Lima, cuatro de mayo del dos mil siete.

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Lima, cuatro de mayo del dos mil siete.‐ VISTOS; y, CONSIDERANDO además: PRIMERO.‐ Que, en principio, corresponde destacar que el presente cuaderno cautelar ya ha sido anteriormente de conocimiento, en vía de apelación, por parte de esta Suprema Sala, la cual mediante resolución suprema de fecha dieciocho de agosto del dos mil seis, obrante en copia certificada a fojas doscientos veinticuatro, declaró nula la resolución superior anterior, debido a que para desestimar la solicitud cautelar formulada por María Bárbara Rojas Vega, la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lambayeque expresó una motivación no solo insuficiente sino indebida, habiendo sido el mandato expreso de esta Suprema Corte que se dictara nueva resolución con arreglo a ley, esto es, la exposición clara y precisa de la fundamentación fáctica y jurídica que la sustenta, conteniendo las premisas y desarrollo lógico jurídico empleado que le conduzcan a determinada conclusión; SEGUNDO.‐ Que, no obstante el referido mandato expresó, la citada Primera Sala Civil de Lambayeque, integrada ahora por los Vocales Balcázar Zelada, Zamora Pedemonte y Silva Muñoz, vuelve a incurrir, de modo sorprendente, en el mismo vicio de la anterior resolución que fuera anulada, esto es, motivación insuficiente, puesto que la referida Sala Superior para declarar improcedente la solicitud cautelar se ha limitado a indicar simplemente: “…evaluando el Colegiado la presente solicitud, dirigida a conservar la situación de hecho o de derecho presentada al momento de la admisión de la demanda; y estando a que se va a determinar en el proceso principal la validez de resolución que diera origen al procedimiento coactivo, y que hasta este estado del proceso, la recurrente no ha logrado causar convicción respecto de la verosimilitud y grado de certeza del derecho que invoca, no es factible acceder a la solicitud cautelar por el momento”, esto es, la Sala continúa persistentemente en expresar sólo su conclusión valorativa de que la recurrente no ha logrado causar convicción sobre la verosimilitud del derecho que invoca, pero no explica cómo y porqué es que el Superior Colegiado llega a dicha conclusión; violándose así nuevamente el principio de motivación de las resolución judiciales previsto en el artículo ciento treintinueve inciso cinco de la Carta Fundamental; TERCERO.‐ Que, pese al vicio advertido, esta Suprema Sala estima que mayor perjuicio se causaría sancionando nuevamente la nulidad de la resolución apelada, puesto que dilataría aún más el tiempo para resolver la presente solicitud cautelar, con el riesgo muy factible además, de que el Colegiado Superior vuelva a dictar una resolución con motivación insuficiente; por consiguiente, corresponde aplicar al presente caso preferentemente, los principios de celeridad y economía procesales previstos en el artículo V del Título Preliminar del Código Procesal Civil; así, procede a pronunciarse sobre la solicitud cautelar formulada; lo cual sin embargo, no es óbice para disponer que se remitan copias pertinentes a la ODICMA a fin de que proceda confirme a sus atribuciones dada la inconducta funcional cometida al haber incurrido en negligencia frente a un mandato supremo; QUINTO.‐ Que, ahora bien, respecto de la solicitud cautelar, debe indicarse primero que para la concesión de una medida cautelar se requiere el cumplimiento de los requisitos contemplados en el artículo treintiséis de la Ley del Proceso Contencioso Administrativo número veintisiete mil quinientos ochenticuatro, concordado con los artículos seiscientos diez y seiscientos once del Código Procesal Civil, conforme al artículo treinticinco, in fine, de la Ley número veintisiete mil quinientos ochenticuatro, estos son, a) la verosimilitud del derecho invocado, es decir, el rango o aspecto exterior de derecho que debe contener el pedido; b) el peligro en la demora conocido como “periculum in mora” que exige la presencia de un peligro inminente e irreparable; c) la contra cautela, teniente a evitar los perjuicios que pudiera ocasionar la medida cautelar; SEXTO.