EL CONOCIMIENTO DEL NIÑO DIRECCION DE HIGIENE Y ASISTENCIA MATERNO INFANTIL. Un primer requisito que debe poseer el médico que atiende niños es que sea médico actuante. que sea médico clínico. que sepa identificar y mantener el estado de salud y que tenga capacidad de reconocer y tratar un estado patológico; para conseguir una y otra cosas es imprescindible que pasea un conocimiento integral del material primordial de su trabajo. del organismo infantil en su unidad sícosomática. sin desconocer de donde víene ni ignorar a dónde va'. El niño. nuestro más maravilloso tesoro. será mucho más comprendido cuanto más se le estudie. El pediatra debe siempre saber y constantemente recordar que dentro de esa endeble miniatura que es el niño. existe una innúmera multitud de antecesores comprimida en una particular individualidad. que el organismo infantil inicia una vez más con su exterior, la consolidación de las más esenciales realizaciones del humano que vive en su propio elScenario todo Un múltiple conjunto de sucedidos dramáticos de su biología filogenética. El niño es a la vez prefacio y conclusión. principio y fin. El médico que atiendo niños nunca debe olvidar que su inicio vital no comenzó con su nacimiento al mundo externo. que su origen ontogénico se originó con la fecundación del óvulo que le dió vida; que su carrera vital prosiguió can la nidacíón del útero. que adelantó con la constitución del embrión; que se formalizó con la integración fetal, y que terminó su ciclo intra-uterino con su expuls.ón del claustro materno por mediación del momento catastrófico que constituyó su nacimiento; que en ese a la vez corto y trascendental ciclo antenataI. d ambiente del engendro estuvo constituído por el organismo materno. El médico pediatra' debe conocer lo fundamental y clínico de la embriología y de la fetología y de la etiología dominante de la pediatría prenatal: infecciones virales. deficiencias nutrícíonales, radiaciones actínicas. etc., etc. La herencia patógena y la anómala morfogénesis son factores NEUROSJQUTATRIA y SAI,un :MENTAL. de patología congénita que pueden persistir por toda la vida en su acción. Aun sin traumatismo máximo ni acción tóxica anestésica. al nacer el niño experimenta tan radicales cambios en sus condiciones de vida. que se ve forzado a poner en juego sus me canismos todos de adaptación. para equilibrar su endeble organismo a los múltiples estímulos alarmantes que ponen en peligro su existir. El conocimiento básico de las distintas fases en los procesos de adaptación debe de entrar dentro del bagaje cultural del médico de niños. El estudio fundamental de fa atención médica en las distintas edades de la niñez como son el de la nutrición en el lactante. el sicológico en el párvulo. la instrucción educativa del escolar. el problema sexual y la orientación vocacional del adolescente. deben de estar en constante preocupación en el médico que atíende niños. La intervención del médico. por su conveniente y necesario ascendiente sobre las familias y núcleos sociales. debe darle la oportunidad de comprender en sus perspectivas técnicas y sicológicas al pequeño humano y sentir como suyas las angustias de los padres. El médico de niños debe entender a los menores y comprender a los padres. Todo médico que atíende niños. en forma esporádica o exclusiva debe ser puericultor antes que pediatra; antes que terapeuta, higienista. y hombre antes que médico. El primer requisito para ser buen médico de niños es ser buen hombre y mejor mujer. El campo de acción del pediatra debe ser en consejo o en acción desde que la fecundación se realiza hasta que el humano. alcance su edad adulta y con dIo cierre su ciclo vital como vástago e inicie su vida fecunda de padre. Si la amplitud de su campo de acción es extensa. la variedad de 'su significativa intervención no es menor. 129 Dentro de una cultura consciente y responsable el niño requiere la atención del médico en condición de salud y en estado de enfermedad. Para poder cumplir con su alta encomienda, el médico necesita conocer al niño sano y saber de qué, cómo y porqué se enferma. , Tanto el concepto de salud como el estado patolóqíco deben referirse a la trilogía fundamental del niño; soma, siquis y ambiente social, Para cada uno de estos capítulos del cuidado del niño: cuerpo, espíritu y medio de vida, la actividad médica orientada 'a> su conocimiento y valorización, debe encauzarse en tres modalidades de acción, prevención, curación y educación. Actividades médicas somáticas.