Silvana Solivella APARICIONES APARIÇÕES APPARITIONS 1 APARICIONES APARIÇÕES APPARITIONS 2 3 Apariciones Aparições Apparitions Entre la realidad sensible y el intelecto se sitúa la imaginación o fantasía, que es la facultad que opera, sobre todo, en la esfera de las artes. Entre a realidade sensível e o intelecto situa-se a imaginação ou fantasia que é a faculdade que atua, sobretudo, na esfera das artes. Entre la réalité sensible et l’intellect se situe l’imagination ou la fantaisie qui est la faculté qui opère, surtout, dans la sphère des arts. En la obra de Silvana Solivella existe una sensibilidad que actúa siempre gracias al recuerdo o a la expectativa. Si no existieran esas evocaciones en su imaginario no habría esperanza de sentir un futuro deleite, porque la misma consiste en recomponer las futuras piezas que percibe de su pasado y memorizarlas. Na obra de Silvana Solivella existe uma sensibilidade que atua sempre graças à recordação ou à expectativa. Se não existissem essas evocações no seu imaginário não haveria esperança de sentir um futuro deleite, porque esta consiste em recompor as peças futuras que vê do seu passado e memorizá-las. Dans l’œuvre de Silvana Solivella il existe une sensibilité qui agit toujours grâce au souvenir ou à l’attente. Si ces évocations de son imaginaire n’existaient pas, il n’y aurait pas l’espoir de sentir une jouissance à venir, parce que celle-ci consiste à recomposer les futures pièces perçues de son passé et à les mémoriser. Ocurre que cuando el objeto del placer desaparecido no se encuentra presente, sólo queda imaginarlo, recordarlo o esperarlo de nuevo. Su obra se manifiesta auxiliada por su memoria literaria. Quando o objeto do prazer desaparecido já não está presente, só nos resta imaginá-lo, recordá-lo ou esperá-lo de novo. A sua obra manifesta-se com o auxílio da sua memória literária. Il s’avère que lorsque l’objet du plaisir a disparu, ou ne se trouve plus dans le présent, il ne reste qu’à l’imaginer, le remémorer ou l’attendre à nouveau. Son œuvre se manifeste aidée par sa mémoire littéraire. La imaginación juega un papel fundamental al actuar como una facultad para expresar y reinterpretar los datos de la realidad y de la memoria. Así la artista nos ofrece sus obras inventadas sirviéndose de sus imágenes tatuadas en el tiempo. Su estética se va desarrollando dentro de un orden natural en los ámbitos que intermedian entre el mundo físico y el espiritual. La luz que emana de su corazón la lleva a transmitir un universo de celajes dentro de un contexto lingüístico, y es su percepción sensible la que conduce su lenguaje teórico y se apropia del conocimiento de los escritores que le han dejado huella. La obra de Silvana Solivella presentada en la exposición de La Fundación Saramago surge de un lenguaje que encierra significados éticos, poéticos y estéticos, presentes en la propia razón trasladada al alma. Carmensa De La Hoz. Curadora de la exposición A imaginação tem um papel fundamental ao atuar como faculdade para expressar e reinterpretar os dados da realidade e da memória. Assim a artista oferece-nos as suas obras inventadas servindo-se das suas imagens tatuadas no tempo. A sua estética vai-se desenvolvendo dentro de uma ordem natural em esferas situadas entre o mundo físico e espiritual. A luz que emana do seu coração leva-a a transmitir um universo de firmamentos dentro de um contexto linguístico, e é a sua percepção sensível que conduz a sua linguagem teórica e se apropria do conhecimento dos escritores que a marcaram. A obra de Silvana Solivella apresentada na exposição da Fundação Saramago surge de uma linguagem que encerra significados éticos, poéticos e estéticos, presentes na própria razão e plasmados na alma. Carmensa De La Hoz, curadora da exposição Biblioteca de la Fundación José Saramago en Lisboa L’imagination joue un rôle fondamental agissant comme une faculté à exprimer et à réinterpréter les données, aussi bien de la réalité que de la mémoire. C’est ainsi que l’artiste nous offre ses œuvres inventées en se servant de ses images tatouées par le temps. Son esthétique se développe dans le cadre d’un ordre naturel, dans l’espace qui se situe entre le monde physique et le spirituel. La lumière qui émane de son cœur la mène à transmettre un univers ombragé dans un contexte linguistique, et c’est sa perception sensible qui conduit son langage théorique et s’approprie la connaissance des auteurs qui l’ont marquée. L’œuvre de Silvana Solivella présentée dans l’exposition à la Fondation Saramago jaillit d’un langage qui referme des sens éthiques, poétiques et esthétiques, présents dans la propre raison transposée à l’âme. Carmensa De La Hoz. Curatrice de l’exposition 4 5 6 “Reflejos”, 2012, mixta sobre tela, 110 x 110 cm 7 No me engañan los pájaros. Son el corcel de un alba que se anuncia. Les oiseaux ne me trompent pas. Ils sont les coursiers d’une aube qui s’annonce. Não me enganam os pássaros. São o corcel de uma madrugada que se anuncia. 