ESPAÑA: LA II REPÚBLICA Y LA GUERRA CIVIL 65.1. Contexto histórico de II República. 65.2. Etapas de la República: logros y fracasos. 65.3. Causas de la Guerra Civil. La dimensión internacional. 65.4. Evolución de las operaciones militares. 65.5. Evolución política en el bando republicano y en el franquista. 65.6. Consecuencias del conflicto. 1. CONTEXTO HISTÓRICO DE LA II REPÚBLICA. 1.1. Crisis del sistema de la Restauración: de la Dictadura a la República. El sistema instaurado por Cánovas del Castillo llevó a la crisis de Estado y acabó en un cambio de régimen. El monarca había aceptado la dictadura, y el republicanismo se constituyó en movimiento de contestación, mientras la corona contaba ya sólamente con el apoyo de la oligarquía. Por su parte, el ejército optó por una cierta actitud pasiva que favoreció a los republicanos. Fracasado el intento por detener la crisis política de la España de principios de siglo (Dictadura de Primo de Rivera de 1923), el 14 de abril de 1931 se proclama la II República, mediante la que en España accede al poder la izquierda, a través de una votación. La República nace de la conjunción de tres circunstancias: 1. la herencia de una dilatada crisis política, 2. la incidencia económica de la depresión mundial y 3. un cierto renacimiento cultural. Las bases sociales de la República son: 1. intelectuales (universidad e Institución Libre de Enseñanza, intento pedagógico que se realizó en España, inspirado en la filosofía de Karl C. F. Krause -1781-1832- y fundada en 1876 por un grupo de catedráticos entre los que destacan Francisco Giner de los Ríos -1839-1915-, Gumersindo Azcárate 1840-1917- y Nicolás Salmerón -1838-1908-), 2. proletariado y masas populares (PSOE y UGT). Los cuatro grandes problemas que, según Gabriel Jackson, en La segunda república y la guerra civil, ha de enfrentarse la República son el 1. Ejército, la 2. religión, 3. propiedad-agricultura y la 4.descentralización del Estado. El intento de solución no tuvo éxito: Guerra Civil de 1936. 1.2. Enfrentamiento social: jornaleros y proletariado frente a la oligarquía. En el primer cuarto del siglo XX la población había aumentado, lo que incidió en el aumento de la demanda de productos agrícolas, mientras la industria sólo se dinamizaba en torno a Bilbao, Barcelona y Madrid. El desarrollo benefició a los agricultores propietarios y negociantes, especialmente andaluces, mientras los jornaleros se encontraban en situaciones de miseria que agitaban una contestación reprimida por las fuerzas represivas (Guardia Civil). La República llegaba cuando se había alcanzado un cierto progreso industrial que comenzaba a declinar. La mano de obra se organizaba en grandes tendencias contestatarias: socialismo y anarquismo. Las crisis de las estructuras socioeconómicas de España se contextualizaban en la depresión del capitalismo mundial del momento. No obstante, la República tenía enemigos muy poderosos, como la vieja oligarquía que acabó destruyéndola. La insurrección fue la respuesta al programa revolucionario del Frente Popular, con unas potencias extranjeras que se debatieron entre la dejadez de las denominadas democracias y el apoyo de Hitler al golpe militar. El nuevo modelo tras el final del conflicto no reproduciría el sistema fascista pero instaló un régimen de partido único, un protofascismo. 1.3. Un contexto internacional definido por la crisis económica y el ascenso del fascismo. La República surge en un momento de crisis económica (1929) y de desconsideración moral del parlamentarismo (ascenso del fascismo). 2. ETAPAS DE LA REPÚBLICA: LOGROS Y FRACASOS. 2.1. El fin de la monarquía. M. Primo de Rivera (1870-1930) pierde los apoyos que le sustentaban. El rey Alfonso XIII (1886-1941) pide su dimisión y Primo de Rivera accede, renunciando el 30.01.1930. Dámaso Berenguer (1878-1953) es nombrado nuevo presidente de gobierno dirigiendo la dictablanda -1930-1931-. El 17 de agosto de 1930 se firma el Pacto de San Sebastián: Alejandro Lerroux (1964-1949) y Manuel Azaña (1880-1940) –republicanos-, Indalecio Prieto (1883-1962) –socialista-, gallegos de la ORGA y catalanistas de Acció Catalana. En octubre de 1930, engarzan con el PSOE y UGT (bases populares de la República). El golpe de fuerza previsto para el 15 de diciembre de 1930 no se efectúa (Sublevación de Jaca): fusilamiento de los capitanes Fernández Galán y García Hernández; huida de Queipo de Llano y Ramón Franco. El Comité revolucionario es detenido. El rey nombra presidente de último gobierno de la monarquía al almirante Juan Bautista Aznar (18.02.1931), que convoca elecciones municipales a celebrar el día 12.04.1931. El 14 de abril de 1931 se proclama la Segunda República Española: el rey abandona España y el Gobierno provisional se traslada a la Dirección General de Seguridad, en la Puerta del Sol madrileña. 