FACULTAD DE CIENCIAS DE LA EDUCACIÓN Departamento de Métodos de Investigación y Diagnóstico en Educación DESARROLLO DE LA COMPETENCIA COMUNICATIVA ORAL EN EL PROCESO DE ENSEÑANZA–APRENDIZAJE ESPAÑOL COMO SEGUNDA LENGUA TESIS DOCTORAL ROSELIA DEL RISCO MACHADO. 2008 DEL IDIOMA Editor: Editorial de la Universidad de Granada Autor: Roselia del Risco Machado D.L.: GR. 2351-2008 ISBN: 978-84-691-7262-9 DESARROLLO DE LA COMPETENCIA COMUNICATIVA ORAL EN EL PROCESO DE ENSEÑANZA–APRENDIZAJE DEL IDIOMA ESPAÑOL COMO SEGUNDA LENGUA Tesis presentada para aspirar al grado de Doctor en el programa Aportaciones Educativas en Ciencias Sociales y Humanas por: ROSELIA DEL RISCO MACHADO. Dirigida por: Dr. Daniel González González Departamento de Métodos de Investigación y Diagnóstico en Educación Universidad de Granada, España e-mail:[email protected] Granada, 2008 España AGRADECIMIENTOS A la Universidad de Granada y en especial a la Dra. Leonor Buendía Eisman y el equipo de profesores del Programa de Doctorado, por permitirme aspirar a tan alto grado. A mi director Dr. Daniel González González por su guía, paciencia, acertadas sugerencias y optimismo, que en todo momento me dieron fuerza para continuar esta difícil tarea. A Belkis Cárdenas Marrero, a quien considero una compañera, amiga y hermana, por los constantes consejos y alientos, que sin ellos no hubiese sido posible la realización de esta tesis. A mi familia por haber estado a mi lado constantemente brindándome apoyo y fuerzas para seguir adelante. A mi hijo y a mi esposo que han tenido que prescindir de mi tiempo y dedicación, y que sin su ayuda esta realidad no fuera posible. A todos mis compañeros de trabajo, principalmente a mis colegas del departamento de Español. A todos los que de una forma u otra han cooperado para la realización exitosa de esta investigación. INDICE………………………………………………………………………………… 1. INTRODUCCIÓN………………………………………………………………………5. PARTE I MARCO TEÓRICO. CONCEPTUALIZACIÓN: CAPÍTULO I COMPETENCIAS COMUNICATIVAS. ESTRATEGIAS COMUNICATIVAS. ………………………………………………………………. 14. 1.1 Competencias…………………………………………………………………...14. 1.1.1 Competencias comunicativas……………………………………………….18. 1.2 Estrategias de aprendizaje……………………………………………………38. 1.2.1 Estrategias de aprendizaje de una lengua extranjera……………………49. 1.2.2. Estrategias comunicativas………………………………………………….52. 1.3.- Conclusiones del capítulo……………………………………………………58. CAPÍTULO II EL PROCESO DE ENSEÑANZA- APRENDIZAJE DE LENGUAS EXTRANJERAS Y SEGUNDAS LENGUAS. ……………………….60. 2.1 Fundamentos del proceso de enseñanza – aprendizaje…………………..60. 2.2 El proceso de enseñanza - aprendizaje de lenguas extranjeras y segundas lenguas ………………………………………………………………………….71. 2.2.1 La motivación en el proceso de enseñaza - aprendizaje de lenguas..85. 2.3 La enseñanza del español en Cuba. . Antecedentes……………………...94. 2.4 Conclusiones del capítulo……………………………………………………102. CAPÍTULO III. METODOLOGÍA ENSEÑANZA EXPRESIÓN ORAL EN EL PROCESO DE ENSEÑANZA APRENDIZAJE DE LENGUAS EXTRANJERAS Y SEGUNDAS LENGUAS. ……………………………………………………….103. 3.1- Metodología enseñanza español como segunda lengua en cuba. Antecedentes……………………………………………………………………….103. 3.1.1- El enfoque comunicativo en la enseñanza del español como segunda lengua……………………………………………………………………….111. 3.1.1.1. Principios del enfoque comunicativo…………………………………...114. 1 3.1.1.2. El enfoque comunicativo en el proceso de enseñanza de la competencia comunicativa oral en lenguas extranjeras ..…………………116. 3.1.2- El enfoque por tareas en la enseñanza de lenguas extranjeras….117. 3.1.2.1 El enfoque por tareas en el proceso de enseñanza de la competencia comunicativa oral en lenguas extranjeras ………………………………….129. 3.2 Metodología de enseñanza de la pronunciación en lenguas extranjeras como parte de la competencia comunicativa oral…….…………………….134. 3. 3 Conclusiones del capítulo…………………………………………………141. CAPÍTULO IV. LA PROCESO DE COMPETENCIA COMUNICATIVA ORAL EN EL ENSEÑANZA- APRENDIZAJE DE LENGUAS EXTRANJERAS. ……………………………………………………………….142. 4.1. La competencia comunicativa oral en el proceso de enseñanza – aprendizaje de lenguas extranjeras……………………………………..........142. 4.1.1- La pronunciación como componente de la competencia comunicativa oral en la adquisición de lenguas extranjeras ………………………………157. 4.1.1.1 Comparación entre la pronunciación del inglés y el español……….167. 4.1.1.2. Características principales de la realización de los sonidos en Cuba………………………………………………………………………………168. 4.2 Otros componentes que al igual que la pronunciación forman parte de la competencia comunicativa oral………………………………………………170. 4.3 Influencia de la comprensión de lectura, la comprensión auditiva y la expresión escrita en el desarrollo de la competencia comunicativa oral durante el proceso de enseñanza – aprendizaje de lenguas………………………176. 4.3.1- La expresión escrita……………………………………………………179. 4.3.2. La comprensión auditiva……………………………………………….183. 4.3.3. La comprensión de lectura……………………………………………186. 4.4- Conclusiones del capítulo……………………………………………….188. 2 II PARTE. ESTUDIO EMPÍRICO CAPÍTULO V: PROBLEMA, OBJETIVOS Y DISEÑO DE LA INVESTIGACIÓN. ……………………………………………………………..190. 5.1- Área problemática………..…………………………………….…….……190. 5. 2- Objetivos de la investigación……………………………………..…...…….192. 5. 3- Descripción del centro y población………………………………..…….194. 5.4- Participantes……………………………………………………….……….196. 5.5 Recursos instrumentales y procedimientos seguidos……………………197. 5.5.1Instrumentos utilizados para la recogida de datos…………………..…197. 5.5.1.1- Prueba de comprobación del rendimiento escolar………………. 198. 5.5.1.2- Observación a actividades docentes……………………………….217. 5.5.1.3- Cuestionario de estrategias de aprendizaje de expresión oral….219. 5.5.1.4- Cuestionario para determinar el grado de interés, los hábitos de estudio, la motivación y la utilización del resto de las habilidades comunicativas………235. 5.6-Análisis de la relación entre los datos obtenidos………………….………245. 4.7-Conclusiones del capítulo……………………………………………………247. CAPÍTULO VI: ……………………………………………………………………248. BIBLIOGRAFÍA……………………………………………………………………252. ANEXOS……………………………………………………………………………263. INDICE DE TABLAS Y GRAFICOS: Tabla 1: Descriptivos curso 2006-2007……………………………………….. 206. Tabla 2 Análisis de frecuencia dimensión I curso 2006-2007 ... …..……….. 207. Tabla 3 Análisis de frecuencia dimensión II: curso 2006-2007…………....... 208. Tabla 4 Análisis de frecuencia dimensión III: curso 2006-2007……………..…208. Tabla 5. Análisis de frecuencia dimensión IV curso 2006-2007……………..209. Tabla 6 Análisis de frecuencia del dominio de la habilidad…………………..209. 3 Tabla 7 Descriptivos curso 2007 – 2008 ………………………………….210 Tabla 8 Análisis de frecuencia Dimensión I. Curso 2007 – 2008………211. Tabla 9 Análisis de frecuencia dimensión II. Curso 2007 – 2008………..211. Tabla 10 Análisis de frecuencia Dimensión III. Curso 2007 – 2008…….212 Tabla 10 Análisis de frecuencia Dimensión IV. Curso 2007 – 2008…….212 Tabla 12 Análisis de frecuencia del dominio de la habilidad. Curso 2007 – 2008………………………………………………………………………………… 213 Tabla 13 Descriptivo de frecuencia curso 2006 – 2007………………………227. Tabla 14. Análisis de frecuencia. Estrategias cognitivas 2006 -2007……….227. Tabla 15 Análisis de frecuencia Estrategias metacognitivas curso 2006 – 2007……………………………………………………………………………… 228. Tabla 16 Análisis de frecuencia estrategias socio – afectivas curso 2006 – 2007…………………………………………………………………………………229. Tabla 17 Estadístico descriptivo estrategias Curso 2007 – 2008…………….229. Tabla 18 Análisis de frecuencia Estrategias cognitivas Curso 2007 – 2008...230 Tabla 19 Análisis de frecuencia de estrategias metacognitivas Curso 2007 – 2008…………………………………………………………………………………230. Tabla 20 Análisis de frecuencia estrategias socio – afectivas Curso 2007 – 2008….……………………………………………………………………………..232. Tabla 21 Matriz de correlación de las dimensiones y dominio de la habilidad…………………………………………………………………………….246. Tabla 22 Matriz de correlación entre las estrategias de aprendizaje y el dominio de la habilidad……………………………………………………………………....246 Gráfico 1 Comparativo resultados por dimensiones de los dos cursos…….214. Gráfico 2 Comparación resultados dominio de la habilidad por perfiles de los dos cursos………………………………………………………………………………..216. Gráfico 3 Comparativo de estrategias por curso………………………………..232. Gráfico 4 Comparativo de estrategias por perfiles curso 2006 – 2007…………..….233. 4 INTRODUCCIÓN INTRODUCCIÓN El idioma como medio de comunicación internacional, constituye una premisa fundamental para el intercambio cultural y el contacto entre las personas, así como su comprensión mutua y colaboración. Comunicación es una palabra de origen latino (communicare) que quiere decir compartir o hacer común algo. Es una necesidad vital para los hombres, que se manifiesta desde su nacimiento, y su satisfacción está asociada a la supervivencia. A través de la comunicación los seres humanos podemos conocer e interactuar con el mundo, así como transformar la realidad que abarca las relaciones sociales, familiares y escolares que, en cierta medida, regulan nuestra conducta por medio de normas ya establecidas por la sociedad. Son numerosas las definiciones que sobre Comunicación se han dado en el mundo, así como los ejemplos para ilustrar su importancia y su valor para las relaciones humanas en general, y en particular para el desarrollo de la personalidad; así, las relaciones entre madre-hijo, profesor-alumno, etc., son posibles gracias a la comunicación. Estas relaciones permiten el intercambio de ideas, sentimientos e inquietudes con el otro, y a su vez, propicia que sean resueltas las inquietudes de cualquiera de los participantes en el intercambio comunicativo, produciéndose un enriquecimiento humano y de la personalidad en el orden emocional, volitivo e intelectual El término comunicación se emplea en su acepción más amplia para designar el proceso de interacción de las personas, dicha interacción se efectúa con medios no verbales y con medios verbales, es decir, mediante el empleo del lenguaje articulado. Si en la actividad el hombre se relaciona con el objeto para conocer la realidad, en la comunicación la relación se establece entre los sujetos en un proceso de interacción social mediante símbolos convencionales y otros elementos privativos de el hombre que la convierte en una 5 INTRODUCCIÓN actividad especial del género humano, que a su vez lo distingue y lo socializa cada vez más. La comunicación con los demás es parte imprescindible de la vida cotidiana, no importa la edad, estado físico o de salud, nivel cultural, ideología, etc.; el hombre siempre necesita comunicarse, es imposible ser humano y no comunicarse, pues, sin duda, por medio de la comunicación verbal y de las formas que esta adopte, se puede comprender el papel del hombre en la sociedad y la influencia trasformadora que con su actividad debe producir en el medio en el que se desarrolla. Pero este mecanismo se hace mucho más difícil cuando la comunicación se da a través de una lengua que no es la suya, cuando se establece en lengua extranjera. Para lograr que sea efectiva la comunicación en otra lengua, si lo llevamos al plano de la enseñanza, es necesaria la adquisición de una serie de habilidades comunicativas que lograrán la eficiencia y la calidad de lo comunicado. Las lenguas son medios privilegiados para expresar las experiencias por las que atraviesa un grupo humano y conforman su identidad así como la cosmovisión de una comunidad, por lo que el conocimiento de las mismas permite compartir la riqueza de la herencia cultural que una colectividad ha acumulado a lo largo de su historia, ampliar el horizonte de comprensión y tolerancia entre los grupos humanos, eliminando así las barreras que impiden el entendimiento mutuo, facilitando la integración de colectivos procedentes de otros referentes culturales y lingüísticos, y la vivencia de la interculturalidad, dado que sólo se aprecia lo que se conoce. La comunicación a través de una lengua extranjera constituye un vehículo de entendimiento cultural que favorece la comprensión de costumbres y formas de vida diferentes, la tolerancia y el respeto entre los países y sus hablantes. Del mismo modo, el dominio de otras lenguas facilita las relaciones interpersonales al incrementar las posibilidades de comunicación. La expresión 6 INTRODUCCIÓN de sentimientos e ideas, favorece la formación integral del individuo al aumentar sus conocimientos, sus capacidades de observación, análisis, abstracción, reflexión sobre sí mismos, las nuevas lenguas y la propia a través de la comparación, la relación, la deducción y la realización de inferencias, desarrollando el interés, la curiosidad y el respeto por otros países, sus hablantes y sus manifestaciones culturales. Para formar un hombre integral, en la actualidad, es necesario y casi imprescindible, al menos el conocimiento de una segunda lengua, la que nos va a posibilitar la consulta de lo que se investiga y publica en otras partes del mundo en diferentes ramas del saber. En la actualidad se habla de aprendizaje, de enfoques, estrategias de aprendizaje, destrezas y competencias. Es imposible hablar en estos términos si desconocemos los aspectos esenciales que intervienen en el aprendizaje de una lengua extranjera Viendo al aprendizaje como aquel proceso o actividad cognoscitiva, que adquiere, además de la dimensión instructiva, dimensiones transformadoras y formativas, es decir, que además de los conocimientos esenciales necesarios, se desarrollan hábitos, capacidades o aptitudes; propósitos; se forman se adoptan habilidades o estrategias valores, principios, antes actitudes destrezas, determinados que rigen nuestro comportamiento. Y estamos aplicando esta definición a todas las esferas del saber humano y también a la vida y en ella no queda exento el aprendizaje de una lengua extranjera, pues el fin de esta enseñanza, no puede quedarse al nivel de los formas, sino como objeto de estudio necesario para poder interactuar con la cultura general esencial que le permita ser más competente como futuro profesional. Las estrategias de aprendizaje se caracterizan por la utilización más o menos frecuente de un conjunto de operaciones ante tareas determinadas, están 7 INTRODUCCIÓN condicionadas por los estilos de aprendizaje que en su base. Según Revilla (1998)” … se trata de cómo la mente procesa la información, del modo cómo se vale de ciertas estrategias de aprendizaje para trabajar la información o el cómo es influida por las percepciones de cada individuo”. La comunicación se convierte en los estudiantes, más que en una motivación, en una necesidad. Múltiples son las situaciones que a diario los envuelven en contextos docentes y extradocentes, en las que a menudo adolecen de algún vocablo o expresión lingüística indispensable para un intercambio satisfactorio en lengua extranjera. ¿Qué hacer, entonces, ante ese desequilibrio inevitable entre lo que enseñamos en las clases y los recursos que precisan nuestros alumnos para interactuar de forma eficaz? Paliar esas dificultades precisa de alternativas efectivas. Y el uso de estrategias de comunicación es, justamente, una de las herramientas más útiles para cubrir el vacío entre las necesidades comunicativas y los limitados recursos de que dispone para lograrlo. El desarrollo de la competencia comunicativa emerge como una necesidad vital en la enseñanza de lenguas extranjeras. Y si de potenciar habilidades y competencias se trata, hay que tener presentes algunos conceptos y aportaciones muy en boga en los momentos actuales. Hablar de comunicación oral en el español como segunda lengua y pensar en el empleo de "estrategias", se están convirtiendo, más que en palabras de moda, en componentes inseparables en el empeño por enriquecer la práctica docente. Se han logrado avances para mejorar la competencia comunicativa en los estudiantes extranjeros, pero aún existen dificultades en el desarrollo de las habilidades de comunicación. El desarrollo de las habilidades lingüísticas y comunicativas constituye el elemento básico de los procesos de socialización que ocurren en la universidad. Figueroa (1983) refiere que “… mediante ellas se desarrollan los vínculos sociales y se conforman las estructuras significativas sobre las cosas. 8 INTRODUCCIÓN Están en el centro de construcción de la persona como sujeto de relaciones y en la actualización constante de la cultura”. Por tanto el objetivo fundamental del proceso de enseñanza - aprendizaje de una lengua extranjera es lograr que los estudiantes aprendan a comunicarse en una lengua que no es la propia por lo que se hace necesario desarrollar su competencia comunicativa de forma total, de modo que trabajen por igual tanto la expresión oral como la expresión escrita, la comprensión auditiva y la lectura, es decir, las cuatro destrezas lingüísticas, en un determinado contexto social y cultural. El crecimiento y la importancia del Idioma Español en el ámbito internacional han provocado que la enseñanza del español como segunda lengua en el contexto escolar sea un tema fundamental en desarrollo y se ha abierto una línea de trabajo de gran interés en el área del conocimiento de la didáctica de la lengua bajo la denominación de "español como lengua extranjera". De la mano del Instituto Cervantes y de un buen número de departamentos universitarios, en muy poco tiempo han aparecido gran variedad de publicaciones, artículos, colecciones de libros de textos y trabajos de investigación como el que nos ocupa. El acelerado desarrollo de la ciencia ha conllevado la búsqueda de métodos cada vez más eficaces para la enseñanza-aprendizaje de las lenguas extranjeras, lo que facilita la asimilación por parte del estudiante y, por ende, su preparación, de modo que pueda estar más capacitado, poseer mayores conocimientos, desarrollar habilidades, que sea un individuo más culto y conocedor de las culturas de los pueblos y sus tradiciones. En la enseñanzaaprendizaje de un idioma se pretende el desarrollo de las destrezas y habilidades imprescindibles para su conocimiento y dominio, de modo que llegue a ser un comunicador eficiente. Nos referimos a la habilidad de escuchar, de hablar, de leer y de escribir. En suma, y como ya hemos señalado, en el proceso de enseñanza – aprendizaje de una lengua extranjera el objetivo fundamental es conseguir que los alumnos aprendan a comunicarse 9 INTRODUCCIÓN en una lengua que no es la suya, lo que requiere desarrollar su competencia comunicativa. Hemos de trabajar por igual la expresión oral y la escrita, la comprensión auditiva y la lectura, de modo que progrese el aprendizaje y desarrolle tal competencia comunicativa que le permita adecuarse a las diferentes situaciones, contextos e interlocutores posibles en su vida social, “sepa hacer” con esa lengua extranjera. De entre las destrezas, destacamos la expresión oral, porque será el modo natural de expresión, del mismo modo que lo es la lengua materna. Y, en este sentido, habrá que prestar especial atención a la pronunciación porque siendo el lenguaje un sistema de comunicación eminentemente oral en el que los sonidos, como unidades mínimas de significado, se integran para trasmitir un mensaje, el dominio de la pronunciación constituye la vía fundamental para hacerse comprender y lograr una comunicación eficiente. La importancia de la enseñanza de este aspecto en el aprendizaje de la lengua extranjera es esencial, ya que debe contribuir a formar hábitos correctos desde los inicios del aprendizaje. Pero no debemos olvidar que, junto con la correcta pronunciación, debemos atender a cómo produce el mensaje, que debe llegar a ser coherente, bien estructurado y cohesionado, a la vez que adecuado. Para ello utilizará todo tipo de recursos, tanto lingüísticos como no lingüísticos. Se vive constantemente haciendo uso de la expresión oral, hablando, solicitando y dando informaciones, opinando, conversando; y es que precisamente la expresión oral es la forma que rige la actividad comunicativa, que implica la producción y la recepción de información. La producción se realiza al hablar, y la recepción se efectúa al escuchar: así como se comprende, se interpreta y recrea el significado recibido. Comunicarse oralmente implica expresar la personalidad del individuo, lo cual lleva a pensar que no poder decir con claridad lo que se quiere comunicar, por muchos factores de orden psíquico, inhibiciones, timidez, limitaciones mentales y expresivas, afecta su desarrollo como ser social. 10 INTRODUCCIÓN Es preciso entonces ampliar el abanico expresivo del alumnado, de la misma manera que se amplía su conocimiento. La escuela debe propiciar que exprese su pensamiento, enseñarle a escuchar a los demás para que pueda discernir, reflexionar, crear independencia de criterio, de autoestima y de autonomía conceptual, que se traduce en seguridad para opinar y expresar su punto de vista. Por lo tanto resulta una tarea de primer orden en la Enseñanza Superior, preparar al futuro profesional para comunicarse en la sociedad donde interactuará en la práctica de su labor y por lo tanto el uso correcto de su expresión oral se convierte en su principal herramienta de trabajo. En el campo de la comunicación oral hay mucho por hacer. El tiempo nos obsesiona y nos olvidamos de los medios expresivos de los alumnos. Ignoramos la importancia del lenguaje verbal y no les concedemos la posibilidad de expresarse oralmente. Un joven que no experimenta la necesidad de hablar, que nadie lo ha “hecho hablar”, que no expresa lo que piensa o siente en voz alta, no podrá hacerlo correctamente en forma escrita. Si los profesores analizan cuál es el fracaso de muchos alumnos en sus estudios, van a descubrir que se debe con frecuencia a la incapacidad de compresión y organización del lenguaje. La enseñanza de la expresión oral sistematizada, debe empezar desde el ciclo primario y proyectarse hasta la enseñanza superior. Se trata de hacer hablar a los alumnos, con la intención de modificar los resultados escolares y ayudar a que la clase sea más activa. Para alcanzar este objetivo, es necesario estimular a los estudiantes a expresarse en forma oral, llevándolos a experimentar la necesidad de hacerlo. Esta tarea hay que emprenderla con mucho coraje y persistencia. La comunicación escrita y oral, compete a cualquier disciplina; sin embargo, el profesor que tiene en sus manos la enseñanza del Español, es quien tiene la mayor responsabilidad. Sobre sus hombros pesa reorganizar las estructuras verbales que fueron adquiridas en los primeros ciclos de educación. 11 INTRODUCCIÓN Lo esencial en la enseñanza del español ha de consistir en el entrenamiento para la comunicación. El profesor debe conocer y manejar adecuados y suficientes ejercicios para promover la participación, con el propósito de desarrollar destrezas que permitan al educando comunicarse fluidamente. No obstante se le ha dado poca importancia. Por eso afirmo al principio, que las deficiencias llegan hasta el nivel superior. Encontramos al universitario, incapaz de expresarse por falta de entrenamiento. Nuestro trabajo titulado “ El desarrollo de la competencia comunicativa oral en el proceso de enseñanza – aprendizaje del idioma español como segunda lengua ” deviene en un acercamiento a una latente preocupación en los actuales estudios de lenguas extranjeras: cómo propiciar un desarrollo de las habilidades orales en las clases de Español como Segunda Lengua que posibilite un mayor nivel de autonomía de los estudiantes en sus intercambios socioculturales y mediante ella valorar en qué medida la potenciación de estrategias comunicativas constituye una opción viable para el logro de este objetivo, a partir de tomar en cuenta algunas consideraciones didácticas y dar una visión del nivel alcanzado por los estudiantes extranjeros del curso Preparatorio en nuestra Universidad. Desde el punto de vista investigativo nos planteamos un estudio de tipo descriptivo que nos permitirá determinar unas conclusiones que serán de gran utilidad para encaminar futuras investigaciones en el desempeño de la enseñanza del español. Presentamos a continuación la estructura formal que hemos escogido para llevar nuestra investigación. Enmarcamos nuestro trabajo en dos partes: Parte I: Fundamentos teóricos. Capítulo I: Competencias comunicativas y estrategias comunicativas. Capítulo II: El proceso de enseñanza aprendizaje de lenguas extranjeras y segundas lenguas. 12 INTRODUCCIÓN Capítulo III: Metodología enseñanza expresión oral en el proceso de enseñanza aprendizaje de lenguas extranjeras y segundas lenguas Capítulo IV: La competencia comunicativa oral en el proceso de enseñanzaaprendizaje de lenguas extranjeras. Parte II: Parte Empírica Capítulo V: Caracterización del área problemática, del centro en que está enmarcada la investigación, la población y muestra, los recursos instrumentales y proceso seguido, los instrumentos aplicados, el tratamiento cuantitativo de los datos y resultados obtenidos . Capítulo VI: Conclusiones. 13 CAPÍTULO I MARCO TEÓRICO. CONCEPTUALIZACIÓN: CAPÍTULO I. COMPETENCIAS COMUNICATIVAS. ESTRATEGIAS COMUNICATIVAS. 1.1 Competencias. Muchos son los conceptos y definiciones que sobre competencia existen. Desde la primera mitad del siglo pasado es amplia la literatura sobre estos temas. La Psicología General de enfoque dialéctico, cuenta con una sólida teoría, sobre el desarrollo de las capacidades humanas y su naturaleza social. De manera general, a la hora de definir qué son las competencias, existen aspectos que se repiten en la literatura especializada que ratifican su esencia. Estos aspectos son: • Los sistemas de conocimientos. • Sistemas de hábitos y habilidades. • Actitudes. • Expectativas. • Relación con la actividad. • Solución de problemas. • Toma de decisiones. En el análisis de la Psicología General, el concepto competencia contiene desde el punto de vista teórico lo relacionado con la formación y desarrollo de capacidades humanas, al entenderlas como particularidades psicológicas individuales de la personalidad, que son condiciones para realizar con éxito una actividad dada y revelan las diferencias en el dominio de los conocimientos, habilidades y hábitos necesarios para ello; es decir que el ser humano tiene la potencialidad de combinar características psicológicas de su personalidad, como condición necesaria y suficiente para el logro de altos resultados profesionales. 14 CAPÍTULO I En la actualidad las universidades se encuentran inmersas en un proceso de educación en competencias con el objetivo de lograr un profesional con conocimientos, habilidades, actitudes y valores que le permitan desde su formación integral, desempeñarse de manera adecuada solucionando deficiencias que se manifiestan hoy en día en la esfera laboral, y de manera independiente, continuar aprendiendo a lo largo de su vida. Por ello se ha reclamado universalmente, el énfasis en una educación centrada en el aprendizaje ante una educación centrada en la enseñanza, capaz de propiciar la adquisición de competencias por el alumnado. En los orígenes de la utilización del término competencias relacionado con la actividad cognoscitiva se han destacado los lingüistas, representados por Noam Chomsky en 1965 cuando elabora una teoría sobre el dominio del lenguaje, para ello, define competencias como capacidad y disposición para la actuación y la interpretación, no limitándolas a simples habilidades y destrezas. (Gallego, 1999). La competencia tiene que ver con una combinación conocimientos, habilidades y actitudes conducentes a integrada de un desempeño adecuado y oportuno en diversos contextos. La flexibilidad y capacidad de adaptación resultan claves para el nuevo tipo de logro que busca el trabajo y la educación como desarrollo general, para que las personas hagan algo con lo que saben. Las competencias pueden establecerse en tres grupos generales: • Competencias básicas. Son aquellas en las que la persona construye las bases de su aprendizaje (interpretar y comunicar información, razonar creativamente y solucionar problemas, entre otras). Las competencias básicas están referidas fundamentalmente a la capacidad de "aprender a aprender" que afirma la erradicación definitiva de la concepción de que es posible aprender de una vez y para siempre y de que en el aula se puede reproducir todo el conocimiento. Requiere de 15 CAPÍTULO I instrumentaciones básicas como la idoneidad para la expresión oral y escrita y del manejo de las matemáticas aplicadas y pone en movimiento diversos rasgos cognitivos, como la capacidad de situar y comprender de manera crítica, las imágenes y los datos que le llegan de fuentes múltiples; la aptitud para observar, la voluntad de experimentación y la capacidad de tener criterio y tomar decisiones. Entre las competencias básicas que suelen incluirse en los currículos se encuentran la comunicación verbal y escrita, la lectura y la escritura, las nociones de aritmética, el trabajo en equipo, la resolución de problemas y la enseñanza de lenguas extranjeras. • Competencias personales. Son aquellas que permiten realizar con éxito las diferentes funciones en la vida (actuar responsablemente, mostrar deseo de superación y aceptar el cambio, entre otras). Las competencias personales constituyen un conjunto de difícil definición, pues están en función de las capacidades y potencialidades de expresión de un grupo de características que se manifiestan en dependencia del ambiente en que se desarrolle la actividad, tales como seguridad en sí mismo, capacidad para dominar los sentimientos y las tensiones emocionales, curiosidad, argumentación crítica y capacidad analítica. • Competencias profesionales. Son las que garantizan cumplir con las tareas y responsabilidades de su ejercicio profesional. Se reconoce que las cualidades de las personas para desempeñarse productivamente en una situación de trabajo, no sólo dependen de las situaciones de aprendizaje escolar formal, sino también del aprendizaje derivado de la experiencia en situaciones concretas de trabajo. En el proceso de enseñanza - aprendizaje de una lengua extranjera, ellas se ponen de manifiesto, no podemos divorciar nuestro proceso de 16 CAPÍTULO I aprendizaje del proceso integral del estudiante, ni de su vida, nuestra disciplina y sistemas de conocimientos y habilidades forman parte del todo, se integran al cuerpo de conocimientos de cada individuo, matizándolo y enriqueciéndolo. Nosotros como profesores de idiomas también formamos al individuo, somos mediadores de una herencia cultural amplia, profunda, flexible, que no se circunscribe a la mera transmisión de formas y estructuras, a través de nuestra nuestras instrucción está experiencias implícito nuestro personales, contexto nuestros estilos histórico de y social, dirección y comunicación, somos ejemplos y portadores de los valores más genuinos de nuestro sistema social (Manzano, 2007) El término competencia se define, entonces, como un "saber hacer, sobre algo, con determinadas actitudes", Es decir, como una medida de lo que una persona puede hacer bien como resultado de la integración de sus conocimientos, habilidades, actitudes y cualidades personales. El término apunta, primeramente, al carácter predominantemente práctico de toda competencia. Alguien es competente cuando sabe cómo se debe hacer, cuando se hace efectivamente y de una manera adecuada. En segundo lugar, el concepto se refiere a algo que se sabe hacer, que es por tanto, contenido de la competencia. Y en último lugar, para poder afirmar que alguien es competente no basta saber que hace ese algo, sino que la actitud con la que actúa, también es importante. O sea se hace referencia a los aprendizajes que hacen a alguien competente: “sabe quién es, sabe hacer, emprender y hacerlo con otros y, finalmente, cómo hizo para saberlo.” (González et al, 2003) Un grupo de investigadores de la Universidad de Granada se ha centrado en el análisis de las competencias generales propuestas por el Proyecto TUNING con el objetivo de proporcionar un análisis conceptual de las mismas y facilitar una comprensión relativamente homogénea del significado de sus significados en los foros de discusión que lleven a cabo para la reforma de los 17 CAPÍTULO I planes de estudio. Estos investigadores han considerando oportuno modificar la clasificación dada por los autores del proyecto europeo y reclasificarlas en función del carácter más o menos básico de las competencias y los aspectos instrumentales de las mismas. En este marco se ha entendido que una competencia es básica cuando entra a formar parte como componente de otras competencias más complejas. Las competencias básicas hacen referencia a habilidades cognitivas, a aspectos motivacionales y a valores. Las competencias de intervención a aquellas que poseen la característica de ser aplicadas sobre el medio (físico y social) o sobre el propio pensamiento y se agrupan en tres categorías: cognitivas, sociales y culturales. Las competencias específicas hacen referencia a la habilidad para realizar una serie de tareas concretas y suelen tener un carácter instrumental. (Hernández, 2005) Si tomamos en consideración la clasificación dada anteriormente, en nuestro trabajo nos estaremos refiriendo a una competencia específica que atiende el conocimiento de un idioma, que es la competencia comunicativa. 1.1.1 Competencias comunicativas. Nuestra existencia transcurre matizada por una serie de intercambios personales que tienen lugar en el seno de numerosos grupos e instituciones; nuestra condición de ser social nos hace sujeto de las relaciones interpersonales las que podemos definir como aquellos procesos que se configuran en el marco de los contextos donde tiene lugar la actividad humana y están mediados por la comunicación. La comunicación podemos definirla como el complejo proceso de carácter social e interpersonal mediante el cual se producen intercambios de mensajes, verbales y no verbales, y se ejerce una influencia recíproca entre los interlocutores; que propicia diversas interacciones racionales y emocionales entre estos (Zaldívar, 2006) Las relaciones interpersonales van a jugar un rol fundamental en el desempeño de la actividad humana en los diferentes ámbitos sociales en que 18 CAPÍTULO I los que ésta se desarrolla, y tiene por base la comunicación; esta cumple las tres funciones fundamentales siguientes: • Función informativa. Se refiere al intercambio de mensajes con diferentes sentidos y significados. • Función reguladora. La comunicación actúa como reguladora de la actividad de los interlocutores. • Función afectiva. A través de los mensajes se transmiten emociones y afectos que de alguna manera influyen en la percepción interpersonal y complementan las dos funciones anteriores. Si en la actividad el hombre se relaciona con el objeto para conocer la realidad, en la comunicación la relación se establece entre los sujetos en un proceso de interacción social mediante símbolos convencionales y otros elementos privativos de el hombre que la convierte en una actividad especial del género humano, que a su vez lo distingue y lo socializa cada vez más. Participar apropiadamente en una interacción comunicativa consiste en cumplir con los propósitos de la comunicación personal; esto es, lograr lo que se quiere o necesita y hacerlo dentro de lo socialmente aceptable (sentido y coherencia). Según González (1998) “La comunicación puede entenderse como intercambio, interrelación, como diálogo, como vida en sociedad, todo ello relacionado indisolublemente con las necesidades productivas de los hombres y no puede existir sin el lenguaje. Comunicación es pensamiento compartido.” La comunicación, como plantea este autor, es dirigida, planificada y controlada. Se planifica porque primero se concibe lo que va a constituir el mensaje; es dirigida porque este proceso no es espontáneo, sino que se organiza y estructura; y es controlado porque se pueden medir sus efectos durante el proceso y se puede interactuar sobre ella para mejorar sus efectos. 19 CAPÍTULO I Si se relacionan estas características de la comunicación con la habilidad oral en la lengua, se puede decir entonces que es posible crear mecanismos para incidir en una determinada producción oral de los estudiantes y que lleve implícito un conjunto de peculiaridades como la utilización de la norma culta para hacer esa comunicación mucho más acertada y así lograr que los alumnos produzcan en la actividad oral y calculen los efectos de modo que se apropien y pongan en práctica la competencia comunicativa que los debe caracterizar. De allí que la comunicación cumpla funciones sociales importantes para el propio desarrollo del hombre y educación de su personalidad: la informativa (transmisión de la cultura de la humanidad), la afectiva – valorativa (reflejo del mundo externo e interno del hombre) y la reguladora (dirige el perfeccionamiento del proceso comunicativo mediante la retroalimentación). Por tanto, en la medida que un sujeto sea más competente en el proceso comunicativo, más competente será en la misma vida social. En la actualidad la didáctica del habla ha ocupado un lugar importante en el desarrollo de la enseñanza de la lengua. Esta didáctica está concentrada en el problema de la comunicación, es decir, en lograr que nuestros estudiantes sean capaces de comprender y comunicarse de forma coherente, en dependencia de las necesidades comunicativas que se les presente en las diferentes situaciones comunicativas en que habrán de intercambiar. Ser competente implica tener capacidades adecuadas o estar apto para algo. Poseer determinada competencia significa capacitación, suficiencia, autoridad y calificación en esa esfera o actividad social. Luego, competencia comunicativa conduce al dominio de la comunicación. La lengua es uno de los elementos más importantes en la transmisión y adquisición de conocimientos del patrimonio cultural de los pueblos. Los seres humanos no se han limitado a indagar sobre su propia cultura, sino que desde sus inicios han tratado de sobrepasar las fronteras de su espacio para comprender e interactuar con sus semejantes de otras latitudes. 20 CAPÍTULO I En el siglo XXI, el desarrollo acelerado del comercio, los avances científicos y tecnológicos, las comunicaciones y otros exigen nuevas estrategias en las relaciones culturales entre los pueblos. En tal sentido, el conocimiento y la competencia comunicativa se convierten en una exigencia latente a la que deben responder programas interculturales de enseñanza. Desde hace mucho tiempo, los planes de estudio en la formación profesional incluyen la formación de habilidades en lenguas extranjeras como parte de las competencias profesionales necesarias para desarrollarse al nivel internacional. Estos han tenido, dentro de sus objetivos, el desarrollo del conocimiento de la cultura de los pueblos hablantes de la lengua objeto de estudio. A finales del siglo XX e inicios del XXI, dado el incremento de las relaciones internacionales y de ámbitos de enseñanza aprendizaje multicultural se han incrementado los proyectos de colaboración conjunta entre los centros de educación de diferentes países. Esto ha traído como consecuencia que las concepciones pedagógicas y las estrategias metodológicas hayan tenido que cambiar para adaptarse a tales contextos y a las necesidades de los estudiantes. Dentro de tales cambios es necesario tener en cuenta el aspecto sociocultural como cuestión fundamental que incide directamente en el proceso de enseñanza aprendizaje cuando el alumnado se enfrenta a una cultura y lengua diferentes a la propia. Esto exige que los docentes, a su vez, conozcan tales aspectos del medio de donde proceden los alumnos, así como ser conscientes de los posibles cambios emocionales que pueden ocurrir en ellos ante el enfrentamiento con un contexto cultural y lingüístico desconocido. El hablante de una lengua o de una variedad lingüística forma parte de una comunidad. Ésta es el resultado de una red de relaciones entre las personas que, hablando entre ellas, tienden a acercar sus formas de expresión. Se necesita, por tanto, una adecuada competencia comunicativa para funcionar en la vida cotidiana, para el establecimiento de las relaciones personales y sociales, para comprender y reflexionar acerca de sus experiencias, para dar 21 CAPÍTULO I respuesta a las experiencias del mundo que nos rodea, para comprender y compartir o no las experiencias y puntos de vista, para resolver problemas, tomar decisiones, expresar actitudes. Nuestro mundo está constituido, entre otras cosas, por variedad de sistemas de comunicación que hacen cada vez más ágiles los intercambios entre los hombres y los países. Y es en este contexto, que la competencia comunicativa de los individuos adquiere más relevancia que nunca al constituirse en un factor de desarrollo o de entorpecimiento entre los habitantes del planeta. El contexto de enseñanza-aprendizaje de una lengua extranjera envuelve fundamentalmente un proceso interactivo en el que intervienen numerosos factores que repercuten, en mayor o menor medida, en su desarrollo. La comunicación verbal como proceso básico para el desarrollo del individuo, deviene en fuente de socialización y aprendizaje, y dentro de las lenguas extranjeras, adquiere un valor trascendental. De ahí se desprende la importancia de desarrollar las habilidades orales dentro del proceso, el cual se basa en el “principio rector de la comunicabilidad” (Antich, 1987). La competencia comunicativa hace referencia al aprendizaje de alguna lengua, es decir, se pretende que el educando sea competente para comunicarse en la lengua estudiada tanto en la forma oral como escrita en las distintas situaciones de la vida cotidiana, la capacidad de una persona para comportarse de manera eficaz y adecuada en una determinada comunidad de habla; ello implica respetar un conjunto de reglas que incluye tanto las de la gramática y los otros niveles de la descripción lingüística (léxico, fonética, semántica) como las reglas de uso de la lengua, relacionadas con el contexto socio histórico y cultural en el que tiene lugar la comunicación. Hablar una lengua equivale a poseer la competencia comunicativa en esa lengua. Esta competencia es entendida desde la antigua retórica hasta los enfoques pragmáticos y sociolingüísticos más recientes como una capacidad cultural de los oyentes y de los hablantes reales para comprender y producir 22 CAPÍTULO I enunciados adecuados a intenciones diversas de comunicación en comunidades de habla concretas. Poseer esta competencia equivale a poseer una conjunción de conocimientos y capacidades generales subyacentes al uso de la lengua. Primeramente Chomsky crea el término competencia lingüística entendido como el conocimiento implícito que de la lengua tiene el usuario ideal gramaticalmente. para Desde escuchar o entonces hablar “...la enunciados competencia correctos lingüística del hablante se define como el conocimiento lingüístico que le permite generar un conjunto ilimitado- en teoría infinito- de oraciones. Gracias a ese conocimiento, el hablante – oyente puede reconocer expresiones que nunca antes había oído como gramaticales o anómalas...” (Caravedo, 1990) Como es obvio que ese conocimiento implícito e ideal en la práctica se materializa con un comportamiento diferente, el propio autor propuso el término actuación para expresar la forma en que el usuario de la lengua hace uso de dicha competencia, la cual se ve interferida por limitaciones de la memoria, las distracciones y perdida de la atención y los errores causales o típicos. De esta forma Chomsky defiende en su Teoría Lingüística la importancia que tiene para el lenguaje la relación entre los fenómenos psicológicos del individuo y los externos de la “comunidad de hablantes”, con lo cual la Lingüística dejó de ser analizada como un objeto externo al hombre como promulgaba la Lingüística estructuralista. Luego, Hymes superó las barreras que implicaba el enfoque gramatical, al derivar de la competencia lingüística su nuevo término: competencia comunicativa, la cual “está referida a los usos del lenguaje en actos de históricamente comunicación situados.” Así, particulares, él relaciona concretos las y social capacidades y e los procesos que el usuario deberá aplicar en cualquiera de las cuatro habilidades básicas de la lengua para producir o comprender determinado 23 CAPÍTULO I texto, apropiado a la situación, al contexto y al registro de formalidad oportuna. Como se entiende, este contexto social es amplio. Savignon (1972) emplea el concepto de Competencia Comunicativa para un contexto específico, la enseñanza de la lengua extranjera, y en ese sentido su idea es más apropiada para los que enseñamos idiomas extranjeros, pues la entiende como: "La capacidad de los estudiantes de idioma para interactuar con otros hablantes y transmitir significados, a diferencia de su capacidad de actuación basado en el conocimiento gramatical." Ante la realidad comunicativa, en que el hombre se relaciona con otros, el propio Chomsky planteó que: “el individuo cuenta con una competencia lingüística y distintas competencias intelectuales mediante las cuales puede comprender un sistema de conceptos, suficientemente claros, de acuerdo con su inteligencia” (Caravedo, 1990). O sea, el hombre no solo percibe cosas, sino que reflexiona sobre ellos, hace deducciones y saca conclusiones. Esa evolución del término competencia comunicativa ha contado con otros aportes. En reacción a tan variadas consideraciones, Canale y Swain (1980), proponen una estructura teórica, primero de tres y después de cuatro componentes que describen la competencia comunicativa: la competencia gramatical (lingüística), la competencia socio-lingüística, la competencia discursiva y la competencia estratégica. Después aparece un quinto componente, la competencia sociocultural. Parece ser que Canale y Swain reconocen la importancia del contexto al incluir reglas de uso sociocultural en el componente socio-lingüístico, que a su vez Hymes (1972) incluye en el sector tres, lo que es apropiado en un contexto sociocultural dado, pero es Van Ek , quien lo operacionaliza y lo incluye en el concepto junto a las cuatro dimensiones ya establecidas en la obra Threshold Level for Modern Language Learning in Schools, que forma parte del Threshold Level of the Council of 24 CAPÍTULO I Europe que da origen al llamado enfoque comunicativo que hasta hoy ha revolucionado la enseñanza de lenguas extranjeras. Otro lingüista, Gumperz (1981), citado por Stalker (1989) redefine el término competencia comunicativa reconociendo y enfatizando, en nuestra opinión, el carácter interaccional y cooperativo de la comunicación y su contextualización. Bacman (1987) citado por Tardo (2005) define la competencia comunicativa como la serie de habilidades generales que utiliza todos los elementos de la competencia del lenguaje así como de las habilidades psicomotoras en el proceso de negociación del significado. Según Romero (1999) la competencia comunicativa debe analizarse desde cuatro dimensiones: Técnica, metodológica, teórica, y epistemológica. Técnica: hace referencia a su aplicación en el aula, en este aspecto se toman en cuenta las distintas estrategias puestas en práctica para que el sujeto adquiera la competencia comunicativa. Existen muchas técnicas que se encuadran en el enfoque comunicativo, entre las que podemos enunciar: los juegos de roles a partir de una situación dada, la conceptualización gramatical a partir de un corpus, la argumentación, la exposición, la narración, etc. Metodológica: Aquí se plantea el análisis de la competencia comunicativa desde el punto de vista del método o sea la vinculación entre la teoría y la práctica, de la cual se apropian un conjunto de reglas y de principios normativos. Aunado a lo anterior, la interacción social en el aula es otra de las características principales que favorecen su desarrollo. Teórica: Desde esta perspectiva el enfoque comunicativo establece definir los supuestos teóricos que sustentan el método, lo que a su vez determina las técnicas. 25 CAPÍTULO I Epistemológica: Aquí se enfoca el como es asumido el conocimiento, desde las distintas teorías que dan origen al concepto y como conciben la relación entre el sujeto y el objeto. La adquisición de la competencia comunicativa se entiende además de la interacción socio-cultural como un proceso de interacción entre dos mecanismos: la <<comprensión>> o asimilación y la <<producción>> o elaboración. El desarrollo de la comprensión ocurre de lo general a lo particular, pues es a partir del entendimiento global de las situaciones, que es posible llegar a entender los aspectos específicos. Mientras que el desarrollo de la producción, presenta una secuencia exactamente inversa: de lo particular a lo general. Es decir, de elementos aislados a combinaciones complejas. Los mecanismos de comprensión y producción operan en los tres tipos de conocimientos de la competencia comunicativa de manera similar. Romero (1999). Según Barroso (2000) trabajar las competencias comunicativas “supone que el estudiante sea capaz de interactuar oralmente fuera de la clase, en situaciones en las que es impredecible el contenido exacto del mensaje de cualquier hablante, donde existirá una razón social y personal para hacerlo y donde, para que se realice la comunicación satisfactoriamente, deberán cumplirse unos fines como llenar vacíos de información, resolver problemas, tomar decisiones o establecer contactos sociales (...) en diferentes situaciones, por lo que se requiere que el estudiante desarrolle alternativas para conseguir esos resultados antes mencionados”. Para (Cinta, 2001) ¨las competencias comunicativas implican el despliegue de capacidades relacionadas con el uso del lenguaje, competencias lingüísticas, discursivas, pragmáticas, etc. Las competencias en la lengua escrita y las habilidades lingüísticas, desde el enfoque funcional y comunicativo de los usos sociales de la lengua, se concretan en cuatro: escuchar, hablar, leer y escribir; contextualizadas en una gran variedad de géneros discursivos, orales y escritos (exposiciones académicas, debates, presentaciones, 26 CAPÍTULO I entrevistas, reseñas, asambleas, cartas, narraciones, autobiografías, tertulias, etc.) ¨ La inclusión de la competencia de aprendizaje (Faedo, 2003), citando a Giovanini (1996), es coherente con la creencia de Richards y Skelton (1989) y muchos otros, en cuanto a que "el término competencia comunicativa se sostiene como el fin legítimo de la enseñanza de lenguas", por lo tanto el aprendizaje de la comunicación es la meta a alcanzar. Dijk (1983) expresa en relación con los criterios abordados anteriormente que “… los que han tratado de ofrecer una definición más completa acerca de este concepto, mantienen la dimensión lingüística, y añaden a esta la dimensión pragmática. Generalmente, estas definiciones no se refieren a una dimensión cognitiva pero incluyen los componentes de la competencia comunicativa y los procesos comunicativos en los que el lenguaje está implicado así como su relación con la actividad sociocultural que el hombre despliega. Básicamente, coinciden en los aspectos lingüísticos y estratégicos pero dejan de lado el proceso de producción de significados, que antecede al acto comunicativo, por lo que, más recientemente, se ha reconceptualizado el término al incorporarle el componente cognitivo o de producción de significados, además de hacer explícita la competencia sociocultural. “ El Consejo de Europa en el Marco Común de Referencia para el aprendizaje, la enseñanza y la evaluación de lenguas (citado por Orti, 2001,) distingue entre: competencias generales y competencias comunicativas de la lengua. Las dos competencias están interrelacionadas y son necesarias para el uso de la lengua. Como si se tratara de dos vasos comunicantes, cuando se incrementa una se desarrolla la otra. Ya hemos visto en qué consiste la competencia comunicativa, a continuación nos detendremos en presentar las competencias generales. 27 CAPÍTULO I Las competencias generales son cuatro: a) El conocimiento declarativo (saber) b) Las destrezas y las habilidades (saber hacer) c) La competencia existencial (saber ser) d) La capacidad de aprender (saber aprender) Según el Marco Común de Referencia como consecuencia de los avances de las investigaciones sociolingüísticas y lingüísticas de las últimas décadas, junto con los de la psicología relacionada con el aprendizaje de lenguas extranjeras plantea que el objetivo de la enseñanza de lenguas extranjeras continúa siendo desarrollar la competencia comunicativa, tal como lo entiende el enfoque comunicativo; para ellos la competencia comunicativa se compone de tres subcompetencias: a) La competencia lingüística incluye los conocimientos léxicos, gramaticales, semánticos, fonológicos, ortográficos. b) La competencia sociolingüística se refiere a las destrezas y a las condiciones socioculturales relacionadas con el uso de la lengua: normas de cortesía; variaciones lingüísticas diastráticas y diafásicas según la edad, sexo, clases y grupo social; los usos rituales; refranes y modismos; dialectos y acentos de la lengua meta. El componente sociolingüístico determina toda la comunicación entre interlocutores procedentes de diferentes culturas. La competencia sociolingüística englobaría la competencia sociocultural, tal como la formulaban los autores precedentes. c) La competencia pragmática se relaciona con el uso funcional de los recursos lingüísticos. Se ocupa de la realización de los actos de habla y cómo se encadenan en la conversación o en el texto, lo que se denomina también la 28 CAPÍTULO I competencia funcional. Además, esta competencia engloba la competencia discursiva y la ordenación de las oraciones y del texto. Desde el punto de vista didáctico de la enseñanza de lenguas extranjeras, la sub-competencia gramatical pierde parte del protagonismo absoluto que tenía con los métodos audio lingüísticos; puesto que la lengua es un instrumento social, que siempre se usa para comunicarse con otros, lo importante es enseñar a comunicar (Littlewood, 1996). Para el enfoque comunicativo, tan importante como que el alumno sea capaz de construir enunciados correctos resulta su capacidad para comunicarse; resulta imprescindible desarrollar las competencias sociocultural, sociolingüística, discursiva y estratégica del alumno. De esta manera se explica la importancia que el enfoque comunicativo le otorga a los aspectos contextuales; es decir, para este enfoque determinar el nivel sociocultural de los interlocutores y el ámbito donde se desarrolla la acción es fundamental. Según Pulido (2004), la competencia comunicativa es la habilidad del que aprende la lengua para expresar, interpretar y negociar significados socioculturales en la interacción entre dos o más personas, o entre una persona y un texto oral o escrito, de forma tal que el proceso de comunicación sea eficiente y esté matizado por modos de actuación apropiados. A continuación se exponen las dimensiones consideradas tradicionalmente en la evolución del concepto. Competencia lingüística: es la habilidad de usar e interpretar las formas lingüísticas correctamente. Competencia sociolingüística: es la habilidad de producir enunciados apropiados de acuerdo con las reglas que rigen su uso, la situación comunicativa y los participantes en el acto comunicativo. Competencia discursiva: es la habilidad de producir e interpretar diferentes tipos de discursos e interpretar y producir textos coherentes y fluidos. 29 CAPÍTULO I Competencia estratégica: es la habilidad de utilizar estrategias de comunicación verbales y no verbales para mejorar la efectividad de la comunicación o compensar las interrupciones que pueden surgir en la misma, debido a diferentes variables de actuación o a insuficiencias en una o varias competencias Competencia sociocultural: es la habilidad de comprender el significado cultural que subyace en las formas lingüísticas, y de establecer distinciones entre las culturas diferentes, particularmente la de los pueblos cuya lengua se estudia. Competencia pragmática es el uso funcional de los recursos lingüísticos. Se ocupa de la realización de los actos de habla y cómo se encadenan en la conversación o en el texto, lo que se denomina también la competencia funcional. Además, esta competencia engloba la competencia discursiva y la ordenación de las oraciones y del texto. La competencia comunicativa se manifiesta tanto en el código oral como en el escrito. Códigos estos que difieren entre sí. El primero no comparte los mismos principios de la corrección escrita: el enunciado incompleto, por ejemplo, es una característica de la lengua oral que no puede ser considerado como error porque se sustenta en presupuestos compartidos por los interlocutores. Sí es exigible, en cambio, en la oralidad, la adecuación al contexto, la selección adecuada del registro, la capacidad de negociación y de cooperación entre los hablantes. La comunicación oral ha resultado, durante mucho tiempo, bastante desatendida en la instrucción de lenguas extranjeras. Por años, las insuficiencias en las investigaciones pedagógicas han conducido a los docentes a emplear su propia intuición o valerse de su experiencia profesional al tratar de promover y desarrollar las habilidades orales en las clases de español como Lengua Extranjera (ELE). Justamente, las limitaciones en los estudios sobre el tema impone la necesidad de su profundización, ante las serias consecuencias que el uso deficiente de la lengua produce en los 30 CAPÍTULO I aprendices que necesariamente se ven involucrados en interacciones reales con hablantes nativos en un medio social determinado. Esta preocupación latente por la lengua oral no es el resultado de motivaciones fortuitas de investigación, sino de una necesidad de revalorizarla dentro de una tradición primada por el prestigio de las habilidades escritas, además de reivindicar la comunicación como “fenómeno social de importancia clave en la sociedad humana” (Kremers, 2000, citado por Tardo (2005), al que no escapa la enseñanza de las lenguas extranjeras. El código oral está constituido, en realidad por un conjunto de códigos, unos paralelos y otros complementarios o sucesivos, llamados "variedades lingüísticas", que forman la realidad múltiple y flexible del idioma. Se destacan entre ellas las variedades históricas o diacrónicas, que son los estadios por los que la lengua ha pasado a lo largo de su evolución (la lengua del S.XII, del S. XVIII, del S.XX. etc.), las variedades dialectales o diatópicas hablas características de una zona geográfica a las que también se les llama dialectos (castellano, andaluz, canario, mejicano, etc.), las variedades propias de un estrato social o cultural llamadas también diastráticas, (español culto, vulgar, etc.) y las variedades de registro o diafásicas, que son los estilos empleados según el contexto o según los interlocutores (solemne, literario, formal, coloquial, familiar, etc.) Un hablante maneja habitualmente una variedad histórica (la variedad contemporánea), una o dos variedades dialectales (su propio dialecto como "dialecto materno" y tras la escolarización el dialecto "estándar"), una variedad propia de su estrato social o cultural (dependiente de su grado de cultura o de su emplazamiento social) y varios registros (al menos, los registros familiar, coloquial y formal). La situación comunicativa en sí, más todos los conocimientos de los hablantes constituidos por lo que saben, lo que creen saber y lo que suponen que saben, a los que se agregan el interlocutor y los propios enunciados que componen la comunicación, constituyen el contexto de habla. 31 CAPÍTULO I La comunicación oral está fuertemente contextualizada, muy condicionada tanto por la situación comunicativa como por el contexto. La adecuación a éste es el criterio fundamental por el que se guían los interlocutores en su intercambio comunicativo. El que habla selecciona el estilo que va a emplear, es decir, la variedad de registro adecuada a la situación y regula su conducta a lo largo del intercambio comunicativo. A partir del contexto se permite emitir hipótesis sobre los mensajes del interlocutor, sobre sus intenciones y sobre los significados. Igualmente, a partir del contexto planifica sus mensajes, negocia y coopera con el interlocutor. La adquisición y despliegue de la competencia comunicativa como parte del desarrollo integral del individuo constituye, entonces, uno de los temas claves para el análisis y la reflexión sobre el uso de la lengua. El estudiante, en el proceso de socialización, asume el sistema de actitudes y valores de su comunidad, de su grupo, de su familia. Se trata de actitudes "naturales", incuestionables, en la medida en que el sujeto no pueda distanciarse del grupo, comparando sus valores con otros modelos. Sentidos comunes, estereotipos, prejuicios, actitudes aprendidas con la lengua, pero también actitudes sobre la lengua: sobre los modelos aceptables o no, sobre los "defectos" e "incorrecciones", sobre los hablantes de otros sistemas. El objetivo esencial de la educación lingüística es la adquisición y la mejora del conjunto de conocimientos, habilidades, actitudes y capacidades que permitan desenvolverse en nuestras sociedades de manera adecuada y competente en las diversas situaciones comunicativas de la vida cotidiana en las que la escuela necesitará conjugar el respeto al "valor de uso" de las variedades lingüísticas de los grupos sociales de los que provienen los alumnos, con el aprendizaje de otros usos más formales y complejos de la lengua que gozan en nuestras sociedades de un indudable "valor de cambio" en el mercado lingüístico. El alumnado tiene derecho a construir su identidad sociocultural en el uso de su variedad de origen pero a la vez deben ser conscientes de la utilidad del manejo adecuado de la lengua estándar y de la 32 CAPÍTULO I importancia de saber emplear diferentes registros y estilos en función de las características particulares de cada intercambio lingüístico. Los docentes necesitan seleccionar los contenidos lingüísticos que ayuden a desarrollar la competencia comunicativa del alumnado y a ordenar y graduar sistemáticamente esos contenidos en relación con los saberes y las destrezas que pretenden que adquieran en el aula. El tratamiento de la competencia comunicativa de los educandos debe ser un eje transversal que surja de la realidad y necesidad de los alumnos, con un tratamiento específico y sistemático planteado dentro de unos espacios y unos tiempos escolares concretos, como forma de favorecer la reflexión y el desarrollo progresivo de la conciencia lingüística. El desarrollo de esta competencia constituirá, así, una parte dinámica e integrada en la organización y desarrollo de las actividades escolares y de los contenidos de todas las áreas. Aun cuando en la enseñanza práctica de la lengua, el problema de la formación y desarrollo de la competencia comunicativa del alumnado abarca un variado grupo de aspectos (lingüísticos, extralingüísticos, psicológicos, pedagógicos, etc.) y una marcada confluencia de competencias (lingüística, sociolingüística, sociocultural, discursiva, estratégica y muchas otras), en la actualidad se impone la necesidad de tratar de forma particular el desarrollo de la competencia comunicativa en su carácter de conjunto, referido este al: a) reconocimiento y uso de significados y del léxico de manera pertinente según las exigencias del contexto de comunicación; b) reconocimiento y uso de las reglas contextuales de la comunicación: c) activación de mecanismos que garantizan coherencia y cohesión a los enunciados y textos: d) activación de reglas sintácticas, morfológicas, fonológicas y fonéticas que rigen la producción de los enunciados lingüísticos. Según Fernández (2006) para desarrollar la competencia comunicativa en una clase de lenguas extranjeras que se fundamente el enfoque comunicativo se debe tener en cuenta los siguientes principios: 33 CAPÍTULO I -Clara orientación del proceso de aprendizaje hacia los contenidos que sean significativos para el estudiante, que le ayuden a orientarse en un nuevo mundo y a desarrollar una nueva perspectiva sobre este. -Papel activo del estudiante en su propio aprendizaje. -Desarrollo de estrategias de aprendizaje y de criterios para la auto evaluación que le proporcione una mayor autonomía. -Variación en las formas sociales de trabajo: trabajo individual, en pareja, en pequeños o grandes grupos, dependiendo de las posibilidades del grupo, de los objetivos y del proceso de aprendizaje. -El papel del docente ya no es protagónico en el proceso de enseñanza – aprendizaje, sino que es el docente el que facilita el aprendizaje y estimula la cooperación entre los estudiantes y/o entre los estudiantes y el docente. -Los materiales de enseñanza, que son bastante abiertos, flexibles, y se pueden usar añadiendo, omitiendo o modificando todo lo que no sea conveniente, teniendo en cuenta los objetivos y necesidades de las personas que aprenden. Está claro que el desarrollo de la competencia comunicativa se podrá lograr si el estudiante durante el período de su formación transita por un sistema que tenga la necesaria conjugación de los objetivos, métodos, medios; condiciones de enseñanza en sus relaciones funcionales de coordinación y de subordinación; relaciones entre los niveles inferiores y superiores, estos últimos como eslabones que subordinan y condicionan a los primeros [el nivel superior involucra un modelo textual discursivo (nivel macro)]; influencias culturales; dirección consciente, control y perfeccionamiento de los mecanismos del proceso de enseñanza-aprendizaje, procesos cognitivos, afectivos y volitivos, etc. Según Quevedo (2001) La organización de la actividad comunicativa de los estudiantes se concibe a partir de tres fases fundamentales: fase orientadora, fase ejecutiva y fase de control. 34 CAPÍTULO I La fase orientadora posibilita la necesaria orientación de los estudiantes para la realización de la actividad comunicativa. Esta fase constituye un eslabón esencial para el logro de la participación consciente del estudiante en la actividad, donde la actualización de los conocimientos necesarios y las habilidades desarrolladas hasta ese momento constituye su primer componente. Complementariamente a ello, es importante tener en cuenta la relación función comunicativa – situación – nociones específicas, y algo fundamental, los exponentes que se adicionan a esta relación como elementos del conocimiento que son nuevos y que para el estudiante no son fáciles de adquirir por la vía independiente. Es útil también precisar el orden de realización de las acciones como elemento de la planificación de la actuación futura del estudiante. Este momento resulta sumamente importante, puesto que es el comienzo de la representación lógica de las relaciones, nexos, etc., así como la generación de posibles esquemas de solución del problema comunicativo. Como condición indispensable de este proceso está el predominio de una actividad fundamentalmente productiva del estudiante. La fase orientadora determina el funcionamiento de las instrumentaciones del estudiante en los diferentes contextos de actuación y comprende además las representaciones anticipadas de los resultados a alcanzar y la imagen de las condiciones a las que hay que atenerse para lograrlas. La fase ejecutiva en la actividad comunicativa estará condicionada por el carácter de la fase orientadora. Aquí ocurre la verdadera transformación del problema comunicativo y la obtención de la solución según los propósitos comunicativos establecidos. Los procedimientos empleados por el estudiante son construidos por él a partir del “establecimiento de relaciones, de la reestructuración de la experiencia personal de carácter cognitivo y/o instrumental, la cual se trata de emplear en otros contextos. 35 CAPÍTULO I Evidentemente, el adecuado equilibrio entre el desarrollo de la capacidad y la ejecución es el que puede crear en el estudiante los lazos imprescindibles entre pensamiento y lenguaje, entre el saber y el saber hacer, entre el conocimiento y la instrumentación ejecutora del estudiante. La fase de control tiene una gran importancia para nuestros propósitos, puesto que es la etapa donde los estudiantes deberán adquirir una conciencia clara de sus deficiencias y las vías para solucionarlas. Es necesario hacer hincapié en el autocontrol que el propio estudiante debe realizar de su actividad para ver si lo realizado se aviene o satisface las exigencias de la tarea. Por otro lado, la fase de control implica la evaluación cualitativa de lo alcanzado por el estudiante en contraposición a la evaluación cuantitativa de los elementos lingüísticos, aspecto este prevaleciente en nuestras aulas. Aplicar consecuentemente los métodos de enseñanza, igualmente, presupone una adecuada compatibilidad del programa de lengua con la enseñanza comunicativa, lo que es alcanzable, en mayor o menor medida, a partir de la concreción de tareas, el orden de complejidad de las mismas y el nivel de actuación requerido por parte del estudiante. Conlleva, evidentemente, al logro de una competencia comunicativa, “en la que debe entenderse, además de los lingüísticos, la implicación de factores cognitivos, psicológicos y socioculturales que dependen estrechamente de la estructura social en la que se encuentra el hablante (el oyente, el lector); factores que se afincan no solo en el conocimiento de reglas gramaticales, sistémicas (competencia), sino también en el conocimiento de reglas de uso, de comportamiento, así como la capacidad de utilizarlas (competencia psico-sociocultural). En el proceso competencias se comunicativo, expresa en el balance determinada entre las actuación referidas ante un propósito de la comunicación, que establece el hablante y para el cual requiere ser competente en un contexto dado. Así, con las habilidades en el idioma se manifiestan también el grado de utilización de cada unas de las dimensiones de la competencia comunicativa y las posibilidades 36 CAPÍTULO I reales que efectividad. tienen De los usuarios producirse de lesiones una lengua para usarlas en alguna dimensión con de la competencia comunicativa, se producen fallas en el proceso comunicativo. Según Alberteris y Rodríguez (2000) los requisitos fundamentales para la formación y desarrollo de la competencia comunicativa son: • Planificar el proceso de forma que se sistematicen y se consoliden las acciones comunicativas, subordinadas a objetivos comunicativos conscientes, en diferentes situaciones y con los exponentes principales de estas. • Garantizar el carácter activo, consciente del proceso de aprendizaje comunicativo, donde el estudiante sea capaz de seleccionar de forma racional los conocimientos, métodos y procedimientos, y de llevarlos a la práctica en correspondencia con los objetivos y condiciones de la tarea comunicativa. • Llevar a cabo el proceso de forma gradual, programada. La formación de la competencia comunicativa debe pasar por etapas progresivas hasta adquirir cualidades idóneas en su desarrollo no solo a través de la asignatura que propicia el estudio y uso de la lengua, sino también mediante la confluencia de otras del campo pedagógico, filosófico, de ciencias naturales y exactas. • Garantizar el nivel de comunicabilidad requerido para los objetivos que se formulan, haciendo énfasis en la presentación del sistema de la lengua en funcionamiento. • Garantizar el dominio práctico de la lengua como condición indispensable para el logro integral de los objetivos. • Reconocer la primacía del lenguaje oral, este último como fenómeno social y medio de comunicación verbal por excelencia. • Concebir el material lingüístico como un reflejo de su empleo en la realidad a través de la presentación temático-situacional de este. • Garantizar el aprendizaje de la lengua a través de unidades plenas de significación. 