8 Instalación sonora “El vuelo de las letras” Jenaro Talens 9 En la casa vacía han florecido rojos los rosales y hecho su nido las golondrinas de alas agudas…¿por qué dicen que está vacía? Na casa vazia floresceram vermelhos os roseirais e as andorinhas de asas agudas fizeram ninho. Porque dizem que está vazia? Dans la maison vide les rosiers rouges ont fleuri et les hirondelles aux ailes aigües ont fait leur nid... Pourquoi dit-on qu’elle est vide? Dulce María Loynaz 10 11 Rondini Rondini Rondini Soñé una constelación que emigraba, eran golondrinas sus estrellas en busca del sol, explosiones silenciosas de sombra sus alas. Entre Orión y Perseo se acercaba a mis parpados, agitaba mi alma. El cuerpo de Rondini se extendía: rastro de espuma entre versos, combustión espontánea. Parecía moverse deprisa y a la vez estar quieta, con mi corazón la escuchaba, quería dormir para siempre. Rondini de Caronte, infinita Piedra de Luna que me llevas del amor a la muerte. Sonhei com uma constelação que emigrava, eram andorinhas suas estrelas em busca do sol, explosões silenciosas de sombra as suas asas. Entre Orion e Perseus aproximava-se das minhas pálpebras, agitava a minha alma. O corpo de Rondini estendia-se: rasto de espuma entre versos, combustão espontânea. Parecia mover-se depressa, ao mesmo tempo que estava quieto, com o meu coração escutava-a, queria dormir para sempre. Rondini de Caronte, infinita Pedra de Lua que me levas do amor à morte. J’ai rêvé d’une constellation qui migrait, ses étoiles étaient des hirondelles à la recherche du soleil, des explosions silencieuses d’ombre leurs ailes. Entre Orion et Persée elle s’approchait de mes paupières et agitait mon âme. Sonhei com uma constelação antiga de dragões e espelhos, era apenas sombra do tempo porque já não existia fora do sonho. Suas estrelas, ninhos vazios, andorinhas a norte. A sul, menina encandeada em noite de agosto, sentada na praia, sentindo-se só face ao céu imponente. Sonhei com Rondini; mãe de Rondini. Pai estelar e ausente: infinito a que não se chegava. Estrelas fugazes, Reflexos. Avisto uma constelação nova e estranha, ramifica a sua força, abriga os seres do ar. J’ai rêvé d’une constellation ancienne de dragons et miroirs, elle était à peine l’ombre du temps parce qu’elle n’existait plus désormais nulle part ailleurs que dans le rêve. Ses étoiles des nids vides, hirondelles du nord. Au sud, la jeune fille éblouie dans une nuit d’août, assise sur la plage, se sentant seule face au ciel imposant. J’ai rêvé Rondini mère de Rondini. Père stellaire et absent : l’infini qu’on n’atteindrait pas. Etoiles fugaces: Reflets. J’aperçois une constellation nouvelle et étrange, elle ramifie sa force, elle accueille les êtres de l’air. Soñé una constelación antigua de dragones y espejos, era apenas sombra del tiempo porque ya no existía fuera del sueño. Sus estrellas nidos vacíos, golondrinas al norte. Al sur, niña encandilada en noche de agosto, sentada en la playa, sintiéndose sola ante el cielo imponente. Soñé Rondini; madre de Rondini. Padre estelar y ausente: infinito al que no se llegaba. Estrellas fugaces, Reflejos. Diviso una constelación nueva y extraña, ramifica su fuerza, da cobijo a los seres del aire. Verónica García. Verónica García. Le corps de Rondini s’étendait : trainée d’écume entre les vers, combustion spontanée. Elle semblait se mouvoir rapidement et être à la fois arrêtée ; avec mon cœur je l’écoutais, elle voulait dormir à jamais. Rondini de Caronte, infinie Pierre de Lune qui m’entraîne de l’amour à la mort. Verónica García. 