2.2. El gobierno provisional, la Constitución de 1931 y el “problema regional”. A) Medidas y composición del Gobierno provisional. La Presidencia de la República es asumida por Niceto Alcalá Zamora (1877-1949) que, junto a Miguel Maura (1887-1971), hijo del conservador A. Maura (1853-1925), representaba la derecha política liberal (Derecha Liberal Republicana). El Gobierno estuvo formado por I. Prieto, F. Largo Caballero (1869-1946) y Fernando de los Ríos (1879-1949), socialistas; A. Lerroux y D. Martínez Barrio -1883-1962- (radicales); Manuel Azaña (Acción Republicana); Marcelino Domingo (1884-1939) y C. Sánchez Albornoz 1893-1984- (republicanos radicales socialistas); Lluis Nicolau D´Olwer (1888-1961, Acció Catalana). En Junio de 1931 se convocan elecciones a Cortes y en diciembre se aprueba la Constitución. Los primeros decretos del gobierno se refieren a: -Trabajo: Ley de Términos Municipales, que obligaba a los terratenientes a contratar a los trabajadores agrícolas del municipio; jornada laboral de 8 horas en el campo y en la ciudad. Se elaboró una Ley de Bases de la Reforma Agraria y se crea el Instituto de Reforma Agraria. El campo andaluz y extremeño era un polvorín de agitación anarquista que fue reprimido por las fuerzas de orden republicanas. -Ejército: reducción de las divisiones a 8, y servicio militar de 1 año. Pasan a la reserva los generales con más de seis meses sin destino, con el objetivo de retirar a los militares más hostiles a la República. -Educación: 700.000 nuevos maestros. B) La Constitución de 1931. Las Cortes constituyentes están dominadas por los republicanosocialistas (250 de 450 escaños). Es una Constitución influida por la constitución de la República de Weimar alemana, por la austriaca, mexicana y soviética. C) Los nacionalismos periféricos. La solución inicial que la Constitución establece respecto al problema territorial es la de un Estado integral con derecho a la autonomía. a) El Estatuto catalán (Estatuto de Nuria) es aprobado en septiembre de 1932. Autoría de Esquerra Republicana de Catalunya, que agrupó a Partit Republicá Catalá -escisión de la Lliga-, Estat Catalá y grupo de intelectuales en torno a L´Opinió. b) Estatuto vasco (Estatuto de Estella). No se aprueba porque el PNV no suscribió el Pacto de San Sebastián, por las diferencias entre vascos y porque cuando va a ser refrendado en las Cortes, la derecha gana las elecciones y lo impidió. c) Estatuto gallego. En 1930 no se materializó. 2.3. El bienio social-azañista. El periodo caracterizado por el gobierno de la coalición republicano-socialista se enfrente a varios problemas a los que ha de aplicar políticas de corrección. 1. Estancamiento de la economía. Consecuencia de la crisis de 1929, se produce un estancamiento económico y en el comercio exterior (reducción en un 72% de las exportaciones). Hay una estabilidad de precios, salvo en los agrícolas, que bajarán debido a buenas cosechas. El gobierno hubo de hacer frente a los problemas en el mercado del trigo (se especuló para hacer subir los precios y se importó grandes cantidades a precios superiores que en el interior), carbón (en férrea competencia con el petróleo, gas y electricidad; mala calidad que impulsó a importarlo de Gran Bretaña) y cítricos (controlado no por productores, sino por navieros, lo que enconó los ánimos). Crisis, así mismo, en la industria pesada (en textil y electricidad, no obstante, aumentarán) y siderurgia (sobredimensionamiento artificial desde Primo de Rivera). En 1933-1934, la crisis es aún más aguda, pese a producirse las mejores cosechas del siglo. Se produce paro urbano y reacciones obreras. 2. Intento de transformación de las relaciones sociales de producción. Se plasmó en un programa reformista en lo social. Se pretendió el aumento de la productividad a través de una mejor gestión y tenencia de las explotaciones. Fue impulsado por Francisco Largo Caballero, y se tradujo en: .Ley de Contratos de Trabajo. El Estado interviene a favor de los más débiles en la estructura laboral. .Ley de Control Obrero de la Empresa, con 8 horas de trabajo y seguro de desempleo. .Ley de Reforma Agraria (septiembre de 1932). Permitía poner en manos del Estado tierras a precios razonables y luchaba contra el absentismo. Provoca descontento por parte de su izquierda (Casas Viejas: enero de 1933) y reacción involucionista de J. Sanjurjo (1872-1936). 