37 CAPÍTULO I El desarrollo de la competencia comunicativa emerge como una necesidad vital en la enseñanza de lenguas extranjeras. Y si de potenciar habilidades y competencias se trata, hay que tener presentes algunos conceptos y aportaciones muy en boga en los momentos actuales. Hablar de comunicación oral en el español como Lengua Extranjera (ELE) y pensar en el empleo de "estrategias" y en términos de "autonomía", se están convirtiendo, más que en palabras de moda, en componentes inseparables en el empeño por enriquecer la práctica docente. 1.2. Estrategias de aprendizaje. En la literatura pedagógica, el término estrategia se relaciona con términos como procedimiento, proceso, táctica, destreza, estilo, orientación, técnica, método; la distinción entre ellos, sus mutuas relaciones y parciales solapamientos depende en gran medida de las definiciones convencionales que establecen los diferentes autores. Sin embargo, hay que partir de la base de que el término estrategia es más amplio y en él hallan cabida todos los demás. Uno de los componentes esenciales de las estrategias es el hecho de que implican auto dirección (la existencia de un objetivo y la conciencia de que ese objetivo existe) y autocontrol, es decir, la supervisión y evaluación del propio comportamiento en función de los objetivos que lo guían y la posibilidad de imprimirle modificaciones cuando sea necesario. “El hecho de que el aprendizaje transcurra en unas condiciones socioculturales concretas nos señala la importancia de valorar los efectos favorecedores y limitadores del proceso de aprendizaje del estudiante y qué estrategias debe aplicar para lograr un aprendizaje más efectivo” (Cárdenas, 2007) 38 CAPÍTULO I Para abordar el tema de las estrategias de aprendizaje consideramos necesario esclarecer algunos conceptos importantes relacionados con ellas. En primer lugar debemos tener claro el concepto de aprendizaje. Según Cárdenas (2007) la palabra aprendizaje no siempre ha contado con una definición clara. Se ha pasado de una concepción conductista del aprendizaje a una visión del aprendizaje donde cada vez se incorporan más componentes cognitivos. Y aunque existen tantos conceptos de aprendizaje como teorías elaboradas para explicarlo. Se podría afirmar que el aprendizaje sería "un cambio más o menos permanente de conducta que se produce como resultado de la práctica" (Kimble, 1971; Beltrán, 1984, 1993, citado por Rodríguez y García–Merás (2005). Y las estrategias de aprendizaje serían aquellos procesos o técnicas que ayudan a realizar una tarea de forma idónea. Esta definición tan global la aclara Nisbet y Shucksmith (1987) y serían "las secuencias integradas de procedimientos o actividades que se eligen con el propósito de facilitar la adquisición, el almacenaje y/o la utilización de información o conocimientos", de tal manera que el dominar las estrategias de aprendizaje permite al alumnado planificar u organizar sus propias actividades de aprendizaje. Estos mismos autores, además hacen dos afirmaciones muy importantes. Para ellos “el aprendizaje más importante es aprender a aprender, la mayoría de las personas no han aprendido estrategias de aprendizaje porque nadie se las ha enseñado, de tal forma que cuando han de enfrentarse a una tarea nueva, el método que utilizan es el que siempre intuitivamente han utilizado, lo que consecuentemente hace que muy pocos sepan abordarla, además el esfuerzo será mayor. Aprender a aprender es muy importante en nuestros días, ya que en los momentos actuales donde permanentemente estamos bombardeados de información, es necesario saber organizar esta información, seleccionar lo más importante, saber utilizar más tarde ese conocimiento, etc. Estas tareas requieren tener asimiladas una serie de estrategias y su puesta en práctica. 39 CAPÍTULO I Plantean además que “… el objetivo de las estrategias de aprendizaje es "enseñar a pensar", lo que induce a la consideración de que no deben reducirse a unos conocimientos marginales, sino que deben formar parte integrante del propio currículum. Lo que finalmente se pretende es educar al alumno para lograr su autonomía, independencia, y juicio crítico, y todo ello mediatizado por un gran sentido de la reflexión. El profesor debe desarrollar en su alumnado la capacidad de reflexionar críticamente sobre sus propios hechos, y por tanto, sobre su propio aprendizaje, de tal manera que la persona logre mejorar su práctica en el aprendizaje diario, convirtiendo esta tarea en una aventura personal en la que a la par que descubre el mundo del entorno, profundiza en la exploración y conocimiento de su propia personalidad Las estrategias de aprendizaje vienen a ser los recursos que se deben manejar para aprender mejor. Es decir, el conjunto de procedimientos necesarios para llevar a cabo un plan o una tarea. En términos generales, las estrategias de aprendizaje son consideradas como un conjunto de procedimientos o procesos mentales empleados por un sujeto en una situación concreta de aprendizaje para facilitar la adquisición de conocimientos; es decir, un conjunto de planes u operaciones usadas por quien aprende algo para obtención, almacenamiento, recuperación y uso de información. La importancia de las estrategias de aprendizaje viene dada por el hecho de que engloban aquellos recursos cognitivos que utiliza el estudiante cuando se enfrenta al aprendizaje; pero, además, cuando hacemos referencia a este concepto no sólo estamos contemplando la vertiente cognitiva del aprendizaje, sino que vamos más allá de los aspectos considerados estrictamente cognitivos para incorporar elementos directamente vinculados tanto con la disposición y motivación del estudiante como con las actividades de planificación, dirección y control que el sujeto pone en marcha cuando se enfrenta al aprendizaje. Por tanto, aunque el hablar de estrategias suele ser sinónimo de como aprender, también es verdad que las razones, intenciones y motivos que guían el aprendizaje junto con las actividades de planificación, 40 CAPÍTULO I dirección y control de todo este proceso constituyen elementos que forman parte de un funcionamiento estratégico de calidad y que puede garantizar la realización de aprendizajes altamente significativos. Diferentes autores han definido las estrategias de aprendizaje según su marco teórico referencial, sin embargo en casi todas las definiciones se resalta el hecho de que las mismas se emplean de forma consciente e intencionada. Trabajar estrategias en el aula supone: Las estrategias de aprendizaje aparecen definidas de maneras diversas en la literatura, siguiendo a Justicia y Cano (1996): - son procedimientos internos no observables de carácter generalmente cognitivo, que ponen en juego los sujetos cuando aprenden y que tiene como fin lograr un plan o meta. 41 CAPÍTULO I - actividades u operaciones mentales más o menos conscientes, autodirigidas y de carácter general, manipulables, al servicio de los procesos cognitivos pero tienen carácter operativo, funcional y abierto y además tienen un carácter intencional al hacer que se produzca el aprendizaje y sea significativo. - secuencias integradas de actividades (procedimientos) que se llevan a cabo con el fin de facilitar la adquisición, almacenamiento, recuperación y uso del conocimiento (Nisbet y Shucksmith, 1987). - se identifican con un plan general que se trazan los sujetos para tratar una tarea de aprendizaje (Snowman, 1986). - son "procesos de toma de decisiones (conscientes e intencionales) en los cuales el alumnada elige y recupera, de manera coordinada, los conocimientos que necesita para cumplimentar una determinada demanda u objetivo, dependiendo de las características de la situación educativa en que se produce la acción." (Monereo 1994) Las estrategias siempre se emplean de forma consciente, mientras que las habilidades son capacidades que pueden expresarse en conductas en cualquier momento pero tanto consciente como inconscientemente, de forma automática. Son tres los rasgos más característicos de las estrategias de aprendizaje: 1. La aplicación de las estrategias es controlada y no automática; requieren necesariamente toma de decisiones, de una actividad previa de planificación y de un control de su ejecución. En tal sentido precisan de la aplicación del conocimiento metacognitivo y, sobre todo, autorregulador. 2. Su aplicación experta requiere de una reflexión profunda sobre el modo de emplearlas. Es necesario que se dominen las secuencias de acciones e incluso las técnicas que las constituyen y que se sepa además cómo y cuando aplicarlas flexiblemente. 42 CAPÍTULO I 3. La aplicación de las mismas implica que el aprendiz las sepa seleccionar inteligentemente de entre varios recursos y capacidades que tenga a su disposición. Se utiliza una actividad estratégica en función de demandas contextuales determinadas y de la consecución de ciertas metas de aprendizaje. Identificar la estrategia o conjunto de estrategias más eficaces para una tarea concreta naturalmente supone plantearnos nuestra materia no desde el punto de los conocimientos que queremos que adquieran nuestros alumnos, sino desde el punto del tipo de habilidades que necesitan desarrollar para poder adquirir esos conocimientos. Otros autores como es el caso de Nisbet y Shucksmith (1987) plantean “ … que se caracterizan por convertirse en habilidades que pueden ser aplicadas y transferidas a nuevas situaciones de aprendizaje una vez aprendidas, independientemente del contenido a través del cual hayan sido recibidas, por tanto son verdaderos instrumentos del aprendizaje y, como vimos anteriormente, la base del aprender a aprender, siendo su objetivo último "enseñar a pensar", también que la preparación de estudiantes como aprendices autónomos creativos y con capacidad para resolver problemas, requiere de un buen número de estrategias cuyo entrenamiento ayuda en gran medida a disminuir las deficiencias que presentan cuando aprenden sobre todo los menos dotados y de peor rendimiento”. Malley (1990) citado por Rodríguez y García–Merás (2005) clasifica las estrategias en tres subcategorías principales: “…las metacognitivas, las cognitivas y las socio afectivas” Las metacognitivas requieren de planificación, reflexión, monitoreo, y evaluación del aprendizaje (atención dirigida, atención selectiva, autocontrol y auto evaluación), las cognitivas están más limitadas a tareas específicas de aprendizaje e implican una manipulación más directa del material de aprendizaje como por ejemplo, la repetición, la traducción, la agrupación de elementos, la toma de notas y las socio–afectivas se relacionan 43 CAPÍTULO I con las actividades de mediación y transacción social con otras personas como son el trabajo cooperado y las preguntas aclaratorias. Otros autores dan una clasificación de componentes del aprendizaje en términos de estrategias, que consideran las estrategias metacognitivas, cognitivas y de apoyo, donde las metacognitivas ejercen el papel regulador del resto del sistema cognitivo, incrementando la conciencia y el control del individuo sobre su propio pensamiento y el aprendizaje. Dentro de las estrategias cognitivas se tienen los procesos básicos necesarios para adquirir y procesar la información, responsables del aprendizaje, el pensamiento crítico y la creatividad, en fin de las habilidades cognitivas. Se refieren a la adquisición del conocimiento y al procesamiento de la información, son muy importantes por representar el bagaje instrumental cognitivo con que el sujeto aborda nuevas tareas de vital importancia por permitir dominar los procedimientos. Entre éstas se encuentran la atención selectiva, separación de la información relevante de la que no lo es, utilización del conocimiento previo, es decir son estrategias que requieren analizar, inferir, resumir y conectar la información para provocar una reestructuración del sujeto que aprende. Son identificadas frecuentemente con las habilidades de aprender a aprender. Las estrategias metacognitivas tienen a su cargo el control y dirección de la actividad mental haciendo más adaptativa la conducta del individuo a los requerimientos del medio a través de la gestión de procesos cognitivos más simples y elementales. De esta forma contribuye a potenciar la funcionalidad de los recursos cognitivos de la persona dentro de sus posibilidades cognitivas. Entre estas estrategias Brown (1987), especifica la planificación, regulación y evaluación. Las estrategias de planificación son anteriores a la realización de la tarea, incluyen establecimiento de objetivos y metas de aprendizaje, selección de enfoques de la tarea, aplicación de conocimientos previos, descomposición de la tarea en pasos sucesivos, programar un calendario de ejecución, selección de la estrategia a seguir. 44 CAPÍTULO I Las estrategias de aprendizaje son especialmente importantes para el aprendizaje del idioma, ya que constituyen herramientas para que el estudiante se involucre de forma activa y pueda auto dirigir su aprendizaje, lo cual es esencial para el desarrollo de la competencia comunicativa. En el campo de la enseñanza de lenguas extranjeras se han hecho intentos para delimitar las estrategias esenciales para los "buenos aprendices de la lengua." En este sentido, Rubin, 1975, citada por Oxford (1990) sugiere que un buen aprendiz de la lengua: o Adivina de forma exacta y deseosa o Desea comunicarse o No teme cometer errores o Se centra tanto en la estructura como en el significado o Aprovecha todas las oportunidades para practicar o Monitorea su propio discurso y el de otros. Oxford (1990) desarrolló un sistema de estrategias que contiene seis grupos de comportamientos de aprendizaje de la lengua extranjera. Este sistema se basa en la teoría de que "el estudiante es una persona integral que emplea recursos intelectuales, sociales, emocionales y físicos y por lo tanto no es simplemente una máquina cognitiva o metacognitiva de procesamiento de información." El sistema incluye estos grupos de estrategias: o Relacionadas con la memoria, por ejemplo, agrupar, asociar, colocar palabras nuevas en un contexto. o Cognitiva, por ejemplo, razonar, analizar, tomar notas, resumir o Compensatorias, por ejemplo, utilizar sinónimos o gestos para comunicar un significado, adivinar el significado por el contexto. o Metacognitivas, por ejemplo, prestar atención, planificar las tareas, monitorear los errores. o Afectivas, como reducir la ansiedad mediante la meditación o la risa, darse aliento y recompensarse. 45 CAPÍTULO I o Sociales, como cooperar con los compañeros y hacer preguntas. o Aunque esta tipología no es la última palabra en cuanto a las estrategias, consideramos que permite ampliar la limitada concepción tradicional de lo que sucede cuando se aprende una lengua extranjera. Es responsabilidad de los sistemas educativos preparar al individuo para que pueda asumir de manera independiente la actualización y especialización de sus conocimientos, habilidades y modos de comportamiento. En este sentido en nuestro criterio, juegan un papel esencial las estrategias de aprendizaje orientadas a la búsqueda, procesamiento y fijación de la información tanto oral como escrita, así como otras habilidades generales, por ejemplo la organización y planificación del tiempo, identificada como recurso que condiciona el aprovechamiento al máximo de las potencialidades humanas. Paris (1988) plantea que una instrucción estratégica debe cumplir con los siguientes requisitos: • Las estrategias deben ser funcionales y significativas • La instrucción debe demostrar que estrategias pueden ser utilizadas, cuando pueden aplicarse y cuándo y por qué son útiles • Los estudiantes deben creer que son útiles y necesarias • Debe haber una conexión entre la estrategia enseñada y las percepciones del estudiante sobre el contexto de la tarea. Según Rodríguez y García-Merás (2006) “la enseñanza de estrategia presupone o demanda enseñar a los estudiantes a ser estratégicos, o sea, ser capaces de actuar de manera intencionada para alcanzar determinados objetivos de aprendizaje, teniendo en cuenta las características de la tarea, las exigencias del entorno y las propias limitaciones y recursos personales. Por tanto enseñar a pensar conlleva a enseñar al estudiante a emplear de manera estratégica sus capacidades cognitivas, sus técnicas y procedimientos de estudio, adaptándolos a la situación de aprendizaje concreta”. Los estudiantes utilizan las estrategias en función de los motivos que tienen para aprender. Por tanto la relación congruente entre el motivo y la estrategia al 46 CAPÍTULO I aprender configura el núcleo del proceso de aprendizaje. Esta noción de congruencia entre motivo y estrategia, implica que lo estudiantes son capaces de entrar en un estado meta-motivacional y de interpretar sus propios motivos en relación con las demandas de la tarea (Hernández Pina, 1997). El metaaprendizaje es la conciencia o conocimiento que el alumno tiene de un motivo para aprender y el control que ejerce sobre la selección y puesta en marcha de estrategias. Hernández Pina expone que los resultados más óptimos se obtienen cuando existe congruencia entre los motivos y las estrategias. Sin embargo, existe la posibilidad de que un estudiante con predisposición profunda utilice estrategias superficiales, si la tarea exige habilidades en este sentido. Por otro lado, un estudiante con motivos superficiales, difícilmente utilizará estrategias profundas, aunque la tarea las exija, estando supeditada esta transición a la ayuda o redirección que el profesor otorgue al estudiante (Hernández Pina, et al. 2005). Por tanto tal y como señalan Kember y Gow aún asumiendo la hipótesis de que un estudiante será fiel en la coherencia entre las intenciones y las estrategias, podrá ocurrir que ante tareas concretas el estudiante cambie las estrategias propias de unas intenciones por otras, más de acuerdo con las demandas de la tarea y el momento concreto. Según Díaz y Hernández (1999) “… la ejecución de las estrategias de aprendizaje ocurre asociada con otro tipos de recursos y procesos cognitivos de que dispone cualquier aprendiz. Diversos autores concuerdan con la necesidad de distinguir entre varios tipos de conocimiento que poseemos y utilizamos durante el aprendizaje Por ejemplo: 1. Procesos cognitivos básicos: se refieren a todas aquellas operaciones y procesos involucrados en el procesamiento de la información, como atención, percepción, codificación, almacenaje recuperación, etcétera. 2. Base de conocimientos: se refiere al bagaje de hechos, conceptos y principios que poseemos, el cual está organizado en forma de un reticulado 47 CAPÍTULO I jerárquico (constituido por esquemas). Brown (1975) ha denominado saber a este tipo de conocimiento; también usualmente se denomina "conocimientos previos". 3. Conocimiento estratégico: este tipo de conocimiento tiene que ver directamente con lo que hemos llamado aquí estrategias de aprendizaje. Brown (ob. cit.) de manera acertada lo describe con el hombre de: saber cómo conocer. 4. Conocimiento metacognitivo: se refiere al conocimiento que poseemos sobre qué y cómo lo sabemos, así como al conocimiento que tenemos sobre nuestros procesos y operaciones cognitivas cuando aprendemos, recordamos o solucionamos problemas. Brown lo describe con la expresión conocimiento sobre el conocimiento. Estos cuatro tipos de conocimiento interactúan en formas intrincadas y complejas cuando el aprendiz utiliza las estrategias de aprendizaje. Si bien se ha puesto al descubierto a través de la investigación realizada en estos temas, la naturaleza de algunas de las relaciones existentes entre dichos tipos de conocimiento, es evidente que aún nos hace falta mas información para comprender globalmente todo el cuadro de relaciones posibles entre éstos. Otros asuntos relevantes sobre las estrategias que vale la pena mencionar aquí, son los siguientes: • Algunas estrategias son adquiridas sólo con instrucción extensa, mientras que otras se aprenden muy fácilmente, incluso parecen surgir "espontáneamente" • Algunas estrategias suelen ser muy específicas para dominios particulares, mientras que otras tienden a ser valiosas para varios de ellos (generalmente relacionados entre sí). 48 CAPÍTULO I • El aprendizaje de las estrategias depende además de factores motivacionales (por ejemplo, de procesos de atribución "internos") del aprendiz y de que éste las perciba como verdaderamente útiles. • La selección y el uso de estrategias en la situación escolar también depende en gran medida de otros factores contextuales, dentro de los cuales se distinguen: las interpretaciones que los alumnos hacen de las intenciones o propósitos de los profesores cuando éstos enseñan o evalúan, la congruencia con las actividades evaluativas, y las condiciones que afectan el uso espontáneo de las estrategias. En nuestra experiencia hemos observado que los estudiantes que emplean de forma apropiada las estrategias de aprendizaje del idioma alcanzan un mayor desarrollo de las habilidades lingüísticas. 1.2.1. Estrategias de aprendizaje de una lengua extranjera Las investigaciones relacionadas con las estrategias de aprendizaje de lenguas extranjeras datan de los años sesenta del pasado siglo como resultado de los avances alcanzados por la psicología cognitiva, siendo su fundamental identificar qué hacían los aprendices de una lengua extranjera para aprenderla, además recurrían a su observación durante el proceso docente. Las estrategias de aprendizaje son especialmente importantes para el aprendizaje de un idioma, ya que constituyen herramientas para que el estudiante se involucre de forma activa y pueda auto dirigir su aprendizaje, lo cual es esencial para el desarrollo de la competencia comunicativa. En 1966 se publica The method of inference in foreign Language Study de Carter, obra que constituyó el primer intento relacionado con el tema de las estrategias de aprendizaje de una lengua extranjera (Hismanouglou, 2000). En los años setenta, ochenta y noventa se realizaron diferentes estudios por otros 49 CAPÍTULO I especialistas entre los están Tarone (1983), Rubin (1987), O´ Malley y Chamot (1990) y Oxford (1990,1992, 1993). Tarone (1983) define las extranjera estrategias de aprendizaje de una lengua como “…un intento por desarrollar la competencia lingüística y sociolingüística en la lengua de llegada para incorporar estas dentro de su competencia interlingual¨. Para Rubin (1987) ¨son estrategias que contribuyen al desarrollo del sistema de la lengua que el aprendiz construye y afectan directamente el aprendizaje“, Malley y Chamot (1990) las definen como “pensamientos y comportamientos especiales que los individuos usan para ayudarse a apropiarse, aprender y retener una nueva información”. (Ctdo en Clouston, 1997) Por su parte para Oxford (1990) estas estrategias son “…acciones específicas, comportamientos, pasos o técnicas que los estudiantes (con frecuencia de manera intencional) utilizan para mejorar su progreso en el desarrollo de sus habilidades en la lengua extranjera ¨ y continúa planteando que ¨ Estas estrategias pueden facilitar la internalización, el almacenamiento, la recuperación o el uso de la nueva lengua (…) son herramientas necesarias para el desarrollo de las habilidades comunicativas” . Como puede observarse se ha experimentado un cambio en la concepción de las estrategias de aprendizaje de lenguas extranjeras, desde aquellas con énfasis en el producto de las estrategias (competencia lingüística y sociolingüística) hacia un énfasis en los procesos y las características de dichas estrategias. Independientemente de que no exista una uniformidad en cuanto a su definición, si existen algunas características comunes, que son definidas por Clouston, (1997): • Son generadas por el estudiante • Son pasos que se siguen en el proceso de aprendizaje • Mejoran el aprendizaje de la lengua y ayudan a desarrollar la competencia lingüística 50 CAPÍTULO I • Pueden ser visibles (comportamientos, pasos que siguen, técnicas que emplean) o no visibles ( pensamientos, procesos mentales) • Incluyen la información y la memoria ( conocimientos de vocabulario, reglas gramaticales) • Permiten al estudiante ser más autónomos • Amplían el papel de los docentes lengua • Se orientan hacia un problema • Incluyen muchos aspectos, no solamente el cognitivo • Pueden enseñarse • Son flexibles • Reciben la influencia de variedad de factores Otros investigadores de la enseñanza de lenguas extranjeras han tratado de definir y sistematizar la amplia gama de estrategias posibles, así tenemos que son consideradas como: • Sistemas relacionados con el comportamiento de los expertos. • Sistemas basados en funciones psicológicas como las cognitivas, metacognitivas y afectivas. • Sistemas basados en estrategias lingüísticas relacionadas con la inferencia, el monitoreo del idioma, la práctica formal de las reglas y la práctica funcional (comunicativa). • Sistemas basados en habilidades lingüísticas específicas como la producción oral, aprendizaje del vocabulario, la comprensión de lectura o la escritura. • Sistemas basados en diferentes estilos de aprendices. 51 CAPÍTULO I En el aprendizaje de lenguas extranjeras o de una segunda lengua, también nos encontramos con diversas clasificaciones de estrategias de aprendizaje. Así por ejemplo, Rubin (1987) citado por Oxford, 1990 “considera que existen tres tipos de estrategias que los aprendices usan y que contribuyen directa o indirectamente al aprendizaje de la lengua: de aprendizaje, de comunicación y sociales. Las primeras contribuyen de forma directa al desarrollo del sistema de la lengua construido por el estudiante, las segundas tienen menor relación con el aprendizaje de la lengua al centrarse en el proceso propio de la comunicación y las terceras contribuyen de manera indirecta pues no conducen directamente a la obtención, almacenamiento, recuperación y uso de la lengua, sino que se relacionan con aquellas actividades en las que el estudiante tiene la oportunidad de exponerse a determinadas situaciones donde verifica lo que ha aprendido” . Hacer que los estudiantes descubran y desarrollen sus propias estrategias de aprendizaje, cada día con mayor fuerza, va constituyendo un importante elemento para el logro de un eficiente desarrollo de la competencia comunicativa en la lengua extranjera. Resulta necesario distinguir cuáles estrategias pueden usarse para las cuatro habilidades y cuáles son específicas para una o más habilidades. 1.2.2 Estrategias comunicativas. Las estrategias son las herramientas que tiene el alumno de lengua extranjera para desenvolverse en su interlengua de la forma más exitosa posible, de tal forma que éstas funcionan como principios de adquisición operativo- generadores: estrategias sociales y cognitivas, memorización automática, simplificación o preferencia por la forma menos marcada, generalización de una regla o inhibición de la forma más marcada. Preparar al estudiantado para que sea capaz de interactuar oralmente fuera del marco restringido del salón de clases, implica formarlos para un desempeño satisfactorio en cuanto a resolver problemas, tomar decisiones o establecer 52 CAPÍTULO I contactos sociales con el nativo. Justamente, las exigencias de un proceso docente, como lo constituye la enseñanza de una lengua extranjera, demanda la necesidad de la inclusión de elementos que contribuyan a que el aprendiz emplee estrategias comunicativas para solventar las dificultades que se le puedan presentar durante la comunicación, al tiempo que desarrolle sus habilidades no sólo para el uso de estas alternativas, sino también para fomentar su auto-aprendizaje. La comunicación se convierte en el estudiante, más que en una motivación, en una necesidad. Múltiples son las situaciones que a diario envuelven a los aprendices en contextos extradocentes, en las que a menudo adolecen de algún vocablo o expresión lingüística indispensable para un intercambio satisfactorio en lengua extranjera. ¿Qué hacer, entonces, ante ese desequilibrio inevitable entre lo que enseñamos en las clases y los recursos que precisan nuestros alumnos para interactuar de forma eficaz? Eliminar esas dificultades precisa de alternativas efectivas. Y el uso de estrategias de comunicación es, justamente, una de las herramientas más útiles para cubrir el vacío entre las necesidades comunicativas y los limitados recursos de que dispone para lograrlo. La preocupación por las estrategias comunicativas es el resultado del interés, que en el marco del proceso de enseñanza-aprendizaje de lenguas extranjeras, han suscitado los modelos de enseñanza centrados en el alumno, dada la necesidad, cada vez más creciente, de que éstos desarrollen su competencia comunicativa en la lengua meta. "Está comprobado que un mayor uso de estrategias influye en el grado de dominio obtenido y en su importancia de ganar control sobre las destrezas " (López, 1997). De ahí se desprende la relación que se establece entre el desarrollo de las estrategias y la autonomía, entendiendo las primeras como método eficaz para el logro del éxito de la segunda; al tiempo que constituyen movimientos pedagógicos que se armonizan dialécticamente: el empleo y el desarrollo de estrategias comunicativas conduce a la autonomía en el acto comunicativo. 53 CAPÍTULO I La motivación por ejercer la comunicación ha devenido siempre en centro de interés del estudiantado de lengua extranjeras, y en motivo de preocupación del profesorado ante la necesidad de que aquellos sean capaces de desarrollar las habilidades orales fuera del contexto docente. "Si a un aprendiz se le permite y se le da la posibilidad de crear lengua sobre la base de sus motivos personales para conseguir competencia y autonomía, sin lugar a dudas, dicho aprendiz tendrá más oportunidad de éxito que si se convierte en un aprendiz dependiente de recompensas externas para el desarrollo de su motivación" (Jiménez, 1994); lo cual lleva implícito la toma en consideración de las necesidades e intereses de los alumnos durante el proceso. La enseñanza-aprendizaje de estrategias comunicativas puede contribuir a que los estudiantes alcancen seguridad y auto-confianza en sus intentos de comunicar con los recursos que éstas les aportan, lo que incide en su motivación para aprender y usar la lengua meta (Manchón, 1998, citado por Martín, 2000). El estímulo o la necesidad para el acto de hablar compulsa el desarrollo de herramientas para efectuar este intercambio. Así que en el caso de que no se entiendan los alumnos y se estanque el diálogo, tendrán que recurrir a estrategias para entenderse mejor y obtener la información deseada. Como bien plantea Kremers (2000) citado por Tardo (2005): "Un diálogo es mucho más que una secuencia ordenada de frases. Es más bien una dinámica interactiva porque la comunicación no es un proceso lineal, sino simultáneo". Y en este proceso interactivo la relación estrategia comunicativa-motivación se manifiesta de manera simultánea: el desarrollo de las primeras incide en la motivación para comunicarse; y al mismo tiempo, esa motivación por hablar estimula la utilización de recursos alternativos para eliminar las deficiencias que puedan presentarse en el acto comunicativo. La explicación por parte de los profesores de la importancia del uso de estrategias comunicativas para resolver un determinado problema comunicativo no es suficiente para que los estudiantes las empleen de manera adecuada en aras del logro de un desarrollo autónomo. Otro aspecto importante es que el 54 CAPÍTULO I aprendiz conozca "qué estrategias utiliza, en qué situación y con qué objetivo, y por consiguiente, que sea consciente de lo qué hace y para qué lo hace, o a la inversa, que conozca su objetivo y que entonces decida los procedimientos que le ayudarán a conseguirlo del modo más eficaz" (Martín, 2000). Las estrategias comunicativas constituyen un grupo de estrategias de aprendizaje (donde están presentes los grupos de las estrategias cognitivas, las metacognitivas y las socio afectivas). Consisten en todos aquellos mecanismos de los que se sirven los estudiantes para comunicarse eficazmente, superando las dificultades derivadas de su insuficiente dominio de la lengua meta. Estas estrategias permiten al estudiantado mantener la comunicación en lugar de abandonarla ante dificultades imprevistas, proporcionándole así un mayor contacto con la nueva lengua y más ocasiones de práctica y aprendizaje. Constantemente, en el proceso de intercambio social, el estudiantado se ve en la necesidad de darle solución a los problemas comunicativos que se le presentan a partir de activar, de forma más o menos consciente, mecanismos o estrategias en una búsqueda ingente de negociación externa e interna, que permita la efectividad de estos mecanismos de uso. Si a esto se suma la imposibilidad de predecir las diversas situaciones comunicativas en las que se verán inmersos los alumnos, lo que se traduce en no poder ofrecer, todos los recursos lingüísticos necesarios para ello; entonces, "la razón de incentivar el uso de estrategias comunicativas en las clases de ELE encuentra toda justificación" (Manchón, 1993, citado por Martín 2000). Según Tardo (2005) ¨se trata de asumir una perspectiva diferente y renovadora en las concepciones del proceso de enseñanza-aprendizaje del ELE, orientada hacia una complementación armónica de dos objetivos esenciales: potenciar el desarrollo de la autonomía de los estudiantes y propiciar un entrenamiento personalizado que permita el empleo consciente de esos recursos estratégicos que contribuyan a una evolución favorable en cualquier contexto ¨. 55 CAPÍTULO I Plantea además que ¨… el proceso de adquisición de la autonomía debe ser entendido como un desarrollo progresivo que evoluciona del control absoluto del profesor sobre la actividad, hacia el control absoluto por parte del aprendiz. Esto se traduce en disposición y responsabilidad de actuación de este último con vistas a convertirse en protagonista principal en cualquier contexto comunicativo, lo que lleva implícito, también, un alto grado de motivación por resolver determinados problemas que aparecen en la interacción oral a través de recursos alternativos. Esta actuación responsable y motivada es posible, además, si se ha desarrollado una conciencia del proceso a partir de la reflexión de lo que debe hacer para resolver las deficiencias o limitaciones en la interacción fuera del contexto docente. Esa capacidad autónoma en al acto comunicativo, por consiguiente, se armoniza dialécticamente con el desarrollo de la competencia estratégica y las relaciones entre responsabilidad, motivación y reflexión en el proceso de enseñanza-aprendizaje de las estrategias comunicativas ¨. En las estrategias de los estudiantes, los autores distinguen entre las estrategias de evitación y las de compensación. Las primeras conducen a un empobrecimiento de la comunicación, puesto que el hablante, con el fin de evitarse problemas en el uso de la lengua o de cometer errores, renuncia a abordar determinados temas: o bien abandona total o parcialmente un tema iniciado, o bien reduce el contenido de su mensaje. Las segundas consisten en la búsqueda de procedimientos alternativos, que permitan al hablante conseguir su propósito comunicativo: parafrasear, explicar mediante ejemplos, usar un término inventado que se considera comprensible por el receptor, etc. Desde el punto de vista de las aplicaciones didácticas, las más importantes son las estrategias de compensación. Muchas de ellas son comunes a los procesos de comunicación entre nativos competentes: recurrir a claves extralingüísticas, ayudarse de los datos contextuales, pedir aclaraciones al interlocutor, etc., para asegurarse de la recta comprensión de los mensajes; paradójicamente, estas estrategias que el estudiante aplica espontáneamente en su propia lengua quedan bloqueadas en el uso de una segunda lengua, 56 CAPÍTULO I especialmente en contextos de aprendizaje escolarizado. Las actuales propuestas didácticas introducen en los programas el reconocimiento de las estrategias comunicativas y la práctica de su aplicación. En tal sentido, crear condiciones y actividades de interacción oral adaptadas de forma que los estudiantes realicen un trabajo de autopreparación en cómo usar estrategias comunicativas, constituye una alternativa viable para este fin: a. Crear condiciones de interacción oral Proporcionar contextos de negociación y reflexión en el proceso que se desarrolla, es una necesidad insoslayable en las clases de ELE. Al alumno hay que ofrecerle espacios que aumenten las posibilidades de que gane control sobre las estrategias comunicativas y ejerza su autonomía, por lo que, estimular el desarrollo de la motivación, la autoestima y las capacidades, a partir de la creación de un clima favorable y una atmósfera de confianza y de comunicación, deviene en imperativo real en los momentos actuales. La orientación de tareas extradocentes y proponer proyectos (de grupos o individuales) o actividades que sean desarrolladas por los aprendices que faciliten el intercambio oral durante la clase, constituyen acciones concretas fácilmente aplicables en nuestra labor cotidiana como profesores de ELE que, en muchas ocasiones, no son los suficientemente aprovechadas en aras de crear condiciones que favorezcan la comunicación. b. Crear actividades de interacción oral Littlewood (1981) clasifica estas actividades en dos tipos: en actividades de comunicación funcional y actividades de interacción social. Entre las primeras, este autor incluye aquellas en las que los estudiantes tengan que resolver problemas, "obtener información y en las que lo más importante es transmitir significados del modo más eficaz posible (...) con cualquier recurso que tengan a su alcance". 57 CAPÍTULO I Hacemos referencia a la interacción oral pues es objetivo de nuestro trabajo acercarnos a los factores que propician el desarrollo de la expresión oral en los estudiantes de ELE. 1.3 Conclusiones del capítulo. En este capítulo se tratan los supuestos teóricos de aquellos aspectos que resultan claves para dar a conocer y delimitar los aspectos relevantes sobre las competencias y estrategias que desarrollan y utilizan los estudiantes en el proceso de adquisición de una lengua extranjera o una segunda lengua. Al hablar de competencia comunicativa estamos considerando este término como el conocimiento no sólo del código lingüístico, sino también saber qué decir a quién y cómo decirlo de forma apropiada en una situación determinada, es decir, percibir los enunciados no sólo como realidades lingüísticas sino también como realidades socialmente apropiadas. El desarrollo de habilidades comunicativas tiene como otra característica, la posibilidad de transferencia en el sentido en que una habilidad comunicativa no se desarrolla para un momento o acción determinados, sino que se convierte en una cualidad, en una forma de respuesta aplicable a múltiples situaciones que comparten esencialmente la misma naturaleza; de allí que se hable de que las habilidades comunicativas desarrolladas por un individuo configuran una forma peculiar de resolver tareas o resolver problemas en áreas de actividad determinadas. Por lo que los profesores que se encargan de la enseñanza de una lengua no podrán poner de un lado la importancia de este tema, ya que nuestros estudiantes están aprendiendo el idioma de forma comunicativa, aplicando en situaciones diferentes los patrones ya aprendidos. El mundo actual exige de un profesional creativo, independiente, comprometido con el desarrollo de su entorno, lograrlo requiere de importantes transformaciones en los currículos vigentes, la incorporación de las estrategias de aprendizaje en los procesos educativos constituyen hoy un imperativo para 58 CAPÍTULO I lograr esa independencia cognoscitiva en su desempeño profesional. El uso de las estrategias de aprendizaje en el proceso de enseñanza aprendizaje, crea las condiciones pedagógicas y psicológicas para alcanzar mayor grado de conciencia e independencia en el proceso de asimilación. Hacer que los estudiantes descubran y desarrollen sus propias estrategias de aprendizaje, cada día con mayor fuerza, va constituyendo un importante elemento para el logro de un eficiente desarrollo de la competencia comunicativa en la lengua extranjera. Resulta necesario distinguir cuáles estrategias pueden usarse para las cuatro habilidades y cuáles son específicas para una o más habilidades. 59 CAPÍTULO II CAPÍTULO II EL PROCESO DE ENSEÑANZA APRENDIZAJE DE LENGUAS EXTRANJERAS Y SEGUNDAS LENGUAS. El factor esencial del aprendizaje es la voluntad de aprender. Sanderson. 2.1 Fundamentos del proceso de enseñanza–aprendizaje. El proceso de aprendizaje es un proceso complejo y polémico sobre el cual se ha realizado un número significativo de estudios e investigaciones. A través de la revisión bibliográfica se han valorado aspectos teóricos generales incluidos en las diferentes concepciones y teorías de aprendizaje desarrolladas por investigadores entre los que se destacan: Skinner, Piaget, Vygotski, Ausebel, Feustein, las cuales, hoy, conforman diferentes escuelas o tendencias, que se conocen como conductismo, cognitivismo, constructivismo, histórico-cultural, aprendizaje significativo, interaccionismo, etc. Todas han tenido gran influencia en la enseñanza de lenguas extranjeras. (Manzano, 2007) Según esta autora “…la esencia del aprendizaje radica en su relación entre teoría y práctica. No podemos obviar el papel del trabajo en la transformación del hombre. La actividad y las necesidades del individuo conllevaron al desarrollo del lenguaje, a la elaboración de instrumentos de trabajo, al conocimiento, o sea, a la comunicación, la ciencia, la tecnología, y a su transformación física. El aprendizaje como proceso social tiene una función social. Toda obra (actividad) humana tiene una repercusión social; de los valores espirituales, éticos, morales depende que el resultado esté dirigido hacia el bien y beneficio del hombre en particular, y/o la humanidad en el plano universal. El ser humano es esencia de la naturaleza y la sociedad, es el reflejo de lo que lo rodea dándole tonos de identidad, de singularidad con elementos tan particulares e irrepetibles como su propia 60 CAPÍTULO II personalidad, pero tan permeados de elementos genéricos que le confieren la condición de humano. Cada hombre es el resultado de su tiempo, del momento histórico que vive y la educación que recibe, de esta formación depende su desarrollo espiritual e intelectual, su capacidad de aprendizaje y proyección durante la vida”. Para (González, 1992) “…el aprendizaje es un proceso activo e integral del sujeto en la construcción del conocimiento no la reproducción de una información construida fuera de él y trasmitido mecánicamente, ni tampoco es construcción solo cognitiva. El aprendizaje pasivo, reproductivo no estimula el desarrollo del sujeto, sino que conduce a la fijación memorística de una información que tiende a la extinción y que el sujeto no puede personalizar, o sea, no la puede utilizar de forma creativa ante situaciones nuevas o generadas por él. Para que se produzca un aprendizaje activo, creativo y por ende afectivo es necesario el desarrollo de una elevada motivación personal hacia este proceso, en la cual desempeñan un papel primordial las relaciones de comunicación que se establezcan para el desempeño de la actividad”. El aprendizaje no puede basarse en la memorización y reproducción de los conocimientos, es cierto que la memoria juega un papel esencial en el desarrollo del pensamiento, también lo juegan la imaginación y las sensaciones y percepciones; pero lo que más impulsa el desarrollo de las capacidades humanas es exactamente el desarrollo del razonamiento lógico basado en procesos mentales que van desde el análisis y la síntesis hasta la solución de problemas. El aprendizaje basado solamente en la adquisición de contenidos como resultado instructivo del Proceso Docente Educativo (PDE) sin penetrar en los procesos que ocurren para adquirir el conocimiento, y dentro de esta concepción se incluye el desarrollo y dominio de destrezas que dirigen el proceso desde su dimensión instructiva hacia la formativa, se convertiría en 61 CAPÍTULO II un proceso mecánico e irreflexible. La educación a través de una bien diseñada dimensión desarrolladora, donde se pertrecha al estudiante de instrumento y medios necesarios (hábitos, habilidades, capacidades, competencias) que le permitan conformar su cuerpo de conocimiento no solo para aprender sino para aprender a aprender, formación que nos exigen los tiempos actuales, sería el ideal educativo. Para aprender a aprender el sujeto necesita de la sistematización, no basta solo percibir, representar o razonar sobre la realidad a niveles creativos, se hace necesario la repetición de la actividad, la frecuencia y periodicidad permite se fijen las operaciones hasta insuficiente sin la automatizarlas complejidad (hábitos), pero esto es aún y flexibilidad de los contenidos como características cualitativas de la repetición o sistematización y esta no puede estar al margen de la esfera motivacional afectiva. Las teorías contemporáneas reconocen el carácter multidimensional, social e individual del aprendizaje. Las formas (tipos) y resultados del aprendizaje son variados, tanto como los contenidos a aprender. La plasticidad e inmadurez de la especie humana con respecto a las restantes especies del reino animal definen la particular importancia de estos procesos en la transformación de los individuos en seres maduros, capaces de interactuar eficiente y de manera creadora con su entorno y su cultura. Se aprende a partir de mecanismos y procesos muy disímiles que en determinados momentos se complementan e integran, como el aprendizaje asociativo y el restructurativo o constructivo, o el aprendizaje implícito y el explícito. El aprendizaje de reacciones y formas sencillas de conducta, de los hábitos y habilidades menos complejos exigen procesos y condiciones diferentes para su apropiación que el de las estructuras conceptuales complejas, el de las reglas, procedimientos y estrategias de nivel superior, o de las formas de conducta y de interacción social que generan sentimientos, normas, actitudes y valores espirituales. La multiformidad de los aprendizajes se expresa entonces a nivel de tres dimensiones particulares: el contenido (el qué), los procesos a través de los cuales las personas se apropian de estos contenidos (el cómo), y las 62 CAPÍTULO II condiciones que es necesario estructurar y organizar para que los educandos puedan activar esos procesos al apropiarse de aquellos contenidos (el cuándo, dónde, en qué situaciones, con quién, etc., que conforman el contexto y la situación de aprendizaje). La combinación de estos tres componentes define una variedad inmensa de contextos, situaciones, tipos y prácticas de aprendizaje, y consecuentemente, de habilidades, capacidades y actitudes necesarias para desplegarlos. Lo social expresa su naturaleza, se trata de un proceso de apropiación de la experiencia histórico-social, de la cultura, pero también de los fines y condiciones en que tiene lugar el mismo. El aprendizaje está determinado por la existencia de una cultura, que condiciona tanto los contenidos de los cuales los educandos deben apropiarse, como los propios métodos, instrumentos y recursos para la apropiación de dicho contenido, así como los "espacios" y las situaciones específicas en que se lleva a cabo el mismo. Como señala Álvarez de Zayas (1999) la escuela es parte de la sociedad y se subordina a ella, como la subordinación de la parte al todo, y su labor consiste en la formación cultural de esa sociedad. Según este autor, la triada dialéctica de problema-objetivoobjeto (proceso) caracterizan las relaciones del proceso docente educativo con el contexto social: La escuela en la vida. Y añade el autor que la necesidad social, como problema, determina el carácter del proceso docente y en primer lugar su intención, su aspiración: el objetivo, del cual se deriva el resto de los componentes del proceso. Si bien por su naturaleza el proceso de aprendizaje es social, por sus mecanismos es sumamente personal. Constituye un reflejo de la individualidad de cada persona. El perfil singular de las potencialidades y deficiencias del estudiante, sus capacidades, su ritmo, sus preferencias, sus estrategias y estilos de aprendizaje, unidos a su historia personal, sus conocimientos previos y su experiencia anterior (que va conformando un conjunto de concepciones, actitudes, valoraciones y sentimientos con respecto a sí mismo), condicionan el carácter único e individual de los procesos que pone en juego cada persona para aprender. 63 CAPÍTULO II El Proceso de Enseñanza-aprendizaje trascienden los marcos o contexto de las instituciones escolares y adquiere dimensión afectiva como proceso inherente a la vida. Por tanto en el aprendizaje todo el organismo está en función de este proceso, todos los órganos de los sentidos están alertas, como en la propia vida, es necesario llevarlo a cabo de forma consciente y motivada. Aunque hay determinados elementos del nivel perceptivo sensorial que están recogiendo información inconsciente. De este proceso de alerta constante nace la intuición. En este proceso siempre están presentes todas las categorías didácticas, ya que toda actividad docente tiene objetivos determinados, dados a través de contenidos, que se desarrollan mediante métodos concretos y para lo cual se necesitarán de ciertos medios, de acuerdo a las condiciones específicas de realización de cada actividad. Sin embargo, durante el proceso de ejecución de las acciones del alumno en el aula, el método de enseñanza puede ser la categoría didáctica que resulte más evidente a cualquier observador. Según Flowler y Brooks (1991) la importancia del estudio de los métodos de enseñanza viene dada por su vinculación con el problema de los procedimientos y modos de actividad mental del estudiante, a través de la organización de su actividad docente-cognoscitiva. Son múltiples las clasificaciones de los métodos de enseñanza que se han propuesto. Generalmente dependen del punto de vista asumido. Entre las más conocidas se encuentran las propuestas por Klinberg (1978) y por Danilov y Skatkin (1985). Klinberg plantea tres tipos de métodos en dependencia de la forma en que se establece la relación de enseñanza-aprendizaje: expositivo, elaboración conjunta y trabajo independiente. Danilov y Skatkin basan su división en el tipo de actividad del profesor y el grado de independencia de los estudiantes, proponiendo cinco grupos de métodos: explicativo-ilustrativos, reproductivos, problémicos, búsqueda parcial o heurísticos e investigativos. 64 CAPÍTULO II Ivanov (1980) diferencia entre métodos de enseñanza y métodos de aprendizaje. Los métodos de enseñanza se han definido como los modos de actividad del profesor que sirven para dirigir la actividad cognoscitiva del estudiante, a través de un sistema de procedimientos de enseñanza, condicionados por las regularidades del aprendizaje, el contenido del material docente y los objetivos. Por otra parte, se consideran métodos de aprendizaje los modos de actividad docente-cognoscitiva del estudiante condicionados por los métodos de enseñanza, cuyo fin es el logro de los objetivos planteados por el profesor y aceptados por los estudiantes, que se llevan a cabo a través de un sistema de procedimientos de aprendizaje. Hoy en día, a pesar de que las clasificaciones mencionadas anteriormente y otras menos conocidas son usadas por diferentes autores, existe una tendencia creciente a clasificar los métodos en dependencia del papel que los estudiantes desempeñen en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Considerando este criterio aparecen las denominaciones de métodos tradicionales y métodos activos. Los llamados métodos activos o participativos (Colectivo de Autores, 1998), que también son agrupados bajo la denominación de métodos de participación grupal (Martí, 1997) o trabajo en grupos cooperativos (Fabra, 1992), surgen como intentos de activar el proceso de enseñanza-aprendizaje. Se han venido desarrollando desde finales del siglo pasado, cuando los pedagogos comenzaron a tomar conciencia de la importancia de la actividad mental del estudiante dentro del proceso educativo. Esto ha generado el desarrollo de diferentes tendencias pedagógicas que surgen como una reacción a la enseñanza tradicional. Las mismas reconocen, aunque desde diversos puntos de vista, la necesidad de que el estudiante tenga un papel 65 CAPÍTULO II activo en el proceso de enseñanza aprendizaje. (Colectivo de Autores, 1998, 2000) Dentro de estas tendencias, es el enfoque histórico–cultural el que de forma sustancial desarrolla un concepto de aprendizaje que, por una parte, pone en el centro de su atención al sujeto activo, consciente y orientado hacia un objetivo; y por otra establece la necesidad de la interacción del aprendiz con otros sujetos -en este caso el profesor y otros estudiantes- y con diversos medios en condiciones socio–históricas determinadas. Dicha concepción posibilita que el sujeto ejecute acciones con el objeto de estudio, transformándolo y con ello se obtiene como resultado principal la transformación del propio sujeto de aprendizaje. De aquí se puede establecer que, según esta concepción, el proceso de apropiación de la cultura humana transcurre a través de la actividad como proceso que mediatiza la relación entre el hombre y su realidad objetiva. En este marco, es posible entender por actividad (Pupo, 1990) el sistema de relaciones sujeto–objeto y sujeto–sujeto que contribuye directamente a la transformación del objeto, pero también del sujeto. Esta posición se inserta ya en el contexto de la actividad como actividad práctica transformadora de la realidad natural y social. En nuestro criterio, al circunscribirnos al proceso de enseñanzaaprendizaje, esta actividad del sujeto se puede organizar a través del trabajo en grupos cooperativos, concebido como actividad educativa y puede ser una vía eficaz para desarrollar no sólo conocimientos y habilidades, sino también rasgos de la personalidad del individuo, tales como valores, afectos, conductas, etc., que siempre se manifiestan en un contexto determinado. Este concepto de la actividad dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje nos identifica con la Pedagogía de orientación marxista. En la misma se 66 CAPÍTULO II destaca que mediante la actividad docente conjunta se operan cambios fundamentales en diferentes esferas de la personalidad del estudiante, provocando su desarrollo íntegro a partir de la unidad entre las esferas intelectual y moral; se propicia el pensamiento creador y se incrementa la productividad del trabajo docente del profesor y del alumno (Castellanos, 1999). En el proceso de enseñanza-aprendizaje no se puede pasar por alto la importancia que la actividad tiene como condición necesaria para el desarrollo humano. Dentro de la labor docente-educativa, esta necesidad puede entenderse como la urgencia de lograr que los estudiantes tengan una posición activa ante el aprendizaje, que no constituyan meros receptores de información, y al mismo tiempo implica la exigencia de diseñar actividades que, dentro del propio proceso de enseñanza- aprendizaje, contribuyan al desarrollo de la expresión oral y escrita. El enfoque que Vygotski desarrolló sobre el proceso de enseñanzaaprendizaje, enriquecido por sus colaboradores y seguidores, plantea varios elementos que consideramos importante destacar, al asumirlo como fundamento de nuestro trabajo: • Los contenidos objeto de la asimilación son portadores de toda la experiencia social que la humanidad ha acumulado históricamente. • La influencia del medio social se da a través de la interacción con objetos y con otras personas, portadores de todo el legado cultural de generaciones anteriores; mediante diversas maneras de colaboración y comunicación. • La necesidad del carácter activo, consciente y transformador del sujeto que aprende. Al asumir de modo consciente esta concepción se hace preciso buscar formas de organización del proceso docente-educativo que faciliten la interacción entre los educandos y, a la vez, entre éstos y la persona que debe dirigir científicamente el proceso: el profesor. En este sentido coincidimos con 67 CAPÍTULO II González (1999) cuando plantea que el papel del profesor no es el de un facilitador del aprendizaje, al propiciar las condiciones para que el estudiante pueda expresar libremente sus potencialidades, como se plantea en la Pedagogía no directiva. Por el contrario, convenimos en que debe desempeñarse como orientador del aprendizaje, dada su formación profesional que le permite encauzar el proceso de forma científica hacia niveles superiores de desarrollo. Las investigaciones de Vygotski demostraron la naturaleza social y cultural del desarrollo de las funciones superiores y por tanto, “…su dependencia de la cooperación con los adultos y de la instrucción.” (Vygotski, 1968) Las mismas confirmaron la importancia de la imitación en el aprendizaje y cómo “Lo que el niño puede hacer hoy en cooperación, mañana podrá hacerlo solo”. Estas ideas lo llevaron a enunciar el concepto de zona de desarrollo próximo, definida como: “la distancia entre el nivel real de desarrollo determinado por la capacidad de resolver un problema y el nivel de desarrollo potencial, determinado a través de la resolución de un problema bajo la guía de un adulto o en colaboración con otro compañero más capaz” (Colectivo de Autores, 1996). En nuestro criterio, dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje esta cooperación que puede brindar no sólo el profesor, sino también otros compañeros más capaces que puedan ayudar a la comprensión de un contenido o a la ejecución de una acción que el otro aún no haya podido interiorizar, no debe ser totalmente espontánea sino que debe ser orientada, organizada, regulada y controlada por el profesor, a través de actividades docentes especialmente diseñadas con este fin. Esta opinión concuerda con Rivière (1985) cuando señala que, para Vygotski, el análisis de los procesos que ocurren en la zona de desarrollo próximo debe realizarse a través de una influencia activa del experimentador (el profesor en nuestro caso) y haciendo que el sujeto sea activo en el acto de aprendizaje. Destaca que para Vygotski, el factor fundamental del desarrollo era el aprendizaje a través de la influencia 68 CAPÍTULO II que el resto de los individuos que se encuentran en interacción con el aprendiz pueden ejercer, al colaborar en la realización de tareas concretas. El valor teórico y práctico del concepto zona de desarrollo próximo para la enseñanza ha sido planteado por Castellanos (1999). Esta autora indica que la enseñanza no debe apoyarse tanto en las funciones ya maduras, sino en aquellas que están madurando, período que se considera como el momento óptimo para el aprendizaje. De aquí se deriva que, al asumir esta perspectiva, consideremos necesario introducir en la organización del proceso de enseñanza-aprendizaje el trabajo en grupos cooperativos, como una forma de propiciar la interiorización de las acciones a través de la colaboración que potencia la zona de desarrollo próximo. En nuestro criterio, un procedimiento que estimula y exige el uso del habla, que implica la necesaria verbalización y contribuye, al mismo tiempo, al desarrollo del lenguaje científico, es la presentación y ejecución de las tareas mediante diferentes métodos y técnicas participativas que permiten llevar a cabo un trabajo en grupos cooperativos. Numerosos autores han argumentado desde diversas ópticas y resaltado las conveniencias para la educación de este tipo de trabajo, en ocasiones denominado grupal (Barret, 1996; Cooper, 1995; Fabra, 1992; Fasching y Erickson, 1985; Hortman, 1995; Martí, 1997; Onrubia, 1997; Ovejero, 1990; Polliam, 1995; Serrano, 1992; Solé, 1997; Towns, 1998 citados por González y Hernández (2005). Algunos reconocen, de cierta forma explícita, la importancia de los aportes de Vygotski. Entre dichos autores, Fabra (1992) señala cuatro perspectivas teóricas como fundamentos del mismo: la desarrollada por Vygotski, la ciencia cognitiva, la teoría social del aprendizaje y la teoría elaborada por Piaget. Plantea el uso de estos métodos como vía para disminuir la importancia de los éxitos y fracasos académicos, estimulando la interacción entre los alumnos, su 69 CAPÍTULO II integración social, su capacidad de comunicación y colaboración, el cambio de actitudes, el desarrollo del pensamiento y el descubrimiento del placer de aprender. Destaca que, en la actualidad, no basta con que el profesor conozca la materia que imparte, sino que es necesario conocer cómo aprenden los estudiantes y plantearse cómo favorecer el aprendizaje. Serrano (1992) apunta que muchos profesores están convencidos de las ventajas de este tipo de trabajo. Sin embargo, en las aulas siguen primando las lecciones magistrales y el trabajo individual competitivo debido a una serie de complejos factores que dificultan la implementación del trabajo en grupos. Señala la falta de una fundamentación teórica sólida sobre lo que supone aprender y la importancia de la cultura en el proceso de aprendizaje (referencia a la teoría de Vygotski) y por otra la confusión que pueden provocar teorías, como la de Piaget, centradas en el individuo. Desde su punto de vista, otros factores que inciden son las dificultades organizativas en el aula, la falta de autonomía del profesorado, de interacción social entre alumnos y profesores, las dificultades de la mayoría para trabajar en grupo porque no saben compartir criterios y decisiones. Considera que trabajar en grupo no consiste simplemente en agrupar a los estudiantes para realizar una tarea, sino que también es necesario un trabajo de reflexión individual; organizar la discusión y confrontación de ideas con técnicas de dinámica de grupo; la organización del debate, es decir, aprender a fundamentar, negar, disentir y lograr que los estudiantes se den cuenta que la discusión sirve para aclarar ideas que se enriquecen con los aportes de todos. Castellanos (1999) ha realizado un estudio de las diversas formas en que se ha empleado el trabajo grupal en la enseñanza. Coincidimos con la misma en que para que se dé la verdadera relación de unidad que debe existir entre la enseñanza, el aprendizaje y el proceso grupal, es imprescindible abordar el trabajo grupal proyectando la acción hacia la transformación del grupo, para lo cual es necesario reconocer el desarrollo real del grupo y sus capacidades. 70 CAPÍTULO II En nuestra opinión, el trabajo en grupos brinda la posibilidad de develar a los alumnos los mecanismos del razonamiento que conllevan a la asimilación constructiva de los conocimientos. Significa, según Monereo (1995), mostrarles bajo qué condiciones resultará oportuno aplicar uno u otro concepto, principio o procedimiento, y de qué forma es recomendable hacerlo; enseñarles a ser más conscientes de las decisiones que toman, de las condiciones que deben guiar esas decisiones y de las operaciones que se ponen en marcha para hacerlas efectivas, regulando su ajuste y orientación. 2.2 El proceso de enseñanza-aprendizaje de lenguas extranjeras y segundas lenguas. El objetivo fundamental del estudio y del esfuerzo de adquisición de una segunda lengua o lengua extranjera es lograr que el estudiante pueda comunicarse, esencialmente para integrarse al nuevo medio sociocultural. Este desafío le exige al estudiante enfrentar circunstancias simples o complejas de índole variada, que abarcan desde lo cotidiano de la sobrevivencia hasta la habilidad para desempeñarse en el medio académico o de su especialización profesional, en situaciones diversas, tales como la discusión de temas abstractos y la formulación de hipótesis. La enseñanza de lenguas extranjeras está determinada por condiciones económicas, sociales y políticas, y constituye una necesidad vital en el mundo actual para la comunicación internacional y el progreso futuro de la humanidad. Las lenguas son instrumentos para la comunicación transnacional en tanto que permiten llevar a cabo los planes de desarrollo y cooperación relacionados con el comercio, el turismo, la ciencia y la cultura. La comunicación como objetivo de la enseñanza de lenguas es tan antigua como la misma necesidad de aprenderlas. Sin embargo, nunca antes de la década de 1970 había existido una metodología acorde con este objetivo, 71 CAPÍTULO II debido a concepciones erróneas acerca del lenguaje y la comunicación. Se enseñaba el lenguaje como categoría lingüística, pero no su problema desde el punto de vista psicológico que es, a decir de Rubinstein (1964), el problema de la comunicación por medio de la lengua, y el problema del pensar, el hablar y el hacer uso del lenguaje. Al respecto Leontiev y Korolieva (1982) señalan que la enseñanza de lenguas se ha caracterizado por el énfasis en la forma y la poca atención a los aspectos psicológicos (González y Hernández, 2005). La enseñanza de lenguas en el mundo enfrenta no solo problemas sociales (externos) sino problemas propios del desarrollo de la ciencia pedagógica y las ciencias afines (internos). Su principal problema metodológico ha sido el énfasis en el sistema lingüístico, y no en la comunicación y en las necesidades de los alumnos. La enseñanza de la lengua se ha reducido, en la mayoría de los casos, al aprendizaje formal y transmisivo de la gramática y la ortografía con un alumno pasivo. Desde finales de la década del 60 muchos autores (Wilkins, 1976; Leontiev, 1982; Johnson, 1983; Acosta, 1991 citados por González y Hernández, 2005) han insistido en que los resultados de la enseñanza de lenguas han sido insatisfactorios respecto al desarrollo de habilidades comunicativas, debido a que la mayoría de los materiales y metodologías que se han elaborado e impartido en el mundo han tenido una organización estructural, donde los elementos de la lengua se han enseñado por separado para integrarse poco a poco en un proceso de acumulación gradual. Como resultado los alumnos han trabajado con facilidad el material lingüístico en clases; pero han sido incapaces de establecer la comunicación con corrección y propiedad porque la capacidad que ésta requiere no es igual a la suma de los elementos lingüísticos. No se puede reducir el conocimiento del todo al conocimiento de sus elementos. El proceso de enseñanza-aprendizaje se considera complicado y debatible, sobre este se han realizado un gran número de estudios e investigaciones. A través de la consulta bibliográfica se han evaluado aspectos 72 CAPÍTULO II teóricos generales incluidos en las diferentes concepciones y teorías de aprendizaje desarrolladas por investigadores que, hoy conforman diferentes escuelas o tendencias, conocidas como conductismo, cognitivismo, constructivismo, aprendizaje significativo, histórico-cultural e interaccionismo, tendencias que han tenido gran influencia en la enseñanza de forma general y en particular de lenguas extranjeras. Zilberstein (1999) (citado por González y Hernández, 2005), considera que el proceso de enseñanza-aprendizaje constituye la vía mediatizadora esencial para la apropiación de conocimientos, habilidades, hábitos, normas de relación, de comportamiento y valores, legados por la humanidad, que se expresan en el contenido de enseñanza, en estrecho vínculo con el resto de las actividades docentes y extradocentes que realizan los estudiantes. Manzano (2007) conceptualiza el proceso de enseñanza–aprendizaje de una lengua como actividad cognoscitiva en un proceso de comunicación constante donde pensamiento y lenguaje encarnan las herramientas que ponen en movimiento los pares dialécticos, mencionados a principio del acápite, en la conjugación entre los planos internos-externos o aspectos aptitudinales- actitudinales del ser como ente social; esenciales que en su interrelacionado, sinérgico, interacción gradado, lo caracterizan orgánico, posee componentes como sistémico, recurrente, sistemático, dinámico, cíclico que le dan un carácter de sistema . La enseñanza y aprendizaje de idiomas contribuye a un alcance universal que favorece y enriquece las relaciones entre las personas. Nos permite acceder a un mayor entendimiento de otras culturas, establecer y desarrollar vínculos afectivos, aprender a convivir con otras pautas culturales, sin olvidar las propias, intercambiar valores y aprender los unos de los otros, afianzar el propio conocimiento de la lengua materna ante el aprendizaje de una lengua y cultura, y por último, pero no menos importante, reforzar la autoconfianza de uno mismo. Ha transitado por diferentes tendencias, enfoques y métodos. La esencia de cada método va a depender del carácter 73 CAPÍTULO II epistemológico preponderante de las ciencias de la educación en un período determinada y una cultura determinada y va a estar muy relacionado con los factores socio-políticos de ese espacio y tiempo. El conocimiento de las lenguas extranjeras es una necesidad creciente en la sociedad actual, su constante transformación, su continua y vertiginosa evolución, así como las relaciones de intercambio en el campo laboral, profesional, cultural, entre otros, y el desarrollo de las nuevas tecnologías, incluyendo el empleo de la informática e Internet, han conllevado al uso indispensable de bibliografía en diferentes idiomas que favorecen la comunicación como vehículo de entendimiento cultural, de comprensión de costumbres y formas de vida diferentes. La enseñanza y el aprendizaje de lenguas es una actividad muy antigua, y emerge como respuesta a la necesidad de comunicación entre los hombres de culturas diferentes. Está directamente vinculada a problemas socio-políticos y económicos, se relaciona a las lenguas de los países de mayor supremacía en cada momento histórico, así el estudio del latín, el griego, el francés, el español, el inglés, el ruso, y otros ha sido objetivo esencial en el decursar del tiempo. En la enseñanza de una lengua se habla de aprendizaje y adquisición, los estudiosos diferencian estos términos. Para Krashen (1985) la adquisición es un proceso consciente que ocurre de forma natural que se caracteriza por estar centrada en el significado o sentido, y cuando se refiere al aprendizaje, expresa que se desarrolla de forma consciente y está más dirigido al conocimiento de sus estructuras y formas. Se pone de manifiesto a través de las competencias, la integración (como textura de un todo) del proceso de aprendizaje como saber (pensar), saber hacer (actuar), saber ser (sentir), saber estar (vivir). Para Trujillo (2002) ”... aprender una lengua no puede ser simplemente el desarrollo de una destreza. Aprender una lengua es una aventura educativa 74 CAPÍTULO II muy compleja, que implica a la totalidad de la persona, del grupo y de la comunidad. Términos como “negociación de significados” o “aprendizaje cooperativo” demuestran que el aprendizaje de la lengua apunta a algo más que aprender el uso del subjuntivo. Ese algo más es la competencia intercultural, lo cual implica reconocer la importancia de los contextos sociolingüísticos y socioeducativos en la adquisición de una segunda lengua. Existe una diferencia entre lengua materna, segundas lenguas y lenguas extranjeras, que radica en el status de la lengua en el país donde se enseña y en el uso que se hace de ella. La lengua materna se distingue por ser el sistema de signos que dan origen a las palabras cada una de las cuales tiene un significado determinado que permite la comunicación y el intercambio de experiencias entre los miembros de una comunidad o país en cuestión. En la misma medida en que se desarrolla cada pueblo se enriquece su vocabulario, se perfeccionan sus reglas gramaticales, por lo que se afirma que es elaborado socialmente, tiene un carácter nacional, responde a una cultura determinada. Además forma parte de la identidad de un pueblo y de una persona en lo particular, es la primera que se aprende, permite la comunicación (intercambio) de opiniones, sentimientos, ideas y puntos de vistas entre los nativos de un país determinado. La segunda lengua tiene similares características a la lengua materna en cuanto a sus funciones, pero se diferencia de esta en que constituye un medio alternativo de comunicación con una nacionalidad, que aunque no es la suya por nacimiento, es también propia por diversas razones, es por ello que la lengua materna y la segunda lengua se utilizan en diferentes situaciones y no es característico en ellas la superposición. Es la oficial que se adquiere en un entorno donde funciona como lengua nativa. Por su parte las lenguas extrajeras tienen una marcada diferencia con las anteriores, en primer lugar porque normalmente no es la lengua del país en el 75 CAPÍTULO II cual se vive, no forma parte de la identidad de la persona, constituyen una barrera en la comunicación la cual ha de romperse a través del proceso de enseñanza-aprendizaje como ya se ha señalado. Sin embargo permiten el enriquecimiento cultural de los seres humanos, su formación más integral como profesionales, pues le dan la posibilidad de acceder a la información que necesitan así como al intercambio y comunicación con otras personas de latitudes diferentes. Es aquella que se aprende en el aula, pero que no es hablada por la comunicad del entorno. A partir de estos conceptos y teniendo en cuenta el contexto donde se realiza esta investigación se utilizará el término del español como segunda lengua. Para los estudiantes del idioma español como segunda lengua en contextos escolares, hay además un alcance primordial: aprender a vivir bajo unas pautas diferentes de comportamiento en los diversos ámbitos sociales en los que se desenvuelven, apoyándose en una nueva lengua, que les ofrece retos, pero también dificultades en su integración social y afectiva. El proceso de enseñanza-aprendizaje de una segunda lengua ha variado a lo largo de la historia, su objetivo ha respondido a las necesidades y condiciones de cada época. La historia de la enseñanza de lenguas extranjeras ha estado dominada por la lingüística estructural, unida a una u otra teoría psicológica, particularmente la conductista. La lingüística estructural, reflejada en el audiolingüalismo desarrollado entre 1950 y 1965, se basa en la concepción estructural o taxonomía del lenguaje formulada por Bloomfield y por otros estructuralistas desde 1940. Considera la lengua en términos de su estructura gramatical sin mucha atención a su significado y uso. Como consecuencia, los alumnos desarrollaban la habilidad de producir oraciones gramaticalmente correctas, pero eran incapaces de realizar sencillas tareas comunicativas. 