EL CONOCIMIENTO DEL NIÑO - Salud Pública de México

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EL CONOCIMIENTO DEL NIÑO
DIRECCION DE HIGIENE Y ASISTENCIA MATERNO INFANTIL.
Un primer requisito que debe poseer el médico que atiende niños es que sea médico actuante. que sea médico clínico. que sepa identificar y mantener el estado de salud y que
tenga capacidad de reconocer y tratar un estado patológico; para conseguir una y otra cosas es imprescindible que pasea un conocimiento integral del material primordial de su trabajo. del organismo infantil en su unidad sícosomática. sin desconocer de donde víene ni ignorar a dónde va'.
El niño. nuestro más maravilloso tesoro. será mucho más comprendido cuanto más se le
estudie.
El pediatra
debe siempre saber y
constantemente recordar que dentro de esa endeble miniatura que es el niño. existe una innúmera multitud de antecesores comprimida
en una particular individualidad. que el organismo infantil inicia una vez más con su exterior, la consolidación
de las más esenciales
realizaciones del humano que vive en su propio elScenario todo Un múltiple conjunto de sucedidos dramáticos de su biología filogenética.
El niño es a la vez prefacio y conclusión. principio y fin. El médico que atiendo niños nunca debe olvidar que su inicio vital no comenzó
con su nacimiento al mundo externo. que su
origen ontogénico se originó con la fecundación del óvulo que le dió vida; que su carrera
vital prosiguió can la nidacíón del útero. que
adelantó con la constitución del embrión; que
se formalizó con la integración fetal, y que terminó su ciclo intra-uterino con su expuls.ón del
claustro materno por mediación del momento
catastrófico que constituyó su nacimiento; que
en ese a la vez corto y trascendental ciclo antenataI. d ambiente del engendro estuvo constituído por el organismo materno. El médico
pediatra' debe conocer lo fundamental y clínico
de la embriología y de la fetología y de la etiología dominante de la pediatría prenatal:
infecciones virales. deficiencias nutrícíonales, radiaciones actínicas. etc., etc. La herencia patógena y la anómala morfogénesis son factores
NEUROSJQUTATRIA y
SAI,un
:MENTAL.
de patología congénita
que pueden persistir
por toda la vida en su acción.
Aun sin traumatismo máximo ni acción tóxica anestésica. al nacer el niño experimenta
tan radicales cambios en sus condiciones de vida. que se ve forzado a poner en juego sus me
canismos todos de adaptación. para equilibrar
su endeble organismo a los múltiples estímulos
alarmantes que ponen en peligro su existir.
El conocimiento básico de las distintas fases en los procesos de adaptación debe de entrar dentro del bagaje cultural del médico de
niños.
El estudio fundamental de fa atención médica en las distintas edades de la niñez como
son el de la nutrición en el lactante. el sicológico en el párvulo. la instrucción educativa del
escolar. el problema sexual y la orientación
vocacional del adolescente. deben de estar en
constante preocupación en el médico que atíende niños.
La intervención del médico. por su conveniente y necesario ascendiente sobre las familias y núcleos sociales. debe darle la oportunidad de comprender en sus perspectivas técnicas
y sicológicas al pequeño humano y sentir como suyas las angustias de los padres. El médico de niños debe entender a los menores y
comprender a los padres.
Todo médico que atíende niños. en forma
esporádica o exclusiva debe ser puericultor antes que pediatra; antes que terapeuta, higienista. y hombre antes que médico.
El primer requisito para ser buen médico
de niños es ser buen hombre y mejor mujer.
El campo de acción del pediatra debe ser
en consejo o en acción desde que la fecundación se realiza hasta que el humano. alcance su
edad adulta y con dIo cierre su ciclo vital como vástago e inicie su vida fecunda de padre.
Si la amplitud de su campo de acción es
extensa. la variedad de 'su significativa intervención no es menor.
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Dentro de una cultura consciente y responsable el niño requiere la atención del médico en
condición de salud y en estado de enfermedad.
Para poder cumplir con su alta encomienda, el médico necesita conocer al niño sano y
saber de qué, cómo y porqué se enferma.