3. Política educativa y religiosa. La Iglesia católica no aceptó nunca las medidas republicanas sobre el matrimonio y hospitales laicos. .En enero de 1932, se produce la disolución de la Compañía de Jesús y, según el artículo 26 de la Constitución, se prohíbe a las instituciones religiosas impartir enseñanza. .Los proyectos educativos de Marcelino Domingo incluyen 30.000 escuelas y reducir el analfabetismo. La Institución Libre de Enseñanza fundada por Francisco Giner de los Ríos (1839-1915), en 1876, vive su época de mayor esplendor. 4. Posicionamiento de la clase obrera. UGT apoya; CNT, en principio sí, y después se opone (huelga de 1931 en Telefónica; de estibadores de puertos y sector metalúrgico). -El PSOE está dividido: favorables a una revolución burguesa, sin colaborar en el gobierno (Julián Besteiro, 1870-1940), colaborar con la República (Indalecio Prieto), aliarse con anarquistas y comunistas (Largo Caballero). -CNT adopta la tesis de B. Durruti (1896-1936): revolución frente a las tesis de A. Pestaña (1886-1937), favorable a colaborar con la República. La Federación Anarquista Ibérica (FAI) lanza una insurrección general en enero de 1933, seguida sólo en zonas de Cataluña, Valencia y Casas Viejas. La represión fue tan fuerte que supuso el fin del periodo de Azaña. -El PCE pasa de 800 afiliados en 1930 a 11.000 en 1932, con José Díaz (18961942) y Dolores Ibarruri (1895-1989) en su dirección política. En Cataluña se organiza el Bloque Obrero y Campesino (BOC), como intento de conjugación de comunismo y catalanismo. 5. Las derechas y la patronal. Se organiza en 1933 conformando la Confederación Española de Derechas Autónomas (CEDA): sindicalistas católicos, patronal, oligarquías urbanas y agrícolas. A la cabeza se encuentra José María Gil Robles (1898-1980). En 1933, José Antonio Primo de Rivera (1903-1936) constituye la Falange Española y el Sindicato Español Universitario (SEU). En 1933 se crea la CEPA (Confederación Española Patronal Agrícola), con los objetivos de defender la familia, la religión, propiedad y autoridad. La oposición a Azaña proviene, por tanto, de todos los frentes. 2.4. El bienio radical-cedista. -En 1933, todos los frentes están contra Azaña: derecha representada por la CEDA, republicanos de derechas (Lerroux), fascistas, grupos anarquistas e, incluso, sectores socialistas. Se conforma un gabinete presidido por Lerroux y otro por Martínez Barrio, que convoca elecciones anticipadas. El 19.11.1933 ganan las elecciones las derechas (CEDA, tradicionalistas, agrarios y Renovación Española) y obtienen una gran representación los radicales de Lerroux. El voto de izquierda cae por la incorporación por vez primera del voto femenino, por la deserción y la abstención anarcosindicalista. -En diciembre de 1933 se constituye un nuevo gobierno presidido por Lerroux, con el apoyo de la CEDA. Sus medidas principales son: .Derogación de la Ley de Términos Municipales. .Amnistía para los implicados en el levantamiento de Sanjurjo. .No aplicación de la Ley de Salarios Mínimos en el campo. .Relación amistosa con el clero. -Hasta marzo de 1934 se suceden gobiernos de Lerroux, al que sustituye Ricardo Samper -1881-1938- (por conflicto entre Lerroux y Alcalá Zamora por la amnistía). En 1934: .conflicto con el President de la Generalitat (Lluis Companys, 1882-1940) por intentar llevar a cabo la Ley de Cultivos en apoyo de los rabassaires. .malestar en el País Vasco por no aceptar el Estatuto de autonomía las Cortes españolas. .en el campo, la represión a una huelga de CNT y UGT generó malestar y frustración. .grupos de extrema derecha (Renovación Española) quieren apoyos exteriores para sublevarse contra el Gobierno, acercándose con esta estrategia a F.E. y a las JONS. En octubre de 1934, con la entrada de ministros de la CEDA en el gabinete lerrouxista, los socialistas lanzan una Huelga General Revolucionaria. En Barcelona, Lluis Companys declara la independencia de Cataluña dentro de la Federación Española. En Asturias, levantamiento de las cuencas mineras, con 4000 muertos en la posterior represión. 