76 CAPÍTULO II Por su parte, la teoría conductista (Watson, 1914; Thorndike, 1933) fue utilizada por primera vez en la enseñanza por Skinner, fundador de la enseñanza programada, quien aplicó los principios de Thorndike: ley del efecto, ley de la disposición y ley del ejercicio. Skinner (1957) concibió el mecanismo del lenguaje como un conjunto de hábitos y sostenía que el lenguaje es un hábito condicionado, y su aprendizaje se realiza a través de un proceso mecánico de estimulo-respuesta, y refuerzo de las respuestas correctas. Los alumnos son tratados como objetos estrictamente controlados, manipulados por el maestro y no como participantes activos y conscientes en el proceso de adquisición de las lenguas (González y Hernández, 2005) El conductismo, al reducir los fenómenos psíquicos a un proceso de estimulo-respuesta y desconocer el papel de la conciencia, condujo a una enseñanza mecanicista, cuyo objetivo se planteaba solamente en forma de desarrollo de hábitos y habilidades. A principios de la década de 1960 comenzó a criticarse con fuerza la enseñanza conductista de lenguas; los maestros sentían que los métodos eran aburridos, poco motivantes e ineficientes. Se les critica su inconsistencia en la aplicación de las teorías psicológicas y lingüísticas de la época. La mayor critica fue la del lingüista racionalista estadounidense Noam Chomsky en 1966 con su Gramática Generativa y Transformacional quien impuso el concepto de competencia lingüística como capacidad innata que posee el hombre para generar el lenguaje, no creado por la relación externa de estímulo-respuesta. No es hasta la década del 70 que la enseñanza de lenguas comienza a liberarse de las restricciones que imponía la lingüística estadounidense. Hymes (1972) desarrolló el concepto de competencia comunicativa, mucho más amplio que la competencia lingüística chomskiana. (Cuestión que abordamos en el capítulo I de esta tesis) 77 CAPÍTULO II Desde principios de la década de 1980 muchos enfoques y cursos de lenguas han tratado de incorporar el aspecto social del lenguaje, desarrollado con la teoría del contexto por Leech (1983) y Levinson (1983), entre otros. Actualmente las investigaciones en el campo de lenguas extranjeras se mueven alrededor de teorías interaccionistas como reacción a las teorías mentalistas y conductistas que le han antecedido (Ellis, 1995). Las teorías interaccionistas conciben la lengua como actividad social y se centran en la dimensión social de la comunicación. El principio que subyace es que la interacción verbal tiene una importancia crucial para el aprendizaje de lenguas. Para el hombre el intercambio de ideas es una necesidad vital. La comunicación humana no es más que el proceso de intercambio con sus iguales. Este proceso garantiza la vida y funcionamiento de los grupos, los cuales son fundamentales para el desarrollo de la personalidad. Respecto al papel de la interacción en la relación hombre-mundo vale citar la aclaración de Pozo (1991) cuando indica que los sujetos, tanto en los aspectos cognitivos y sociales del comportamiento, como en los afectivos, no son nuevos productos del ambiente, ni el simple resultado de sus disposiciones internas, sino una construcción propia que se va produciendo como resultado de la interacción de esos dos aspectos. La enseñanza del idioma español específicamente, se ha convertido en un tema fundamental en desarrollo, su crecimiento e importancia en el ámbito internacional han propiciado estudios como el que ocupa este trabajo. Es precisamente tarea del profesor conseguir insertar a los estudiantes de español como segunda lengua, en contextos escolares donde deben lograr aprender a vivir bajo patrones diferentes de comportamiento en los diversos ámbitos sociales en los que se desenvuelven, apoyándose en una nueva lengua, que les ofrece retos en su integración social y afectiva. 78 CAPÍTULO II La evolución del constructo teórico llamado Interlengua ha caminado de forma paralela a la evolución de la teoría lingüística y de las teorías de adquisición y de aprendizaje de lenguas. El término fue propuesto por Selinker (1972) para designar al sistema lingüístico no nativo, diferente del sistema de la lengua materna y del sistema de la lengua objeto. Al comienzo, el foco de investigación se centraba en los aspectos más gramaticales de la lengua de los estudiantes. A medida que se fue ampliando el campo de la lingüística teórica hacia la pragmática, la sociolingüística y análisis del discurso, se fue ensanchando también el foco de interés para analizar la adquisición de la competencia comunicativa. (Competencia que fue caracterizada en el capítulo I de esta tesis) Distintos enfoques de la lingüística teórica han ido aportando el soporte descriptivo y explicativo necesario para poder enmarcar los estudios científicos de la interlengua. Todavía no existe ningún modelo teórico que pueda explicar todos los aspectos que se integran en el concepto de interlengua. Cada teoría se plantea un ámbito de investigación, con unas preguntas diferentes, con objetivos y metodologías de investigación diferentes y, por consiguiente, con respuestas diferentes, difícilmente comparables. Estos modelos tienen ventajas e inconvenientes según la perspectiva con la que se analice, sea la del lingüista, la del psicólogo o la del profesor. Analizamos a continuación qué aportan cada uno de estos modelos a la formación del profesor de lenguas. Los estudios sobre la interlengua intentan descubrir qué ocurre en la mente del que aprende, qué contiene la llamada "caja negra" que procesa y usa los datos lingüísticos que percibe y que produce en sus respuestas. En la construcción del conocimiento interlingüístico intervienen tres procesos básicos: el del aducto (input), que selecciona, ordena y sistematiza los datos del exterior; el de la toma (intake), que incorpora los nuevos datos al sistema; y el del educto (output), que permite comprender y expresarse en la lengua meta. Los mecanismos internos de aprendizaje, responsables de la construcción de la interlengua, constituyen el objeto de estudio de diferentes teorías de la adquisición de lenguas extranjeras. Desde una perspectiva histórica, y teniendo en cuenta sus diferencias básicas, 79 CAPÍTULO II podríamos hablar de teorías conductistas, teorías mentalistas y teorías cognitivas (Cárdenas, 2007). Según esta autora “… todo modelo de adquisición de segunda lengua presupone que el estudiante puede percibir e internalizar diferencias entre el input implícito y su propio output. Es decir, el estudiante puede monitorizar su propia producción, compararla con alguna representación internalizada de input implícito y "oír" cuando hace un error”. En un marco de enseñanza comunicativa, incluso los errores que comete un alumno pueden ser considerados estrategias; por lo tanto, si como profesores nos detenemos a analizar los errores y a trabajar éstos factores clave en la enseñanza-aprendizaje de español con los alumnos en actividades de autocorrección, reforzaremos sus mecanismos de aprendizaje. El objetivo no es que el alumno aprenda reglas de memoria, sino que infiera, a partir de sus yerros, la forma correcta; que coteje hipótesis. Debemos potenciar la capacidad metacognitiva de los alumnos de segundas lenguas, que ya tienen incorporada la estructura de su lengua materna. Así los estudiantes pueden inferir e internalizar las reglas con una mayor incidencia de su aprendizaje y, por lo mismo, de una forma más significativa para ellos. Hay que resaltar el carácter implícito que han de tener las correcciones, es decir, nunca explicitaremos "esto está mal" o "eso no se dice así", sino que construiremos un enunciado correcto. Lo más importante es que la comunicación sea fluida y que el interlocutor quiera comunicarse. Hay que hacer una corrección selectiva que se ajuste al nivel de lenguaje que el alumno está adquiriendo. Las intervenciones del profesorado no son de tipo metalingüístico, es decir, no hacen reflexionar al alumno sobre sus producciones verbales y los errores que contienen, sino que tienen sentido dentro del mismo acto comunicativo, en el cual el profesorado interactúa con los alumnos sin demostrar superioridad ni excesiva condescendencia, pero sí firmeza y claridad en sus formulaciones verbales. 80 CAPÍTULO II El contexto cultural del aprendizaje de idiomas ha adquirido nuevas perspectivas en las últimas décadas debido al mayor énfasis en el aprendizaje de esta tarea con fines comunicativos, y de forma más importante para fomentar la interacción social. Para conseguir una comunicación eficaz es fundamental que los participantes compartan el mismo significado referencial en las palabras empleadas. Según Byram y Fleming (2001) adquirir un idioma significa aprender los significados, valores y prácticas de determinada sociedad expresados a través del idioma; significa adquirir experiencia de sociedades distintas a las del estudiante; significa comprender otros entornos y de otros idiomas en contexto y compararlos con el propio, lo que lleva al alumno a desarrollar un entendimiento de sí mismo y de su propio modo de vivir. Sin la dimensión cultural, una comunicación eficaz a menudo se ve dificultada, puede ser parcial o aproximada, y puede que los hablantes no consigan expresarse adecuadamente, e incluso ofendan a su interlocutor. Según Abad y otros (2005) ”… en el supuesto de que el aprendizaje del estudiante se realice fuera del ámbito de su lengua nativa, le urge la necesidad de integrarse para interactuar en el nuevo medio sociocultural. Es por esto que el profesor E/LE deberá aprovechar todos los recursos didácticos que le permitan al estudiante desempeñarse con precisión en la comunicación real. El estudiante E/LE se desenvuelve en dos ámbitos: el privado y el público. En el ámbito privado, se aprecia la interacción del hablante con el entorno familiar y el de las amistades; en el público, la interacción se cumple en el mundo académico y/o laboral, donde deberá relacionarse con sus iguales, subordinados y superiores. En el ámbito privado, donde ocurre gran parte de la interacción social, el hablante se expresará en conversaciones íntimas, 81 CAPÍTULO II afectivas y confidenciales. También allí manifestará sus gustos, preferencias y emociones. Sin embargo, no hay duda de que el ámbito público le exigirá al hablante sobrepasar el mundo de lo personal y adquirir la competencia para desenvolverse en las exigencias del medio circundante, sea éste laboral o familiar, poniendo el lenguaje en acción, es decir, formulando y respondiendo preguntas, entregando y comprendiendo instrucciones, discutiendo y acordando ejecución de tareas, haciendo juicios evaluativos sobre tareas y trabajos, aconsejando, persuadiendo y sobre todo negociando, lo que implica considerar el punto de vista propio y el del interlocutor, y ser flexible y capaz de usar estrategias de respuesta rápida y acertada ante los imponderables del diálogo. Estas autoras plantean además que “…para lograr que el estudiante E/LE adquiera el dominio en una segunda lengua, el profesor deberá tener en cuenta tres factores importantes: primero, centrarse en el desarrollo de las competencias lingüísticas relacionadas con el nivel del hablante; segundo, hacer una integración de los contenidos de lengua y de las habilidades comunicativas; y, tercero, considerar las necesidades reales y específicas del estudiante”. Y lo explican de la siguiente forma: • Centrarse en las competencias lingüísticas relacionadas con el nivel de lengua: para lograr el desempeño preciso en la nueva lengua es necesario que el profesor se centre en las competencias lingüísticas, es decir, en hacer que el hablante extranjero practique y adquiera el dominio de las destrezas lingüísticas en situaciones de la vida diaria de modo que logre eficacia en la comunicación real. Por ejemplo, en un nivel principiante, saludar y presentarse; en un nivel intermedio, hacer compras, enviar invitaciones, hablar por teléfono; en niveles más avanzados, discutir puntos de vista sobre temas pertinentes al campo de la especialización o al campo académico. El profesor E/LE deberá proveer las herramientas necesarias para que el estudiante pueda manejarse con calidad y exactitud en diversos contextos de valor 82 CAPÍTULO II sociocultural. Esta precisión ha de manifestarse en la estructura y sintaxis gramatical, el vocabulario, la fluidez en la expresión oral, la claridad de la pronunciación y el uso de los elementos pragmáticos propios de la cultura, como pausas, tonos, gestos y expresiones idiomáticas. Determinar qué enseñar está íntimamente relacionado con el nivel de lengua del hablante. Por esta razón, el profesor, antes de iniciar el proceso de enseñanza aprendizaje E/LE, deberá diagnosticar el nivel de lengua del estudiante. • Integrar los contenidos de lengua y las habilidades comunicativas: Para que el estudiante E/LE logre el dominio lingüístico, el profesor E/LE deberá hacer en su planificación una integración de los contenidos de lengua (gramática, léxico, elementos pragmáticos, pronunciación, entonación, y los formatos discursivos) con las habilidades comunicativas o destrezas lingüísticas receptivas y productivas (hablar, escuchar, leer y escribir). Los contenidos de lengua constituyen una vía o vehículo para comunicarse, interactuar e integrarse en la cultura con mayor precisión. De ninguna manera constituyen en sí el objetivo del estudio de una lengua. En otras palabras, no es importante para el estudiante E/LE conocer terminología gramatical del idioma, sino lo que puede comunicar con él. Estos contenidos de lengua deben funcionar aplicados en un contexto como un todo integrado. Aislar o separar un contenido de otro y de las habilidades comunicativas no facilita la adquisición de una nueva lengua, más bien la limita. En otras palabras, enseñar los contenidos de léxico, gramática o fonética independientes de las habilidades comunicativas resulta improductivo. El aprendizaje aislado limita al estudiante E/LE, en lugar de permitirle proyectarse en variedad de posibilidades comunicativas. Por otro lado, es indispensable que el profesor tenga en cuenta en su enseñanza los registros de habla para que el hablante logre la precisión en el medio sociocultural. La interacción del hablante extranjero puede ocurrir en un registro culto, inculto, formal, informal, coloquial, local, académico, técnico o 83 CAPÍTULO II específico. Discernir el registro de lengua es una tarea que le permitirá al estudiante manejarse con mayor habilidad sociolingüística. Es importante advertirle al hablante el uso específico de una expresión lingüística en determinado registro para evitar que cometa un error. En el registro informal y coloquial, hay expresiones y vocabulario propios, que, al ser usados en un registro formal, provocan errores que interfieren en la comunicación, o viceversa. • Atender a las necesidades reales y específicas del estudiante extranjero: Si la adquisición de una segunda lengua tiene por objetivo lograr la comunicación y la inmersión en la cultura, para responder qué debería enseñarse o cuál debería ser la materia E/LE, el profesor E/LE deberá tener en cuenta las necesidades reales y específicas del estudiante para lograr el objetivo. Éstas estarán determinadas por las demandas de la situación personal, social y profesional de cada individuo. Especialmente, si nuestro estudiante de lengua extranjera es un adulto. El aprendizaje del adulto responde a la satisfacción de sus intereses, pues desea obtener resultados inmediatos, oponiéndose a esto la frustración resultante de la práctica o la adquisición de un bagaje lingüístico inaplicable. Si bien, en el niño, el aprendizaje se abre cuando logra comprensión y respuestas a sus necesidades básicas, el adulto, en cambio, fortalece la motivación de su aprendizaje E/LE al sentir la gratificación de pasar un mensaje y obtener respuesta constante y acertado en la integración al nuevo medio sociocultural donde practica y ejerce su desempeño lingüístico. Plantean además que “… cabe hacer notar que la enseñanza y aprendizaje E/LE no es logro exclusivo de quien enseña ni de un único método de enseñanza en una segunda lengua, sino que corresponde al logro compartido del profesor que ejerce como guía, y del aprendiz, quien, confiado en la orientación del profesor, desempeña y arriesga su propia estrategia al interactuar en el medio sociocultural que constituye el verdadero desafío de su competencia. 84 CAPÍTULO II Por otra parte el aprendizaje de una lengua está estrechamente relacionado con la motivación. Byram y Fleming (2001) señalan que varios estudios sobre la motivación del estudiante universitario concuerdan en la importancia de interesarse por el pueblo extranjero y su cultura. Igualmente señalan que el entendimiento cultural dará como resultado actitudes más positivas, lo cual se vinculará directamente con una mejor adquisición lingüística. 2.2.1 La motivación en el proceso de enseñaza-aprendizaje de lenguas. Muchos estudios manifiestan que factores psicológicos afectivos como la inhibición, las actitudes, la motivación, etc. Son variables que también intervienen en el aprendizaje de la lengua. Los estados afectivos influyen en el conocimiento de una manera decisiva. La investigación en este campo ha sido limitada y es en la que los investigadores entienden menos ya que las emociones y los aspectos relacionados a esta esfera son muy volátiles. Según Arnold y Brown (1999) hay razones para considerar los aspectos afectivos relevantes en el aprendizaje de una lengua, la atención necesita dirigirse a cómo resolver problemas creados por emociones negativas y cómo crear y usar emociones facilitadoras más positivas. Además, mientras enseñamos el idioma podemos educar a los estudiantes a vivir más satisfactoriamente y a ser miembros más responsables de la sociedad, o sea, está conectada a objetivos sociales más amplios (Citado por Fonseca, 2005) La motivación condiciona la atención y ésta repercute en el aprendizaje de la lengua extranjera. De todos los estímulos sensoriales de nuestro entorno, cada individuo, según sus propios intereses, atiende a unos y descarta los demás. Según Manzano 2007 “… Es en la actividad donde se establecen las relaciones del hombre con lo que lo rodea. Conocer la actividad del sujetoaprendiz significa penetrar en las manifestaciones concretas de su 85 CAPÍTULO II personalidad. El conocimiento de sus características individuales son pasos importantes para el trabajo con las diferencias individuales. Mediante la actividad el hombre transforma y conoce el mundo que lo rodea. El carácter esencialmente social se concreta en este concepto mediante el hecho de que la actividad del individuo se desarrolla en el sistema de relaciones en la sociedad, fuera de estas relaciones la actividad humana no existe. En la actividad se establece la relación del sujeto con el objeto, mediante el cual aquel satisface su necesidad. De ahí que su característica fundamental es el motivo. La actividad como proceso conforma un sistema y posee una estructura general que incluye aspectos orientadores y ejecutores. En los aspectos orientadores radica el problema de las necesidades, los motivos y condiciones del sujeto aprendiz, en los ejecutores y reguladores se encuentran el desarrollo de hábitos, habilidades, competencias. Las actividades que el sujeto realiza están encaminadas a satisfacer necesidades estrechamente ligadas a un motivo”. El objeto de la actividad en nuestro caso el aprendizaje de un idioma extranjero, el Español específicamente, responde a las necesidades de estudio del sujeto y es en el contacto con el objeto de la actividad cuando surge o deviene en motivo. La necesidad y el motivo son los elementos que movilizan la motivación. El motivo puede tener orígenes diferentes en cada sujeto. Para algunos el conocimiento de una lengua extranjera puede ser medio para aprehender conocimientos, ampliar su universo cultural, o medio de comunicación para relacionarse con personas de otros países, para otros puede ser el medio ideal para conocer las estructuras esenciales de la lengua. El hombre se representa la actividad mentalmente, de forma subjetiva, la motivación permite la ejecución en la persecución de metas que la orientan en forma de objetivo, las vías o procedimientos que sigue para alcanzarlo se manifiesta en acciones o tareas que en su interacción con el objeto de estudio se objetiviza. Dentro de la esfera afectiva de la personalidad como 86 CAPÍTULO II elemento orientador la motivación ocupa un lugar especial. La motivación responde a las necesidades del individuo. La disposición para participar en el aprendizaje es como la motivación, surge desde adentro, y el docente es el encargado de estimularla y orientarla. Por tanto, resulta crucial actuar en el momento oportuno, con las estrategias eficientes y con el basamento teórico específico, relacionado objetivamente con las necesidades del alumnado. La motivación juega un papel medular en el aprendizaje. El conocimiento no será efectivo si el educando no desarrolla intereses hacia éste. Sólo la motivación por obtener conocimiento puede impulsar al estudiante a la búsqueda de lo nuevo, probar habilidades que posee y desarrollar otras. Se manifiesta en la voluntad de participar activamente en el proceso de aprendizaje. El estudiante de Preparatoria recibe un curso intensivo, en él adquiere hábitos, habilidades y conocimientos en idioma español como segunda lengua y en las asignaturas de formación general vinculadas a la especialidad que estudiará posteriormente en un Centro de Educación Superior de Cuba. Es este precisamente, el motivo que más estimula en ellos el deseo de aprender el idioma (Cárdenas, 2007) Entendamos el motivo como la imagen del objeto deseado, sentido como necesario (el idioma español en este caso) que impulsa al estudiante y dirige su actividad hacia su logro (la adquisición de conocimientos y el desarrollo de habilidades), resultado con el cual el sujeto mantiene relaciones positivas y detrás de ese motivo está la necesidad que tiene el estudiante para satisfacer la exigencia. Diferentes teorías de aprendizaje le dan respuesta desde sus fundamentos epistemológicos: • Como un refuerzo positivo o negativo son tácticas que dirigen el comportamiento hacia un objetivo. 87 CAPÍTULO II • La necesidad humana por la autorrealización, por el crecimiento personal lo que hace que una persona esté interesada en algo. • Para los cognitivistas las personas se sienten motivadas hacia algo que ellos crean constituye una meta a alcanzar, cuando van a enfrentar un reto y entienden los beneficios que pueden obtener de ello. • Según Mc.Donough (2004) ”…depende de determinados mecanismos psicológicos, entre ellos: la necesidad de logros, la teoría de las atribuciones, el manejo, la expectativa, la esperanza y valores. Este autor señala que existen elementos que configuran la motivación, estos son: Energía, deseo de aprender, perseverancia, disfrute de la actividad, incentivos, beneficios de conocer el idioma”. En Actitudes y motivación (2001) (citado por Manzano, 2007) se define la motivación como: “…la fuerza que nos mueve a realizar actividades”. Plantean además que (…) “estamos motivados cuando tenemos la voluntad de hacer algo y, además, somos capaces de perseverar en el esfuerzo que ese algo requiera durante el tiempo necesario para conseguir el objetivo que nos hayamos marcado. La palabra motivación esconde un proceso que es el resultado de la interacción entre el yo y el entorno, entre nuestras actitudes, nuestra manera individual de ver el mundo y el mundo exterior. Ese proceso siempre parte del yo singular (siempre es motivación interna), pero depende de lo que haya extrínsecamente (siempre es motivación externa) Ese proceso es el resultado de la relación que se crea entre ambas partes, o sea, es el sistema que creamos entre los planos interno y externo lo que determina el proceso de motivación. Y en este sentido en el plano interno las aptitudes, el talento, las predisposiciones genéticas hacia determinada práctica influyen en la motivación. Motivar a los demás consiste en crear una situación en la que le ofrezcamos algo valioso al otro en función de su escala de valores, sus prioridades cognoscitivas, es por ello que el conocimiento del otro es muy 88 CAPÍTULO II importante para lograr la empatía necesaria para implicar o involucrarlo en nuestra actividad cognoscitiva, comunicativa.” La motivación representa el mecanismo que debe eliminar o reducir la aparición del temor ya que constituye el motor de arranque del proceso de aprendizaje. Su efecto energizante y estimulador impide el desarrollo e influencia negativa de alteraciones emocionales como: pérdida de atención y concentración de los estudiantes, dudas e inseguridades que llegan a afectar la adaptación de los estudiantes en el grupo. Conforman a la motivación elementos que en su conjunto son partes de ella como un todo, pero que de forma separada no pueden ser confundidos con esta, estos son: el interés, el entusiasmo, la energía, la fuerza de voluntad, la atención. Estos aspectos pueden estar presentes en un momento determinado del proceso, pero no significan que exista una motivación hacia nuestra clase, a través de una actividad interesante nosotros podríamos generar entusiasmo, sin embargo, eso no significa que los estudiantes estén realmente motivados hacia el aprendizaje de la lengua, es por eso necesario tener cuidado con las técnicas participativas, estas no significan solo movimiento o dinámica en la clase como forma de observación externa, se hace muy necesario que el profesor esté consciente que el estudiante esté activo mentalmente, que su cerebro esté procesando realmente la información a niveles productivos y creativos, la necesidad hacia el aprendizaje surge como ya habíamos hecho referencia en el acuerdo entre los planos externos e internos de nuestra personalidad. Si el estudiante tiene éxito en las actividades, si se siente preocupado, si el contenido del aprendizaje es significativo, y tiene conocimientos de sus resultados, podemos asegurar un óptimo desarrollo. Lo que pasa por nuestra conciencia, lo que se procesa en nuestro cerebro cortical queda para conformar nuestro cuerpo de conocimiento, nuestra propia experiencia y cosmovisión. 89 CAPÍTULO II Según Manzano (2007) “Sin motivación no hay actividad cognoscitiva consciente y significativa. La motivación vista desde el punto de vista didáctico se estudia como un eslabón esencial dentro de la dinámica del proceso de enseñanza-aprendizaje. El método que se utilice en el proceso posibilitará que la relación entre el objeto de estudio y el objetivo del aprendizaje activen la disposición, el interés y voluntad del estudiante para enfrentarse al contenido y alcanzar la meta trazada en la actividad. Esto no significa que la motivación esté presente solamente en una parte de la actividad, esta se mantiene durante todo el proceso. “ En relación antagónica con la motivación se localiza el estado psicológico del temor que provoca determinados sentimientos de frustración, preocupación, duda, etc. Por tanto la motivación debe eliminar esta barrera psicológica, pudiendo disminuir sus efectos negativos e incluso eliminar en cierta medida la tensión que desencadenan las dificultades que surgen en el proceso de aprendizaje. Los teóricos comunicativos plantean que los estudiantes tienen una necesidad afectiva de perder el temor a parecer ridículos cuando se les priva de su primer idioma y se les obliga a expresar sentimientos en un segundo idioma todavía inadecuado. Hablar en público, la presión comunicativa, la celebración de exámenes y la participación en clases representan condicionantes externas que repercuten decisivamente en la aparición de estados de temor y ansiedad. Cuando un estudiante presenta pobre desarrollo de sus cualidades de control consciente ello incide negativamente en sus posibilidades de manifestación espontánea y motivada de su comunicación en el nuevo idioma, limita su participación en clases, presenta temores vinculados al convencimiento de que aún no posee las habilidades adecuadas, de que puede hacer el ridículo ante sus compañeros y ello va en detrimento de su expresión oral y escrita, con la consecuente inhibición y retraso en el desarrollo de sus destrezas lingüísticas. 90 CAPÍTULO II El temor a una evaluación social negativa y la angustia que provoca la evaluación académica resultante de los exámenes, confirman la naturaleza situacional del miedo. Esta situación es común en nuestras clases; los alumnos se autoevalúan y sienten el no poder alcanzar sus objetivos como un déficit de su persona. El miedo provoca que se interrumpa la acción. Se ha demostrado que la complejidad derivada de una tarea de aprendizaje puede desprender ciertas evidencias del temor. Como consecuencia el alumno comienza a dudar de sus habilidades para hacer frente a la nueva tarea de aprendizaje con lo que su autoestima se ve mermada por la influencia de estas sensaciones. Los alumnos que manifiestan temor son porque presentan dificultades en la regulación volitiva de la actividad. El origen de este déficit se vincula con una disfunción del lenguaje interior. Por ello resulta importante que el individuo incorpore palabras, automandatos, para darse ánimo, para movilizar su voluntad, a fin de poder vencer el temor que siente ante la realización de una actividad. La palabra permite inhibir determinados estímulos, lo que conlleva a poder percibir la información esencial para la regulación de la conducta (Cárdenas, 2007) Veamos las consideraciones que Sainz (2000) expone en su libro: La llave del éxito: la preparación psicológica para el triunfo deportivo, donde hallamos puntos de contacto entre ellos y el temor que siente un estudiante cuando aprende una lengua extranjera. Ellos son: • El miedo puede aparecer allí donde el estudiante no se siente tan seguro de sus propias destrezas y por lo general exagera las dificultades a las cuales se enfrenta. (El aprendizaje de una lengua extranjera es distinto al aprendizaje de la Física o la Historia, en cambio está más próximo al de la música o un deporte, pues éstas comprenden habilidades y no sólo acumulación de conocimientos; es, por tanto adquisición de destrezas, aunque sean de tipo lingüístico). Un sujeto miedoso puede salir adelante con la intervención correcta del docente que controla el proceso de aprendizaje. 91 CAPÍTULO II • El fracaso de una acción planeada puede ser el origen del miedo. (No conjugar adecuadamente una forma verbal, por ejemplo). Cuando esto sucede, se vivencia la incapacidad de llevar a cabo la acción y ello se percibe como algo emocionalmente negativo. Cuando se pierde la posibilidad de utilizar el lenguaje interior en su función principal de controlador de la conducta y la acción, se afecta notablemente el autocontrol volitivo. • La estimulación motivacional puede reducir e incluso eliminar la influencia negativa de la barrera psicológica del miedo. Sin dudas, la motivación constituye el motor de empuje del proceso de aprendizaje lingüístico. Por tanto, la enseñanza de una lengua extranjera puede impulsar constantemente la activación y mantenimiento del componente motivacional con el fin de favorecer el desarrollo del proceso de enseñanza aprendizaje, garantizando la reducción de la aparición del temor que repercute negativamente en el desarrollo del aprendizaje lingüístico. • La actividad volitiva en cada estudiante transcurre de forma diferente: unos manifiestan perseverancia, otros son más libres en la toma de decisiones, otros indecisos, etc. De esta forma, ante el docente surge un amplio espectro de cualidades, que caracterizan la actividad volitiva desde ángulos positivos y negativos. Estas características adquieren estabilidad en la conducta de los estudiantes y se convierten en rasgos de la personalidad. Para Bennett (2005) ”… no podemos pensar que solo del estudiante depende el estar motivado o no, pues hay componentes que podemos controlar en este sentido durante el proceso y que nos permiten desplegar una serie de estrategias para estructurar la interacción en la clase, ellos son: • El éxito: este es un momento necesario en las clases el profesor debe graduar las tareas para el nivel de dominio del estudiante de forma que 92 CAPÍTULO II sienta que pueda hacer las cosas bien, ir de lo conocido a lo desconocido, de lo actual a la potencial. • La preocupación: tanto la total despreocupación como preocupación total son factores que pueden afectar la motivación. Esta puede ser controlada si el profesor controla los siguientes elementos: aumentar la responsabilidad, la visibilidad (el movimiento), las consecuencias de la tarea, el tiempo, la ayuda. • El significado. Utilizar la lengua con elementos de la propia vida o vivencias personales del alumno lo puede hacer asimilable y comprensible el vocabulario estudiado, promover el debate, la reflexión, la realización de dramatizaciones, etc. • El tono positivo. Transmitir experiencias y vivencias positivas del aprendizaje en el aula. • El interés. Promover el humor, la curiosidad, mostrar interés por el aprendiz • El conocimiento de los resultados. Dorneyei (En Fonseca, 2005) propone un modelo que está compuesto de tres niveles diferentes: • Nivel de la lengua. Analiza el objetivo del estudiante desde una perspectiva integradora o instrumental. • El nivel del aprendiz. Incluye la autoconfianza del estudiante en alcanzar la meta y elementos tales como la ansiedad en el uso de la lengua, la competencia percibida, las atribuciones casuales y sentido de autoeficacia. 93 CAPÍTULO II • El nivel de la situación: considera tres elementos: el componente motivacional del curso. Los métodos, las tareas, el programa que cubran las necesidades de los estudiantes. La materia, el contenido que responda a sus intereses. El modelo motivacional del profesor: depende del estilo y comportamiento del profesor. Y el componente motivacional del grupo. 2.3 La enseñanza del español en Cuba. Antecedentes. La enseñanza del español como lengua extranjera a estudiantes de otras lenguas tiene características propias en cuanto a objetivo, contenido y método que la diferencian sustancialmente de la enseñanza tradicional del español como lengua materna donde existe una larga tradición en Cuba. La enseñanza del Idioma Español como lengua extranjera en Cuba, tiene sus antecedentes en los cursos de Español que se implementaron para satisfacer las necesidades comunicativas del personal científico técnico, que afluyó a nuestro país desde la década de los años 70, y su continuidad se encuentra, en las Facultades Preparatorias, las cuales tienen como función esencial enseñar a los estudiantes de otras lenguas que estudiarán posteriormente en nuestro país una carrera universitaria, cumpliéndose así uno de los acuerdos de intercambio académico tomados por el CARICOM. Con independencia del desarrollo que fue alcanzando la enseñanza del español para técnicos extranjeros a lo largo del país, era la Habana por su condición de capital, la que tenía más afluencia de personas interesadas en aprender el idioma como postgrado, por lo que el centro rector de la enseñanza del Español como segundo idioma, fue la Universidad de La Habana (UH). La experiencia, los métodos, los medios de enseñanza, sobre todo, los libros de texto, los dirigía el personal de esa institución, indudablemente calificado, que constituye la vanguardia de este proceso. 94 CAPÍTULO II Con el desarrollo del sistema de Educación Superior en nuestro país, las diferentes universidades comenzaron a establecer convenios con otras instituciones foráneas que estaban interesadas en que sus profesionales hablaran y entendieran el Idioma español. Hoy se ha extendido esta enseñanza a otras universidades que aspiran a enseñar el español con diferentes fines, por lo que se instituyen los postgrados internacionales en diferentes lugares, no solamente en La Habana. Estos postgrados internacionales se han incrementado, en la medida en que se han ampliado las relaciones con otros países, y por tanto, la afluencia de alumnos extranjeros ha sido mayor; lo que ha motivado que el personal docente de las universidades del país se haya preparado con mayor calidad en el campo científico tecnológico. El español como lengua extranjera en Cuba tiene una corta pero rica historia que ha sido posible gracias a las transformaciones producidas por la Revolución Cubana en todos los sectores. Pronto se comenzó a reflejar el carácter humanista y solidario de la nueva Cuba mediante proyectos educativos que incluían las becas a estudiantes extranjeros de diversas lenguas para cursar distintos tipos de estudios en el país. Actualmente se enseña español a estudiantes extranjeros cuya lengua materna no es el español en todas las universidades e institutos donde ellos estudian, incluyendo los institutos latinoamericanos de medicina, de cultura física y de enfermería. Existe además un creciente número de turistas que vienen a Cuba con el objetivo docente de aprender español. Cuba desarrolla algunas experiencias de enseñanza del español como lengua extranjera en diferentes países. Actualmente la matrícula de estudiantes universitarios en Cuba que estudian español como lengua extranjera es significativa. Algunos de ellos, en particular, han cursado también en Cuba los estudios correspondientes a la educación básica y preuniversitaria, de manera que han adquirido un apreciable dominio en el uso de la lengua española debido a la adquisición de 95 CAPÍTULO II la lengua en un proceso de inmersión en la sociedad cubana. Cada año es creciente la matrícula de estudiantes extranjeros que ingresan en las universidades cubanas que solo han recibido un entrenamiento en Cuba o en sus países en el uso del español como lengua extranjera. Estos estudiantes necesitan continuar desarrollando las habilidades comunicativas en español hasta lograr un nivel avanzado de competencia comunicativa, en tanto que es el instrumento que utilizan para la comprensión y construcción de textos en todas las disciplinas que estudian, razón por la cual incidirá positivamente en el desarrollo de las habilidades profesionales del egresado. Por otra parte el español constituye para estos estudiantes un medio excepcional para comprender la cultura y la vida de los pueblos de habla hispana de América. La Universidad de Ciego de Ávila es una de las que ha establecido relaciones internacionales y dentro de los múltiples proyectos en los cuales está involucrada, se encuentra la enseñanza del idioma español para extranjeros, los que vienen a Cuba para conocer el idioma, pero además, para contactar la idiosincrasia del pueblo cubano y su integración al entorno geocultural, y así satisfacer las expectativas que sobre nuestro País tienen, producto de la divulgación que por los medios masivos de comunicación hacen en sus países. Fundada en 1978, como el Instituto Superior Agrícola de Ciego de Ávila (ISACA), contaba entre otros con un departamento de Idiomas donde se impartía el español como lengua materna y como lengua extranjera a alumnos de las distintas carreras y que recibían su preparatoria en otras provincias, además a los turistas que visitan nuestro territorio y el Polo turístico Cayo Coco. En el ISACA solamente se formaban profesionales del área agrícola, hasta que en el año 1991 se produjeron cambios en la organización de los centros pertenecientes a la Educación Superior en Cuba y se integraron a la institución, las Facultades de Economía y Contabilidad, con lo que se ampliaron las proyecciones y paso a ser la Universidad de Ciego de Ávila (UNICA) 1994. 96 CAPÍTULO II En 1999 se creó la Facultad Preparatoria para estudiantes del Caribe recibiendo en el primer año a 82 estudiantes de: Granada, Jamaica, Guyana, San Vicente, Barbados y otros países, este número fue en aumento anualmente y hasta la fecha en que elaboramos este proyecto han sido graduados 845 estudiantes del área del Caribe, Brasil, África y Palestina, además se continuó el trabajo con los estudiantes de las carreras y con los turistas que llegaban al centro, de diferentes países fundamentalmente de Canadá, Italia y Alemania llegando la matrícula a 92 cursistas. En el año 2001, y como respuesta a los nuevos programas de Educación de nuestra Revolución, se introducen en la universidad humanístico, se creó carreras de perfil entonces la Facultad de Ciencias Sociales y Humanísticas, donde se encuentra actualmente el Departamento de Español. La formación de los profesores fue una tarea emergente, se acogió con responsabilidad y desde sus inicios nuestra facultad ha sido seleccionada como la más destacada del país y ha recibido el reconocimiento tanto de las Organizaciones de padres de los países de procedencia de los estudiantes, como una carta de reconocimiento del Ministro de Educación Superior de Cuba por la atención esmerada a estos becarios extranjeros que acogimos en nuestra universidad como a nuestros propios hijos y a quienes dedicamos con amor todo nuestro empeño en la labor docente y educativa. Fue un gran reto que los docentes contribuyeran todos, no sólo los profesores de Español como disciplina rectora, sino también los profesores de las ciencias básicas al desarrollo del lenguaje tanto oral como escrito de estos alumnos. Esta situación demandó una nueva preparación de profesores y cuadros que posibilitara enseñar los contenidos de las disciplinas, así como también el incremento del vocabulario básico para poder lograr su interacción con el medio y su futura inserción a las Universidades Cubanas. Este tipo de enseñanza tiene un carácter eminentemente práctico y transmite al alumno las bases conceptuales para lograr la comunicación con el medio y a su vez poder interactuar e intercambiar con él. Los prepara además 97 CAPÍTULO II en el conocimiento de las cuatro habilidades básicas de la lengua: hablar, leer, escuchar y escribir, a través de la comprensión e interpretación de textos orales y escritos en idioma español. Desde este punto de vista la finalidad principal de la enseñanza de la lengua será dotar al alumno de los recursos de expresión, comprensión y de reflexión sobre los usos lingüísticos y comunicativos, que le permitan una utilización adecuada de los diversos códigos lingüísticos disponibles en situaciones y contextos variados con diferentes grados de formalización o planificación de sus producciones orales o escritas. Los aprendices de una lengua extranjera deben ser capaces de desarrollar sus capacidades para con el apoyo pedagógico lograr la desalineación expresiva que les permita comprender y expresar de forma adecuada los diversos mensajes orales que tienen lugar en la comunicación humana. En las clases de lengua extranjera para los alumnos de la Facultad Preparatoria no se pueden obviar las dificultades que presenta la comunicación oral debido a la diversidad cultural e idiomática a la cual se enfrentan los docentes. El reto está en encontrar la manera de atender la heterogeneidad, de conseguir que alumnos/as de diferentes países y culturas aprendan juntos, y hasta el máximo de sus posibilidades. El alumno extranjero que llega a la Preparatoria no culmina sus estudios siendo un especialista en Idioma español, es un alumno que ha recibido un curso intensivo de preparación donde adquiere en el mismo los conocimientos, hábitos y habilidades en asignaturas de formación básica general en Español, muy necesarias para la continuidad de estudios en los diferentes centros de educación superior en Cuba. 98 CAPÍTULO II En la preparatoria se crean y desarrollan hábitos y habilidades lingüísticas en un nivel productivo con fines fundamentalmente académicos y se consolidan los conocimientos y las habilidades que ellos han adquirido de sus países. El currículum posibilita la adquisición de las habilidades comunicativas que son: expresión oral, expresión escrita, comprensión auditiva y lectura; el dominio de estas está sustentada a través del dominio de la gramática española quien entregará a los aprendices las herramientas necesarias para un uso correcto de todas las estructuras lingüísticas. Acompañado de un vocabulario pasivo y activo donde se incluya el estilo científico dirigido a su perfil profesional lo que permitirá al alumno la operabilidad con esta lengua extranjera. Este alumno egresado no sólo debe adquirir un conocimiento de la lengua para poder ingresar en las universidades cubanas sino también debe tener al menos un conocimiento muy general de la sociedad cubana, la cultura, los valores puesto que él vivirá en este país por un período de seis a siete años. Este trabajo se realizará a través de actividades extracurriculares que tendrán un sustento teórico en las clases de Idioma español. Es importante también la dimensión educativa del currículum donde se reforzarán valores como la responsabilidad, patriotismo, amistad, dignidad humana, honestidad, solidaridad, entre otros valores que enriquecerán el desarrollo de su personalidad como futuros profesionales. Estos alumnos se distribuyen en grupos de acuerdo a su perfil profesional. Se dirigen al área de las ciencias naturales todos aquellos que estudiarán carreras como: medicina Veterinaria, farmacia, bioquímica, ciencias alimenticias, geografía, química, biología, microbiología. Otro grupo dirigido al área de las ciencias sociales y humanísticas donde están: bibliotecología, comunicación social, psicología, derecho, historia, sociología, lengua inglesa, lengua francesa, lengua alemana, historia del arte, letras, periodismo y estudios socioculturales. Las ciencias agropecuarias que las constituyen: los alumnos 99 CAPÍTULO II que estudiarán veterinaria y zootecnia, ingeniería forestal, ingeniería agrónoma y mecanización agrícola. Las ciencias económicas y contables: carreras como economía y contabilidad y finanzas. Un grupo aún mayor que está integrado por las llamadas ciencias técnicas ahí encontramos: arquitectura, ingeniería civil, ingeniería hidráulica, telecomunicaciones y electrónica, ingeniería eléctrica, automática, informática, Ingeniería química, ingeniería mecánica, metalúrgica, en minas, geología e industrial. Cada uno de estos grupos dirigidos a determinadas áreas del saber tiene especificidades en su currículum y en su planificación. El Idioma español como lengua extranjera es una disciplina curricular que fue creada con el fin de la preparación de profesionales extranjeros en Cuba. Tiene un carácter práctico y está diseñada para un año de estudio, por tanto no constituye una carrera, de ahí su atipicidad en el currículum con relación al resto de las Facultades. La disciplina está compuesta por dos asignaturas: Idioma español I (primer semestre) y el Idioma español II (segundo semestre). Ella contiene su problema, objeto, objetivos, métodos y contenidos. Estos últimos divididos en un sistema de conocimientos, habilidades y valores encaminados a la formación integral en el conocimiento de una lengua extranjera. El sistema de valores no es algo impuesto debe realizarse una negociación con el estudiante sobre la base de sus propios intereses. La disciplina Idioma español es una asignatura rectora dentro del programa de estudios ya que el resto de las asignaturas de formación general básica tributan a ella. La enseñanza en esas asignaturas básicas se realiza a través de la lengua española lo que refuerza la enseñanza del Idioma extranjero. Todas ellas a través de un trabajo interdisciplinario en los colectivos pedagógicos logran una armonía del currículum que garantiza el logro de los objetivos rectores de estos cursos. Los profesores de esas asignaturas básicas trabajan sobre la base de un trabajo metodológico coordinado en los colectivos pedagógicos que sustentan 100 CAPÍTULO II la calidad del proceso, estos a su vez incorporan en sus clases técnicas que favorecen la comprensión de sus materias y el desarrollo de las habilidades comunicativas tan necesarias en el dominio del idioma. En los exámenes realizados a los egresados de nuestra preparatoria, al comenzar estudios en otros centros del país los resultados han sido muy buenos, ningún estudiante ha desaprobado dicha evaluación y según el criterio de los profesores que los reciben en los diferentes CES y con los que hemos intercambiado por la estrategia de seguimiento a nuestros estudiantes ya en su etapa de carrera, son estos los que mejor preparados en el idioma llegan a sus aulas. La enseñanza de los extranjeros en Cuba no limita al marco estrictamente académico sino que es multilateral e incluye la educación ideológica, política, laboral, moral, física y estética orientada a la formación integral de la personalidad para que ellos regresen a sus respectivos países siendo personas realmente útiles a sus pueblos educados en el espíritu del cumplimiento del deber social. Los alumnos también participan en actividades extracurriculares que propician el completamiento de habilidades comunicativas y de desarrollo integral. En estas actividades se busca el intercambio y participación de ellos con los estudiantes cubanos para garantizar un acercamiento con la cultura, la sociedad y el idioma del país donde van a vivir por un período largo de sus vidas. Se trabaja además en la formación general integral del estudiante extranjero, pues el mismo se apropia de los conocimientos básicos del idioma español como segunda lengua en el medio lingüístico en que se desarrollan sus actividades, lo que favorece, además, a que se relacione con la cultura y la historia de Cuba. El sistema de conocimientos, habilidades y valores que adquirirán los estudiantes en este curso preparatorio le permitirá incorporarse al estudio de 101 CAPÍTULO II distintas especialidades en los Centros de Educación Superior del país, pues aunque esta disciplina no tiene salida al perfil si es básica para el aprendizaje de otras disciplinas. 2.4 Conclusiones del capítulo. La historia de la enseñanza del español como lengua extranjera y segunda lengua en el mundo es muy joven y ha seguido el camino pedagógico del inglés, el cual ha marcado durante siglos la historia de la enseñanza de las lenguas. Por ello la enseñanza del español enfrenta hoy día problemas similares a la de todas las lenguas extranjeras. Ha predominado en ella los métodos tradicionales con base estructural y conductista y una clara orientación ideológica con la invasión cultural y el dominio de las naciones más poderosas sobre el resto de los países del mundo. Es importante señalar que en la enseñanza-aprendizaje de una segunda lengua tanto el profesor como el estudiante juegan roles importantes; el primero como un guía, que, previo diagnóstico del nivel de lengua del estudiante, hace uso de todas sus estrategias metodológicas para que éste logre un buen desempeño y precisión en la adquisición del idioma; y el segundo, que es quien deberá arriesgar la interacción con el hablante nativo en el medio sociocultural. Los elementos teóricos abordados en este capítulo pueden resultar de gran valor para los profesores de lenguas extranjeras como basamento para la toma de decisiones de carácter metodológico que le corresponde realizar en su labor educativa diaria. Sin dudas que su aplicación consecuente puede ayudar a elevar los niveles de eficiencia en el aprendizaje, o sea, a un mayor desarrollo de la competencia comunicativa, que, como se ha enfatizado, constituye el propósito fundamental del aprendizaje de lenguas extranjeras. 102 CAPÍTULO III CAPÍTULO III. METODOLOGÍA ENSEÑANZA EXPRESIÓN ORAL EN EL PROCESO DE ENSEÑANZA APRENDIZAJE DE LENGUAS EXTRANJERAS Y SEGUNDAS LENGUAS. 3.1 Metodología de la enseñanza de lenguas extranjeras y segundas lenguas. Es evidente la importancia que tiene la lingüística en general y la lingüística aplicada, en particular, para la enseñanza de la lengua materna y de una lengua extranjera. Mientras para la primera se requiere un proceder de gran complejidad que debe comenzar desde la infancia por la necesidad vital que tiene el niño de comunicarse, de interactuar con el medio en el que se incluyen las personas que lo rodean, y exige una planificación cuidadosa de la adquisición y medición de los conocimientos, la segunda es una actividad también compleja en la que confluyen dos aspectos diferentes desde el punto de vista metodológico: la adquisición de conocimientos lingüísticos y la formación de hábitos y habilidades lingüísticas en una nueva lengua. Es la lingüística aplicada la ciencia que intenta aplicar a la praxis educativa, los argumentos más importantes de la teoría y la descripción del lenguaje. De ella saldrán los instrumentos objetivos que han de servir de base para la planificación de la adquisición de la lengua materna o extranjera, los datos de competencia lingüísticas de los estudiantes, y el andamiaje teórico y metodológico para la adquisición y la medición de los saberes adquiridos a lo largo del proceso. De esta manera, se convierte en la disciplina central de los actuales programas de enseñanza de lenguas. La enseñanza y aprendizaje de idiomas contribuye a un alcance universal que favorece y enriquece las relaciones entre las personas. Nos permite acceder a un mayor entendimiento de otras culturas, establecer y desarrollar vínculos afectivos, aprender a convivir con otras pautas culturales, sin olvidar las propias, intercambiar valores y aprender los unos de los otros, afianzar el propio conocimiento de la lengua materna ante el aprendizaje de una lengua y 103 CAPÍTULO III cultura, y por último, pero no menos importante, reforzar la autoconfianza de uno mismo. Para los estudiantes del idioma español como segunda lengua en contextos escolares, hay además un alcance primordial: aprender a vivir bajo unas pautas diferentes de comportamiento en los diversos ámbitos sociales en los que se desenvuelven, apoyándose en una nueva lengua, que les ofrece retos, pero también dificultades en su integración social y afectiva. La adquisición o dominio de una segunda lengua en este caso se hará por parte de un sujeto que posee ya su lengua materna, su código de comunicación y tiene la urgencia de adquirir los elementos lingüísticos o el lenguaje modelo de otra colectividad, primero de forma global; y luego de una manera más clara, específica y exacta, dado que va comprendiendo con ayuda de instrumentos metodológicos y pedagógicos otras peculiaridades del contexto situacional en la que se ubica la lengua en estudio, o lenguaje adquirido que, no obstante, será un lenguaje secundario que requiere de un tratamiento diferente al que se utiliza en la en la enseñanza de la lengua materna, se trata pues, de un tratamiento o más bien un procedimiento destinado a la formación de nuevos hábitos de recepción y producción en otro idioma, que muchas veces entran en contradicción con otros hábitos arraigados en la lengua materna. Resulta conveniente aclarar que las teorías, principios y datos provenientes de la lingüística, aunque no puedan ser aplicados directa o inmediatamente al campo de la enseñanza de una lengua, ya que debemos tener en cuenta , por un lado su capacidad para aplicar las complejidades del lenguaje en su forma científica y, por otro, la continua experimentación en la que se basa, si se pueden tener implicaciones para el campo de la enseñanza- aprendizaje de idiomas en general, y de la metodología para la impartición de lenguas extranjeras, en particular. Esta es la razón, por la que la lingüística aplicada cuenta con el concurso de otras disciplinas, como la psicolingüística, la sociolingüística, el léxico estadístico y con el auxilio de las ciencias pedagógicas y psicológicas. 104 CAPÍTULO III Todo el que desee emprender la labor de enseñanza de una lengua materna o una lengua extranjera tendrá que atender no solo los avances teóricos alcanzados en los aspectos morfológicos, sintácticos, semánticos y pragmáticos, sino también necesitará de los conocimientos de la teoría del aprendizaje; pues solo el profesor estará cerca de lograr que sus egresados disponga de una amplia competencia lingüística que a su vez les permita un manejo preciso de una lengua sin prestar atención a las leyes sicológicas generales, las características sicológicas de diferentes etarios, las peculiaridades temperamentales, los caracteres psicológicos de un grupo específicos de alumnos o de individualidades, entre otros propuestos, pues todo esto le permitirá obtener conocimientos mucho más específicos, puntuales que al mismo tiempo redundará en una mayor comprensión y un mejor desenvolvimiento tanto en la impartición de la clase como en la recepción de la asignatura (Cárdenas, 2007) El hecho de tener presente estos presupuestos, no significa que solo con ellos se puede comprobar en la práctica el cumplimiento del objetivo fundamental que se propone la enseñanza de una lengua. Será necesario también, ya que se trata de una lengua extranjera: • Apelar a todos aquellos procedimientos, métodos y técnicas adecuadas para la presentación de material lingüístico; • Buscar información sobre las condiciones en la que se desarrolla el uso del lenguaje y las actitudes y motivaciones de los aprendices de una lengua y el desarrollo de la competencia comunicativa; • Analizar los principios, objetivos, métodos técnicas, recursos y fórmulas de evaluación idónea con la intención más que de conocer los fundamentos teóricos- prácticos que los inspiran, comprobar aquellos aspectos que pueden influir positiva o negativamente en el proceso de enseñanza-aprendizaje de una lengua extranjera. En las aulas de español como lengua extranjera han sido muchos los cambios metodológicos producidos que se ven reflejados en las publicaciones 105 CAPÍTULO III y en las técnicas didácticas empleadas en las clases. La propia personalidad y entidad del grupo de alumnos con el que tengamos que trabajar nos ayudará a elegir los manuales, los materiales, los métodos y los enfoques didácticos apropiados para el buen desempeño de la actividad (Cárdenas, 2007) Primeramente la metodología tradicional, fundamentada en la práctica y aprendizaje de reglas gramaticales y de vocabulario, estuvo presente en la enseñanza de idiomas; los únicos materiales empleados en el aula eran el libro de texto y el diccionario. Con un enfoque estructural basado fundamentalmente en ejercicios escritos para la comprensión consciente de las reglas gramaticales y su memorización. Los contenidos gramaticales recogen los constituyentes esenciales de una lengua en el nivel fónico, léxico y semántico. Los contenidos se trabajaban en el aula como una secuencia lineal de estructuras en función de la dificultad lingüística, por ejemplo, el subjuntivo, el artículo... Por tanto desde este enfoque, de un modo estricto, aprender una lengua extranjera equivale a acumular el conocimiento formal de los contenidos estructurales de la lengua y los alumnos se limitan a acumular contenidos y a expresar su conocimiento formal de los mismos en una prueba escrita. Son muchos los manuales y materiales basados en esta metodología. En los inicios de la enseñanza de las lenguas extranjeras con el método de traducción gramatical, hubo un claro énfasis en determinadas habilidades. En este primer caso, no se prestaba atención a la habilidad de expresión oral. A través de la evolución histórica, la jerarquía que se daba a cada habilidad fue sufriendo múltiples transformaciones en dependencia, básicamente, del contexto socio-económico en que se desarrollaba, Este enfoque, más tarde, se consideró inadecuado. Luego con la llegada de las nuevas metodologías, en especial la denominada situacional en Europa o audio-lingual en América, permiten un cambio de óptica en la elaboración de los manuales y materiales para el aula. Los métodos que se elaboran bajo esta perspectiva se caracterizan por distribuir sus contenidos en un elevado número de niveles y por estar 106 CAPÍTULO III compuestos de gran cantidad de materiales complementarios como libro del alumno para trabajo en clase, cuaderno de ejercicios para trabajar en casa, cintas magnetofónicas para ejercitar en el laboratorio de idiomas, diapositivas, etc. Y todos ellos presentan gran cantidad de actividades de repetición mecánica que permiten interiorizar las estructuras gramaticales y el vocabulario. Es importante destacar que con esta nueva metodología se consigue una proliferación de materiales de trabajo, dentro y fuera del aula, con los que no se contaba en los métodos de base tradicional. Con la introducción de la metodología nocional-funcional se comienza a hablar de una programación de contenidos organizada en torno a funciones comunicativas (describir, identificar, etc.) y a categorías conceptuales, nociones o áreas temáticas (localización, cantidad, etc.). Desde este punto de vista la lengua es considerada principalmente como un instrumento de comunicación y por ello se incorporan medios audiovisuales que facilitan la comprensión del acto comunicativo. La prioridad la mantiene el lenguaje oral, y la expresión escrita queda relegada a una simple actividad de consolidación ya que el enfoque nocio-funcional está basado fundamentalmente en trabajos diálogostipo en los que se practican los contenidos, las muestras lingüísticas estudiadas. Los contenidos lingüísticos (estructurales y funcionales) surgen de la necesidad para alcanzar un "nivel umbral" de comunicación en situaciones tipificadas y se trabajan en el aula siguiendo una secuencia lineal de contenidos organizados en temas, situaciones o contextos que reproducen las situaciones tipificadas de comunicación. Por tanto se basan en intercambios comunicativos de alta frecuencia (encuentros, saludos-despedidas, hablar del pasado, etc.) que generan contenidos estructurales y funcionales. Desde este enfoque aprender una lengua extranjera equivale a dominar un conjunto de muestras lingüísticas en situaciones comunicativas tipificadas. Así los alumnos saben qué decir en estas situaciones, reconocen muestras lingüísticas iguales o parecidas a las practicadas, producen clichés combinables para discursos escritos tipificados, comprenden la información de varios tipos de texto y 107 CAPÍTULO III describen las formas lingüísticas con relación a sus usos en situaciones de comunicación. La metodología comunicativa será la que se encargue de que se haga hincapié en todas las destrezas o habilidades del lenguaje (comprensión y expresión oral y escrita) de forma equitativa, puesto que la interacción se puede llevar a cabo oralmente, por escrito, escuchando y hablando. La pieza clave de esta metodología son las actividades, pues es a través de ellas que la comunicación puede ser llevada al aula. Dentro de este repertorio de actividades los materiales auténticos, ya sean escritos (artículos de prensa, entrevistas, documentación de muy diverso tipo...) o audiovisuales (grabaciones de radio, televisión, contestadores automáticos, etc.) comienzan poco a poco a proliferar con el fin de presentar situaciones verosímiles. Sin embargo, durante algún tiempo en los niveles más altos del aprendizaje hemos tenido que renunciar a las técnicas comunicativas y acudir a manuales fundamentados en posturas eclécticas que intentan aunar los principios de la corriente comunicativa en su sentido más amplio, en los que las actividades que trabajan las distintas destrezas de forma aislada e integrada serían la pieza clave del proceso de enseñanza, junto con los mecanismos de los métodos tradicionales de afianzamiento y consolidación de estructuras gramaticales y léxicas . A partir de allí han surgido por tanto métodos tales como el de: • Gramática-Traducción: se basaba en un análisis lingüístico tradicionalista que ignoraba el contexto auténtico en el que se desarrolla la comunicación. • El Método de Lectura: enfatiza la traducción dejando la gramática y la composición en un segundo plano y no confiere ninguna atención a la actividad oral como base para la lectura. 108 CAPÍTULO III • Los Métodos Prácticos: basados en la formación de hábitos y automatismos adquiridos mediante la práctica. • El Método Fonético: enfatiza el enfoque oral, estudiando el aparato de fonación y de los sonidos, partiendo de estos a la palabra y de esta a la frase. Da importancia a la lectura y a la escritura fonética. • El Método Psicológico: basado en la representación mental y la asociación de ideas. Favorecía la dramatización de situaciones cotidianas y el uso de medios visuales, así como la memorización por asociación. • El Método Natural: basado en el principio de aprender la lengua de la misma manera que se aprende la lengua materna. • El Método Directo: enfatizaba en el desarrollo de las habilidades orales, rechazaba el uso de la lengua materna y le restaba importancia a las demás habilidades, como por ejemplo, la escritura y la lectura en la adquisición de un segundo idioma. • El Método Audioooral y el Audio-visual: surgieron en Estados Unidos a raíz de la Segunda Guerra Mundial, y tienen una fuerte influencia de la escuela conductista. • Método Práctico-Consciente con enfoque comunicativo: se basa en un enfoque científico de la determinación del contenido que plantea la utilización de la lengua como vehículo principal y punto de partida de la enseñanza. Cada uno de estos métodos o enfoques para la enseñanza del español como lengua extranjera son una combinación de diferentes tendencias lingüísticas. 109 CAPÍTULO III Almanza (2005) considera que el trabajo con los métodos tradicionales de enseñanza provoca algunas limitaciones, por ejemplo, se le dedica mucho tiempo al logro de la comunicación elemental del idioma que se estudia, se centra la docencia fundamentalmente en los conocimientos gramaticales, sus objetivos son muy generales e imprecisos, el vocabulario, los temas, las situaciones y los contenidos no cumplen con las expectativas. Según Irízar, (1996) “En Cuba, la enseñanza del idioma inglés, y la del español como lengua extranjera, ha estado influenciada por muchos de los métodos que aquí enumeramos, aunque contextualizados a partir de las condiciones sociales, culturales, económicas y políticos de carácter local”. El método Práctico-Consciente con enfoque comunicativo es el más utilizado en Cuba en estos momentos, por tal razón se explican sus características. Surge en la ex Unión Soviética. Se plantea objetivos prácticos, educativos y culturales y se propone desarrollar las cuatro habilidades básicas del idioma; se sustenta en la comprensión como componente básico de cada una. Se basa en un enfoque científico de la determinación del contenido que plantea la utilización de la lengua como vehículo principal y punto de partida de la enseñanza, en el empleo de procedimientos activos. Con amplio apoyo en los medios de enseñanza, la determinación precisa de secuencia en que deben formarse las habilidades a saber. Los alumnos deben recibir información respecto a los fenómenos lingüísticos que van a estudiar; cada uno de ellos debe ejercitarse lo suficiente para fijarlo en la memoria y formar los hábitos necesarios para utilizarlo y se debe realizar una cantidad considerable de ejercicios significativos que obliguen a los alumnos a participar activamente en el proceso de comunicación. Este método propicia el aumento constante del tiempo dedicado a la actividad para que cada alumno se ejercite en cada uno de los cuatro aspectos de la actividad verbal. Una nueva tendencia metodológica que está llegando a las aulas de español como lengua extranjera y que es recomendada desde el Diseño 110 CAPÍTULO III Curricular del Instituto Cervantes para sus centros en todo el mundo es el denominado Enfoque por tareas. Con este nuevo enfoque es posible llevar a la práctica un programa organizado en torno a elementos gramaticales mediante la ejecución de juegos y actividades que promuevan la interacción en el aula, en las que se maneje el vacío de información y la nueva tipología de ejercicios incorporada con la metodología comunicativa. Poco a poco los materiales lo van reflejando, no sólo dentro del denominado enfoque por tareas, método globalizador que acoge en su interior el eclecticismo y la reunión de diferentes propuestas metodológicas, sino también para el análisis y práctica de ejercicios gramaticales. Por eso para el autor de esta tesis resulta importante abordar los elementos que caracterizan al enfoque comunicativo y al enfoque por tareas en la enseñanza del español como lengua extranjera. 