RESÚMENES Y TRABAJOS COMPLETOS

Anuncio
Baracoa, Cuba- Vol. 29 No. Especial 2010- LATINDEX, AGRIS
TÍTULO: EVALUACIÓN DE LA COMPOSICIÓN Y ESTRUCTURA
DEL BOSQUE
SEMIDECIDUO EN LA REGIÓN MONTAÑOSA DE SOROA. RESERVA DE LA BIOSFERA
SIERRA DEL ROSARIO.
Autor (es):
MSc. Alfredo Jiménez González. Profesor asistente. Sede Universitaria Municipal San Cristóbal.
Universidad de Pinar del Río. Cuba. e-mail [email protected]
Dr. C. Rogelio Sotolongo Sospedra. Profesor titular. Universidad de Pinar del Río. Cuba
Dr. C. Maurilio Rafael García López. Profesor titular. Universidad de Pinar del Río. Cuba
Ing. Milagros de la Caridad Blen Flores. Profesora instructora. Sede Universitaria Municipal San
Cristóbal. Especialista del CITMA, Municipio San Cristóbal.
MSc. Nilda Isabel Sánchez Batista. Profesora instructora. Sede Universitaria Municipal San
Cristóbal. Universidad de Pinar del Río. Cuba
RESUMEN
El estudio se realizó en la loma de San Ramón de Aguas Claras, zona de transición oeste de la
reserva de la biosfera Sierra del Rosario, ubicada en la región montañosa de Soroa, Municipio
Candelaria, durante los meses de mayo - julio de 2009. Se establecieron 5 parcelas de 0.1
hectáreas, con el objetivo de determinar la diversidad, estructura y dinámica del bosque. Se
identificó un total de 65 especies arbóreas distribuidas en 55 géneros, pertenecientes a 28
familias. Se realizó el análisis de la estructura horizontal y vertical, así como la diversidad Beta.
El índice valor de importancia ecológica de las especies fue obtenido mediante la suma de los
parámetros de la estructura horizontal. Se determinaron índices de diversidad como riqueza de
especies, equitatividad, abundancia y dominancia. Se tuvo en cuenta la distancia a viviendas,
caminos, ríos o arroyos, la pendiente, exposición y tenencia de la tierra.
Palabras claves: Diversidad, estructura, riqueza, especies, ecología.
INTRODUCCIÓN
Según Borhidi (1987), los bosques semideciduos constituyen la vegetación natural de Cuba
hasta una altura aproximada de 600 m sobre el nivel del mar. De acuerdo con datos de Herrero
et al. (2004), ellos ocupan una superficie de casi un millón y medio de hectáreas. Se trata de
montes que alcanzan una altura de 20 a 30 m. Está constituido por dos capas arbóreas y una
arbustiva, la capa herbácea falta normalmente. Es característico que los árboles más altos
pierdan sus hojas durante la época más seca, mientras que los de la segunda capa arbórea las
conservan normalmente todo el año (Bisse, 1981). Según Del Risco (1995) este carácter es una
adaptación a las características del clima tropical, con 3 a 6 meses secos durante los meses
más frescos, lluvias anuales ente 1250 y 1600 mm y una temperatura media entre 24 y 25 ºC.
La Reserva de la Biosfera sierra del Rosario posee una extensión total de 25 000 ha. Se ubica
en la parte más oriental de la cordillera de Guaniguanico, al sur de la Bahía de Cabañas, entre
los 22º 45´ y 23 º 00´ de latitud norte y los 82º 50´ y 83º 00´ de longitud oeste. Según la actual
división política administrativa del país se extiende entre las provincias de Pinar del Río y La
Habana. En el área de la reserva existen cuatro formaciones vegetales donde predominan los
bosques siempreverdes. Se han identificado 889 organismos vegetales, con 11 % de
endemismo, aunque algunas áreas alcanzan hasta el 34 %. La diversidad de ecosistemas que
existe en la Reserva ha permitido el desarrollo de una riqueza florística y faunística
considerable, lo que motivó a realizar senderos interpretativos como opciones ecoturísticas
dentro del área.