12 “Rondini”, 2014, metal y cordón luminoso, 150 cm 13 14 15 16 17 18 “La niña encandilada”, 2005, mixta sobre tela, 160 x 110 cm (díptico) 19 Y el verbo se hizo carne En el ala de sombra de Silvana Solivella refulge o se agazapa la palabra, se acoge. La mano de la artista le ha dispuesto el reposo a los libros sentados en sillas elegantes o su ascensión gloriosa por las blancas paredes donde el verbo proclama armonioso sus signos. Refulge la palabra porque brilla en espejos donde hecha dibujo amplía su textura o mueve laboriosa las teclas de una máquina que muestra su trabajo. O lo mismo se hace tejido en el cosido de otra escultura cotidiana de máquina doméstica. Y cose las palabras la costurera-artista en su taller de sueños. Y se hace anuncio de vida o de muerte la palabra donde quiere la artista apresarla, darle luz de lo que somos en luminoso anuncio. Cobra el texto color en el ala de sombra, se hace pintura viva. Y se cuela por cuernos de restos animales o porque en el principio fue el verbo y el verbo se hizo carne y el verbo era Dios se hace objeto de culto el libro en hornacina, altar improvisado entre objetos celestes. En abanico se abren las palabras y si se dice encantada la artista en un letrero se encantan las palabras con ella y el prodigio es un santuario de la poesía o la poesía que construye un santuario. Y a todas estas, no parece que hayan sido llamados los poetas – Alberti, Hernández, Lorca, Omar Khayyam o Pessoa, además de su amiga Verónica García, entre otros muchos – a implicarse con ella en esta aventura de crear un espacio vivo de la palabra, sino que se vislumbra que fueran ciertamente los poetas los que llamaran a Silvana desde unas palabras en el aire o perdidas en los espacios donde la artista hurga que buscaran hacerse carne en ella o por ella hacerse carne. Cualquiera de sus obras tiene una significación por si misma, un atractivo propio, un reclamo de la emoción. Pero el conjunto de esta obra para ser leída con los ojos muy abiertos consigue 20 crear una atmósfera que hace de la exposición de un conjunto tan unitario como este otra obra a su vez en la que se identifica a esta artista arrebatada por la palabra. Y lo explica bien el modo que tiene Silvana Solivella de apresar la creación de otros por medio de su gozo personal, hacer suyo el ámbito de la obra ajena y devolvérnosla recreada levemente sin que se evidencie respeto reverencial al creador que toma como referencia. Y no es humildad lo suyo, sino una manera de insistir en lo perenne y reelaborar con su propia impronta, en una complicidad explícita - desde sus maridajes de talento, conocimiento y sensibilidad - un mundo ya conocido. No es una posición modesta la que adopta quien como ella se atreve a ese reto y, además, no lo afronta desde el pastiche. Tampoco es humildad ni generosidad - aunque no se excluyan necesariamente - lo que rezuman sus tributos a escritores conocidos: Flaubert, Bryce Echenique, Silvina Ocampo… Se trata sencillamente de una forma de diálogo en la que la artista se interesa tanto por el otro como por sí misma: escucha y habla, es decir, pinta o construye con la mirada después de haber puesto el oído. Pero sus alusiones literarias tampoco suponen una expresión de deuda: no es el rastro del homenajeado lo que más importa en sus homenajes a la palabra, importando, sino el objeto original de Silvana, a quien el pretexto del homenaje a la palabra vale, sobre todo, para ofrecernos pistas de sus complicidades, en este caso como lectora, que devienen luego en alimento de su mirada y se nos entregan al fin en la armonía de sus trazos o de sus objetos para gozo de nuestra propia mirada. Su admirado Rafael Alberti escribió un día: “Diérame ahora la locura/que en otro tiempo me tenía/para pintar la poesía/con el pincel de la pintura”. Esta es la locura que ha poseído con éxito a Silvana Solivella. Fernando Delgado 21 E o verbo se fez carne Na nave de sombra de Silvana Solivella a palavra resplandece ou apaga-se, acolhe-se. A mão da artista dispôs os livros em repouso sentados em cadeiras elegantes ou em ascensão gloriosa pelas paredes brancas de onde o verbo proclama harmonioso os seus signos. A palavra resplandece porque brilha em espelhos de onde o desenho amplia a sua textura ou move laboriosamente as teclas de uma máquina de escrever que mostra o seu trabalho. Ou o mesmo faz-se tecido na costura de outra escultura quotidiana de uma máquina doméstica. E cose as palavras a costureira-artista no seu ateliê de sonhos. E