3.1.1 El enfoque comunicativo en la enseñanza del español como segunda lengua. Richards y Rogers (1997) (citado por Peralta, 2002) dicen que “… el enfoque comunicativo surgió en los años sesenta después que lingüistas británicos rechazaron las bases teóricas del enfoque situacional. El principal argumento en contra de ese enfoque y de todos los métodos y enfoques de esa época era que olvidaban una parte fundamental en la enseñanza de lenguas, su potencial comunicativo y funcional.” Para este autor otro aspecto que motivó el desarrollo de este enfoque fue el hecho de que la situación educativa, política y geográfica en Europa a finales del siglo XX estaba cambiando. Se visualizaba la necesidad de enseñar a adultos las lenguas de los países que integrarían la Unión Europea y uno de los principales objetivos de sus miembros era el apoyo a la educación de los 111 CAPÍTULO III países integrantes. Fue entonces cuando se formó la Asociación Internacional de Lingüística Aplicada y una de sus prioridades fue la creación y desarrollo de métodos de enseñanzas de lenguas. Uno de sus miembros Wilkins, propuso que debería considerarse para la enseñanza de lenguas su potencial funcional y comunicativo. Esta propuesta se basó en un análisis del significado comunicativo que un estudiante de lenguas necesita para entender y expresarse, en lugar de describir las bases de la lengua a través de conceptos tradicionales tales como gramática y vocabulario. Trató de demostrar el sistema de significados que respalda el uso comunicativo de la lengua. La asociación investigó el contenido cultural y de lenguaje que permitiera comunicarse e interactuar fuera o dentro de sus países con personas que hablaran otras lenguas. El enfoque fue aceptado por otros lingüistas y maestros especializados en la enseñanza de lenguas, lo que generó un amplio desarrollo y aplicación de estas ideas en libros de textos y currículos de escuelas. El enfoque comunicativo, es la expresión que hace referencia a la metodología y sus aplicaciones didácticas en el salón de clases, por medio de los cuales el educando podrá alcanzar la competencia comunicativa. El término mismo de este enfoque establece que esta metodología tiene un carácter muy variado, lo cual permite su utilización en prácticas de enseñanza muy diversas. Esta característica se debe a que el enfoque comunicativo se sustenta en diversas corrientes teóricas de la concepción del lenguaje, ya que en su estructuración influyen un número importante de conceptos originados de distintas teorías, que proceden a su vez de varios campos disciplinarios. Tiene entre sus características el hecho de enfatizar en el uso del idioma que se estudia; por lo que presta atención al contexto social donde las funciones comunicativa tienen lugar. Se trabajan las cuatros habilidades básicas desde el inicio de las actividades docentes, dándole mayor prioridad a 112 CAPÍTULO III los intereses y necesidades de los estudiantes. Se traza como objetivo el de ser entendido cuando se conversa, sin llegar a hablar como un nativo. Uno de los preceptos teóricos principales del enfoque comunicativo en lo referente a la dirección de la enseñanza-aprendizaje de las habilidades verbales en la lengua extranjera es el tratamiento integrado a las mismas. La separación que frecuentemente se realiza, responde a razones investigativas o didáctico-metodológicas, pero en el proceso de comunicación los actos comunicativos se producen con carácter de integración. Su concepción se sustenta en las siguientes regularidades: • Proceso de enseñanza-aprendizaje que establece una relación entre los sistemas lingüísticos y los valores comunicativos. • Proceso de enseñanza-aprendizaje que establece una relación entre la capacidad comunicativa y la capacidad de funcionar dentro y fuera del contexto interpersonal. • Proceso de enseñanza-aprendizaje que establece una relación entre las estrategias comunicativas en situaciones nuevas y la complejización de los textos. Este enfoque como su nombre indica, enfatiza el valor comunicativo del lenguaje. En la redacción de los objetivos de aprendizaje de la mayor parte de los cursos de lenguas extranjeras, se refleja este interés de desarrollar una “competencia comunicativa” en los estudiantes. No es el lugar para hacer una exposición exhaustiva al respecto, sin embargo, en nuestro afán por enfatizar el valor de la comunicación del mensaje, restando importancia a la forma, muchos docentes (y programas) de lenguas, hemos interpretado erróneamente los principios del enfoque comunicativo, al considerar que la enseñanza de las formas lingüísticas (y en esto se incluye la pronunciación), ha de estar vedada completamente. En el espíritu de este enfoque, la gramática y la pronunciación sí revisten importancia, pues la comunicación efectiva de un mensaje depende 113 CAPÍTULO III -en gran medida- de la forma de su transmisión. De allí la relevancia de la pronunciación dentro de este enfoque, ya que, como reportan Celce-Murcia et al. (1996) La teoría más relevante del enfoque comunicativo como ya hemos visto es la comunicación. Una persona que domina una segunda lengua debe saber que es lo que quiere decir y para qué lo quiere decir. Uno de los principales retos dentro de este enfoque es integrar la función del lenguaje con el uso correcto de las estructuras y se organiza en torno a las funciones comunicativas del lenguaje por ejemplo pedir disculpas, describir algo o a alguien, invitar, hacer una llamada, etc. Allwright condujo un experimento que llamó “Nociones tradicionales de enseñanza de lenguas”, donde llegó a la conclusión de que “… una lengua se adquiere después que los estudiantes la hayan practicado de manera constante y continua y que no solamente deben enfocarse en el aprendizaje de reglas gramaticales. Esta teoría contradice la adoptada por Chomsky que plantea que “… la adquisición de una segunda lengua se basa en un sistema sustentado en reglas y se adquiere o se aprende una lengua cuando se adquieren o aprenden las reglas”. Sostiene además que…” existen un número x de reglas gramaticales y al usarlas se produce un infinito número de enunciados”. 3.1.1.1. Principios del enfoque comunicativo. Richards (1997) sugiere tres principios que describen el enfoque comunicativo: 1. Actividades que incluyen comunicación real. 2. Generación de aprendizaje a través de actividades en las que se usa el idioma para llevar a cabo tareas que tengan significado. 3. Lenguaje con significado para el estudiante que contribuye al proceso de aprendizaje. 114 CAPÍTULO III Por su parte Michael Canale y Merril Swain (2000) señalan que existen cinco principios rectores para el enfoque comunicativo: • Según estos autores (como vimos en el capítulo I de esta tesis) la competencia comunicativa se compone al menos de competencia gramatical, sociocultural y estrategias de comunicación. No existen razones teóricas ni empíricas para pensar que la competencia gramatical resulte más ni menos crucial para lograr el éxito en la comunicación que las competencias sociolingüística y estratégica. El primer objetivo de un enfoque comunicativo deberá ser el de facilitar la integración de estos tres tipos de conocimientos y su adquisición por el/ la estudiante; tal resultado no parece que pueda obtenerse mediante la priorización de una competencia frente a las demás. • Debe partir de las necesidades que el estudiante tenga sobre la lengua y dar respuesta a ellas. • Los estudiantes deben tener la oportunidad de interactuar con hablantes competentes, así como también de responder a necesidades auténticas de comunicación en situaciones reales • Los estudiantes deben hacer uso, sobre todo en las fases iniciales del aprendizaje, de las características de la competencia comunicativa que hayan adquirido a través del uso de la lengua materna y que tengan coincidencia con las destrezas comunicativas que se adquieren para el dominio de una segunda lengua. • Un programa orientado a la comunicación debe proporcionar a los estudiantes la información, la práctica, las experiencias necesarias para que puedan satisfacer sus necesidades de comunicación en el idioma. Es importante que conozcan de la cultura de la segunda lengua, con el fin de que puedan entender marcos implicados en los enunciados. 115 CAPÍTULO III 3.1.1.2. El enfoque comunicativo en el proceso de enseñanza de la competencia comunicativa oral en lenguas extranjeras. Los principios del enfoque comunicativo pueden aplicarse para el desarrollo de cualquiera de las cuatro habilidades lingüísticas de la lengua, en cualquier nivel de conocimiento en que los estudiantes se encuentren. Es de interés para nuestra investigación para el desarrollo de la habilidad de expresión oral. Para lograr este propósito debe haber un cambio en las actividades, pasar del tradicional enfoque gramatical a un enfoque comunicativo, con el fin de mostrarle al estudiante cómo puede expresarse oralmente. Según Littlewood (1991) “…la metodología del enfoque comunicativo se basa en dos componentes: práctica oral intensa y un mecanismo para el aprendizaje gradual de la estructura”. Hace una distinción metodológica del enfoque y lo divide en actividades pre - comunicativas y comunicativas del aprendizaje. Señala que “…a través de las actividades precomunicativas el profesor separa elementos específicos del conocimiento que forman las habilidades comunicativas y que genera oportunidades para que los estudiantes practiquen” y además que “(…) el objetivo es proveer a los alumnos de comandos del sistema lingüístico sin esperar a que ellos los usen para producir la lengua”. Para él estas actividades a su vez se subdividen en cuasicomunicativas y estructurales: cuasi-comunicativas porque se basan en la comunicación y en la estructura de la lengua y estructural porque tiene que ver con la mecanización y la práctica de las estructuras. En las actividades comunicativas el / la estudiante tiene que hacer uso de los conocimientos adquiridos durante la etapa pre-comunicativa, para desarrollar actividades relacionadas con la comunicación y el significado. 116 CAPÍTULO III En esta etapa es donde se desarrolla en su totalidad la habilidad comunicativa. Esta etapa según el autor está también subdividida en actividades funcionales y sociointeractivas. En las funcionales se sitúa al estudiante en un contexto en el cual debe comunicar algo de la mejor manera que pueda, usando los recursos que estén a su alcance. Dentro de las sociointeractivas se les recomienda, tomar en cuenta el contexto social en que se realiza la comunicación. Se requiere que haga más que simplemente comunicar un significado y es necesario que se esfuerce por generar un alto nivel de aceptación social en la lengua que está usando. 3.1.2 El enfoque por tareas en la enseñanza de lenguas extranjeras. El Enfoque Comunicativo de enseñanza de lenguas extranjeras es el que ha mostrado mayor aceptación en los últimos años entre profesores e investigadores de dicho campo de estudio. Y dentro del Enfoque Comunicativo se ha desarrollado ulteriormente una nueva metodología basada en lo que se ha denominado de Enfoque de Tareas. Nunan (1991) nos recuerda que uno de los objetivos del Enfoque Comunicativo ha sido el de crear situaciones auténticas de comunicación en la clase de lengua extranjera. Pero este objetivo era difícil de lograr y muchas veces se caía en el simple simulacro y repetición de comportamientos lingüísticos tales como "ir de compras" o "pedir informaciones". Para los elaboradores de las tareas, estas situaciones no generaban en el alumno una necesidad auténtica de comunicación. Existía así un vacío en el Enfoque Comunicativo pues no se lograba responder satisfactoriamente a la siguiente pregunta: ¿cómo crear una situación real de comunicación en la sala de clase? La respuesta encontrada fue la elaboración de una metodología de enseñanza basada en resolución de tareas que creasen el contexto para una situación real de comunicación. Dicho tipo de situación provoca en el alumno una necesidad de comunicarse y de crear significado, condición esencial que le permite, 117 CAPÍTULO III mediante un proceso interior, adquirir la lengua. Tal vez el mayor impacto de la resolución de tareas se haya sentido en el campo de la metodología, terreno en el cual han rellenado un vacío existente, lo que las ha convertido en elementos centrales de la elaboración de programas. El concepto de tarea surge como consecuencia de experiencias en la enseñanza de lenguas extranjeras y de intuiciones sobre cómo éstas son adquiridas. Algunos profesores que enseñaban según los programas de enseñanza tradicionales, basados en una secuencia de puntos gramaticales enseñados al alumno, primero en forma teórica y luego en la práctica, observaron que en realidad la adquisición de la lengua extranjera se realizaba mediante el ejercicio de las tareas pedagógicas. En otras palabras, observaron que los alumnos adquirían la lengua mediante el proceso de resolución de tareas y no a través de explicaciones sobre la forma de la lengua estudiada. Visto desde otra perspectiva, para Prabhu (1987) el concepto de tarea se sustenta en la idea de que una gramática no se internaliza a través de generalizaciones sobre su estructura sino de manera inconsciente, como resultado de un proceso interior desencadenado al querer resolver una necesidad de comunicación. Y esta necesidad de comunicación es creada por la propia estructura de la tarea que el alumno debe resolver. Al observar la definición de tarea en el Longman Dictionary of Applied Linguistics encontraremos que es una actividad o acción llevada a cabo como resultado de haber procesado o comprendido el lenguaje. El Instituto de Cervantes plantea que la tarea es considerada como un instrumento para la organización de actividades en el aula porque utiliza la misma como unidad de análisis o de organización de los programas y responde a una fórmula que garantiza la coherencia del currículo sin renunciar a ninguno de sus componentes. Plantea que los bloques de contenidos no configuran por sí mismos un programa de aplicación inmediata a la enseñanza, por lo que se requiere un determinado plan pedagógico. 118 CAPÍTULO III El Marco Común Europeo de Referencia para las lenguas define la tarea "como cualquier acción intencionada que un individuo considera necesaria para conseguir un resultado concreto en cuanto a la resolución de un problema, el cumplimiento de una obligación o la consecución de un objetivo". En este sentido, lo que planteamos son diferentes situaciones en las que es necesario realizar un producto y son los estudiantes en su negociación los que tienen que resolver los objetivos o problemas planteados, de ahí que la forma de llegar a un resultado esté abierta y abarque diferentes soluciones según los conocimientos, necesidades e intereses del grupo. Para Martín (1999) “…las tareas nacen de una determinada comprensión de la lengua y de su aprendizaje, y todo lo que sintonice con esa forma de entender la lengua y su aprendizaje resultará mucho más útil y beneficioso, al tiempo que dejará al profesorado un margen muy amplio de acción. En efecto, con las tareas, al igual que ocurre con otros modelos basados en los mismos principios, se trata de activar una serie de procesos que tienen un elevado grado de imprevisibilidad, y eso difícilmente se puede conseguir con unos procedimientos mecánicos y establecidos de antemano” . Este autor plantea además que las tareas tienen dos ejes fundamentales: la creación del contexto en el cual se producirá el uso de la lengua que efectuarán los aprendientes y la asignación de una meta que hay que alcanzar (de índole extralingüística) y que proporcionará los objetivos de comunicación que, a su vez, generarán los respectivos planes estratégicos. Según Trujillo (2002) “…podríamos definir una tarea de enseñanza de la lengua como la suma de actividades que hay que realizar para producir algo. Estas actividades son el medio para conseguir los objetivos del proceso de enseñanza-aprendizaje. La realización del producto supone, por tanto, la consecución de los objetivos, que han de tener claro carácter procedimental. El énfasis en un producto como resultado de la tarea se justifica, al menos, por tres razones. Por un lado, las investigaciones sobre adquisición de una 119 CAPÍTULO III segunda lengua han demostrado que, además de un input comprensible, es necesario producir un output comprensible para adquirir una lengua, y la creación de un producto material y la presentación de éste puede favorecer la producción de este output (Ellis 1985; Cummins, 1994). Citando a Swain, 1995; Skehan (1998); por otro lado, plantea que "… la creación de este producto material es parte de la “motivación por la actividad” que las tareas intentan promover .La realización del producto es la causa y el motivo de la tarea, razón por la cual el producto debe estar relacionado con los intereses y necesidades de los estudiantes. Comenta además que “…de esta forma, el aprendizaje mediante tareas representa un cambio radical en la forma de planificar la enseñanza, y también respecto a la tradición de la didáctica de la lengua. Mientras que el paradigma tradicional selecciona los contenidos de la enseñanza a partir de una secuencia de elementos gramaticales o funcionales, los programas seleccionan, fundamentalmente, tareas de comunicación y, en un segundo plano, “tareas para aprender a comunicar, que sirve para facilitar la participación del alumnos en las primeras”. En la bibliografía sobre las tareas suele usarse indistintamente el mismo nombre para referirse a la “tarea final“, a las “tareas capacitadoras” o “posibilitadoras” (que se entienden como todas aquellas actividades de aprendizaje que se revelan necesarias para capacitar al alumno para la ejecución de la “tarea final”) y al conjunto de todas ellas, que se denomina sin más “tarea” o “tarea comunicativa”. La realización exitosa de la tarea conlleva el diseño de una secuencia en la que se presentan y se practican los recursos lingüísticos que se prevén en las diferentes acciones comunicativas conducentes, en última instancia, a conseguir los objetivos de la tarea final. Se integran, pues, las actividades de 120 CAPÍTULO III lengua necesarias: comprensión, expresión, interacción y mediación (Marco común europeo) Esta unidad de trabajo permite dar sentido al conjunto de actividades de aprendizaje realizadas en clases, implica a los alumnos en la comprensión, manipulación, producción o interacción en la lengua extranjera porque su atención se halla concentrada en el significado más que en la forma. La tarea debe responder a un objetivo concreto de ahí su organización y desarrollo de los pasos que utilizará el profesor. De manera que la tarea implica resolver un problema o completar una laguna de información activando un proceso mental utilizando la lengua extranjera y se considera que es a través de ese proceso mental que se internaliza o adquiere la segunda lengua. El alumno se concentra en la resolución de la tarea y "se olvida" que está en clase y, en consecuencia, aprende distraídamente, inconcientemente, jugando, pensando y/o creando. Según Arenaza (2006) “… a este tipo de aprendizaje se lo ha llamado de aprendizaje por proceso pues la experiencia personal, mediante un proceso cíclico que integra la experiencia inmediata, reflexión, conceptualización abstracta y acción, en lengua extranjera, constituye la base de aprendizaje. Así, el ingrediente fundamental de la tarea es la existencia de un proceso de raciocinio para resolverla “. En consecuencia esta metodología también despierta en el alumno una actitud diferente frente a la adquisición de conocimiento. En el modelo tradicional de aprendizaje, caracterizado por fases de presentación, práctica y producción, el alumno/a cumple el objetivo cuando reproduce el modelo del profesor. En contraste, el Enfoque de Resolución de Tareas lo llevará a explorar y desarrollar estrategias propias, estimulando su creatividad y raciocinio, lo que le será muy útil tanto para estudiar lenguas como para enfrentar otros desafíos en la vida. 121 CAPÍTULO III El proceso inconciente de adquisición de segundas lenguas contrasta fuertemente con el aprendizaje tradicional realizado por memorización. Pero el contraste no ocurre exclusivamente a nivel psicolingüístico sino también a nivel de motivación del alumno ya que la tarea representa un desafío lúdico o intelectual de gran atractivo. En las clases con niños u adolescentes la utilización de tareas ha minimizado notablemente los problemas de indisciplina, lo que demuestra que cuando el alumno está activo, realizando una actividad que le interesa y motiva, permanece atento en actitud disciplinada. Otra característica resaltable, y que es fruto de la esencia interactiva de la resolución de tareas, es la evaluación inmediata de la comprensión y adquisición de los insumos lingüísticos necesarios para su resolución, lo que proporciona, consecuentemente, espacio para la negociación de significado, esto es, la modificación del lenguaje para ser comprendido, que a su vez estimula la adquisición. Algunos autores como Roca, Valcarcel y Verdu (1990) encuentran pertinente identificar dos tipos de tareas pedagógcas: tareas comunicativas y tareas de aprendizaje: "las primeras se centrarían en el intercambio de significados -a través del medio oral y escrito- con un propósito similar al de las actividades cotidianas de comunicación, mientras que las segundas tendrían como objetivo principal la exploración de aspectos concretos del sistema lingüístico (determinada regla gramatical, ciertos aspectos de la pronunciación, etc.) en relación a la demanda de las primeras. Por expresarlo gráficamente, es como si este currículo constase de dos currículos integrados" Siguiendo pautas dadas por autores tales como Nunan, Breen y Long, una tarea de comunicación es una unidad de trabajo en el aula: a) que implica a todos los aprendices en la comprensión, o producción, o interacción en segundas lenguas; 122 CAPÍTULO III b) durante la cual la atención de los aprendices está concentrada prioritariamente en el significado más que en la forma, esto es, en qué se expresa más que en las formas lingüísticas utilizadas para expresarlo; c) que tiene una estructura con: un principio, un fin y un procedimiento de trabajo claro (aunque flexible en ciertos casos), un objetivo concreto (no especificado en términos gramaticales), un contenido concreto, un resultado concreto (aunque en ciertos casos, diferente para distintos miembros de la clase) d) cuyo desarrollo y consecución pueden ser evaluados por el profesor y los aprendices e) que tiene, dentro de lo posible, elementos de similitud con acciones que se realizan en la vida cotidiana. Si se observa una tarea desde fuera, se la puede identificar como una actividad de trabajo en el aula dotada de las siguientes propiedades: • Es unitaria, es decir, que puede llevarse a cabo en un periodo limitado, que tiene un principio y un final. Una tarea es normalmente mucho más corta que un proyecto: éste puede llegar a sustituir toda una programación de curso, mientras que la tarea es una unidad de esta programación (incluso podríamos afirmar que un proyecto es siempre un conjunto de tareas). En cuanto a los momentos inicial y final de la tarea, éstos no sólo tienen una función delimitadora (aquí empieza y aquí acaba la tarea), sino que además tienen una función orgánica: en su inicio, la tarea ha de ser presentada y planteada a los alumnos, hay que evaluar su adecuación al contexto particular del grupo, ver sus posibilidades de realización, etc. Su finalización comporta la experiencia de haber utilizado con éxito la lengua que se está aprendiendo para conseguir algún propósito, de manera similar a como 123 CAPÍTULO III le ocurriría a una persona que estuviera aprendiendo el alemán, ponemos por caso, y en un viaje al país comprobase -a su llegada al hotel- que había sido capaz de instalarse en él realizando todos los trámites en alemán; asimismo, comporta la experiencia de haber aprendido alguna cosa (y no solo la de haber conseguido el objetivo, utilizando recursos que ya dominaba). • Es factible desde el nivel de lengua de cada alumno. Esto es muy importante y distintivo de las tareas. Una tarea bien realizada (es decir, bien planteada, bien controlada, bien adecuada, bien modificada durante su desarrollo) es siempre factible para todos los alumnos, y cada uno de ellos la realizará de forma diferenciada. • Es realista, interesante y útil en el tema y contenido. Los alumnos han de percibir la tarea como algo real y coherente, han de poder interesarse por ella y al mismo tiempo ser capaces de llevarla a cabo; también es necesario que, además de algo que aprender, tengan algo que decir al respecto de la tarea y algo que aportar a ella.. • Resulta próxima al mundo de intereses y vivencias del alumnado. Dado que se quiere provocar la comunicación en el aula, esto es, que se desea que lo que se dice tenga el mismo grado de importancia que el como se dice, los temas sobre los que trate la tarea no pueden ser lejanos al mundo de los alumnos. De otro modo, sería muy difícil que éstos se implicasen en la ejecución de la tarea y, en consecuencia, no se activarían los procesos necesarios para que se dé una verdadera comunicación. • Está vinculada a los objetivos del currículo. El realismo y la coherencia que hemos citado en el punto 3 afectan también al aprendizaje y a sus objetivos. No podemos olvidar que los objetivos y procesos de 124 CAPÍTULO III comunicación que estimulan en el aula, con ser muy importantes, no son otra cosa que un mecanismo al servicio del aprendizaje. • Está abierta a la toma de decisiones por parte del alumnado. Como consecuencia ineludible de lo que se ha afirmado en los puntos anteriores, los alumnos ha de verse en la situación de tener que tomar decisiones sobre el desarrollo de la tarea, tanto en lo que respecta a los aspectos comunicativos, como a los del aprendizaje. • Es evaluable por el alumno que la realiza. Esta propiedad tiene relación con el desarrollo de la autonomía del aprendiente y, si bien no es una característica exclusiva del modelo de las tareas, es parte esencial del mismo. Los alumnos, en su condición de agentes de las tareas, han de ser capaces de reconocer en ellas los objetivos, procedimientos y componentes y de evaluar su correcto desarrollo. (Martín, 1999) El propósito de las metodologías comunicativas, y especialmente el de las tareas, consiste en reproducir en la clase las situaciones de uso natural, sin renunciar a las ventajas que ofrece el marco del aula. La aplicación técnica de esta aproximación a la enseñanza de segundas lenguas ha cristalizado en los currículos de procesos, los cuales sustituyen a los de contenidos. Tales currículos de procesos no son otra cosa que la reproducción en el aula de aquellas situaciones de uso natural en las que se encuentran los aprendientes de lenguas en contexto extraescolar, y que activarán los procesos de uso y simultáneamente, los de aprendizaje. Para Estaire y Zanón (1990) (citado por Juan, 1999) la tarea presenta las siguientes características: a) representativa de procesos de comunicación de la vida real, b) identificable como unidad de actividad en el aula, c) dirigida intencionadamente al aprendizaje de lenguas, 125 CAPÍTULO III d) diseñada con un objetivo, estructura y secuencia de trabajo, e) orientada a la consecución de un objetivo de manipulación de información/significados. Plantea además que ”… los autores de esta definición están pensando ya en el diseño de unidades didácticas para poder trabajar en el aula. En su planteamiento es indisociable el aprendizaje de lenguas extranjeras de una reflexión sobre cómo se produce la adquisición de conocimiento lingüístico, lo cual implicará un nuevo planteamiento del papel del alumno (más activo y autónomo, ya que es él el responsable de su aprendizaje) y el del profesor (como asesores que actúan e intervienen según las necesidades de los estudiantes)”. Roca, Valcarcel y Verdu (1990) utilizan el término subtarea que otros autores como Nunan, llaman actividades para referirse a los pasos previos que conducen a la realización de una tarea completa y plantean que “…al diseñar o seleccionar las distintas subtareas que lleven a completar una tarea, hay que tener en cuenta los siguientes aspectos: 1. La graduación: Igual que al diseñar un curso por tareas, hay que tener en cuenta como graduar esas tareas, atendiendo a razones de dificultad, motivación, frecuencia de uso, etc., cada una de ellas deberá seguir una serie de pasos (subtareas) cuya gradación afectará el orden en que se presentan las palabras, significados, estructuras, funciones del lenguaje, etc., y también a si están orientados hacia la adquisición o el uso de las destrezas, siguiendo la definición de Rivers y Temberley (1978) de actividades de práctica controlada, en las que se manipula con las formas gramaticales y fonológicas y actividades de transferencia, en las que los alumnos tienen que aplicar su dominio de esas formas lingüísticas para la comprensión y producción de lengua comunicativa. 126 CAPÍTULO III Otros factores que afectan la graduación son los inherentes a los/las alumnos/as, que incluyen todas las estrategias que ellos/as aportan a la comprensión y al uso de la lengua, además de las que añade Brindley (1987) como la confianza en sí mismos, la motivación, el ritmo de aprendizaje, la capacidad para la adquisición de destrezas, conocimiento cultural y lingüístico. 2. La secuenciación: Nunan (1985) citado por Roca, Valcarcel y Verdu (1990) propone tres fases para una posible secuenciación, en la que el alumno tiene que ir completando un conjunto de actividades cuyas demandas se incrementan progresivamente, que son: • Fase procesadora: que incluye subtareas en las que el/la alumno/a solo tiene que escuchar o leer un texto, sin tener que dar ningún tipo de respuesta, hasta subtareas en las que deba dar algún tipo de respuesta verbal de estímulo inicial. • Fase productiva: en la que el uso de la lengua está aún muy controlado. Las subtareas de este nivel consisten inicialmente en simple repetición de diálogos, textos, etc., hasta otras del tipo “drill significativo”, es decir, los alumnos deben entender lo que se les pregunta para que la respuesta tenga sentido. • Fase interactiva: que se puede considerar como la realización de la tarea, ya que comporta el uso de subtareas más complejas, como la simulación, resolución de problemas, discusiones, etc. Estos autores opinan que “… siguiendo este modelo, las unidades de trabajo podrían ir conformándose, buscando una continuidad por la que las destrezas que han adquirido en las fases A y B, se usan y expanden en la C. El procedimiento consiste en conseguir un encadenamiento de subtareas que conformen una secuencia en la que el completamiento de las actividades previas sea un requisito para acometer las siguientes. Así, las actividades se secuencian no sólo por la complejidad de los factores ya mencionados, sino también por la lógica de los temas y las diversas vías de aprendizaje”. 127 CAPÍTULO III 3. Las características: Se consideran aquellas características que posibiliten mayor cantidad de negociación tanto desde el punto de vista cualitativo como cuantitativo, y que conduzcan a una mayor modificación de la interlengua de los alumnos. Los principales componentes teóricoprácticos que deben tenerse en cuenta son: • Tareas unidireccionales frente a tareas multidireccionales: distribución de la información entre los participantes al comienzo de la tarea. • Convergencia: se refiere a las tareas (como toma de decisiones) en las que los participantes tienen que llegar a una decisión común. • Tiempo de planificación de la tarea: es significativo a la hora de modificar o desestabilizar la interlengua de los alumnos, lo que sugiere que hay que dejar tiempo de preparación para que aumente el ritmo de adquisición de la nueva lengua. • Tareas cerradas frente a tareas abiertas: Siguiendo a Long (1989) definen la tarea abierta como aquella en la que los participantes saben que no hay una solución predeterminada a la tarea sino una amplia gama de soluciones aceptables y cerradas a las que los participantes saben (…) que hay una solución única o un pequeño número de soluciones posibles, determinadas de antemano por el diseñador. Para poder llegar a cubrir una tarea final y desarrollar la competencia comunicativa es también imprescindible la ejercitación formal. Sin embargo, cuando se habla de práctica, son todavía frecuentes las referencias a actividades que el alumno resuelve de forma mecánica, sin atender a la significación de los diferentes recursos lingüísticos practicados y sin considerar los contextos de uso. 128 CAPÍTULO III Todo esto conlleva un cierto cambio en los papeles que profesores y alumnos desempeñan en el proceso de aprendizaje, que requieren del alumno: que sea activo, participativo, que tome la iniciativa, que tome decisiones y, del profesor, que organice, asesore, apoye, dirija la actividad. Ofrecen a cada alumno oportunidades de realizar un aprendizaje que enlaza con su nivel actual, desarrolla sus capacidades lingüísticas y comunicativas, se efectúa según el estilo personal y cuenta con el apoyo no solo de su profesor sino de sus compañeros. Además potencian la aplicación de la experiencia de aprendizaje en el aula a situaciones nuevas y semejantes fomentando la autonomía en el aprendizaje y estimulando el uso de estrategias de comunicación y de aprendizaje. 3.1.2.1 El enfoque por tareas en el proceso de enseñanza de la competencia comunicativa oral en lenguas extranjeras. El uso de las tareas comunicativas en el contexto de la enseñanzaaprendizaje de lenguas permite el uso de la lengua extranjera con fines lo más cercanos posible a la comunicación real, lo que estimula el aprendizaje del estudiante al comprender este que aprende con el propósito de resolver una situación problémica en un contexto comunicativo determinado. El Marco común europeo de referencia para las lenguas (2002) dice textualmente: "La comunicación y el aprendizaje suponen la realización de tareas que no son sólo de carácter lingüístico, aunque conlleven actividades de lengua y requieran de la competencia comunicativa del individuo; en la medida en que estas tareas no sean ni rutinarias ni automáticas, requieren del uso de estrategias en la comunicación y en el aprendizaje. Mientras la realización de estas tareas suponga llevar a cabo actividades de lengua, necesitan el desarrollo (mediante la comprensión, la expresión, la interacción o la mediación) de textos orales o escritos. (…) El enfoque general está claramente centrado en la acción". 129 CAPÍTULO III De alguna forma podemos decir que un estudiante con más conocimiento de la lengua pondrá en práctica esos conocimientos que se manifiestan en estructuras sintácticas más variadas o complejas, en un vocabulario más rico, en su fluidez, en sus estrategias para hacerse entender, etc. Por el contrario, un estudiante con menor conocimiento lingüístico que el descrito, también tendría que ser capaz de resolver la tarea a pesar de que sus herramientas lingüísticas no le permitan esa fluidez. Para lograr desarrollar la habilidad de expresión oral, las tareas deben estar organizadas en un sistema ya que como planteó Carlos Álvarez (1998) una tarea aislada no es capaz de desarrollar una habilidad, pero un sistema de ellas sí. Para el desarrollo de la expresión oral con la utilización del enfoque por tareas Benítez (2006) ofrece un sistema de tareas comunicativas que propone de la siguiente manera: Teniendo en cuanta que la expresión oral como habilidad comunicativa incluye la necesidad de que los sujetos desarrollen ambas funciones del lenguaje, la transaccional y la interaccional, propone como componentes del sistema a un subsistema de tareas comunicativas de expresión (SsTCE) y un subsistema de tareas comunicativas de interacción (SsTCI). El subsistema de tareas comunicativas de expresión incluye aquellas tareas que demanden de los estudiantes turnos largos de intervención y propician fundamentalmente la función transaccional del lenguaje. Aquí se incluyen tareas comunicativas que favorecen el uso de descripciones, expresión de sentimientos, explicación de procesos, instrucciones, etc. De acuerdo a los datos obtenidos a partir de algunas de las técnicas aplicadas durante el desarrollo de esta investigación como el muestreo de exámenes orales y las visitas a clases, se ha podido constatar que los estudiantes presentan las mayores dificultades al expresarse oralmente cuando está incluida la función 130 CAPÍTULO III transaccional del lenguaje, por esto proponemos un subsistema de tareas dedicadas a la puesta en práctica de la función transaccional del lenguaje. En el subsistema de tareas comunicativas de interacción, se incluyen aquellas tareas que favorecen el uso de la función interaccional del lenguaje, es decir, el lenguaje para mantener las relaciones sociales. Las tareas comunicativas de interacción aumentan la implicación del alumno en el propio proceso recomunicación, en esta categoría sobresalen las tareas que incluyen la solución de problemas, los juegos de roles y juegos lingüísticos. Este tipo de tareas prevé la realización de una serie de funciones comunicativas, donde las funciones para la socialización ocupan la primacía. Como se ha definido anteriormente, la estructura es el marco de interacción y organización entre los componentes del sistema. En la estructura del sistema, además de sus componentes (SsTCE y SsTCI), se incluyen los niveles en que se desarrolla el sistema: productivo y en algunas tareas comunicativas por su complejidad, el nivel creativo y la secuencia de desarrollo de las tareas que consta de tres fases: preparación, ejecución y control. En el caso de ambos tipos de tareas, la condiciones para su realización se pueden manipular con el fin de hacer que una tarea resulte más o menos compleja variando, por ejemplo, el tiempo permitido para la preparación y la ejecución de la tarea, la duración de la interacción o la expresión, el carácter predecible o impredecible, la cantidad y el tipo de apoyo proporcionado, etc. Según la autora para cumplir el objetivo propuesto de desarrollar en los estudiantes la habilidad de expresión oral, es necesario que exista una coordinación entre el SsTCE y el SsTCI, y entre las tareas que los componen y el nivel en que se aplican. Las tareas que componen ambos subsistemas deben estar interrelacionadas de modo armónico para que ambas funciones del lenguaje alcancen un desarrollo proporcional, logrando así que los sujetos puedan hacer uso de ellas de modo natural en el proceso de comunicación. No existe un marcador específico que determine hasta donde se debe hacer uso de las tareas de expresión y hasta donde las de interacción, pero el profesor 131 CAPÍTULO III teniendo en cuenta las necesidades de sus estudiantes y en dependencia también del contenido que imparte, debe darle en cada clase o sistema de ellas una cierta prioridad a un tipo de tareas comunicativas. Los componentes del sistema se subordinan unos a otros a partir de la determinación del objetivo de la clase en que están insertados. Si las funciones comunicativas que se emplean son aquellas tendientes a favorecer la expresión, como las funciones referenciales, por ejemplo, entonces se potenciaría el uso de las tareas del SsTCE y se subordinarían a este las tareas del SsTCI. La subordinación del sistema en su totalidad al sistema proceso docente educativo de la lengua, como vía de organizar y secuenciar el proceso, constituye otro marcador de las relaciones de subordinación. La jerarquía en el sistema de tareas comunicativas, está expresada a través de las dimensiones de las tareas comunicativas que integran a ambos subsistemas. Proponemos que las cuatro áreas recompetencia: estratégica, lingüística, sociolingüística y discursiva sean consideradas dimensiones de la tarea comunicativa. De acuerdo al predominio dentro de la tarea de una u otra dimensión, la propia tarea adquiere un carácter o un matiz eminentemente lingüístico, discursivo, sociolingüístico o estratégico, aunque podemos señalar la existencia de tareas que integran las cuatro dimensiones y a ambos subsistemas. Las tareas que integran ambos subsistemas pueden combinarse de diferentes formas, jerarquizándose de acuerdo a los objetivos que persiguen y a la dimensión que se explicite en ellas. Sin embargo, se considera a la dimensión estratégica como el "organismo de dirección ", al constituir esta el mecanismo de orientación, ejecución y control, durante el desarrollo de la actividad de expresión oral. 132 CAPÍTULO III La autora propone la jerarquización de las tareas comunicativas que integran cada uno de los subsistemas del sistema en un orden descendente. De modo que, las tareas comunicativas en las que predomina la dimensión estratégica, se ubicarían en el nivel más alto de la jerarquización, lo que indica que son capaces de contentar en sí mismas elementos de las dimensiones anteriores. Opina además que “…para seleccionar las tareas que deben integrar cada uno de los subsistemas del sistema de tareas comunicativas, es preciso tener en cuenta una serie de elementos considera clave, Estos elementos son: • Las tareas deben propiciar la interacción de los estudiantes, ya que solo implicándose en la comunicación como actividad mediatizadora entre los sujetos y entre estos y el medio que los rodea es que es posible aprender a comunicarse. El aprendizaje de una lengua extranjera, como cualquier otro aprendizaje, constituye una actividad social, en la que se precisa la interacción de los sujetos. • Prevén la realización de una serie de funciones comunicativas, que constituyen su contenido. Estas funciones deben ser determinadas por el contexto para lograr una expresión oral eficiente, por lo que las tareas deben propiciar la creación de contextos que permitan, a partir de la determinación de sus parámetros, una adecuada relación forma-funcióncontexto. • Aunque tributen al desarrollo de la habilidad de expresión oral, las tareas deben tratar de integrar a las cuatro habilidades que componen la actividad verbal. • Al considerar a la competencia comunicativa como el objetivo final de la enseñanza de lenguas, para propiciar su desarrollo en la habilidad de expresión oral, las tareas deben incorporar como dimensiones a las cuatro áreas que conforman la competencia comunicativa: estratégica, sociolingüística, discursiva y lingüística. • Deben diseñarse de modo que potencien el tránsito por las cuatro etapas que componen la actividad verbal: actividad consciente, control 133 CAPÍTULO III consciente, actividad automatizada y dominio de la expresión espontánea. • Parten de la consideración de la primacía del lenguaje oral y para escoger su contenido es preciso tener en cuenta los principios de comunicabilidad y funcionalidad y durante su realización es preciso considerar los cinco principios básicos de la enseñanza comunicativa de lenguas. • Constituyen un tipo de actividad en tanto están generadas por un motivo que parte de una necesidad real de comunicación. • La tarea comunicativa como célula básica del proceso docente educativo de lenguas mantiene todos los componentes de este y continúa teniendo al objetivo como elemento rector. 3.1. Metodología de enseñanza de la pronunciación en lenguas extranjeras como parte de la competencia comunicativa oral. Las diferentes metodologías para la enseñanza de la pronunciación de una lengua extranjera (en adelante, L2) que se han desarrollado hasta ahora, han estado enmarcadas en dos concepciones fundamentales: el enfoque intuitivo-imitativo y el lingüístico-analítico (Celsa-Murcia et al. 1996). El primero, como su nombre lo sugiere, se apoya en la habilidad de escuchar e imitar los ritmos y sonidos de la L2 sin la intervención de instrucción explícita. Dentro de este enfoque, las cintas grabadas con voces nativas han sido uno de los recursos de instrucción característicos. El segundo (el lingüístico-analítico), en cambio, recurre al uso de herramientas como el alfabeto fonético, descripciones articulatorias, afiches con el aparato fonador, información explícita sobre el contraste entre la L1 y la L2, así como a la imitación y a la producción. Fue desarrollado con la intención de complementar, no sustituir, al enfoque intuitivo-imitativo, pero los ejercicios de imitación pasaron a realizarse en las etapas de práctica del material, luego de su presentación a través de los recursos mencionados. 134 CAPÍTULO III En el método de traducción gramatical, la enseñanza de la pronunciación es prácticamente inexistente, pues la comunicación oral no es el objetivo primordial. El medio de instrucción de la gramática es la lengua nativa del estudiante. En los enfoques “naturalistas” podemos incluir el Método Directo y sus recientes “sucesores”: Total Physical Response, y el Método Natural (Krashen y Terrel 1983). El Método Directo, clásico representante del enfoque intuitivo-imitativo, que se popularizó a comienzos de este siglo, basa la enseñanza de la pronunciación en la imitación y en la repetición de modelos (profesor o grabaciones) Los estudiantes deben esforzarse por aproximarse cada vez más al modelo, para lo cual la repetición extensiva e intensiva es la clave. El Total Physical Response (Respuesta Física Total), propuesto por Asher (1977), al igual que el Método Natural (de Krashen y Terrel 1983), se apoya en el principio de que antes de que el estudiante comience a producir (oralmente), debe limitarse exclusivamente a escuchar durante un período considerable pues, sostienen sus promotores, al no verse presionado a hablar, él puede concentrar sus esfuerzos hacia la internalización del sistema fonológico de la L2. De este modo, supuestamente, cuando comience a hablar, su pronunciación sería excelente, sin necesidad de haber recibido instrucción explícita. El Método audiolingual, surgido a mediados de este siglo en Estados Unidos a partir de la creación del Movimiento Reformista (según algunos investigadores del área, Howatt (1984), entre otros, concede gran importancia a la pronunciación, la cual se enseña explícitamente desde el comienzo. Al igual que en el Método Directo, el profesor (o la grabación) modela un sonido, una palabra o frase y los estudiantes repiten tratando de imitarlo. Sin embargo, a diferencia de aquél (el Directo), el profesor hace uso de información fonética, como el AFI (Alfabeto Fonético Internacional), o afiches demostrativos de la articulación de los sonidos. El típico ejercicio utilizado es el “minimal pair drill” (ejercicio de pares mínimos), reflejo de la noción de contraste de la lingüística estructural. Se comienza por presentar estos pares mínimos para que el 135 CAPÍTULO III estudiante los escuche. Luego se hacen ejercicios de discriminación auditiva: el estudiante escucha dos palabras y debe decidir si son idénticas o pares mínimos y se le da una lista escrita con estos pares mínimos para que él indique cuál sonido se ha utilizado. Posteriormente, se procede a la ejercitación oral: los estudiantes repiten las palabras de una lista que contiene uno de los sonidos en cuestión, y luego las practica con las palabras con las que forman pares mínimos. “The Silent Way” (el método silencioso) de Gattegno (1972, 1976) (según Gonzáles, 2003), al igual que el audiolingual, se caracterizó por la atención prestada a la correcta producción tanto de los sonidos como de las estructuras de L2 desde las primeras etapas de instrucción. Desde el primer día de clases, se hace énfasis en los sonidos individuales y dentro de palabras y frases, así como en aspectos suprasegmentales tales como el acento y la entonación. A diferencia del método audiolingual, el “Silent Method” no recurre a la instrucción explícita, ni al uso del AFI, sino que el profesor “silenciosamente” indica (con gestos) las propiedades del sistema fonológico de la L2. Por ejemplo, con el apuntador da golpecitos para mostrar los patrones rítmicos y usa los dedos de la mano para indicar el número de sílabas de una palabra, así como los elementos que reciben acentuación. También muestra la correcta articulación de los sonidos, señalando sus propios labios, dientes, etc. Entre las herramientas típicas utilizadas se destacan: los afiches con los sonidos tanto vocálicos como consonánticos, en diferentes colores, afiches de palabras y varas de colores. Estas últimas, usadas en la enseñanza de diferentes aspectos de la lengua, cuando son empleadas para mostrar la pronunciación, están destinadas, por ejemplo, a demostrar visualmente patrones acentuales y entonacionales. Este método, aunque a nuestro juicio no concede mucho espacio para la espontaneidad, por estar extremadamente focalizado en la forma, parece lograr efectos positivos en cuanto a la pronunciación, principalmente gracias a la correspondencia que se establece 136 CAPÍTULO III entre el sonido y el color, la cual, según Stevick, (1980) le da al aprendiz un “inner resource to be used”. En el “Community Language Learning” (aprendizaje comunitario de lenguas), desarrollado por Curran (1976), a la luz de la teoría psicológica humanista de Rogers (1951), subyace un enfoque basado en el estudiante; es él y no el profesor quien “decide” qué quiere o necesita aprender. La pronunciación es enseñada, aunque no explícitamente, ya que, como primer paso, el profesor-consejero, de pie y con su mano sobre el hombro del estudiante, le pide a éste que le diga alguna frase de su lengua materna que él desee aprender en la segunda lengua; el profesor, entonces, dice la frase con la pronunciación más natural posible; luego la vuelve a pronunciar, pero fragmentada, para facilitar la repetición; el estudiante repite y, una vez pronunciada toda la frase con fluidez, ésta es grabada en una cinta. En la siguiente fase de la clase, el estudiante escucha su grabación y el profesor le pregunta si desea practicar de nuevo la pronunciación de alguna de las frases aprendidas ese día. Si el estudiante manifiesta su deseo de hacerlo, el profesor nuevamente se pone de pie detrás del estudiante y actúa como una computadora-humana, que puede “encenderse” o “apagarse” según lo requiera el estudiante, quien le puede solicitar la pronunciación de la(s) frase(s) que desee, de manera que él pueda repetirla hasta que él mismo se sienta satisfecho con su pronunciación. En este sentido, este método, al igual que el Método Directo, obedece a un enfoque eminentemente intuitivo-imitativo, pero a diferencia de éste, el aprendizaje, incluyendo obviamente el de la pronunciación, está completamente dirigido y controlado por el aprendiz. Si bien consideramos que este enfoque “democrático”, centrado en la satisfacción de los intereses del aprendiz, representa un paso hacia adelante con respecto a los métodos arriba mencionados, en cuanto a que el estudiante siente que la responsabilidad de su aprendizaje descansa sobre sus propios hombros, además de permitirle que aprenda a su propio ritmo (él decide cuántas veces va a repetir una frase a fin de lograr una pronunciación aceptable), adolece de 137 CAPÍTULO III ciertas fallas importantes. Una de ellas, que consideramos esencial, es que en un contexto formal de aprendizaje (universidad, escuela, etc.) no es muy factible que el profesor pueda seguir este proceso con cada uno de los estudiantes de la clase, por varios factores, entre ellos, límite del tiempo, dispersión de la atención de los estudiantes, etc. Asimismo, ¿hasta qué punto puede el estudiante decidir si su pronunciación es aceptable o no?; recordemos que nuestro filtro fonemático contribuye a la percepción distorsionada de la pronunciación de la lengua materna, tendemos a “filtrar” los sonidos de la segunda lengua a través del sistema fonológico de la primera. Se conoce que la gran mayoría de las técnicas empleadas durante años en la enseñanza de la pronunciación ha estado enfatizando en la adquisición de los sonidos a nivel de la palabra o en ambientes oracionales poco controlados. Muchas de estas técnicas fueron rechazadas con la aparición del Enfoque Comunicativo, por cuanto sus seguidores coinciden en que la enseñanza de la pronunciación, especialmente en los cursos cortos, debe centrarse en los elementos suprasegmentales de la lengua (ritmo, acento y entonación), ya que según ellos esta es la forma más óptima de hacerlo. A lo largo de la historia de la metodología para la enseñanza de lenguas extranjeras ha aparecido una tensión constante entre la práctica centrada en la forma de la lengua y la centrada en el uso del nuevo sistema. Por ejemplo, la aparición del Enfoque comunicativo supuso un cambio radical respecto al audiolingualismo en muchos aspectos. En los inicios del Enfoque comunicativo, como reacción a la práctica repetitiva y a las frases descontextualizadas, se adoptó el principio de que únicamente se debían realizar actividades comunicativas, es decir, sólo eran válidas las actividades en que el aprendiente participara en intercambios de información o de actitudes. Este cambio también se dio en la enseñanza de la pronunciación. De los ejercicios repetitivos y descontextualizados del audiolingualismo para practicar fonemas, se pasó a propuestas para que la enseñanza de la pronunciación 138 CAPÍTULO III quedara integrada en el significado y se usara para comunicar información o transmitir actitudes. La pronunciación ha transitado además por la metodología comunicativa donde ha tenido dos momentos con el enfoque comunicativo: primero, desde la década del 60 hasta la del 80, en que se abandonó el estudio de la pronunciación y se limitó la enseñanza de aspectos lingüísticos y culturales al alumno de la lengua extranjera. Segundo, a partir de los años 80, momento en el que resurgen las investigaciones y propuestas sobre la pronunciación como componente de la comunicación en la lengua extranjera. En realidad hoy en día no existe un consenso acerca de la forma de enseñar pronunciación dentro de los cursos comunicativos. Sin embargo, está planteado que este proceso se está moviendo desde el debate entre lo segmental y lo suprasegmental hacia una perspectiva más equilibrada. Esta perspectiva reconoce que tanto la incapacidad para distinguir sonidos (elementos segmentales) que tienen una gran carga funcional así como la incapacidad para distinguir rasgos suprasegmentales (como la entonación y el acento) tienen un impacto negativo en la comunicación oral y en su enseñanza. En el contexto de esta incertidumbre sobre qué metodología seguir para enseñar pronunciación en los cursos comunicativos hoy día, Celce Murcià nos deja entrever que a través de un conocimiento completo del sistema de sonidos de la lengua extranjera y de la utilización de una variedad de técnicas pedagógicas, si es posible orientadas de una manera comunicativa, los profesores pueden resolver las necesidades de pronunciación de sus estudiantes. Existen dos principios fundamentales en la estrategia general de la enseñanza de la pronunciación: 1. La pronunciación debe integrarse con otras habilidades (audición con comprensión, lectura y escritura), con elementos extralingûìsticos 139 CAPÍTULO III (gestos, expresiones faciales), y con otros aspectos de la lengua (gramática, léxico, estilo, función y discurso.) 2. La pronunciación tiene que aislarse para la práctica de aspectos y problemas específicos (como la articulación consonantes particulares, o determinadas vocales.) El uso de las técnicas para el entrenamiento fonético con énfasis en la pronunciación varía de un autor a otro; y depende de la selección cuidadosa del profesor, así como de su creatividad al elaborar ejercicios acorde a las necesidades reales de sus estudiantes. Entre las técnicas que tradicionalmente se han empleado, y que todavía se usan con estos fines, de acuerdo con la bibliografía consultada, se encuentran: la audición e imitación, con mímica, rimas, canciones, trabalenguas, juegos didácticos de pronunciación, descripción articulatoria de sonidos para el entrenamiento fonético o método articulatorio, el alfabeto fonético (incluye transcripciones), ejercicios con pares mínimos u oposiciones fonológicas, pares mínimos contextualizados, lectura oral en voz alta, memorización de poemas, práctica de cambios vocálicos y de acento relacionados a la afijación, grabación de la voz de los estudiantes, susurro de mensajes, proverbios y rima diálogos. 140 CAPÍTULO III 3.3 Conclusiones del capítulo. Varios han sido los métodos que se han empleado para la enseñanza de las lenguas a lo largo del desarrollo social, los que han tenido su base en diferentes escuelas lingüísticas que han surgido, que han propiciado su enseñanza en diferentes partes del mundo y que ha sido beneficiada por la introducción de métodos que se han empleado para la enseñanza de la misma, desde el método gramática-traducción hasta el enfoque comunicativo, llegando hasta su máxima expresión en el enfoque por tareas. Y es precisamente esta una de las temáticas que sigue en el centro de atención de los círculos de profesores de lenguas extranjeras en el mundo por su importancia para el logro de la competencia comunicativa con el fin de lograr un proceso efectivo de comunicación dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje de dichas lenguas. 141 CAPÍTULO III CAPÍTULO III. METODOLOGÍA ENSEÑANZA EXPRESIÓN ORAL EN EL PROCESO DE ENSEÑANZA APRENDIZAJE DE LENGUAS EXTRANJERAS Y SEGUNDAS LENGUAS. 3.1 Metodología de la enseñanza de lenguas extranjeras y segundas lenguas. Es evidente la importancia que tiene la lingüística en general y la lingüística aplicada, en particular, para la enseñanza de la lengua materna y de una lengua extranjera. Mientras para la primera se requiere un proceder de gran complejidad que debe comenzar desde la infancia por la necesidad vital que tiene el niño de comunicarse, de interactuar con el medio en el que se incluyen las personas que lo rodean, y exige una planificación cuidadosa de la adquisición y medición de los conocimientos, la segunda es una actividad también compleja en la que confluyen dos aspectos diferentes desde el punto de vista metodológico: la adquisición de conocimientos lingüísticos y la formación de hábitos y habilidades lingüísticas en una nueva lengua. Es la lingüística aplicada la ciencia que intenta aplicar a la praxis educativa, los argumentos más importantes de la teoría y la descripción del lenguaje. De ella saldrán los instrumentos objetivos que han de servir de base para la planificación de la adquisición de la lengua materna o extranjera, los datos de competencia lingüísticas de los estudiantes, y el andamiaje teórico y metodológico para la adquisición y la medición de los saberes adquiridos a lo largo del proceso. De esta manera, se convierte en la disciplina central de los actuales programas de enseñanza de lenguas. La enseñanza y aprendizaje de idiomas contribuye a un alcance universal que favorece y enriquece las relaciones entre las personas. Nos permite acceder a un mayor entendimiento de otras culturas, establecer y desarrollar vínculos afectivos, aprender a convivir con otras pautas culturales, sin olvidar las propias, intercambiar valores y aprender los unos de los otros, afianzar el propio conocimiento de la lengua materna ante el aprendizaje de una lengua y 103 CAPÍTULO III cultura, y por último, pero no menos importante, reforzar la autoconfianza de uno mismo. Para los estudiantes del idioma español como segunda lengua en contextos escolares, hay además un alcance primordial: aprender a vivir bajo unas pautas diferentes de comportamiento en los diversos ámbitos sociales en los que se desenvuelven, apoyándose en una nueva lengua, que les ofrece retos, pero también dificultades en su integración social y afectiva. La adquisición o dominio de una segunda lengua en este caso se hará por parte de un sujeto que posee ya su lengua materna, su código de comunicación y tiene la urgencia de adquirir los elementos lingüísticos o el lenguaje modelo de otra colectividad, primero de forma global; y luego de una manera más clara, específica y exacta, dado que va comprendiendo con ayuda de instrumentos metodológicos y pedagógicos otras peculiaridades del contexto situacional en la que se ubica la lengua en estudio, o lenguaje adquirido que, no obstante, será un lenguaje secundario que requiere de un tratamiento diferente al que se utiliza en la en la enseñanza de la lengua materna, se trata pues, de un tratamiento o más bien un procedimiento destinado a la formación de nuevos hábitos de recepción y producción en otro idioma, que muchas veces entran en contradicción con otros hábitos arraigados en la lengua materna. Resulta conveniente aclarar que las teorías, principios y datos provenientes de la lingüística, aunque no puedan ser aplicados directa o inmediatamente al campo de la enseñanza de una lengua, ya que debemos tener en cuenta , por un lado su capacidad para aplicar las complejidades del lenguaje en su forma científica y, por otro, la continua experimentación en la que se basa, si se pueden tener implicaciones para el campo de la enseñanza- aprendizaje de idiomas en general, y de la metodología para la impartición de lenguas extranjeras, en particular. Esta es la razón, por la que la lingüística aplicada cuenta con el concurso de otras disciplinas, como la psicolingüística, la sociolingüística, el léxico estadístico y con el auxilio de las ciencias pedagógicas y psicológicas. 104 CAPÍTULO III Todo el que desee emprender la labor de enseñanza de una lengua materna o una lengua extranjera tendrá que atender no solo los avances teóricos alcanzados en los aspectos morfológicos, sintácticos, semánticos y pragmáticos, sino también necesitará de los conocimientos de la teoría del aprendizaje; pues solo el profesor estará cerca de lograr que sus egresados disponga de una amplia competencia lingüística que a su vez les permita un manejo preciso de una lengua sin prestar atención a las leyes sicológicas generales, las características sicológicas de diferentes etarios, las peculiaridades temperamentales, los caracteres psicológicos de un grupo específicos de alumnos o de individualidades, entre otros propuestos, pues todo esto le permitirá obtener conocimientos mucho más específicos, puntuales que al mismo tiempo redundará en una mayor comprensión y un mejor desenvolvimiento tanto en la impartición de la clase como en la recepción de la asignatura (Cárdenas, 2007) El hecho de tener presente estos presupuestos, no significa que solo con ellos se puede comprobar en la práctica el cumplimiento del objetivo fundamental que se propone la enseñanza de una lengua. Será necesario también, ya que se trata de una lengua extranjera: • Apelar a todos aquellos procedimientos, métodos y técnicas adecuadas para la presentación de material lingüístico; • Buscar información sobre las condiciones en la que se desarrolla el uso del lenguaje y las actitudes y motivaciones de los aprendices de una lengua y el desarrollo de la competencia comunicativa; • Analizar los principios, objetivos, métodos técnicas, recursos y fórmulas de evaluación idónea con la intención más que de conocer los fundamentos teóricos- prácticos que los inspiran, comprobar aquellos aspectos que pueden influir positiva o negativamente en el proceso de enseñanza-aprendizaje de una lengua extranjera. En las aulas de español como lengua extranjera han sido muchos los cambios metodológicos producidos que se ven reflejados en las publicaciones 105 CAPÍTULO III y en las técnicas didácticas empleadas en las clases. La propia personalidad y entidad del grupo de alumnos con el que tengamos que trabajar nos ayudará a elegir los manuales, los materiales, los métodos y los enfoques didácticos apropiados para el buen desempeño de la actividad (Cárdenas, 2007) Primeramente la metodología tradicional, fundamentada en la práctica y aprendizaje de reglas gramaticales y de vocabulario, estuvo presente en la enseñanza de idiomas; los únicos materiales empleados en el aula eran el libro de texto y el diccionario. Con un enfoque estructural basado fundamentalmente en ejercicios escritos para la comprensión consciente de las reglas gramaticales y su memorización. Los contenidos gramaticales recogen los constituyentes esenciales de una lengua en el nivel fónico, léxico y semántico. Los contenidos se trabajaban en el aula como una secuencia lineal de estructuras en función de la dificultad lingüística, por ejemplo, el subjuntivo, el artículo... Por tanto desde este enfoque, de un modo estricto, aprender una lengua extranjera equivale a acumular el conocimiento formal de los contenidos estructurales de la lengua y los alumnos se limitan a acumular contenidos y a expresar su conocimiento formal de los mismos en una prueba escrita. Son muchos los manuales y materiales basados en esta metodología. En los inicios de la enseñanza de las lenguas extranjeras con el método de traducción gramatical, hubo un claro énfasis en determinadas habilidades. En este primer caso, no se prestaba atención a la habilidad de expresión oral. A través de la evolución histórica, la jerarquía que se daba a cada habilidad fue sufriendo múltiples transformaciones en dependencia, básicamente, del contexto socio-económico en que se desarrollaba, Este enfoque, más tarde, se consideró inadecuado. Luego con la llegada de las nuevas metodologías, en especial la denominada situacional en Europa o audio-lingual en América, permiten un cambio de óptica en la elaboración de los manuales y materiales para el aula. Los métodos que se elaboran bajo esta perspectiva se caracterizan por distribuir sus contenidos en un elevado número de niveles y por estar 106 CAPÍTULO III compuestos de gran cantidad de materiales complementarios como libro del alumno para trabajo en clase, cuaderno de ejercicios para trabajar en casa, cintas magnetofónicas para ejercitar en el laboratorio de idiomas, diapositivas, etc. Y todos ellos presentan gran cantidad de actividades de repetición mecánica que permiten interiorizar las estructuras gramaticales y el vocabulario. Es importante destacar que con esta nueva metodología se consigue una proliferación de materiales de trabajo, dentro y fuera del aula, con los que no se contaba en los métodos de base tradicional. Con la introducción de la metodología nocional-funcional se comienza a hablar de una programación de contenidos organizada en torno a funciones comunicativas (describir, identificar, etc.) y a categorías conceptuales, nociones o áreas temáticas (localización, cantidad, etc.). Desde este punto de vista la lengua es considerada principalmente como un instrumento de comunicación y por ello se incorporan medios audiovisuales que facilitan la comprensión del acto comunicativo. La prioridad la mantiene el lenguaje oral, y la expresión escrita queda relegada a una simple actividad de consolidación ya que el enfoque nocio-funcional está basado fundamentalmente en trabajos diálogostipo en los que se practican los contenidos, las muestras lingüísticas estudiadas. Los contenidos lingüísticos (estructurales y funcionales) surgen de la necesidad para alcanzar un "nivel umbral" de comunicación en situaciones tipificadas y se trabajan en el aula siguiendo una secuencia lineal de contenidos organizados en temas, situaciones o contextos que reproducen las situaciones tipificadas de comunicación. Por tanto se basan en intercambios comunicativos de alta frecuencia (encuentros, saludos-despedidas, hablar del pasado, etc.) que generan contenidos estructurales y funcionales. Desde este enfoque aprender una lengua extranjera equivale a dominar un conjunto de muestras lingüísticas en situaciones comunicativas tipificadas. Así los alumnos saben qué decir en estas situaciones, reconocen muestras lingüísticas iguales o parecidas a las practicadas, producen clichés combinables para discursos escritos tipificados, comprenden la información de varios tipos de texto y 107 CAPÍTULO III describen las formas lingüísticas con relación a sus usos en situaciones de comunicación. La metodología comunicativa será la que se encargue de que se haga hincapié en todas las destrezas o habilidades del lenguaje (comprensión y expresión oral y escrita) de forma equitativa, puesto que la interacción se puede llevar a cabo oralmente, por escrito, escuchando y hablando. La pieza clave de esta metodología son las actividades, pues es a través de ellas que la comunicación puede ser llevada al aula. Dentro de este repertorio de actividades los materiales auténticos, ya sean escritos (artículos de prensa, entrevistas, documentación de muy diverso tipo...) o audiovisuales (grabaciones de radio, televisión, contestadores automáticos, etc.) comienzan poco a poco a proliferar con el fin de presentar situaciones verosímiles. Sin embargo, durante algún tiempo en los niveles más altos del aprendizaje hemos tenido que renunciar a las técnicas comunicativas y acudir a manuales fundamentados en posturas eclécticas que intentan aunar los principios de la corriente comunicativa en su sentido más amplio, en los que las actividades que trabajan las distintas destrezas de forma aislada e integrada serían la pieza clave del proceso de enseñanza, junto con los mecanismos de los métodos tradicionales de afianzamiento y consolidación de estructuras gramaticales y léxicas . A partir de allí han surgido por tanto métodos tales como el de: • Gramática-Traducción: se basaba en un análisis lingüístico tradicionalista que ignoraba el contexto auténtico en el que se desarrolla la comunicación. • El Método de Lectura: enfatiza la traducción dejando la gramática y la composición en un segundo plano y no confiere ninguna atención a la actividad oral como base para la lectura. 108 CAPÍTULO III • Los Métodos Prácticos: basados en la formación de hábitos y automatismos adquiridos mediante la práctica. • El Método Fonético: enfatiza el enfoque oral, estudiando el aparato de fonación y de los sonidos, partiendo de estos a la palabra y de esta a la frase. Da importancia a la lectura y a la escritura fonética. • El Método Psicológico: basado en la representación mental y la asociación de ideas. Favorecía la dramatización de situaciones cotidianas y el uso de medios visuales, así como la memorización por asociación. • El Método Natural: basado en el principio de aprender la lengua de la misma manera que se aprende la lengua materna. • El Método Directo: enfatizaba en el desarrollo de las habilidades orales, rechazaba el uso de la lengua materna y le restaba importancia a las demás habilidades, como por ejemplo, la escritura y la lectura en la adquisición de un segundo idioma. • El Método Audioooral y el Audio-visual: surgieron en Estados Unidos a raíz de la Segunda Guerra Mundial, y tienen una fuerte influencia de la escuela conductista. • Método Práctico-Consciente con enfoque comunicativo: se basa en un enfoque científico de la determinación del contenido que plantea la utilización de la lengua como vehículo principal y punto de partida de la enseñanza. Cada uno de estos métodos o enfoques para la enseñanza del español como lengua extranjera son una combinación de diferentes tendencias lingüísticas. 