‐ Que, en el presente caso, la verosimilitud del derecho para peticionar la nulidad de las resoluciones administrativas que la solicitante cuestiona, se sustentan en: i) que el mecanismo empleado por la Administración Tributaria sobre el débito fiscal del Impuesto General a las Ventas de los meses de enero, abril y mayo de mil novecientos noventicuatro, conocido como determinación de la obligación tributaria sobre base presunta es ilegal porque no examina base cierta; ii) que ha operado la prescripción dado que desde la data de los hechos materia de la obligación tributaria hasta la fecha de notificación de la resolución administrativa número cero treintiséis – cuatro – dos mil cinco, de fecha diez de junio del dos mil cinco, han transcurrido más de doce años, período superior a la prescripción contemplada en el artículo cuarentitrés del Código Tributario; iii) que la Administración Tributaria ha incurrido en violación de diversas normas tributarias, así como incurrido en vicios en la tramitación del expediente administrativo; SÉTIMO.‐ Que, tal como puede apreciarse los fundamentos de naturaleza fáctica y jurídica invocados por la solicitante requieren de una adecuada y amplia valoración probatoria que es procedente solo dentro del proceso principal; y que por ahora impiden que pueda ser valorado in limine por el órgano jurisdiccional; consecuentemente, no se satisface el requisito de verosimilitud del derecho invocada previsto en el artículo treintiséis de la Ley del Proceso Contencioso Administrativo número veintisiete mil quinientos ochenticuatro, lo cual es suficiente para desestimar la solicitud cautelar planteada; CONFIRMARON la resolución apelada de fojas doscientos treinticuatro, su fecha seis de diciembre del dos mil seis; que declara improcedente la solicitud de medida cautelar de no innovar; DISPUSIERON que se remita copias certificadas de las piezas relevantes del presente cuaderno a la ODICMA, a fin de que proceda conforme a sus atribuciones; en los seguidos por María Bárbara Rojas Vega con SUNAT y otro sobre Medida Cautelar; y, los devolvieron; Vocal Ponente Señor Palomino García.‐ S.S. TICONA POSTIGO PALOMINO GARCIA MIRANDA CANALES CASTAÑEDA SERRANO MIRANDA MOLINA crb CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA SALA CIVIL TRANSITORIA APEL. 80‐2007 LAMBAYEQUE Medida Cautelar Lima, cuatro de mayo del dos mil siete.‐ VISTOS; y, CONSIDERANDO además: PRIMERO.‐ Que, en principio, corresponde destacar que el presente cuaderno cautelar ya ha sido anteriormente de conocimiento, en vía de apelación, por parte de esta Suprema Sala, la cual mediante resolución suprema de fecha dieciocho de agosto del dos mil seis, obrante en copia certificada a fojas doscientos veinticuatro, declaró nula la resolución superior anterior, debido a que para desestimar la solicitud cautelar formulada por María Bárbara Rojas Vega, la Primera Sala Civil de la Corte Superior de Justicia de Lambayeque expresó una motivación no solo insuficiente sino indebida, habiendo sido el mandato expreso de esta Suprema Corte que se dictara nueva resolución con arreglo a ley, esto es, la exposición clara y precisa de la fundamentación fáctica y jurídica que la sustenta, conteniendo las premisas y desarrollo lógico jurídico empleado que le conduzcan a determinada conclusión; SEGUNDO.‐ Que, no obstante el referido mandato expresó, la citada Primera Sala Civil de Lambayeque, integrada ahora por los Vocales Balcázar Zelada, Zamora Pedemonte y Silva Muñoz, vuelve a incurrir, de modo sorprendente, en el mismo vicio de la anterior resolución que fuera anulada, esto es, motivación insuficiente, puesto que la referida Sala Superior para declarar improcedente la solicitud cautelar se ha limitado a indicar simplemente: “…evaluando el Colegiado la presente solicitud, dirigida a conservar la situación de hecho o de derecho presentada al momento de la admisión de la demanda; y estando a que se va a determinar en el proceso principal la validez de resolución que diera origen al procedimiento coactivo, y que hasta este estado del proceso, la recurrente no ha logrado causar convicción respecto de la verosimilitud y grado de certeza del derecho que invoca, no es factible acceder a la solicitud cautelar por el momento”, esto es, la Sala continúa persistentemente en expresar sólo su conclusión valorativa de que la recurrente no ha logrado causar convicción sobre la verosimilitud del derecho que invoca, pero no explica cómo y porqué es que el Superior Colegiado llega a dicha conclusión; violándose así nuevamente el principio de motivación de las resolución judiciales previsto en el artículo ciento treintinueve inciso cinco de la Carta Fundamental; TERCERO.