DONACION, NATURALEZA JURIDICA DE LA. Desde el antiguo

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362801. . Tercera Sala. Quinta Época. Semanario Judicial de la Federación. Tomo XXXV, Pág. 1237.
DONACION, NATURALEZA JURIDICA DE LA. Desde el antiguo derecho, existía la regla
jurídica de que dar y retener no es válido; tal regla, que obedecía al perjuicio con que se veían
las donaciones, tendía a evitarlas, reteniendo al donador en la consideración de su propio
interés, pues que constriñéndole a despojarse de lo suyo irrevocablemente, se le obligaba a
reflexionar para el efecto de que cambiara sus propósitos; dicha regla ha tenido en el derecho,
numerosas aplicaciones, de las cuales se conservan en la actualidad algunas, como son las de
que, la donación es ilícita cuando no versa sobre bienes presentes, y en la prohibición de las
donaciones de bienes futuros; la de que la donación entre vivos hecha bajo condiciones cuya
ejecución depende de la sola voluntad del donante, será nula; la de que la donación será nula,
si ha sido hecha bajo condición de satisfacer otras deudas o cargas diversas de las existentes
en la época de la donación expresada, y finalmente, la de que en caso de que el donante se
haya reservado la libertad de disponer de un objeto comprendido en la donación, o de una
suma determinada, sobre los bienes donados, y muere sin haber dispuesto de ellas, dicha cosa
o suma, pertenecerá a los herederos del donante, no obstante las cláusulas o estipulaciones
contrarias a ella. Existen estipulaciones que se consideran como no incompatibles con la
regla de que dar y retener no es válido, y éstas conciernen a la reserva del usufructo de los
bienes donados y a la reversión convencional. Tratándose de esta última, debe tenerse en
cuenta lo siguiente: el donatario al hacerse propietario del bien objeto de la donación, lo
transmite a su muerte a sus herederos y legatarios, aun cuando su fallecimiento ocurra antes
que el del donante y, como se ha considerado por algunas legislaciones que esto tiene un
resultado, a menudo, poco conforme con las intenciones del donante, pues que por lo general,
la donación se explica por razones enteramente personales del favorecido, que hacen que el
propio donante se despoje de lo suyo en provecho del donatario, para permitir a aquél evitar
semejante eventualidad, se le ha autorizado en las mismas legislaciones a estipular la
reversión del objeto de la donación, si el donatario muere antes que él, y a esto se ha dado el
nombre de reversión convencional, en oposición a la reversión legal, o revocación de la
donación que también contienen la generalidad de las legislaciones; pero aun en legislaciones
como la francesa, en que expresamente se permite el derecho de reversión, solo se admite en
beneficio del donante y no en el de sus herederos, o de terceros. La cláusula contenida en un
contrato de donación, sobre que, por la muerte de los donatarios, su parte acrecerá a los
demás, no puede ser tenida como una estipulación legal, en una legislación, que, como la
nuestra, no constituye salvedad alguna al principio de que la donación es irrevocable, desde
que el donatario la acepta y se hace saber la aceptación del donante, a no ser en el caso de la
reversión forzosa que establecen los artículos 2484 y siguientes del Código Civil, y tanto
más, cuanto que en el propio ordenamiento, se consigna, en artículo especial, la excepción al
principio de que dar y retener no vale, como lo es la facultad de donar la propiedad a una
persona y el usufructo a otra.
Amparo civil directo 3781/30. Espinosa Manuela y coagraviados. 12 de julio de 1932.
Mayoría de tres votos. Disidentes: Joaquín Ortega y Ricardo Couto. La publicación no
menciona el nombre del ponente.
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