109 CAPÍTULO III Almanza (2005) considera que el trabajo con los métodos tradicionales de enseñanza provoca algunas limitaciones, por ejemplo, se le dedica mucho tiempo al logro de la comunicación elemental del idioma que se estudia, se centra la docencia fundamentalmente en los conocimientos gramaticales, sus objetivos son muy generales e imprecisos, el vocabulario, los temas, las situaciones y los contenidos no cumplen con las expectativas. Según Irízar, (1996) “En Cuba, la enseñanza del idioma inglés, y la del español como lengua extranjera, ha estado influenciada por muchos de los métodos que aquí enumeramos, aunque contextualizados a partir de las condiciones sociales, culturales, económicas y políticos de carácter local”. El método Práctico-Consciente con enfoque comunicativo es el más utilizado en Cuba en estos momentos, por tal razón se explican sus características. Surge en la ex Unión Soviética. Se plantea objetivos prácticos, educativos y culturales y se propone desarrollar las cuatro habilidades básicas del idioma; se sustenta en la comprensión como componente básico de cada una. Se basa en un enfoque científico de la determinación del contenido que plantea la utilización de la lengua como vehículo principal y punto de partida de la enseñanza, en el empleo de procedimientos activos. Con amplio apoyo en los medios de enseñanza, la determinación precisa de secuencia en que deben formarse las habilidades a saber. Los alumnos deben recibir información respecto a los fenómenos lingüísticos que van a estudiar; cada uno de ellos debe ejercitarse lo suficiente para fijarlo en la memoria y formar los hábitos necesarios para utilizarlo y se debe realizar una cantidad considerable de ejercicios significativos que obliguen a los alumnos a participar activamente en el proceso de comunicación. Este método propicia el aumento constante del tiempo dedicado a la actividad para que cada alumno se ejercite en cada uno de los cuatro aspectos de la actividad verbal. Una nueva tendencia metodológica que está llegando a las aulas de español como lengua extranjera y que es recomendada desde el Diseño 110 CAPÍTULO III Curricular del Instituto Cervantes para sus centros en todo el mundo es el denominado Enfoque por tareas. Con este nuevo enfoque es posible llevar a la práctica un programa organizado en torno a elementos gramaticales mediante la ejecución de juegos y actividades que promuevan la interacción en el aula, en las que se maneje el vacío de información y la nueva tipología de ejercicios incorporada con la metodología comunicativa. Poco a poco los materiales lo van reflejando, no sólo dentro del denominado enfoque por tareas, método globalizador que acoge en su interior el eclecticismo y la reunión de diferentes propuestas metodológicas, sino también para el análisis y práctica de ejercicios gramaticales. Por eso para el autor de esta tesis resulta importante abordar los elementos que caracterizan al enfoque comunicativo y al enfoque por tareas en la enseñanza del español como lengua extranjera. 3.1.1 El enfoque comunicativo en la enseñanza del español como segunda lengua. Richards y Rogers (1997) (citado por Peralta, 2002) dicen que “… el enfoque comunicativo surgió en los años sesenta después que lingüistas británicos rechazaron las bases teóricas del enfoque situacional. El principal argumento en contra de ese enfoque y de todos los métodos y enfoques de esa época era que olvidaban una parte fundamental en la enseñanza de lenguas, su potencial comunicativo y funcional.” Para este autor otro aspecto que motivó el desarrollo de este enfoque fue el hecho de que la situación educativa, política y geográfica en Europa a finales del siglo XX estaba cambiando. Se visualizaba la necesidad de enseñar a adultos las lenguas de los países que integrarían la Unión Europea y uno de los principales objetivos de sus miembros era el apoyo a la educación de los 111 CAPÍTULO III países integrantes. Fue entonces cuando se formó la Asociación Internacional de Lingüística Aplicada y una de sus prioridades fue la creación y desarrollo de métodos de enseñanzas de lenguas. Uno de sus miembros Wilkins, propuso que debería considerarse para la enseñanza de lenguas su potencial funcional y comunicativo. Esta propuesta se basó en un análisis del significado comunicativo que un estudiante de lenguas necesita para entender y expresarse, en lugar de describir las bases de la lengua a través de conceptos tradicionales tales como gramática y vocabulario. Trató de demostrar el sistema de significados que respalda el uso comunicativo de la lengua. La asociación investigó el contenido cultural y de lenguaje que permitiera comunicarse e interactuar fuera o dentro de sus países con personas que hablaran otras lenguas. El enfoque fue aceptado por otros lingüistas y maestros especializados en la enseñanza de lenguas, lo que generó un amplio desarrollo y aplicación de estas ideas en libros de textos y currículos de escuelas. El enfoque comunicativo, es la expresión que hace referencia a la metodología y sus aplicaciones didácticas en el salón de clases, por medio de los cuales el educando podrá alcanzar la competencia comunicativa. El término mismo de este enfoque establece que esta metodología tiene un carácter muy variado, lo cual permite su utilización en prácticas de enseñanza muy diversas. Esta característica se debe a que el enfoque comunicativo se sustenta en diversas corrientes teóricas de la concepción del lenguaje, ya que en su estructuración influyen un número importante de conceptos originados de distintas teorías, que proceden a su vez de varios campos disciplinarios. Tiene entre sus características el hecho de enfatizar en el uso del idioma que se estudia; por lo que presta atención al contexto social donde las funciones comunicativa tienen lugar. Se trabajan las cuatros habilidades básicas desde el inicio de las actividades docentes, dándole mayor prioridad a 112 CAPÍTULO III los intereses y necesidades de los estudiantes. Se traza como objetivo el de ser entendido cuando se conversa, sin llegar a hablar como un nativo. Uno de los preceptos teóricos principales del enfoque comunicativo en lo referente a la dirección de la enseñanza-aprendizaje de las habilidades verbales en la lengua extranjera es el tratamiento integrado a las mismas. La separación que frecuentemente se realiza, responde a razones investigativas o didáctico-metodológicas, pero en el proceso de comunicación los actos comunicativos se producen con carácter de integración. Su concepción se sustenta en las siguientes regularidades: • Proceso de enseñanza-aprendizaje que establece una relación entre los sistemas lingüísticos y los valores comunicativos. • Proceso de enseñanza-aprendizaje que establece una relación entre la capacidad comunicativa y la capacidad de funcionar dentro y fuera del contexto interpersonal. • Proceso de enseñanza-aprendizaje que establece una relación entre las estrategias comunicativas en situaciones nuevas y la complejización de los textos. Este enfoque como su nombre indica, enfatiza el valor comunicativo del lenguaje. En la redacción de los objetivos de aprendizaje de la mayor parte de los cursos de lenguas extranjeras, se refleja este interés de desarrollar una “competencia comunicativa” en los estudiantes. No es el lugar para hacer una exposición exhaustiva al respecto, sin embargo, en nuestro afán por enfatizar el valor de la comunicación del mensaje, restando importancia a la forma, muchos docentes (y programas) de lenguas, hemos interpretado erróneamente los principios del enfoque comunicativo, al considerar que la enseñanza de las formas lingüísticas (y en esto se incluye la pronunciación), ha de estar vedada completamente. En el espíritu de este enfoque, la gramática y la pronunciación sí revisten importancia, pues la comunicación efectiva de un mensaje depende 113 CAPÍTULO III -en gran medida- de la forma de su transmisión. De allí la relevancia de la pronunciación dentro de este enfoque, ya que, como reportan Celce-Murcia et al. (1996) La teoría más relevante del enfoque comunicativo como ya hemos visto es la comunicación. Una persona que domina una segunda lengua debe saber que es lo que quiere decir y para qué lo quiere decir. Uno de los principales retos dentro de este enfoque es integrar la función del lenguaje con el uso correcto de las estructuras y se organiza en torno a las funciones comunicativas del lenguaje por ejemplo pedir disculpas, describir algo o a alguien, invitar, hacer una llamada, etc. Allwright condujo un experimento que llamó “Nociones tradicionales de enseñanza de lenguas”, donde llegó a la conclusión de que “… una lengua se adquiere después que los estudiantes la hayan practicado de manera constante y continua y que no solamente deben enfocarse en el aprendizaje de reglas gramaticales. Esta teoría contradice la adoptada por Chomsky que plantea que “… la adquisición de una segunda lengua se basa en un sistema sustentado en reglas y se adquiere o se aprende una lengua cuando se adquieren o aprenden las reglas”. Sostiene además que…” existen un número x de reglas gramaticales y al usarlas se produce un infinito número de enunciados”. 3.1.1.1. Principios del enfoque comunicativo. Richards (1997) sugiere tres principios que describen el enfoque comunicativo: 1. Actividades que incluyen comunicación real. 2. Generación de aprendizaje a través de actividades en las que se usa el idioma para llevar a cabo tareas que tengan significado. 3. Lenguaje con significado para el estudiante que contribuye al proceso de aprendizaje. 114 CAPÍTULO III Por su parte Michael Canale y Merril Swain (2000) señalan que existen cinco principios rectores para el enfoque comunicativo: • Según estos autores (como vimos en el capítulo I de esta tesis) la competencia comunicativa se compone al menos de competencia gramatical, sociocultural y estrategias de comunicación. No existen razones teóricas ni empíricas para pensar que la competencia gramatical resulte más ni menos crucial para lograr el éxito en la comunicación que las competencias sociolingüística y estratégica. El primer objetivo de un enfoque comunicativo deberá ser el de facilitar la integración de estos tres tipos de conocimientos y su adquisición por el/ la estudiante; tal resultado no parece que pueda obtenerse mediante la priorización de una competencia frente a las demás. • Debe partir de las necesidades que el estudiante tenga sobre la lengua y dar respuesta a ellas. • Los estudiantes deben tener la oportunidad de interactuar con hablantes competentes, así como también de responder a necesidades auténticas de comunicación en situaciones reales • Los estudiantes deben hacer uso, sobre todo en las fases iniciales del aprendizaje, de las características de la competencia comunicativa que hayan adquirido a través del uso de la lengua materna y que tengan coincidencia con las destrezas comunicativas que se adquieren para el dominio de una segunda lengua. • Un programa orientado a la comunicación debe proporcionar a los estudiantes la información, la práctica, las experiencias necesarias para que puedan satisfacer sus necesidades de comunicación en el idioma. Es importante que conozcan de la cultura de la segunda lengua, con el fin de que puedan entender marcos implicados en los enunciados. 115 CAPÍTULO III 3.1.1.2. El enfoque comunicativo en el proceso de enseñanza de la competencia comunicativa oral en lenguas extranjeras. Los principios del enfoque comunicativo pueden aplicarse para el desarrollo de cualquiera de las cuatro habilidades lingüísticas de la lengua, en cualquier nivel de conocimiento en que los estudiantes se encuentren. Es de interés para nuestra investigación para el desarrollo de la habilidad de expresión oral. Para lograr este propósito debe haber un cambio en las actividades, pasar del tradicional enfoque gramatical a un enfoque comunicativo, con el fin de mostrarle al estudiante cómo puede expresarse oralmente. Según Littlewood (1991) “…la metodología del enfoque comunicativo se basa en dos componentes: práctica oral intensa y un mecanismo para el aprendizaje gradual de la estructura”. Hace una distinción metodológica del enfoque y lo divide en actividades pre - comunicativas y comunicativas del aprendizaje. Señala que “…a través de las actividades precomunicativas el profesor separa elementos específicos del conocimiento que forman las habilidades comunicativas y que genera oportunidades para que los estudiantes practiquen” y además que “(…) el objetivo es proveer a los alumnos de comandos del sistema lingüístico sin esperar a que ellos los usen para producir la lengua”. Para él estas actividades a su vez se subdividen en cuasicomunicativas y estructurales: cuasi-comunicativas porque se basan en la comunicación y en la estructura de la lengua y estructural porque tiene que ver con la mecanización y la práctica de las estructuras. En las actividades comunicativas el / la estudiante tiene que hacer uso de los conocimientos adquiridos durante la etapa pre-comunicativa, para desarrollar actividades relacionadas con la comunicación y el significado. 116 CAPÍTULO III En esta etapa es donde se desarrolla en su totalidad la habilidad comunicativa. Esta etapa según el autor está también subdividida en actividades funcionales y sociointeractivas. En las funcionales se sitúa al estudiante en un contexto en el cual debe comunicar algo de la mejor manera que pueda, usando los recursos que estén a su alcance. Dentro de las sociointeractivas se les recomienda, tomar en cuenta el contexto social en que se realiza la comunicación. Se requiere que haga más que simplemente comunicar un significado y es necesario que se esfuerce por generar un alto nivel de aceptación social en la lengua que está usando. 3.1.2 El enfoque por tareas en la enseñanza de lenguas extranjeras. El Enfoque Comunicativo de enseñanza de lenguas extranjeras es el que ha mostrado mayor aceptación en los últimos años entre profesores e investigadores de dicho campo de estudio. Y dentro del Enfoque Comunicativo se ha desarrollado ulteriormente una nueva metodología basada en lo que se ha denominado de Enfoque de Tareas. Nunan (1991) nos recuerda que uno de los objetivos del Enfoque Comunicativo ha sido el de crear situaciones auténticas de comunicación en la clase de lengua extranjera. Pero este objetivo era difícil de lograr y muchas veces se caía en el simple simulacro y repetición de comportamientos lingüísticos tales como "ir de compras" o "pedir informaciones". Para los elaboradores de las tareas, estas situaciones no generaban en el alumno una necesidad auténtica de comunicación. Existía así un vacío en el Enfoque Comunicativo pues no se lograba responder satisfactoriamente a la siguiente pregunta: ¿cómo crear una situación real de comunicación en la sala de clase? La respuesta encontrada fue la elaboración de una metodología de enseñanza basada en resolución de tareas que creasen el contexto para una situación real de comunicación. Dicho tipo de situación provoca en el alumno una necesidad de comunicarse y de crear significado, condición esencial que le permite, 117 CAPÍTULO III mediante un proceso interior, adquirir la lengua. Tal vez el mayor impacto de la resolución de tareas se haya sentido en el campo de la metodología, terreno en el cual han rellenado un vacío existente, lo que las ha convertido en elementos centrales de la elaboración de programas. El concepto de tarea surge como consecuencia de experiencias en la enseñanza de lenguas extranjeras y de intuiciones sobre cómo éstas son adquiridas. Algunos profesores que enseñaban según los programas de enseñanza tradicionales, basados en una secuencia de puntos gramaticales enseñados al alumno, primero en forma teórica y luego en la práctica, observaron que en realidad la adquisición de la lengua extranjera se realizaba mediante el ejercicio de las tareas pedagógicas. En otras palabras, observaron que los alumnos adquirían la lengua mediante el proceso de resolución de tareas y no a través de explicaciones sobre la forma de la lengua estudiada. Visto desde otra perspectiva, para Prabhu (1987) el concepto de tarea se sustenta en la idea de que una gramática no se internaliza a través de generalizaciones sobre su estructura sino de manera inconsciente, como resultado de un proceso interior desencadenado al querer resolver una necesidad de comunicación. Y esta necesidad de comunicación es creada por la propia estructura de la tarea que el alumno debe resolver. Al observar la definición de tarea en el Longman Dictionary of Applied Linguistics encontraremos que es una actividad o acción llevada a cabo como resultado de haber procesado o comprendido el lenguaje. El Instituto de Cervantes plantea que la tarea es considerada como un instrumento para la organización de actividades en el aula porque utiliza la misma como unidad de análisis o de organización de los programas y responde a una fórmula que garantiza la coherencia del currículo sin renunciar a ninguno de sus componentes. Plantea que los bloques de contenidos no configuran por sí mismos un programa de aplicación inmediata a la enseñanza, por lo que se requiere un determinado plan pedagógico. 118 CAPÍTULO III El Marco Común Europeo de Referencia para las lenguas define la tarea "como cualquier acción intencionada que un individuo considera necesaria para conseguir un resultado concreto en cuanto a la resolución de un problema, el cumplimiento de una obligación o la consecución de un objetivo". En este sentido, lo que planteamos son diferentes situaciones en las que es necesario realizar un producto y son los estudiantes en su negociación los que tienen que resolver los objetivos o problemas planteados, de ahí que la forma de llegar a un resultado esté abierta y abarque diferentes soluciones según los conocimientos, necesidades e intereses del grupo. Para Martín (1999) “…las tareas nacen de una determinada comprensión de la lengua y de su aprendizaje, y todo lo que sintonice con esa forma de entender la lengua y su aprendizaje resultará mucho más útil y beneficioso, al tiempo que dejará al profesorado un margen muy amplio de acción. En efecto, con las tareas, al igual que ocurre con otros modelos basados en los mismos principios, se trata de activar una serie de procesos que tienen un elevado grado de imprevisibilidad, y eso difícilmente se puede conseguir con unos procedimientos mecánicos y establecidos de antemano” . Este autor plantea además que las tareas tienen dos ejes fundamentales: la creación del contexto en el cual se producirá el uso de la lengua que efectuarán los aprendientes y la asignación de una meta que hay que alcanzar (de índole extralingüística) y que proporcionará los objetivos de comunicación que, a su vez, generarán los respectivos planes estratégicos. Según Trujillo (2002) “…podríamos definir una tarea de enseñanza de la lengua como la suma de actividades que hay que realizar para producir algo. Estas actividades son el medio para conseguir los objetivos del proceso de enseñanza-aprendizaje. La realización del producto supone, por tanto, la consecución de los objetivos, que han de tener claro carácter procedimental. El énfasis en un producto como resultado de la tarea se justifica, al menos, por tres razones. Por un lado, las investigaciones sobre adquisición de una 119 CAPÍTULO III segunda lengua han demostrado que, además de un input comprensible, es necesario producir un output comprensible para adquirir una lengua, y la creación de un producto material y la presentación de éste puede favorecer la producción de este output (Ellis 1985; Cummins, 1994). Citando a Swain, 1995; Skehan (1998); por otro lado, plantea que "… la creación de este producto material es parte de la “motivación por la actividad” que las tareas intentan promover .La realización del producto es la causa y el motivo de la tarea, razón por la cual el producto debe estar relacionado con los intereses y necesidades de los estudiantes. Comenta además que “…de esta forma, el aprendizaje mediante tareas representa un cambio radical en la forma de planificar la enseñanza, y también respecto a la tradición de la didáctica de la lengua. Mientras que el paradigma tradicional selecciona los contenidos de la enseñanza a partir de una secuencia de elementos gramaticales o funcionales, los programas seleccionan, fundamentalmente, tareas de comunicación y, en un segundo plano, “tareas para aprender a comunicar, que sirve para facilitar la participación del alumnos en las primeras”. En la bibliografía sobre las tareas suele usarse indistintamente el mismo nombre para referirse a la “tarea final“, a las “tareas capacitadoras” o “posibilitadoras” (que se entienden como todas aquellas actividades de aprendizaje que se revelan necesarias para capacitar al alumno para la ejecución de la “tarea final”) y al conjunto de todas ellas, que se denomina sin más “tarea” o “tarea comunicativa”. La realización exitosa de la tarea conlleva el diseño de una secuencia en la que se presentan y se practican los recursos lingüísticos que se prevén en las diferentes acciones comunicativas conducentes, en última instancia, a conseguir los objetivos de la tarea final. Se integran, pues, las actividades de 120 CAPÍTULO III lengua necesarias: comprensión, expresión, interacción y mediación (Marco común europeo) Esta unidad de trabajo permite dar sentido al conjunto de actividades de aprendizaje realizadas en clases, implica a los alumnos en la comprensión, manipulación, producción o interacción en la lengua extranjera porque su atención se halla concentrada en el significado más que en la forma. La tarea debe responder a un objetivo concreto de ahí su organización y desarrollo de los pasos que utilizará el profesor. De manera que la tarea implica resolver un problema o completar una laguna de información activando un proceso mental utilizando la lengua extranjera y se considera que es a través de ese proceso mental que se internaliza o adquiere la segunda lengua. El alumno se concentra en la resolución de la tarea y "se olvida" que está en clase y, en consecuencia, aprende distraídamente, inconcientemente, jugando, pensando y/o creando. Según Arenaza (2006) “… a este tipo de aprendizaje se lo ha llamado de aprendizaje por proceso pues la experiencia personal, mediante un proceso cíclico que integra la experiencia inmediata, reflexión, conceptualización abstracta y acción, en lengua extranjera, constituye la base de aprendizaje. Así, el ingrediente fundamental de la tarea es la existencia de un proceso de raciocinio para resolverla “. En consecuencia esta metodología también despierta en el alumno una actitud diferente frente a la adquisición de conocimiento. En el modelo tradicional de aprendizaje, caracterizado por fases de presentación, práctica y producción, el alumno/a cumple el objetivo cuando reproduce el modelo del profesor. En contraste, el Enfoque de Resolución de Tareas lo llevará a explorar y desarrollar estrategias propias, estimulando su creatividad y raciocinio, lo que le será muy útil tanto para estudiar lenguas como para enfrentar otros desafíos en la vida. 121 CAPÍTULO III El proceso inconciente de adquisición de segundas lenguas contrasta fuertemente con el aprendizaje tradicional realizado por memorización. Pero el contraste no ocurre exclusivamente a nivel psicolingüístico sino también a nivel de motivación del alumno ya que la tarea representa un desafío lúdico o intelectual de gran atractivo. En las clases con niños u adolescentes la utilización de tareas ha minimizado notablemente los problemas de indisciplina, lo que demuestra que cuando el alumno está activo, realizando una actividad que le interesa y motiva, permanece atento en actitud disciplinada. Otra característica resaltable, y que es fruto de la esencia interactiva de la resolución de tareas, es la evaluación inmediata de la comprensión y adquisición de los insumos lingüísticos necesarios para su resolución, lo que proporciona, consecuentemente, espacio para la negociación de significado, esto es, la modificación del lenguaje para ser comprendido, que a su vez estimula la adquisición. Algunos autores como Roca, Valcarcel y Verdu (1990) encuentran pertinente identificar dos tipos de tareas pedagógcas: tareas comunicativas y tareas de aprendizaje: "las primeras se centrarían en el intercambio de significados -a través del medio oral y escrito- con un propósito similar al de las actividades cotidianas de comunicación, mientras que las segundas tendrían como objetivo principal la exploración de aspectos concretos del sistema lingüístico (determinada regla gramatical, ciertos aspectos de la pronunciación, etc.) en relación a la demanda de las primeras. Por expresarlo gráficamente, es como si este currículo constase de dos currículos integrados" Siguiendo pautas dadas por autores tales como Nunan, Breen y Long, una tarea de comunicación es una unidad de trabajo en el aula: a) que implica a todos los aprendices en la comprensión, o producción, o interacción en segundas lenguas; 122 CAPÍTULO III b) durante la cual la atención de los aprendices está concentrada prioritariamente en el significado más que en la forma, esto es, en qué se expresa más que en las formas lingüísticas utilizadas para expresarlo; c) que tiene una estructura con: un principio, un fin y un procedimiento de trabajo claro (aunque flexible en ciertos casos), un objetivo concreto (no especificado en términos gramaticales), un contenido concreto, un resultado concreto (aunque en ciertos casos, diferente para distintos miembros de la clase) d) cuyo desarrollo y consecución pueden ser evaluados por el profesor y los aprendices e) que tiene, dentro de lo posible, elementos de similitud con acciones que se realizan en la vida cotidiana. Si se observa una tarea desde fuera, se la puede identificar como una actividad de trabajo en el aula dotada de las siguientes propiedades: • Es unitaria, es decir, que puede llevarse a cabo en un periodo limitado, que tiene un principio y un final. Una tarea es normalmente mucho más corta que un proyecto: éste puede llegar a sustituir toda una programación de curso, mientras que la tarea es una unidad de esta programación (incluso podríamos afirmar que un proyecto es siempre un conjunto de tareas). En cuanto a los momentos inicial y final de la tarea, éstos no sólo tienen una función delimitadora (aquí empieza y aquí acaba la tarea), sino que además tienen una función orgánica: en su inicio, la tarea ha de ser presentada y planteada a los alumnos, hay que evaluar su adecuación al contexto particular del grupo, ver sus posibilidades de realización, etc. Su finalización comporta la experiencia de haber utilizado con éxito la lengua que se está aprendiendo para conseguir algún propósito, de manera similar a como 123 CAPÍTULO III le ocurriría a una persona que estuviera aprendiendo el alemán, ponemos por caso, y en un viaje al país comprobase -a su llegada al hotel- que había sido capaz de instalarse en él realizando todos los trámites en alemán; asimismo, comporta la experiencia de haber aprendido alguna cosa (y no solo la de haber conseguido el objetivo, utilizando recursos que ya dominaba). • Es factible desde el nivel de lengua de cada alumno. Esto es muy importante y distintivo de las tareas. Una tarea bien realizada (es decir, bien planteada, bien controlada, bien adecuada, bien modificada durante su desarrollo) es siempre factible para todos los alumnos, y cada uno de ellos la realizará de forma diferenciada. • Es realista, interesante y útil en el tema y contenido. Los alumnos han de percibir la tarea como algo real y coherente, han de poder interesarse por ella y al mismo tiempo ser capaces de llevarla a cabo; también es necesario que, además de algo que aprender, tengan algo que decir al respecto de la tarea y algo que aportar a ella.. • Resulta próxima al mundo de intereses y vivencias del alumnado. Dado que se quiere provocar la comunicación en el aula, esto es, que se desea que lo que se dice tenga el mismo grado de importancia que el como se dice, los temas sobre los que trate la tarea no pueden ser lejanos al mundo de los alumnos. De otro modo, sería muy difícil que éstos se implicasen en la ejecución de la tarea y, en consecuencia, no se activarían los procesos necesarios para que se dé una verdadera comunicación. • Está vinculada a los objetivos del currículo. El realismo y la coherencia que hemos citado en el punto 3 afectan también al aprendizaje y a sus objetivos. No podemos olvidar que los objetivos y procesos de 124 CAPÍTULO III comunicación que estimulan en el aula, con ser muy importantes, no son otra cosa que un mecanismo al servicio del aprendizaje. • Está abierta a la toma de decisiones por parte del alumnado. Como consecuencia ineludible de lo que se ha afirmado en los puntos anteriores, los alumnos ha de verse en la situación de tener que tomar decisiones sobre el desarrollo de la tarea, tanto en lo que respecta a los aspectos comunicativos, como a los del aprendizaje. • Es evaluable por el alumno que la realiza. Esta propiedad tiene relación con el desarrollo de la autonomía del aprendiente y, si bien no es una característica exclusiva del modelo de las tareas, es parte esencial del mismo. Los alumnos, en su condición de agentes de las tareas, han de ser capaces de reconocer en ellas los objetivos, procedimientos y componentes y de evaluar su correcto desarrollo. (Martín, 1999) El propósito de las metodologías comunicativas, y especialmente el de las tareas, consiste en reproducir en la clase las situaciones de uso natural, sin renunciar a las ventajas que ofrece el marco del aula. La aplicación técnica de esta aproximación a la enseñanza de segundas lenguas ha cristalizado en los currículos de procesos, los cuales sustituyen a los de contenidos. Tales currículos de procesos no son otra cosa que la reproducción en el aula de aquellas situaciones de uso natural en las que se encuentran los aprendientes de lenguas en contexto extraescolar, y que activarán los procesos de uso y simultáneamente, los de aprendizaje. Para Estaire y Zanón (1990) (citado por Juan, 1999) la tarea presenta las siguientes características: a) representativa de procesos de comunicación de la vida real, b) identificable como unidad de actividad en el aula, c) dirigida intencionadamente al aprendizaje de lenguas, 125 CAPÍTULO III d) diseñada con un objetivo, estructura y secuencia de trabajo, e) orientada a la consecución de un objetivo de manipulación de información/significados. Plantea además que ”… los autores de esta definición están pensando ya en el diseño de unidades didácticas para poder trabajar en el aula. En su planteamiento es indisociable el aprendizaje de lenguas extranjeras de una reflexión sobre cómo se produce la adquisición de conocimiento lingüístico, lo cual implicará un nuevo planteamiento del papel del alumno (más activo y autónomo, ya que es él el responsable de su aprendizaje) y el del profesor (como asesores que actúan e intervienen según las necesidades de los estudiantes)”. Roca, Valcarcel y Verdu (1990) utilizan el término subtarea que otros autores como Nunan, llaman actividades para referirse a los pasos previos que conducen a la realización de una tarea completa y plantean que “…al diseñar o seleccionar las distintas subtareas que lleven a completar una tarea, hay que tener en cuenta los siguientes aspectos: 1. La graduación: Igual que al diseñar un curso por tareas, hay que tener en cuenta como graduar esas tareas, atendiendo a razones de dificultad, motivación, frecuencia de uso, etc., cada una de ellas deberá seguir una serie de pasos (subtareas) cuya gradación afectará el orden en que se presentan las palabras, significados, estructuras, funciones del lenguaje, etc., y también a si están orientados hacia la adquisición o el uso de las destrezas, siguiendo la definición de Rivers y Temberley (1978) de actividades de práctica controlada, en las que se manipula con las formas gramaticales y fonológicas y actividades de transferencia, en las que los alumnos tienen que aplicar su dominio de esas formas lingüísticas para la comprensión y producción de lengua comunicativa. 126 CAPÍTULO III Otros factores que afectan la graduación son los inherentes a los/las alumnos/as, que incluyen todas las estrategias que ellos/as aportan a la comprensión y al uso de la lengua, además de las que añade Brindley (1987) como la confianza en sí mismos, la motivación, el ritmo de aprendizaje, la capacidad para la adquisición de destrezas, conocimiento cultural y lingüístico. 2. La secuenciación: Nunan (1985) citado por Roca, Valcarcel y Verdu (1990) propone tres fases para una posible secuenciación, en la que el alumno tiene que ir completando un conjunto de actividades cuyas demandas se incrementan progresivamente, que son: • Fase procesadora: que incluye subtareas en las que el/la alumno/a solo tiene que escuchar o leer un texto, sin tener que dar ningún tipo de respuesta, hasta subtareas en las que deba dar algún tipo de respuesta verbal de estímulo inicial. • Fase productiva: en la que el uso de la lengua está aún muy controlado. Las subtareas de este nivel consisten inicialmente en simple repetición de diálogos, textos, etc., hasta otras del tipo “drill significativo”, es decir, los alumnos deben entender lo que se les pregunta para que la respuesta tenga sentido. • Fase interactiva: que se puede considerar como la realización de la tarea, ya que comporta el uso de subtareas más complejas, como la simulación, resolución de problemas, discusiones, etc. Estos autores opinan que “… siguiendo este modelo, las unidades de trabajo podrían ir conformándose, buscando una continuidad por la que las destrezas que han adquirido en las fases A y B, se usan y expanden en la C. El procedimiento consiste en conseguir un encadenamiento de subtareas que conformen una secuencia en la que el completamiento de las actividades previas sea un requisito para acometer las siguientes. Así, las actividades se secuencian no sólo por la complejidad de los factores ya mencionados, sino también por la lógica de los temas y las diversas vías de aprendizaje”. 127 CAPÍTULO III 3. Las características: Se consideran aquellas características que posibiliten mayor cantidad de negociación tanto desde el punto de vista cualitativo como cuantitativo, y que conduzcan a una mayor modificación de la interlengua de los alumnos. Los principales componentes teóricoprácticos que deben tenerse en cuenta son: • Tareas unidireccionales frente a tareas multidireccionales: distribución de la información entre los participantes al comienzo de la tarea. • Convergencia: se refiere a las tareas (como toma de decisiones) en las que los participantes tienen que llegar a una decisión común. • Tiempo de planificación de la tarea: es significativo a la hora de modificar o desestabilizar la interlengua de los alumnos, lo que sugiere que hay que dejar tiempo de preparación para que aumente el ritmo de adquisición de la nueva lengua. • Tareas cerradas frente a tareas abiertas: Siguiendo a Long (1989) definen la tarea abierta como aquella en la que los participantes saben que no hay una solución predeterminada a la tarea sino una amplia gama de soluciones aceptables y cerradas a las que los participantes saben (…) que hay una solución única o un pequeño número de soluciones posibles, determinadas de antemano por el diseñador. Para poder llegar a cubrir una tarea final y desarrollar la competencia comunicativa es también imprescindible la ejercitación formal. Sin embargo, cuando se habla de práctica, son todavía frecuentes las referencias a actividades que el alumno resuelve de forma mecánica, sin atender a la significación de los diferentes recursos lingüísticos practicados y sin considerar los contextos de uso. 128 CAPÍTULO III Todo esto conlleva un cierto cambio en los papeles que profesores y alumnos desempeñan en el proceso de aprendizaje, que requieren del alumno: que sea activo, participativo, que tome la iniciativa, que tome decisiones y, del profesor, que organice, asesore, apoye, dirija la actividad. Ofrecen a cada alumno oportunidades de realizar un aprendizaje que enlaza con su nivel actual, desarrolla sus capacidades lingüísticas y comunicativas, se efectúa según el estilo personal y cuenta con el apoyo no solo de su profesor sino de sus compañeros. Además potencian la aplicación de la experiencia de aprendizaje en el aula a situaciones nuevas y semejantes fomentando la autonomía en el aprendizaje y estimulando el uso de estrategias de comunicación y de aprendizaje. 3.1.2.1 El enfoque por tareas en el proceso de enseñanza de la competencia comunicativa oral en lenguas extranjeras. El uso de las tareas comunicativas en el contexto de la enseñanzaaprendizaje de lenguas permite el uso de la lengua extranjera con fines lo más cercanos posible a la comunicación real, lo que estimula el aprendizaje del estudiante al comprender este que aprende con el propósito de resolver una situación problémica en un contexto comunicativo determinado. El Marco común europeo de referencia para las lenguas (2002) dice textualmente: "La comunicación y el aprendizaje suponen la realización de tareas que no son sólo de carácter lingüístico, aunque conlleven actividades de lengua y requieran de la competencia comunicativa del individuo; en la medida en que estas tareas no sean ni rutinarias ni automáticas, requieren del uso de estrategias en la comunicación y en el aprendizaje. Mientras la realización de estas tareas suponga llevar a cabo actividades de lengua, necesitan el desarrollo (mediante la comprensión, la expresión, la interacción o la mediación) de textos orales o escritos. (…) El enfoque general está claramente centrado en la acción". 129 CAPÍTULO III De alguna forma podemos decir que un estudiante con más conocimiento de la lengua pondrá en práctica esos conocimientos que se manifiestan en estructuras sintácticas más variadas o complejas, en un vocabulario más rico, en su fluidez, en sus estrategias para hacerse entender, etc. Por el contrario, un estudiante con menor conocimiento lingüístico que el descrito, también tendría que ser capaz de resolver la tarea a pesar de que sus herramientas lingüísticas no le permitan esa fluidez. Para lograr desarrollar la habilidad de expresión oral, las tareas deben estar organizadas en un sistema ya que como planteó Carlos Álvarez (1998) una tarea aislada no es capaz de desarrollar una habilidad, pero un sistema de ellas sí. Para el desarrollo de la expresión oral con la utilización del enfoque por tareas Benítez (2006) ofrece un sistema de tareas comunicativas que propone de la siguiente manera: Teniendo en cuanta que la expresión oral como habilidad comunicativa incluye la necesidad de que los sujetos desarrollen ambas funciones del lenguaje, la transaccional y la interaccional, propone como componentes del sistema a un subsistema de tareas comunicativas de expresión (SsTCE) y un subsistema de tareas comunicativas de interacción (SsTCI). El subsistema de tareas comunicativas de expresión incluye aquellas tareas que demanden de los estudiantes turnos largos de intervención y propician fundamentalmente la función transaccional del lenguaje. Aquí se incluyen tareas comunicativas que favorecen el uso de descripciones, expresión de sentimientos, explicación de procesos, instrucciones, etc. De acuerdo a los datos obtenidos a partir de algunas de las técnicas aplicadas durante el desarrollo de esta investigación como el muestreo de exámenes orales y las visitas a clases, se ha podido constatar que los estudiantes presentan las mayores dificultades al expresarse oralmente cuando está incluida la función 130 CAPÍTULO III transaccional del lenguaje, por esto proponemos un subsistema de tareas dedicadas a la puesta en práctica de la función transaccional del lenguaje. En el subsistema de tareas comunicativas de interacción, se incluyen aquellas tareas que favorecen el uso de la función interaccional del lenguaje, es decir, el lenguaje para mantener las relaciones sociales. Las tareas comunicativas de interacción aumentan la implicación del alumno en el propio proceso recomunicación, en esta categoría sobresalen las tareas que incluyen la solución de problemas, los juegos de roles y juegos lingüísticos. Este tipo de tareas prevé la realización de una serie de funciones comunicativas, donde las funciones para la socialización ocupan la primacía. Como se ha definido anteriormente, la estructura es el marco de interacción y organización entre los componentes del sistema. En la estructura del sistema, además de sus componentes (SsTCE y SsTCI), se incluyen los niveles en que se desarrolla el sistema: productivo y en algunas tareas comunicativas por su complejidad, el nivel creativo y la secuencia de desarrollo de las tareas que consta de tres fases: preparación, ejecución y control. En el caso de ambos tipos de tareas, la condiciones para su realización se pueden manipular con el fin de hacer que una tarea resulte más o menos compleja variando, por ejemplo, el tiempo permitido para la preparación y la ejecución de la tarea, la duración de la interacción o la expresión, el carácter predecible o impredecible, la cantidad y el tipo de apoyo proporcionado, etc. Según la autora para cumplir el objetivo propuesto de desarrollar en los estudiantes la habilidad de expresión oral, es necesario que exista una coordinación entre el SsTCE y el SsTCI, y entre las tareas que los componen y el nivel en que se aplican. Las tareas que componen ambos subsistemas deben estar interrelacionadas de modo armónico para que ambas funciones del lenguaje alcancen un desarrollo proporcional, logrando así que los sujetos puedan hacer uso de ellas de modo natural en el proceso de comunicación. No existe un marcador específico que determine hasta donde se debe hacer uso de las tareas de expresión y hasta donde las de interacción, pero el profesor 131 CAPÍTULO III teniendo en cuenta las necesidades de sus estudiantes y en dependencia también del contenido que imparte, debe darle en cada clase o sistema de ellas una cierta prioridad a un tipo de tareas comunicativas. Los componentes del sistema se subordinan unos a otros a partir de la determinación del objetivo de la clase en que están insertados. Si las funciones comunicativas que se emplean son aquellas tendientes a favorecer la expresión, como las funciones referenciales, por ejemplo, entonces se potenciaría el uso de las tareas del SsTCE y se subordinarían a este las tareas del SsTCI. La subordinación del sistema en su totalidad al sistema proceso docente educativo de la lengua, como vía de organizar y secuenciar el proceso, constituye otro marcador de las relaciones de subordinación. La jerarquía en el sistema de tareas comunicativas, está expresada a través de las dimensiones de las tareas comunicativas que integran a ambos subsistemas. Proponemos que las cuatro áreas recompetencia: estratégica, lingüística, sociolingüística y discursiva sean consideradas dimensiones de la tarea comunicativa. De acuerdo al predominio dentro de la tarea de una u otra dimensión, la propia tarea adquiere un carácter o un matiz eminentemente lingüístico, discursivo, sociolingüístico o estratégico, aunque podemos señalar la existencia de tareas que integran las cuatro dimensiones y a ambos subsistemas. Las tareas que integran ambos subsistemas pueden combinarse de diferentes formas, jerarquizándose de acuerdo a los objetivos que persiguen y a la dimensión que se explicite en ellas. Sin embargo, se considera a la dimensión estratégica como el "organismo de dirección ", al constituir esta el mecanismo de orientación, ejecución y control, durante el desarrollo de la actividad de expresión oral. 132 CAPÍTULO III La autora propone la jerarquización de las tareas comunicativas que integran cada uno de los subsistemas del sistema en un orden descendente. De modo que, las tareas comunicativas en las que predomina la dimensión estratégica, se ubicarían en el nivel más alto de la jerarquización, lo que indica que son capaces de contentar en sí mismas elementos de las dimensiones anteriores. Opina además que “…para seleccionar las tareas que deben integrar cada uno de los subsistemas del sistema de tareas comunicativas, es preciso tener en cuenta una serie de elementos considera clave, Estos elementos son: • Las tareas deben propiciar la interacción de los estudiantes, ya que solo implicándose en la comunicación como actividad mediatizadora entre los sujetos y entre estos y el medio que los rodea es que es posible aprender a comunicarse. El aprendizaje de una lengua extranjera, como cualquier otro aprendizaje, constituye una actividad social, en la que se precisa la interacción de los sujetos. • Prevén la realización de una serie de funciones comunicativas, que constituyen su contenido. Estas funciones deben ser determinadas por el contexto para lograr una expresión oral eficiente, por lo que las tareas deben propiciar la creación de contextos que permitan, a partir de la determinación de sus parámetros, una adecuada relación forma-funcióncontexto. • Aunque tributen al desarrollo de la habilidad de expresión oral, las tareas deben tratar de integrar a las cuatro habilidades que componen la actividad verbal. • Al considerar a la competencia comunicativa como el objetivo final de la enseñanza de lenguas, para propiciar su desarrollo en la habilidad de expresión oral, las tareas deben incorporar como dimensiones a las cuatro áreas que conforman la competencia comunicativa: estratégica, sociolingüística, discursiva y lingüística. • Deben diseñarse de modo que potencien el tránsito por las cuatro etapas que componen la actividad verbal: actividad consciente, control 133 CAPÍTULO III consciente, actividad automatizada y dominio de la expresión espontánea. • Parten de la consideración de la primacía del lenguaje oral y para escoger su contenido es preciso tener en cuenta los principios de comunicabilidad y funcionalidad y durante su realización es preciso considerar los cinco principios básicos de la enseñanza comunicativa de lenguas. • Constituyen un tipo de actividad en tanto están generadas por un motivo que parte de una necesidad real de comunicación. • La tarea comunicativa como célula básica del proceso docente educativo de lenguas mantiene todos los componentes de este y continúa teniendo al objetivo como elemento rector. 3.1. Metodología de enseñanza de la pronunciación en lenguas extranjeras como parte de la competencia comunicativa oral. Las diferentes metodologías para la enseñanza de la pronunciación de una lengua extranjera (en adelante, L2) que se han desarrollado hasta ahora, han estado enmarcadas en dos concepciones fundamentales: el enfoque intuitivo-imitativo y el lingüístico-analítico (Celsa-Murcia et al. 1996). El primero, como su nombre lo sugiere, se apoya en la habilidad de escuchar e imitar los ritmos y sonidos de la L2 sin la intervención de instrucción explícita. Dentro de este enfoque, las cintas grabadas con voces nativas han sido uno de los recursos de instrucción característicos. El segundo (el lingüístico-analítico), en cambio, recurre al uso de herramientas como el alfabeto fonético, descripciones articulatorias, afiches con el aparato fonador, información explícita sobre el contraste entre la L1 y la L2, así como a la imitación y a la producción. Fue desarrollado con la intención de complementar, no sustituir, al enfoque intuitivo-imitativo, pero los ejercicios de imitación pasaron a realizarse en las etapas de práctica del material, luego de su presentación a través de los recursos mencionados. 134 CAPÍTULO III En el método de traducción gramatical, la enseñanza de la pronunciación es prácticamente inexistente, pues la comunicación oral no es el objetivo primordial. El medio de instrucción de la gramática es la lengua nativa del estudiante. En los enfoques “naturalistas” podemos incluir el Método Directo y sus recientes “sucesores”: Total Physical Response, y el Método Natural (Krashen y Terrel 1983). El Método Directo, clásico representante del enfoque intuitivo-imitativo, que se popularizó a comienzos de este siglo, basa la enseñanza de la pronunciación en la imitación y en la repetición de modelos (profesor o grabaciones) Los estudiantes deben esforzarse por aproximarse cada vez más al modelo, para lo cual la repetición extensiva e intensiva es la clave. El Total Physical Response (Respuesta Física Total), propuesto por Asher (1977), al igual que el Método Natural (de Krashen y Terrel 1983), se apoya en el principio de que antes de que el estudiante comience a producir (oralmente), debe limitarse exclusivamente a escuchar durante un período considerable pues, sostienen sus promotores, al no verse presionado a hablar, él puede concentrar sus esfuerzos hacia la internalización del sistema fonológico de la L2. De este modo, supuestamente, cuando comience a hablar, su pronunciación sería excelente, sin necesidad de haber recibido instrucción explícita. El Método audiolingual, surgido a mediados de este siglo en Estados Unidos a partir de la creación del Movimiento Reformista (según algunos investigadores del área, Howatt (1984), entre otros, concede gran importancia a la pronunciación, la cual se enseña explícitamente desde el comienzo. Al igual que en el Método Directo, el profesor (o la grabación) modela un sonido, una palabra o frase y los estudiantes repiten tratando de imitarlo. Sin embargo, a diferencia de aquél (el Directo), el profesor hace uso de información fonética, como el AFI (Alfabeto Fonético Internacional), o afiches demostrativos de la articulación de los sonidos. El típico ejercicio utilizado es el “minimal pair drill” (ejercicio de pares mínimos), reflejo de la noción de contraste de la lingüística estructural. Se comienza por presentar estos pares mínimos para que el 135 CAPÍTULO III estudiante los escuche. Luego se hacen ejercicios de discriminación auditiva: el estudiante escucha dos palabras y debe decidir si son idénticas o pares mínimos y se le da una lista escrita con estos pares mínimos para que él indique cuál sonido se ha utilizado. Posteriormente, se procede a la ejercitación oral: los estudiantes repiten las palabras de una lista que contiene uno de los sonidos en cuestión, y luego las practica con las palabras con las que forman pares mínimos. “The Silent Way” (el método silencioso) de Gattegno (1972, 1976) (según Gonzáles, 2003), al igual que el audiolingual, se caracterizó por la atención prestada a la correcta producción tanto de los sonidos como de las estructuras de L2 desde las primeras etapas de instrucción. Desde el primer día de clases, se hace énfasis en los sonidos individuales y dentro de palabras y frases, así como en aspectos suprasegmentales tales como el acento y la entonación. A diferencia del método audiolingual, el “Silent Method” no recurre a la instrucción explícita, ni al uso del AFI, sino que el profesor “silenciosamente” indica (con gestos) las propiedades del sistema fonológico de la L2. Por ejemplo, con el apuntador da golpecitos para mostrar los patrones rítmicos y usa los dedos de la mano para indicar el número de sílabas de una palabra, así como los elementos que reciben acentuación. También muestra la correcta articulación de los sonidos, señalando sus propios labios, dientes, etc. Entre las herramientas típicas utilizadas se destacan: los afiches con los sonidos tanto vocálicos como consonánticos, en diferentes colores, afiches de palabras y varas de colores. Estas últimas, usadas en la enseñanza de diferentes aspectos de la lengua, cuando son empleadas para mostrar la pronunciación, están destinadas, por ejemplo, a demostrar visualmente patrones acentuales y entonacionales. Este método, aunque a nuestro juicio no concede mucho espacio para la espontaneidad, por estar extremadamente focalizado en la forma, parece lograr efectos positivos en cuanto a la pronunciación, principalmente gracias a la correspondencia que se establece 136 CAPÍTULO III entre el sonido y el color, la cual, según Stevick, (1980) le da al aprendiz un “inner resource to be used”. En el “Community Language Learning” (aprendizaje comunitario de lenguas), desarrollado por Curran (1976), a la luz de la teoría psicológica humanista de Rogers (1951), subyace un enfoque basado en el estudiante; es él y no el profesor quien “decide” qué quiere o necesita aprender. La pronunciación es enseñada, aunque no explícitamente, ya que, como primer paso, el profesor-consejero, de pie y con su mano sobre el hombro del estudiante, le pide a éste que le diga alguna frase de su lengua materna que él desee aprender en la segunda lengua; el profesor, entonces, dice la frase con la pronunciación más natural posible; luego la vuelve a pronunciar, pero fragmentada, para facilitar la repetición; el estudiante repite y, una vez pronunciada toda la frase con fluidez, ésta es grabada en una cinta. En la siguiente fase de la clase, el estudiante escucha su grabación y el profesor le pregunta si desea practicar de nuevo la pronunciación de alguna de las frases aprendidas ese día. Si el estudiante manifiesta su deseo de hacerlo, el profesor nuevamente se pone de pie detrás del estudiante y actúa como una computadora-humana, que puede “encenderse” o “apagarse” según lo requiera el estudiante, quien le puede solicitar la pronunciación de la(s) frase(s) que desee, de manera que él pueda repetirla hasta que él mismo se sienta satisfecho con su pronunciación. En este sentido, este método, al igual que el Método Directo, obedece a un enfoque eminentemente intuitivo-imitativo, pero a diferencia de éste, el aprendizaje, incluyendo obviamente el de la pronunciación, está completamente dirigido y controlado por el aprendiz. Si bien consideramos que este enfoque “democrático”, centrado en la satisfacción de los intereses del aprendiz, representa un paso hacia adelante con respecto a los métodos arriba mencionados, en cuanto a que el estudiante siente que la responsabilidad de su aprendizaje descansa sobre sus propios hombros, además de permitirle que aprenda a su propio ritmo (él decide cuántas veces va a repetir una frase a fin de lograr una pronunciación aceptable), adolece de 137 CAPÍTULO III ciertas fallas importantes. Una de ellas, que consideramos esencial, es que en un contexto formal de aprendizaje (universidad, escuela, etc.) no es muy factible que el profesor pueda seguir este proceso con cada uno de los estudiantes de la clase, por varios factores, entre ellos, límite del tiempo, dispersión de la atención de los estudiantes, etc. Asimismo, ¿hasta qué punto puede el estudiante decidir si su pronunciación es aceptable o no?; recordemos que nuestro filtro fonemático contribuye a la percepción distorsionada de la pronunciación de la lengua materna, tendemos a “filtrar” los sonidos de la segunda lengua a través del sistema fonológico de la primera. Se conoce que la gran mayoría de las técnicas empleadas durante años en la enseñanza de la pronunciación ha estado enfatizando en la adquisición de los sonidos a nivel de la palabra o en ambientes oracionales poco controlados. Muchas de estas técnicas fueron rechazadas con la aparición del Enfoque Comunicativo, por cuanto sus seguidores coinciden en que la enseñanza de la pronunciación, especialmente en los cursos cortos, debe centrarse en los elementos suprasegmentales de la lengua (ritmo, acento y entonación), ya que según ellos esta es la forma más óptima de hacerlo. A lo largo de la historia de la metodología para la enseñanza de lenguas extranjeras ha aparecido una tensión constante entre la práctica centrada en la forma de la lengua y la centrada en el uso del nuevo sistema. Por ejemplo, la aparición del Enfoque comunicativo supuso un cambio radical respecto al audiolingualismo en muchos aspectos. En los inicios del Enfoque comunicativo, como reacción a la práctica repetitiva y a las frases descontextualizadas, se adoptó el principio de que únicamente se debían realizar actividades comunicativas, es decir, sólo eran válidas las actividades en que el aprendiente participara en intercambios de información o de actitudes. Este cambio también se dio en la enseñanza de la pronunciación. De los ejercicios repetitivos y descontextualizados del audiolingualismo para practicar fonemas, se pasó a propuestas para que la enseñanza de la pronunciación 138 CAPÍTULO III quedara integrada en el significado y se usara para comunicar información o transmitir actitudes. La pronunciación ha transitado además por la metodología comunicativa donde ha tenido dos momentos con el enfoque comunicativo: primero, desde la década del 60 hasta la del 80, en que se abandonó el estudio de la pronunciación y se limitó la enseñanza de aspectos lingüísticos y culturales al alumno de la lengua extranjera. Segundo, a partir de los años 80, momento en el que resurgen las investigaciones y propuestas sobre la pronunciación como componente de la comunicación en la lengua extranjera. En realidad hoy en día no existe un consenso acerca de la forma de enseñar pronunciación dentro de los cursos comunicativos. Sin embargo, está planteado que este proceso se está moviendo desde el debate entre lo segmental y lo suprasegmental hacia una perspectiva más equilibrada. Esta perspectiva reconoce que tanto la incapacidad para distinguir sonidos (elementos segmentales) que tienen una gran carga funcional así como la incapacidad para distinguir rasgos suprasegmentales (como la entonación y el acento) tienen un impacto negativo en la comunicación oral y en su enseñanza. En el contexto de esta incertidumbre sobre qué metodología seguir para enseñar pronunciación en los cursos comunicativos hoy día, Celce Murcià nos deja entrever que a través de un conocimiento completo del sistema de sonidos de la lengua extranjera y de la utilización de una variedad de técnicas pedagógicas, si es posible orientadas de una manera comunicativa, los profesores pueden resolver las necesidades de pronunciación de sus estudiantes. Existen dos principios fundamentales en la estrategia general de la enseñanza de la pronunciación: 1. La pronunciación debe integrarse con otras habilidades (audición con comprensión, lectura y escritura), con elementos extralingûìsticos 139 CAPÍTULO III (gestos, expresiones faciales), y con otros aspectos de la lengua (gramática, léxico, estilo, función y discurso.) 2. La pronunciación tiene que aislarse para la práctica de aspectos y problemas específicos (como la articulación consonantes particulares, o determinadas vocales.) El uso de las técnicas para el entrenamiento fonético con énfasis en la pronunciación varía de un autor a otro; y depende de la selección cuidadosa del profesor, así como de su creatividad al elaborar ejercicios acorde a las necesidades reales de sus estudiantes. Entre las técnicas que tradicionalmente se han empleado, y que todavía se usan con estos fines, de acuerdo con la bibliografía consultada, se encuentran: la audición e imitación, con mímica, rimas, canciones, trabalenguas, juegos didácticos de pronunciación, descripción articulatoria de sonidos para el entrenamiento fonético o método articulatorio, el alfabeto fonético (incluye transcripciones), ejercicios con pares mínimos u oposiciones fonológicas, pares mínimos contextualizados, lectura oral en voz alta, memorización de poemas, práctica de cambios vocálicos y de acento relacionados a la afijación, grabación de la voz de los estudiantes, susurro de mensajes, proverbios y rima diálogos. 140 CAPÍTULO III 3.3 Conclusiones del capítulo. Varios han sido los métodos que se han empleado para la enseñanza de las lenguas a lo largo del desarrollo social, los que han tenido su base en diferentes escuelas lingüísticas que han surgido, que han propiciado su enseñanza en diferentes partes del mundo y que ha sido beneficiada por la introducción de métodos que se han empleado para la enseñanza de la misma, desde el método gramática-traducción hasta el enfoque comunicativo, llegando hasta su máxima expresión en el enfoque por tareas. Y es precisamente esta una de las temáticas que sigue en el centro de atención de los círculos de profesores de lenguas extranjeras en el mundo por su importancia para el logro de la competencia comunicativa con el fin de lograr un proceso efectivo de comunicación dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje de dichas lenguas. 141 CAPÍTULO IV CAPÍTULO IV. LA COMPETENCIA COMUNICATIVA ORAL EN EL PROCESO DE ENSEÑANZA-APRENDIZAJE DE LENGUAS EXTRANJERAS. 4.1- La competencia comunicativa oral en el proceso de enseñanzaaprendizaje de lenguas extranjeras. Uno de los tesoros más preciados que dejó la vida del hombre en sociedad fue el surgimiento del lenguaje. El mismo con su artífice, ha desempeñado un importantísimo papel en todo el quehacer humano en la formación del hombre y de su pensamiento. A través del lenguaje el hombre hace posible la expresión de significados por medio de las palabras que tienen un contenido semántico, adquirido mediante la experiencia histórica social de la actividad, la cual se expresa y comunica mediante el lenguaje. Por medio de este también proyecta a los demás su mundo afectivo y las palabras pueden asumir diferentes significados atendiendo a la entonación, las pausas, el volumen de la voz, entre otros aspectos. Si el individuo no es capaz de expresarse con claridad y corrección, no será capaz de comunicarse con sus semejantes, por tanto se perdería la función esencial del lenguaje. La actividad cognoscitiva del individuo, su pensamiento en conceptos, solo es posible con el concurso del lenguaje. De ahí la gran significación que tiene el desarrollo y uso correcto de este. Refiriéndose a este aspecto se expresa en Metodología de la enseñanza de la lengua (1978), por uno de sus autores, Angelina Roméu Escobar: "Partiendo del importante papel que desempeña la lengua en la sociedad, consideramos que ella debe cumplir algunas tareas muy importantes, a saber: _ Hacer posible la comunicación de las personas y el intercambio de experiencias obtenidas en el desarrollo de la actividad cotidiana. 142 CAPÍTULO IV _ Servir de medio a través del cual se lleva a cabo el proceso de formación de las nuevas generaciones, ya que es mediante el lenguaje que los individuos adquieren los conocimientos necesarios para el desarrollo de la actividad productiva, científica, técnica, artística, política e ideológica. _ Conservar la herencia cultural legada por la humanidad y transmitir nuestras experiencias a las generaciones futuras. _ Servir de medio de expresión de nuestros sentimientos, estados de ánimo y permitirnos entrar en conocimiento del mundo interior de las personas que nos rodean." La comunicación es una necesidad del ser humano que se manifiesta desde su nacimiento; en su satisfacción está asociada la sobre vivencia, los recursos iniciales que expresan esa necesidad son muy variados. La utilización del lenguaje como proceso de comunicación, constituye generalmente un indicador para valorar el nivel de adaptación social de una persona. El contenido de comunicación se concreta a través de mensajes que da forma a una idea o pensamiento que el comunicador trasmite al receptor, la manera en que se estructura el mensaje está condicionada por numerosos propósitos que pueden estar presentes para comunicarse. Las relaciones estables de comunicación configuran formaciones subjetivas de la personalidad, donde se integran los diferentes sentidos psicológicos en la que su organización necesaria, define el valor de esta relación para la personalidad. Estas configuraciones subjetivas forman una parte esencial de la historia del proceso de la comunicación, pues representa su memoria histórica y son precisamente estas configuraciones de la personalidad las que definen el carácter subjetivo de la comunicación humana, ella tiene un papel fundamental en la atmósfera psicológica de todo grupo humano lo cual lleva a que los hombres enfrenten situaciones de comunicación como un todo único abordadas desde diferentes ángulos, ya que la misma comprende elementos de distinta naturaleza; así, los elementos de carácter informativo, perceptivo e 143 CAPÍTULO IV interactivo se conocen como los componentes estructurales del proceso de comunicación interpersonal. En las últimas décadas, en algunos países de habla hispana se está produciendo una amplia revisión de las concepciones sobre la naturaleza del lenguaje y la comunicación y los problemas implicados en su enseñanza y aprendizaje. Se pone énfasis en el uso de las lenguas, en la función comunicativa del lenguaje y en el papel de los factores sociales en su desarrollo. Toda educación verdadera comprometida con la formación global del educando precisa crear condiciones para el desenvolvimiento de capacidades de comunicación; ésta, independientemente de su modalidad, oral o escrita, constituye una herramienta indispensable para la construcción y adquisición de los conocimientos y a su vez está subordinada a las condiciones cognitivas de los educandos; el profesorado, por tanto tiene que orientar y dirigir el proceso de enseñanza y aprendizaje que es eminentemente comunicativo partiendo primeramente de las necesidades subjetivas del individuo. Existen diversas modalidades comunicativas usadas por la especie humana, tales como el lenguaje oral, escrito, de signos, gesticular, etc. Sin embargo, si las comparamos, aunque todas se utilizan para la transmisión de información útil entre dos o más personas, el proceso de comunicación se realiza de manera más eficaz, más rápida, cuando usamos el lenguaje oral y de ahí su primacía frente al resto de las modalidades. Esto puede explicarse teniendo en cuenta que se emplea el sonido para transmitir la información y la velocidad de generación y percepción del mensaje es mucho mayor en el habla que en el resto de las formas de comunicación. Incluso podríamos añadir que la comunicación producida cuando usamos el lenguaje escrito, de señas, o de gestos, dado a que se utiliza la imagen e Interviene el sentido de la vista, no podría producirse en la oscuridad plena, ni sin mirar al emisor o al texto generado. Lógicamente, estas exigencias han provocado el más amplio uso del lenguaje oral dada la mayor eficacia de la transmisión de la información. 144 CAPÍTULO IV Según Martínez Celdrán (1996) “El lenguaje humano es un fenómeno social y que la escritura así como todos los sistemas gestuales son sustitutos del habla.” Según Cassany, Lun y Sanz (1994) “La lengua hablada conversacionalmente es espontánea, requiere de una planificación productiva muy especial (se va planificando sobre la marcha), se cambian constantemente de tópicos y comentos según lo vaya exigiendo el flujo de la conversación, se transforma la intencionalidad y propósitos comunicativos adaptándolas a la reacción del interlocutor, a lo que se denomina retroalimentación “. La sociedad de hoy exige una eficiente capacidad comunicativa. Las posibilidades de trabajo, estudio, relaciones sociales y superación dependen, en buena parte, de nuestra capacidad para interactuar con los demás, teniendo como herramienta fundamental la expresión oral. Es necesario entonces que la escuela contribuya a fortalecerla, especialmente en los siguientes aspectos: 9 Articulación correcta, de modo que la pronunciación de los sonidos sea clara 9 Entonación adecuada a la naturaleza del discurso 9 Expresión con voz audible para todos los oyentes 9 Fluidez en la presentación de las ideas 9 Adecuado uso de los gestos y la mímica 9 Participación pertinente y oportuna 9 Capacidad de persuasión 9 Expresión clara de las ideas La expresión oral es un proceso complejo en la que se necesitan realizar acciones tanto mentales como físicas simultáneamente, según. Finocchiaro (1989) el hablante debe realizar las siguientes acciones: a) Debe pensar en las ideas que desea expresar, tanto para iniciar una conversación como para responder a un emisor. 145 CAPÍTULO IV b) Debe mover la lengua, los labios, las quijadas para articular los sonidos apropiados. c) Debe estar consciente de las expresiones funcionales apropiadas tanto gramaticales, lexicales o culturales necesarios para expresar su idea. d) Debe estar al tanto y ser sensible al cambio en cuanto al registro o estilo que necesite la persona con la que está hablando, y de la situación en que la conversación ocurra. e) Debe cambiar la dirección de sus pensamientos en correspondencia con las respuestas del receptor. Algunas características de la lengua oral provienen del contexto en que se produce y que condicionan fuertemente tanto la comprensión como la expresión de la misma. En la opinión de Lineros (2006) estás características son: 1. El canal que se utiliza es el canal auditivo. Audición y fonación son dos de las operaciones complementarias de los procesos de comprensión y expresión oral. 2. La emisión y recepción del signo es sucesiva. Se requiere de tiempo para la emisión y recepción total del mensaje y se ha de interpretar literalmente en el mismo momento de su producción. 3. La comunicación es espontánea. El emisor va codificando el mensaje a la vez que lo emite, lo que da lugar a repeticiones, correcciones, titubeos, etc. El oyente ha de interpretar y entender el mensaje en el momento de la emisión tal y como se emite lo que obliga con frecuencia a suplir y suponer informaciones que no quedan explícitas. 4. Es una comunicación inmediata en el tiempo y el espacio constituyendo el medio más rápido de comunicación. 146 CAPÍTULO IV 5. Es una comunicación efímera. Los sonidos son perceptibles y audibles solamente durante el tiempo que permanecen en el espacio. 6. Uso de códigos paralinguísticos. Entren a formar parte de la comunicación oral rasgos conceptuales tales como la intensidad de la voz, la respiración, las pausas del habla, el tiempo del habla y otros elementos con funciones psíquico-expresivas. 7. Interacción. Ciertamente es una de las características más importantes de la comunicación oral. Hasta tal punto es considerada importante la interacción entre los estudiosos del tema que ha llevado a algunos, como es el caso de Dijk (1978 y 1983), ha considerarla como el rasgo estructural definitorio de la conversación cuya macro estructura vendría dada por la alternancia de turnos, y otros como Grace (1975), que formula su principio de cooperación apoyándose en las relaciones interaccionarles efectuadas por los interlocutores en la conversación. 8. El contexto extralingüísticos cobra un papel importante. La enunciación oral está fuertemente contextualizada y mediada por elementos no lingüísticos: los gestos, la mímica, etc. Teniendo en cuenta estás características no podemos distanciar dentro de la lengua oral la expresión de la comprensión de los mensajes (codificación y decodificación). Según Cassany, Luna y Sanz (1994) el receptor utiliza una serie de estrategias para demostrar su comprensión: Manifestar comprensión del discurso. Animar al emisor a seguir hablando. Anticipar el discurso. Acompañar el discurso con un buen comportamiento no verbal. 