2.5. El Frente Popular. A partir de la Huelga, la derecha pretende el desmantelamiento de todo el movimiento obrero. -En marzo de 1935, la CEDA accede a 5 carteras. Gil Robles, ministro de la Guerra, apoya a la Unión Militar Española (UME) y se propugna el Proyecto de Contrarreforma Agraria (anula el catálogo de tierras expropiables y protege a los terratenientes). Se crea el Bloque Nacional: tradicionalistas, carlistas y Renovación Española. F.E. aspira a tomar el control del Estado por la fuerza y se dispone a la insurrección armada. Los republicanos se reorganizan: Azaña se une a Martínez Barrios. Los obreros se reorganizan: POUM en Cataluña (con A. Nin -1892-1937- y BOC), PSUC (unión de socialistas y comunistas). -A fines de 1935, el escándalo del estraperlo (comercio ilegal de bienes sometidos a algún tipo de impuesto o tasa por el Estado y que, por extensión, es una actividad irregular o intriga de algún tipo, y se usa como sinónimo de mercado negro; escándalo político ocurrido durante la II República, producido como consecuencia de la introducción de un juego de ruleta eléctrica de marca "Straperlo", nombre derivado de Strauss, Perel y Lowann, apellidos holandeses de quienes promovieron el negocio) hace caer a Lerroux. Gil Robles quiere formar gobierno y tras un breve gobierno de medio mes presidido por Manuel Portela Valladares (1867-1952), Alcalá Zamora disuelve las Cortes y convoca elecciones. El panorama político estaba constituido por: .fragmentación en la izquierda entre socialistas, anarcosindicalistas y comunistas. .en Cataluña (radical popular) y País Vasco (democristiano) había partidos nacionalistas. .la derecha contaba con el sector populista de Gil Robles, el Bloque Nacional (Renovación Española y Tradicionalistas de de Calvo Sotelo) y el sector falangista, más la derecha catalana de la Lliga. En enero de 1936 se constituye el Frente Popular (partidos obreros y republicanos de izquierdas). La CNT recomienda el voto al F.P. Las derechas acceden desunidas y gana el Frente Popular. -Gobierno de la República. Se destituye a Alcalá Zamora y se elige a Azaña como presidente. S. Casares Quiroga (1884-1950) es primer ministro, y decreta la amnistía y reformas agrarias. CNT convoca huelgas y la ultraderecha se hace sentir en las calles. -Juan José Castillo, guardia de escolta republicano, es asesinado y, en represalia, J. Calvo Sotelo, lo que jalea a la oligarquía en su intento de llegar al poder. 3. CAUSAS DE LA GUERRA CIVIL. LA DIMENSIÓN INTERNACIONAL. La Guerra Civil Española fue un conflicto social, político y militar (que más tarde repercutiría también en un conflicto económico) que se desencadenó en España tras fracasar el golpe de estado del 17 y 18 de julio de 1936 llevado a cabo por una parte del ejército contra el gobierno de la Segunda República Española, y que se daría por terminada el 1 de abril de 1939 con el último parte de guerra firmado por Francisco Franco, declarando su victoria y estableciéndose una dictadura que duraría hasta 1975. A las partes del conflicto se las suele denominar bando republicano y bando sublevado, también conocido como bando nacional por los vencedores. El bando republicano estuvo constituido en torno al gobierno legítimo de España; el del Frente Popular, por una coalición de partidos marxistas, republicanos y nacionalistas, apoyado por el movimiento obrero, los sindicatos y los demócratas constitucionales. El bando sublevado estuvo organizado en torno a gran parte del alto mando militar, institucionalizado en la Junta de Defensa Nacional y se apoyó en el partido fascista Falange Española, la Iglesia Católica y la derecha conservadora (monárquicos, cedistas y carlistas). Socialmente fue apoyado, principalmente, por aquellas clases más o menos privilegiadas hasta entonces, (burgueses no liberales, aristócratas, terratenientes o pequeños labradores propietarios, etc.) que tras la victoria en las urnas del Frente Popular veían peligrar su posición social o estaban temerosas del anticlericalismo y de un posible estallido de violencia del proletariado. 3.1. Causas del conflicto. La causa primaria de esta guerra civil hay que buscarla en la marcada polarización de la vida y la política españolas que se había profundizado en las décadas precedentes. Por un lado, están la negativa de la alta burguesía industrial y terrateniente, las castas militares y la jerarquía católica a perder privilegios a favor de las clases trabajadoras. Esta pérdida de privilegios se estaba produciendo debido a la política de reformas sociales emprendida por los gobiernos republicanos de centro e izquierda. Por otra parte, podemos considerar causa directa de la guerra las aspiraciones revolucionarias de una parte importante de la izquierda, y el carácter marcadamente hostil a la Iglesia Católica del gobierno republicano, que no reprimió decididamente el asalto y quema de iglesias y conventos. Además, se suprimió la enseñanza religiosa y se prohibió la Compañía de Jesús, lo que causó