U4-T4: La sociedad de la segunda mitad del siglo XIX

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U4-T4: La sociedad de la segunda mitad del siglo XIX
Las tres velas, de Joaquín Sorolla.
Archivo de wikimedia commons bajo licencia Creative Commons.
Ya hemos visto los problemas con los que España va acometiendo su configuración como sociedad contemporánea: a
diferencia de otros países de la Europa occidental, los intentos por configurar un Estado democrático y una economía
industrial no llegan a triunfar a finales del siglo XIX.
En el apartado social, los cambios tampoco son completos. Hay elementos que atisban ya el cambio hacia una sociedad
genuinamente contemporánea: crecimiento de las ciudades, nuevas fórmulas pedagógicas como la Institución Libre de
Enseñanza, aparición de científicos de renombre como Ramón y Cajal, aumento de la visibilidad de la mujer. Pero junto a
ello, conviven en España elementos propios de uno de los países más atrasados de la Europa occidental: pobreza que
obliga a emigrar, altas tasas de mortalidad, analfabetismo...
En este tema te iremos mostrando las dos caras de la realidad social de la España de finales del siglo XIX; las luces y las
sombras de una sociedad que camina titubeante hacia la modernidad.
1. En busca de una nueva vida
A finales del siglo XIX, España sigue siendo uno de los países más pobres y con peores condiciones de vida de Europa.
La situación es especialmente terrible en el campo, donde se vive en condiciones prácticamente infrahumanas. Al igual que
sucedió en otros países europeos desde finales del siglo XVIII, los campesinos se verán obligados a emigrar. Muchos lo
harán a las grandes ciudades, donde sus condiciones no mejoran en exceso; otros se verán obligados a marcharse fuera
de España, preferentemente a América.
Te mostramos de nuevo un vídeo que has visto en la unidad anterior al estudiar el anarquismo. Al volverlo a ver puedes
comprobar de nuevo como eran las condiciones de vida para gran parte de la pobalción española.
1.1. La emigración a las ciudades
COMIENZA EL ÉXODO RURAL
Ya hemos visto que la vida en el campo era extremadamente dura, por lo que se
hacía necesario buscar nuevos horizontes. Mucha gente emigró a América, pero
otros, sobre todo campesinos del sur de España, se marcharon a las ciudades.
Y es que, a finales del siglo XIX asistimos a un cambio importante en las
pautas migratorias. Durante décadas anteriores las emigraciones a las ciudades
se habían producido desde las comarcas cercanas; sin embargo, a finales de siglo
XIX comienzan a producirse ya movimientos migratorios desde regiones
alejadas. El itinerario siempre suele ser siempre el mismo: la población sale de las
zonas agrícolas del sur de España para instalarse en la capital, Madrid, o en
los centros industriales de Cataluña y el País Vasco o, entre las mujeres, a
trabajar como doncellas (sirvientas, "ponerse a servir") en las casas de las clases
altas de las ciudades.
Puerto de Cádiz a finales del siglo XIX. Archivo de
wikimedia commons bajo licencia CC.
Ya has visto cómo eran estas condiciones de vida, ahora también te ofrecemos
datos de cómo aumentó la población de las ciudades en estos años. En algunos
casos, estos datos hacen también referencia al siglo XX, pero es importante que
los veas ahora puesto que las tendencias que se señalan comenzaron en las
décadas finales del siglo XIX.
¿Hacia qué zonas de España se dirigió la emigración?
Hacia Canarias y Baleares.
Hacia las zonas costeras.
Hacia Cataluña, País Vasco y Madrid.
¿Qué factores permitieron el aumento de la población española en la segunda mitad del siglo XIX?
La ausencia de guerras y el aumento de la riqueza del país.
El aumento de la natalidad y un ligero descenso de la mortalidad.
La estabilidad política del país.
Reflexiona sobre el movimiento de población entre el campo y la ciudad que se produce en España desde finales
del siglo XIX.
Como has visto, la mayoría de la población campesina acudía a las ciudades en busca de una vida mejor. Sin
embargo, las condiciones de vida para ellos seguirán siendo terribles. Aquí te dejamos dos testimonios. Son un
poco anteriores a la época que estamos viendo, pero por desgracia las condiciones siguieron siendo similares
durante todo el siglo:
[...] He aquí la causa del ahilamiento y de la debilidad de algunos desgraciados tejedores, a quienes la necesidad
obliga a pasar catorce y más horas diarias unidos a un telar, manteniendo el cuerpo en constante corvadura,
siendo su pecho sin cesar conmovido por el bracear de la lanzadera, y las percusiones del balancín contra cada
uno de los hilos de la trama; he aquí la causa de esa enfermedad, que comenzando por una tos cada vez más
fuerte y más difícil, llega a tener todas las apariencias de una tisis pulmonar (...) una enfermedad cruel, cuyas
víctimas van a morir en los hospitales en la flor de la edad; porque, como esta operación no exige fuerzas
musculares, se encarga a las mujeres y a los jóvenes de pocos años.
J. Salarich. Higiene del tejedor (1858)
Si la mortandad de las clases pobres es en todas partes tan excesiva, si en las grandes poblaciones industriales
excede mucho a la de las agrícolas, más creo yo se debe a las malas condiciones higiénicas de sus viviendas
que a ninguna de las restantes causas de insalubridad. Todo el mundo conoce la precipitación con que las casas
se edifican, sobre todo en Madrid; nadie ignora que se emplean malos materiales para invertir el menor capital
posible y que, ávidos los propietarios de un interés crecido, aprovechan el terreno construyendo habitaciones
para muchas familias donde apenas hay espacio para una sola [...]