147 CAPÍTULO IV Muchos autores se han propuesto crear un modelo del proceso de comprensión oral (como Rivers y Temperley (1978), Rixon (1981), McDowell (1984) pero con pocas diferencias entre sí, siendo esencialmente la base del modelo el siguiente esquema dado por Lineros (2006): Texto que se pronuncia. Contexto Propósitos Temas Situación de comunicación Proceso de comprensión Reconocer Seleccionar Anticipar Memoria a corto y largo plazo Interpretar Inferir Retener 148 CAPÍTULO IV El proceso antes de que se inicie propiamente el discurso, porque se utilizan un conjunto de estrategias de precomprensión que le ayuda al receptor a ubicarse en el contexto de la comunicación; tenemos información almacenada en la memoria de largo plazo que actualizamos antes y durante el proceso de comprensión. En el momento en que se establece la comunicación el receptor utiliza estas microhabilidades como estrategias para la comprensión oral: • Reconocer: identificamos como propios y conocidos una serie de elementos de la secuencia acústica (sonidos, palabras y expresiones). Podemos discriminar los sonidos articulados pronunciados por el hablante del resto del resto de sonido que captamos del contexto. También somos capaces de segmentar el discurso en las unidades significativas que lo componen. • Seleccionar: entre todos los elementos reconocidos escogemos los que nos parecen relevantes según nuestros conocimientos gramaticales y nuestros intereses, y los agrupamos en unidades coherentes y significativas. • Interpretar: Según nuestros conocimientos de la lengua y del mundo en general, atribuimos un sentido a la forma que hemos seleccionado anteriormente. • Anticipar: durante el discurso también anticipamos lo que el emisor pueda ir diciendo de la misma forma que ocurre en la precomprensión. • Inferir: mientras escuchamos la cadena acústica y la procesamos también obtenemos información de otros puntos no verbales: el contexto situacional y el hablante. Observamos los códigos no verbales que lo acompañan y su actitud, todos estos datos nos ayudan a comprender el significado global del discurso. • Retener: determinados elementos del discurso que el receptor considera importantes se guardan por minutos en la memoria a corto plazo para poderlos utilizar al interpretar otros fragmentos del discurso. 149 CAPÍTULO IV Con el discurso acabado, los datos más generales y relevantes quedan almacenados en la memoria a largo plazo, que los puede retener durante un periodo de tiempo importante. La memoria es importantísima en el proceso psicolingüístico que estamos describiendo. Van Dijk (1983) distingue entre la memoria a corto plazo, que opera cuando la información sólo ha de quedar almacenada breves momentos (datos fonológicos, morfológicos y sintácticos) para relacionarla con la propia oración y, a veces, con la anterior o posterior; y la memoria a largo plazo, llamada semántica o conceptual, que permite establecer relaciones de cohesión y coherencia y comprender el significado global de un texto. Para él hay otro tipo de memoria muy importante, la episódica, que almacena datos sobre las circunstancias en que se nos transmitió determinada información, permitiéndonos así recordarla mejor y establecer relaciones situacionales. Para poner en práctica estas etapas de la comprensión oral son necesarios e ineludibles conocimientos más o menos globales de la gramática y el léxico de la lengua que nos permita reconocer, segmentar e interpretar los enunciados lingüísticos. Debemos señalar que estas microhabilidades de la comprensión oral no trabajan en un orden determinado, ni es una consecuencia o sucesión de la otra, sino que interactúan entre sí a un mismo tiempo en los diversos niveles de la lengua. Por un lado, anticipamos e inferimos información semántica y, al mismo tiempo, discriminamos los sonidos pronunciados y les asignamos un significado; ambos procesos interactúan y constituyen progresivamente la comprensión oral. Evidentemente, los distintos usos que se pueden hacer de la lengua oral están estrechamente relacionados con la situación comunicativa en que se encuentra el hablante, así mismo la codificación y decodificación del mensaje se verá influenciada por el momento y el lugar en se desarrolle la comunicación. 150 CAPÍTULO IV Badia (1988) distingue tres tipos de situaciones comunicativas orales según el número de participantes: singulares, duales y plurales. En las comunicaciones singulares un posibilidad inmediata de responder receptor o más no tienen la y, por lo tanto, de ejercer el papel de emisor. En las duales dos interlocutores pueden adoptar alternativamente los papeles de emisor y receptor y en las plurales tres o más interlocutores pueden adoptar alternativamente los papeles de emisor y receptor. Cada tipo de comunicación tiene características específicas y requiere habilidades distintas por parte del emisor. Otros autores como Lineros (2006) las clasifican en autogestionadas y plurigestionadas; para ella las primeras requieren la capacidad de preparación y autorregulación del discurso, mientras que las segundas ponen énfasis en la interacción y la colaboración comunicativa. “La autogestión es el arte de la oratoria, de hablar en público, de convencer o simplemente informar. En cambio la plurigestión es el arte de la conversación, del intercambio y de la colaboración entre interlocutores.” Al igual que para la comprensión oral se han creado modelos para la expresión oral, así es el caso de Bygate (1987) que propone el siguiente, donde distingue conocimiento y habilidades, los primeros como informaciones que conocemos que tenemos memorizadas, el dominio del sistema de la lengua y los aspectos relacionados con e entorno cultural y las habilidades los comportamientos que tenemos en el acto de expresión. Conocimientos Habilidades Planificar Planificar el mensaje • Conocimiento de rutina • Planes de información • Información • Planes de interacción • Interacción • Habilidades de conducción: 151 CAPÍTULO IV • Conocimiento del discurso que - Conducir el tema se a construyendo - Turnos de palabras Habilidades Seleccionar de negociación de significados • Léxico • Frases • Grado de explicitación • Recursos gramaticales • Evaluación de la comprensión Habilidades de producción Producir • Mecanismo de producción • Facilitación • Reglas gramaticales • Compensación • Reglas de pronunciación • Habilidades de corrección Para el autor “Las comunicaciones humanas se estructuran y se fijan a partir de la repetición y de la experiencia que amos adquiriendo de los interlocutores. Rutinas es el nombre que se le da a estos saberes comunicativos, en los que habitualmente se distingue entre la información y la interacción. Las rutinas son absolutamente culturales y varían entre las comunidades lingüísticas porque también varían las formas de relación entre las personas. El conocimiento de las rutinas nos permite ejercitar la primera habilidad comunicativa que es la planificación del discurso. A partir de la experiencia que tenemos de situaciones parecidas a la que se a producir, podemos prever lo que pasará y decidir cómo nos comportaremos, sobre qué temas hablaremos (información) y de qué manera lo haremos.” Para ejecutar el modelo, desde el momento que comience la comunicación se utilizarán las microhabilidades específicas de conducción de la interacción. Por un lado hay que saber colaborar en la selección y el desarrollo de los temas; por otro, es necesario saber dominar los turnos de palabras, es decir, saber cuándo se puede hablar, durante cuánto tiempo y cuándo se debe ceder la palabra. Del buen o mal uso que hagamos de estas habilidades depende nuestra participación en el discurso. Luego se realiza la negociación del significado, en este caso se pueden utilizar la selección del nivel de explicación 152 CAPÍTULO IV y la evaluación o confirmación de la comprensión. Por último la producción real del discurso, es decir, la pronunciación de frases y palabras que vinculan los significados. Los intercambios verbales son rápidos e instantáneos y, a menudo, es necesario relacionarnos pocos segundos, siendo muy útiles la improvisación y la agilidad. Para adaptarse a estas dificultades los interlocutores utilizan la facilitación de la producción y comprensión de las dificultades. Finalmente en este modelo se incorporan la corrección gramatical, a partir de la utilización adecuada de las normas gramaticales y de pronunciación. Todo este conjunto de habilidades actúan en arios nieles del intercambio verbal y se interrelacionan las unas con las otras durante todo el tiempo que dura la comunicación. No podemos entender la expresión oral como un proceso lineal donde las habilidades se usan unas tras otras, sino como un acto global en el que cada componente depende de los demás. La enseñanza de la lengua oral, que requiere unas destrezas diferentes a la lengua escrita, debe ocupar un lugar destacado en la didáctica de la lengua española, ya que es el medio de comunicación fundamental y el primer foco de detección de dificultades expresivas en el alumno. Necesitamos estudiantes que sepan expresarse con fluidez y claridad, con óptima pronunciación y entonación, que empleen con pertinencia y naturalidad los recursos no verbales (mímica, gestos, movimientos del cuerpo), que se hagan escuchar pero que también escuchen a los demás. Es necesario entonces que reivindiquemos la enseñanza de la comunicación oral , en situaciones formales e informales, por eso es que se propone desarrollar capacidades para la conversación, el diálogo, el debate el relato, la presentación de informes orales, entre otras formas de la comunicación oral, estos eventos serán útiles para que los estudiantes posean herramientas que les posibiliten interactuar con los demás en los estudios superiores, en el mundo del trabajo en la vida ciudadana. El docente debe propugnar el empleo de la conversación en clase, destacando su valor social y aprovechando su utilidad educativa. En la conversación, la interacción que se produce permite modificar, superar o 153 CAPÍTULO IV readaptar los enfoques personales no sólo por lo que el otro dice, sino por las aportaciones nuevas que debemos hacer al argumentar y exponer nuestras razones. El profesor debe moderar, pero dando el protagonismo a los alumnos y propiciando que sean ellos quienes tomen la iniciativa, respetando los tumos y aprendiendo a escuchar a los demás. Todo esto requiere una organización mental, fluidez expresiva y madurez emotivo-afectiva. Estas prácticas conversacionales permiten al profesor trabajar simultáneamente, entre otros, los aspectos fónicos, morfo-sintácticos y semánticos. También son de gran utilidad para la educación en valores. En definitiva, la práctica de la expresión y comprensión oral es fundamental en la enseñanza si queremos atajar el problema del empobrecimiento lingüístico de los jóvenes. En las clases hay que ejercitar la comunicación oral en todas sus modalidades, desde las más informales y espontáneas a las de mayor grado de elaboración, tratando de ofrecer al alumno los recursos estratégicos que le permitan perfeccionar su lengua oral. Como la mejor manera de desarrollar la expresión oral es participando en situaciones comunicativas reales, las clases dejan de ser, entonces, una aburrida presentación de conceptos y teorías para ceder su lugar a actividades dinámicas y motivadoras, como juegos de roles, dramatizaciones, debates, talleres de expresión oral, diálogos, conversaciones, declamaciones, etc., que permiten, además, el desarrollo la creatividad y el juicio crítico para la toma de decisiones y la solución de problemas. Los conocimientos adquieren sentido en la medida que contribuyen a fortalecer el desarrollo de las capacidades, por eso es que las reflexiones teóricas (conceptos relacionados con la coherencia, la cohesión, adecuación, aspectos gramaticales imprescindibles, etc.) surgirán como producto de la práctica comunicativa, y no como una presentación aislada y descontextualizada. 154 CAPÍTULO IV El desarrollo de la competencia comunicativa oral requiere constante práctica, por eso es que las actividades que la estimulen deben ser frecuentes y variadas, fijando el propósito en forma clara para que el estudiante sepa qué es lo que se espera de él. Según Quispe (2004) el aprendizaje de la expresión oral se puede realizar mediante estrategias como las siguientes: a. Actividades de micro aprendizaje Son aquellas que tienen una corta duración, entre cinco o diez minutos, y que se insertan en las sesiones de aprendizaje destinadas a otros propósitos. El objetivo de esta estrategia es dirigir la atención a capacidades específicas de la expresión oral, de tal manera que se vaya reforzando progresivamente cada una de ellas. Esto requiere que el alumno sepa con claridad lo que va a realizar (identificar partes importantes, identificar el propósito del emisor, inferir datos, controlar la voz, seleccionar el turno de participación, etc.). Es preferible desarrollar estas actividades cortas antes que las aburridas tareas de llenar fichas de comprensión, con la única finalidad de detectar errores. Lo que debe importar, en todo caso, es cómo el alumno expresa o comprende el texto. b. Actividades totalizadoras. Son actividades más extensas y complejas, preparadas intencionalmente para desarrollar los distintos procedimientos de la expresión oral. Se emplea variedad de recursos y técnicas y, aun cuando se desarrollen articuladamente con la comunicación escrita o audiovisual, el énfasis está puesto en la expresión oral. En ambos casos, se necesita seguir una ruta que oriente el trabajo, y que podría constar de los siguientes pasos: • Determinación de propósitos. Constituye lo que se logrará al finalizar la actividad. Los propósitos se deben expresar en forma clara para que los estudiantes se involucren en el trabajo. 155 CAPÍTULO IV • Formulación de indicaciones. También es importante que los alumnos sepan con precisión las tareas que van a realizar (buscar palabras o frases clave, identificar la intención del emisor, etc.) • Exposición del material. Consiste en la presentación del motivo que dará lugar a la participación oral o del texto que comprenderán los alumnos. Puede ser una lectura, un discurso, parte de una conferencia, etc. El material debe dar oportunidad para apreciar los elementos del contexto y los recursos no verbales que otorgan sentido al texto (miradas, gestos, movimientos bruscos, entre otros.) • Ejecución de la tarea. Los alumnos desarrollan los distintos procedimientos de la expresión oral previstos en la actividad. • Contrastación de productos. En pares o en grupos, los estudiantes comparan sus productos, intercambian opiniones, proponen formas de mejoramiento. • Reflexión sobre la actividad. Los alumnos y el profesor dialogan sobre el proceso realizado, las dificultades que tuvieron, los logros alcanzados y la manera de mejorarlos (metacognición). Si se trata de una actividad para comprender textos orales, se puede hacer una nueva exposición del material para verificar si las tareas ejecutadas por los alumnos han permitido desarrollar los procedimientos de comprensión oral previstos. La secuencia propuesta puede ser modificada o enriquecida. No se pretende, de ningún modo, convertirla en modelo rígido. Algunas etapas podrían repetirse una o más veces, usualmente sucede así. Incluso, el docente puede encontrar caminos mucho más funcionales, de acuerdo con su experiencia y la realidad del centro educativo. La autora de este trabajo considera que el/la estudiante demuestra que ha desarrollado su expresión oral si: a) Pronuncia correctamente y con claridad. b) Favorece la espontaneidad y la viveza expresiva. 156 CAPÍTULO IV c) Establece una entonación armoniosa con el mensaje, evitando la gesticulación exagerada. d) Controla el tono de voz, el ritmo de emisión e incluso la posición del propio cuerpo. e) Construye correctamente los mensajes, con orden y precisión. f) Posee una gran riqueza de vocabulario y fluidez de ideas. 4.1.1. La pronunciación como componente de la expresión oral en la adquisición de lenguas extranjeras. Si una oración o una palabra se va descomponiendo, conseguiremos aislar los elementos más pequeños de que dispone la lengua: los fonemas. No todos los hablantes realizan los sonidos de la misma manera. En ello influyen factores de todo tipo: el estado emocional, la relación que mantengamos con el receptor, la edad, el sexo, etc. Es muy importante la influencia que ejercen unos sonidos sobre otros, provocando numerosos cambios. Por ejemplo, un fonema sordo en contacto con otro sonoro puede hacer que el primero se sonorice; un fonema bilabial arrastra a otro linguoalveolar a su mismo lugar de articulación. etc. No suena de la misma forma la s en asma que en raspa. Al pronunciar la n en las palabras ante o ángel, no colocamos la lengua en el mismo punto del paladar. Si a pesar de todas estas variantes seguimos entendiéndonos los hablantes de una misma lengua, debe existir en los sonidos algo en común y algo individual u ocasional. Establecer el estándar de una lengua no es tarea exenta de dificultades y de gran complejidad en el caso del español. Al determinar los objetivos que rigen la elaboración del Diccionario de dudas, la Real Academia afirma: “El Español por su carácter de lengua supranacional, constituye en realidad un conjunto de normas diversas que, no obstante, comparten una amplia base común” La vasta extensión del territorio y el elevado número de hablantes, con características locales diferenciadas, exigen el reconocimiento de un estándar 157 CAPÍTULO IV para cada una de las distintas zonas lingüísticas, peninsulares y extrapeninzulares. En lo que respecta a la pronunciación, no es fácil aceptar una única norma por la multitud de acentos del español (Carbo, Llisterri, Machuca, De la Mota, Riera y Ríos, A 2003) El interés por la pronunciación se remonta a los estudios clásicos de retórica y oratoria. La ortoepía definida en el Diccionario de la Real Academia (Real Academia, 2001) como “el arte de pronunciar correctamente” y la ortofonía “la corrección de los defectos de la voz y la pronunciación” forman parte de la ortología “el arte de pronunciar correctamente y, en sentido general, de hablar con propiedad”. La pronunciación es el soporte de la transmisión de la información oral y por tanto, el elemento que condiciona la inteligibilidad del mensaje. Transmite el mensaje oral, de forma que puede facilitar o dificultar al oyente el reconocimiento de las palabras. Por tanto, la importancia comunicativa de la pronunciación reside en que otorga inteligibilidad al texto oral del que forma parte. Como hemos visto a lo largo de este capítulo la expresión oral es una actividad muy compleja compuesta por diversos procesos y numerosas estrategias, donde la pronunciación aparece como uno de sus componentes y mediante ella se realiza la articulación del enunciado. La pronunciación interviene decisivamente en las competencias sociolingüísticas, ya que es uno de los elementos que caracterizan las variedades de registro, geográficas y sociales de la lengua. En la enseñanza de idiomas extranjeros los profesores siempre se encuentran con grandes dificultades, sobre todo en la enseñanza de la pronunciación, ya que los hábitos correctos constituyen la base que fundamenta el desarrollo de hábitos gramaticales en los estudiantes. 158 CAPÍTULO IV A pesar del papel tan importante que los lingüistas han concedido a la pronunciación, ésta ha sido catalogada como la “Cenicienta” o “la pariente pobre” en el mundo de la enseñanza de un segundo idioma (Brown 1991), especialmente en los últimos años. Ello puede deberse a que se ha considerado que los problemas en la adquisición de la pronunciación de una lengua extranjera dependen de factores extralingüísticos, que escapan al alcance del profesor y del estudiante, según parece desprenderse de algunas investigaciones (entre ellas, las de Krashen 1977, Schumann 1978 y Werker y Logan 1985 y Gonzáles, 2003). Uno de los objetivos en el proceso de enseñanza-aprendizaje de una lengua extranjera es que el alumnado llegue a producir mensajes orales coherentes y bien estructurados en esa lengua, utilizando para ello de manera eficaz todo tipo de recursos, tanto lingüísticos como no lingüísticos. En este proceso es de vital importancia la adquisición adecuada de la pronunciación porque, siendo el lenguaje un sistema de comunicación oral donde los sonidos, como unidades mínimas de significado, se integran para trasmitir un mensaje, el dominio de la pronunciación constituye la vía fundamental para hacerse comprender y lograr una comunicación eficiente. La adquisición de una buena pronunciación se relaciona con el desarrollo de habilidades en dos aspectos fundamentales: el de la audición, para reconocer los sonidos significativos e interpretarlos y el de producción del sistema fonológico de la lengua. La pronunciación y la comprensión auditiva, pues, se interrelacionan. Además, su conexión ocurre en un sistema unificado dentro del cual los sonidos individuales se relacionan sistemáticamente. Los estudiantes necesitan ese sentido de sistema, para tener el sentido de los elementos componentes (Quevedo, 2001). Las habilidades citadas incluyen tanto el aspecto articulatorio de los sonidos como los prosódicos, es decir la entonación, el ritmo y el acento. En la comunicación genuina estos componentes funcionan de un modo integrado. Por otra parte, en la enseñanza de la pronunciación, además de los aspectos 159 CAPÍTULO IV de carácter lingüístico, deben atenderse los psicológicos y pedagógicos (Antich, 1986). La enseñanza de la pronunciación, por tanto, se ha considerado importante en el aprendizaje del Español como lengua extranjera, y el énfasis que se le otorga a este componente del idioma se ha derivado de las necesidades de potenciar hábitos y habilidades correctas desde el mismo comienzo del entrenamiento del estudiante en idioma extranjero. Es recomendable comparar no sólo los fenómenos fonéticos aislados, sino también los sistemas fonéticos del idioma natal y el extranjero en general. Así mismo es muy importante determinar la relación entre los fonemas y los sonidos, porque el estudio de la fonética en cualquier idioma no se inicia con el sistema articulatorio solamente, sino que presupone la asimilación de los sistemas relacionados con diversidad de sonidos. El sistema de sonidos constituye un elemento fundamental de la estructura del idioma, ya que sin el estudio de los mismos es imposible conocer el sistema gramatical y la comprensión de las palabras. Los fonemas son, por tanto, la base de la pronunciación. El primer paso en el proceso de adquisición del sistema consistirá en prestar especial atención a los de mayor relevancia comunicativa y a aquellos que, potencialmente puedan ser fuente de error. Alcanzar una correcta pronunciación en los estudiantes es posible cuando sobre la base del trabajo de fonética hay un método que fundamenta, en primer lugar, el análisis consciente de los articuladores de sonidos, comparándolos con los sonidos del idioma materno y, en segundo lugar, la asociación de los correspondientes en los dos idiomas. La adquisición de una pronunciación correcta y aceptable es un proceso a veces largo, pero que todos pueden culminar de acuerdo con su voluntad y su aptitud. Hoy en día, con el magnetófono, el laboratorio de idiomas, el video y los medios informáticos, se pueden alcanzar resultados espectaculares en el proceso de imitación de la pronunciación. No obstante la figura del profesor sigue siendo tan imprescindible como siempre, y este debe tener presente que 160 CAPÍTULO IV su acción va dirigida a facilitar la percepción auditiva, con el fin de que la producción oral del mismo sea lo más correcta posible. Como señala Alcaraz, E, (1999), el aprendizaje de la pronunciación es acumulativo, es una cuestión de práctica y paciencia. Una pronunciación correcta es aquella que garantiza la inteligibilidad en una situación comunicativa dada y para interlocutores concretos. Para ello se tiene que dar las condiciones de cooperación necesarias entre el hablante y el oyente, realizar el uno un esfuerzo por ser comprendido y el otro un esfuerzo por comprender. Para el hablante la pronunciación correcta se mide en términos de eficacia comunicativa y también de comodidad y facilidad en la producción (lo que repercutirá en la fluidez con la que se comunique); para el oyente, la pronunciación correcta se mide en términos de facilidad de comprensión dentro de unos márgenes razonables de esfuerzo por comprender, más allá de los cuales el oyente podría abandonar la comunicación (Trujillo, 2002). La expresión oral forma parte de las destrezas o habilidades comunicativas. La adecuada realización de los elementos segmentales (la pronunciación de los sonidos) y de los suprasegmentales (el acento, la entonación, la velocidad de elocución, las pausas y el ritmo) debe considerarse prácticamente imprescindible para una buena expresión oral, pero no es sino u no de los elementos que configuran esta destreza. Otros de los componentes son, por ejemplo, la adaptación a la situación comunicativa, la adecuación del registro, y la distinción entre los diversos géneros orales. La enseñanza de la pronunciación es, en cambio, una actividad orientada a conseguir una producción apropiada de los elementos segmentales y suprasegmentales de la lengua. En este sentido, se integra en la expresión oral, pero constituye un ámbito especializado que requiere, por parte del profesor, un buen conocimiento de la descripción fonética de la lengua. Durante el proceso de aprendizaje el alumnado cometerá, inevitablemente, errores, y es en este momento cuando entra en juego la corrección fonética, un conjunto de estrategias que, partiendo del estudiante consigan acercar sus realizaciones fonéticas a las deseadas. 161 CAPÍTULO IV La corrección fonética es necesaria cuando en la producción oral se detectan errores que es preciso corregir. Existen para tal fin una serie de estrategias, que pueden contribuir a reducir los problemas comúnmente agrupados bajo la denominación de “acento extranjero”. Al igual que el profesor corrige en clase la gramática o el uso del léxico, igualmente deberá, en algún momento, enfrentarse a la corrección de la pronunciación. Por este motivo, la formación en los principales procedimientos de corrección fonética es tan importante como, pongamos por caso, la que suele darse para tratar los errores gramaticales. Se han propuesto tipologías de errores basadas en criterios estrictamente lingüísticos, como la de Moulton (1962), que distingue entre errores fonológicos, fonéticos, alofónicos y distribucionales. Sin entrar en los detalles de esta clasificación, parece razonable establecer, al menos, una separación clara entre los errores de tipo fonológico y los de tipo fonético, pues los primeros pueden llegar a alterar el significado de las palabras, mientras que los segundos únicamente tendrán consecuencias en lo que al “acento” se refiere. La distinción entre los problemas fonéticos y los fonológicos lleva a emplear un criterio de tipo comunicativo para la clasificación de los errores, diferenciando, al menos, tres categorías: los problemas de pronunciación que impiden la comunicación, los que la dificultan y los que no la dificultan a pesar de que no correspondan a una pronunciación nativa (Llisterri, 2002) MacCarthy (1978) sugiere una clasificación, también basada en criterios comunicativos, que distingue cinco clases de errores: a) errores fonológicos; b) errores que, sin alterar el significado de las palabras, producen la impresión en el oyente nativo de un acento extranjero muy marcado; c) errores que, sin ser graves, pueden corregirse de un modo relativamente simple e invirtiendo poco tiempo; 162 CAPÍTULO IV d) errores de difícil corrección, pero cuya eliminación ayuda a obtener un acento muy próximo al de un nativo; e) errores que corresponden a cuestiones de detalle en la pronunciación. Un aspecto interesante de esta propuesta es, indudablemente, la consideración de la relación entre el esfuerzo invertido en corregir un determinado problema y la mejora efectiva que esto supone en la pronunciación. Una posible progresión en la enseñanza de la pronunciación es la que parte de los elementos globales, es decir, los suprasegmentales, entre los que se cuentan la entonación y el ritmo- como base para introducir posteriormente cada uno de los sonidos, no necesariamente en el orden tradicional, sino en función de las prioridades establecidas tras el análisis y la clasificación de los errores de los estudiantes. Evidentemente, la progresión y el establecimiento de una jerarquía de problemas fonéticos vendrán también dados por la primera lengua del alumno. A la par que avanza la metodología de enseñanza de lenguas y, recientemente, en consonancia con la aparición de sucesivos recursos tecnológicos, se han desarrollado diversas estrategias para la corrección de los problemas de pronunciación. Renard (1979) (citado por Llisterri, 2002) las resume agrupándolas en cuatro grandes apartados: los métodos articulatorios, los pares mínimos, los procedimientos basados en la audición y la imitación, comúnmente empleados en los laboratorios de idiomas, y el sistema verbotonal. En los métodos basados en la producción suele ofrecerse al alumno una descripción articulatoria -en general, en términos del mayor o menor redondeamiento de los labios, de la colocación de la lengua, de la abertura o cierre de la mandíbula y de la actividad de las cuerdas vocales- del sonido que debe pronunciar, acompañada de una imagen en la que se esquematiza la posición de los articuladores -cortes sagitales en la terminología habitual de la 163 CAPÍTULO IV fonética-. Con esta información se pretende que el estudiante reproduzca la configuración articulatoria adecuada para la producción de un determinado sonido. Los pares mínimos -al estilo de “peso~beso”- ofrecen, al menos, la ventaja de presentar sonido en contexto y de hacerlo en relación con diferencias semánticas o morfosintácticas (Renard, 1979). Sin embargo, no siempre resulta fácil encontrar pares que contengan palabras de uso común para todas las oposiciones fonológicas de la lengua. Los métodos que se basan en la audición y la imitación, es decir, el clásico “escucha y repite” omnipresente en los materiales para la corrección fonética en Español Lengua Extranjera asumen que por el simple hecho de escuchar atentamente diversas repeticiones de un determinado sonido, el estudiante será capaz no sólo de reproducirlo adecuadamente sino también de integrarlo en el nuevo sistema fonético de la segunda lengua que progresivamente va construyendo. El sistema verbo-tonal (Renard, 1979; Intravaia, 2000) tiene sus orígenes en los métodos propuestos por Guberina en Zagreb (Croacia) para la enseñanza de la lengua oral a niños con deficiencias auditivas, mientras que su aplicación a la corrección fonética en lenguas extranjeras se desarrolló en la Universidad de Mons (Bélgica) impulsada por Renard en el marco de la metodología estructuro-global audio-visual (SGAV) de los años 60. Precisamente por sus orígenes, se comprende fácilmente que uno de los principales postulados del sistema verbo-tonal sea la noción de “sordera fonológica”, según la cual la persona que aprende una lengua extranjera es “sorda” a los contrastes fonéticos inexistentes en su Lengua materna; la enseñanza de la pronunciación se basa, por ello, en una “reeducación” de la percepción para que el alumno llegue a asimilar adecuadamente las categorías fonética de la segunda Lengua y consiga, así, una producción lo más cercana posible a la nativa. Los principios en los que se inspira el método verbo-tonal son, esencialmente, los 164 CAPÍTULO IV siguientes: motivación máxima, ausencia de intelectualización, respeto a la estructura y prioridad a los elementos prosódicos, corrección a partir del error y corrección en la clase (Llisterri, 2002) En la enseñanza de la pronunciación del español debe conseguirse además la utilización adecuada de los elementos suprasegmentales, evitando caer en la monotonía del discurso, ya que tienen un papel importante en la transmisión, no solo de los contenidos, sino también de la intensión del hablante. No debe descuidarse tampoco el valor de las pausas; una pausa situada delante de un determinado elemento del discurso puede emplearse para realzar la información que aporta. En un acto comunicativo se debe prestar atención a todos los aspectos propios de la pronunciación. Carbo, Llisterri, Machuca, De la Mota, Riera y Ríos, A (2003) plantean que “son muchos los casos de interferencia que pueden detectarse en el proceso de aprendizaje de la pronunciación: a) La inexistencia de un determinado sonido del español en la lengua materna del alumno. b) La existencia de sonidos con una realización articulatoria cercana, pero no coincidente. c) La existencia de un mismo sonido en las dos lenguas pero con un uso social distinto. d) La existencia de un mismo sonido en las dos lenguas pero con distinta distribución. e) La diferencia de las combinaciones silábicas posibles. f) La existencia de procesos fonológicos propios de cada lengua. Realmente está demostrado que es necesario brindar atención especial a la enseñanza de la pronunciación en tanto que al existir problemas en esta área, los estudiantes pueden tener problemas para la comprensión de los mensajes e incluso estos pueden llegar a ser completamente incomprensibles, lo que provocaría un proceso comunicativo sin efectividad. 165 CAPÍTULO IV El profesorado, a causa de esto, debe estar conscientes de las necesidades de pronunciación de sus estudiantes desde el principio y aplicar diferentes estrategias en sus intentos por resolver los problemas, no solo en el área de los sonidos sino también en el área de la entonación, el acento, el ritmo y las pausas. Para enseñar pronunciación es imprescindible que dominen el sistema de sonidos de ambas lenguas: la materna y la extranjera, especialmente al trabajar con iniciantes. Una de las tareas inmediatas del profesorado de lenguas extranjeras es la implementación de un proceso docente activo donde se impartan clases desarrolladoras, con un alto nivel formativo, donde el estudiante sea el centro de la actividad, donde se promueva el uso de las tecnologías de la informática y las comunicaciones, donde se estimule la búsqueda y la valoración de información por parte de los estudiantes, así como su participación en la construcción de su propio conocimiento. Para lograr estos propósitos se hace necesario acercar cada día más esta actividad pedagógica a los principios de la enseñanza comunicativa. Al fin y al cabo, la función comunicativa es la función por excelencia del lenguaje. Y es que la actividad comunicativa tiene gran importancia, no sólo por ser un medio eficaz de influencia sobre los sujetos y sus psicologías, sino porque ella constituye la base fundamental para el establecimiento de las relaciones entre los hombres. Ella posibilita que varios sujetos se incorporen a la actividad práctica, y de esta forma transmitan sus conocimientos y valoraciones acerca de la realidad objetiva. La pronunciación es decisiva en el logro de un proceso comunicativo efectivo, por lo que se puede plantear que el desarrollo adecuado de la competencia lingüística tiene un impacto en el desarrollo de la competencia comunicativa de los estudiantes de lenguas extranjeras y de segundas lenguas. Perfeccionar la pronunciación, por tanto, debe ser un propósito importante en la enseñanza de cualquier lengua extranjera. Según María Isabel Álvarez en Comunicación Educativa: "Pronunciar bien significa otorgar el justo valor fonético a cada palabra, frase u oración, lo que condiciona la calidad de la 166 CAPÍTULO IV comunicación. Dificultades en este sentido pueden provocar incomprensiones, confusiones durante la comunicación (…)" (Fernández, 1995) 4.1.1.1 Comparación entre la pronunciación del inglés y el español Es de interés para la autora de esta tesis realizar una comparación entre la pronunciación del inglés y el español pues es precisamente esa la lengua materna de la población y muestra de nuestra investigación Para realizar este análisis nos hemos centrado en el criterio de Delattre (1965) acerca de los factores que influyen en la creación de la impresión auditiva. Las diferencias que señala son las siguientes: • La carga consonántica de la sílaba inglesa es mayor que la española. • Son muy pocas las consonantes del español que aparecen en posición final de sílaba o palabra. La única oclusiva (con la exclusión de préstamos lingüísticos) que se presenta en esta posición es la /d/ y casi siempre es pronunciada de una forma relajada. En cambio, en inglés, tanto las oclusivas como las sordas pueden trabar una sílaba con excepción de /h/, todas las consonantes se presentan en posición final de sílaba. • En Inglés hay un equilibrio entre sílabas libres y trabadas, en cambio en español, dos tercios suelen ser sílabas libres y un tercio trabadas, con lo que se produce en el inglés un cromatismo auditivo más claro, debido a la presencia de más vocales. • En inglés las vocales átonas adquieren diferentes timbres, en español apenas hay diferencia en los timbres de las vocales tónicas y átonas. • En el inglés hay falta de correspondencia entre grafemas y fonemas, no siendo así en el español. • En el inglés existe lo que se llama doble pronunciación. • El sonido palatal lateral no existe en el inglés. • Mientras que en el inglés la realización del fonema /t/ es alveolar, la del español es dental. 167 CAPÍTULO IV 4.1.1.2. Características principales de la realización de los sonidos en Cuba. Del mismo modo que la cultura cubana está conformada por la síntesis de grupos sociales que integraron nuestra nacionalidad, el español que se habla en Cuba es el resultado de un largo desarrollo en el que se mezclaron las características, no solo del español legado por los propios conquistadores, sino también por las influencias de los grandes grupos que confluyeron a través del tiempo en nuestro país. Como fenómeno social, nuestra lengua adquirió, por necesidades de uso, características propias que la diferencian de la hablada en el resto de los países hispanohablantes, aunque guarda similitudes muy marcadas con el español que se habla en los países de la cuenca del Caribe. En el sistema consonántico, las diferencias fundamentales de la realización cubana, son: • El seseo: la articulación predorsal de /s/ , aspiración de la /s/ final. El sonido /θ/ representado ortográficamente por z o s (como ce, ci) no se realiza en el español hablado en Cuba, sino que se sustituye por la /s/; se reduce así el sistema consonántico al no ser posible diferenciar palabras como: casa-caza. Junto al fenómeno del seseo, se da en Cuba otra característica relacionada con la articulación de la /s/, la cual consiste en su realización predorsal frente a la variante apical, característica de la mayor parte de las regiones españolas. En la realización cubana, el ápice se apoya en los incisivos inferiores, en los alvéolos inferiores o cerca de ellos (resulta curioso destacar que este es uno de los sonidos en que hay cierta distinción entre la realización femenina y la masculina) 168 CAPÍTULO IV Otra diferencia de la /s/ entre la articulación castiza y la cubana es que en la primera, el predorso es cóncavo, mientras que en la realización cubana es más bien plano o ligeramente convexo. También se realiza la aspiración de /s/ en posición silábica posnuclear (final de sílaba y sobretodo de palabra) cuando no va seguida de vocal y otro fenómeno es la omisión o pérdida de este sonido en esa misma posición, que corresponde a normas regionales o vulgares. • Yeísmo: En Cuba, como en la mayoría de los países latinoamericanos, se igualan los sonidos /λ, y/ (en la escritura ortográfica ll, y). Es decir, el sonido lateral linguopalatal sonoro /λ/ lo realizamos como fricativo linguopalatal sonoro /y/. Ejemplo: llave, gallina, se realizan en Cuba: /Yáβe/,/gayína/ , mientras que en la realización peninsular sería /λáβe/ /gaλína/ . • Ensordecimiento de la /d/ final: en la norma culta la /d/ final de sílaba (si no sigue de vocal) o de palabra se ensordece. Su realización se produce cuando el ápice de la lengua se lleva hacia los incisivos superiores, pero sin que vibren las cuerdas vocales. Se produce así un obstáculo a la salida del aire sin que exista un sonido acusado. Ejemplo: verdad, cantidad. • Realización glotal de la i y la g (en ge, gi) resulta una aspiración laringea o glotal, fricativa, sorda /λ/. Difiere, por tanto, de la /x/ velar, fricativa, sorda de los peninsulares. 169 CAPÍTULO IV 4.1.2- Otros componentes que al igual que la pronunciación forman parte de la competencia comunicativa oral. La enseñanza de la pronunciación se integra a lo largo de todo el aprendizaje global de la lengua, y que se realiza de la manera más natural posible partiendo de situaciones, en la actualidad diríamos “situaciones comunicativas”, que propician la implicación del alumno. Es lógico por este motivo que se propugne la presentación de los sonidos de la segunda lengua integrados en estructuras lingüísticas completas caracterizadas por un patrón rítmico y entonativo. Se ha señalado a menudo, y así lo corrobora la experiencia diaria del profesorado, que la entonación y el ritmo son dos de los factores que más contribuyen a un acento nativo. Los componentes paralingüísticos son el canal habitual por el que se manifiestan las emociones, a veces en forma conciente y muchas veces en forma inconsciente, siendo ellos: El volumen de la voz: La función más básica del volumen consiste en hacer que un mensaje llegue hasta un oyente potencial. El volumen alto de voz puede indicar seguridad y dominio. Sin embargo, hablar demasiado alto (que sugiere agresividad, ira o tosquedad) puede tener también consecuencias negativas -la gente podría marcharse o evitar futuros encuentros-. Los cambios en el volumen de voz pueden emplearse en una conversación para enfatizar puntos. Una voz que varía poco de volumen no será muy interesante de escuchar. La claridad: La claridad a la hora de hablar es importante. Si se habla arrastrando las palabras, a borbotones, con un acento o vocalización excesivos, uno se puede hacer más pesado a los demás. La velocidad: Hablar lentamente puede hacer que los demás se impacienten o se aburran. Por el contrario, si se hace con demasiada rapidez, uno puede no ser entendido. 170 CAPÍTULO IV El tiempo de habla: Este elemento se refiere al tiempo que se mantiene hablando el individuo. El tiempo de conversación de una persona puede ser problemático por ambos extremos, es decir, tanto si apenas habla como si habla demasiado. Lo más adecuado es un intercambio recíproco de información. La entonación: La entonación sirve para comunicar sentimientos y emociones. Unas palabras pueden expresar esperanza, afecto, sarcasmo, ira, excitación o desinterés, dependiendo de la variación de la entonación del que habla. Una escasa entonación, con un volumen bajo, indica aburrimiento o tristeza. Un tono que no varía puede ser aburrido o monótono. Se percibe a las personas como más dinámicas y extrovertidas cuando cambian la entonación de sus voces a menudo durante una conversación. Las variaciones en la entonación pueden servir también para ceder la palabra. En general, una entonación que sube es evaluada positivamente (es decir, como alegría); una entonación que decae, negativamente (como tristeza); una nota fija, como neutral. Muchas veces la entonación que se da a las palabras es más importante que el mensaje verbal que se quiere transmitir. La entonación tiene diversos significados: afectivos, gramaticales, discursivos, Sociolingüísticos. Dentro de los afectivos manifestamos: tristeza, alegría, miedo, impaciencia, sorpresa, etc.; los gramaticales se dan a través de los tipos de interrogación y la organización de grupos sintácticos; los discursivos con los tópicos, Focos, cambios de tema, turnos de habla, interrupciones, acuerdo y desacuerdo y los sociolingüísticos a través de los grados de cortesía (amabilidad) y las diferencias regionales. Las repeticiones, pausas, silencios, alargamientos, enunciados truncados o inconclusos, gestos, vacilaciones y ruidos son fenómenos normales dentro de la comunicación oral y constituyen recursos importantes que usa el hablante para precisar el significado de una expresión, para multiplicar la emotividad de un enunciado, para generar espacios de participación con el interlocutor, o simplemente para respirar. Sin embargo, estos fenómenos no siempre aportan 171 CAPÍTULO IV calidad al discurso, y su presencia reiterada o excesiva por parte del hablante, genera ruidos o interferencias en la comunicación. La fluidez: Las vacilaciones, falsos comienzos y repeticiones son bastante normales en las conversaciones diarias. Sin embargo, las perturbaciones excesivas del habla pueden causar una impresión de inseguridad, incompetencia, poco interés o ansiedad. Demasiados períodos de silencio podrían interpretarse negativamente, especialmente como ansiedad, enfado o incluso, una señal de desprecio. Expresiones con un exceso de palabras de relleno durante las pausas (por ejemplo, "ya sabes", "bueno") o sonidos como "ah" y "eh" provocan percepciones de ansiedad o aburrimiento. Otro tipo de perturbación incluye repeticiones, tartamudeos, pronunciaciones erróneas, omisiones y palabras sin sentido. Estas repeticiones, pausas, silencios, alargamientos, enunciados truncados o inconclusos, gestos, vacilaciones y ruidos son fenómenos normales dentro de la comunicación oral y constituyen recursos importantes que usa el hablante para precisar el significado de una expresión, para multiplicar la emotividad de un enunciado, para generar espacios de participación con el interlocutor, o simplemente para respirar. Sin embargo, estos fenómenos no siempre aportan calidad al discurso, y su presencia reiterada o excesiva por parte del hablante, genera ruidos o interferencias en la comunicación. La fluidez verbal se refiere a la cantidad de información por unidad de medida, que un hablante es capaz de emitir cuando produce un discurso. Se refiere también a la calidad de la información emitida ya que no es suficiente producir muchas palabras por minuto sino también producir un discurso que progrese temáticamente, un discurso que muestre un desarrollo y que avance hacia una meta discursiva. Esta habilidad discursiva se ve dificultada por la presencia de una serie de fenómenos normales en la producción oral, pero cuya coexistencia determina una mayor o menor calidad en la producción del hablante. La finalidad de este 172 CAPÍTULO IV ensayo es poner de manifiesto el grado de pertinencia de fenómenos como las repeticiones, las pausas, los silencios, los alargamientos, los enunciados truncados o inconclusos, los gestos, las vacilaciones y los ruidos; dentro de una elocución. Por supuesto que un hablante poseerá más fluidez cuando trata un tema que conoce y tendrá mayores vacilaciones, silencios y pausas en aquel que desconoce. Capítulo aparte merece el hablante no nativo, para quien la tarea reproducir una elocución en una lengua diferente a la suya le supone un gran esfuerzo cognitivo, ya que debe pensar en la estructura sintáctica, elegir el vocabulario, imitar la entonación y cuidar la pronunciación. Este esfuerzo se hace tangible en la cadena hablada cuando se producen silencios, tartamudeos y cortes en la emisión del discurso, los cuales se ven reducidos progresivamente a medida que el extranjero adquiere mayor dominio de la lengua. Los fenómenos de la oralidad relacionados con la fluidez verbal, son tratados actualmente por las teorías conversacionalistas y pretenden hacer parte de gramáticas específicas de la oralidad, la conversación y el lenguaje coloquial. La aparición sucesiva en el discurso de segmentos de variable extensión y exactamente iguales en forma y función, es uno de los fenómenos cuantitativa y cualitativamente más importantes del discurso oral. Es el fenómeno conocido como repetición o iteración, el cual cumple una fórmula según la cual más forma es más contenido y también pragmáticamente podría equipararse a más veces es más efecto. La repetición produce la intensificación externamente. Incide sobre el decir, para aumentar la garantía de verdad del contenido proposicional. Tiene una intención comunicativa o está ahí para reforzar esa intención. Si hay una presencia reiterada de elementos discursivos se habla entonces de repetición de sonidos, sílabas, palabras o expresiones; estos mismos fenómenos cambian su tipificación si se considera la función que estos cumplen al interior del discurso o su efecto sobre el interlocutor. En este 173 CAPÍTULO IV sentido, una repetición puede ser: Descriptiva, enfática, resemantizadora o reformuladora. Pero si se acude a la pragmática discursiva, los elementos reiterados pueden estar presentes en el discurso por el deseo expreso de un emisor que pretende crear un efecto a través de ese fenómeno o simplemente por la velocidad con la cual se emite el discurso o por el estrecho lapso entre la planeación de un discurso y su ejecución real. Estos son: • La repetición de sonidos: constituye una característica o rasgo común que aparece en los discursos orales, normalmente ante la inmediatez con la cual el hablante ha de emitir su mensaje y el hecho de no tener aún todos los elementos dispuestos para hacerlo. La selección léxica aun está en proceso o la inclusión de un elemento en la cadena hablada no ha sido aun determinada. La repetición silábica funciona y aparece en el discurso de la misma manera que la repetición de sonidos. No todas las repeticiones silábicas tienen el mismo valor o aportan el mismo grado de calidad a un discurso. Si la repetición tiene una función descriptiva u onomatopéyica, su valor es positivo ya que se convierte en imagen auditiva y contribuye a garantizar la comprensión del discurso, a escenificarlo y a mantener el interés del interlocutor. • La repetición léxica: puede ser interpretada como intencional o no de acuerdo con el contexto discursivo, la entonación y el elemento reiterado. De este modo, una repetición que no cumple una función pragmática o semántica se considera no intencional toda vez que no se pueda constatar con el hablante si tuvo el deseo expreso de producir o no. El hablante que pretende destacar un elemento, marcarlo, enfatizarlo o distinguirlo afectivamente actúa sobre la palabra llena: nombres o sustantivos, verbos, adverbios y adjetivos, ya que son estos elementos los encargados de portar significado y resultaría ineficaz intentar marcar semánticamente un elemento que no tiene valor semántico en su naturaleza inicial. 174 CAPÍTULO IV • La repetición de expresiones: al igual que en el caso anterior puede cumplir una función al interior del discurso, Pero también suele aparecer una expresión reiterada total o parcialmente cuando el hablante detecta una imprecisión u observa que puede mejorar la calidad del producto, introduciendo un cambio de último momento. Este tipo de repetición se conoce como reformulación, tiene una función correctora dentro del discurso y alude la habilidad metadiscursiva del hablante, capaz de evaluar su producción y mejorarla. • Los alargamientos: se definen como la prolongación de un sonido mas allá del promedio de los que le anteceden y preceden, en el contexto discursivo. En este sentido se considera como fenómeno de naturaleza fonética. Sin embargo el efecto que produce el alargamiento supera lo fonético. Su función puede ser descriptiva, en cuyo caso se origina en una intención comunicativa y produce un efecto en el interlocutor. • La presencia abundante de pausas: no están solas dentro de un discurso. Normalmente van marcadas por la entonación y juntas definen el valor que se le da a un enunciado. Adquieren valor semántico y pragmático al interior del discurso, de acuerdo con su función en alguno de los niveles anteriores y eleva el estatus discursivo cuando ocupa un lugar que le es natural o funcional. Sin embargo no todas las pausas de un discurso tienen o aportan valor al mismo. Puede generar un discurso lento y monótono o un discurso que se nota dudoso o inexacto. • Intento frustrado: son inicios de emisiones lingüísticas que quedan abortadas antes de llegar a formular el mensaje. El intento frustrado va seguido normalmente de un largo silencio que a veces desemboca en el bloqueo. A veces los intentos frustrados se dan en cadena sin que se pueda entrever la intención comunicativa, aunque se puede suponer que esta no existe. 175 CAPÍTULO IV • El Bloqueo: se manifiesta a través del silencio o de las propias palabras del hablante. Las consideraciones arriba planteadas permiten un acercamiento a la producción oral del hablante no nativo, el cual fijará su ideal de emisión en una elocución producida por un hablante nativo, adulto, sano y conocedor del tema a tratar. Así mismo, el profesor de Español Lengua Extranjera podrá establecer la pertinencia, normalidad y corrección de los fenómenos orales de sus alumnos atendiendo a los criterios expuestos y de ese modo dirigir esfuerzos hacia la fluidez natural del enunciado del hablante. (Mensura, 2007) Lo esencial en la enseñanza del español ha de consistir en el entrenamiento para la comunicación. El profesor debe conocer y manejar adecuados y suficientes ejercicios para promover la participación, con el propósito de desarrollar destrezas que permitan al educando comunicarse fluidamente. El desarrollo de la lingüística demuestra que el aprendizaje de una lengua extranjera se hace por medio del estudio de todas las habilidades y funciones lingüísticas como una unidad dialéctica. Por tanto aislamos la comunicación oral en la enseñanza del español sólo para buscarle una solución al problema que nos ocupa. 4.1.3- Influencia de la expresión escrita, la comprensión auditiva y la comprensión de lectura en el desarrollo de la competencia comunicativa oral durante el proceso de enseñanza – aprendizaje de lenguas. Manzano (2007) plantea que “…las habilidades comunicativas (y cuando nos estamos refiriendo a estas nos referimos a la expresión oral y escrita y la comprensión oral y de lectura) circulan por los canales que mayormente usamos para una actividad u otra, así primero escuchamos, después hablamos y por último leemos y escribimos, aunque ellas se dan de forma simultánea en el proceso de enseñanza-aprendizaje y aunque las 176 CAPÍTULO IV separemos para su estudio, porque tienen sus características muy particulares, forman un sistema que las conectan como ejercicio propio de la vida misma. Por ello más que habilidades nos gustaría hablar de procesos, por ejemplo, comunicación la que expresión oral y la audición son procesos de se complementan, así como la expresión escrita y la lectura; su punto de coincidencia y de producción constructiva subyace en la mente humana, ambas son proceso externo e interno que al materializarse constituyen la expresión oral o auditiva o de escritura y lectura .o sea, forman una dicotomía, son la unidad de resultado y producto, respectivamente - en dependencia de sus propósitos, de hacia quién está dirigida como pregunta o enunciado, o como respuesta elaborada y aún así depende de los receptores y transmisores de un contexto determinado.” Toledo (2005) plantea que “…el trabajo de las cuatro destrezas lingüísticas en una unidad didáctica implica la integración de esas destrezas y no el desarrollo aislado de cada una de ellas. Indudablemente debe existir una progresión en la enseñanza-aprendizaje de los alumnos a lo largo de las distintas etapas de nivelación, ya que un alumno inicial difícilmente va a utilizar habilidades productivas en el incipiente desarrollo de la lengua meta.” Opina además que “…Su esfuerzo tendrá que direccionarse primero a la comprensión oral y escrita, y luego, en etapas lo más básicas posible, a la producción oral y escrita. Al respecto, la progresión natural de las habilidades (de acuerdo a cómo ocurren en la lengua materna) se da con la comprensión oral, primero, producción oral, después, y luego, más o menos paralelamente, comprensión lectora y producción escrita. La gradación en la enseñanza de E/LE va desde las destrezas receptivas a las productivas y esa misma gradación debe plantearse en el desarrollo de las unidades didácticas que elaboramos para nuestros alumnos/as. Esto implica que una unidad debe contar, primeramente, con dos materiales básicos: material de presentación y material de conceptualización. El primero es todo aquel material que el alumno lee, ve o escucha con miras a introducir un contenido estructural. Por cierto, lo ideal es trabajar con lecturas, visionados y audición, para manipular 177 CAPÍTULO IV mecanismos diferentes de comprensión y movilizar estrategias distintas para cada actividad. El material de presentación debe ser motivador en el sentido de responder a las necesidades e intereses temáticos y/o gramaticales del estudiante. En particular, nuestro material de presentación suele ser de carácter cultural y funciona como eje articulador del material de conceptualización que consideramos más pertinente para los textos culturales que hemos seleccionado. El material de conceptualización corresponde a la explicación de las estructuras gramaticales o léxicas que el alumno aprenderá. Este material, cuyo desarrollo debe incluir criterios tanto estructurales como funcionales, dará paso a material de ejercitación formal en una progresión que va desde actividades más controladas (llenado de espacios, ejercicios con pie forzado, etc.) a actividades cada vez más libres. El objetivo es que las actividades formales vayan posibilitando que el alumno practique y refuerce las habilidades lingüísticas productivas (leer y hablar) del modo más libre y creativo posible, es decir, del modo más comunicativo”. Corresponde añadir que no debemos retardar demasiado la incorporación de actividades productivas en nuestra enseñanza, ya que el desafío de aprender una lengua en todas sus dimensiones es lo más motivador para el alumno. Aun en un nivel inicial, podemos pedir que los alumnos intervengan usando la lengua meta, para así no crear un “halo de ansiedad” respecto a las actividades productivas y evitar que sientan aprensión al momento de hablar o escribir. Cabe agregar además que el profesor de lengua extranjera tiene que preocuparse de dosificar los distintos tipos de material, de forma que éste se ajuste en cuanto a cantidad y complejidad gramatical y léxica al nivel de sus alumnos. También debe considerarse la inclusión de las cuatro habilidades en una proporción lo más equitativa posible. En el desarrollo de la competencia comunicativa que es el objetivo fundamental en la enseñanza de lenguas intervienen además las cuatro habilidades lingüísticas (comprensión de lectura, comprensión auditiva, 178 CAPÍTULO IV expresión oral y expresión escrita) que están concatenadas unas con otras, pues como ya habíamos dicho, la lengua es una unidad dialéctica, que se da como un todo, pero que el profesor fracciona en sus partes para resolver un problema en una situación determinada (por eso en el desarrollo de esta tesis se trabaja de forma individual con la expresión oral), pero eso es necesario reconocer las importantes diferencias que existen entre ellas. Estas diferencias pueden ser examinadas en la enseñanza de la lengua ya que el trabajo oral, escrito y la lectura es frecuentemente usado en la clase como técnicas permutables para proporcionar la variedad de actividades de aprendizaje. Al inicio del proceso de aprendizaje de una lengua, el dominio de la habilidad oral es un factor estimulante para que el alumno desee continuar aprendiéndola. La comunicación oral es el inicio de todo proceso de comunicación. Para ilustrar este planteamiento puede decirse que la manera como comienza a comunicarse el niño es de forma oral, las estructuras que utiliza para hablar y la pronunciación de las palabras pueden no ser las adecuadas, pero logran su objetivo que es comunicar algo. 4.3.1- La expresión escrita. La enseñanza - aprendizaje de lenguas extranjeras ha ido cambiando sus perfiles en el decursar del tiempo. En la década del 70 muchos programas veían las clases de expresión escrita como clases de gramática. En la década del 80 y se aprecia un lento pero significativo salto, pues se parte del análisis de escritura, utilizando técnicas y estrategias de comunicación Existen razones suficientes para querer desarrollar la escritura en los /las alumnos/as ya que sólo hablar, oír o leer una lengua no es suficiente. El proceso de escritura ayuda a aprender con el paso del tiempo ya que la actividad de construir mensajes escritos forma parte de la experiencia del aprendizaje. 179 CAPÍTULO IV Finocchiaro y Brumfit (1983) argumentan que el desarrollo de esta habilidad se desarrolla después de haber proporcionado a los/las estudiantes un repertorio amplio de estructuras, expresiones y nociones; dentro de un contexto sociocultural apropiado, para que puedan anticiparlos durante el desarrollo de actividades auditivas y de lectura y producirlas durante el desarrollo de actividades escritas y orales. La escritura es una importante herramienta de producción de lenguaje. Sobre todo para aquellos que no tienen habilidad de producir el lenguaje de manera rápida tan solo viendo o escuchando. Ella tiene la misma importancia que el resto de las habilidades, solamente es necesario ubicar su desarrollo dentro de un espacio y tiempo determinado durante la adquisición de la lengua. La escritura es la representación gráfica de la lengua; ella regularmente se utiliza como un recurso instrumental para desarrollar la lectura, la expresión oral y la audición en la enseñanza de lenguas extranjeras. Facilita la práctica del vocabulario y las estructuras. Ayuda a retener en la memoria patrones de todo tipo, grafemas, palabras, frases, oraciones, textos, etc. En niveles primarios el tiene propósitos pedagógicos: • Provee vías de aprendizaje, especialmente para aquellos estudiantes con estilos de aprendizaje predominantemente visuales o sinestésicos, reflexivos o introvertidos. • Les muestra a los aprendices su progreso en la lengua. • Es un medio para integrar habilidades apropiadamente. • Posibilita actividades variadas en el aula. • Eleva el contacto directo con la lengua fuera del aula mediante trabajos extractases. • Se necesita para evaluar las demás habilidades. (Padrón et al, 2000) Entre la expresión oral y la escrita hay diferencias psicológicas y lingüísticas. Ante todo, en lo escrito falta el receptor inmediato y la retroalimentación instantánea, mientras el que habla observa directamente la 180 CAPÍTULO IV reacción a cada palabra que dice, guiándose por la expresión de su interlocutor, el que escribe carece de este beneficio, por lo que tiene que asegurarse de que su expresión sea más desarrollada para evitar las lagunas en la información ya que no tiene retroalimentación inmediata, para lograr esto tiene que organizar mejor su exposición y elegir las expresiones más convenientes. Por otra parte, no está limitado por el tiempo, puede revisar lo escrito y comprobar si corresponde a las ideas que quiso expresar. Este carácter de temporalidad permite que la expresión escrita sea más acabada. No obstante, entre la lengua oral y la escrita existe una estrecha relación. La escritura y la expresión oral son procesos de asociación entre la grafía y el sonido. Solo que en la escritura se recodifica el habla oral, pero también cuando se escribe, las palabras se pronuncian en el habla interior y esto contribuye a la formación de habilidades de expresión oral. La expresión oral y la escrita se relacionan estrechamente, son interdependientes y se influencian mutuamente aunque, la expresión oral es primaria y la expresión escrita se define y organiza a partir de la primera, de aquí su carácter secundario. La comunicación oral es inmediata en el tiempo mientras que la escritura es definida en tiempo y espacio. La comunicación oral es dirigida por una persona real, con vida, hacia otra, también real en un momento específico dentro de un marco que siempre incluye más que las palabras, mientras que en el escrito el receptor no está presente, pero puede ser real. Cuando el emisor construye su mensaje puede prever quien es el receptor, aunque no tenga respuesta inmediata del efecto que causa. En la comunicación oral los códigos no verbales tienen una gran importancia mientras que en el escrito las palabras están solas en el texto. De la relación de la escritura con la expresión oral surgen las reflexiones siguientes; como no existe correspondencias exactas en todos los casos entre el código oral y el escrito, si se introdujera el sistema gráfico antes que el 181 CAPÍTULO IV sistema fonológico los/las alumnos/as pudieran comenzar a pronunciar tal y como se escribe la lengua. Es por ello que se introduce la escritura una vez que el estudiante sea capaz de reconocer y reproducir los elementos del sistema fonológico en la cadena hablada. oral, si no es grabado utilizando las Si bien es cierto que el lenguaje nuevas tecnologías, puede ser más efímero y que el escrito tiene el don de la perdurabilidad en el tiempo y el espacio, y que el oral tiene la riqueza del lenguaje no verbal, también es cierto que el escrito posee determinados rasgos, como el uso de signos de puntuación, las interjecciones, palabras claves, etc. que le aportan información adicional, que contribuyen a lo intencional, a darle el tono deseado, una atmósfera especial, etc. que subyace en el subtexto, o sea, de forma implícita, pero que aquellos escritores y lectores eficaces son capaces de plasmar y captar con facilidad. Además un emisor desempeña de forma oral o escrita, en las situaciones adecuadamente competente es aquel que se comunicativas que le toca actuar, que reconoce las reglas de uno y otro código así como sus dificultades. De ahí que se considere una persona letrada aquella que domine, el lenguaje escrito y la lectura. La didáctica de las lenguas extranjeras estimula la expresión oral en detrimento de la expresión escrita, hoy se nos presenta el reto de promover nuevas prácticas de escritura en la clase de lenguas extranjeras para convertir el acto de construcción en una actividad estimulante y creativa, que provoque la reflexión, la observación, la comparación y la crítica como formas de acercamiento a la elaboración de un texto escrito, así como desarrollar habilidades que hagan del alumno un comunicador competente. Las Investigaciones más recientes sobre la enseñanza de lenguas la abordan como un estructuras y proceso comunicativo que pone más énfasis en las las formas o resultado o producto que en el proceso de la comunicación. Si es cierto que el producto es importante, también el hecho de que para llegar a él exitosamente se debe enfatizar primero en todo el proceso que conlleva a obtener un producto depurado. El desarrollo de la comunicación oral y escrita en la enseñanza de lenguas se incluye además, en el plano semántico y en el plano pragmático ya que para lograr una 182 CAPÍTULO IV producción tanto oral como escrita real no solo basta saber sobre lo que se habla o escribe (plano semántico), sino que es necesario también saber con qué intención se habla o escribe y qué efecto se produce en el receptor (plano pragmático). 4.3.2. La comprensión auditiva. Analicemos ahora la audición como habilidad o proceso que complemente la Competencia comunicativa oral. Los procesos receptivos no son actividades pasivas o silenciosas y si hablamos de la comprensión oral es todavía menos acertada esa suposición. La habilidad oral está estrechamente relacionada con la habilidad de comprensión auditiva ya que estas dos habilidades se complementan entre sí. La contribución de la habilidad auditiva hacia el desarrollo de la habilidad oral es enorme. La expresión oral también implica desarrollar nuestra capacidad de escuchar para comprender lo que nos dicen los demás. A menudo hemos escuchado hablar de buenos lectores, excelentes oradores y magníficos escritores; sin embargo, muy rara vez y quizá nunca, hayamos escuchado hablar de un buen oyente (Cassany, 2000). Para Nunan (1991) (citado por Peralta, 2002) “Escuchar es simplemente el inicio de la comunicación. El propósito de escuchar no es entender o reconocer cada una de las palabras que escucha, sino que el receptor interactúe en la conversación. Se debe entender entonces que el propósito de escuchar es el de comunicarse oralmente.” Ur (1996) argumenta que “… el desarrollo de la habilidad auditiva produce aprendizaje subconsciente ya que cuando el estudiante escucha el material adecuado está expuesto no solo a escuchar, adquiere información vital de gramática, vocabulario y pronunciación”. 183 CAPÍTULO IV Este autor explica las características más relevantes del escuchar cotidiano y que según Lineros (2006) tiene implicaciones didácticas de gran importancia: ¾ Escuchamos con un objetivo determinado (obtener información, recibir una respuesta, entender algo, etc.) y con expectativas concretas de lo que vamos a oír (tema, tipo de lenguaje, estilo, etc.) Esta capacidad de predecir lo que amos a oír nos prepara para el proceso de comprensión. ¾ Mientras escuchamos se nos exige constantemente que respondamos o que ofrezcamos retroalimentación a la persona que habla. Quien habla necesita saber si seguimos bien sus intervenciones o si necesitamos que se detenga, que repita alguna cosa, etc. ¾ Cuando escuchamos recogemos también otra serie de estímulos sensoriales (ruido, olores, tacto, aspecto visual) que nos dan información de utilidad para entender el mensaje. La autora considera que para comprender el mensaje debemos escuchar y poner en marcha un proceso cognitivo de construcción de significado y de interpretación de lo pronunciado oralmente. La audición es un proceso esencialmente consciente y Widdowson Johnson, 1983 citado por Padrón et al, 2000) distingue activo. entre escuchar y oír. Él usa oír para referirse a la habilidad de reconocer los elementos de la lengua mediante el conocimiento del sistema fonológico y gramatical del idioma, para relacionar los elementos en las oraciones y entender su significado. Utiliza escuchar para referirse a la habilidad de entender cómo una oración determinada se relaciona con lo que se ha dicho y su función en la comunicación. Es a este nivel donde el receptor selecciona lo que le es relevante para sus propósitos. Esta distinción es similar a la de Rivers (1968) entre dos niveles de la actividad el de reconocimiento y el de selección. Más tarde, Rivers (1977) usa los términos percepción y recepción. La primera se basa en la internalización del conocimiento de las reglas y la segunda en la construcción del mensaje. 184 CAPÍTULO IV Finocchiaro y Brumfit (1983) dicen que “…para que un estudiante pueda entender un mensaje oral dependerá de diferentes factores tales como: la habilidad de reconocer palabras claves del mensaje, su habilidad para hipotetizar sobre el significado de palabras que no conozca, la familiaridad que desarrolle con algunos elementos del mensaje como el sonido y su secuencia, la síntesis de las palabras, las expresiones comunicativas” y que “…estas habilidades tiene que desarrollarse gradualmente con la práctica, (…) se inicia exponiendo a los estudiantes a escuchar solo pequeñas partes del mensaje hasta el punto en que deben producir una conversación por sí mismo. La habilidad auditiva precede a la expresión oral y es imprescindible para su desarrollo, sin ella sería imposible la comunicación oral. Para que un niño logre comunicarse adecuadamente de forma oral, es necesaria una etapa en la que se limita a escuchar. La habilidad de audición es la capacidad de discriminar sonidos. Esta es la primera habilidad que comienza a desarrollarse durante la vida fetal. Según Gilbert (1993) de la misma forma que escuchamos la lengua así la hablamos. Se asocia, el dominio exitoso de la lengua a alguien con buena memoria y habilidades auditivas (Manzano 2007) Nosotros la relacionaríamos a la comprensión oral desde el punto de vista psicológico, la analogía radica en que la audición como proceso completo también incluye un plano de decodificación (de acceso al léxico donde los niveles sensoperceptivos y representacional desempeñan un activo papel) y otro de codificación (de comprensión a niveles de razonamiento). El receptor construye el mensaje de acuerdo con: • Lo que conoce del idioma (sintaxis, léxico y uso). • Su familiarización con el tema de discusión. • Su conocimiento del medio o contexto real que comparte con el hablante. 