeñando un papel erosivo, a veces muy perjudicial. Si el terreno, embebido en agua, se desliza lentamente hacia niveles inferiores, se habla de solifuxión, o “deslave”. La falta de protección vegetal permite a las aguas salvajes abrir zanjas y cárcavas que forman tierras estériles, las llamadas “tierras malas” o badlands. AGUAS FLUVIALES: Cuando las aguas de lluvia son encauzadas progresivamente por los accidentes del terreno, discurren por cauces cada vez más estables, y se inicia una red fluvial formada por torrentes y ríos. a. Torrentes: es un curso de agua de escasa longitud y fuerte pendiente. En el pueden distinguirse tres partes: i. La Cuenca de Recepción, donde se recogen las aguas de lluvia de las laderas vecinas. ii. El Canal de Desagüe, que constituye el cauce principal del torrente. iii. El Cono de Deyección, situado al final del canal de desagüe, en donde el torrente se dispersa y deposita los materiales arrastrados. Cuando el torrente desemboca en un río no existe cono de deyección. La acción geológica del torrente es esencialmente erosiva y se efectúa de cuatro maneras diferentes que colaboran entre sí: i. Corrosión: es la acción disolvente y química del agua sobre los materiales con los cuales está en contacto. ii. Acción Hidráulica: por la fuerza que le comunica su velocidad y masa, el agua del torrente levanta y transporta guijarros, cantos gruesos e incluso grandes bloques de rocas, esto es lo que se conoce como acción hidráulica. iii. Corrasión: es el desgaste de las orillas y el fondo del cauce con la ayuda de los materiales transportados que actúan como papel de lija. Su acción es especialmente efectiva en los remolinos donde las piedras, moviéndose circularmente, horadan ollas o “marmitas de gigantes". iv. Atricción: es la erosión que sufren los propios materiales transportados, que por el mutuo choque y rozamiento, se desmenuzan, redondean y pulimentan. b. Ríos: un río es una corriente de agua de circulación más constante que la del torrente. En todo río se distinguen tres etapas: curso superior, curso medio y curso inferior (o curso alto, medio y bajo). • El curso superior del río suele ser de carácter torrencial. La acción geológica del curso alto del río es esencialmente erosiva. • En el curso medio, el factor dominante es el transporte de materiales, bien sea en disolución, en suspensión, por flotación o arrastre, según la clase del material transportado. • En el curso inferior, la acción dominante es la sedimentación de los materiales. Sin embargo en cada tramo el río realiza simultáneamente las tres acciones: erosión, transporte y sedimentación. En el curso medio y bajo, al aumentar su anchura, el río pierde velocidad y empieza a divagar, describiendo circunvoluciones llamadas meandros. AGUAS MARINAS: El mar ejerce en las costas una acción erosiva y abrasiva. La fuerza con que las olas golpean la costa es alrededor de 3000Kp/m2, pero en tiempos de tormentas puede ser hasta diez veces mayor. El efecto de succión de las olas, en su retirada, es aún mayor que el del choque en su llegada; pues el aire, comprimido por el impacto de la ola, en la resaca se expande súbitamente con fuerza explosiva, arrancando partes de rocas o incluso aspirando bloques enteros. La acción modeladora del mar es ejercida principalmente por las olas, estas son ondulaciones que se forman cuando el viento agita la superficie de los mares y océanos. Hay que distinguir dos movimientos. El primero es la oscilación del medio movido por la onda, que en este caso es un movimiento circular ya que el “avance” de las olas hacia la orilla es solo aparente porque las partículas de agua describen un círculo y regresan a su punto inicial con cada oscilación, es decir, el agua no se mueve. El segundo es la propagación de la onda, que se produce porque la energía se transmite con ella, trasladando el fenómeno con una dirección y velocidad, llamada en este caso velocidad de onda. Algunas de las formaciones causadas por la acción del mar son: a. b. c. d. Playa y terraza marina: cuando los productos de la erosión litoral se depositan sobre la costa, forman una playa; en cambio, cuando estos se depositan más allá de la plataforma de abrasión, constituyen una terraza marina, estas suelen formarse apenas por debajo de la línea de la bajamar. Farallones o islotes: la acción destructiva de las olas se manifiesta de preferencia en las rocas débiles quedando, a veces, restos compactos que por su mayor resistencia resultan indemnes a la acción del mar, a estas masa de rocas se les llama farallones o islotes. Flechas y cordones litorales: Las flechas litorales, también conocidas como barreras litorales, son la acumulación de arena que sobresale de la superficie marina formando líneas paralelas a la costa, estas flechas pueden extenderse hasta aislar lagunas llamadas albuferas, cuando esto ocurre se les llama cordones litorales. Tómbolo: es un cordón litoral que une la costa a un farallón o islote. Su formación obedece a la existencia de dos corrientes paralelas a la costa que actúan en sentido inverso. Tipos de Costas: La erosión marina produce especialmente dos tipos de costas: la costa brava, con predominio de acantilados; y la costa baja, poco accidentadas y con grandes playas. Según el trazado del relieve continental, las costas bravas