, Tanto el concepto de salud como el estado
patolóqíco deben referirse a la trilogía fundamental del niño; soma, siquis y ambiente social, Para cada uno de estos capítulos del
cuidado del niño: cuerpo, espíritu y medio de
vida, la actividad médica orientada 'a> su conocimiento y valorización,
debe encauzarse
en
tres modalidades
de acción, prevención, curación y educación.
Actividades
médicas somáticas.- Uno de
los recursos más eficaces para prevenir los males somáticos o para favorecer una más favorable evolución cuando ya se adquirieron es el
aseguramiento
de una condición nutritiva óptima. El médico de niños debe conocer en teoría e identificar en la práctica los atributos de
la eutrofia dclniño
en todas sus edades y debe saber poner en juego los recursos para con-servarla cuando exista y para alcanzarla cuando no se tenga.
El juicio estimativo de la condición de eutrofia o de la disgrofia infantiles encuentra firme y valioso apoyo en la comparación
de los
datos somatométricos
con "las medias raciales
de su edad y dentro de los límites de tolerancia establecidos.
Siendo' como son el peso y
la "estatura !.os datos básicos
dimensionales
que orientan la valorización de la condición nutritiva, deben ser de necesario conocimiento y
de fácil recordación
para todo médico que
atiende niños.
Es un hecho de conocimiento casi axiomático que el crecimiento somático mejora y la
condición de energía se eleva cuando el niño
recibe una alimentación
"suficiente,
completa
y adecuada".
Todo servicio de niños debe ser, en la República Mexicana
antes que todo clínica de
nutrición y en sus actividades debe tener primacía la cocina" sobre la botica.
El conocimiento
de los alimentos apropiados para el niño y su adecuado manejo, tanto
en salud como en enfermedad, es de obligada
exigencia para el médico de niños.
Los males dominantes en nuestro medio por
su incidencia y su gravedad son los de mala
nutricióny
los de naturaleza infecciosa. Los
m:al!es infecciosos del humano se padecen en
lá gran mayoría de los casos durante la edad
infantil muchos adultos no los padecen porque, confiriendo inmunidad, ya los padecieron
cuando niños. No pocos de los males infantiles' infecciosos que confíeren inmunidad, ,pueden y deben ser prevenibles por las vacunaciones activas.
Saber cuales son esas, enfer130
medades, conocer el producto por emplear y
las dosis, intervalos y vías de su aplicación;
la edad óptima para su iniciación los accidentes de su aplicación, el registro de sus resultados, los plazos para su refuerzo y el esmero
en asegurar para cada niño en !as familias v
en las comunidades
ínfantiles, lo posesión de
su propio carnet inmunológico debiera ser, para el médico que atiende niños, una labor de
higiene sanitaria de utilidad indiscutible:
Las diarreas infecciosas de los niños, tan
frecuentes y tan graves, reconocen como causa, sin lugar a dudas, principalmente,
el tan
difundido fecalismo individual y colectivo. En
la prevención
de esta verqüenza
nacional el
papel del médico de niños es tan trascendente
como obligado. '
EL médico que atiende niños debe conocer
la patología propia de los distintos períodos
del humano na adulto, las modalidades de los
cuadros
clínicos en relación con sus edades,
la evolución espontánea de sus males, su dietética y su medicación.
La inquietud sanitari-a: y epidemiológica debe estar en su espíritu
al conocer o atender toda enfermedad
transmisible.
En todos y cada uno de los momentos de
su actividad, el médico clínico, el médico en
acción, debe ser educador. Para el médico que
atiende niños esta labor debe ser de ineludible cumplimiento y como siempre o casi siempre las relaciones profesionales
entre el niño
y el pediatra,
se establecen a través de una
mujer, ya sea la madre, abuela, hermana, tía,
enfermera, educadora, maestra, trabajadora
social, etc., el médico pediatra' debe poner su
empeño todo y su resolución
íntegra, para lograr obtener, acrecentar y mantener del binomio mujer-niño su confianza y su fe; debe graduar su actividad profesional en la forma y
medida de lograr hacer del consultante
un
cliente, del cliente un amigo y del amigo un
admirador.
Para conseguir tales metas el pediatra debe saberse y dejarse impregnar del
sentimentalismo
de la mujer y también, por qué
no; del candor y puerilidad del niño.