profundo malestar en los sectores católicos. De este modo, la crispación política y social desencadenó una violencia creciente. El arco ideológico cubría, de derecha a izquierda, a partidos y grupos monárquicos, conservadores, liberales, socialistas e incluso un pequeño movimiento Comunista dividido entre seguidores del líder José Stalin y su rival León Trotsky. En los extremos se encontraban la Falange Española, de orientación fascista y el anarquismo. La violencia callejera y el asesinato político se habían vuelto habituales. Durante el bienio en que gobernó la coalición del Partido Radical de Lerroux y la CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas), hubo huelgas generales en Valencia y Zaragoza, luchas en Madrid y Barcelona, además de un intento revolucionario que sólo triunfó en Asturias, donde el levantamiento minero fue reprimido enérgicamente por las tropas del general López Ochoa y legionarios mandados por el teniente coronel Yagüe. En Cataluña Companys proclamó la República Catalana, aprovechando las reivindicaciones obreras, pero Cataluña fue fácilmente ocupada al carecer de apoyo popular. En este período se trató por todos los medios de anular las reformas sociales efectuadas en los años anteriores, especialmente en el ámbito agrario. En 1936, tras una sucesión de crisis gubernamentales, las elecciones celebradas el 16 de febrero llevaron al poder al gobierno del Frente Popular, apoyado por la mayor parte de los partidos de la izquierda, con la oposición de los partidos de la derecha y lo que quedó del centro. Pero el detonante último de la guerra fue el asesinato, a manos de Guardias de Asalto y militantes de izquierda, del líder del Bloque Nacional, José Calvo Sotelo, como represalia al asesinato del teniente José Castillo, perpetrado por miembros de la extrema derecha. El asesinato del diputado monárquico tuvo el efecto de decidir a quienes, como Francisco Franco, mantenían dudas sobre si debían sublevarse contra el Gobierno de la República. A) Causas estructurales. Los problemas de la España contemporánea que la República intentó resolver, para lograr la modernización y democratización real del país, fueron la base de los principales conflictos sociales: 1. El problema agrario y la resistencia de la oligarquía terrateniente a la reforma agraria; 2. El problema social y laboral, estableciendo leyes protectoras del trabajo; 3. El problema religioso que se centró en el intento de establecer un Estado laico y provocó la reacción de sectores de la Iglesia; 4. El problema educativo; 5. El problema de la organización del Estado: los estatutos de autonomía eran un motivo de oposición en la derecha y en el Ejército. B) Causas próximas. Los elementos que explican el crecimiento de las diferencias sociales son: 1. La crisis económica ligada a la crisis mundial que, a partir de 1932, empeoró las condiciones de vida de gran parte de la población; 2. La reacción a las medidas antisociales del gobierno radical-cedista de 1934, con la sublevación de octubre y los enfrentamientos armados; 3. La existencia en Europa de regímenes fascistas (Alemania e Italia) interesados en impedir el desarrollo de movimientos revolucionarios y el surgimiento de frentes populares para oponerse al crecimiento del fascismo. 3.2. La dimensión internacional. A) Alineamiento. La guerra civil española fue uno de los conflictos del siglo XX que más repercusión internacional provocó. En el conflicto español se entrecruzaron a la vez los intereses estratégicos de las potencias y el compromiso ideológico de las grandes corrientes políticas del momento. Las potencias fascistas decidieron desde un primer momento ofrecer una ayuda importante a los rebeldes dirigidos por Franco. Mussolini y Hitler no solo podía conseguir beneficios estratégicos, Italia continuaba su política de expansión mediterránea y Alemania podía obtener un aliado que amenazara la retaguardia francesa, sino que ayudaban a un aliado ideológico en su lucha contra los sistemas democráticos y las ideologías obreras. Portugal se unió desde un principio a esta ayuda a Franco. La URSS, por otro lado, tuvo muy claro desde un principio su compromiso de ayuda a la República. No sólo se enfrentaba a la expansión del fascismo, sino que alejaba el centro del conflicto entre las potencias al otro confín de Europa, alejando el interés de Hitler de sus fronteras. Las grandes democracias tuvieron una actitud que podemos catalogar como uno de los grandes engaños diplomáticos del siglo. Gran Bretaña estaba decidida desde un principio a mantenerse neutral. El