faz-se anúncio de vida ou de morte a palavra, onde quer que a artista a capture, torna-se luz da nossa matéria em luminoso anúncio. O texto ganha cor na sua nave de sombra, faz-se pintura viva. E infiltra-se por chifres de restos animais ou porque no princípio foi o verbo e o verbo se fez carne e o verbo era Deus, faz-se objeto de culto o livro em seu nicho, altar improvisado entre objetos celestes. As palavras abrem-se em leque e diz-se encantada a artista, num letreiro encantam-se as palavras com ela e o prodígio é um santuário da poesia ou a poesia que constrói um santuário. E a estas todas, não parece que os poetas tenham sido chamados – Alberti, Hernández, Lorca, Omar Khayyam ou Pessoa, além da sua amiga Verónica García, entre muitos outros – a implicar-se com ela nesta aventura de criar um espaço vivo da palavra, antes se vislumbra que foram certamente os poetas que chamaram Silvana de palavras no ar ou perdidas nos espaços em que a artista mergulha, que tentaram fazer-se carne nela ou por ela fazer-se carne. Qualquer das suas obras tem uma significação em si mesma, um atrativo próprio, um apelo da emoção. Mas o conjunto desta obra, para ser lida de olhos bem abertos, consegue criar uma 22 atmosfera que faz da exposição de um conjunto tão unitário como este outra obra, na qual nos identificamos com esta artista arrebatada pela palavra. Isso explica bem o modo que Silvana tem de apreender a criação de outros através da sua fruição pessoal, fazer sua a obra alheia e devolver-no-la levemente recriada sem evidenciar respeito reverencial pelo criador que toma como referência. E não é por humildade sua, mas sim uma maneira de insistir no que é perene e reelaborar com a sua própria marca um mundo já conhecido, numa cumplicidade explícita – através da combinação de talento, conhecimento e sensibilidade. Não adota uma posição de modéstia quem, como ela, se atreve a aceitar esse repto e, além disso, não o afronta através do pastiche. Também não é humildade nem generosidade – ainda que não se excluam forçosamente – o que ressumam os seus tributos a escritores conhecidos: Flaubert, Bryce Echequine, Silvina Ocampo… trata-se simplesmente de uma forma de diálogo em que a artista se interessa tanto pelo outro como por si mesma: escuta e fala, quer dizer, pinta ou constrói com o olhar depois de ter escutado. Mas as suas alusões literárias também não supõem uma expressão de dívida: não é o rasto do homenageado o mais importante das suas homenagens à palavra, importante é sim o objeto original de Silvana, para quem o pretexto da homenagem à palavra, vale, sobretudo, para nos oferecer pistas das suas cumplicidades, neste caso como leitora, que se tornam de imediato em alimento do seu olhar e nos são entregues no final na harmonia dos seus traços e dos seus objetos para prazer do nosso próprio olhar. O seu admirado Rafael Alberti escreveu um dia: “Quem me dera agora a loucura / que noutro tempo me possuía / para pintar a poesia / com o pincel da pintura”. Esta é a loucura que possuiu com êxito Silvana Solivella. Fernando Delgado 23 Et le verbe se fit chair Dans l’aile de l’ombre de Silvana Solivella le mot flamboie ou se dissimule, il s’accueille. La main de l’artiste a disposé les livres au repos assis sur des chaises élégantes, ou a accompagné leur glorieuse ascension sur les murs blancs où le verbe harmonieux proclame ses signes. Rayonne le mot parce qu’il brille dans les miroirs quand devenu dessin il amplifie sa texture ou active, laborieux, les touches d’une machine à écrire qui montre son travail. Ou il se fait lui-même tissu sur la couture d’une autre sculpture quotidienne de machine domestique. Et coud les mots la couturière-artiste dans son atelier de rêves. Et devient annonce de vie ou de mort le mot, là où l’artiste veut l’emprisonner, l’éclairer sur ce que nous sommes en panneau lumineux. Prend couleur le texte dans l’aile d’ombre, se fait peinture vivante. Et s’infiltre par les cornes de reliques animales car au commencement fut le verbe et le verbe se fit chair et le verbe était Dieu, devient objet de culte le livre niche, autel improvisé parmi les objets célestes. En éventail se déploient les mots et si sur une enseigne l’artiste se dit enchantée, les mots s’enchantent avec elle, et le prodige est un sanctuaire de la poésie ou c’est la poésie qui construit un sanctuaire. Et dans tout cela, il ne semble pas qu’aient été conviés les poètes - Alberti, Hernández, Lorca, Omar Khayyam ou Pessoa, en plus de son amie Verónica García, parmi tant d’autres – pour s’engager avec elle dans cette aventure de création d’un espace vivant du mot, mais on discerne que ce sont certainement les poètes eux-mêmes qui ont appelé Silvana avec leurs mots suspendus ou égarés dans les espaces où l’artiste fouille, cherchant à devenir chair en elle ou à travers elle, s’incarner. 