F. Méndez Álvaro. Consideraciones sobre la higiene pública y mejoras que reclama en España una higiene
municipal (1853).
Una vez leídos estos dos textos, trata de responder a las siguientes preguntas:
a) Expón en unas cuantas líneas cómo era la situación de los trabajadores en las grandes ciudades.
b) Razona por qué emigraba la gente a la ciudad pese a este panorama tan negativo que les esperaba allí.
En la segunda mitad del siglo XIX asistiremos a un importante aumento de la población española. En esta época
comenzará una significativa emigración de población desde las zonas agrícolas del sur a Madrid y los centros
industriales de Cataluña y País Vasco.
La población huye de las penosas condiciones del campo y busca una vida mejor; sin embargo, la vida que se van
a encontrar en las ciudades será también muy dura y miserable.
1.2. Una oportunidad en América
Durante la primera mitad del siglo XIX, la emigración a América estuvo
prohibida, con excepción de la que se hace a aquellos enclaves que aún
pertenecen a España (Cuba y Puerto). A partir de 1853, se permitirá la
emigración exterior.
Ello, unido al aumento de la población en España y la escasez de recursos en
muchas zonas, empujará a muchos jóvenes a salir fuera de España.
En la segunda mitad del siglo XIX, el destino preferido de los emigrantes
españoles será América. La afinidad cultural e idiomática con América Latina y
la necesidad de mano de obra que tienen estos países serán los principales
reclamos para la emigración española. En muchos casos, el hecho de tener
parientes en América también será un factor que empuje a los emigrantes.
Postal en la que aparece el navío Les Andes, que llevó
a miles de emigrantes europeos a América durante el
siglo XIX.
Archivo proveniente de la página web Cosas de
Andalucía.
Entre 1860 y 1900 emigraron a América más de 1.200.000 españoles. El perfil
de estos emigrantes solía ser el de hombres solteros que provienen de zonas
como Galicia, Asturias o Canarias. Galicia envió más de 500.000 emigrantes,
mientras que Canarias mostró las tasas de emigración más elevadas. La mayor
parte de emigrantes españoles se concentró en Cuba, Argentina, Brasil y
México; en cualquier caso, hubo una concentración regional de emigrantes:
muchos gallegos viajaron a Argentina, mientras que los canarios, por ejemplo,
se concentraron en Venezuela.
La mayor parte de la emigración exterior española se dirigió a América. Sin embargo, también hubo otras zonas de
destino para los emigrantes españoles como el norte de África. Por extraño que nos pueda parecer en la
actualidad (cuando normalmente el camino es a la inversa), a finales del siglo XIX miles de españoles se dirigieron
a la zona septentrional del continente africano. Estos emigrantes provenían mayoritariamente de la costa
mediterránea: Alicante, Murcia, Almería e incluso Baleares. Se instalaron en países como Argelia, donde en el año
1900 vivían más de 150.000 españoles.
Al contrario de lo que ocurrirá en los años 50 y 60 del siglo XX, la emigración española a Europa será bastante
escasa durante el siglo XIX. En un país vecino como Francia, la presencia española será bastante menor a la que
hay en América o incluso en países africanos como Argelia.
¿De qué región de España partió la mayoría de población que emigró a América?
Galicia
Cataluña
Andalucía
¿Hacia qué países emigraron mayoritariamente los españoles durante el siglo XIX?
Cuba y Argentina
México y Estados Unidos
Brasil y Bolivia
Queremos que veas el siguiente vídeo y, a partir de él y de los contenidos que has leído, hagas una reflexión sobre
las condiciones de los emigrantes españoles a América.También sería interesante que comparases esas
condiciones con las que sufren en la actualidad los inmigrantes que llegan a nuestro país.
La emigración de gallegos a América y, especialmente, a Argentina fue tan masiva desde mediados del siglo XIX
que en este país y en otros de América Latina se llama "gallegos" a todos los españoles.
Durante la segunda mitad del siglo XIX se produjo una emigración elevada de españoles a América; en
concreto, emigraron más de 1.300.000 personas, en su mayoría jóvenes solteros.
Las mayores cuotas de emigración se dieron sobre todo en Galicia y, en menor media, Asturias o Canarias.
Los destinos mayoritarios de los emigrantes españoles fueron Cuba, Argentina, Brasil y México.
Además de América hubo movimientos migratorios de menor tamaño al norte de África (Argelia, sobre todo) y
países europeos como Francia.
2. La nueva cultura burguesa
"Correspondencia entre la estación y un abonado". Imagen de El
Bibliomata en Flickr bajo licencia C.C
La segunda mitad del siglo XIX fue en todo el mundo un momento de constantes cambios a todos los niveles: político,
económico, social... Y en esta situación de cambio la cultura no podía ser menos. En España concretamente, si en
cuestiones políticas, económicas y sociales es una época convulsa, en cultura también lo va a ser.
Este apartado lo vamos a dedicar expresamente a ello, a la cultura en su sentido más global, desde el arte a la
educación pasando por la prensa y los nuevos inventos. Es curioso, pero de nuevo una época de crisis política y
económica se ve complementada por un movimiento cultural intenso y de enorme calidad. Ahí está la generación del 98,
por ejemplo, para demostrarlo.