gobierno conservador británico veía con aprensión la extensión de la influencia germano-italiana a la península y la consecuente puesta en peligro de su base de Gibraltar y su ruta imperial a la India; sin embargo, la orientación revolucionaria que pronto tomaron los acontecimientos en la zona republicana alejó definitivamente de la cabeza del gobierno conservador la posibilidad de una ayuda a la República. El gobierno francés, pese a estar conformado por el izquierdista Frente Popular, siguió lo marcado desde Londres. La actitud de las democracias ante la guerra española se enmarca en su ilusoria búsqueda de una política de conciliación con Hitler. El Reino Unido, y con él Francia, habían optado hacía tiempo por tratar de evitar cualquier enfrentamiento que pudiera llevar a una guerra general. El mayor ejemplo de esta actitud fue la política de apaciguamiento ante las potencias fascistas, que alcanzó su cenit con la firma del Pacto de Munich en septiembre de 1938. Se puede afirmar que desde ese momento, las esperanzas de la República desaparecieron. Otro buen ejemplo de esta actitud fue la política del gobierno norteamericano. Mientras el Congreso de Estados Unidos aprobaba la denominada Ley de Neutralidad, el gobierno de Roosevelt miraba para otro lado cuando las compañías petrolíferas norteamericanas vendían combustible a Franco. El gobierno francés de Léon Blum, con el apoyo británico, ofreció a las demás potencias un pacto de no intervención en el conflicto español: se trataba de no facilitar ni hombres ni material de guerra a ninguno de los bandos en conflicto. Nació así el denominado Comité de No Intervención al cual se adhirieron todas las potencias. El Comité fue una farsa, mientras Francia y Gran Bretaña se abstenían de ayudar al régimen democrático en España, Hitler y Mussolini apoyaron de forma masiva y decisiva la causa de Franco. La única potencia a la que pudo volver sus ojos el gobierno de Madrid fue la URSS, algo que, indefectiblemente, repercutió en la evolución interna de los acontecimientos en la zona republicana. La Sociedad de Naciones se refugió en una actitud de inhibición. La Santa Sede se alivió con Franco (anticlericalismo y matanzas de clérigos por parte de facciones republicanas). B) La ayuda extranjera. La desigual ayuda exterior recibida por ambos bandos fue uno de los factores que explican la victoria de los nacionales. El bando nacional recibió desde un primer momento una decidida ayuda de Hitler y Mussolini. Tras recibir apoyo aéreo para pasar el Ejército de África a la península, Mussolini envió setenta mil soldados italianos, munición y material de guerra; y Hitler mandó la Legión Cóndor que incrementó de manera decisiva la superioridad aérea de Franco. La colaboración de Portugal, aunque no fue decisiva en el terreno militar, permitió el libre paso de armas para el ejército de Franco por territorio luso. Por último, hay que señalar las tropas marroquíes integradas en el Ejército franquista y que a menudo fueron utilizadas como fuerzas de choque. La única ayuda que recibió el bando republicano de las democracias fue las escasas armas enviadas desde Francia en los primeros momentos del conflicto. La ayuda francesa quedó inmediatamente cortada tras la firma del Pacto de No Intervención. La ayuda soviética comenzó a llegar a tiempo para ayudar en la defensa de Madrid. Sin embargo, aunque fue importante fue más dispersa y de menor calidad que la que recibió Franco. Las Brigadas Internacionales estuvieron constituidas por grupos de voluntarios, no todos comunistas pero reclutados por la Internacional Comunista en muchos países del mundo. Fueron unos cuarenta mil y tuvieron un papel importante en la defensa de Madrid y en las batallas del Jarama y Teruel. Las presiones del Comité de No Intervención y el desinterés de Stalin, que pensaba ya en buscar algún tipo de acuerdo con Hitler, hicieron que Negrín aceptase su salida de España a fines de 1938. De nuevo, el Comité de No Intervención fracasó en su intento de que las tropas italianas que apoyaban a Franco abandonaran España. 4. EVOLUCIÓN DE LAS OPERACIONES MILITARES. 4.1. El alzamiento. El alzamiento del 17 a 19 de julio de 1936 se denominó el “alzamiento de los generales”. Los oficiales, no los mandos, fueron los que se levantaron. El golpe comenzó el 17 de julio, en Ceuta y Melilla. Prendió en Castilla la Vieja. G. Queipo de Llano (1875-1951) dominó Sevilla. Galicia, Cáceres y Córdoba cayeron en manos insurrectas. También, Zaragoza y parte de Aragón. El golpe fracasó en Madrid, Barcelona, Toledo (general J. Moscardó, 1878-1956), Valencia (el general Martínez Monge, a favor de la República), Cartagena, Castellón, Castilla la Nueva. No así, en Oviedo y Vitoria. Santander, Bilbao y San Sebastián, prácticamente sitiadas por las tropas franquistas. Canarias y Baleares, en poder de las derechas. 