Herrera, et al., (1988) al analizar la obra de Pichardo (1854), la catalogaron como una Geografía
de extraordinario valor por los datos y descripciones relacionados con la Sierra del Rosario. En
aquel entonces Don Esteban Pichardo en su obra Geografía de la Isla de Cuba refirió a San
Ramón de Aguas Claras como uno de los cafetales del valle de Manantiales que para esa
época se encontraban demolidos, resultante de la decadencia de la producción cafetalera que
se inició en la Sierra del Rosario al igual que el resto del país en 1824.
El presente trabajo tiene como objetivo evaluar la composición florística y estructura del bosque
semideciduo en la loma de San Ramón de Aguas Claras, zona de transición oeste de la reserva
de la biosfera Sierra del Rosario en las inmediaciones de la comunidad rural de Soroa,
municipio Candelaria, límite Este de la provincia de Pinar del Río.
MATERIALES Y MÉTODOS
Área de estudio
La presente investigación se realizó en un área de la zona de transición oeste de la reserva de
la biosfera Sierra del Rosario, perteneciente a la CPA Augusto Cesar Sandino, ubicada en la
región montañosa de Soroa, Municipio Candelaria. En la Figura 1 se observa la ubicación
geográfica del área de estudio.
Ubicación
El macizo montañoso del Rosario se halla situado en el extremo oriental de la provincia de
Pinar del Río, formando un espolón que se desarrolla por su eje mayor de noreste-suroeste,
geológicamente está compuesto por rocas calizas, fuertemente plegadas y falladas, cuestión
esta que originó cadenas montañosas longitudinales casi paralelas formando entre ellas valles
longitudinales como, los de Mango Bonito, ―Cañada del Infierno‖ y los de Soroa, coincidiendo
con la cara norte del mogote ―El Mirador‖ , punto de fácil localización para cualquier visitante
(Zamora, 1998), citado por Jiménez, (2008).
Zona de Transición Oeste de la Reserva de la Biosfera Sierra del Rosario.
La zona de transición de la Reserva abarca un área de 145,84 Km² lo que representa el 58,16
% del área total. Conviven además de la comunidad Soroa y el Jardín Botánico ―Orquideario de
Soroa‖, varias comunidades rurales contiguas, Flora-Frías y dos escuelas. En el área se
encuentra enclavada la base de Campismo Popular La Caridad, La Villa Turística Soroa
perteneciente a ―Hoteles Horizontes,‖ Grupo ―Cubanacán‖, la Estación Sismológica Soroa,
Unidad Empresarial de Base Forestal. Geográficamente Soroa está situada entre los 293,425
grados de Latitud Norte y los 331,000 grados de Longitud Oeste.
Figura 1. Ubicación geográfica del área de estudio
Vegetación
La vegetación del área de estudio según Bisse (1981) es el Bosque semideciduo sobre suelo
calizo o el bosque semideciduo mesófilo, según Berazain y Capote 1984. El bosque tiene
categoría de Protector de agua y suelo.
Clima
En la región los meses más calientes son julio y agosto con media de 27 º C y los meses más
fríos son enero y febrero, la temperatura media anual es de 24,4 º C. La temperatura mínima
observada es de 3.8 º C y la máxima es de 36.2 º C. El promedio anual de precipitaciones
2013,9 mm. El mes más lluvioso es junio y el más seco diciembre, la humedad relativa
promedio es de 95%. En los meses poco lluviosos el aporte de agua de nubes bajas o niebla
mantiene la humedad. Los vientos alisios ejercen su influencia predominante E-NE. El tipo
bioclimático puede clasificarse en Euthermaxérico del tipo seis. (García et al., 2006).
Hidrología
La región se caracteriza por presentar una red de drenaje superficial bastante densa, dado en
gran medida por la composición del sustrato geológico con un predominio de rocas del
basamento plegado no carsificables favoreciendo los cursos fluviales de escurrimiento
estacionales y de origen permanente (García et al., 2006). En el área de estudio se encuentran
los manantiales de San Ramón de Aguas Claras al que debe su nombre.