Este vídeo resume a la perfección por dónde se va moviendo la sociedad burguesa de finales del siglo XIX en nuestro
país. Obsérvalo bien porque la autoevaluación tendrá preguntas relacionadas con él.
Artehistori: La vida social a finales del XIX - youtube
El afán por difundir la cultura, propio del siglo XIX, llega también a España. Un ejemplo de esto serán las
exposiciones universales, como la que se celebra en Barcelona en 1888. Si quieres saber un poco más visita este
enlace de la wikipedia.
Lee las siguientes afirmaciones y señala si son verdaderas o falsas.
La clase social más importante en España sigue siendo la nobleza terrateniente
Verdadero
Falso
Las ciudades comenzaron a introducir mejoras que las hicieron más habitables.
Verdadero
Falso
Las clases medias van a encontrar nuevos centros de ocio y diversión en torno a los cafés y las tertulias.
Verdadero
Falso
La ópera era un espectáculo destinado a las clases más pobres de las ciuades.
Verdadero
Falso
Es propio de estos momentos la realización de Exposiciones Universales en donde mostrar los avances del
momento.
Verdadero
Falso
2.1. Ateneos. La nueva prensa
Los Ateneos.
Si durante al siglo XVIII y parte del siglo XIX habíamos visto que el centro de
concentración y difusión de la cultura eran las Sociedades Económicas de Amigos
del País a partir de la segunda mitad del siglo XIX y especialmente a partir del
Sexenio Democrático, este centro estará en manos de los Ateneos.
Los ateneos eran centros culturales que se instalaron en muchas localidades de
nuestro país (en algunas aún existe, aunque ya no son ese referente cultural) que
comenzaron siendo centro de tertulia y debate y acabaron convirtiéndose en
núcleos desde los que se difundían ideas, literatura y avances científicos.
Podemos decir que se convirtieron, por momentos, en la vanguardia cultural de
nuestro país.
Como centros culturales que eran, los ateneos también se convirtieron en lugares
de debate político y, por lo tanto, de oposición. La llegada del Sexenio
Democrático permitió la multiplicación del número de estos ateneos que pasaron de
poco más de 30 a principios de la década de los 60 a más de 100 veinte años
después.
Fachada del Ateneo de Madrid. Archivo de
Wikimedia Commons bajo licencia C.C
Los Ateneos siguen estando vigentes hoy en día.
En Sevilla, por ejemplo, el Ateneo, que se fundó en el año 1887 y que hasta la República fue el referente cultural de
la ciudad, es el encargado de organizar desde el año 1918 la Cabalgata de los Reyes Magos.
No es ésta la única función que tiene el Ateneo en la actualidad: conciertos, ciclos de cine, exposiciones artísticas o
presentaciones de libros son algunas de las actividades que desarrollan hoy día.
Cabalgata de 1919. Imagen tomada de
www.ateneodesevilla.org
La nueva prensa.
El origen de la prensa en nuestro país se sitúa normalmente a mediados del siglo XVII. Desde ahí hasta 200 años
después, la prensa se caracterizará por estar bajo el control del poder político.
Pero a partir del Sexenio Democrático comienza a aparecer lo que se denominará "La nueva prensa". Esta "nueva
prensa" tiene como característica fundamental que ya no es una prensa de opinión ligada al poder político (Estado o
partido), sino que comienza a ser una prensa de información, una prensa en la que lo que prime sea la actualidad,
aunque, evidentemente, la ideología de cada diario esté presente.
La nueva prensa comienza a tener un claro cariz empresario, lo que supone que comienza a primar su rentabilidad
económica. Para ello era imprescindible hacer contenidos más atractivos y cercanos, con ello, aumentar la tirada y una
vez que la tirada se ha hecho importante, comenzar con la publicidad como medio de financiación. Efectivamente estamos
ante una nueva prensa. Se han marcado unas líneas que se van a mantener, grosso modo, hasta la actualidad.
Portada del diario satírico La Flaca en 1869. Archivo
de Wikimedia Commons bajo licencia C.C
Primera portada de La Vanguardia en 1881.
Imagen tomada de comunidad.lavanguardia.es
Sin duda el momento clave para el desarrollo de la prensa en nuestro país será el Sexenio Democrático,
especialmente tras la promulgación en 1869 de la Constitución en la que se declaraba la libertad de prensa.
Esta libertad de prensa llevó a que en apenas siete años se publiquen más de 600 periódicos en nuestro país.
Evidentemente, muchos fueron cerrando debido al exceso de oferta informativa, pero otros han llegado hasta nuestros
días. Ejemplo de ellos es el diario decano de la prensa española: El Faro de Vigo, que se funda en 1853, el Adelanto de
Salamanca, que se funda en 1883, El Heraldo de Aragón o La Vanguardia de Barcelona.
La prensa no se va a limitar a diarios de información sino que comienzan a aparecer también semanarios de información
y opinión, alguno de los cuales llegaron a tener tiradas realmente importantes para un país con una tasa de
analfabetismo tan alta como la española. Una de estas publicaciones periódicas será el semanario satírico "La Flaca" que
ya conoces y que se publicó entre 1869 y 1876.
