Créditos de padres a hijos para la compra de la farmacia La premisa básica es: Si no hay pruebas de que se trata de un préstamo a tipo cero, se considera una donación. Es muy frecuente que los padres dejen dinero a los hijos para adquirir la primera oficina de farmacia, y más frecuente es aún, que lo hagan a las bravas, sin mediar más que un pacto de palabra, sin ningún documento que acredite que se trata de un préstamo temporal. Este es un error que puede tener costosas consecuencias fiscales. En cuestión de créditos entre particulares, cuanto más rastro se deje para Hacienda, mejor. Estos prestamos se deben documentar como tales, ya que en caso contrario, las autoridades fiscales, pueden considerar que se trata de un regalo, y exigir el pago del impuesto sobre donaciones, lo que resultará más costoso que pagar los intereses de un crédito normal. A la hora de documentarlo, tenemos dos opciones: 1.- Un documento notarial. 2. Un contrato privado “pasado” por Hacienda. Esta segunda opción es más barata y sencilla de llevar a cabo, simplemente se elabora un documento, y se lleva a registrar a la oficina de la Hacienda autonómica, donde se liquidan las Transmisiones Patrimoniales Onerosas (TPO), para que quede certeza de la operación, y de la fecha en que se llevó a cabo. Así, el sello”fechado y diligenciado que realiza en el contrato la oficina gestora permite otorgar validez frente a terceros de la fecha de la firma de este (Artículo 1.227 del Código Civil), y justificar de un modo más documentado, los pactos, sobre todo cuando no se pagan intereses”. Todo ello, porque los Tribunales otorgan la prevalencia a los documentos públicos sobre los privados, y la fecha de un documento privado se cuenta a partir de su entrega en un registro público o su entrega a un funcionario. 1 Pero además de dejar constancia del préstamo y de su fecha, aconsejo en la necesidad de dejar claras sus condiciones, su gratuidad o no, su plazo y forma de devolución. Todo ello, porque el artículo 6.3 de la Ley de IRPF establece la “presunción de onerosidad”, es decir, da por sentado, que todos los prestamos entra particulares son retribuidos, salvo prueba en contrario. De forma que si no queda constancia de que se ha pactado un tipo de interés cero, Hacienda puede imputar a quien deja el dinero los ingresos correspondientes al interés legal del dinero y exigirá que pague impuestos por ellos en su declaración de la renta. Pero nada impide que dos particulares formalicen un préstamo a tipo cero, ni que se opte por una fórmula flexible que simplemente diga que se devolverá el capital cuando se pueda, pero siempre antes de una determinada fecha, pero hay que dejar constancia y prueba de ello. Lo que no aconsejo es alegar que se hace un préstamo a 75 años, ya que la Agencia Tributaria considerará, con toda seguridad, que se trata de una donación encubierta. En cualquier caso, todas estas pruebas podrían no ser tampoco suficientes para evitar problemas con Hacienda si al mismo tiempo no se deja rastro de la devolución del crédito, por ello, conviene guardar los justificantes de su devolución. El contrato privado de pago, y los justificantes bancarios de pago y cobro, son prueba suficiente, peri si las cantidades son fuertes, y se desea una prueba “irrebatible”, se puede recurrir al documento notarial, aunque esta opción tiene un mayor coste, si se pierden los papeles, se puede pedir una copia al Notario. Dejar pruebas de la existencia de un préstamo es fundamental también cuando se compran acciones en nombre de un hijo, o cuando se ponen bienes a nombre de descendientes, sin que estos dispongan de recursos suficientes para ello, legalmente se está produciendo una donación sujeta al ISD (Impuesto de Sucesiones y Donaciones), salvo que se justifique que ha existido un préstamo previo que permite al hijo hacer frente a esos gastos, y el tipo de gravamen oscila entre un 7,65 y un 34%. Si bien hemos de reconocer que las autoridades tributarias no suelen centrar sus esfuerzos en detectar pequeñas transmisiones entre familiares. 2 Si presta la empresa, deben existir intereses Cuando en vez de ser un particular es una empresa con la que se tienen vínculos familiares la que presta el dinero, la legislación no admite los créditos a tipo cero por más pruebas que se presenten. Es decir, que si en vez de ser el padre quien deja el dinero al hijo, es la empresa familiar la que hace el préstamo, sea cual sea el pacto entre las partes, Hacienda considerará como mínimo, que la empresa ha cobrado como mínimo el interés legal del dinero; y esta remuneración deberá declararse como beneficios en el Impuesto de Sociedades correspondiente, ya que este tipo de prestamos se consideran operaciones vinculadas y, en consecuencia, se presumen onerosas. 3