Suelo
En el área se pueden encontrar gran variedad de suelos asociados a la compleja geología en la
que se desarrolla la vida de estos sitios, de acuerdo con la clasificación nacional de suelos
predominan en la Reserva los Agrupamientos Fersialíticos y Pardos. (García et al., 2006).
Para Soroa se reporta un suelo Fersialítico Rojo Parduzco, con pendiente predominante muy
fuertemente alomado, con una profundidad efectiva de 35 cm.
Loma de San Ramón de Aguas Claras
La loma de San Ramón de Aguas Claras se encuentra al norte de la comunidad rural Soroa . El
estudio se realizó entre los 300.00 y los 490.04 m.s.n.m. El área pertenece a la CPA
(Cooperativa de Producción Agropecuaria) ―Augusto Cesar Sandino‖ del municipio Candelaria,
provincia Pinar del Río. Se caracteriza por presentar pendientes que oscilan entre 20 y 40 %, es
un área muy antropizada.
METODOLOGÍA UTILIZADA
Muestreo
Se establecieron 5 parcelas de 0,1 hectáreas (50 m x 20 m). Las parcelas se establecieron en
los tres niveles de la Loma: base, medio y cima, de la siguiente manera:
 2 parcelas se establecieron en la base norte y oeste respectivamente, a 300 m.s.n.m.
(metros sobre el nivel del mar),
 1 parcela en la cima al norte, a 490 m.s.n.m.
 1 parcela en la parte media norte – noreste, a 430 m.s.n.m.
 1 parcela en la parte media al sur, a 300 m.s.n.m.
Inventario florístico
En cada parcela se identificaron todos los individuos mayores de 2 m de altura y mayores o
iguales de 0.05 m de diámetro.
Para la validación del muestreo se utilizó la curva de riqueza de especies, donde se
relacionaron el número acumulado de nuevas especies por parcela, esta es la llamada ―curva
del colector‖ en los trabajos de taxonomía.
Los inventarios de las especies se resumen en la tabla número 3.
Diversidad de especies
Se realizaron las curvas de abundancia para las 15 especies más importantes, los gráficos se
realizaron en escala logarítmica y cada valor de abundancia fue transformado a log2.
Se calcularon los índices de diversidad de Shannon (Shannon CE y W Weaver (1949)) y
Simpson (Simpson EH (1949))
Los cálculos se realizaron en el software BioDiversity Pro Versión 2.0. 1997 NHM & SAMS.
La estructura horizontal se evaluó mediante la determinación de los valores de abundancia
absoluta y relativa, dominancia absoluta y relativa, y la frecuencia absoluta y relativa de cada
especie, así como las distribuciones de abundancia de árboles por clase diamétrica. El índice
valor de importancia ecológica de las especies, IVIE, (Keels et al., 1997) fue obtenido mediante
la suma de los parámetros de la estructura horizontal, de acuerdo a la fórmula:
IVIE = Abundancia relativa + dominancia relativa + frecuencia relativa.
La estructura vertical se describe tomando en consideración los estratos del bosque y las
especies dominantes observadas y/o registradas en cada uno de ellos. Se trabajó con variables
como la riqueza de especies, abundancia, dominancia y valor de importancia ecológica. Se tuvo
en cuenta la distancia a viviendas, caminos, ríos o arroyos, la pendiente, exposición y tenencia
de la tierra.
La regeneración natural se evaluó siguiendo la metodología propuesta por el Centro
Agronómico Tropical de Investigación y Enseñanza, CATIE (Orozco y Brumer, 2002, citados por
Garibaldi, 2008).
La similitud o grado de asociación de las parcelas en la composición de especies arbóreas fue
determinado por el análisis de conglomerados jerárquicos mediante la medida de similitud de
Bray‐Curtis (Magurran, 1989, Jogman et al., 1995).