Si quieres saber algo más sobre la evolución de la prensa en nuestro país durante el siglo XIX aquí te proponemos
la entrada que presenta la wikipedia; sólo tienes que ir al período que te interese (en nuestro caso a partir del
Sexenio Democrático).
Retrato de Kant.
Archivo Wikimedia Commons.
Licencia C.C
Optikcs. De Isaac Newton.
Archivo Wikimedia Commons.
Licencia C.C
La libertad de prensa que, como ya hemos dicho, llega durante el Sexenio Democrático, con la Constitución de 1869
permitió no solo la publicación de una cantidad ingente de periódicos y revistas, sino también la llegada de nuevas ideas
que pululaban por el resto de Europa pero que difícilmente cruzaban los Pirineos.
Los escritos de autores como Kant, Comte, Goethe comenzaron a llegar con cierta fluidez gracias a la nueva libertad
editorial que, además, reeditó autores abandonados años antes: Galileo, Newton, Descartes, Voltaire, Spinoza, etc.
Los ateneos se convirtieron en centros de desarrrollo cultural, artístico, científico, etc.
La nueva prensa se desligó del control del Estado y comenzó a ser más independiente, a aumentar su tirada
y ser focos de transimisión de opinión.
La libertad de prensa de la Constitución de 1869 permitió la publicación de textos e ideas que antes estaban
prohibidos.
Lee el siguiente texto y contesta a las siguientes preguntas que se plantean:
DIario La Vanguardia. Imagen tomada de hemeroteca.lavanguardia.es
"Declaraciones de Azcárate
Hoy ha hecho declaraciones en El Liberal el señor Azcárate. Dice que los liberales, como los conservadores, son
responsables, porque éstos han estado en condiciones más favorables para hacer de España, sino un país
grande, lo menos una nación próspera.
Sin embargo, más responsables son los conservadores que los liberales de la desaparición de nuestras colonias,
porque los conservadores fueron los autores del protocolo de 1877, en el que se hacía á los norteamericanos de
mejores condiciones en Cuba que los españoles, y esto es cosa que no podía en modo alguno tolerarse, pues no
se ha visto ni oido, sino tratándose de una nación civilizada en sus relaciones con un país bárbaro. Y semejante
debilidad en que nos habíamos colocado respecto de los Estados Unidos, hizo que se convirtiera á sus ojos en
miedo nuestra condescendencia en admitir todas sus reclamaciones"
La Vanguardia, domingo 25 de septiembre de 1898, página 5.
1. ¿Crees que este fragmento corresponde a una noticia o más bien a una opinión? Justifica tu respuesta.
2. ¿De qué ideología crees que es el autor de este artículo? ¿A favor de qué tendencia política está?
2.2. La Institución Libre de Enseñanza frente al
analfabetismo.
LA ENSEÑANZA
Este breve vídeo te va a servir como introducción a lo que vamos a ver a continuación sobre una de las instituciones que
más influencia han tenido a nivel educativo y cultural en nuestro país. Es algo breve, pero estamos seguros de que te va a
servir.
Institución Libre de Enseñanza - youtube
Casi siempre, cuando hablamos de revolución pensamos directamente en un movimiento político o social en pos de
cambios grandes a nivel estructural. Pero, a veces, estos cambios se buscan en otros aspectos de la vida. Eso fue
justamente lo que intentó Francisco Giner de los Ríos junto a un grupo de enseñantes cuando fundó la Institución Libre
de Enseñanza allá por el año 1876.
Francisco Giner de los Ríos.
Archivo de Wikimedia Commons
bajo licencia C.C
La Institución Libre de Enseñanza surge ante una realidad palpable en nuestro país en aquel momento y es la del
analfabetismo. Mira los siguientes datos en los que se indica el porcentaje de población analfabeta en España:
Año 1807: 94%.
Año 1841: 90,4%.
Año 1860: 80%.
Año 1877: 75,64%.
Año 1887: 71,12%.
Año 1900: 65,56%.
Corresponden nada menos que la población analfabeta por años.
Para que te hagas una idea más clara: en el año 1887 el número de
analfabetos era de 11.945.000 de una población de 15.000.000 de
personas.
Así las cosas, un grupo de catedráticos que había sido expulsado de la
Universidad de Madrid por defender la libertad de cátedra, decide
plantear un sistema educativo novedoso que tenía como uno de sus
objetivos la renovación de la vida educativa de nuestro país.
Para ello desconectaron de la Iglesia, que por entonces controlaba casi
todos los resortes del sistema educativo español, y de todo aquello que
tuviera que ver con dogmas y políticas anticuadas e inmovilistas. la
Excursión a Los Pirineos de la Institución Libre de Enseñanza.
Institución Libre de Enseñanza buscaba la formación de los individuos
Imagen tomada de www.almendron.com
en libertad mediante el fomento de la curiosidad científica y el
desarrollo del espíritu crítico.
Al albur de la creación de la Institución Libre de Enseñanza comienzan a producirse importantes cambios a otros niveles
en nuestro país. Uno de ellos será el de la ciencia. Sin ella, figuras como Santiago Ramón y Cajal, Premio Nobel de
Medicina en 1906, difícilmente habrían podido surgir.
Si quieres saber algo más sobre la Institución Libre de Enseñanza, visita este documento que te hemos preparado,
te puede serultar interesante.