‐ Que, pese al vicio advertido, esta Suprema Sala estima que mayor perjuicio se causaría sancionando nuevamente la nulidad de la resolución apelada, puesto que dilataría aún más el tiempo para resolver la presente solicitud cautelar, con el riesgo muy factible además, de que el Colegiado Superior vuelva a dictar una resolución con motivación insuficiente; por consiguiente, corresponde aplicar al presente caso preferentemente, los principios de celeridad y economía procesales previstos en el artículo V del Título Preliminar del Código Procesal Civil; así, procede a pronunciarse sobre la solicitud cautelar formulada; lo cual sin embargo, no es óbice para disponer que se remitan copias pertinentes a la ODICMA a fin de que proceda confirme a sus atribuciones dada la inconducta funcional cometida al haber incurrido en negligencia frente a un mandato supremo; QUINTO.‐ Que, ahora bien, respecto de la solicitud cautelar, debe indicarse primero que para la concesión de una medida cautelar se requiere el cumplimiento de los requisitos contemplados en el artículo treintiséis de la Ley del Proceso Contencioso Administrativo número veintisiete mil quinientos ochenticuatro, concordado con los artículos seiscientos diez y seiscientos once del Código Procesal Civil, conforme al artículo treinticinco, in fine, de la Ley número veintisiete mil quinientos ochenticuatro, estos son, a) la verosimilitud del derecho invocado, es decir, el rango o aspecto exterior de derecho que debe contener el pedido; b) el peligro en la demora conocido como “periculum in mora” que exige la presencia de un peligro inminente e irreparable; c) la contra cautela, teniente a evitar los perjuicios que pudiera ocasionar la medida cautelar; SEXTO.‐ Que, en el presente caso, la verosimilitud del derecho para peticionar la nulidad de las resoluciones administrativas que la solicitante cuestiona, se sustentan en: i) que el mecanismo empleado por la Administración Tributaria sobre el débito fiscal del Impuesto General a las Ventas de los meses de enero, abril y mayo de mil novecientos noventicuatro, conocido como determinación de la obligación tributaria sobre base presunta es ilegal porque no examina base cierta; ii) que ha operado la prescripción dado que desde la data de los hechos materia de la obligación tributaria hasta la fecha de notificación de la resolución administrativa número cero treintiséis – cuatro – dos mil cinco, de fecha diez de junio del dos mil cinco, han transcurrido más de doce años, período superior a la prescripción contemplada en el artículo cuarentitrés del Código Tributario; iii) que la Administración Tributaria ha incurrido en violación de diversas normas tributarias, así como incurrido en vicios en la tramitación del expediente administrativo; SÉTIMO.‐ Que, tal como puede apreciarse los fundamentos de naturaleza fáctica y jurídica invocados por la solicitante requieren de una adecuada y amplia valoración probatoria que es procedente solo dentro del proceso principal; y que por ahora impiden que pueda ser valorado in limine por el órgano jurisdiccional; consecuentemente, no se satisface el requisito de verosimilitud del derecho invocada previsto en el artículo treintiséis de la Ley del Proceso Contencioso Administrativo número veintisiete mil quinientos ochenticuatro, lo cual es suficiente para desestimar la solicitud cautelar planteada; CONFIRMARON la resolución apelada de fojas doscientos treinticuatro, su fecha seis de diciembre del dos mil seis; que declara improcedente la solicitud de medida cautelar de no innovar; DISPUSIERON que se remita copias certificadas de las piezas relevantes del presente cuaderno a la ODICMA, a fin de que proceda conforme a sus atribuciones; en los seguidos por María Bárbara Rojas Vega con SUNAT y otro sobre Medida Cautelar; y, los devolvieron; Vocal Ponente Señor Palomino García.‐ S.S. TICONA POSTIGO PALOMINO GARCIA MIRANDA CANALES CASTAÑEDA SERRANO MIRANDA MOLINA crb CORTE SUPREMA DE JUSTICIA DE LA REPÚBLICA SALA CIVIL TRANSITORIA APEL. 80‐2007 LAMBAYEQUE Medida Cautelar 
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