RESULTADOS Y DISCUSIÓN
Inventario florístico
Las unidades de muestreo o parcelas que se hicieron, de acuerdo a la curva especie/área
(Figura 2), es representativa de la diversidad de especies. Como se puede observar en esta
figura a partir de la tercera parcela se alcanza la asíntota, lo que indica que la mayoría de las
especies fueron colectadas en estas 5 parcelas. De acuerdo a las características del área de
estudio es poco probable que en las mismas condiciones ambientales se encuentren muchas
más especies.
Figura 2 – Curva especie/área para la zona de la reserva estudiada
Como resultado del inventario florístico se identificaron 65 especies arbóreas pertenecientes a
28 familias. Dentro de las familias más representadas se encuentran, Rubiaceae, Sapotaceae y
Moraceae, lo que corrobora los reportes de Herrera et al., (1988) para el bosque semidecíduo.
El endemismo se comporta al 9.2 % muy similar al que reportaron Herrera et al., (1988) para la
Reserva (9.8 %). El listado de las especies se encuentra en la Tabla 3. Los resultados
demuestran que el número de especies por familia es bajo, las más representadas se presentan
en la figura 3.
Sapindaceae
7
Rubiaceae
5
Moraceae
5
Sapotaceae
4
Meliaceae
4
Leguminosae
4
Lauraceae
4
Figura 3 - Familias más representadas.
En la Tabla 1 se presenta el número de individuos y especies en cada parcela en la loma de
San Ramón de Aguas Claras.
Tabla 1 – Cantidad de especies e individuos por parcela
Parcela
1
2
3
4
5
Especies
31
26
50
54
42
Individuos
220
366
387
420
244
Diversidad Beta
En la Figura 4 se presentan los resultados de la clasificación de las parcelas de acuerdo a la
composición y abundancia de cada especie.
Figura 4 - Dendrograma de similaridad florística obtenido por el análisis de conglomerados
jerárquicos mediante la medida de similitud de Bray‐Curtis.
De acuerdo a este resultado, se forman tres agrupaciones, uno constituido por las parcelas 1 y
5, ambas en la exposición norte y a una altura de 430 y 490 m.s.n.m. respectivamente, el otro
grupo por las parcelas 3 al oeste y 4 al sur, a 300 y 330 m.s.n.m. La parcela 2, aunque no es
considerada un componente aparte, difiere de las del resto de su agrupación por la elevada
presencia de S. jambos.
Al analizar la clasificación más detalladamente y considerando como grupos las parcelas cuyo
porcentaje de similitud fue mayor del 50%, se comprobó que la posición de las parcelas con
respecto a la exposición con respecto a los puntos cardinales no influyó en los agrupamientos,
pues se pueden encontrar en un mismo conglomerado parcelas localizadas al norte y al sur.
Diversidad alfa
Las parcelas 1 y 2 tienen menor valor de diversidad de especies y mayor dominancia lo que
coincide con sus curvas de abundancia de mayor pendiente (Ver Tabla 2 y Figura 5). Los
índices de diversidad de las parcelas 3, 4 y 5 son mayores e igualmente sus curvas de
abundancia lo corroboran. La pendiente más plana de estas parcelas indican una abundancia
intermedia. De la misma manera son las parcelas donde la equitatividad es mayor y la
dominancia menor.
La pendiente de la curva más abrupta de la parcela 2 se debe al efecto de la gran cantidad de
individuos de S. jambos. La alta presencia de esta especie en esta parcela puede estar
influenciada por la ubicación espacial del lugar ya que está protegido del sol y los vientos por
las laderas circundantes, además muy cerca del sitio se encuentran el naciente manantial de
Aguas Claras y la humedad es alta en el suelo y en el aire.
Estos resultados coinciden con los reportados por Herrera et al., (1988), para arroyos,
riachuelos y cañadas húmedas, en alturas entre 200 y 400 m.s.n.m., conocidos como
pomarrosales, acompañados con especies del bosque tropical siempreverde submontano
como son: M. apetala y P. spuria, entre otras. Otras características del pomarrosal es que los
árboles desarrollan el tronco inclinado en dirección a la pendiente del sitio, según Jan Jenik,
citado por Herrera et al., (1988) esta afectación en el patrón de crecimiento puede deberse
entre otras cosas a las condiciones de iluminación, en forma similar a lo que ocurre en los
márgenes de los ríos o claros, según ha sido descrito por Hallet, et al., (1978) como efecto de
ribera.