- Uno de los recursos más eficaces para prevenir los males somáticos o para favorecer una más favorable evolución cuando ya se adquirieron es el aseguramiento de una condición nutritiva óptima. El médico de niños debe conocer en teoría e identificar en la práctica los atributos de la eutrofia dclniño en todas sus edades y debe saber poner en juego los recursos para con-servarla cuando exista y para alcanzarla cuando no se tenga. El juicio estimativo de la condición de eutrofia o de la disgrofia infantiles encuentra firme y valioso apoyo en la comparación de los datos somatométricos con "las medias raciales de su edad y dentro de los límites de tolerancia establecidos. Siendo' como son el peso y la "estatura !.os datos básicos dimensionales que orientan la valorización de la condición nutritiva, deben ser de necesario conocimiento y de fácil recordación para todo médico que atiende niños. Es un hecho de conocimiento casi axiomático que el crecimiento somático mejora y la condición de energía se eleva cuando el niño recibe una alimentación "suficiente, completa y adecuada". Todo servicio de niños debe ser, en la República Mexicana antes que todo clínica de nutrición y en sus actividades debe tener primacía la cocina" sobre la botica. El conocimiento de los alimentos apropiados para el niño y su adecuado manejo, tanto en salud como en enfermedad, es de obligada exigencia para el médico de niños. Los males dominantes en nuestro medio por su incidencia y su gravedad son los de mala nutricióny los de naturaleza infecciosa. Los m:al!es infecciosos del humano se padecen en lá gran mayoría de los casos durante la edad infantil muchos adultos no los padecen porque, confiriendo inmunidad, ya los padecieron cuando niños. No pocos de los males infantiles' infecciosos que confíeren inmunidad, ,pueden y deben ser prevenibles por las vacunaciones activas. Saber cuales son esas, enfer130 medades, conocer el producto por emplear y las dosis, intervalos y vías de su aplicación; la edad óptima para su iniciación los accidentes de su aplicación, el registro de sus resultados, los plazos para su refuerzo y el esmero en asegurar para cada niño en !as familias v en las comunidades ínfantiles, lo posesión de su propio carnet inmunológico debiera ser, para el médico que atiende niños, una labor de higiene sanitaria de utilidad indiscutible: Las diarreas infecciosas de los niños, tan frecuentes y tan graves, reconocen como causa, sin lugar a dudas, principalmente, el tan difundido fecalismo individual y colectivo. En la prevención de esta verqüenza nacional el papel del médico de niños es tan trascendente como obligado. ' EL médico que atiende niños debe conocer la patología propia de los distintos períodos del humano na adulto, las modalidades de los cuadros clínicos en relación con sus edades, la evolución espontánea de sus males, su dietética y su medicación. La inquietud sanitari-a: y epidemiológica debe estar en su espíritu al conocer o atender toda enfermedad transmisible. En todos y cada uno de los momentos de su actividad, el médico clínico, el médico en acción, debe ser educador. Para el médico que atiende niños esta labor debe ser de ineludible cumplimiento y como siempre o casi siempre las relaciones profesionales entre el niño y el pediatra, se establecen a través de una mujer, ya sea la madre, abuela, hermana, tía, enfermera, educadora, maestra, trabajadora social, etc., el médico pediatra' debe poner su empeño todo y su resolución íntegra, para lograr obtener, acrecentar y mantener del binomio mujer-niño su confianza y su fe; debe graduar su actividad profesional en la forma y medida de lograr hacer del consultante un cliente, del cliente un amigo y del amigo un admirador. Para conseguir tales metas el pediatra debe saberse y dejarse impregnar del sentimentalismo de la mujer y también, por qué no; del candor y puerilidad del niño. El camino más corto y más fácil para Heqar al corazón de los padres es el camino de los hijos; un halago prudente, un elogio