24 “Mi vida”, 2010 instalación ouverts réussit à créer une atmosphère qui rend son tout si cohérent comme si celui-ci était une autre œuvre à son tour, dans laquelle on s’identifie à cette artiste emportée par la parole. Et cela se conçoit très bien par la façon dont Silvana Solivella apprivoise la création des autres par le biais de son plaisir personnel, faisant sien le champ de l’œuvre d’autrui pour nous la rendre, recréée légèrement sans que l’on perçoive pour autant un respect révérencieux pour le créateur qu’elle prend comme référence. Et il ne s’agit pas d’humilité, mais d’une manière d’insister dans la pérennité et réélaborer de sa propre empreinte, dans une complicité explicite - depuis ses appariements du talent, de la connaissance et de la sensibilité - un monde déjà connu. Ce n’est pas une position modeste adoptée par qui, comme elle, ose relever ce défi et, de plus, ne l’affronte pas par le pastiche. Ce n’est pas non plus de l’humilité ni de la générosité – même si elles ne s’excluent pas nécessairement – qu’exhalent ses tributs à des auteurs célèbres : Flaubert, Bryce Echenique, Silvina Ocampo… Il s’agit simplement d’une forme de dialogue dans lequel l’artiste s’intéresse aussi bien à l’autre qu’à elle-même: elle écoute et parle, autrement dit elle peint et construit avec le regard après avoir tendu l’oreille. Mais ses allusions littéraires ne supposent pas pour autant l’expression d’une dette : ce n’est pas la trace de celui à qui l’on rend hommage qui importe dans ses hommages aux mots, ce qui est important c’est l’objet original de Silvana, à qui le prétexte de l’hommage à la parole sert avant tout pour nous offrir des pistes de ses propres complicités, dans ce cas en tant que lectrice, et qui devient ensuite aliment de son regard, qu’enfin elle nous offre dans l’harmonie de ses traits et de ses objets pour la jouissance de notre propre regard. Rafael Alberti qu’elle admire tant, écrivit un jour: N’importe laquelle de ses œuvres possède une signification en elle-même, un attrait propre, un appel à l’émotion. “Et que cette folie qui fut mienne/renaisse aujourd’hui et me prête/pour peindre la Poésie/le Pinceau et la Peinture”. Telle est la folie qui a possédé avec succès Silvana Solivella. Mais dans son ensemble cette œuvre à lire avec des yeux grands Fernando Delgado 25 Detalle de la instalación de enseres personales del autor en la Fundación José Saramago de Lisboa Pormenores da instalação de objetos pessoais do autor na Fundação Saramago em Lisboa. Détails de l’installation d’objets personnels de l’auteur dans la Fondation Saramago à Lisbonne. 26 27 La luz es quimera, parpadear en lo oscuro, cegar las estrellas A luz é quimera, pestanejar no escuro, cegar as estrelas. La lumière est chimère, clignoter des yeux dans le noir, aveuglement d’étoiles. Verónica García 28 Amor y Muerte con sus hilos ata... Amor e morte com seus fios atam… Amour et Mort de leur fil nous lient... cortesía de colección privada de Jorge Cañete 29 En tránsito Las primeras estrellas y los fantasmas reaparecen justo cuando la voluntad de la sombra invade la luz: oscurece y se impone la lógica alucinatoria del deseo. La siguiente transición llega con el alba, cuando al abrir los ojos, aún entre brumas sucede el resplandor. En ambas transiciones/ De(s)apariciones, habitan las criaturas de Silvana Solivella. Para crear es necesario recordar, renombrar, dotar de valor simbólico y afectivo al objeto, sólo así es posible que una antigua máquina de escribir sea volcán de textos que se elevan contra la gravedad; que los libros sean trigo y molino; sólo así se puede venerar el coral, habitar los nidos de la luz. Estas criaturas (des)aparecen ante nuestros ojos, nos sorprenden porque nos cuentan una historia olvidada: nuestra propia historia. Y nos abandonamos a su misterio porque no existe otra manera de afrontar su creación. 