4.2. Desarrollo del conflicto. En la guerra se detectaron tres grandes periodos: 1. Desde el alzamiento a marzo de 1937, con el final en la Batalla de Guadalajara, con etapas bien marcadas: guerra de columnas hasta finales de 1936 (parálisis de Mola al intentar conquistar Madrid); en el sur, éxitos del ejército africano y la Legión Extranjera; designación de un mando único en los sublevados tras la toma de Toledo; imposibilidad de los rebeldes de tomar Madrid. -Guerra de columnas (18 julio 1936-7 noviembre 1936) -Batalla de Madrid (7 noviembre 1936-marzo 1937) 2. Desde abril de 1937 a noviembre de 1938 (final de la Batalla del Ebro), cuando el equilibrio de fuerzas se vuelca hacia los rebeldes, que conquistan el norte peninsular. La República responde con acciones como Brunete, Teruel, pero los rebeldes retoman esta y ocupan el sur del Ebro, alcanzaron Lérida y dejaron aislada Cataluña. -Caída franja cantábrica (abril-octubre 1937) -Guerra en la primera mitad de 1938: batalla de Teruel -Batalla de Ebro (26 julio 1938-15 noviembre 1938) 3. Desde finales de 1938 hasta la derrota republicana. La República estaba descompuesta, hasta el punto de que el general Casado rebeló Madrid contra el gobierno de Negrín. Franco toma Cataluña y entra en Madrid a finales de marzo. -El gobierno de Madrid dimitió. A Casares Quiroga (mayo a julio de 1936) le sigue Martínez Barrio. El gobierno de José Giral (1879-1962, republicano de izquierda, que preside el gobierno de julio a septiembre de 1936) entregó armas al pueblo. Existen experiencias colectivistas de la CNT. A principios de agosto de 1936, Franco pasa a la península (Queipo de Llano conquista el valle del Guadalquivir) y avanza a Mérida y Badajoz. En septiembre de 1936, el general franquista Varela libera el Alcázar del general Moscardó. Atacan Madrid y el gobierno republicano huye a Valencia, pero Madrid resiste. -Ofensivas de ambos bandos: 1. Batalla del Jarama (febrero 1937). Fracaso del general Varela de dominar el río Jarama y cortar la carretera Madrid-Valencia. 2. Batalla del Guadalquivir. Derrota de las unidades fascistas italianas para tomar Madrid. 3. Ofensiva de Brunete (julio de 1937). Triunfo de Franco, ante la ofensiva republicana para aliviar la presión franquista sobre Madrid. 4. Avance nacionalista (Queipo de Llano) en la provincia de Málaga. 5. Ofensiva nacionalista en el norte: Mola y Dávila toman San Sebastián y Bilbao. En agosto, Santander; en octubre, Gijón. 6. Ofensiva de Belchite (Agosto de 1937). El ataque republicano se produce para aliviar la presión franquista en el frente del norte. Fracasó. 7. Ataque republicano sobre Teruel. Las tropas republicanas toman Teruel a fines de 1937, pero en febrero de 1938 los franquistas lo recuperan. -El gobierno de Giral es sustituido por Largo Caballero (septiembre de 1936 a mayo de 1937), dando a entender que el gobierno era conformado por las fuerzas del Frente Popular: comunistas, anarquistas y republicanos. En mayo de 1937 accede al gobierno Juan Negrín (1892-1956), desde mayo de 1937 a marzo de 1939, cayendo Largo Caballero por la oposición de comunistas y anarquistas. 4.3. Ofensiva final: la batalla del Ebro. El avance de F. Franco (1892-1975) en el Mediterráneo hace responder a la República en la línea del Ebro: 24 y 25 de julio de 1938. El avance fracasa y la defensa de Cataluña se hace desesperada. 4.4. El fin de la guerra. El general Casado (1893-1968) soportaba a disgusto el poder de los comunistas en el ejército. Casado quería entregarse a Franco con un pacto, pero este quería la incondicional rendición. Julián Besteiro y los comunistas forman un Consejo Nacional, considerando a Negrín como comunista. Al ser reconocido Franco por Francia y G.B., el presidente de la República dimitió. Los miembros del Consejo huyeron, a excepción de Besteiro (detenido al entrar los franquistas en Madrid), Casado (huyó a un buque británico desde Gandía) y el coronel Prada (entregó Madrid, que fue anunciada como plaza nacionalista por R. Serrano Suñer, 1901-2003). El día 30, Gambara ocupó Alicante. Tomadas Valencia, Manresa y Alicante, acabó el conflicto: el 01 de abril de 1939 Franco comunicó desde Burgos el final de la guerra. 5. EVOLUCIÓN POLÍTICA EN EL BANDO REPUBLICANO Y EN EL FRANQUISTA. 