LA CIENCIA
La cuestión de la ciencia es llamativa. El espíritu del país, por su cultura vinculada a la Iglesia y sus políticos
extremadamente conservadores no estaba muy por la labor del desarrollo científico (entre otras cosas porque suponía
enfrentarse, en muchos casos, al dogma de la Iglesia). Pero a pesar de ello, se comienzan a desarrollar algunas políticas
encaminadas al desarrollo científico, como el Plan Chao (por supuesto también dentro del Sexenio Democrático) y que
planteaba la creación en Madrid de las facultades de Matemáticas, Física, Química y Ciencia Natural, así como otras
medidas que seguían la línea renovadora de las universidades alemanas. Por cierto que este plan se abandonó cuando,
en 1874, la República cae y con ella finaliza el Sexenio Democrático.
Santiago Ramón y Cajal: Estampas - youtube
Dentro del desarrollo científico, y en estrecha relación con la Institución Libre de Enseñanza, tenemos una figura sin la que
no podemos entender la historia científica de nuestro país: Santiago Ramón Cajal. Este médico especializado en el
estudio de las células se convirtió en el primer español en obtener el Premio Nobel de Medicina (y el segundo en la
historia de nuestro país tras José de Echegaray) por su descubrimiento de los procesos conectivos de las células
nerviosas en el año 1906.
Ramón y Cajal en su laboratorio. Imagen de Wikimedia Commons
bajo licencia C.C
En la España de finales de siglo XIX y principios del XX una de las mayores lacras era la del analfabetismo,
que llegó al 90% de la población en algún momento.
La Institución Libre de Enseñanza se creó en este ambiente de necesidad de revolucionar el sistema
educativo en España. Trató de formar personas libres y críticas. Su influencia en la cultura y en la ciencia fue
enorme.
La ciencia de la época, a pesar de las enormes dificultades que sufría vivió cierto grado de desarrollo
gracias a una figura clave en España: Santiago Ramón y Cajal, que obtuvo el Premio Nobel de Medicina en
el año 1906 y sus investigaciones dieron lugar a la creación de una nueva disciplina: la neurología.
"Las ideas no duran mucho, hay que hacer algo con ellas".
Ésta es una de las citas célebres de Santiago Ramón y Cajal, quizá una de las figuras más importantes que la
ciencia y la investigación han tenido en la historia de nuestro país. No en vano, como ya te hemos indicado, fue
galardona con el Premio Nobel de Medicina en el año 1906. Sus investigaciones dieron lugar, entre otras cosas a la
creación de una nueva disciplina: la neurología.
Su influencia ha sido tal que su figura ha servido para decorar billetes (en época republicana, eso sí); su figura dio
lugar a una serie de televisión que se emitió en nuestro país en los lejanos años 80, sus apellidos dan nombre a uno
de los hospitales más importantes de nuestro país: El Ramón y Cajal de Madrid y no hay ciudad que se precie que
no tenga una calle, una avenida o plaza dedicada al insigne médico navarro-aragonés.
Fotograma de la serie Ramón y Cajal. Imagen de
derecuerdos.blogspot.com
Hospital Ramón y Cajal. Madrid. Imagen de Wikimedia Commons
bajo licencia C.C
Billete de la República española
con el rostro de Ramón y Cajal.
Archivo de Wikimedia Commons
bajo licencia C.C
¿Cuál es el objetivo de la Institución Libre de Enseñanza?
La sustitución de la Iglesia como único elemento educador del país.
La mejora de la calidad de la enseñanza universitaria.
Impartir una enseñanza no dogmática bajo el principio de la libertdad y el cultivo de la ciencia.
¿Qué elementos potencia la Institución Libre de Enseñanza?
La libertad de expresión, el cultivo del cuerpo y la pasión por las artes.
La personalidad, su sensibilidad, el espíritu crítico y el amor a la naturaleza.
El amor a la naturaleza, la espiritualidad religiosa y el gusto por las culturas orientales.
¿Gracias a qué descubrimiento logró Ramón y Cajal su Premio Nobel de Medicina?
El Bacilo Cajal.
La penicilina.
Los procesos conectivos de las células nerviosas.
2.3 Arte y literatura
LA LITERATURA
Como decíamos al principio algunas épocas de crisis económicas y sociales dan lugar a momentos de esplendor de la
cultura. Si recuerdas del principio, la Edad de oro de la cultura española coincide, durante el siglo XVII con un momento
muy difícil de nuestro país. Pues bien, a los años que van desde 1875 hasta prácticamente 1930 se le conoce como la
Edad de Plata de la cultura española. Vamos a verlo desde dos de los puntos más interesantes de la cultura del
momento: la literatura y el arte:
Benito Pérez Galdós
Monumento a Emilia Pardo
Bazán
Rosalía de Castro
Vicente Blasco Ibañez
El último cuarto del siglo XIX será el de la aparición de escritores de la talla de Benito Pérez Galdós, Emilia Pardo
Bazán, Vicente Blasco Ibáñez, Rosalía de Castro y Leopoldo "Alas" Clarín. Todos tenían un nexo común además
del de la calidad literaria e intelectual: su interés por lo liberal y por el progreso del país, criticando el anquilosamiento
social, económico y político del país. Un país que lleva años en una crisis permanente y que explota con la pérdida de las
colonias en el año 1898.
La pérdida de las colonias supone para el país un "Desastre" (como se le va a conocer a este proceso). El país toca
fondo y desde ahí surge un movimiento desde todos los niveles que se conoce como "regeneracionismo" que
precisamente trata de eso, de regenerar la vida española.