El camino más corto y más fácil para Heqar al corazón de los padres es el camino de
los hijos; un halago prudente, un elogio inteligente, "una exteriorización
de discreto cariño
o de admiración para el hijo, son susceptibles de
despertar en la madre emoción grata y gratitud
profunda y una mujer gratamente
conmovida
está muy cerca de ser convencida y es entonces, cuando ya ganadas la confianza" y la Ié,
puede el médico Hen"ar, con fructífero resultado su papel de educador y de consejero. No olvidar que ,todo humano es susceptible al elogio
y si es verdad que pocas madres tienen cultura
pedíátrica,
verdad es también "que toda madre, debe tener 'coraeón de mujer.
SALUD
PU~rTCA
DE lVfEXTCO
Mas conseguirá el pediatra de la madre y
del niño con emulación y elogio, que can actitud represiva y acción punitiva.
El .extrañamiento y el reproche. no deben hacerse prernaturamence para no experimentar
el bochorno
de escuchar expresiones como ésta: "hemos venido a que nos cure, no a que nos regañe". En
un proceder así seguido no debe mostrarse diferencia con el encumbrado,
adinerado, poderoso, influyente o culto y el humilde, el miserable, el inerme, el ignorante y torpe; será siempre más noble y humanitario usar de la bondad,
dulzura y atención con el desvalido que con
el poderoso y fuerte. No intentar comprar clientes con adulación, sojuzgamiento y humillación.
El médico debe prestar mayor ayuda al pobre
de inteligencia, al débil de espíritu, al insolvente de saber.
ACTIVIDADES
MEDICOSICOLOGICAS.
El runo pequeño, pero especialmente el de
edad pre-escolar,
es de una plasticidad
extremada al medio sicológico que lo rodea.
Una gran multitud de impresiones emocionales capaces de convertirse más tarde en noxas,
llegan al, hombre en su edad infantil y atendiendo el pediatra esta edad, está en una situación clave para anular, mantener o acrecentar su nefasta acción. Como lo dice con tanta
razón Florencio Escardó,
es el médico que
atiende niños a quien está encomendada
la misión de regular y encauzar las pristinas experiencias bío-socíales del niño o sea su primero
y definitivo contacto con la orqanízacíón
cultural básica que es la familia. Es el pediatra el
que está destinado a asistir al conjunto bíosico-social que constituye
el núcleo familiar
y este se conviente, con frecuencia, en una entidad colectiva con patología propia, global y
de la cual el niño no es apenas sino el "órgano
de expresión".
En razón de la inmadurez de su sistema
neuro vegetativo, la patojoqía de la emoción
adquiere en el niño expresiones peculiares; la
patología convivenc'onal,
por su dependencia
de la estructura cultural, tíene también manifestaciones singulares y el encaminamiento
del
ser humano hacia una autonomía bío-socíal. de
acuerdo con sus propias posibilidades biológicas y con una perfecta armonía interpersonal,
han convertido a la pediatria en el primer eslabón, basal. de la medicina social.
El médico que atiende niños debe imbuír
en su espíritu hasta la convicción, le idea de la
extraordínaria
proyección social que su labor
representa dentro del grupo familiar, en la prevención de la locura, de la delincuencia, de la
criminalidad y particularmente
de esa alteraNF.UR08TQUTATRTA
Y
SALUD
:MF.NTAL.
Clan de la convivencia que genéricamente
se
designa como neurosis y que es la causa de muchas angustias y de innúmeros dolores de la
sociedad.
. Los males somáticos infantiles, cualquiera
que sea su localizacíón y grado, no son hechos
de aislada existencia, sino sucesos de dífusaacción y de múltiples y solidarias repercusiones.
La labor clínica pediátrica
quedará trunca e
incompleta si no la corona y remata el diagnóstico psicológico, si se queda ignorando la
calidad de la persona que está en e1 enfermo.
Si el pediatra tan solo se ocupara de las alteraciones físicas y dinámicas del cuerpo-máquina, quedaría relegada su labor a una despreciable actividad de veterinaria.
El médico de
n.fíos debe sentir siempre la inquietud de conocer la acción proporcional de los factores influencia que su sufrir actual o su gozar presente y las modificaciones
de su ambiente sicológico van imprimiendo a sus expresiones de
conducta.
Un papel fundamental del médico que atíende niños es el educar a los padres y demás integrantes
del núcleo famílíar sobre la mejor
forma de guiar y conducir a los niños en la
adquisición de hábitos laudables. Los padres
deben llegar a tener un claro concepto del
desenvolvimiento
del hijo que les permita tener una correcta perspectiva de los diarios problemas que la niñez y la juventud van presentando.