En las parcelas 1 y 5, la primera posición la ocupó la especie P. spuria con 42 y 28 individuos
respectivamente, no así en la parcela 3 donde esa posición fue ocupada por T. racemosa con
39 individuos. En la parcela 4 la primera posición la ocupó M. apetala con 52 individuos donde
existen árboles semilleros de esta última especie. Los sitios 1, 3 y 5 se caracterizan por una
mayor cantidad de especies raras (representadas por un individuo).
Las especies P. spuria,, M. apetala, T y O lanceolata fueron referidas por Herrera et al., (1988)
con una distribución homogénea por ser las más abundantes en la Sierra del Rosario, mientras
que las demás especies tienen distribuciones extremas, pues se encontraron presentes en una
de las tres subparcelas de aquel estudio.
En esta investigación se han tomado para San Ramón de Aguas Claras 15 especies con mayor
presencia. El caso de O. lanceolada, solo se encuentra en la parcela 5. Tanto P. spuria como M.
apétala tienen un papel significativo en esta formación vegetal y su dominancia ha sido también
comprobada desde el punto de vista fitocenológico, ya que ambas especies dan nombre a una
de las principales asociaciones vegetales descritas para la localidad, la MataybaeoPseudolmedietum spuriae (Capote et al., 1987 citado en Herrera et al., 1988). Esta unidad
fitosociológica se describe para el bosque tropical siempreverde submontano en Sierra del
Rosario en alturas de hasta 500 m.s.n.m.
A bundanc ia log 2
5,00
4,00
3,00
2,00
1,00
-
Parcela 1
Índice de diversidad
Shannon H' Log Base 2
Shannon Hmax Log Base 2
Shannon J'
Simpsons (D)
Simpsons (1/D)
P a rcela 2
Parcela 1
3,798
4,954
0,767
0,103
9,69
Parcela 2
3,669
4,7
0,781
0,133
7,495
Parcela 3
Parcela 3
4,885
5,644
0,866
0,043
23,268
Parcela 4
5,005
5,755
0,87
0,045
22,248
P.spuria .
M. apetala
T.racemosa
S. jambos
C.elongata
R.regia
B.simaruba
G.arborea
C.glabra
P.oppositifolia
C.peltata
D.cubensis
A.cominia
C.macrophylla
C.caimito
M. apetala
T.racemosa
S. jambos
G.arborea
R.regia
P.spuria .
C.glabra
B.simaruba
C.macrophylla
C.peltata
C.elongata
P.oppositifolia
C.caimito
D.cubensis
A.cominia
C.glabra
D.cubensis
A.cominia
R.regia
C.macrophylla
B.simaruba
C.peltata
P.oppositifolia
C.caimito
T.racemosa
S. jambos
G.arborea
P.spuria .
M. apetala
C.elongata
M. apetala
T.racemosa
7,00
C.glabra
G.arborea
C.elongata
R.regia
C.peltata
D.cubensis
C.macrophylla
P.oppositifolia
B.simaruba
A.cominia
P.spuria .
C.caimito
T.racemosa
G.arborea
C.elongata
R.regia
B.simaruba
P.oppositifolia
D.cubensis
A.cominia
C.glabra
C.macrophylla
C.peltata
C.caimito
6,00
P.spuria .
M. apetala
S. jambos
S. jambos
8,00
Parcela 4
Parcela 5
Figura 5 – Curvas de abundancia por parcelas para las 15 especies más importantes de acuerdo al IVIE. Loma de San Ramón de aguas
Claras
Tabla 2. Índices de diversidad por parcelas.