En esta situación nace la que será una de las generaciones más prolíficas y de más calidad en cuanto a pensamiento y
literatura: la Generación del 98. A ella pertenecen personajes de la talla de Miguel De Unamuno, Azorín, Pío Baroja,
Valle - Inclán y Antonio Machado. Cada uno de ellos, desde un punto de vista diferente, trataron de hacer ver la
importancia de regenerar a un país definitivamente hundido, con una política a años luz de las necesidades del país y con
unos niveles de atraso económicos y culturales (recuerda los datos de analfabetismo) pavorosos con respecto a Europa.
Miguel de Unamuno
Azorín
Pío Baroja
Valle - Inclán
"Caminante no hay camino..."
¿Cuántas veces has leído estos versos? Y más aún: ¿Cuántas veces has escuchado la canción que Joan Manuel
Serrat compuso basándose en este poema del insigne poeta andaluz Antonio Machado? Pues ahí lo llevas una vez
más. Igual te sorprende ver a un Serrat tan joven, ya nos contarás.
Vale, no es un Para Saber Más al uso, pero creemos que le puedes sacar partido. Te hemos extraído tres
fragmentos de tres obras de los escritores de la generación de 98 que te pueden interesar ya que con ello puedes
tener una visión más clara de lo que hacía cada uno de ellos:
Y en toda el alma hay una sola fiesta
tú lo sabrás, Amor sombra florida,
sueño de aroma, y luego... nada; andrajos,
rencor, filosofía.
Roto en tu espejo tu mejor idilio,
Y vuelto ya de espaldas a la vida,
Ha de ser tu oración de la mañana:
¡Oh, para ser ahorcado, hermoso día!
Antonio Machado. Arte poética
Formaban las dos hermanas, siempre juntas, aunque no por eso unidas siempre, una pareja al parecer indisoluble,
y como un solo valor. Era la hermosura espléndida y algún tanto provocativa de Rosa, flor de carne que se abría a
flor del cielo a toda luz y todo viento, la que llevaba de primera vez las miradas a la pareja; pero eran luego los ojos
tenaces de Gertrudis los que sujetaban a los ojos que se habían fijado en ellos y los que a la par les ponían raya.
Hubo quien al verlas pasar preparó algún chicoleo un poco más subido de tono; mas tuvo que contenerse al
tropezar con el reproche de aquellos ojos de Gertrudis, que hablaban mudamente de seriedad. «Con esta pareja no
se juega», parecía decir con sus miradas silenciosas.
Miguel de Unamuno. La tía Tula
Un camino en cuesta baja de la Ciudadela pasa por encima del cementerio y atraviesa el portal de Francia. Este
camino, en la parte alta, tiene a los lados varias cruces de piedra, que terminan en una ermita y por la parte baja,
después de entrar en la ciudad, se convierte en calle. A la izquierda del camino, antes de la muralla, había hace
años un caserío viejo, medio derruido, con el tejado terrero lleno de pedruscos y la piedra arenisca de sus paredes
desgastada por la acción de la humedad y del aire. En el frente de la decrépita y pobre casa, un agujero indicaba
dónde estuvo en otro tiempo el escudo, y debajo de él se adivinaban, más bien que se leían, varias letras que
componían una frase latina:
«Post funera virtus vivit»
En este caserío nació y pasó los primeros años de su infancia Martín Zalacaín de Urbia, el que, más tarde, había
de ser llamado Zalacaín el Aventurero; en este caserío soñó sus primeras aventuras y rompió los primeros
pantalones.
Pío Baroja. Zalacaín el aventurero.
Intelectuales como estos dejaron toneladas de textos a modo de ensayos, poemas, obras de teatro, novelas...
Pero también dejaron muestra de su inteligencia y capacidad intelectual en pequeñas dosis que mostramos a
continuación. Esperamos que os guste.
Azorín: "Escribir es fácil, se trata de escribir una palabra detrás de la otra"
Valle - Inclán: "Quien sabe del pasado, sabe del porvenir".
Pí Baroja: "La burocracia en los países latinos parece que se ha establecido para vejar al público"
Unamuno: "El modo de dar una vez en el clavo es dar cien veces en la herradura."
Antonio Machado: "Caminante no hay camino, se hace camino al andar".
EL ARTE
No sólo la literatura va a tener su gran momento en ahora. Otras artes también van a verse caracterizados por un
desarrollo realmente interesante:
La pintura: la nómina de pintores que destacan es este momento es enorme. Junto a una nómina de pintores
costumbristas con poco interés innovador, conviven pintores que, dentro de este ambiente de regeneración, hacen una
apuesta lanzando su mirada hacia el futuro.
Pintores como Santiago Rusiñol o Dario de Regoyos que se acercan al impresionismo a través de unas pinturas de
color vivo e intenso, Ignacio Zuloaga, mucho más cerca del realismo dramático, al que llega de la mano de los
escritores del 98 y el que será el pintor más conocido del momento: Joaquín Sorolla, cuyo éxito no se limitó a nuestro
país, sino también (y especialmente) a los Estados Unidos. Su pintura se acercaba ciertamente a los gustos
impresionistas del momento, pero su amor por la luz y por los juegos que ella permite, lo hacen más original.
Joaquín Sorolla.
Chicos en la playa.
1910
Ignacio de Zuloaga.