pueden clasificarse en costas transversales y longitudinales. Las transversales presentan numerosas entrantes y salientes que corren perpendicularmente al litoral; por otro lado las costas longitudinales son paralelas a la línea de la costa y su relieve es rectilíneo y muy escarpado. No siempre el contorno de las costas se debe a procesos erosivos, muchas veces este contorno a sido iniciado por movimientos epirogénicos, los cuales serán estudiados posteriormente; estos procesos generan costas de inmersión y costas de emergencia. Las costas de inmersión son originadas por una elevación del mar o un hundimiento de las tierras de un bloque continental. De acuerdo con el modelado anterior, suelen ser recortadas por estuarios, golfos, fiordos, bahías y estrechos, destacándose en el panorama, promontorios, penínsulas e islas. Las costas de emergencia se deben a una elevación de las tierras al mismo tiempo que ocurre un descenso del nivel del mar. Siendo el fondo del mar cercano a la costa esencialmente un lugar de sedimentación y de escaso relieve, se explica que las costas de emergencia sean generalmente sencillas, con amplias ondulaciones en su contorno y extensas playas. AGUAS CONGELADAS: En este caso, estudiaremos el efecto modelador de los glaciares de montaña, estos son acumulaciones de hielo que existen por encima del nivel de las nieves perpetuas en cualquier latitud. Un glaciar se inicia en una zona llamada cuenca de alimentación o “circo”, en donde se acumula nieve año tras año. Del circo se destaca una lengua glaciar que desciende por los valles, a veces muchos kilómetros, y finalmente en zonas menos frías, se convierte en un torrente de agua. La lengua es un “río de hielo” que puede avanzar hasta 65 metros por día ejerciendo en su movimiento una intensa acción abrasiva sobre el fondo y los bordes rocosos del valle o garganta, produciendo grietas llamadas “rimayas”. El material rocoso arrancado de las laderas de la cuenca y del valle, al depositarse, forma las “morrenas”. Así en las orillas del glaciar se encuentran las morrenas laterales, donde se juntan las lenguas procedentes de valles adyacentes de observa una morrena central en la superficie del glaciar. Fragmentos de rocas que caen en las grietas y alcanzan el fondo del glaciar, al arrastrarse pulen y estrían la roca viva del fondo, al paso que se desgastan y estrían por una cara; el resultado son las morrenas de fondo. En el extremo de la lengua glaciar, donde comienza la fusión del hielo, todos los materiales arrastrados se depositan formando una pequeña colina en forma de arco llamada morrena frontal o morrena terminal. Agentes Biológicos: Los Animales: Ejercen escasa influencia en el ambiente terrestre, pero contribuyen sensiblemente a modificar el medio marino. En los fondos oceánicos existen grande depósitos de caparazones y otras estructuras protectoras de organismos planctónicos y bentónicos, creando fangos donde se forman rocas silíceas, colizas y fosfatos, entre otros. Igualmente los restos del plancton sepultados por millones de años, se transforma, por efecto de la presión y las altas temperaturas del interior de la Tierra, en el petróleo. En el medio terrestre son las lombrices de tierra las cuales mejoran la irrigación de los terrenos con sus galerías y abonan la tierra con sus desechos; también las colonias de aves ictiófagas (se alimentan de peces) y murciélagos producen grandes cantidades de guano, un fertilizante orgánico de gran calidad. Las Plantas: Son los principales agentes de cambios en el medio terrestre, desde los líquenes y hongos que contribuyen a la descomposición química de las rocas, hasta la producción del oxígeno atmosférico, vital para la subsistencia de todos los animales. Adicionalmente las raíces de los árboles y arbustos, profundizan las grietas en las rocas y al crecer actúan como cuñas capaces de romper hasta las rocas más resistentes. Al morir, y luego del proceso de descomposición, las plantas originan el hummus y la turba, los restos vegetales que permanecen enterrados por el tiempo suficiente y bajo condiciones extremas de presión y temperatura, dan origen al carbón, el lignito, la hulla y la antracita. Además ejercen un efecto protector, ya que donde prolifera la vida vegetal, el manto arbóreo y herbáceo constituyen una valiosa defensa contra la erosión, la sequía y la desertificación. El Hombre: La habilidad de los seres humanos para modificar su entorno le ha permitido colonizar prácticamente todo el planeta. Para instalarse confortablemente en la Tierra, el hombre ha realizado una gran labor; ha cambiado el curso de ríos, secado lagunas y pantanos, talado regiones boscosas, construido islas artificiales, ha eliminado microorganismos causantes de muchas enfermedades y exterminado animales que consideraba peligrosos; ha abatido selvas para sembrar trigales y represado cursos de aguas con grandes obras de ingeniería para suministrarla a ciudades, irrigar tierras y producir energía eléctrica. Sin embargo, estos mismos cambios han significado desajustes en el medio natural; hay sobre todo cinco factores que amenazan la existencia del hombre en la Tierra: la explosión demográfica, la industrialización despiadada; el agotamiento de las materias primas; la creciente falta de alimentos y la contaminación ambiental.