Parcela 5
4,71
5,392
0,873
0,05
20,195
Valor de importancia de las especies
En la tabla 3 se observan los índices de valor de importancia de las especies inventariadas. Las
especies arbóreas de mayor valor de importancia ecológica en el área son: M. índica (30.0), S.
jambos, (16.52) M. americana, (14,56), P. mammosa, (14,13), M. apetala (13.86), T. racemosa (11.71),
R. regia (13.42), P. spuria, (10.41), y M bijugatus (12,43). El menor índice de valor de importancia lo
presenta C. latifolia, (0.56). Las especies M. índica (1.69), M. americana (0.84), P. mammosa (0.79), M.
bijugatus (0.71) y R. regia, (0.51), alcanzan el valor de importancia por estos valores de área basal que
también determina el valor de importancia de una especie.
De acuerdo a los resultados, la especie del estrato arbóreo más abundante en el bosque semideciduo
es S. jambos (213). Otras especies importantes por la alta presencia en todas las parcelas son: M.
apétala (171), T. racemosa (147) y P. spuria (111). El parámetro que más contribuye a la importancia
de la mayoría de estas especies es el área basal, con la excepción de S. jambos que además tiene
una gran abundancia.
Las especies menos abundantes con solo un individuo en el área de estudio son: E alaternifolium,, C.
cujete, R. nitida y C. latifolia. Estas especies menos representadas en la comunidad según Magurran
(1988), citado por Moreno (2001), pueden ser más sensibles a las perturbaciones ambientales, es
decir, identificar un cambio en la diversidad, ya sea en el número de especies, en la distribución de la
abundancia de las especies o en la dominancia y alerta acerca de procesos empobrecedores.
Estos resultados revelan que las especies que en estos momentos dominan la comunidad son típicas
de bosques secundarios degradados debido al impacto de las talas fundamentalmente. Este proceso
ha favorecido la proliferación de especies de poco valor forestal o invasoras como el S. jambos que
domina extensas áreas, sobre todo del bosque de galería.
Estos resultados, de acuerdo a Magurran (1988), permiten contar con parámetros para tomar
decisiones o emitir recomendaciones en favor de la conservación de taxa o áreas amenazadas,
monitorear el efecto de las perturbaciones en el ambiente. También pueden contribuir a planificar los
trabajos de reconstrucción silvicultural o de la comunidad en general.
Tabla 3 – Listado florístico del especies arbóreas área de estudio. San Ramón de Aguas Claras.
Especie
Syzygium jambos L. Alston in Trimen
Matayba apetala Macf. RDKL.
Trophis racemosa L. Urb.
Pseudolmedia spuria SW. Griseb
Gilibertia arborea (L.)
Cinnamomun elongata (Nees) Kostermans
Roystonea regia HBK O. F. Cook.
Cupania glabra
Bursera simaruba L. Sargent.
Cupania macrophylla A. Rich.
Cecropia peltata Lin.
Pera domingensis , Gris.
Deherainia cubensis Radlk Mez *
Chrysophyllum cainito L.
Allophylus cominia L. SW
Calophyllum antillanun Britt.
Guazuma ulmifolia Lam.
Trichospermun grewiifolius A. Rich *
Prunuss occidentalis SW.
Casearia hirsuta
Matayba domingensis, Radlk.
1
24
26
8
42
7
6
4
1
4
1
1
2
2
1
2
39
2
17
10
Parcela
5 3 4
14 29 33
26 21 52
22 39 42
28 25 14
6 28 16
9 20 6
8 11 16
5 2 12
7 7 9
1 8 8
3 5 7
5 4 5
2 1 2
1 4 3
2 1 2
13 13 11
5 14 15
18 17
13 15 7
10 17 15
8 8 7
IVI
2
113
46
36
2
15
8
8
18
4
5
7
5
6
1
3
22
16
10
16,52
13,86
11,71
10,41
7,35
5,77
13,42
4,95
4,83
4,82
4,23
3,77
3,46
3,15
3,24
7,02
5,56
6,11
5,49
5,30
5,12
Guarea guidonia L. Sleumer
Amaioua corymbosa HBK
Buchenavia capitata Vahl. Eichl.