Segovia. 1910
Junto al desarrollo de la pintura nos vamos a encontrar con una destacadísima actividad arquitectónica de mano de un
movimiento artístico que va a tener un gran peso en Europa: El Modernismo. La arquitectura modernista va a tener un
España importantes seguidores, aunque hay una figura que es absolutamente clave para entender el modernismo, no sólo
en España, sino en toda Europa: Antoni Gaudí.
Gaudí fue un arquitecto absolutamente genial, con una visión espacial de enorme calidad y, sobre todo imaginación. No
vamos a hacer un análisis pormenorizado de su obra, pero si creemos que es importante tener una visión, aunque sea
general, de su obra para completar el espectro cultural del país. Aquí te presentamos una galería de imágenes con la que
esperamos disfrutes.
Casa Batlló. Barcelona
El Capricho. Santander
EL Parque Güell. Barcelona
La Sagrada Familia.
Barcelona
También la música va a conocer en este momento un período de gloria. Figuras como Enrique Granados o Isaac
Albéniz van a sobresalir de entre una atonía enorme. A estos dos músicos tremendos siguieron otros dos de igual o más
importancia: Joaquín Turina y, especialmente, Manuel de Falla.
A continuación te ponemos tres archivos de audio para que veas hasta qué nivel de calidad llegó la música española:
1. Enrique Granados: Goyescas
2. Isaac Albéniz: Suite española Opues 47:
3. Manuel de Falla: Danza española:
Los últimos años del siglo XIX son conocidos en la cultura de nuestro país como La Edad de Plata de la
cultura. Coincide con un proceso de crisis política, económica y social que culmina con el "Desastre del 98".
En este ambiente surge una generación de literatos que ha pasado a la posteridad como la Generación del
98, entre cuyos autores destacan Pío Baroja, Antonio Machado, Unamuno...
El arte también conoce un importante desarrollo tanto en pintura con el acercamiento al modernismo de
Sorolla o Regoyos y en arquitectura, donde Gaudí lidera el movimiento modernista en España y Europa.
La música no iba a ser menos en este momento: figuras como Enrique Granados, Joaquín Turina y, en
mayor medida, Manuel de Falla e Isaac Albéniz, así lo testiguan.
Lee el siguiente texto y contesta a las preguntas planteadas:
"A los ocho años, Martín gozaba de una mala fama digna ya de un hombre. Un día, al salir de la escuela, Carlos
Ohando, el hijo de la familia rica que dejaba por limosna el caserío a la madre de Martín, señalándole con el
dedo, gritó:
— ¡Ese! Ese es un ladrón.
— ¡Yo! -exclamó Martín.
— Tú, sí. El otro día te vi que estabas robando peras en mi casa. Toda tu familia es de ladrones.
Martín, aunque respecto a él no podía negar la exactitud del cargo, creyó no debía permitir este ultraje dirigido a
los Zalacaín y, abalanzándose sobre el joven Ohando, le dió una bofetada morrocotuda. Ohando contestó con un
puñetazo, se agarraron los dos y cayeron al suelo, se dieron de trompicones, pero Martín, más fuerte, tumbaba
siempre al contrario. Un alpargatero tuvo que intervenir en la contienda y, a puntapiés y a empujones, separó a
los dos adversarios. Martín se separó triunfante y el joven Ohando, magullado y maltrecho, se fué a su casa.
La madre de Martín, al saber el suceso, quiso obligar a su hijo a presentarse en casa de Ohando y a pedir
perdón a Carlos, pero Martín afirmó que antes lo matarían. Ella tuvo que encargarse de dar toda clase de
excusas y explicaciones a la poderosa familia.
Desde entonces, la madre miraba a su hijo como a un réprobo".
1. Si lees el texto descubrirás a qué obra y a qué autor pertenece este fragmento. Indícalo.
2. ¿A qué corriente literaria pertenece el autor?
3. En un fragmento tan breve quizá sea omplicado apreciar algo así pero ¿eres capaz de comentar dónde se
muestra esa idea de país triste y apagado tan típico en los autores del momento?
3. La mujer comienza a reivindicar su sitio
Dentro de los cambios sociales que se están produciendo a finales del siglo XIX, se
atisba uno que, aunque se hará patente en las primeras décadas del siglo XX,
comienza ya a hacerse visible. Se trata de la lucha de las mujeres en España por
encontrar un espacio propio, de libertad e igualdad con los hombres.
Antes de repasar esta lucha feminista que se inicia a finales del siglo XIX, creemos
necesario trazar un breve perfil de cómo era la situación de la mujer en esta época:
Detalle de La Vicaría, de Mariano Fortuny.
La vida de las mujeres de clase media y alta se centraba en el hogar. Su
Archivo de wikimedia commons bajo licencia
labor era llevar adelante las tareas domésticas; en función de sus posibilidades
CC.
económica tenían más o menos asistentas para estos trabajos. Para las
mujeres de clase baja las tareas domésticas eran una carga más que añadir a las extenuantes jornadas laborales
que sufrían en fábricas o en las casas en las que servían.
En educación, la Ley Moyano de 1857 menciona por primera vez la obligatoriedad de la educación primaria
femenina. Esto contribuirá a que el analfabetismo femenino (muy superior en esos momentos al masculino) vaya
disminuyendo conforme avanza el siglo. Sin embargo, era prácticamente imposible para las mujeres acceder a
la educación secundaria y a la Universidad, como veremos a continuación.