La clínica pediátríca integral debe hundir
sus raíces en la investigación
y proyectar su
ramaje en la acción social.
El niño debe vivir y desenvolver su espíritu en el seno de una familia y al calor de un
hogar.
Debe ser en la tibieza acariciadora del hogar familiar donde los niños deben encontrar.
en totalidad. los medios propicios para su normal evolución orgánica y espiritual. No existe
institución más apropiada ni más completa para la educación
del menor que un hogar debidamente organizado,
legal y espiritualmente
constituido. can respaldo económico suficiente.
en el que la higiene y la moral sean atributos
permanentes y donde el niño encuentre el cariño consciente, la protección razonada, el estímulo constante
de una madre preparada
y
comprensiva.
La mejor forma de velar por la salud, educación y el bienestar del niño es la de fortalecer y mantener incólume la integridad
familiar y la de realizar la preparación de cada
uno de los integrantes
del núcleo familiar en
la responsabilidad
que les compete.
El médico que atiende niños debe laborar
con empeño constante y entusiasmo creciente,
con todo padre actual o. potencial. hasta hacerlo saber, reconocer y aceptar que su respon131
sabílídad maxirna estriba en dar a sus hijos
salud somática, sustento económico y educación
adecuada.
El médico sicólogo nunca
debe cerrar
los ojos a las miserias y angustias de nuestro
pueblo pobre; debe huir de todo hermetismo y
enrarecimiento espirituales y abrir plenamente
su cerebro y corazón a los males de su cuerpo
y a las penas de su alma.
ACTIVIDADES
MEDICO
SOCIALES.
Entre el organismo humano y el medio ambiente se establece en un fluir y refluir constante, series ininterrumpidas
de acciones y de
reacciones de estímulos y de respuestas.
La biología social representa una influencia
decisiva sobre lél' célula social. la familia, y
ésta a su vez, cuando existe, sobre cada uno
de los factores que se integran, En toda esta
interferencia de acciones es siempre el niño el
ser más seHsibl@ 1 a accjÓn nefasta, de la biología social sobre el niño alcanza su máximo
cuando para el pequeño no existe la acción
amortiquadore de la familia y carece de fuerzas inhibitorias que limen, moderen o limiten
al desorbitado desbordar de sus impulsos instintivos,
Existe una íntercorrelacíón
evidente entre
lo social y lo médico y esta acción recíproca
se realiza y cumple en sus dos modalidades:
favorable y desfavorable, yendo del ambiente
social al médico higienista y de éste a la esfera social. Es frecuente que se constituya así,
para mal de ambos, el más temible y poderoso
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de los círculos viciosos: el médico social,
No pocas causas de males somáticos, sicológicos o mixtos radican. no en el niño, ni
siquiera en la familia sino en el conglomerado
social: insalubridad,
miseria, incultura,
vicio.
deshonestidad,
maldad, etc,
Si el pediatra, por la naturaleza misma de
sus actividades, tiene que adentrarse en la intimidad misma del núcleo familiar y éste constituye la unidad social por excelencia, el conocimiento de los problemas sociales colectivos, sería un amplificador de su panorama de
acción y 'una mejor guía en su labor preventiva y terapéutica,
Toda persona interiorizada de la verdad de
esas afirmaciones, pero muy partícularmenta el
médico que atiende niños y disfrute de prestigioso ascendiente sobre los padres del pequeño. debe empeñarse en un esfuerzo sostenido
y constantemente
renovado para conseguir hacer del macho un hombre; del hombre un padre y del padre un caballero; de la hembra una
mujer, de la mujer una madre y de la madre
una dama.
Muy lejos de creer que esta elevada meta
de la labor médico-social del pediatra se logre alcanzar ni en la plenitud del escalonamiento ni menos en la integridad de sus propósitos, ello no importa. señalémosla
como
ideal de la aspiración. trabajando con estusíasmo y empeño en darle cima y si con todo ello
es muy a pesar nuestro. muy poco lo que 10qrarnos, sintámonos satisfechos. que para una
labor de tan altos objetivos. el mérito no sólo
estriba en el ¡triunfo. sino también en el esfuerzo y en la intención.
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