inteligente, "una exteriorización de discreto cariño o de admiración para el hijo, son susceptibles de despertar en la madre emoción grata y gratitud profunda y una mujer gratamente conmovida está muy cerca de ser convencida y es entonces, cuando ya ganadas la confianza" y la Ié, puede el médico Hen"ar, con fructífero resultado su papel de educador y de consejero. No olvidar que ,todo humano es susceptible al elogio y si es verdad que pocas madres tienen cultura pedíátrica, verdad es también "que toda madre, debe tener 'coraeón de mujer. SALUD PU~rTCA DE lVfEXTCO Mas conseguirá el pediatra de la madre y del niño con emulación y elogio, que can actitud represiva y acción punitiva. El .extrañamiento y el reproche. no deben hacerse prernaturamence para no experimentar el bochorno de escuchar expresiones como ésta: "hemos venido a que nos cure, no a que nos regañe". En un proceder así seguido no debe mostrarse diferencia con el encumbrado, adinerado, poderoso, influyente o culto y el humilde, el miserable, el inerme, el ignorante y torpe; será siempre más noble y humanitario usar de la bondad, dulzura y atención con el desvalido que con el poderoso y fuerte. No intentar comprar clientes con adulación, sojuzgamiento y humillación. El médico debe prestar mayor ayuda al pobre de inteligencia, al débil de espíritu, al insolvente de saber. ACTIVIDADES MEDICOSICOLOGICAS. El runo pequeño, pero especialmente el de edad pre-escolar, es de una plasticidad extremada al medio sicológico que lo rodea. Una gran multitud de impresiones emocionales capaces de convertirse más tarde en noxas, llegan al, hombre en su edad infantil y atendiendo el pediatra esta edad, está en una situación clave para anular, mantener o acrecentar su nefasta acción. Como lo dice con tanta razón Florencio Escardó, es el médico que atiende niños a quien está encomendada la misión de regular y encauzar las pristinas experiencias bío-socíales del niño o sea su primero y definitivo contacto con la orqanízacíón cultural básica que es la familia. Es el pediatra el que está destinado a asistir al conjunto bíosico-social que constituye el núcleo familiar y este se conviente, con frecuencia, en una entidad colectiva con patología propia, global y de la cual el niño no es apenas sino el "órgano de expresión". En razón de la inmadurez de su sistema neuro vegetativo, la patojoqía de la emoción adquiere en el niño expresiones peculiares; la patología convivenc'onal, por su dependencia de la estructura cultural, tíene también manifestaciones singulares y el encaminamiento del ser humano hacia una autonomía bío-socíal. de acuerdo con sus propias posibilidades biológicas y con una perfecta armonía interpersonal, han convertido a la pediatria en el primer eslabón, basal. de la medicina social. El médico que atiende niños debe imbuír en su espíritu hasta la convicción, le idea de la extraordínaria proyección social que su labor representa dentro del grupo familiar, en la prevención de la locura, de la delincuencia, de la criminalidad y particularmente de esa alteraNF.UR08TQUTATRTA Y SALUD :MF.NTAL. Clan de la convivencia que genéricamente se designa como neurosis y que es la causa de muchas angustias y de innúmeros dolores de la sociedad. . Los males somáticos infantiles, cualquiera que sea su localizacíón y grado, no son hechos de aislada existencia, sino sucesos de dífusaacción y de múltiples y solidarias repercusiones. La labor clínica pediátrica quedará trunca e incompleta si no la corona y remata el diagnóstico psicológico, si se queda ignorando la calidad de la persona que está en e1 enfermo. Si el pediatra tan solo se ocupara de las alteraciones físicas y dinámicas del cuerpo-máquina, quedaría relegada su labor a una despreciable actividad de veterinaria. El médico de n.fíos debe sentir siempre la inquietud de conocer la acción proporcional de los factores influencia que su sufrir actual o su gozar presente y las modificaciones de su ambiente sicológico van imprimiendo a sus expresiones de conducta. Un papel fundamental del médico que atíende niños es el educar a los padres y demás integrantes del núcleo famílíar sobre la mejor forma de guiar y conducir a los niños en la adquisición de hábitos laudables. Los padres deben llegar a tener un claro