185 CAPÍTULO IV • Su familiarización con o asunción sobre la actitudes e intereses del hablante. • La observación e interpretación de las circunstancias de la conversación. • La comprensión del contexto cultural en el que ocurre la conversación. • La claves paralingüísticas (rapidez, longitud de las pausas, lentitud, tono, expresiones faciales, gestos, etc. 4.3.3- La comprensión de lectura. La habilidad de lectura durante la enseñanza de idiomas ha jugado un papel decisivo más como herramienta de trabajo que como fin para disfrutar del placer que la lectura proporciona. De ahí que haya tenido gran importancia en el desarrollo de la enseñanza de lenguas extranjeras. La lectura receptivas, es una de las habilidades a las que se les conoce como tal habilidad se desarrolla en los estudiantes a través de palabras impresas. Es la habilidad de más fácil acceso a los estudiantes, por lo que es una de las más aceptadas entre ellos. El constante uso de esta habilidad proporciona una importante cantidad de vocabulario y expresiones comunicativas orales a los alumnos. El desarrollo del hábito de lectura entre ellos es una acción que repercutirá de manera positiva en el desarrollo del idioma. Según Manzano (2007) “…la lectura es un medio de comunicación para obtener información de la lengua escrita, es un proceso interactivo, de solución de problemas. En este proceso el lector tiene una contribución activa ya que obtiene información y comprende desplegando las habilidades o destrezas adquiridas”. Grellet (1981) citado por Manzano (2007) describe la lectura “…como un proceso de constante adivinanza, en lo que el lector aporta es a veces más importante que lo que encuentra” (….) “Cuando se lee el lector intenta relacionar lo que está leyendo con sus conocimiento previos sobre el 186 CAPÍTULO IV tema, relaciona lo que el texto dice en con los objetos, personas o fenómenos de la realidad“. El lector construye significados del texto interpretando la información textual mediante sus conocimientos y experiencias previas. Es importante para el profesor saber que el estudiante aportará algo importante al texto, por lo que el desarrollo lingüístico es importante para la lectura, primero se desarrolla la expresión oral y solo entonces se comienza el trabajo con la lectura. El proceso de lectura está conectado con el pensamiento y los analizadores visuales, kinestésico y oral. A ese activo y complejo proceso que implica la lectura se le denomina proceso de comprensión de lectura. Este significa .extraer información requerida lo más eficientemente posible. En ello el conocimiento previo juega un papel importante por ello muchos autores lo ven como .construcción de significados., ya que el alumno comprende a partir de lo que conoce. Evidentemente una lectura eficiente depende primeramente de tener definido el objetivo de la misma, saber para qué se lee y cómo hacerlo. Mas el proceso de comprensión simplemente. El no culmina lector con necesita la extracción procesar ese de la contenido, información valorarlo, determinar lo que puede serle útil o no, emitir criterios, argumentarlos. En todo este proceso juega un papel importante el conocimiento previo que tenga el lector sobre el tema, sus vivencias, experiencias, sentimientos, los cuales permiten dar una interpretación personal sobre lo leído. Este proceso continúa con la aplicación de la información adquirida a otros contextos y se amplía con otra lectura, se fructifica a través de otro texto escrito. Lo que representa un espiral de desarrollo del pensamiento del lector. (Citado por Manzano, 2007) La capacidad de un lector, su propósito, cultura social, conocimiento previo, control lingüístico, actitudes, esquemas conceptuales son importantes, estos interpretan sobre la base de lo que conocen, pero la sensibilidad del escritor y 187 CAPÍTULO IV la manera en que se ha logrado significado influyen en la comprensibilidad. El proceso de comprensión requiere por parte del lector de esquemas adecuados de conocimientos, y además, aplicar estrategias adecuadas, lo que se conoce en la Psicología Cognitiva como conocimiento declarativo o conceptual y procedimental. 4.4- Conclusiones del capítulo. Valorar la comunicación oral en lengua extranjera desde referentes psicolíngüísticos implica considerar las aportaciones y visiones analíticas que reconocen en la experiencia sociocultural y la interacción. Dichas relaciones se constituyen en aspectos teóricos indispensables que están en la base psicolingüística y social que permiten comprender cómo se produce el fenómeno de asimilación de la lengua extranjera, además de servir de fundamento a necesidades didácticas de desarrollar habilidades y estrategias orales en los aprendices como forma de lograr la fluidez en la comunicación y una correcta pronunciación, a partir de una actividad con una orientación marcadamente sociocultural, de profunda naturaleza interactiva y cognitiva. Por consiguiente, la necesidad de valorar el fenómeno de la adquisición de la habilidad oral desde una perspectiva diferente se impone, desde un enfoque didáctico que contenga en su esencia la integración e interacción de todas las habilidades que conforman el proceso comunicativo. La eficiente formación y desarrollo de las habilidades en una lengua extranjera pasa, necesariamente, por el tratamiento integrado de las mismas. Incuestionablemente, el desarrollo de una habilidad refuerza la otra. Cuando el estudiante aprende a hablar, por ejemplo, en parte lo hace basado en la audición, y aprende a escribir basado en lo que sabe leer. El énfasis en una o más habilidades depende de los objetivos del curso y del nivel de los estudiantes. Para favorecer el desarrollo integrado de las cuatro habilidades el profesor de lengua extranjera dispone de una serie de técnicas que puede utilizar ajustadas a su contexto. La integración de las habilidades debe lograrse desde los primeros encuentros de los estudiantes con la lengua extranjera. 188 CAPÍTULO IV La habilidad de expresión oral, a la luz de los preceptos básicos del enfoque comunicativo, en cualquiera de sus etapas de desarrollo, se vincula de manera natural y obligatoria con las tres restantes habilidades. Su primacía hace que este presente al estar realizando las diferentes actividades comunicativas, incluso cuando se está atendiendo de manera intencional otra de las habilidades con un alto nivel de prioridad. La comunicación oral en la enseñanza de lenguas debe ser un componente lingüístico básico y promoverse a la par del resto de las habilidades. 189 CAPÍTULO V PARTE EMPÍRICA CAPÍTULO V: PROBLEMA, OBJETIVOS Y DISEÑO DE LA INVESTIGACIÓN. Después de definir el fundamento teórico en el que se sustenta este estudio, pasaremos a describir el diseño teórico y metodológico seguido en este proceso investigativo, para ello, plantearemos el problema de investigación y los objetivos que nos trazamos en la misma, así como las técnicas e instrumentos utilizados para la recogida de datos, los programas estadísticos utilizados para el procesamiento y análisis de los resultados. Incluyendo además una descripción de la situación contextual de nuestras variables de estudio, así como de la población y participantes escogidos para el mismo. 5.1. Área problemática La enseñanza-aprendizaje de una lengua extranjera es un proceso muy complejo en el que intervienen factores cognitivos, afectivos y sociales que determinan su desarrollo y se pretende el desarrollo de las destrezas y habilidades imprescindibles para su conocimiento y dominio, de modo que llegue a ser un comunicador eficiente. Nos referimos a la habilidad de escuchar, de hablar, de leer y de escribir. En suma, y como ya hemos señalado. Su objetivo fundamental es conseguir que los alumnos aprendan a comunicarse en una lengua que no es la suya, lo que requiere desarrollar su competencia comunicativa. Hemos de trabajar por igual la expresión oral y la escrita, la comprensión auditiva y la lectura, de modo que progrese el aprendizaje y desarrolle tal competencia comunicativa que le permita adecuarse a las diferentes situaciones, contextos e interlocutores posibles en su vida social, “sepa hacer” con esa lengua extranjera. De entre las destrezas, destacamos la comunicación oral, porque será el modo natural de expresión, del mismo modo que lo es la lengua materna. Y, en este sentido, habrá que prestar especial atención a la pronunciación porque 190 CAPÍTULO V siendo el lenguaje un sistema de comunicación eminentemente oral en el que los sonidos, como unidades mínimas de significado, se integran para trasmitir un mensaje, el dominio de la pronunciación constituye la vía fundamental para hacerse comprender y lograr una comunicación eficiente. La importancia de la enseñanza de este aspecto en el aprendizaje de la lengua extranjera es esencial, ya que debe contribuir a formar hábitos correctos desde los inicios del aprendizaje. Pero no debemos olvidar que, junto con la correcta pronunciación, debemos atender a cómo produce el mensaje, que debe llegar a ser coherente, bien estructurado y cohesionado, a la vez que adecuado. Para ello utilizará todo tipo de recursos, tanto lingüísticos como no lingüísticos. En nuestra experiencia diaria como profesores del idioma Español como segunda lengua detectamos, inicialmente por la observación y evaluaciones orales que es insuficiente el desarrollo alcanzado en la habilidad de expresión oral en idioma español por los estudiantes extranjeros de la Preparatoria en la Universidad de Ciego de Ávila, Cuba. Para comprobar con una base científica lo que por observación habíamos detectado nos dimos a la tarea de investigar este problema y para ello se inició este trabajo como un estudio de corte descriptivo que nos permitiría recoger información factual detallada que describiera la comunicativa situación de la competencia oral y nos llevaría a conocer la magnitud de la relación entre el desarrollo de esta destreza con las estrategias empleadas para su desarrollo, el interés, hábitos de estudios, su motivación y el resto de las habilidades comunicativas. Por lo que nos planteamos el siguiente problema: ¿existe un grado de interrelación e influencia entre el desarrollo de la destreza comunicativa oral, las estrategias empleadas para su desarrollo, el interés, los hábitos de estudios, la motivación de los estudiantes y el resto de las habilidades comunicativas en el proceso de enseñaza del español como segunda lengua? 191 CAPÍTULO V 5.2 Objetivos de la investigación Objetivo general de la investigación: • Comprobar si existe grado de relación e influencia entre el desarrollo de la destreza comunicativa oral, las estrategias empleadas para su desarrollo, el interés, los hábitos de estudios, la motivación de los estudiantes y el resto de las habilidades comunicativas en el proceso de enseñaza del español como segunda lengua. Objetivos específicos: • Describir, a través de una prueba de comprobación, el desarrollo de la destreza comunicativa oral alcanzado por los estudiantes de la Preparatoria al recibir el idioma español como segunda lengua. • Evaluar el desempeño de los profesores y estudiantes durante la realización de actividades docentes a través de la observación. • Determinar la frecuencia de uso de las estrategias de expresión oral a través de un cuestionario. • Determinar el grado de interés, los hábitos de estudio, la motivación y la utilización del resto de las habilidades comunicativas a través de un cuestionario. • Analizar la relación que existe entre el desarrollo de la destreza comunicativa oral, las estrategias empleadas para su desarrollo, el interés, los hábitos de estudios, la motivación de los estudiantes y la utilización del resto de las habilidades comunicativas en el proceso de enseñaza del español como segunda lengua. Para lograr los objetivos formulados llevamos a cabo una investigación planteada primero como un estudio de corte descriptivo ya que tiene como objetivo fundamental describir sistemáticamente hechos y características de una población dada o área de interés, de forma objetiva y comprobable. Teniendo en cuenta el criterio de Colás y Buendía (1992) este tipo de estudios desempeña un 192 CAPÍTULO V papel importante en la ciencia al proporcionar datos y hechos e ir dando pautas que posibilitan la configuración de teorías y las tareas, que en el marco del desarrollo del conocimiento pueden desempeñar (Underwood y Shaughressy, citado por Colás, 1992 ), pueden sintetizarse en: identificar fenómenos relevantes, sugerir variables causantes de la acción, registrar conductas que en otros momentos podrían revelarse como efectos y abordar un área de estudio que no pueden ser tratadas por medio de estrategias experimentales y en la que "no se manipula ninguna variable [y] se limita a observar y describir los fenómenos" Según López (2000), muchos autores consideran que esta metodología es muy apropiada en determinados campos educativos ya que facilita la identificación de problemas, la realización de comparaciones y evaluaciones; la recogida de información factual detallada que describa una situación y la planificación de futuros cambios y tomas de decisiones. Segundo, un estudio correlacional para investigar las relaciones que se dan entre las variables, donde no hay variable independiente experimental susceptible de ser manipulada… se basa en la observación, y el análisis de los datos se realiza mediante las técnicas correlacionales, específicamente la correlación de Pearson. Teniendo en cuenta las razones anteriormente expuestas y considerando que esta investigación es un primer paso para acercarnos a conocer de manera más profunda el nivel de dominio de la competencia comunicativa oral de los estudiantes extranjeros de la Preparatoria en nuestra Universidad y los factores que intervienen en su desarrollo, nos hemos propuesto trabajar bajo estos parámetros y sentar las bases para un estudio posterior donde se elabore una metodología para perfeccionar esta habilidad. 193 CAPÍTULO V 5.3- Descripción del centro y población. Nuestra Universidad, fundada en 1978, como el Instituto Superior Agrícola de Ciego de Ávila (ISACA), que como su nombre lo indica, se dedicaba exclusivamente a preparar profesionales de perfil agropecuario, contaba, entre otros, con un departamento de Idiomas donde se impartía el idioma inglés con fines específicos a los/ estudiantes de esas carreras, el español como lengua materna, en algunos cursos facultativos y como lengua extranjera a alumnos de las distintas carreras que recibían su Preparatoria en otras provincias, además de a los turistas que visitan nuestro territorio y el Polo turístico Cayo Coco. No fue hasta que comenzaron a producirse cambios en la organización de los centros pertenecientes a la Educación Superior en Cuba y se integraron en la institución las Facultades de Economía y Contabilidad, con lo que se ampliaron las proyecciones y pasó a ser la Universidad de Ciego de Ávila (UNICA) 1994. En Cuba desde hace algún tiempo se vienen estableciendo relaciones internacionales y múltiples proyectos de colaboración en el campo de la educación. La nuestra es una más de las que ha establecido estas relaciones y dentro de los proyectos en los cuales está involucrada, se encuentra la enseñanza del idioma español para extranjeros, que vienen a Cuba para cursar estudios en los diferentes Centros de Educación Superior del país, pero primeramente tienen que pasar el curso Preparatorio donde van a conocer el idioma español y, además, contactar la idiosincrasia del pueblo cubano y su integración en el entorno sociocultural, para así satisfacer las expectativas que sobre nuestro país tienen, producto de la divulgación que por los medios masivos de comunicación hacen en sus países. Es por eso que en 1999 se crearon las Facultad Preparatorias para estudiantes del Caribe, estableciendo una de ellas en nuestro centro, que recibió en el primer año a 82 estudiantes de Granada, Jamaica, Guayana, San Vicente, Barbados y otros países. Este número fue en aumento anualmente, además, la diversidad de regiones, hasta la fecha se han graduado satisfactoriamente 672 estudiantes. 194 CAPÍTULO V Al asumir esa tarea fue necesaria la superación del profesorado para impartir el idioma Español como segunda lengua, siendo una tarea emergente, que el colectivo asumió con responsabilidad y esto se aprecia a través del reconocimiento que se ha recibido tanto de las Organizaciones de padres de los países de procedencia de los estudiantes, de los representantes de sus embajadas, del Ministerio de Educación Superior de Cuba y de la dirección de la Universidad y la Facultad, por la atención esmerada a estos becarios extranjeros a quienes dedicamos con amor todo nuestro empeño en la labor docente y educativa. Además desde sus inicios nuestra Facultad Preparatoria ha sido seleccionada como la más destacada del país por la calidad con que salen preparados los estudiantes en la nueva lengua. Como respuesta a los nuevos programas de Educación de nuestra Revolución, se introduce en la universidad carreras de perfil humanístico, tanto en los cursos regulares diurnos como en la universalización de la enseñanza y se creó entonces, en el año 2001, la Facultad de Ciencias Sociales y Humanísticas, y dentro de ella el departamento de Español. Este departamento que se divide en dos disciplinas: una de Español como segunda lengua, donde se inserta la Preparatoria y se desarrolla el proceso de enseñanza-aprendizaje de estos estudiantes, que en un curso deben adquirir las habilidades necesarias para comenzar sus estudios en los diferentes CES de nuestro país, y es allí, precisamente, donde está enmarcada la población que tomamos como muestra para nuestra investigación. Además se imparte también el idioma español a los estudiantes (continuantes) que una vez aprobada la Preparatoria están cursando sus carreras y provienen de nuestra Preparatoria u otras de las 4 que existen en el país, así como a un gran número de turistas que llegan al territorio y a los que se les ofrecen cursos de idioma español en dependencia del nivel de dominio que tengan de la lengua y que provienen de diferentes países, fundamentalmente de Canadá, Italia y Alemania. Otra disciplina donde se imparte el español como lengua materna, que presta servicio a las carreras que tienen asignaturas que se relacionan con nuestro perfil profesional. 195 CAPÍTULO V 5.4- Participantes Hemos seleccionado como participantes a la totalidad de los estudiantes de la Preparatoria de los cursos académicos 2006-2007 y 2007-2008, constituidos por 78 y 73 estudiantes, respectivamente. Su procedencia es muy variada y tienen como lengua materna el inglés, francés, portugués, Árabe y algunos dominan dialectos propios de sus países. Para casi la totalidad de este colectivo constituye el primer encuentro con un medio idiomático hispano. Las edades oscilan entre los 19 y los 22 años. Su mayor interés es graduarse en una universidad de Cuba para regresar a sus países como profesionales. El reto que tienen que vencer no es solo conocer una lengua diferente sino enfrentarse a una nueva visión ante la vida, a costumbres ajenas, en fin a una idiosincrasia distinta, a un contexto totalmente nuevo, pues es la primera vez que a ellos se les presenta la oportunidad de estudiar una carrera universitaria y precisamente en Cuba, de la cual traen ideas tergiversadas y que tiene características realmente diferentes a las de sus países. A partir de su llegada a nuestra universidad las condiciones de vida de estos estudiantes son las mismas que caracterizan a un estudiante becado en nuestro país puesto que ellos permanecen durante 6 años o más en nuestra patria disfrutando de las oportunidades que les brinda el Estado cubano a través del principio del internacionalismo proletario. Es necesario destacar la religiosidad que presentan, tenemos la particularidad de contar con un gran número de religiones diversas los hay Católicos, Cristianos, Adventistas, Bautista, Evangelista, Pentecostés, Hindú, Protestantes y Musulmanes, pero sus creencias y costumbres no interfieren en el proceso de enseñanza aprendizaje. El curso académico 2006-2007 estaba formado por 33 mujeres para un 43% del total de la matrícula (78) y 45 hombres para un 57%, la diversidad 196 CAPÍTULO V de nacionalidades se comportó de la siguiente forma: 29 estudiantes de Guyana, 12 de Antigua y Barbuda, 7 de San Vicente y las Granadinas, 5 de Barbados, 3 de Dominica y 22 de Namibia. El segundo curso 2007-2008 por 31 mujeres para un 42.46 % de la matrícula total (73) y 42 hombres para un 57.53 %, su distribución por nacionalidades fue la siguiente: 32 Guyana, 1 Barbados, 7 Dominica, 28 Antigua y Barbudas, 2 Israel, 2 Namibia, 1 santa Lucia. Estos estudiantes están distribuidos a su vez en grupos diferentes, divididos según el perfil de la carrera que van a estudiar: Ciencias Sociales y Humanísticas, Ciencias Técnicas y Ciencias Biológicas y Ciencias Agropecuarias. En el caso de los cursos que nos ocupan en la investigación se dividen de la siguiente manera: • Curso 2006-2007: 15 de Ciencias Sociales y Humanísticas, 21 Ciencias Técnicas, 22 Ciencias Biológicas y 20 de Ciencias Agropecuarias. • Curso 2007-2008: 18 Ciencias Sociales y Humanísticas, 22 Ciencias Técnicas, 17 Ciencias Agropecuarias y 16 Ciencias Biológicas. 5.5 Recursos instrumentales y procedimientos seguidos En este acápite describiremos los instrumentos utilizados para la recogida de datos y explicaremos la validez y fiabilidad de los mismos que nos ayudarán a corroborar la solidez científica de nuestra investigación. También abordaremos de qué forma hemos organizado estos datos, cuál ha sido el soporte informático utilizado en nuestro estudio y los resultados obtenidos. 5.5.1 Instrumentos utilizados para la recogida de datos Para llegar al logro de los objetivos previstos en la investigación se utilizaron los siguientes instrumentos: 197 CAPÍTULO V • Prueba de de comprobación del rendimiento escolar para comprobar el nivel alcanzado en la competencia comunicativa oral. • Cuestionario para determinar la frecuencia de uso de estrategias de aprendizaje de expresión oral. • Cuestionario para determinar el grado de interés, los hábitos de estudio, la motivación y la utilización del resto de las habilidades comunicativas. • Guía de observación para evaluar el desempeño de profesores y estudiantes durante la realización de actividades docente. 5.5.1.1. Prueba de comprobación del rendimiento escolar. Para comprobar el nivel de dominio de la competencia comunicativa oral alcanzada por los estudiantes en el idioma español se utilizó una prueba de comprobación del rendimiento escolar (Anexo1). La búsqueda de las respuestas a qué es y a cómo se adquiere la competencia comunicativa ha sido desde los años sesenta un elemento central en el campo de la lingüística aplicada (Hymes, 1971; Canale y Swain, 1980; Canale, 1983; Savignon, 1983; Ellis, 1985; García Santa-Cecilia, 1995; Bachman, 1990; Omaggio, 1993; Marco de referencia Europeo, 2001). Esto ha tenido como resultado un considerable avance en el desarrollo del concepto de competencia comunicativa y en el conocimiento de sus componentes, pero aún se buscan fórmulas o propuestas prácticas para que el profesor de idiomas sepa cómo ayudar al alumno a adquirir la competencia comunicativa oral en el aula. “La enseñanza de idiomas se hace más efectiva si se implica a toda la persona, es decir, si se tiene en cuenta lo cognitivo y lo emocional. Esta visión del proceso de adquisición de una segunda lengua concede al aprendiente un papel activo y conlleva la idea de que la competencia comunicativa oral se adquiere hablando. De hecho, se considera que la producción oral puede ser 198 CAPÍTULO V un factor esencial en promover el aprendizaje de una segunda lengua” (Skehan, 1998) Una de las quejas más comunes de profesores de idiomas es precisamente que los alumnos no quieren hablar. Por tanto, podría ser útil considerar algunas de las razones de esta situación y proponer sugerencias para mejorarla. Aunque exista una multiplicidad de variables que el docente de una segunda lengua ha de atender para el desarrollo de la competencia comunicativa oral, tampoco se puede olvidar que el alumno de una segunda lengua ya viene equipado con ciertas capacidades y habilidades adquiridas en su lengua materna. El conocer cuáles son y el cómo ayudar al aprendiente para que transfiera dichas habilidades puede ser de una inestimable ayuda para el desarrollo de una enseñanza eficaz de la competencia comunicativa oral. El procedimiento utilizado en nuestra investigación muestra una de las formas de cómo se puede evaluar la competencia comunicativa oral. La prueba de comprobación del rendimiento escolar que se utilizó fue tomada y adaptada al contexto de la elaborada y validada por el grupo de profesores que participaron en el proyecto de investigación perteneciente al departamento de Idiomas y donde participa además el departamento de Español de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanísticas en la Universidad de Ciego de Ávila, dirigido al estudio de las diferentes habilidades de la lengua, que se titula: Estrategia para el Perfeccionamiento de la Expresión Oral y la Escritura en Lenguas Extranjeras (donde la autora de esta tesis tiene una tarea y sus resultados son expuestos con la realización de esta investigación). Y utilizada por Almanza, (2006) (miembro del equipo de investigación del proyecto) en su Tesis presentada en el programa de doctorado aportaciones educativas a las ciencias sociales y humanas. Universidad de Granada - Universidad de Ciego de Ávila. Titulada: Aprendizaje acelerado: Propuesta de una alternativa metodológica para el perfeccionamiento de la expresión oral de la lengua inglesa. 199 CAPÍTULO V Esta prueba se le aplicó al total de los participantes: los estudiantes de la preparatoria de los cursos académicos 2006-2007 y 2007-2008, constituidos por 78 y 73 estudiantes, respectivamente, 151 en total. Para la elaboración del test se siguieron los requisitos planteados por Buendía (1992), se selecciona las pruebas de respuesta libre, precisamente porque en esta clase de test el estudiante debe dar respuestas que exijan una elaboración personal. Se les informó a los estudiantes cuáles eran los aspectos a tener en cuenta en la prueba, que además por tratarse de un test para determinar el nivel alcanzado en el desarrollo de la competencia comunicativa oral como habilidad en el aprendizaje de una segunda lengua, se realiza de forma oral y se le plantea por escrito las tareas a desarrollar, estas tareas se elaboraron de modo tal que el alumno no tergiversara su interpretación y que le ayudara a organizar sus conocimientos. Para la calificación de este examen se parte de conocer que la objetividad puede estar afectada pues hay varios elementos que pueden poner en duda su fiabilidad, uno de ellos es el efecto de halo, por lo que se decidió que la evaluación no fuera realizada por el profesor que impartió la asignatura solo sino por un tribunal que estuvo formado por tres profesores más; para la evaluación por parte de este tribunal se utilizó una escala numérica tipo Likert donde 5 puntos es muy alto , 4 es alto, 3 es moderado, 2 es bajo y 1 muy bajo, atendiendo a las indicadores agrupados en las diferentes dimensiones. Por indicador se entendió aquella “cualidad o propiedad del objeto que puede ser directamente observable, medible...que permite conocer la situación del objeto en un momento dado. “ (Zayas y Sierra, citado por Cárdenas, 2006). Las dimensiones, según criterios de los mismos autores, son las diversas direcciones en que puede analizarse una propiedad, que en nuestro caso nos 200 CAPÍTULO V limitaremos a valorar las comunicaciones orales a partir de los indicadores que se ofrecen. Después de mostrar los términos teóricos debemos decir que para determinar los indicadores de la habilidad expresión oral se reunió el equipo de investigación (del proyecto que describimos anteriormente) y luego de un minucioso trabajo de grupo, precedido por una búsqueda bibliográfica, fundamentalmente de trabajos de investigación que con anterioridad habían seguido este procedimiento como son los realizados por Carmenate (2001) y Quevedo (2003), la opinión de especialistas del Instituto Superior Pedagógico de la Provincia y del centro Lingüística Aplicada de Santiago de Cuba se decidió que estas dimensiones son: pronunciación, entonación, fluidez y funciones comunicativas. Se realiza, a continuación, la operacionalización de la habilidad expresión oral: Dimensiones: 1. Pronunciación: ♣ Producción de fonemas consonánticos, vocálicos y diptongos ♣ Modo de articulación. 2. Entonación: Curva musical dada por: ♣ La actitud del hablante ♣ Tipo de oración que se utiliza ♣ Por el contexto en que se desarrolla 3. Fluidez: ♣ Acento tonal ♣ Enlaces ♣ Pausas 4. Funciones comunicativas: ♣ Aspectos léxico-semánticos, morfosintácticos y funcionales ♣ Aspecto funcional. 201 CAPÍTULO V Indicadores para calificar el desarrollo de la competencia comunicativa oral. I. Pronunciación: a. Producción de fonos consonánticos, vocálicos y diptongos. ♣ Muy alto: producción con facilidad y sin la ayuda del profesor, de fonemas consonánticos, vocálicos y diptongos propios del idioma español, que no aparecen en el inglés, portugués, francés o árabe. ♣ Alto: producción de algunos fonemas consonánticos, vocálicos y diptongos y sin la ayuda del profesor, propios del idioma español que no aparecen en el inglés, portugués, francés o árabe. ♣ Moderado: producción normal, con algún grado de dificultad, de algunos de los fonemas consonánticos, vocálicos y diptongos propios del idioma español que no aparecen en el inglés, portugués, francés o árabe. ♣ Bajo: producción por analogía de algunos de los fonemas consonánticos, vocálicos y diptongos propios del idioma español que no aparecen en el inglés, portugués, francés o árabe. ♣ Muy bajo: producción incorrecta de los fonos consonánticos, vocálicos y diptongos propios del idioma español que no aparecen en el inglés, portugués, francés o árabe. b. Modo de articulación: ♣ Muy alto: cuando los estudiantes son capaces de articular correctamente los fonemas que no coinciden con la norma cubana. ♣ Alto: cuando los estudiantes son capaces de articular los que no coinciden con la norma cubana con cierto grado de independencia. ♣ Moderado: cuando los estudiantes son capaces de articular los fonemas que no coinciden con la norma cubana con algún grado de dificultad y con apoyo del profesor. 202 CAPÍTULO V ♣ Bajo: cuando los estudiantes articulan sin diferenciar los fonemas característicos de los idiomas inglés, portugués o francés con los de la norma cubana. ♣ Muy bajo: no se produce articulación correcta por lo que no se puede descifrar el mensaje con claridad. II. Entonación: Curva musical dada por: La actitud del hablante, tipo de oración que se utiliza, por el contexto en que se desarrolla. ♣ Muy Alto: siempre se enfatiza la sílaba o frase deseada con la curva melódica apropiada, quedando claro la actitud del hablante, el tipo de oración que se utiliza y el contexto en que se desarrolla la comunicación oral por lo que el mensaje que se recibe es nítido. ♣ Alto: generalmente se enfatiza la sílaba o frase deseada con la curva melódica apropiada, hay claridad en la actitud del hablante, el tipo de oración que se utiliza y el contexto en que se desarrolla la comunicación oral por lo que el mensaje que se recibe es nítido. ♣ Moderado: la curva melódica generalmente es lineal por lo que el énfasis sobre la sílaba o frase deseada no es percibida con claridad aunque se logra distinguir la actitud del hablante, el tipo de oración que se utiliza y el contexto en que se desarrolla la comunicación oral. ♣ Bajo: la curva melódica es lineal por lo que el énfasis sobre la sílaba o frase deseada no es percibida. ♣ Muy Bajo: la curva melódica es inapropiada por lo que entorpece el significado del mensaje recibido. III. Fluidez: ♣ Muy Alto: la comunicación oral se produce melódicamente sin mucho esfuerzo, se logra el acento tonal, los enlaces y las pausas requeridas, sin repeticiones o prolongaciones innecesarias. ♣ Alto: la comunicación oral se produce melódicamente sin mucho esfuerzo, se logra el acento tonal, los enlaces y las pausas 203 CAPÍTULO V requeridas, aunque aparecen breves repeticiones o prolongaciones innecesarias. ♣ Moderado: la comunicación oral es ocasionalmente vacilante, por algunas pausas inadecuadas, faltas de enlaces y repeticiones al agrupar las palabras. ♣ Bajo: la comunicación oral se torna vacilante, por constantes pausas inadecuadas y repeticiones al agrupar las palabras, no se realizan los enlaces por lo que la idea queda incompleta. ♣ Muy Bajo: la comunicación oral es muy lenta y fragmentaria, no hay precisión del acento tonal, las pausas son arbitrarias y no se realizan los enlaces por lo que no se produce el mensaje que se desea comunicar. IV. Funciones comunicativas. ♣ Muy alto: los estudiantes expresan, con el vocabulario adecuado, sin omisiones o alteraciones en el significado y en las estructuras, sus ideas, sentimientos y creencias con claridad. ♣ Alto: los estudiantes expresan con el vocabulario adecuado, sin omisiones o alteraciones en el significado pero con algunas alteraciones en las estructuras, sus ideas, sentimientos y creencias. ♣ Moderado: los estudiantes expresan, con un reducido vocabulario y con alteraciones en el uso de las estructuras, pero sin afectar el significado, sus ideas, sentimientos y creencias. ♣ Bajo: los estudiantes no expresan con claridad sus ideas, sentimientos y creencias por falta del vocabulario adecuado, por el cambio en el uso de algunas estructuras, lo que en ocasiones afecta el significado del mensaje. ♣ Muy bajo: los estudiantes realizan un uso inadecuado del léxico y las estructuras a utilizar, lo que hace que se pierda el significado de las ideas que desean expresar o simplemente es incapaz de utilizarlas. 204 CAPÍTULO V La evaluación se realiza de la siguiente manera: primeramente, se determina el nivel alcanzado en cada dimensión y luego el domino completo de la habilidad, que se determina a partir de la escala que aparece a continuación, donde 5 puntos es muy alto, 4 es alto, 3 es moderado, 2 es bajo y 1 muy bajo, MB – Cuando el estudiante tiene una comunicación oral muy lenta y fragmentaria, no hay precisión del acento tonal, las pausas son arbitrarias, su articulación es incorrecta y no se realizan los enlaces por lo que no se produce el mensaje que se desea comunicar. B – Cuando el estudiante es capaz de utilizar algunos de los aspectos léxicos gramaticales estudiados con errores en la pronunciación y una inadecuada entonación en la expresión de sus ideas, por lo que su comunicación se hace lenta, incoherente y necesita niveles de ayuda. M - Cuando el estudiante es capaz, de forma independiente, de comprender y expresar ideas utilizando sólo los aspectos léxico gramaticales estudiados con una pronunciación y entonación que no es correcta pero que posibilita la comunicación con rapidez; o cuando el estudiante es capaz de comprender y expresar ideas utilizando los aspectos léxico gramaticales estudiados con una adecuada pronunciación y entonación, pero necesitando varios niveles de ayuda por lo que su comunicación es lenta A – Cuando el estudiante es capaz de comprender y expresar ideas utilizando los aspectos léxicos gramaticales estudiados con una correcta pronunciación y entonación, por lo que su comunicación se hace fluida pero lenta. MA - Cuando el estudiante es capaz de comprender y expresar ideas utilizando el vocabulario adecuado sin omisiones o alteraciones en el significado y en las estructuras con una correcta pronunciación, entonación y fluidez por lo que su comunicación se hace rápida e independiente. Para realizar la calificación del examen se debe tener presente: • Primero: Tener dominio de la escala que se utilizará para la evaluación. • Segundo: Cada miembro del tribunal calificador debe realizar un inventario de errores a medida que los estudiantes vayan exponiendo o 205 CAPÍTULO V desarrollando los diálogos preparados, así como de las respuestas a las preguntas realizadas. • Tercero: Realizar un trabajo de mesa, donde cada cual informe su criterio evaluativo siguiendo lo que se propuso en la escala y llagar a un acuerdo colectivo de la calificación a otorgar al examinado. Los resultados obtenidos de la prueba de comprobación del rendimiento escolar (anexo 2) se procesaron estadísticamente utilizando el programa estadístico SPSS 11. 5, primeramente se les aplicó un análisis de fiabilidad usando el Alpha de Cronbach para poder determinar la consistencia interna entre los casos analizado. Se obtuvo un indice de 0.96, que nos indica que el instrumento es considerado aceptable. Se realizó un análisis descriptivo que arrojó los siguientes resultados generales: Curso 2006-2007: Estadísticos N Válidos Perdidos Media Mediana Moda Desv. típ. Varianza Pronunci ación 78 0 2.50 2.00 2 .922 .851 Fluidez Entonación 78 78 0 0 2.65 2.72 3.00 3.00 a 2 3 .803 .804 .645 .647 Funciones comunicati vas 78 0 2.79 3.00 3 .843 .711 Dominio de la habilidad 78 0 2.69 3.00 3 .795 .631 a. Existen varias modas. Se mostrará el menor de los valores. Tabla 1: Descriptivos curso 2006-2007 206 CAPÍTULO V Si analizamos la tabla 1 podemos afirmar que en este curso la media aritmética del dominio de la habilidad es de 2.69 y la moda es de 3, lo que significa que la mayoría de los estudiantes están ubicados entre los rangos de bajo a moderados en su desarrollo. Cuando observamos las medias de las dimensiones que integran la habilidad, vemos que la de la entonación 2.72 y de las funciones comunicativas 2.79 son mayores que las de la fluidez 2.65 y la pronunciación 2.50, siendo esta la más baja y con mayor desviación típica, lo que significa que la mayor dificultad radica en la correcta pronunciación del español. La moda en las dimensiones III y IV sigue siendo 3, para un el nivel moderado de desarrollo, mientras que para la I y la II es de 2 entre muy bajo y bajo. La dimensión de las funciones comunicativas es la que alcanza mejores resultados. Después de realizar un análisis de frecuencias de los resultados de cada dimensión, realizamos una valoración de los resultados por dimensiones: Pronunciación Válidos muy bajo bajo moderado alto Total Frecuencia 11 29 26 12 78 Porcentaje 14.1 37.2 33.3 15.4 100.0 Porcentaje válido 14.1 37.2 33.3 15.4 100.0 Porcentaje acumulado 14.1 51.3 84.6 100.0 Tabla 2 Análisis de frecuencia dimensión I: Pronunciación. Esta es la dimensión que más dificultades presenta, lo que se demuestra en el porcentaje acumulado, donde el 51.3% de los estudiantes están entre los rangos muy bajo y bajo. De la misma manera el 33.3% del porcentaje válido se ubica en el moderado. Solamente 12 estudiantes de los 78 que conforman el curso para un 15.4%, presentan un nivel alto y ninguno de ellos presenta un nivel muy alto de desarrollo de la pronunciación. Todo lo expresado nos indica que sus indicadores, producción de fonemas consonánticos, vocálicos y diptongos y modo de articulación no es el más adecuado y que realmente existe un elevado grado de dificultad en el desarrollo de la dimensión en sentido general. 207 CAPÍTULO V Entonación Válidos muy bajo bajo moderado alto Total Frecuencia 4 27 34 13 78 Porcentaje 5.1 34.6 43.6 16.7 100.0 Porcentaje válido 5.1 34.6 43.6 16.7 100.0 Porcentaje acumulado 5.1 39.7 83.3 100.0 Tabla 3 Análisis de frecuencia dimensión II: Entonación En el caso de la entonación, los resultados tampoco son muy alentadores pues el 83.3% de los se encuentran entre los rangos muy bajos, bajos y moderados, lo que nos indica que la curva melódica generalmente es lineal por lo que el énfasis sobre la sílaba o frase deseada no es percibida con claridad aunque se logra distinguir la actitud del hablante, el tipo de oración que se utiliza y el contexto en que se desarrolla la comunicación oral. Fluidez Válidos muy bajo bajo moderado alto Total Frecuencia 4 31 31 12 78 Porcentaje 5.1 39.7 39.7 15.4 100.0 Porcentaje válido 5.1 39.7 39.7 15.4 100.0 Porcentaje acumulado 5.1 44.9 84.6 100.0 Tabla 4 Análisis de frecuencia dimensión III: fluidez. La tabla 4 nos indica que el 84.6% de los estudiantes están entre los rangos muy bajo, bajo y moderado, coincidiendo el porcentaje válido en un 39.7 de los rangos bajo y moderado, lo que sugiere que la comunicación oral es ocasionalmente vacilante, por algunas pausas inadecuadas, que hay faltas de enlaces y que se realizan repeticiones al agrupar las palabras. 208 CAPÍTULO V Funciones comunicativas Válidos muy bajo bajo moderado alto muy alto Total Frecuencia 4 24 35 14 1 78 Porcentaje 5.1 30.8 44.9 17.9 1.3 100.0 Porcentaje válido 5.1 30.8 44.9 17.9 1.3 100.0 Porcentaje acumulado 5.1 35.9 80.8 98.7 100.0 Tabla 5. Análisis de frecuencia dimensión IV: funciones comunicativas. En esta dimensión, aunque nos ofrece mejores resultados, siendo el único que nos indica el nivel muy alto y el 17, 9% de los estudiantes tiene un nivel alto, la frecuencia no es significativa. El 80.8% en el porcentaje acumulado representa que la mayoría de los estudiantes no expresan con claridad sus ideas, sentimientos y creencias por falta del vocabulario adecuado, por el cambio en el uso de algunas estructuras, lo que en ocasiones afecta el significado del mensaje. Si observamos la siguiente tabla donde se reflejan los resultados del análisis al dominio de la habilidad en sentido general, podemos apreciar que en el curso 2006-2007, el 84.6% de los estudiantes están ubicados en los rangos muy bajo, bajo y moderado de su desarrollo, lo que demuestra que son capaces, de forma independiente, de comprender y expresar ideas pero utilizando sólo los aspectos léxico gramaticales estudiados, con una pronunciación y entonación que no es la correcta y que necesitan varios niveles de ayuda, por lo que su comunicación es lenta. Dominio de la habilidad Válidos muy bajo bajo moderado alto Total Frecuencia 4 28 34 12 78 Porcentaje 5.1 35.9 43.6 15.4 100.0 Porcentaje válido 5.1 35.9 43.6 15.4 100.0 Porcentaje acumulado 5.1 41.0 84.6 100.0 Tabla 6 Análisis de frecuencia del dominio de la habilidad. 209 CAPÍTULO V Este instrumento fue aplicado también en el curso 2007-2008 para luego poder realizar una comparación de ambos resultados (ver anexo) demostrar si realmente existe la tendencia a alcanzar solo niveles bajos y moderados en la competencia comunicativa oral por parte de los estudiantes de la Preparatoria durante el proceso de aprendizaje del idioma español como segunda lengua. En este curso los resultados se comportaron de la siguiente forma: Estadísticos N Media Mediana Moda Desv. típ. Varianza Válidos Perdidos Pronunci ación 73 0 2.58 3.00 3 .881 .775 Fluidez 73 0 2.78 3.00 3 .768 .590 Entonación 73 0 2.84 3.00 3 .782 .611 Funciones comunicati vas 73 0 2.90 3.00 3 .767 .588 Dominio dela habilidad 73 0 2.79 3.00 3 .745 .554 Tabla 7 Descriptivos curso 2007-2008 La tabla anterior nos muestra que en este curso la media del dominio de la habilidad es de 2.79 y que la moda de todas las variables es 3, lo que demuestra que la mayoría de los estudiantes que conforman el curso están entre el nivel muy bajo, bajo o moderado de desarrollo. También apreciamos que las variables entonación y funciones comunicativas son las que alcanzan los mayores resultados, con 2.84 y 2.90 respectivamente, mientras que la fluidez 2.78 y la pronunciación 2.58, resultaron los más bajos. A los resultados de este curso también se le realizó un análisis de frecuencia por cada una de las dimensiones y el dominio general de la habilidad: 210 CAPÍTULO V Pronunciación Válidos muy bajo bajo moderado alto Total Frecuencia 9 23 31 10 73 Porcentaje 12.3 31.5 42.5 13.7 100.0 Porcentaje válido 12.3 31.5 42.5 13.7 100.0 Porcentaje acumulado 12.3 43.8 86.3 100.0 Tabla 8 Análisis de frecuencia Dimensión I. Curso 2007-2008 En esta dimensión vemos que al igual que en el curso anterior se presentan los resultados más bajos, el 43.8% de los estudiantes están entre los niveles muy bajos y bajos, con una frecuencia de 23 y 9 respectivamente y el 42.5% en el nivel moderado, lo que representa entre los tres niveles el 86.3% del porcentaje acumulado, lo que permite asegurar que la mayoría de estos estudiantes presentan dificultades a la hora de realizar la producción de fonos consonánticos, vocálicos y diptongos y que articulan los fonemas que no coinciden con la norma cubana con dificultad y con el apoyo del profesor. Solo 10 de los 73 del total que representa el 13.7% presentó un nivel alto, por lo que son capaces de articular los fonemas que no coinciden con la norma cubana con cierto grado de independencia. Entonación Válidos muy bajo bajo moderado alto Total Frecuencia 4 17 39 13 73 Porcentaje 5.5 23.3 53.4 17.8 100.0 Porcentaje válido 5.5 23.3 53.4 17.8 100.0 Porcentaje acumulado 5.5 28.8 82.2 100.0 Tabla 9 Análisis de frecuencia dimensión II. Curso 2007-2008. La entonación en este curso se comportó de manera similar que el anterior pues el 82.2 del porcentaje acumulado nos muestra que los estudiantes se encuentran entre los rangos muy bajos, bajos y moderados, solo el 17.8% del 211 CAPÍTULO V porcentaje válido alcanzó un nivel alto y ninguno de ellos muy alto, lo que quiere decir que también en este curso existen dificultades para enfatizar la sílaba o frase deseada con la curva melódica apropiada, por lo que no queda clara la actitud del hablante y el tipo de oración que se utilizan y el contexto en que se desarrolla la comunicación oral no permiten que el mensaje que se reciba sea nítido. Fluidez Válidos muy bajo bajo moderado alto Total Frecuencia 3 22 36 12 73 Porcentaje 4.1 30.1 49.3 16.4 100.0 Porcentaje válido 4.1 30.1 49.3 16.4 100.0 Porcentaje acumulado 4.1 34.2 83.6 100.0 Tabla 10 Análisis de frecuencia Dimensión III. Curso 2007-2008 Si analizamos esta tabla podemos ver que en este curso la fluidez sigue teniendo dificultades, pues tampoco presenta niveles muy altos de desarrollo, el 83.6% del porcentaje acumulado están entre los rangos de moderado a muy bajos, aunque si lo comparamos con el curso anterior observamos cierta mejoría porque disminuyó el porcentaje aculado de los niveles entre muy bajo y bajo a un 34.2%. Funciones comunicativas Válidos muy bajo bajo moderado alto Total Frecuencia 3 16 39 15 73 Porcentaje 4.1 21.9 53.4 20.5 100.0 Porcentaje válido 4.1 21.9 53.4 20.5 100.0 Porcentaje acumulado 4.1 26.0 79.5 100.0 Tabla 11 Análisis de frecuencia dimensión IV Curso 2007-2008 En el caso de las funciones comunicativas al igual que en el curso anterior es la dimensión que mejores resultados expone, aunque, como se puede observar, 212 CAPÍTULO V no llega a ser muy elevado el porcentaje válido de 20.5% con respecto al acumulado de 79.5%, que nos muestra que la mayoría de los estudiantes están entre los niveles de moderado a bajos de desarrollo, por lo que podemos afirmar que no expresan aún con claridad sus ideas, sentimientos y creencias por falta del vocabulario adecuado y por el cambio en el uso de algunas estructuras, lo que en ocasiones afecta el significado del mensaje. Dominio dela habilidad Válidos muy bajo bajo moderado alto Total Frecuencia 3 20 39 11 73 Porcentaje 4.1 27.4 53.4 15.1 100.0 Porcentaje válido 4.1 27.4 53.4 15.1 100.0 Porcentaje acumulado 4.1 31.5 84.9 100.0 Tabla 12 Análisis de frecuencia del dominio de la habilidad. Curso 2007-2008 Cuando comparamos el porcentaje válido de cada uno de los niveles alcanzados en el dominio de la habilidad en general de este curso, apreciamos que todavía no son los deseados, pues solamente el 15.1% presenta un alto nivel de dominio y el 84.9% del porcentaje acumulado se mantienen entre los niveles de moderado a muy bajo, lo que nos demuestra que los estudiantes de este curso también presentan dificultades en el desarrollo de la competencia comunicativa oral, por lo que son capaces, de forma independiente, de comprender y expresar ideas utilizando sólo los aspectos léxico gramaticales estudiados, con una pronunciación y entonación que no es la correcta y necesitan varios niveles de ayuda por lo que su comunicación es lenta. Para poder realizar una comparación de los resultados de los dos cursos, vamos a observar el siguiente gráfico: 213 CAPÍTULO V Grafico comparativo 3.00 2.90 Medias 2.80 2.70 Pronunciacion 2.60 Fluidez 2.50 Entonacion Funciones Comunicativas 2.40 Dominio de la Habilidad 2.30 2.20 2006 - 2007 2007 - 2008 Cursos Gráfico 1 Comparativo resultados por dimensiones de los dos cursos. Como podemos observar en cada curso la dimensión I, es decir la pronunciación, es la que presenta los resultados más bajos, el 95.2% del total de los participantes están entre los rangos de muy bajos a bajos lo que nos sugiere que la mayoría realizan la producción de fonemas consonánticos, vocálicos y diptongos propios del idioma español que no aparecen en su lengua materna con dificultad y articulan sin diferenciar los fonemas característicos de su lengua materna con los de la norma cubana. Le sigue la fluidez, con un 79.1% entre los niveles muy bajos y bajos, luego la entonación con un 68.5% y la que mejores resultados indica es la dimensión IV que se refiere a las funciones comunicativas con un 61.9%. Podemos apreciar además que los estudiantes del curso académico 2007-2008 presentaron mejores resultados que el curso anterior. Al comparar los resultados del nivel de las funciones comunicativas con los del estudio similar realizado por Peralta (2002) podemos afirmar que, aunque las medias aritméticas obtenidas en nuestro estudio demuestran un desarrollo moderado, son más alentadoras que las obtenidas por él. 214 CAPÍTULO V En el caso del dominio de la habilidad en general el 63.3% de ellos están en el nivel bajo de desarrollo, lo que nos demuestra que existen dificultades en el desarrollo de la competencia comunicativa oral en el proceso de enseñanzaaprendizaje del español como segunda lengua en nuestra universidad. Si comparamos nuestros resultados con los obtenidos por Almanza, G (2005) en su estudio, donde evalúa las mismas dimensiones para realizar un diagnóstico del dominio de la habilidad de expresión oral en los estudiantes de inglés en nuestra Universidad, vemos que son bastante similares. Las dimensiones pronunciación y fluidez son las que presentan más bajos resultados y en ambos casos las medias aritméticas del dominio de la habilidad de expresión oral resultó estar por debajo de 3.00 por lo que podemos afirmar que el nivel de estos estudiantes va de moderado a bajo. Como planteamos en la descripción de nuestros participantes, los estudiantes de estos cursos están divididos en grupos, que depende del perfil de la carrera que estudiarán después de concluir su curso de Preparatoria. Nos parece interesante realizar una comparación del comportamiento de los resultados obtenidos por los estudiantes que conforman cada uno de estos perfiles en el dominio general de la habilidad. Para ello vamos a analizar el siguiente gráfico que nos muestra las medias aritméticas obtenidas, recordando que se utilizó la escala del 1 al 5 para ponderar los niveles de muy bajo a muy alto de manera ascendente. 215 CAPÍTULO V Gráfico com parativo por perfiles 3.50 3.00 2.50 Medias 2.00 Ciencias humaní st icas 1.50 Ciencias t écnicas Ciiencias biológicas 1.00 Ciencias agropecuarias 0.50 0.00 2006 - 2007 2007 - 2008 Cursos Gráfico 2 Comparación resultados dominio de la habilidad por perfiles de los dos cursos El gráfico nos indica que los mejores resultados se observan en los estudiantes que conforman los grupos del perfil de carreras de ciencias humanísticas en ambos cursos, donde predomina el nivel de moderado en el 2006-2007 y de moderado a alto en el 2007-2008 y por lo tanto un mejor dominio de la habilidad. Después se encuentran ubicados los estudiantes del perfil de ciencias agropecuarias, que muestran un nivel de bajo a moderado en el primer curso y de moderado a alto en el segundo. En el caso de los perfiles de Ciencias Biológicas y Técnicas, presentan bajo dominio de esta habilidad, no coincidiendo en su posición en ambos cursos, pues en el primero, los estudiantes del perfil de Ciencias Biológicas alcanzan mejores resultados que los estudiantes de Ciencias Técnicas y de forma contraria en el segundo. Esta comparación nos permite decir que los estudiantes que en los próximos cursos estudiarán carreras de Ciencias Humanísticas presentan mayor competencia comunicativa oral, lo que significa que son capaces de comprender y expresar ideas utilizando los aspectos léxicos gramaticales estudiados, con una correcta pronunciación y entonación, por lo que su comunicación se hace fluida, no ocurriendo de esta forma en el resto de los estudiantes que pertenecen a los demás grupos por perfiles de carreras que presentan mayores dificultades. 216 CAPÍTULO V 5.5.1.2. Observación de las actividades docentes. Después de analizar el grado de dificultad que presenta el estudiantado de la Preparatoria en el desarrollo de la competencia comunicativa oral, decidimos evaluar el desempeño de los profesores y estudiantes durante la realización de actividades docentes y así poder recoger información que nos ayude a entender sus posibles causas. Para tal propósito se utilizó una guía de observación a actividades docentes (anexo 3) similar a la empleada por Peralta (2002) en su tesis para obtener el título de Máster, basada en las propuestas teórico-metodológicas del enfoque comunicativo y en las características sugeridas por Ur (1996) y Harmer (1991) y Duprat (2002) citados por el autor antes mencionado. Con el objetivo de evaluar el desempeño de los profesores y estudiantes durante la realización de actividades docentes. El profesor debe saber de manera general cuáles son los propósitos, los intereses y las características de sus alumnos para poder plantear actividades docentes concretas que cumplan con las expectativas que ellos tienen y les permita desarrollar su competencia comunicativa en la lengua que estudian. Además es el modelo a seguir, la inspiración de los alumnos y el que le pondrá las pautas para que participen. Según Peralta (2002) “… es importante reconocer que la metodología que los profesores adopten dentro del salón de clases, va a repercutir en el desempeño de los alumnos”. Plantea además que “Los profesores deben hablar menos y escuchar más. Lo más importante en la clase es el trabajo del estudiante, el trabajo del profesor se debe enfocar en propiciar que los alumnos desarrollen actividades usando el idioma”. Este instrumento es una herramienta que facilita la observación de las actividades que los profesores de lenguas realizan en la clase. Durante ella se pretendió saber si el profesor genera actividades adecuadas para que la comunicación oral sea constante y fluida y para que la actividad comunicativa oral sea efectiva. 217 CAPÍTULO V Se observaron 12 actividades docentes a los/ profesores que conforman la disciplina de español como idioma, las que fueron realizadas en tres períodos diferentes durante los cursos 2006-2007 y 20007-2008, tiempo en que se realiza la investigación. Los resultados obtenidos fueron los siguientes: El 100% de los profesores establecen el idioma español como un sistema de comunicación, por lo que hablan durante el desarrollo de las actividades docentes en español, ninguno utiliza el inglés para explicar cuando los estudiantes no comprenden. Atendiendo al tipo de actividad que el profesor promueve, los resultados fueron que el 25% explica de manera verbal o apoyado de algún recurso didáctico: un tema para todo el grupo, el 40% integran las actividades de forma tal que puedan utilizar todas las habilidades lingüísticas, solo el 15% realiza actividades específicas para desarrollar una u otra habilidad. En dos de las clases observadas los profesores utilizaron actividades específicas donde los estudiantes podían desarrollar su competencia comunicativa oral. Para ayudar a los alumnos a que produzcan el idioma por su propia cuenta, el 100% de los/las profesores/as tienen en cuenta que el vocabulario, los temas gramaticales y funciones comunicativas sean las adecuadas para el nivel del estudiante y el 80% de las actividades promovidas facilitan la producción del lenguaje. En todas las clases visitadas pudimos observar que hay estudiantes que cuando el profesor habla, no pueden entender lo que quiere que hagan y tienen que repetir en múltiples ocasiones. El 60% utiliza la mímica a la hora de explicar un contenido, el 40% dibujos u objetos reales y ninguno utiliza medios audiovisuales. En el 100% de las clases se apreció que algunos estudiantes participan más que otros y en el 60% que uno o dos no participan. Teniendo en cuenta su grado de motivación en el desarrollo de actividad el 72% se muestra interesado 218 CAPÍTULO V y quiere participar en ella, pero el resto muestra poco interés y una actitud pasiva. En sentido general los docentes estaban preparados para realizar las actividades y dominaban la metodología necesaria para utilizarla, lo que contrasta con los estudios realizados por autores como Peralta (2002), que plantea en su estudio que ninguno de los profesores visitados conocían los principios del enfoque comunicativo. Resultados similares se encuentran en la investigación llevada a cabo por Duprat (1998) que reveló que”…aun cuando el método comunicativo era comúnmente utilizado en la enseñanza de idiomas, un gran porcentaje de profesores no conocían los principios en los que se basa ese método”. Los aspectos negativos de estos resultados nos ayudan a aclarar parcialmente el porqué del bajo nivel de la competencia comunicativa oral de nuestros estudiantes, pero a partir de ahora aplicaremos nuevos instrumentos que nos permitirán entender plenamente esta problemática. 5.5.1.3 Cuestionario para determinar la frecuencia de uso de estrategias de aprendizaje de expresión oral. Escogimos el cuestionario, ya que se puede conocer lo que hacen, opinan o piensan los encuestados, mediante preguntas realizadas por escrito y que pueden responder sin la presencia del encuestador (Colás y Buendía, 1994). Nuestra selección estuvo basada en el hecho de que la encuesta permite adquirir información sobre el mundo interno del hombre, permite obtener información que no puede ser obtenida a través de la observación y que están contenidas en las respuestas del encuestado, la encuesta puede realizarse de forma directa o indirecta, así, el cuestionario como instrumento nos posibilita obtener esos datos sin que sea necesaria la mediación directa del 219 CAPÍTULO V encuestador, además de que admite sondear un número amplio de personas a encuestar, siendo esto más asequible para los propósitos de nuestro estudio. Para abordar el tema de las estrategias de aprendizaje consideramos necesario esclarecer algunos conceptos importantes relacionados con ellas. Según Monereo, las estrategias de aprendizaje son "procesos de toma de decisiones (conscientes e intencionales) en los cuales el alumno elige y recupera, de manera coordinada, los conocimientos que necesita para cumplimentar una determinada demanda u objetivo, dependiendo de las características de la situación educativa en que se produce la acción." Desde los años 60 se vienen realizando investigaciones sobre las estrategias de aprendizaje de una lengua extranjera. En 1966 se publica The method of inference in foreign Language Study de Carter obra que constituyó el primer intento relacionado con el tema. (Hismanouglou, 2000). En los años setenta, ochenta y noventa se realizaron diferentes estudios por otros especialistas entre los están Tarone (1983), Rubin (1987), O´ Malley y Chamot (1990) y Oxford (1990,1992, 1993). Las estrategias de aprendizaje son especialmente importantes para el aprendizaje del idioma, ya que constituyen herramientas para que el estudiante se involucre de forma activa y pueda autodirigir su aprendizaje, lo cual es esencial para el desarrollo de la competencia comunicativa. En el campo de la enseñanza de lenguas extranjeras se han hecho intentos para delimitar las estrategias esenciales para los "buenos aprendices de la lengua." En este sentido, Rubin, 1975, citada por Oxford (1993) sugiere que un buen aprendiz de la lengua: • Adivina de forma exacta y deseosa • Desea comunicarse • No teme cometer errores • Se centra tanto en la estructura como en el significado 220 CAPÍTULO V • Aprovecha todas las oportunidades para practicar • Monitorea su propio discurso y el de otros. Casar (2000) plantea que “…por lo general los expertos están conscientes de las estrategias que utilizan y por qué las emplean y con frecuencia emplean tanto estrategias cognitivas como metacognitivas. Sin embargo los novatos muchas veces no son conscientes de las estrategias no comunicativas que emplean como son la traducción, la memorización y la repetición. Es decir, si bien emplean las estrategias al igual que los expertos, lo hacen de forma un tanto arbitraria y sin orientarlas a la tarea específica”. Plantea además que “en un intento por esclarecer esta temática, los investigadores en la enseñanza de lenguas extranjeras han tratado de definir y sistematizar la amplia gama de estrategias posibles, así tenemos: • Sistemas relacionados con el comportamiento de los expertos. • Sistemas basados en funciones psicológicas como las cognitivas, metacognitivas y afectivas. • Sistemas basados en estrategias lingüísticas relacionadas con la inferencia, el monitoreo del idioma, la práctica formal de las reglas y la práctica funcional (comunicativa) • Sistemas basados en habilidades lingüísticas específicas como la producción oral, aprendizaje del vocabulario, la comprensión de lectura o la escritura. • Sistemas basados en diferentes estilos de aprendices”. La autora de esta tesis coincide con la teoría de Oxford (1990) cuando plantea que "las estrategias de aprendizaje de una lengua extranjera son acciones específicas, comportamientos, pasos o técnicas que los estudiantes (con frecuencia de manera intencional) utilizan para mejorar su progreso en el desarrollo de sus habilidades en la lengua extranjera”, 221 CAPÍTULO V Según (Manchón, 1993) las estrategias comunicativas constituyen un grupo de estrategias de aprendizaje y para su desarrollo ha de tenerse en cuenta las estrategias cognitivas, las metacognitivas y las socio-afectivas. Para este autor “…consisten en todos aquellos mecanismos de los que se sirven los estudiantes para comunicarse eficazmente, superando las dificultades derivadas de su insuficiente dominio de la lengua meta. Permiten al estudiantado mantener la comunicación en lugar de abandonarla ante dificultades imprevistas, proporcionándole así un mayor contacto con la nueva lengua y más ocasiones de práctica y aprendizaje”. Constantemente, en el proceso de intercambio social, el estudiantado se ve en la necesidad de darle solución a los problemas comunicativos que se le presentan a partir de activar, de forma más o menos consciente, mecanismos o estrategias en una búsqueda ingente de negociación externa e interna, que permita la efectividad de estos mecanismos de uso. Si a esto se suma la imposibilidad de predecir las diversas situaciones comunicativas en las que se verán inmersos los alumnos, lo que se traduce en no poder ofrecer, todos los recursos lingüísticos necesarios para ello; entonces, "la razón de incentivar el uso de estrategias comunicativas en las clases de ELE encuentra toda justificación" Esta teoría esta antecedida por criterios de investigadores como Rubin 1985 y Chamot 1985 donde realizan una clasificación para facilitar la obtención , almacenamiento, recuperación, y uso de información al aprender una lengua extranjera. Tipos de estrategias: Cognitivas: estrategias cognitivas son procesos por medio de los cuales se obtiene conocimiento. Metacognitivas: son conocimiento sobre los procesos de cognición u autoadministración del aprendizaje por medio de planeación, monitoreo y evaluación. 222 CAPÍTULO V Socio-afectivas: Permiten al aprendiente exponerse a la lengua que estudian y practicarla. O´Malley citado por Rodríguez y García-Merás (2005) también las clasifica en tres estas subcategorías: las metacognitivas, las cognitivas y las socioafectivas, donde las primeras requieren de planificación, reflexión, monitoreo y evaluación, las segundas están limitadas a tareas específicas de aprendizaje e implican la manipulación más directa del material de aprendizaje como son: la repetición, la traducción, la agrupación de elementos, la toma de notas y las últimas que se relacionan con las actividades de mediación y transacción social con otras personas. Para la elaboración del cuestionario (Anexo 4) se tuvieron en cuenta los fundamentos teóricos referidos anteriormente. Se diseñó con el propósito de obtener información acerca de qué estrategias de aprendizaje utilizan los estudiantes para el desarrollo de la competencia comunicativa oral y su frecuencia de uso. Se trata de una escala Likert donde 1 es nunca, 2 casi nunca, 3 algunas veces, 4 casi siempre y 5 siempre, para evaluar el uso que habitualmente hacen los estudiantes de ellas. El inventario consta de 41 ítems incluidos dentro de tres apartados que se refieren a la clasificación de estrategias de aprendizaje: 16 estrategias cognitivas, 10 metacognitivas y 13 socio-afectivas, que validamos a través del criterio de expertos. Primeramente se seleccionaron los posibles expertos en la materia, a los que se le envió una encuesta para determinar si realmente eran expertos o no, que consta de dos preguntas (Anexo 5), a primera se utilizó para determinar el 223 CAPÍTULO V Coeficiente de Conocimiento o Información (Kc.), a través de la siguiente fórmula: Kc = n (0,1) Donde: Kc: Coeficiente de Conocimiento o Información n: Rango seleccionado por el experto Con el objetivo de lograr un alto nivel de validez se aplica una segunda pregunta sobre el mismo tema, que influyen sobre el nivel de argumentación o fundamentación del tema a estudiar y permite calcular el Coeficiente de Argumentación (Ka) de cada experto: Ka =a ni = (n1 + n2 + n3 + n4 + n5 + n6) Donde: Ka: Coeficiente de Argumentación n i : Valor correspondiente a la fuente de argumentación i (1 hasta 6) Una vez obtenidos los valores del Coeficiente de Conocimiento (Kc) y el Coeficiente de Argumentación (Ka) se procede a obtener el valor del Coeficiente de Competencia (K) que finalmente es el coeficiente que determina en realidad que experto se toma en consideración para trabajar en esta investigación. Este coeficiente (K) se calcula de la siguiente forma: K = 0,5 (Kc + Ka) Donde: K: Coeficiente de Competencia Kc: Coeficiente de Conocimiento Ka: Coeficiente de Argumentación Posteriormente obtenido los resultados se valoran de la manera siguiente: 0,8 < K < 1,0 Coeficiente de Competencia Alto 0,5 < K < 0,8 Coeficiente de Competencia Medio K < 0,5 Coeficiente de Competencia Bajo El método sugiere que el investigador debe utilizar para su consulta a expertos de competencia alta, no obstante puede valorar si utiliza expertos de 224 CAPÍTULO V competencia media en caso de que el coeficiente de competencia promedio de todos los posibles expertos sea alto, pero nunca se utilizará expertos de competencia baja. Con el objetivo de lograr un alto nivel de validez en los resultados de las encuestas sobre el mismo tema, se seleccionaron como expertos aquellos profesionales que tenían un coeficiente de competencia ≥ 0.6. De este modo, se seleccionaron 14 expertos de los 17 a los que se encuestaron, los que aparecen en una tabla junto a aquellos que fueron eliminados (señalados por un asterisco) al no tener el coeficiente que demandada el investigador. (Ver anexo 6) Independientemente del coeficiente de competencia, también se consideró para la selección de los expertos, la experiencia como investigador y en la enseñanza, los títulos académicos, si los poseían, y la categoría docente. Estos elementos también se tuvieron en cuenta para el procesamiento de los datos de la segunda encuesta, dados estos en el peso que se le dio al criterio individual del experto respecto a las opiniones de los otros. Una vez determinados los expertos con que trabajaríamos sometimos a su consideración la selección de los items y su agrupación en apartados propuestos. La selección de los ítems se realizó a partir del estudio de la bibliografía que se refiere al desarrollo de la competencia comunicativa oral y sus principales características, teniendo en cuenta aquellas en las que han realizado estudios similares y que han dado modelos teóricos y empíricos como son: Oxford (1990), Gessa (1997), Peralta (2002) Iza y colectivo de autores (2003), Valdés (2003), Quevedo (2003), Amante, Romero y García (2004) Casar (2000), Arnold y Fonseca ( 2005), Menéndez (2005), Palacio (2005), Tardo (2005), Vilca (2006), y Mendoza (2006), Cárdenas (2006), Figueredo (2007), Cabello (s/f), además de la certera opinión del equipo de investigación mencionado en este capítulo. 225 CAPÍTULO V Los tres apartados seleccionados se refieren a la clasificación de estrategias de aprendizaje.: cognitivas, metacognitivas y socio-afectivas, que, aunque muchos autores utilizan la taxonomía de Oxford, 1990 y plantean que es la más completa, nos pareció más oportuno y provechoso utilizar la dada por Rubin (1985) y Chamot (1985, 1990), O´Malley (1990) y Manchón (1993) ya que según este autor se relacionan directamente con el desarrollo de estrategias comunicativas y su efectivo uso permite el desarrollo de la competencia comunicativa y, por consiguiente, la competencia comunicativa oral. Para la recogida de los datos generales (ver anexo 6) se realizó el siguiente proceso: se sumó la puntuación obtenida en cada items, se dividió su total por la cantidad de items, teniendo la media personal para cada apartado. Cada apartado corresponde a un grupo de estrategias. Después de tener los datos generales (Anexo 7) se procesaron en el programa estadístico SPSS 11.5, a los que se le aplicó un análisis de fiabilidad usando el Alpha de Cronbach para poder determinar la consistencia interna entre los casos analizados que el siguiente, se ha obtenido un índice de 0.91, que indica que el instrumento es aceptable. Luego se realizó un análisis estadístico descriptivo de frecuencia de uso de las estrategias, que nos llevó a los siguientes resultados: N Media Mediana Moda Desv. típ. Varianza Válidos Perdidos Estrategias cognitivas 78 0 2.72 3.00 3 .771 .595 Estrategias metacognitivas 78 0 2.51 2.00 2 .802 .643 Estrategias socioafectivas 78 0 2.87 3.00 3 .812 .659 Tabla 13 Descriptivo de frecuencia curso 2006-2007 226 CAPÍTULO V Cuando analizamos este estadístico descriptivo de frecuencia podemos determinar que la media aritmética en los tres tipos de estrategias es bastante similar pues sus valores son de 2.72, 2.51 y 2.87. La moda está entre 2 y 3, lo que significa que la mayoría de los estudiantes utilizan algunas veces o casi nunca las estrategias cognitivas, metacognitivas y socio-afectivas. Ahora realizaremos un análisis más detallado de cada una de las estrategias: Estrategias cognitivas Frecuencia Válido s nunca casi nunca algunas veces casi siempre Siempre Total Porcentaje Porcentaje válido Porcentaje acumulado 4 5.1 5.1 5.1 24 30.8 30.8 35.9 41 52.6 52.6 88.5 8 10.3 10.3 98.7 1 78 1.3 100.0 1.3 100.0 100.0 Tabla 14. Análisis de frecuencia. Estrategias cognitivas 2006-2007 Los resultados expuestos en esta tabla nos indican que el 88.5% del porcentaje acumulado utiliza entre nunca, casi nunca y algunas veces las estrategias cognitivas, por lo que no analizan la situación comunicativa, no buscan las expresiones adecuadas a la hora de hablar, no practican expresiones estudiadas en las nuevas situaciones comunicativas, no intentan pronunciar los sonidos de la misma manera que lo hacen los nativos y ni los que son difíciles para ellos y casi nunca practican de forma oral así que no pueden mejorar la rapidez en la comunicación. Sólo el 10.3% y el 1.3% del porcentaje válido utilizan casi siempre y siempre respectivamente estas estrategias. 