30 31 En transit Aussi bien les premières étoiles que les fantômes réapparaissent juste quand la volonté de l’ombre envahit la lumière: le jour tombe et s’impose la logique hallucinatoire du désir. Em trânsito As primeiras estrelas e os fantasmas reaparecem precisamente quando a vontade da sombra invade a luz : escurece e impõe-se a lógica alucinatória do desejo. A transição seguinte chega com a madrugada, quando ao abrir os olhos, ainda entre brumas, sucede o esplendor. Em ambas as transições/de(s)aparições, habitam as criaturas de Silvana Solivella. Para criar é preciso recordar, nomear de novo, dotar de valor simbólico e afetivo o objeto. Só assim é possível que uma antiga máquina de escrever seja vulcão de textos que se elevam contrariando a gravidade, que os livros sejam trigo e moinho; só assim se pode venerar o coral, habitar os ninhos de luz. Estas criaturas (des)aparecem diante dos nossos olhos, surpreendemnos porque nos contam uma história esquecida: a nossa própria história. E abandonamo-nos ao seu mistério porque não existe outra maneira de afrontar a sua criação. 32 La transition suivante arrive à l’aube, lorsqu’en ouvrant les yeux encore parmi les brumes survient l’éclat. Entre ces deux transitions d’apparition/disparition, habitent les créatures de Silvana Solivella. Pour créer il est nécessaire de remémorer, renommer, accorder une valeur symbolique et affective à l’objet. C’est uniquement de cette manière qu’une ancienne machine à écrire devient un volcan à textes qui s’élèvent contre la gravité, que les livres deviennent blé ou moulin; c’est seulement ainsi qu’on peut vénérer le corail, habiter les nids de la lumière. Ces créatures (dis)paraissent devant nos yeux, nous surprennent parce qu’elles nous racontent une historie oubliée : notre propre histoire. Et nous nous abandonnons à leur mystère car il n’existe aucune autre manière d’affronter sa création. 33 Escribir mi silencio o pergeñar la imagen de su deterioro. Nada de lo que expresen seré yo. Escrever o meu silêncio ou inventar a imagem da sua deterioração. Nada do que exprimem serei eu. Écrire mon silence ou ébaucher l’image de sa dégradation. Rien de ce qu’on exprimera ne sera moi. Jenaro Talens 34 “Esconder para descubrir”, 2014, texto de José Saramago sobre espejo, 50 cm de diámetro 35 36 “Desaparecer”, 2014, texto de José Saramago recortado en hierro y metal, 180 cm de diámetro 37 38 39 «[…]algunas veces la locura humana (Erasmo) cree poder señalar con un pequeñísimo nudo, una excrecencia capaz de arañar ese dedo gigantesco con que el tiempo borra todos sus vestigios.» «[…] algumas vezes, a loucura humana (Erasmo) julga poder assinalar com um pequeníssimo nó, uma excrescência capaz de arranhar esse dedo gigantesco com que o tempo apaga todos os vestígios.» «[…] parfois la folie humaine (Érasme) croit pouvoir marquer d’un tout petit nœud, d’une excroissance capable de griffer le doigt gigantesque avec lequel le temps efface tous les vestiges.» José Saramago 40 Sin Título, 2014, texto de José Saramago, luces, tela de proyección y cuerdas atadas, 100 x 100 cm 41 42 “Me fuí volando”, 2012, instalación máquina de coser y telas cosidas e impresas, dimensión variable. “Los libros olvidados”, 2014, libros petrificados en urna, 25 x 80 x 25 cm 43 “Piedra de luna” 2007, mixta sobre tela, 160 x 110 cm 44 45 “DE(S)APARICIONES” de Jenaro Talens 46 A POQUETA NIT A POQUETA NIT A POQUETA NIT El mar, siempre lo supo, es implacable. Ya en las playas brumosas por donde transitaba su niñez vio arder paisajes que no comprendía. Altocúmulos, nimbos, nubes rojizas que simulan sangre y el rugir de las aguas en los rompientes del acantilado. Todo se alzaba en torno, amenazante, como un incendio inesperado donde ocultar la espuma de los días. Una vez y otra, entonces, buscaba sin dudarlo, el cálido refugio que era, en los brazos de su madre, un signo de seguridad. Y ella con voz tranquila la reconfortaba: “La luz no muere nunca. Mira el cielo. Verás cómo se encienden las estrellas”. El sol, incólume, en el horizonte se alzaba luego entre las olas como un candil en medio de la noche. Hoy ya no es esa luz la que se apaga. Tampoco es ya su voz la que de pronto enciende las estrellas. Sólo percibe en la penumbra el rostro inexpresivo de una anciana, y oye un tic tac difuso, cómo guía sus pasos a ese lugar sin nombre en