Juan Carlos Acevedo Valdivia. La rebeldía es una etapa en la adolescencia que se caracteriza por una actitud violenta y opuesta a los limites establecidos, y los enfrenta muchas veces a quienes no entienden con exactitud cual es la intención de esa postura... La personificación de los enemigos adolescentes es inevitable. Muchas veces los padres, los profesores, o personas de su entorno, ocupan el lugar de lo que los adolescentes toman como opuesto, en lugar de quienes defienden conductas, estructuras, ideas, valores, etc. Los adolescentes manifiestan ese desacuerdo, oposición, sublevación de distintas formas, murmurando, gritando, reclamando, y en su comportamiento hostil traducido en violencia física directa (hacia otras personas, las peleas son muy comunes entre los jóvenes) o destruyendo objetos como símbolo de su bronca y desencanto. Sin embargo estas actitudes rebeldes de los adolescentes pueden llegar a ser valiosas y positivas. Lo único que debemos buscar es que la manera en que la manifiesten sea con un ambiente de cordialidad y mucho tono humano. Es muy importante entonces, saber canalizar esta energía y aprovecharla para ayudar a que el joven se convenza de que su actitud no debe estar establecida por la broca hacia una idea, sino por una convicción propia. Según algunas publicaciones, existen cuatro tipos de rebeldías: la rebeldía regresiva que nace del miedo a actuar y se traduce en una conducta de encogimiento, de 1 Juan Carlos Acevedo Valdivia. reclusión en sí mismo, en el que el adolescente adopta una postura de protesta muda y pasiva contra todo. Un segundo tipo de rebeldía es la agresiva que, a diferencia de la anterior se expresa de forma violenta. Es propia del débil, de quien no pudiendo soportar las dificultades que se presentan en la vida diaria intenta aliviar su problema haciendo sufrir a los demás. Un tercer tipo de rebeldía consiste en ir contra las normas de la sociedad, bien por egoísmo y utilidad propia, bien por el simple placer de no observarlas. Es la rebeldía transgresiva. Las tres formas descritas son rebeldías negativas que tienen su origen en la inseguridad e inmadurez del adolescente. A diferencia de ellas, la rebeldía progresiva es el signo del que sabe comprender la realidad, pero no soporta las consecuencias de la injusticia, el que trata de mejorar las reglas y no transgredirlas. La falta de desarrollo cerebral puede causar la rebeldía adolescente Es la etapa de la vida en la que se ha dejado de ser niño pero todavía no se es adulto. La adolescencia es un periodo de transición en el que se experimentan cambios biológicos y psicológicos muy importantes a la vez que un alto nivel de incertidumbre. Muchos adolescentes presentan patrones de sueño alterados (se duermen a las 4:00 a.m. y se levantan a las 2:00 p.m.), inestabilidad 2 Juan Carlos Acevedo Valdivia. emocional (presentan, agresión, depresión y/o pasividad), cuestionan y desafían las reglas sociales involucrarse en conductas de y lingüísticas, además de alto riesgo sin evaluar las consecuencias. Pero, ¿qué sucede en su cerebro para que se comporten así? Actualmente sabemos que el cerebro humano no está totalmente formado en el momento del nacimiento. Se moldea y conecta a lo largo de la vida y el crecimiento más intenso se produce durante dos periodos: la infancia y la adolescencia. Los niños nacen con muchas más neuronas de las que el cerebro puede conservar y a través de un proceso conocido como poda neuronal, el cerebro pierde las conexiones neuronales menos utilizadas y forma enlaces en los circuitos sinápticos que han sido más utilizados. Las implicaciones de estos hallazgos son que las experiencias y actividades que realizamos durante este periodo pueden tener implicaciones en cómo queda conectado nuestro cerebro para toda la vida. En el cerebro, primero maduran las áreas posteriores. Éstas se encargan de recibir y procesar información sensorial, mientras que 3 Juan Carlos Acevedo Valdivia. la última parte del cerebro en desarrollarse es la corteza prefrontal. Esta región cerebral está encargada de planear y secuenciar conductas, y controlar e inhibir impulsos y emociones. La maduración cerebral termina después de los 20 años. Además de los cambios neuronales, el adolescente experimenta importantes transformaciones a nivel hormonal. Las hormonas tienen un efecto activador que va a modular no sólo el cuerpo, sino el funcionamiento cerebral. La testosterona, hormona masculina, interviene en la líbido sexual y se ha asociado con rasgos de agresión, competitividad y toma de riesgo. Otra línea de investigación ha señalado que algunas acciones, como caminar en el pretil de un puente de mucha altura o conducir un coche a gran velocidad, sobreestimulan sistemas dopaminérgicos del cerebro adolescente produciendo mucho más placer que en el cerebro de los adultos 4