concepto del desenvolvimiento del hijo que les permita tener una correcta perspectiva de los diarios problemas que la niñez y la juventud van presentando. La clínica pediátríca integral debe hundir sus raíces en la investigación y proyectar su ramaje en la acción social. El niño debe vivir y desenvolver su espíritu en el seno de una familia y al calor de un hogar. Debe ser en la tibieza acariciadora del hogar familiar donde los niños deben encontrar. en totalidad. los medios propicios para su normal evolución orgánica y espiritual. No existe institución más apropiada ni más completa para la educación del menor que un hogar debidamente organizado, legal y espiritualmente constituido. can respaldo económico suficiente. en el que la higiene y la moral sean atributos permanentes y donde el niño encuentre el cariño consciente, la protección razonada, el estímulo constante de una madre preparada y comprensiva. La mejor forma de velar por la salud, educación y el bienestar del niño es la de fortalecer y mantener incólume la integridad familiar y la de realizar la preparación de cada uno de los integrantes del núcleo familiar en la responsabilidad que les compete. El médico que atiende niños debe laborar con empeño constante y entusiasmo creciente, con todo padre actual o. potencial. hasta hacerlo saber, reconocer y aceptar que su respon131 sabílídad maxirna estriba en dar a sus hijos salud somática, sustento económico y educación adecuada. El médico sicólogo nunca debe cerrar los ojos a las miserias y angustias de nuestro pueblo pobre; debe huir de todo hermetismo y enrarecimiento espirituales y abrir plenamente su cerebro y corazón a los males de su cuerpo y a las penas de su alma. ACTIVIDADES MEDICO SOCIALES. Entre el organismo humano y el medio ambiente se establece en un fluir y refluir constante, series ininterrumpidas de acciones y de reacciones de estímulos y de respuestas. La biología social representa una influencia decisiva sobre lél' célula social. la familia, y ésta a su vez, cuando existe, sobre cada uno de los factores que se integran, En toda esta interferencia de acciones es siempre el niño el ser más seHsibl@ 1 a accjÓn nefasta, de la biología social sobre el niño alcanza su máximo cuando para el pequeño no existe la acción amortiquadore de la familia y carece de fuerzas inhibitorias que limen, moderen o limiten al desorbitado desbordar de sus impulsos instintivos, Existe una íntercorrelacíón evidente entre lo social y lo médico y esta acción recíproca se realiza y cumple en sus dos modalidades: favorable y desfavorable, yendo del ambiente social al médico higienista y de éste a la esfera social. Es frecuente que se constituya así, para mal de ambos, el más temible y poderoso 132 de los círculos viciosos: el médico social, No pocas causas de males somáticos, sicológicos o mixtos radican. no en el niño, ni siquiera en la familia sino en el conglomerado social: insalubridad, miseria, incultura, vicio. deshonestidad, maldad, etc, Si el pediatra, por la naturaleza misma de sus actividades, tiene que adentrarse en la intimidad misma del núcleo familiar y éste constituye la unidad social por excelencia, el conocimiento de los problemas sociales colectivos, sería un amplificador de su panorama de acción y 'una mejor guía en su labor preventiva y terapéutica, Toda persona interiorizada de la verdad de esas afirmaciones, pero muy partícularmenta el médico que atiende niños y disfrute de prestigioso ascendiente sobre los padres del pequeño. debe empeñarse en un esfuerzo sostenido y constantemente renovado para conseguir hacer del macho un hombre; del hombre un padre y del padre un caballero; de la hembra una mujer, de la mujer una madre y de la madre una dama. Muy lejos de creer que esta elevada meta de la labor médico-social del pediatra se logre alcanzar ni en la plenitud del escalonamiento ni menos en la integridad de sus propósitos, ello no importa. señalémosla como ideal de la aspiración. trabajando con estusíasmo y empeño en darle cima y si con todo ello es muy a pesar nuestro. muy poco lo que 10qrarnos, sintámonos satisfechos. que para una labor de tan altos objetivos. el mérito no sólo estriba en el ¡triunfo. sino también en el esfuerzo y en la intención. SALVIl Pum,TCA DE l\IEXICO