Guettarda cobsii Urb.
Erythroxyllum havanense Jacq. *
Andira inermis
Manguífera índica L.
Chrysophyllum cainito L.
Psidium guajaba
Zantthoxylum martinicence Lam. DC.
Ficus aurea Nutt.
Persea americana Mill.
Hibiscus elatus SW.
Celtis trinervia Lam.
Trichilia hirta L.
Ficus crassinervia Willd.
Ocotea leucoxylon SW. Mez.
Nectandra coriaceaSW. Griseb.
Schefflera actinophlylla Harms.
Genipa americana L.
Exothea paniculata, Radlk.
Pouteria mammosa L. Cronquist
Citrus aurantifolia L.
Faramea occidentalis (L.)
Chrysophyllum aliviforme
Annona cherimolia Mill
Mammea americana L.
Pithecellobium saman Jacq. Benth.
Melicoccus bijugatus Jacq.
Gliricidia sepium Jacq. Urb.
Coffea arabica L. var. canefora
Manguífera índica L.
Pithecellobium arboreum L. Urban.
Spondias mombin L.
Trichilia havanensis Jacq.
Casearia spinescens SW Griseb
Oxandra lanceolata SW: Baill.
Abildgaardia mostachya L. Vahl *
Cedrela odorata, Lin.
Erythroxyllum alaternifolium A. Rich. *
Lagetta wrightiana Krug. ET. Urb. *
Crescentia cujete L.
Rauwolfia nitida Jacq.
Cameraria latifolia, Lin.
* Endémicos de la sierra del rosario.
6
4
1
1
1
2
1
1
3 12
4
1 5
8 1
1 2
4 2
2 14
3
3
6 7
1 9
4 3
1 3
1
2 1
1 4
1 2
2
1
2 1
2
3
4
4
4 2
1
1
1
1
1
1
1
1
3
5
2
3
1
7
1
4
1
1
12
6 13
8
8
5
3
5
7
5
3
2
1
2
1
7
6
3
3
3
2
2
2
1
1
1
8
8
4
4
3
2
1
1
1
1
1
1
4,32
2,99
3,01
2,85
2,93
2,93
30,00
2,85
2,81
3,32
2,46
6,01
2,87
1,98
2,17
2,28
1,89
1,84
1,76
2,03
2,00
14,13
1,70
1,44
1,41
1,27
14,56
3,39
12,43
1,32
1,18
6,18
1,29
1,45
1,45
0,78
1,21
0,72
0,66
0,58
0,58
0,66
0,58
0,56
CONCLUSIONES
1. La riqueza estimada en el bosque semidecíduo de la región montañosa de Soroa, Reserva de
la Biosfera Sierra del Rosario, es de 28 familias, 55 géneros y 65 especies arbóreas, de ellos 6
endémicos de la Sierra del Rosario, ubicados en la zona de transición oeste de la Reserva.
2. El área estudiada aun cuando abarca diferentes condiciones ecológicas es bastante uniforme
en cuanto a composición florística y solo la muestra dos debido a la dominancia de S.jambos se
aparta levemente del resto.
3. Las especies arbóreas de mayor valor de importancia ecológica en el área son: S. jambos, M.
apetala, T. racemosa, P. spuria, R. regia, M. índica, P. mammosa, M. americana y M. bijugatus.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS.
1. Bisse, J. 1981. Árboles de Cuba. Editorial Científico – Técnica. 384 p.
2. Del Risco, E. 1995. Los bosques de Cuba, su historia y características. Editorial Científico –
Técnica. 96 p. En Ecología de los bosques siempreverdes de la Sierra del Rosario, Cuba. 17 –
18 pp.
3. Feisinger, P. 2003. El Diseño de estudios de Campo para la Conservación de la Biodiversidad.
Editorial FAN. Santa Cruz de la Sierra, Bolivia. 155 – 157 p.
4. Garcia, M. 2006. Tesis Doctoral. Conservación y Manejo In Situ de la Biodiversidad en Huertos
Caseros y Fincas de Cuba. Universidad de Pinar del Río ―Hermanos Saíz Montes de Oca‖.