el que no hace nido la memoria. O mar, sempre o soube é implacável. Já nas praias enevoadas por onde transitava a sua meninice viu arder paisagens que não compreendia. Cúmulos, nimbos, nuvens avermelhadas que simulam sangue e o rugir das águas no romper da falésia. Tudo se erguia ao redor, ameaçador, como um incêndio inesperado onde ocultar a espuma dos dias. Uma vez e outra, então, procurava sem o duvidar, o cálido refúgio que era, nos braços da sua mãe, um sinal de segurança. E ela com voz tranquila reconfortava-o: «A luz nunca morre. Olha o céu. Verás como se acendem as estrelas.» O sol, incólume, logo se erguia entre as ondas como uma candeia no meio da noite. Hoje já não é essa a luz que se apaga. Nem já é a sua voz que de súbita acende as estrelas. Só entrevê na penumbra o rosto inexpressivo de uma velha, e ouve um tiquetaque difuso, como guia os seus passos para esse lugar sem nome em que a memória não faz ninho. La mer, elle l’a toujours su, est implacable. Déjà sur les plages brumeuses où se passait son enfance elle vit brûler des paysages qu’elle ne comprenait pas. Hauts cumulus, nimbus, nuages rougeâtres qu’on aurait dit de sang et le rugissement des eaux sur les brisants de la falaise. Tout se dressait autour, menaçant, comme un incendie inattendu où cacher l’écume des jours. Sans cesse, alors, elle cherchait sans le savoir, le chaud refuge qui, dans les bras de sa mère, était un signe de sécurité. Et elle, d’une voix tranquille, la réconfortait: « La lumière ne meurt jamais. Regarde le ciel. Tu verras comme brillent les étoiles ». Le soleil, indemne, se dressait ensuite à l’horizon comme une lampe au milieu de la nuit. Aujourd’hui ce n’est plus cette lumière qui s’éteint. Ce n’est plus non plus sa voix qui soudain fait briller les étoiles. Elle ne fait que percevoir dans la pénombre le visage inexpressif d’une vieille femme, et il entend un tic-tac diffus, guider ses pas vers ce lieu sans nom où la mémoire ne pose pas son nid. 47 Apariciones está habitado por un flujo continuo de correspondencias, jugando tanto con ritmos sonoros o gráficos como con objetos escultóricos, libros manipulados, instalaciones luminosas, espejos grabados y letras bordadas. El resultado es un repertorio amplio y de singular registro de obras “iluminadas” en el que destaca la fusión y el fecundo diálogo entre lenguajes plásticos. En Apariciones algunos detalles reconocibles o aislados surgen de textos seleccionados en los libros de varios autores, admirados y afines; así como contribuciones literarias, siempre convocadas respetando sus trazos singulares en el espacio creativo. 48 Aparições está habitado por um fluxo contínuo de correspondências, jogando tanto com ritmos sonoros ou gráficos como com objetos escultóricos, livros manipulados, instalações luminosas, espelhos gravados e letras bordadas. O resultado é um repertório amplo e de um registo singular de obras “iluminadas” no qual se destaca a fusão e o diálogo fecundo entre linguagens plásticas. Apariciones est habité par un flux continu de correspondances, qui jouent aussi bien avec des rythmes sonores ou graphiques qu’avec des objets sculpturaux, livres manipulés, installations lumineuses, miroirs gravés et lettres brodées. Em Aparições alguns pormenores reconhecíveis ou isolados surgem de textos selecionados em livros de vários autores, admirados e com os quais sente afinidades, assim como contribuições literárias, sempre convocadas respeitando os seus traços singulares no espaço criativo. Dans Apariciones certains détails reconnaissables ou isolés surgissent de textes sélectionnés dans les livres de plusieurs auteurs, admirés ou alliés; mais également des contributions littéraires, qui sont convoquées avec le respect de ses propres traits singuliers dans l’espace créatif. Le résultat étant un large et singulier répertoire d’œuvres «enluminées» qui met en avant la fusion et le dialogue fécond entre langages plastiques. 