Legalmente, la situación de la mujer era inferior a la del hombre. Según el Código Penal de 1848 era adulterio
el cometido por la mujer, no el del hombre; el Código de 1870 matizó esto, aunque las penas para el hombre eran
menores. Según el Código Civil de 1889 la esposa debía obediencia al marido, y una mujer menor de 25 años no
podía abandonar la casa sin el permiso del padre. El marido tenía el derecho de administración de los bienes de la
pareja y era el representante legal de la mujer.
Con la aprobación del sufragio universal masculino (primero en 1869 y luego en 1890), las mujeres quedaban
excluidas de la participación política.
La aprobación del sufragio universal masculino fue un avance en los derechos políticos en España, pues hasta
entonces sólo habían podido votar unos pocos. Curiosamente, sin embargo, esta aprobación limitó los escasos
derechos políticos de la mujer: con el sufragio censitario no se especificaba nada sobre el sexo, así que las
mujeres de clases altas o aquellas que desempeñaban trabajos como el de maestras estaban legalmente
capacitadas para votar.
Hasta 1931 no se establecería el sufragio universal tanto para hombres como para mujeres.
Lee detenidamente los contenidos del tema.
En el siglo XIX, el hombre era legalmente el representante de la mujer.
Verdadero
Falso
Ninguna mujer trabajaba fuera de su casa en el siglo XIX.
Verdadero
Falso
La educación para hombres y mujeres era igual en la España del siglo XIX.
Verdadero
Falso
Sello de Correos de la II República con la
imagen de Concepción Arenal. Archivo de
Eumed.net
En este contexto, habrá que esperar a mediados del siglo XIX y, sobre todo, en sus décadas finales, para ver los
primeros ejemplos de mujeres que rompen barreras y luchan contra la desigualdad entre sexos. Serán ejemplos
aislados, pues aún no se puede hablar de un movimiento feminista en España de cierta entidad. Pero mujeres como
Concepción Arenal, Emilia Pardo Bazán, Teresa Claramunt van sembrando la semilla de la igualdad de géneros.
En general, la gran preocupación de estas mujeres estuvo centrada en la educación. Aunque son ejemplos aislados
y en ocasiones sus intereses e ideologías son diferentes, todas coinciden en señalar el terreno de la educación como el
caldo de cultivo de la desigualdad de la mujer desde una doble vertiente:
Se impide a las mujeres acceder a una educación superior.
Se les inculca desde pequeños, tanto a hombres como a mujeres, la idea de que la mujer es un ser inferior,
dependiente y necesitado del hombre.
Creemos que una buena forma de que conozcas los primeros albores de este feminismo español es que repases con
nosotros la labor de estas destacadas, y muchas veces olvidadas, mujeres:
Mujeres universitarias españolas
Las dificultades y los impedimentos para que las mujeres accedieran a la Universidad fueron tales que se pueden
contar los escasos ejemplos de mujeres universitarias españolas en el siglo XIX:
María Elena Maseras se convierte en la primera mujer que entra como tal en la Universidad española en 1872.
Logrará la licenciatura en Medicina en la Universidad de Barcelona en 1882; ese mismo año también se licencian
María Dolores Aleu (la primera en conseguirlo) y Martina Castells Ballespi, quien posteriormente se doctora en la
Universidad Central de Madrid. En 1886 se licencia Dolores Llorent Casanovas, también en Barcelona, y María
Luisa Luisa Domingo García lo hace en la Universidad de Valladolid.
En la Universidad Central de Madrid, sólo cuatro mujeres lograron licenciarse en el siglo XIX:
Rosario Ibiurrun, en 1888, en la Facultad de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales. Matilde Padrós y Rubio se
licencia en la Facultad de Filosofía y Letras, y en 1893 logra el doctorado. María Amalia Vicenta Goyri se licencia y
doctora en Literatura española. Adoración García Aranda y Peces se licencia en Medicina.
Matilde Padrós fue una de las primeras mujeres universitarias de España. Su día a día en la Universidad ilustra las
barreras que debían superar las mujeres de su tiempo. Su padre tuvo que pedir permisos especiales para que
fuera admitida en las clases, pues entonces estaba prohibido. Pese a todo, su rutina diaria no era igual que la de
sus compañeros. Tenía que esperar en la sala de profesores hasta que un bedel la acompañaba a clase, donde
habían dispuesto una silla junta a la tarima en la que se encontraba el profesor. Cuando la clase finalizaba, el bedel
volvía y la llevaba de nuevo a la sala de profesores. Allí esperaba a que un familiar la recogiera, pues no podía ir
sola a su casa.
Reflexiona sobre el papel que jugaron estas pioneras del siglo XIX en el largo proceso de igualdad de géneros en la
sociedad.
Hasta el siglo XIX, la situación de la mujer era totalmente secundaria y dependiente de la del hombre.
En este siglo, especialmente en las décadas finales, veremos los primeros ejemplos de mujeres que van a
reivindicar la igualdad con los hombres. Serán ejemplos aislados protagonizados por mujeres como
Concepción Arenal, Teresa Claramunt, Matilde Padrós...
Estas mujeres centran sus esfuerzos en los cambios educativos: luchan por el acceso de la mujer a la
educación superior y por que la educación deje de mostrar a la mujer como un sujeto inferior y necesitado del
hombre.
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