227 CAPÍTULO V Estrategias metacognitivas Válidos nunca casi nunca algunas veces casi siempre Total Frecuencia Porcentaje 6 7.7 35 44.9 Porcentaje válido 7.7 44.9 Porcentaje acumulado 7.7 52.6 28 35.9 35.9 88.5 9 11.5 11.5 100.0 78 100.0 100.0 Tabla 15 Análisis de frecuencia estrategias metacognitivas curso 2006-2007 Como podemos observar en este curso el 44.9% del porcentaje válido no utiliza “casi nunca” las estrategias metacognitivas y el 7.7% “nunca”, lo que trae como resultado que el 52.6% del porcentaje acumulado estén entre ellos. Además el 35.9% las utiliza “algunas veces” y solo el 11.5% casi siempre, permitiéndonos afirmar que un porciento muy bajo (9%) de los estudiantes sabe autocorregirse sobre la marcha cuando se equivoca, busca un lugar agradable para estudiar, aprovecha las oportunidades para practicar, esta siempre atento cuando alguien habla español para comprobar si comprende lo que dice, aspectos muy importantes para desarrollar la competencia comunicativa oral. Estrategias socio- afectivas Válidos nunca casi nunca algunas veces casi siempre Siempre Total Frecuencia 4 Porcentaje 5.1 Porcentaje válido 5.1 Porcentaje acumulado 5.1 18 23.1 23.1 28.2 41 52.6 52.6 80.8 14 17.9 17.9 98.7 1 78 1.3 100.0 1.3 100.0 100.0 Tabla 16 Análisis de frecuencia estrategias socio-afectivas curso 2006-2007 228 CAPÍTULO V En el caso de las estrategias socio-afectivas, aunque son las de mayor frecuencia de uso, el 17.9% del porcentaje válido las utiliza casi siempre y el 1.3% siempre, no son resultados significativos, pues el 80.8% del porcentaje acumulado resume que la mayoría de los estudiantes las utiliza algunas veces (52.6%) o no las utilizan nunca (5.1%) o casi nunca (23.1%), lo que nos permite afirmar que más que hablar les gusta escuchar, no piden ayuda cuando lo necesitan y no intentan aprovechar las oportunidades para intervenir. Para poder realizar una comparación se aplicó este mismo instrumento a los estudiantes del curso 2007-2008, que después de realizar el análisis descriptivo de frecuencia nos mostró los resultados que observamos a continuación: N Media Mediana Moda Desv. típ. Varianza Válidos Estrategias cognitivas 73 2.97 3.00 3 .726 .527 Estrategias Estrategias sociometacognitivas afectivas 73 73 2.51 3.00 2.00 3.00 3 2 .930 .782 .865 .611 Tabla 17 Estadístico descriptivo estrategias Curso 2007-2008 Esta tabla nos permite plantear que con respecto al curso anterior la moda se comportó de la misma manera, siendo 3 en las estrategias cognitivas y socioafectivas y 2 en las metacognitivas. La media aritmética aumentó en las cognitivas a 2.97 y a 3.00 en las socio-afectivas, mientras que las metacognitivas al igual que en el anterior es de 2.51, que es precisamente donde se observa la mayor desviación típica. Analicemos de forma más detallada la frecuencia de uso de cada una de ellas a través de los siguientes resultados: 229 CAPÍTULO V Estrategias cognitivas Válidos casi nunca algunas veces casi siempre siempre Total Frecuencia 19 Porcentaje 26.0 Porcentaje válido 26.0 Porcentaje acumulado 26.0 38 52.1 52.1 78.1 15 20.5 20.5 98.6 1 73 1.4 100.0 1.4 100.0 100.0 Tabla 18 Análisis de frecuencia estrategias cognitivas Curso 2007-2008. En el curso 2007-2008 la frecuencia de uso de las estrategias cognitivas se comportó de mejor manera que el curso anterior, pues bajó casi en un 10% el porcentaje acumulado de los estudiantes que manifiestan utilizar estas estrategias “casi nunca y algunas veces”, siendo de un 78.1%, pero esto no constituye un logro pues todavía supera el 70%, además continúan siendo bajos los porcentajes válidos de los/las estudiantes que las utilizan “casi siempre y siempre”, para un 20.5% y 1.4% respectivamente. Lo que nos indica que sólo estos estudiantes son capaces de razonar, analizar y buscar nuevas vías para obtener los conocimientos que les permitirá adquirir mayor dominio de la comunicación oral en idioma español. Estrategias metacognitivas Válidos nunca casi nunca algunas veces casi siempre Total Frecuencia 10 Porcentaje 13.7 Porcentaje válido 13.7 Porcentaje acumulado 13.7 28 38.4 38.4 52.1 23 31.5 31.5 83.6 12 16.4 16.4 100.0 73 100.0 100.0 Tabla 19 Análisis de frecuencia de estrategias metacognitivas Curso 2007-2008 230 CAPÍTULO V Las estrategias metacognitivas siguen siendo las menos usadas por los estudiantes, al igual que el curso anterior el porcentaje acumulado entre nunca y casi nunca supera el 50% de la matrícula, en este caso de un 52.1%, y el 31.5% del porcentaje válido las utiliza algunas veces, que si analizamos entre los tres niveles, nos brinda un porcentaje acumulado de 83.6%, utilizándolas “casi siempre” sólo el 16.4%. Lo que nos demuestra que la mayoría no sabe autocorregirse sobre la marcha cuando se equivoca, no aprovecha las oportunidades para practicar, por lo que no contribuyen al desarrollo de su comunicación oral. Si observamos la siguiente tabla, podremos apreciar que estas son las estrategias que muestran un menor porcentaje acumulado entre “nunca y casi nunca”, con un 20.5%, aunque esto no es significativo porque el 60.3% del porcentaje válido las utiliza algunas veces y sólo el 15.1% y el 4.1% las utiliza casi siempre o siempre respectivamente. Si comparamos estos valores con los del curso anterior, vemos que ha disminuido el porcentaje de las frecuencias de “casi siempre” y aumentado las de los estudiantes que “siempre” las utiliza. Estrategias socio- afectivas Válidos nunca casi nunca algunas veces casi siempre siempre Total Frecuencia 2 Porcentaje 2.7 Porcentaje válido 2.7 Porcentaje acumulado 2.7 13 17.8 17.8 20.5 44 60.3 60.3 80.8 11 15.1 15.1 95.9 3 73 4.1 100.0 4.1 100.0 100.0 Tabla 20 Análisis de frecuencia estrategias socio-afectivas Curso 2007-2008 231 CAPÍTULO V Para resumir lo expuesto anteriormente vamos a analizar el siguiente gráfico, donde se muestra, a través de las medias aritméticas, una comparación de los resultados de los dos cursos evaluados: Comparativo de estrategias por cursos Est. Cognitivas 3 Est. Metacognitivas 2.9 Est. Socio af ectivas Medias 2.8 2.7 2.6 2.5 2.4 2.3 2.2 2006 - 2007 2007 - 2008 Cursos Gráfico 3 Comparativo de estrategias por curso. En resumen podemos señalar que en el caso de las estrategias cognitivas son más utilizadas por los estudiantes del curso 2006-2007 que del curso 2007-2008, con una diferencia significativa, lo mismo ocurre con las socioafectivas. Las metacognitivas, que son las que menor frecuencia de uso presentan, se comportaron de la misma manera en ambos cursos con una media de 2.51. Si unificamos los porcentajes válidos para llegar a un resultado total de las frecuencias de uso de todos los participantes a los estudiantes que se les aplicó el cuestionario, observamos que el 61.9% no utiliza nunca o casi nunca las estrategias cognitivas, que el 21.4% no usa nunca y el 83.3% casi nunca, las estrategias metacognitivas y el 48.7% manifiesta no usar nunca o casi nunca las estrategias socio-afectivas. Esto nos permite afirmar que la frecuencia de uso de las estrategias de aprendizaje de expresión oral en sentido general es baja, por lo que los estudiantes no utilizan todos los recursos necesarios para desarrollar su competencia comunicativa oral. Al igual que en la prueba de comprobación del rendimiento escolar, analizaremos el comportamiento de las frecuencias de uso de las estrategias de aprendizaje por los perfiles de las carreras que estudiarán en los próximos cursos y así podremos valorar si esto influye en el desarrollo del dominio de la 232 CAPÍTULO V habilidad objeto de estudio de nuestra investigación. Teniendo en cuenta los resultados que nos ofrecen los siguientes gráficos: 3.50 3.00 2.50 2.00 Cognitivas 1.50 Metacognitivas 1.00 Socio- af ectivas 0.50 0.00 Cienc. Hum. Cienc. Téc. Cienc.Biol. Cienc. Agrop. Gráfico 4 Comparativo de estrategias por perfiles curso 2006-2007 Como podemos apreciar en el gráfico anterior que los/las estudiantes del curso 2006-2007 que pertenecen a las carreras de perfil humanístico son los que manifiestan utilizar más frecuentemente las estrategias cognitivas, metacognitivas y socio-afectivas, siendo estás últimas la de mayor frecuencia. El resto de los perfiles se comportan de manera similar en el uso de las cognitivas y socio-afectivas, mientras que el uso de las estrategias metacognitivas varia significativamente de un perfil a otro, teniendo mayor frecuencia en las carreras de perfil agropecuario. Es importante aclarar que en ninguno de los perfiles la media de frecuencia de uso es mayor a 3.50, por lo que solamente llega a ser utilizada de forma moderada. 233 CAPÍTULO V 3.50 3.00 2.50 2.00 Cognitivas 1.50 Metacognitivas 1.00 Socio- af ectivas 0.50 0.00 Cienc. Hum. Cienc. Téc. Cienc.Biol. Cienc. Agrop. Gráfico 5 Comparativo de estrategias por perfiles curso 2007-2008 En el curso 2007-2008 la situación se comporta de manera similar. Se mantienen los estudiantes del las carreras de perfil humanístico manifestando mayor frecuencia de uso de las estrategias, le sigue el perfil de Ciencias Agropecuarias y entre los perfiles de Ciencias Biológicas y Técnicas hay poca variación. Debemos aclarar que el comportamiento de las medias de este curso es mayor con respecto al anterior. A modo de resumen podemos decir que los estudiantes de las carreras del perfil humanísticos en ambos cursos son los que mayor incidencia tienen en el uso frecuente de las estrategias analizadas. Si comparamos esta situación con el análisis realizado al dominio de la habilidad hay plena correspondencia, pues estos son los estudiantes que demuestran mayor dominio. Debemos aclarar que las medias de cada uno de los perfiles y cursos analizados no superan los promedios necesarios para tener alta frecuencia de uso, coincidiendo en cada uno los mayores porcientos de algunas veces a casi nunca, lo que constituye una dificultad y posible causa para el bajo rendimiento en el dominio de la competencia comunicativa oral que comprobamos con la aplicación del primer instrumento de nuestra investigación. 234 CAPÍTULO V 5.5.1.3. Cuestionario para determinar el grado de interés, los hábitos de estudio, la motivación y la utilización del resto de las habilidades comunicativas. Teniendo en cuenta los resultados descritos anteriormente y quedando en evidencia que nuestros estudiantes tienen dificultades para desarrollar su competencia comunicativa oral y que no utilizan de forma frecuente las estrategias de aprendizaje que les permite desarrollarla, los profesores del proyecto de investigación antes mencionado, nos preguntamos qué otros factores podrían influir en esta problemática y nos dimos a la tarea de revisar los trabajos realizados sobre el tema y tratar de encontrar una forma válida para conocerlos. Arnold (1999) plantea que “…el alumno de una segunda lengua se encuentra en una situación particularmente compleja, ha de comunicarse expresando ideas lógicas y apropiadas a su edad mediante un instrumento primitivo e imperfecto propio de niños de pocos años. Además, ya posee un instrumento de comunicación en el que es competente y en muchos casos, compartido con sus compañeros de clase. Su deseo de participar en clase dependerá sin lugar a dudas de cuestiones de índole personal, aunque se vean afectadas también por variables de carácter social. Conocer las necesidades y motivaciones de los alumnos es un primer paso imprescindible para que se dé un proceso de enseñanza-aprendizaje eficaz, basado en lo que es relevante para «estos» alumnos en «esta» aula”. El Consejo de Europa (2001) en su marco de referencia para la enseñanza de lenguas recoge las siguientes preguntas como pasos iniciales del docente para hacer un análisis de intereses y necesidades: • ¿Para qué quieren aprender esa lengua? • ¿Qué necesitan aprender para lograr su meta? • ¿Qué les hace querer aprender? • ¿Cuáles son sus características personales? (edad, sexo, contexto social y educativo, etc.) 235 CAPÍTULO V • ¿Qué conocimientos, destrezas y experiencias tienen? • ¿Cuánto tiempo tienen o desean emplear? La respuesta a preguntas de este tipo ayudará a los docentes a diseñar actividades que sean del interés de los alumnos, ya que la actitud positiva de los alumnos depende del valor que perciban de las distintas tareas que se les propongan y de la adecuación a sus objetivos personales. La motivación no es una variable observable, sino un constructo hipotético, que inferimos a partir de las manifestaciones de la conducta, y esa inferencia puede ser acertada o equivocada. Es, además, uno de los factores, junto con la inteligencia y el aprendizaje previo, que determinan si los estudiantes lograrán los resultados académicos deseados. Para Mendoza (s/f) “… la motivación puede ser: intrínseca y extrínseca. La motivación extrínseca se refiere a los refuerzos e impulsa un aprendizaje autónomo, querido por el sujeto (…) y la intrínseca es la curiosidad intelectual o curiosidad epistémica. La situación de aprendizaje será intrínsecamente motivadora si está convenientemente estructurada por el profesor, es decir, si alcanza un nivel adecuado de incongruencia respecto a los alumnos de la clase. La motivación intrínseca recibe tres formas: • La curiosidad (aspecto novedoso de la situación) • La competencia (que motiva al sujeto a controlar el ambiente y a desarrollar las habilidades personales y de reciprocidad). • La necesidad de adoptar estándares de conducta acordes con la demanda de la situación”. Algunos autores como Marín (1983) y Marie y col. (2000), indican que la mayoría de los estudiantes universitarios tienden a responder negativamente ante situaciones estresantes y/o que requieren una acción rápida y dinámica y que el equilibrio emocional es una variable muy influyente en el rendimiento humano. Sánchez (2000) establece que a nivel para-académico los cambios en 236 CAPÍTULO V los sentimientos y emociones que pueden afectar al equilibrio personal pueden repercutir negativamente en los estudios. Tenemos que tener en cuenta también que el desarrollo de competencia comunicativa oral, a la luz de los preceptos básicos del enfoque comunicativo, en cualquiera de sus etapas de desarrollo, se vincula de manera natural y obligatoria con las tres restantes habilidades. Su primacía hace que este presente al realizar las diferentes actividades comunicativas, incluso cuando se está atendiendo de manera intencional otra de las habilidades con un alto nivel de prioridad. Después de analizar los preceptos teóricos enunciados anteriormente seleccionamos para continuar nuestro estudio el cuestionario para determinar el grado de interés, los hábitos de estudio, la motivación y la utilización del resto de las habilidades comunicativas (anexo 8) que tomamos y adaptamos a nuestras necesidades. Se trata de un cuestionario anónimo que se compone de ítems similares a los de otros estudios realizados en varios países en el ámbito de la Psicología (Martín, García y Hernández 1999) y en el campo de la enseñanza de lenguas extranjeras por Fernández (2002) y Cárdenas (2006). Utilizamos ítems que pudiesen facilitar la comparación de los resultados a los de los instrumentos utilizados en tales estudios. Su objetivo es conocer mejor la realidad y la problemática que rodea el proceso de enseñanza-aprendizaje del idioma español como segunda lengua y en este caso, haciendo énfasis en el desarrollo de la competencia comunicativa oral. Es un cuestionario que consta de 47 ítems, distribuidos en 6 áreas temáticas: Apéndice A: Interés por el aprendizaje de la lengua, hábitos de estudio y obstáculos que se presentan para estudiar: preferencia por actividades orales, escritas, auditivas o de lectura, tiempo dedicado al estudio, tanto en cantidad de horas como su distribución a lo largo del año. Obstáculos como los posibles 237 CAPÍTULO V problemas de tiempo, salud, problemas afectivos, familiares, de ansiedad o de lagunas previas de conocimientos y la influencia del contexto en general. Apéndice B: Hábitos de lectura: libros obligatorios y no obligatorios de la Preparatoria, completar la información de las asignaturas, tipos de lectura y tipos de revistas que leen. Con qué frecuencia leen textos en idioma español. Apéndice C: Hábitos de escritura: textos que escribes habitualmente, en tu lengua, en la nueva lengua. Tomas notas de lo que escuchas, realizas resúmenes de lo visto o leído anteriormente. Apéndice D: Hábitos de escuchar: preferencias por la música, deportes, noticias, novelas, cuentos, poesía, comprensión de significado de las palabras, utilización del diccionario, pedir ayuda a otras personas, tratar de hablar sobre un tema después de escuchar.. Apéndice E: Esfuerzo personal ante la actividad de escritura en una nueva lengua. Los apéndices B, C y E fueron tomados textualmente de los trabajos mencionados anteriormente. Los apartados A y D fueron adaptados por la autora de esta tesis ya que desea enfatizar aspectos relacionados con las actividades que realizan durante el proceso de enseñaza-aprendizaje del idioma español que se relacionan con la habilidad objeto de estudio y su relación con el resto de las habilidades lingüísticas del idioma, por lo que incluimos la comprensión auditiva. Este instrumento se aplicó también al 100% de los participantes, es decir el total de la matrícula de cada uno de los cursos. Después de analizar las respuestas dadas por los encuestados, obtuvimos los siguientes resultados: Apéndice A: El 100% de los encuestados manifestó gustarle el estudio del idioma español, mientras que solo el 12% lo había estudiado antes de comenzar la Preparatoria, el 43.7% plantea que durante las actividades docentes habla más español que en su lengua materna y el 56.3% lo hace casi siempre en su 238 CAPÍTULO V lengua materna. El 18.5% participa siempre en las actividades docentes, el 36.8% casi siempre y el 44.7% manifiesta participar sólo algunas veces. El 27.2% manifiesta que le gustaría poder escribir más en español, el 38,9% leer, el 19.3% escuchar y el 14.2% hablar. En sus clases el 40% dice realizar más frecuentemente actividades de lectura, el 27.3% de escritura, el 7.8% de comprensión auditiva y 24.5% actividades orales. Esta visión contrasta con lo planteado por Skehan, (1998): “…el proceso de adquisición de una segunda lengua concede al aprendiente un papel activo y conlleva la idea de que la competencia comunicativa oral se adquiere hablando. De hecho, se considera que la producción oral puede ser un factor esencial en promover el aprendizaje de una lengua”. Autores como Stevick, (1998) y Puchta, (2000) citados por Arnold y Fonseca, (2005) plantean que “…será más factible estimular el deseo de participar del alumno si el docente incluye tareas que se adecuen a las necesidades e intereses del alumnado, que tengan en cuenta los componentes y las funciones del lenguaje y cuyos objetivos no solo sean de naturaleza lingüística sino también vital. Se trata de convertir el aula en un lugar al cual el alumno quiera pertenecer, donde el desarrollo integral de personas que van a conocer una lengua y cultura concretas potencie el desarrollo de la competencia comunicativa de la lengua”. Estos estudiantes tienen moderados hábitos de estudio pues el 78.5% plantea que estudian semanalmente sólo 10 horas, el 19.3% dedican entre 10 y 20 horas semanales al estudio y sólo un 2.2% dedica más tiempo a esta actividad. De ellos el 58.7% plantea que dedican un tiempo todos los días al estudio del español y su práctica, el 27.3% lo hace los fines de semana y sólo un 9.7% del estudiantado exclusivamente estudia para los exámenes. comparamos estos resultados con los trabajos similares Si realizados anteriormente, observamos que los participantes en la investigación de Cárdenas (2006) también tienen un hábito moderado de estudio. Teniendo en cuenta lo planteado por Fernández (1989) que considera que “el estudiar todos los días de la semana parece imprescindible para tener éxito, llegando a una media de 10 horas semanales de estudio”, podemos decir que el 78.5% de 239 CAPÍTULO V nuestros estudiantes pueden llegar a tener éxito. Estando este resultado muy distante al que refieren Martín Cabrera et al (1999) en su trabajo, donde la media de las horas semanales ascendió a 18 horas. En cuanto a los problemas y obstáculos que pueden interferir en sus estudios, coincidimos con los resultados obtenidos en el estudio realizado por Cárdenas (2006) que plantea que los problemas familiares son los de mayor incidencia, en nuestro caso influye mucho para el 86.9% y en alguna medida para 13.1%. De la misma forma el segundo obstáculo que influye es la ansiedad, donde el 74.5% manifiesta que influye mucho, mientras que para el 12.1% en algunas ocasiones y el 13.4% no influye en sus estudios. Debemos tener en cuenta que las dos investigaciones se realizan con estudiantes que se encuentran en un país que no es el suyo, con costumbres y formas de vida diferentes, donde llevan poco tiempo y que están lejos de su familia y amigos. Estos resultados coinciden además con los de autores como Marín (1983) y Marie y col. (2000), que indican que “la mayoría de los estudiantes universitarios tienden a responder negativamente ante situaciones estresantes y/o que requieren una acción rápida y dinámica y constatando con otros estudios” y con las de MacIntyre y Gardner (1991) que han considerado que “la expresión oral es precisamente la que produce más ansiedad. No es simplemente por las carencias lingüísticas generales sino más bien por el temor de experimentar sentimientos de ridículo si tenemos que manifestar estas carencias ante los demás. Luego el profesor de idiomas necesita esforzarse en reducir lo que Krashen (1982) llamó el filtro afectivo. Como aconseja Littlewood (1996), conviene recordar que «el desarrollo de las destrezas comunicativas (...) requiere por tanto una atmósfera de aprendizaje que les proporcione la sensación de seguridad (...) [que] depende en gran medida de la existencia de relaciones interpersonales que no creen inhibiciones sino que sean de apoyo y de aceptación». Una vez que el alumno tenga los conocimientos lingüísticos básicos, seguramente la creación de esta atmósfera de apoyo es el factor más significativo en facilitar la competencia comunicativa”. 240 CAPÍTULO V Le sigue en orden de prioridad las deficiencias en su formación previa con un 54.7%, esto si tenemos en cuenta que solo el 12% lo había estudiado antes de comenzar la Preparatoria, podemos encontrarlo lógico. Luego con un 36.5% de mayor influencia, la cantidad de trabajo. Debemos aclarar que los grupos de Ciencias Biológicas y Agropecuarias tienen gran cantidad de asignaturas que complementan sus estudios preparatorios para enfrentar la carrera que estudiará próximamente. Después encontramos los problemas afectivos con un 27.9%, lo que se relaciona con las dos primeras y sólo un 5.3% plantea que la falta de capacidad para aprender un nuevo idioma influye en sus estudios. Ninguno de los encuestados manifiesta que la falta de esfuerzo, interés, salidas nocturnas o los profesores influyen en su aprendizaje del idioma español. Apéndice B: El 68% de los encuestados manifiestan sentir motivación por la lectura y el 32% no, esos mismos porcientos se plantean en la lectura frecuente en su lengua materna, siendo el 56.3% que lo hacen en idioma español. Sus preferencias están en la lectura de revistas, periódicos y novelas, pero para un 80% estas últimas son preferentemente leídas solamente en su lengua materna, están en menor escala de preferencia los cuentos y los textos poéticos que representan un 21.3% y 8.7%, respectivamente . El 14.7% dice hablar sobre fragmentos de lecturas que le resultan interesantes en su lengua materna y sólo el 5.9% en idioma español. Ninguno de los encuestados manifiesta hablar imitando el estilo de un texto leído, el 93% plantea que es importante la lectura de textos en su lengua materna y en idioma español y un 7% no la considera importante. El 85.7% considera importante la lectura para el desarrollo de su expresión oral, mientras que el 14.3% no opina lo mismo. Estos resultados contrastan con el planteamiento de que la lectura es una de las habilidades a las que se les conoce como receptivas, tal habilidad se desarrolla en los estudiantes a través de palabras impresas. Es la habilidad de más fácil acceso a los estudiantes, por lo que es una de las más aceptadas entre ellos. El constante uso de esta habilidad proporciona una importante cantidad de vocabulario y expresiones comunicativas orales a los alumnos. El 241 CAPÍTULO V desarrollo del hábito de lectura entre ellos es una acción que repercutirá de manera positiva en el desarrollo del idioma. Apéndice C: Según las respuestas de los encuestados un 77.2% siente motivación por escribir, un 22.8% no y sólo el 37.2% manifiesta escribir diariamente Existen razones suficientes para querer desarrollar la escritura en los alumnos ya que sólo hablar, oír o leer una lengua no es suficiente. El proceso de escritura ayuda a aprender con el paso del tiempo ya que la actividad de construir mensajes escritos forma parte de la experiencia del aprendizaje. Algo alarmante, que se corresponde con los resultados expuestos en su trabajo por Cárdenas (2006), es el hecho de que un porciento muy alto (94.8%) de estos/as estudiantes plantean que escriben sus notas de clase en el resto de las asignaturas en su lengua materna. Es válido aclarar que en los colectivos de año los profesores que impartimos el español, le hacemos ver al resto de los profesores la necesidad de integración de todas las asignaturas que conforman el currículum para que contribuyan a la correcta adquisición del idioma. El 36.9% escribe varias veces las palabras que aprenden para recordar cómo se escriben, el 13.2% intenta escribir frases similares a las que ha aprendido, el 45.2% tiene amigos hispanohablantes a los que le muestran lo que escribe para ver si comprende y el 65.2% plantea preferir mostrárselos a sus compañeros de clase. El 16.3% busca textos modelos y subraya lo que le puede servir para escribir los suyos y el 68.9% lee muchas veces lo que escribe, el 34.7% mira la televisión cubana e intenta escribir un resumen de lo que ha visto, sólo el 51.9% considera importante la escritura para el desarrollo de la expresión oral. Si tenemos en cuenta que según Padrón et al, (2000) “la escritura es una importante herramienta de producción de lenguaje. Sobre todo para aquellos que no tienen habilidad de producirlo de manera rápida, tan solo viendo o 242 CAPÍTULO V escuchando, debemos darle la misma importancia que al resto de las habilidades y que solamente es necesario ubicar su desarrollo dentro de un espacio y tiempo determinado durante la adquisición de la lengua, y que: Provee vías de aprendizaje a los estudiantes, les muestra a los aprendices su progreso en la lengua, es un medio para integrar habilidades apropiadamente, posibilita actividades variadas en el aula, eleva el contacto directo con la lengua fuera del aula mediante trabajos extraclases y se necesita para evaluar las demás habilidades”, podemos afirmar que un porciento alto de los estudiantes que conforman los participantes de esta investigación no buscan las vías necesarias para su desarrollo. Apéndice D: Los datos recogidos nos muestran que el 97.3% de los estudiantes se detienen a escuchar preferentemente música, noticias o deportes en su lengua materna, teniendo un menor grado la preferencia por las novelas 12.3%, cuentos 2.3% y sólo un 1.4% refiere su gusto por escuchar textos poéticos. Un 25.4% plantea escuchar frecuentemente música en idioma español, el 34.7% noticias y deportes y ninguno de ellos prefiere escuchar novelas, cuentos o poesía en idioma español, para el 78.4% escuchar diferentes textos le ayuda a desarrollar su vocabulario, cuestión acertada pues Ur (1996) argumenta que “… el desarrollo de la habilidad auditiva produce aprendizaje subconsciente ya que cuando el estudiante escucha el material adecuado está expuesto no solo a escuchar, adquiere información vital de gramática, vocabulario y pronunciación.” Las respuestas dadas nos permitieron notar que hay una tendencia bastante frecuente de utilizar el diccionario siempre que no comprenden el significado de una palabra y no se detienen a tratar de comprenderlo a través del contexto. Sólo el 22.7% le pregunta a su profesor, el 89.1% trata de entender el significado de todas las palabras y el 10.9% trata de hacerlo de forma global. Si analizamos que para Nunan (1991) (citado por Peralta, 2002) “Escuchar es simplemente el inicio de la comunicación. El propósito de escuchar no es 243 CAPÍTULO V entender o reconocer cada una de las palabras que escucha, sino que el receptor interactúe en la conversación. Se debe entender que el propósito de escuchar es el de luego comunicarse oralmente”, entonces podemos decir que los procedimientos utilizados por ellos no son los más eficaces para la adquisición de la competencia comunicativa que necesitan. Observamos además que la mayoría de ellos no se esfuerza o motiva por hablar sobre el tema después de escuchar un texto y que el 27.8% no considera la importancia que tiene escuchar diferentes textos para el desarrollo de la expresión oral, lo que puede influir como una posible causa del bajo nivel de dominio que presentan en la competencia comunicativa oral. Esto podemos reafirmarlo con las ideas de Cassany (2000) cuando dice “la expresión oral también implica desarrollar nuestra capacidad de escuchar para comprender lo que nos dicen los demás (…)” Según Gilbert (1993) (citado por Manzano 2007) “de la misma forma que escuchamos la lengua así la hablamos. Se asocia, el dominio exitoso de la lengua a alguien con buena memoria y habilidades auditivas”. Apéndice E: Los resultados que ofrecen las respuestas de este acápite nos permiten plantear que el 35.5% de los estudiantes se motivan ante las tareas difíciles, diciéndose que si se esfuerzan obtendrán resultados positivos y el 24% cuando se aburre en las tareas académicas se obliga a prestar mayor atención, cuestión que nos presenta el poco esfuerzo que realizan a la hora de realizar las actividades. La falta de motivación se corrobora cuando analizamos que sólo el 12.3% de los encuestados manifiesta buscar los aspectos más interesantes o que le plantean un desafío antes de iniciar las tareas académicas y el 19.8% resalta aquellos aspectos que le resultan más novedosos. 244 CAPÍTULO V Si el 45.9% plantea tener algunos problemas para hablar e interesarse por los aspectos de esta actividad, pero intenta pensar en otras cosas para así no sentirse mal y el 58% cuando no es capaz de afrontar una tarea, ante la cual otros no parecen tener tantos problemas, intentan pensar en otras cosas, nos da la medida del distanciamiento existente ante estas actividades. La aplicación de este cuestionario nos ha permitido reflexionar sobre la incidencia que tienen la motivación, el esfuerzo personal, el interés y la interrelación de todas las habilidades lingüísticas para el desarrollo de la competencia comunicativa oral, en los estudiantes que quieren aprender el idioma español como segunda lengua y afirmar que estas pueden ser otras de las causas por las que nuestros estudiantes presenten un pobre dominio de la misma. Es un deber de nuestro profesorado buscar nuevas vías o procedimientos para revertir esta situación. 5.6- Análisis de la relación entre los datos obtenidos: Después de analizar de forma general y particular cada uno de los instrumentos utilizados en nuestra investigación, nos proponemos, en este acápite, ver que relación existe entre los datos obtenidos y el nivel alcanzado por los estudiantes en el dominio de la competencia comunicativa oral en la Preparatoria durante los cursos académicos evaluados. Para ello hemos utilizado también el paquete estadístico SPSS 11.5, donde aplicamos un estudio de correlaciones a través del Índice de Correlación de Pearson, obtenido los siguientes resultados: 245 CAPÍTULO V Pronunciación Correlación de Pearson Sig. (bilateral) N Fluidez Correlación de Pearson Sig. (bilateral) N Entonación Correlación de Pearson Sig. (bilateral) N Funciones comunicativas Correlación de Pearson Sig. (bilateral) N Dominio de la habilidad Correlación de Pearson Sig. (bilateral) Pronunciación 1 Fluidez .903(**) Entonación .788(**) Funciones comunicativas .768(**) Dominio de la habilidad .851(**) . .000 .000 .000 .000 78 78 78 78 78 .903(**) 1 .832(**) .815(**) .910(**) .000 . .000 .000 .000 78 78 78 78 78 .788(**) .832(**) 1 .871(**) .919(**) .000 .000 . .000 .000 78 78 78 78 78 .768(**) .815(**) .871(**) 1 .893(**) .000 .000 .000 . .000 78 78 78 78 78 .851(**) .910(**) .919(**) .893(**) 1 .000 .000 .000 .000 . 78 78 78 N 78 78 Correlaciones ** La correlación es significativa al nivel 0,01 (bilateral). Tabla 21 Matriz de correlación de las dimensiones y dominio de la habilidad. Esta tabla nos muestra que existe una correlación significativa entre el nivel de desarrollo de la pronunciación, la fluidez, la entonación y las funciones comunicativas con el grado de dominio de la habilidad oral en los estudiantes de idioma español como segunda lengua. 246 CAPÍTULO V Correlaciones Correlación de Pearson 1 Estrategias metacognitiv as .594(**) Sig. (bilateral) . .000 78 78 78 78 .594(**) 1 .601(**) -.055 .000 . .000 .633 78 78 78 78 .564(**) .601(**) 1 .059 .000 .000 . .609 78 78 78 78 Correlación de Pearson .068 -.055 .059 1 Sig. (bilateral) .551 .633 .609 . 78 78 78 78 Estrategias cognitivas Estrategias cognitivas N Estrategias metacognitivas Correlación de Pearson Sig. (bilateral) N Estrategias socioafectivas Correlación de Pearson Sig. (bilateral) N Dominio de la habilidad N Estrategias socioafectivas .564(**) Dominio de la habilidad .068 .000 .551 ** La correlación es significativa al nivel 0,01 (bilateral). Tabla 22 Matriz de correlación entre las estrategias de aprendizaje y el dominio de la habilidad. Analizando la matriz de correlación entre las estrategias de aprendizaje y el dominio de la habilidad objeto de estudio, podemos apreciar que no existe mucha relación entre ellos, aunque sí se observa una correlación significativa al nivel 0,01 entre las estrategias cognitivas, metacognitivas y socio-afectivas. Si observáramos nuevamente las tablas donde se muestran las medias aritméticas de la frecuencia de uso de las estrategias de aprendizaje de expresión oral, podemos afirmar que son muy similares, lo que nos permite establecer diferencias en el desarrollo del dominio de la habilidad y la frecuencia de uso de cada una de ellas. 5.7 – Conclusiones del capítulo. Después de analizar los resultados obtenidos en la prueba de rendimiento escolar podemos afirmar que existe bajo nivel de dominio de la competencia comunicativa oral durante el proceso de enseñanza aprendizaje del español como segunda lengua en los estudiantes extranjeros de nuestra Preparatoria, 247 CAPÍTULO V resultados que pudimos comparar con los obtenidos en investigaciones similares y que nos da la medida de que esto constituye un problema no solo en el español y en nuestra universidad, sino que también ocurre de la misma forma en la enseñanza de otros idiomas y diferentes centros educacionales dentro y fuera de Cuba. Después de realizar el análisis de los resultados pudimos valorar que la falta de motivación, esfuerzo, interés, hábitos de estudio y el uso poco frecuente de las estrategias de aprendizaje son los factores que pueden influir en el bajo nivel alcanzado, cuestión que nos servirá de base para en un futuro cercano poder trazarnos nuevas estrategias que posibiliten obtener resultados más alentadores. 248 CAPÍTULO VI CAPÍTULO VI: CONCLUSIONES. Durante la realización de este trabajo hemos podido acercarnos a los principales fundamentos teóricos que se mueven alrededor del desarrollo de la competencia comunicativa oral, durante el proceso de enseñanza-aprendizaje de segundas lenguas, específicamente del español y arribar a las siguientes conclusiones: Los elementos teóricos abordados en este trabajo pueden resultar de gran valor para los profesores de lenguas extranjeras como basamento para la toma de decisiones de carácter metodológico que le corresponde realizar en su labor educativa diaria. Sin duda que su aplicación consecuente puede ayudar a elevar los niveles de eficiencia en el aprendizaje, o sea, a un mayor desarrollo de la competencia comunicativa, que, como se ha enfatizado, constituye el propósito fundamental del aprendizaje de lenguas extranjeras. El acercamiento a estudios realizados sobre la temática que abordamos en nuestra investigación nos permitió valorar la importancia que se le concede al enfoque comunicativo, específicamente al enfoque por tareas y que esta es una de las temáticas que sigue en el centro de atención de los círculos de profesores de lenguas extranjeras en el mundo, por su importancia para el logro de la competencia comunicativa con el fin de lograr un proceso efectivo de comunicación dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje de dichas lenguas. Hacer que los estudiantes descubran y desarrollen sus propias estrategias de aprendizaje, cada día con mayor fuerza, va constituyendo un importante elemento para el logro de un eficiente desarrollo de la competencia comunicativa en la lengua extranjera. Resulta necesario distinguir cuáles estrategias pueden usarse para las cuatro habilidades y cuáles son específicas para una o más habilidades. 248 CAPÍTULO VI La eficiente formación y desarrollo de las habilidades en una lengua extranjera pasa, necesariamente, por el tratamiento integrado de las mismas. Incuestionablemente, el desarrollo de una habilidad refuerza la otra. La habilidad de expresión oral, a la luz de los preceptos básicos del enfoque comunicativo, en cualquiera de sus etapas de desarrollo, se vincula de manera natural y obligatoria con las tres restantes habilidades. Su primacía hace que esté presente al estar realizando las diferentes actividades comunicativas, incluso cuando se está atendiendo de manera intencional otra de las habilidades con un alto nivel de prioridad. Los instrumentos utilizados en la parte empírica de nuestra investigación, cuentan con la validez y fiabilidad necesarias para su utilización y la recogida y análisis de los resultados nos permitieron lograr los objetivos trazados y plantear que: Se describe con la utilización de la prueba de comprobación del rendimiento escolar el bajo nivel de dominio de la competencia comunicativa oral alcanzado por los estudiantes de la Preparatoria al recibir el idioma español como segunda lengua. Se observó, además, que la pronunciación es la dimensión que muestra los resultados más críticos, donde el 95.2% del total de los participantes están entre los rangos de muy bajos a bajos de desarrollo, seguida por la fluidez con un 79.1% y la entonación con un 68.5%, la dimensión que mejores resultados expone la número cuatro que se refiere a las funciones comunicativas, aunque la diferencia no es muy notable. La observación a diferentes actividades docentes nos permitió evaluar el desempeño de los profesores y estudiantes durante la realización de actividades docentes y apreciar que no todos los estudiantes participan durante la realización de la misma manera, que muchos de ellos no se ven motivados y muestran una actitud pasiva y aunque que los profesores se veían preparados para realizar la actividad, creemos que no se están explotando todas las posibilidades que les brinda la clase. 249 CAPÍTULO VI A través de la aplicación del tercer instrumento, pudimos determinar que los encuestados no utilizan con frecuencia las estrategias cognitivas, metacognitivas y socio-afectivas para el desarrollo de la competencia comunicativa oral. El valor de uso mayor que se evidencia es el que se corresponde con “algunas veces”. Lo que nos permite comparar estos resultados con el bajo nivel alcanzado en el dominio de dicha habilidad. El mundo actual exige de un profesional creativo, independiente, comprometido con el desarrollo de su entorno, lograrlo requiere de importantes transformaciones en los currículos vigentes, la incorporación de las estrategias de aprendizaje en los procesos educativos constituyen hoy un imperativo para lograr esa independencia cognoscitiva en su desempeño profesional. El uso de las estrategias de aprendizaje en el proceso de enseñanza aprendizaje, crea las condiciones pedagógicas y psicológicas para alcanzar mayor grado de conciencia e independencia en el proceso de asimilación. La aplicación del cuestionario utilizado en el cuarto instrumento nos permitió reflexionar sobre la incidencia que tienen la motivación, el esfuerzo personal, el interés y la interrelación de todas las habilidades lingüísticas para el desarrollo de la competencia comunicativa oral, en los estudiantes que quieren aprender el idioma español como segunda lengua. En nuestra investigación se confirmo la falta de motivación, de interés, de esfuerzo y de hábito de estudio, de lectura, de escritura y de escucha que presentan nuestros estudiantes, al encontrar que el 56.3% habla casi siempre en su lengua materna y sólo el 18.5% manifiesta participar siempre en las actividades, por su parte el 78.5% plantea que estudian semanalmente 10 horas, lo que contrasta con lo planteado por Martín Cabrera et al (1999) en su trabajo, donde la media de las horas semanales ascendió a 18 horas. Los obstáculos que más interfieren en sus estudios son los problemas familiares, la ansiedad, los problemas afectivos y las deficiencias en su formación previa, por tanto podemos afirmar que estas son otras de las causas por las que nuestros estudiantes presenta 250 CAPÍTULO VI n un pobre dominio de la competencia comunicativa oral y que es un deber de nuestro profesorado buscar nuevas vías o procedimientos para revertir esta situación. Al analizar la relación existente entre los resultados obtenidos vimos que existe una correlación significativa entre el desarrollo de la pronunciación, la fluidez, la entonación y las funciones comunicativas con el dominio de la habilidad, pero la similitud de las medias aritméticas encontradas entre las diferentes estrategias no nos permitió establecer diferencias entre el desarrollo del dominio de la habilidad y la frecuencia de uso de cada una de ellas. 251 BIBLIOGRAFÍA: • Abad, M. y Toledo, G. (2005). Factores claves en la enseñanza- aprendizaje de español como lengua Extranjera. www.difusión.com • Alberteris, G.O. y Rodríguez, C.U. (2000). El problema del desarrollo de la competencia comunicativa en los programas de lengua. www.difusión.com • Alcaraz, E. y Moody, B. (1999). Fonética inglesa para españoles. Alcoy: Marfil. • Padrón, A. et al, (1998). Enseñanza centrada en el alumno. Glosas Didácticas, 9, 15-28. • Almanza, G. (2001). 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Los alumnos deberán escribir diálogos acerca de los siguientes temas: II. • Último día en la escuela. • Deportes. • Películas. • El tiempo libre. • Los cubanos. Entrevista: Que los alumnos respondan: a). ¿Cómo te llamas? b) ¿Cómo deletreas tus nombres y apellidos? c). ¿Dónde vives? d) ¿De dónde tú eres? e) ¿Disfrutaste tus vacaciones? f) ¿Cuál es tu asignatura favorita? g) ¿En qué trabaja tu papá? h) ¿Cuántos hermanos tienes? I) ¿Cuál es el menor? j) ¿quién es la persona más alta de tu familia? k) ¿Qué vas a hacer esta noche? l) ¿qué hiciste el domingo pasado? m) ¿Ayudarás a tu familia en el futuro? n) ¿Habla español algún miembro de tu familia? 263 Anexo 2 Datos de los resultados alcanzados en la prueba de rendimiento escolar. Curso 2006-2007 No Pronunciación Entonación Fluidez Funciones comunicativas 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34 35 36 37 38 39 4 2 3 3 2 2 4 3 2 3 4 3 3 3 4 2 1 3 4 3 1 2 2 2 2 2 1 1 2 1 2 3 2 1 4 2 2 3 3 4 2 3 3 3 2 4 3 2 3 4 3 3 3 4 2 2 3 4 3 2 2 2 2 2 2 2 2 3 2 2 3 3 1 4 3 2 4 3 4 3 4 3 3 2 4 2 2 2 4 2 3 3 4 3 2 3 4 3 1 2 2 2 3 3 2 2 3 2 3 2 3 1 4 3 2 4 3 4 3 3 3 3 2 4 2 2 3 5 3 3 4 4 3 2 3 3 3 1 3 2 2 3 3 2 3 3 2 3 2 3 1 4 3 2 4 3 Dominio de la habilidad. 4 3 3 3 3 2 4 2 2 3 4 3 3 3 4 3 2 3 4 3 1 2 2 2 2 3 2 2 3 2 3 2 3 1 4 3 2 4 3 264 40 41 42 43 44 45 46 47 48 49 50 51 52 53 54 55 56 57 58 59 60 61 62 63 64 65 66 67 68 69 70 71 72 73 74 75 76 77 78 2 2 4 3 2 3 2 3 4 1 3 3 2 3 2 1 2 4 2 3 2 1 4 2 3 1 3 2 3 2 2 4 1 3 3 3 3 2 4 2 2 3 3 2 3 2 3 4 2 3 3 2 3 2 1 2 4 2 3 2 1 4 2 3 1 3 3 3 2 2 4 2 3 3 3 3 2 4 2 3 3 3 3 3 2 3 4 2 3 3 2 3 2 1 2 4 3 2 2 2 4 2 3 1 3 3 3 2 3 4 2 3 3 3 3 2 4 2 3 3 3 2 3 2 3 4 2 4 3 2 2 2 1 2 4 3 3 2 2 4 2 3 1 3 3 3 2 3 4 2 3 4 3 4 2 4 2 2 3 3 2 3 2 3 4 2 3 3 2 3 2 1 2 4 3 3 2 2 4 2 3 1 3 3 3 2 2 4 2 3 3 3 3 2 4 265 Curso 2007-2008 No Pronunciación Entonación Fluidez Funciones comunicativas 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34 35 36 37 38 39 40 41 42 43 44 3 4 3 4 2 4 3 4 3 2 3 3 3 2 3 3 3 2 2 2 3 4 3 2 3 2 1 3 3 2 4 2 3 1 3 2 2 1 2 3 1 2 3 3 3 4 3 4 3 4 3 4 3 2 3 4 3 2 3 4 3 3 2 2 3 4 3 2 3 3 2 3 3 2 4 2 3 1 3 3 2 2 2 3 2 2 3 3 3 4 3 4 3 3 3 3 3 2 3 4 3 2 3 4 3 3 2 2 3 4 3 2 3 3 2 4 2 3 4 1 3 1 3 3 3 2 3 3 2 2 3 3 3 4 3 4 3 4 3 3 3 2 3 4 3 3 3 4 3 3 2 2 3 4 3 2 3 3 2 4 3 3 4 2 3 1 3 3 3 2 2 4 3 2 3 3 Dominio de la habilidad. 3 4 3 4 3 4 3 3 3 2 3 4 3 2 3 4 3 3 2 2 3 4 3 2 3 3 2 3 3 2 4 3 3 1 3 3 2 2 2 3 2 2 3 3 266 45 46 47 48 49 50 51 52 53 54 55 56 57 58 59 60 61 62 63 64 65 66 67 68 69 70 71 72 73 3 1 2 3 2 1 4 3 1 1 2 3 2 2 4 2 1 3 4 3 2 4 2 3 3 3 2 3 3 3 1 2 3 2 2 4 3 2 1 2 3 2 3 4 3 2 3 4 3 3 4 2 3 3 3 2 3 3 3 1 3 3 3 2 4 4 2 1 2 3 2 3 4 3 2 3 4 3 3 4 2 3 2 3 3 3 4 3 1 2 2 3 2 4 4 3 1 2 3 2 3 4 3 2 3 4 3 3 4 2 3 3 3 3 3 4 3 1 2 3 3 2 4 3 2 1 2 3 2 3 4 3 2 3 4 3 3 4 2 3 3 3 2 3 3 267 Anexo 3 Guía de Observación de la actividad docente. Este instrumento es una herramienta que facilita la observación de las actividades que los profesores de lenguas realizan en la clase. Durante ella se pretendió saber si el profesor genera actividades adecuadas para que la comunicación oral sea constante y fluida y para que la actividad comunicativa oral sea efectiva. Según Harmer (1991) para lograr que la comunicación oral sea constante y fluida es necesario: 1. Establecer el idioma español como un sistema de comunicación. El profesor habla: a) Solo en español. ___ b) Poco en inglés más español ____ c) Español e inglés por igual.____ d) Poco español más en inglés._____ e) Solo en inglés _____ 2. Desarrollar actividades que involucre a los estudiantes y los haga pensar. El tipo de actividad que el profesor promueve: a) Explica de manera verbal o apoyado de algún recurso didáctico: un tema para todo el grupo. ___ b) Utiliza audio-casetes para que los alumnos escuchen narraciones, historias o conversaciones entre personas.____ c) Resolución de ejercicios gramaticales de manera escrita.___ d) Utiliza videos para que el alumno vea y escuche narraciones, historias, documentales, diálogos, etc.____ e) Respuestas a preguntas relacionadas con el previo desarrollo de alguna actividad auditiva. f) Actividades en la que los alumnos se puedan comunicar de forma oral. g) Actividades que integran las cuatro habilidades lingüísticas. 268 3. Ayudar a los alumnos a que produzcan el idioma por su propia cuenta. El profesor tiene en cuenta: a) El vocabulario, temas gramaticales y funciones comunicativas son adecuadas para el nivel del estudiante. b) Las actividades promovidas facilitan la producción del lenguaje. c) Cuando el profesor habla, los estudiantes entienden lo que quiere que hagan. d) Las actividades están graduadas. 4. La creatividad e imaginación del profesor es un factor determinante para el buen desempeño y desarrollo de la habilidad oral. Para explicar el profesor utiliza: a) mímica. b) Dibujos c) Audio-visuales. d) Audio. e) Videos f) Traducción. 5. Durante las actividades orales deben participar todos los alumnos: En la actividad los alumnos: a) Participan todos por igual. b) Algunos más que otros. c) Uno o dos participan. d) Uno o dos no participan. 6. Es importante el grado de motivación en el desarrollo de la actividad. En la actividad los alumnos: a) Se muestran interesados y quieren participar en ella. b) Muestran poco interés y una actitud pasiva c) No muestran interés y no participan en ella 269 Anexo 4 Cuestionario para determinar la frecuencia de uso de estrategias de aprendizaje que influyen en el desarrollo de la competencia comunicativa oral. EDAD: _____ PAÍS: ________ SEXO: ______ CARRERA: _____________ 1.-Marque con una x la frecuencia con que usted emplea las siguientes estrategias para desarrollar la expresión oral en lengua extranjera: 270 FRECUENCIA DE USO ESTRATEGIAS 1 Cuando escucho un mensaje traduzco palabra por palabra. 2 No transfiero automáticamente palabras o expresiones de mi lengua materna al español. Improviso a la hora de realizar una exposición. Analizo la situación comunicativa para preparar mi intervención. Utilizo la lectura para incrementar mi vocabulario. Busco las expresiones adecuadas a la hora de hablar. Practico las expresiones estudiadas en nuevas situaciones comunicativas. Intento pronunciar los sonidos de la misma manera que lo hacen los nativos. Practico los sonidos que son difíciles para mí. Practico mucho de forma oral para mejorar la rapidez en la comunicación (fluidez) Si escucho palabras que no comprendo consulto el diccionario. Busco sinónimos y antónimos de las palabras nuevas para su posterior uso. Establezco semejanzas y diferencias entre el español y mi lengua materna. Cuando no encuentro la palabra adecuada para expresar algo, busco la forma de describir la idea. Escribo las nuevas palabras y expresiones para después emplearlas. Tomo notas en mi lengua materna para después traducirlas al español. Sé autocorregirme sobre la marcha cuando me equivoco. Estoy siempre atento cuando alguien habla español para comprobar si comprendo lo que dice. Busco personas con quienes pueda hablar en español. Busco condiciones agradables para estudiar: un lugar tranquilo, sin ruido, con temperatura agradable Para determinar cómo quiero avanzar en el conocimiento de la lengua me trazo 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 Siempre Casi Algunas Casi siempre veces nunca 271 Nunca 22 23 24 25 26 27 28 29 objetivos claros y bien definidos. Busco un período de tiempo diariamente para practicar lo aprendido. Sé definir cuáles son los aspectos del español que me son difícil de aprender. Me planifico nuevas tareas para practicar los aspectos del español que me son difíciles de aprender. Busco ocasiones para comprobar mis conocimientos. Pienso en los progresos hechos en mi aprendizaje del español. Analizo lo que sé y verifico lo que necesito conocer. Sé cuándo intervenir porque me molesta interrumpir a los demás. Me siento molesto porque parezco menos inteligente que en mi propio idioma. 30 Cuando quiero hablar y no me dejan levanto un poco la voz. 31 Más que hablar, me gusta escuchar. 32 Sé manifestar a mi interlocutor que he comprendido para seguir hablando con él. 33 Suelo avisar de mis dificultades y solicitar la colaboración de mi interlocutor. 34 Cuando no conozco la palabra que necesito, pregunto a mi interlocutor cómo puedo decirlo lo que quiero. Al hablar con una persona, intento hacer suposiciones sobre lo que va a decir. Me siento ansioso cuando no puedo decir lo que quiero. Me desmotivo cuando no logro aprender al mismo ritmo de mis compañeros de clases. Cuando me siento ansioso procuro relajarme Cuando entro a la clase trato de estar relajado Me automotivo cuando las actividades me salen bien. Intento aprovechar las ocasiones en clase para hablar, aunque me sienta 35 36 37 38 39 40 41 272 atemorizado. LEYENDA: Estrategias cognitivas: 1 – 16 Estrategias metacognitivas: 17- 27 Estrategias socio- afectivas: 28 - 41 273 Anexo 5 Encuesta aplicada a especialistas en la enseñanza de idiomas para valorar si es experto en el tema y pueda dar su opinión acerca de la validez del cuestionario realizado para determinar la frecuencia de uso de estrategias de aprendizaje que influyen en el desarrollo de la competencia comunicativa oral. Nombres y apellidos: ______________________________________________ Experiencia en la docencia: ______________ Categoría docente: _____________________ Categoría científica: _____________________ Título académico: _________________________________________________ Centro de trabajo: ______________________ 1. Marque con una cruz (X) en una escala creciente del 1 al 10, el valor que se corresponde con el grado de conocimiento e información que usted tiene sobre el tema objeto de investigación. 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 274 2. Realice una autovaloración, apoyándose en la tabla que se le ofrece, de los niveles de argumentación o fundamentación que usted presenta sobre el tema en el que se investiga. Solo debe marcar (X) cada una de las fuentes en el nivel que considere (alto, medio, bajo). Fuentes de argumentación Grado de influencia de cada una de las fuentes de su criterio Alto Medio Bajo Análisis teóricos realizados por usted. La experiencia que usted ha adquirido al respecto. Conocimiento de autores nacionales. Conocimientos de autores extranjeros. Su conocimiento del estado del problema en el extranjero. Su intuición. 275 Carta a jueces expertos: Encuesta aplicada a especialistas en la enseñanza de idiomas para valorar el cuestionario elaborado para determinar la frecuencia de uso de estrategias de aprendizaje que influyen en el desarrollo de la competencia comunicativa oral. Criterio de expertos. Colegas, en mi desempeño como profesora de Idioma español me encuentro vinculada al proyecto de investigación “Estrategia para el perfeccionamiento de la expresión oral y la escritura en inglés y español como lenguas extranjeras” que se desarrolla por parte de un grupo de profesores de idiomas (español e inglés) de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanísticas, donde se me ha dado la tarea de evaluar cómo se comporta el desarrollo de la competencia comunicativa oral de los estudiantes de la Preparatoria y teniendo en consideración la experiencia alcanzada por ustedes en la enseñanza idiomas, se solicita su colaboración para validar el cuestionario realizado para determinar la frecuencia de uso de estrategias de aprendizaje que influyen en el desarrollo de esa destreza. A continuación le ofrecemos una tabla donde se refieren los ítems que se recogen en tres apartados referidos a estrategias cognitivas, metacognitivas y socio-afectivas que considero necesarios incluir en el cuestionario, elaborados a partir de una revisión bibliográfica y los trabajos similares realizados sobre el tema. Les agradezco el tiempo dedicado a este cuestionario el cual puede ser enriquecido con sus opiniones. Escala a tener en cuenta para evaluar cada uno de los aspectos por los expertos. ♣ Muy adecuado. (MA) ♣ Bastante adecuado. (BA) ♣ Adecuado. (A) ♣ Poco adecuado. (PA) ♣ No adecuado. (NA) 276 El enunciado propuesto a la hora de aplicar a los estudiantes es: Marque con una x la frecuencia con que usted emplea las siguientes estrategias para desarrollar la expresión oral en lengua extranjera: Evaluación ESTRATEGIAS 1 Cuando escucho un mensaje traduzco palabra por palabra. 2 No transfiero automáticamente palabras o expresiones de mi lengua materna al español. Improviso a la hora de realizar una exposición. Analizo la situación comunicativa para preparar mi intervención. Utilizo la lectura para incrementar mi vocabulario. Busco las expresiones adecuadas a la hora de hablar. Practico las expresiones estudiadas en nuevas situaciones comunicativas. Intento pronunciar los sonidos de la misma manera que lo hacen los nativos. Practico los sonidos que son difíciles para mí. Practico mucho de forma oral para mejorar la rapidez en la comunicación (fluidez) Si escucho palabras que no comprendo consulto el diccionario. Busco sinónimos y antónimos de las palabras nuevas para su posterior uso. Establezco semejanzas y diferencias entre el español y mi lengua materna. Cuando no encuentro la palabra adecuada para expresar algo, busco la forma de describir la idea. Escribo las nuevas palabras y expresiones para después emplearlas. Tomo notas en mi lengua materna para después traducirlas al español. Sé autocorregirme sobre la marcha cuando me equivoco. Estoy siempre atento cuando alguien 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 MA BA A PA NA 277 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 habla español para comprobar si comprendo lo que dice. Busco personas con quienes pueda hablar en español. Busco condiciones agradables para estudiar: un lugar tranquilo, sin ruido, con temperatura agradable Para determinar cómo quiero avanzar en el conocimiento de la lengua me trazo objetivos claros y bien definidos. Busco un período de tiempo diariamente para practicar lo aprendido. Sé definir cuáles son los aspectos del español que me son difícil de aprender. Me planifico nuevas tareas para practicar los aspectos del español que me son difíciles de aprender. Busco ocasiones para comprobar mis conocimientos. Pienso en los progresos hechos en mi aprendizaje del español. Analizo lo que sé y verifico lo que necesito conocer. Sé cuándo intervenir porque me molesta interrumpir a los demás. Me siento molesto porque parezco menos inteligente que en mi propio idioma. 30 Cuando quiero hablar y no me dejan levanto un poco la voz. 31 Más que hablar, me gusta escuchar. 32 Sé manifestar a mi interlocutor que he comprendido para seguir hablando con él. 33 Suelo avisar de mis dificultades y solicitar la colaboración de mi interlocutor. 34 Cuando no conozco la palabra que necesito, pregunto a mi interlocutor cómo puedo decirlo lo que quiero. Al hablar con una persona, intento hacer suposiciones sobre lo que va a decir. Me siento ansioso cuando no puedo decir lo que quiero. Me desmotivo cuando no logro aprender al mismo ritmo de mis compañeros de 35 36 37 278 38 39 40 41 clases. Cuando me siento ansioso procuro relajarme Cuando entro a la clase trato de estar relajado Me automotivo cuando las actividades me salen bien. Intento aprovechar las ocasiones en clase para hablar, aunque me sienta atemorizado. LEYENDA: Estrategias cognitivas: 1-16 Estrategias metacognitivas: 17-27 Estrategias socio- afectivas: 28-41 279 Anexo 6 Encuestado 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 Kc 0.9 0.9 0.8 0.7 0.9 0.7 0.7 0.5 0.6 0.7 0.8 0.6 0.4 0.9 0.8 0.9 0.4 Ka 0.9 0.9 0.8 0.9 0.9 0.8 0.6 0.6 0.6 0.8 0.8 0.7 0.6 0.8 0.8 0.8 0.5 K 0.9 0.9 0.8 0.8 0.9 0.7 0.6 0.5∗ 0.6 0.7 0.8 0.7 0.5 ∗ 0.8 0.8 0.8 0.4∗ Resultado de la encuesta a expertos. * Significa que estos coeficientes no alcanzan el índice requerido por el investigador que es mayor o igual a 0.6 280 Listado de encuestados: NOMBRE PAIS INSTITUCION Belkis Cárdenas Gonzalo Almanza Eloina Miyares Cuba Cuba Cuba Leonel Ruiz Cuba Mirtha Manzano Daniel Mena Mabel Díaz Ermelia del Pozo Rafael Sánchez Leidys Castellanos Eneida González Cuba Cuba Cuba Cuba Cuba Cuba Cuba UNICA UNICA Centro de lingüística aplicada de Santiago de Cuba Centro de lingüística aplicada de Santiago de Cuba UNICA UNICA UNICA UNICA UNICA UNICA UNICA Milagros Gonzáles Elvis Morales Ned Quevedo Cuba Cuba Cuba Yisel Jiménez Cuba Nery Hernández Cuba María Teresa Barriel Cuba UNICA UNICA Universidad de Camaguey Universidad de Cienfuegos Universidad de Villa Clara Universidad de Oriente GRADO CIENTIFICO Doctora Doctor Doctora NIVEL Doctor Doctora Doctor Master Master Master Master Master Master Master 281 Apartado 1 Estrategias cognitivas Coincidencia de los expertos ítems Cuando escucho un mensaje traduzco palabra por palabra. No transfiero automáticamente palabras o expresiones de mi lengua materna al español. Improviso a la hora de realizar una exposición. Analizo la situación comunicativa para preparar mi intervención. Utilizo la lectura para incrementar mi vocabulario. Busco las expresiones adecuadas a la hora de hablar. Practico las expresiones estudiadas en nuevas situaciones comunicativas. Intento pronunciar los sonidos de la misma manera que lo hacen los nativos. Practico los sonidos que son difíciles para mí. Practico mucho de forma oral para mejorar la rapidez en la comunicación (fluidez) Si escucho palabras que no comprendo consulto el diccionario. Busco sinónimos y antónimos de las palabras nuevas para su posterior uso. Establezco semejanzas y diferencias entre el español y mi lengua Muy relevante Bastante Relevante relevante Menos relevante 34.72 33,12 20,02 54.08 17.21 28.71 52,63 42,10 5,26 26,31 26,31 47,36 52,63 31,57 11,85 3,95 46.23 18.04 5.07 30.66 71.08 11.09 17.83 82.43 17.57 77.54 22.46 65.23 23.04 11.75 33.76 58.15 8.09 79.08 9.66 11.26 89.03 5.01 No es relevante 12,04 5.96 282 materna. Cuando no encuentro la palabra adecuada para expresar algo, busco la forma de describir la idea. Escribo las nuevas palabras y expresiones para después emplearlas. 6.67 89.34 78.19 12.14 10.66 Fuente: Encuesta a expertos 283 Apartado 2 Estrategias metacognitivas Coincidencia de los expertos ítems Muy relevante Bastante relevante Relevante 37.09 49.04 13.87 73,67 26,33 73,67 50,63 43,36 6.01 84,21 15,78 84,21 83,27 16,73 Sé autocorregirme sobre la marcha cuando me equivoco. Estoy siempre atento cuando alguien habla español para comprobar si comprendo lo que dice. Busco personas con quienes pueda hablar en español. Busco condiciones agradables para estudiar: un lugar tranquilo, sin ruido, con temperatura agradable Para determinar cómo quiero avanzar en el conocimiento de la lengua me trazo objetivos claros y bien definidos. Busco un período de tiempo diariamente para practicar lo aprendido. Sé definir cuáles son los aspectos del español que me son difícil de aprender. Me planifico nuevas tareas para practicar los aspectos del español que me son difíciles de aprender. Busco ocasiones para comprobar mis conocimientos. Pienso en los progresos hechos en mi aprendizaje del español. Menos relevante No es relevante 100 15,78 73,68 88.76 5.26 11.24 76. 08 54.67 5.28 23.92 45.33 Fuente: Encuesta a expertos 284 Apartado 3 Estrategias socio - afectivas Coincidencia de los expertos Muy relevante Bastante relevante 34.56 57.98 97.08 2.92 Cuando quiero hablar y no me dejan levanto un poco la voz. 34.18 13.24 52.58 Más que hablar, me gusta escuchar. 32.91 22.75 44.34 73,68 26,31 94.19 5.81 31,57 68,42 ítems Sé cuándo intervenir porque me molesta interrumpir a los demás. Me siento molesto porque parezco menos inteligente que en mi propio idioma. Sé manifestar a mi interlocutor que he comprendido para seguir hablando con él. Suelo avisar de mis dificultades y solicitar la colaboración de mi interlocutor. Cuando no conozco la palabra que necesito, pregunto a mi interlocutor cómo puedo decir lo que quiero. Al hablar con una persona, intento hacer suposiciones sobre lo que va a decir. Me siento ansioso cuando no puedo decir lo que quiero. Me desmotivo cuando no logro aprender al mismo ritmo de mis 73,68 Relevante Menos relevante No es Relevante 7.46 26,32 100 68.42 31.57 285 compañeros de clases. Cuando me siento ansioso procuro relajarme. Cuando entro a la clase trato de estar relajado. Me automotivo cuando las actividades me salen bien. Intento aprovechar las ocasiones en clase para hablar, aunque me sienta atemorizado. 45.12 11.76 54.88 35.22 53.02 100 Fuente: Encuesta a expertos 286 Anexo 7 Resumen de datos generales de frecuencia de uso de estrategias de aprendizaje para el desarrollo de la competencia comunicativa oral. Curso 2006-2007 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34 35 36 37 2 2 3 5 3 1 2 3 2 3 3 2 4 3 2 3 2 2 3 3 3 3 2 4 1 3 2 3 1 3 3 3 2 3 3 3 2 Estrategias cognitivas Estrategias metacognitivas 2 2 3 4 1 4 3 3 4 4 2 2 4 3 2 2 2 2 2 3 3 3 2 3 2 2 2 3 1 2 3 2 2 2 3 2 2 2 4 3 4 3 5 4 3 4 3 3 3 4 3 2 3 3 2 3 3 2 3 1 4 2 3 2 3 2 3 2 3 3 3 3 4 3 Estrategias Socio-afectivas 287 38 39 40 41 42 43 44 45 46 47 48 49 50 51 52 53 54 55 56 57 58 59 60 61 62 63 64 65 66 67 68 69 70 71 72 73 74 75 76 77 78 3 4 2 3 3 3 3 4 4 2 3 2 2 3 3 3 2 3 2 3 3 2 3 4 3 2 3 3 3 2 3 2 3 4 2 3 4 3 1 3 2 3 3 1 2 3 3 3 4 4 2 3 2 2 3 3 2 1 3 2 2 3 2 3 4 2 2 3 3 2 1 3 2 2 3 2 3 4 2 1 3 2 3 4 3 3 3 3 3 4 4 2 3 2 1 3 3 3 2 3 2 3 3 1 2 4 3 2 4 3 3 2 3 2 3 4 2 3 4 3 1 3 2 288 Curso 2007-2008 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 26 27 28 29 30 31 32 33 34 35 36 37 38 39 40 41 42 43 44 3 4 3 4 2 3 3 5 2 3 4 4 2 3 4 3 3 4 3 4 2 2 3 2 3 2 2 3 4 3 2 3 3 2 3 3 4 3 3 3 3 3 2 3 Estrategias cognitivas Estrategias metacognitivas 3 4 3 4 2 3 2 4 2 2 3 4 2 3 4 3 3 4 3 3 2 1 3 1 2 2 2 3 4 2 1 3 3 2 2 2 3 1 3 2 2 3 1 2 3 5 3 5 3 3 3 5 2 3 3 4 2 4 4 3 3 4 3 4 2 2 3 3 3 2 1 3 3 3 2 3 3 2 3 3 4 3 3 3 3 3 2 3 Estrategias Socio-afectivas 289 3 4 3 2 3 2 3 4 2 3 4 3 2 3 3 2 3 4 3 2 3 2 3 4 2 3 4 3 3 45 46 47 48 49 50 51 52 63 54 55 56 57 58 59 60 61 62 63 64 65 66 67 68 69 70 71 72 73 2 4 2 1 2 1 2 3 2 3 4 2 1 2 3 2 3 4 2 1 3 1 2 4 2 3 4 2 3 3 4 3 2 3 2 3 3 2 3 4 3 2 3 3 3 3 4 3 2 3 3 3 4 1 3 4 3 3 Leyenda: • • • • Estudiantes del grupo de carreras deCiencias sociales y humanísticas. Estudiantes del grupo de carreras de Ciencias técnicas Estudiantes del grupo de carreras de ciencias agropecuarias. Estudiantes del grupo de carreras de Ciencias biológicas. 290 Anexo 8 Cuestionario para conocer motivación, voluntad, esfuerzo y hábitos de estudio. EDAD: _____ PAÍS: ________ SEXO: ______ CARRERA: _____________ 1.- Responda el siguiente cuestionario. Apéndice A 1. Te gusta aprender el idioma español: Sí _____ No ______ 2. Habías estudiado español antes de comenzar la Preparatoria: Sí ____ No _____ 3. Durante las actividades hablas: a) Solo en español. ___ b) Poco en mi lengua materna más español ____ c) Español y mi lengua materna por igual.____ d) Poco español más en mi lengua materna._____ 4. ¿Participas en las actividades de la clase? Siempre _______ Algunas veces _____ Casi siempre ________ Nunca ______ 5. ¿Qué te gustaría poder hacer más en español? a) Escribir ____ b) Hablar _____ c) Leer _____ d) Escuchar ____ 6. ¿Qué tipos de actividades realizas más en tus clases y con qué frecuencia? 291 a) De lectura (leer) 1.__ Una vez por semana 2.__ dos veces por semana 3. __ más veces b) De escritura (escribir) __ Una vez por semana __ dos veces por semana __ más veces c) De compresión auditiva (escuchar) __ Una vez por semana __ dos veces por semana __ más veces d) Orales (hablar) __ Una vez por semana ___ dos veces por semana ___ más veces 7. ¿Qué tiempo dedicas al estudio semanalmente? -10 horas - Entre 10 y 20 horas -Más de 20 horas 8.-. Habitualmente estudio: Un poco todos los días Sólo los fines de semana Sólo para los exámenes 292 9. Problemas y obstáculos que pueden interferir en tus estudios. NADA ALGO MUCHO Falta de esfuerzo Falta de interés Falta de capacidad para aprender un nuevo idioma Los profesores Problemas afectivos La ansiedad Los problemas familiares “Salidas nocturnas” Cantidad de trabajos Deficiencias en tu formación previa Apéndice B Responde SI o NO 1.- ¿Te gusta leer? ______ 2.- ¿Lees con frecuencia en tu lengua materna?_______ 3.- ¿Qué tipo de textos te gustan en tu lengua materna? Revistas____ Periódicos____ Novelas______ Poesía_____ Cuentos_____ 4.- ¿Qué tipos de textos te gustan en español? Revistas____ Periódicos____ Novelas______ Poesía_____ 293 Cuentos_____ 5.- ¿Lees con frecuencia en idioma Español?_______ 6.- ¿Hablas sobre fragmentos de lecturas que te resulten interesante en tu lengua materna? ______ 7.- ¿Hablas sobre fragmentos de lecturas que te resulten interesante en idioma español?_____ 8.- ¿Intentas hablar imitando el estilo de un texto leído? ____ 9.- ¿Es para ti importante la lectura de textos en idioma español?____ 10.- ¿Es para ti importante la lectura de textos en tu lengua materna? _______ Apéndice C Responde sí o no 1. Te gusta escribir ______ 2. Escribes varias veces las palabras que aprendes para recordar cómo se escriben. _______ 3. Intentas escribir frases similares a las que has aprendido. _________ 4. Buscas textos modelos y subrayas lo que te puede servir para escribir los tuyos. _______ 5. Escribes a diario._____ 6. Todas tus notas para recordar las escribo en español._____ 7. Tienes amigos hispanohablantes y te escriben cartas._____ 8. Haces un plan o un esquema de lo que vas a escribir______ 9. Lees muchas veces lo que escribes._____ 10. Te gusta que un compañero o compañera lea lo que escribes para que te diga si se comprende._____ 11. Ves la televisión cubana e intentas escribir un resumen de lo que ves.______ 12. Lees un artículo muchas veces y sin mirarlo luego intentas escribirlo._____ 294 Apéndice D Responde sí o no 1. ¿Te gusta escuchar? _____ 2. ¿Escuchas con frecuencia en tu lengua materna?_______ 3. ¿Qué te gusta escuchar en tu lengua materna? Música ______ Novelas______ Poesía_____ Cuentos_____ Noticias______ Conversaciones _____ Deporte ______ 4. ¿Escuchas con frecuencia en español? 5. ¿Qué te gusta escuchar en español? Música ______ Novelas______ Poesía_____ Cuentos_____ Noticias______ Conversaciones _____ Deporte ______ 6. ¿Cuando escuchas tratas de comprender el significado de todas las palabras? _____ 7. Utilizas el diccionario con frecuencia cuando estas escuchando un texto._____ 8. Preguntas a tu profesor cuando no entiendes una palabra._____ 9. ¿Cuando escuchas tratas de entender el significado global del mensaje? ______ 10. Es interesante para ti escuchar diferentes mensajes. ______ 11. Escuchar diferentes textos te ayuda a desarrollar tu vocabulario. _____ 12. Tratas de hablar sobre el tema después de escuchar un texto._____ 295 Apéndice E Responde sí o no 1. Ante las tareas difíciles me motivo diciéndome que si me esfuerzo obtendré resultados positivos. ________ 2. Cuando me aburro en las tareas académicas me obligo a mí mismo a prestar mayor atención. __________ 3. Antes de iniciar las tareas académicas suelo buscar los aspectos más interesantes o que me plantean un desafío. ________ 4. Antes de iniciar las tareas suelo resaltar aquellos aspectos que me resultan más novedosos. _________ 5. Tengo algunos problemas para hablar e interesarme por los aspectos de esta actividad, pero intento pensar en otras cosas para así no sentirme mal. __ 6. Cuando no soy capaz de afrontar una tarea, ante la cual otros no parecen tener tantos problemas, intento pensar en otras cosas. ________ 296