14 AÑOS DE CONQUISTA "SIRVIENDO AL REY DE REYES" Serie: LOS HÁBITOS DE JESÚS LECCIÓN 18 EL HÁBITO DE OBEDECER “Usted nunca va a equivocarse si elige obedecer a Dios” Anónimo Jesús siempre obedeció al Padre. Su vida fue un “si” a su voluntad. El impacto de Jesús fue el resultado de su total e instantánea obediencia. Nuestra salvación dependió de la obediencia de Jesús. Jesús tuvo muchas oportunidades de evitar la voluntad del Padre pero no lo hizo: 1. Al ser tentado en el desierto y tener hambre (Mateo 4:1-11). 2. Al ser tentado y saber que le vendría sufrimiento y dolor por obedecer (Mateo 16:21-23). Satanás tentó a Jesús ofreciéndole tres alternativas para evitar la cruz. Jesús luchó para obedecer a Dios. Obedecer no siempre es fácil pero sí lo que Dios espera. Jesús nos hace saber que la obediencia tiene un costo “Padre, si quieres, aparta de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya”. (Lucas 22:42) “El costo de la obediencia es pequeño comparado con el costo de la desobediencia”. -Anónimo La base de Jesús para obedecer fue la Palabra de Dios “Después de esto, sabiendo Jesús que ya todo se había consumado, para que se cumpliera la Escritura, dijo: Tengo sed” (Juan 19:28). Jesús conocía el Antiguo Testamento y comprendía lo que Dios deseaba que él hiciera por medio de las Escrituras. Conocer la Palabra de Dios nos ilumina acerca de lo que Dios requiere de nosotros. La obediencia es nuestra respuesta correcta a las Escrituras. ¿Cuáles son los enemigos del hábito de obedecer? 1. La carne: “No deseo hacer esto”. 2. Satanás: “Hay un camino más fácil”. 3. Dejar para más tarde: “Permítame pensar en eso. Por ahora…no”. 4. Conveniencia: “¿Y qué gano yo?”, “No lo haré porque no me conviene”. 5. La gente: “¿Qué irán a pensar?” Fórmese el hábito de obedecer 1. Decida obedecer. Usted no tiene que sentir que tiene que obedecer. No hay excusas para no hacer lo que es correcto. Si esperamos hasta que sintamos que tenemos que obedecer a Dios, la obediencia tal vez nunca se haga práctica. 2. Comprenda que su felicidad en la vida depende de decirle “si” a Dios. Cuando hacemos lo que Dios ha dicho, el resultado inmediato es gozo interior. Un cristiano que se ha desviado de la voluntad de Dios no es un cristiano feliz. 3. Haga una lista de temas sobre los cuales las Escrituras muestran claramente cuál es la voluntad de Dios para su vida. Conocer las enseñanzas claramente reveladas en la Biblia permite tener una mayor claridad sobre la voluntad de Dios hacia los asuntos de nuestra vida cotidiana. No espere la dirección de Dios si antes no ha obedecido a los mandatos que aparecen de modo claro y específico en la Biblia. 4. Reconozca que cuando usted obedece a Dios su poder es liberado. El poder de Dios para nuestra vida está ligado a nuestra obediencia. El grado de obediencia llega a ser el objetivo del poder de Dios. 5. Recuerde que cuando decidió ser cristiano, usted renunció al derecho de hacer las cosas a su manera. Nuestro cuerpo, mente, emociones y voluntad ya pertenecen al Señor. Nosotros no somos los dueños de nuestras almas ni los señores de nuestro destino. Solo Dios tiene el control de nuestra vida. 6. Confiese la desobediencia inmediatamente y diga “si” a la voluntad de Dios. Cuando usted sabe que ha desobedecido a Dios, deje de hacer lo que está haciendo y haga lo correcto. Agradezca a Dios que él siempre ofrece una segunda oportunidad. Comience inmediatamente haciendo lo que Él le ha dicho que haga. TEXTO A MEMORIZAR: “Y Samuel dijo: ¿Se complace Jehová tanto en los holocaustos y víctimas, como en que se obedezca a las palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios, y el prestar atención que la grosura de los carneros”. 1ª. Samuel 15:22 Tomado del libro: “Los Hábitos De Jesús” Jay Dennis, 2010, Mundo Hispano