Programa de Doctorado Cooperado Desarrollo Sostenible: Manejo Forestal y Turístico.
5. Garcia, M. Hernández, F. F. Zamora, M. J. L. Arzola, D. D. 2006. Plan de Manejo Reserva de
La Biosfera Sierra del Rosario 2006 - 2010. Ministerio de Ciencia, Tecnologia y Medio
Ambiente. Estacion Ecologica Sierra del Rosario. Pinar del Rio.
6. García, M., Castiñeiras, L. 2006. Biodiversidad Agrícola en las reservas de la Biosfera de Cuba
un reto para el Futuro. Editorial academia. La Habana. pp. 5, 8, 11-16.
7. Garibaldi, C. 2008. Efectos de la extracción y uso tradicional de la tierra sobre la estructura y
dinámica de bosques fragmentados en la Península de Azuero, Panamá. Panamá. 110 h. Tesis
en opción al grado científico de Doctor en Ciencias Forestales. Universidad Hermanos Saíz
montes de Oca.
8. Hallet, et al., (1978): En Herrera, A., Menéndez, L., Rodríguez, M. E., & García, E. E. 1988.
Ecología de los Bosques Siempreverdes de la Sierra del Rosario, Cuba Proyecto MAB no. 1,
1974 – 1987. Instituto de Ecología y Sistemática. Academia de Ciencias de Cuba.114 p.
9. Herrera, A., Menéndez, L., Rodríguez, M. E., & García, E. E. 1988. Ecología de los Bosques
Siempreverdes de la Sierra del Rosario, Cuba Proyecto MAB no. 1, 1974 – 1987. Instituto de
Ecología y Sistemática. Academia de Ciencias de Cuba. 5- 21 pp.
10. Herrero, J., Echevarría, A. Linares L., E., Palenzuela, D. L., Diago, U. I. 2004. Tendencias y
Perspectivas del Sector Forestal hasta el 2020.
11. Jiménez, A. 2008. Productos Forestales no Madereros en la Comunidad Soroa, Sierra del
Rosario, Candelaria, Pinar del Río. Tesis en opción al título de Master en Ciencias. Mención
Agroecología. Universidad de Pinar del Río ―Hermanos Saíz Montes de Oca‖.
12. Keels, S., Gentry, A., y Spinzi, L. (1997). Using vegetation analysis to facilitate the selection of
conservation sites in eastern Paraguay. (Biodiversity measuring and monitoring certification
training, volume 2). Washington: SI/MAB. En Garibaldi, 2008. 14 p.
13. Magurran, A. E. 1988. Ecological diversity and its measurement. Princeton University Press,
New Jersey, 179 pp. En Moreno, C. E. 2001. Métodos para medir la biodiversidad. M & T –
Manuales y Tesis SEA, vol.1. Zaragoza, 23 p.
14. Magurran, A. E. 1989. Diversidad ecológica y su medición. Ediciones España, Vedrá.
15. Moreno, C. E. 2001. Métodos para medir la biodiversidad. M & T – Manuales y Tesis SEA,
vol.1. Zaragoza, 23 – 55 pp.
16. Moreno, C. E. 2001. Métodos para medir la biodiversidad. M&T–Manuales y Tesis SEA, vol.1.
Zaragoza, 23-50 p.
17. Pichardo, 1854. En Herrera, A., Menéndez, L., Rodríguez, M. E., & García, E. E. 1987.
Ecología de los Bosques Siempreverdes de la Sierra del Rosario, Cuba Proyecto MAB no. 1,
1974 – 1987. Instituto de Ecología y Sistemática. Academia de Ciencias de Cuba. 17 – 18 pp.
18. Schmidt, I., Zerb, S., Betzin, J., and Weckesser, M. 2006. An Approach to the Identification of
Indicators for Forest Biodiversity—The Solling Mountains (NW Germany) as an Example
Restoration Ecology Vol. 14, No. 1, pp. 123–136.
Descargar