49 SILVANA SOLIVELLA En su conjunto, la obra de Silvana Solivella despliega una gran variedad de soportes y técnicas, recurriendo tanto al video, la instalación o la fotografía como a la pintura, que continúa siendo su práctica artística predilecta. De hecho, Silvana Solivella reivindica su oficio de pintora. Lejos de cualquier demarcación, la artista recorre campos distintos pasando de la poesía a la antropología, la historia del arte o su propia historia personal, con la finalidad inequívoca de evitar cualquier atavismo que entorpezca su práctica artística y su búsqueda. Española de origen, afincada en Suiza desde los años 90, cultiva la riqueza intrínseca de su doble pertenencia cultural en su estudio de Lausana, un lugar de investigación y de encuentro a la vez. En su recorrido artístico se hace patente una apuesta por las relaciones humanas: sus éxitos profesionales van a la par de sus encuentros personales, relaciones fértiles con seres que han favorecido la realización de proyectos íntimamente ligados a la artista. Su trabajo, reconocido en el mundo artístico, ha recibido prestigiosos premios y becas entre los que cuentan la beca de la Fundación de Arte Alice Bailly y el premio de la Fundación Irène Reymond. 50 SILVANA SOLIVELLA No seu conjunto, a obra de Silvana Solivella constrói-se através de uma grande variedade de suportes e de técnicas, recorrendo tanto ao vídeo, à instalação ou à fotografia como à pintura, que continua a ser a sua prática artística preferida. Com efeito Silvana Solivella reivindica o seu ofício de pintora. Fugindo a qualquer demarcação, a artista percorre campos distintos passando da poesia à antropologia, à história da arte ou à sua própria história pessoal, com o objectivo inequívoco de evitar qualquer atavismo que prejudique a sua prática artística e a sua busca. De origem espanhola, estabelecida na Suíça desde os anos 90, cultiva a riqueza intrínseca da pertença a duas culturas no seu estúdio de Lausana, um lugar simultaneamente de procura e de encontro. No seu percurso artístico a aposta nas relações humanas é clara: os seus êxitos profissionais avançam a par com os encontros pessoais, as relações fecundas com pessoas que favoreceram a realização de projetos intimamente ligados à artista. O seu trabalho, reconhecido no mundo artístico, obteve diversas distinções prestigiosas, entre as quais a Bolsa da Fundação de Arte Alice Bailly e o Prémio da Fundação Irène Reymond. SILVANA SOLIVELLA Tout en amplitude, les œuvres de Silvana Solivella se déploient à travers une grande variété de supports et de médiums, l’artiste recourant aussi bien à la vidéo, à l’installation, qu’à la photographie, sans oublier la peinture qui reste sa pratique élective. En effet, Silvana Solivella revendique son métier d’artiste peintre. En revanche au lieu de démarcations l’artiste circule de champ en champ, parcourant les voies de la poésie, de l’anthropologie, de l’histoire de l’art et de sa propre histoire, ceci afin d’éviter tout confort susceptible de bloquer sa recherche. D’origine espagnole, elle travaille depuis le début des années 90, cultivant les richesses issues de sa double appartenance, dans son atelier lausannois, à la fois lieu de travail et lieu d’échange. Dans son parcours artistique, elle privilégie, les relations humaines et les rencontres fécondes qui ont permis la réalisation des projets qui lui tenaient à cœur. Reconnue dans le milieu artistique, son œuvre a obtenu des distinctions prestigieuses, notamment la Bourse Alice Bailly et la Bourse Irène Reymond. 51 © Crédits photographiques: Christophe Berdat Jorge Cañete, www.jorgecanete.com Marie de Goumoëns Traduções em português: Nazaré Torrão Traduções dos textos de Jenaro Talens: Nuno Júdice e Jacques Ancet José Saramago, in Manual de Pintura e Caligrafia, Porto Editora, maio de 2014 José Saramago, en Manual de Pintura y Caligrafía, Edición Alfaguara, mayo del 2011 José Saramago, Manuel de peinture et de calligraphie, Éditions du Seuil, mars 2000 Dulce María Loynaz, Antología Lírica, colección Austral, Espasa Calpe, 1993 Agradezco sinceramente a mis patrocinadores y amigos su apoyo a este proyecto: Agradeço sinceramente aos meus patrocinadores e amigos o seu apoio a este projeto: Je remercie chaleureusement mes partenaires et amis pour leur soutien à ce projet: Aurora Muller, Mapi Gea Monera, Nazaré Torrão, Sara Solivella, Eva Solivella, Francisco Sanchez Soria, Stephan Andenmatten, Christophe Berdat, Jorge Cañete, Jean-Louis Queimado, Juan Carlos Torres, Natalia Granero, Carmen Fernández Torres, Pierre Menoux, Jenaro Talens, Nuno Júdice, Jacques Ancet, Fernando Delgado, Verónica García, Pilar del Río, Carmensa de la Hoz, Sergio Machado JORGE CANETE I N T E R I O R 52 D E S I G N P H I L O S O P H Y 53 54