5.1. Evolución en el bando republicano. La sublevación provocó la dimisión del gobierno de Casares Quiroga. El presidente Manuel Azaña encargó a Diego Martínez Barrio la formación de uno nuevo, del cual dimitió enseguida, formando un nuevo gobierno el profesor José Giral. Hasta el fin de la guerra, las instituciones republicanas siguieron funcionando. El día 5 de septiembre de 1936, el presidente Azaña encargó formar gobierno a Francisco Largo Caballero, líder de la izquierda del PSOE, quien formó un gabinete de coalición (nacionalistas vascos y catalanes, partidos republicanos, el PSOE y el PCE). Luego entraron en el gobierno anarquistas Federica Montseny, la primera mujer ministro en España. El nuevo gobierno busca recuperar el control de la situación y crear un poder centralizado que dirija de forma eficiente el esfuerzo de guerra. Era muy difícil pues el poder estaba en manos de miles de comités obreros y milicias enfrentados entre sí (anarquistas con socialistas y comunistas). Los gobiernos autónomos eran otro factor de desunión. El nacionalismo vasco apoyó la República y en octubre se aprobó el Estatuto vasco. José A. Aguirre se convirtió en el primer lehendakari. En noviembre, el Gobierno abandonó Madrid, amenazado por las columnas del sur, y se trasladó a Valencia. Madrid quedó bajo la autoridad de una Junta de Defensa dirigida por el general Miaja, con la colaboración del general Pozas, que obtuvo una gran victoria moral al hacer fracasar los intentos del ejército rebelde de tomar la capital. La política social del gobierno republicano continuó las reformas del Frente Popular: nacionalización de industrias de los partidarios de la sublevación; reforma agraria y la expropiación de fincas abandonadas; control estatal sobre los bancos e instituciones financieras. En la zona republicana se enfrentaron básicamente dos modelos. Por un lado, la CNTFAI y POUM que emprendieron la inmediata colectivización de tierras y fábricas. Su lema era "Revolución y guerra al mismo tiempo". Su zona de hegemonía fue Cataluña, Aragón y Valencia. Por otro lado, el PSOE y el PCE intentaron restaurar el orden y centralizar la toma de decisiones en el gobierno, respetando la pequeña y mediana propiedad. Su lema era "Primero la guerra y después la revolución". Las disensiones internas fueron continuas y llegaron a su momento clave en Barcelona en mayo de 1937. La Generalitat, siguiendo instrucciones del gobierno central, trató de tomar el control de la Telefónica de Barcelona, en manos de la CNT desde el inicio de la guerra. El intento desencadenó una insurrección y los combates callejeros se extendieron por Barcelona. La crisis de mayo de 1937, provocó la dimisión del gobierno de Largo Caballero. El nuevo gobierno presidido por el socialista Negrín, tenía mayoría de ministros del PSOE, pero inclinado hacia el PCE. La ayuda soviética había hecho que los comunistas pasaran a ser una fuerza muy influyente. Los enfrentamientos entre stalinistas y trostkistas se reprodujeron en España. El POUM fue ilegalizado y su dirigente, Andreu Nin, "desapareció" estando en manos de agentes soviéticos. Aunque ya era tarde para cambiar el signo de la guerra, se impuso una mayor centralización económica y se terminó de formar el Ejército Popular, acabando con la indisciplina de las milicias. Desde marzo de 1938 (Franco llega al Mediterráneo y divide la zona republicana) hay dos posturas: 1. La postura oficial (Negrín, PCE y parte del PSOE) defendía la "resistencia a ultranza”. 2. Algunos anarquistas (Mera) y socialistas (Besteiro), empiezan a hablar de la necesidad de negociar ante la segura derrota. El objetivo de Negrín era que el conflicto español quedara integrado en la inminente guerra europea y mundial que todo el mundo veía venir. De esa manera, la República española encontraría aliados que le permitirían ganar la guerra. Los acontecimientos internacionales reforzaron la idea de que la guerra estaba perdida: 1. La política de apaciguamiento de Gran Bretaña frente a Hitler se concretó en el Pacto de Munich, en septiembre de 1938, con la cesión de Checoslovaquia; 2. La retirada de las Brigadas Internacionales; 3. La disminución de la ayuda soviética. Los acontecimientos internos confirman la derrota: la caída de Cataluña anuncia el fin de la guerra. Tras tomar Barcelona, las tropas franquistas llegaron a la frontera francesa en febrero de 1939. Antes se había producido un enorme éxodo de población (500.000 personas huyeron a Francia, donde fueron hacinadas en campos de concentración). Defendiendo la negociación de la derrota con Franco, el coronel Casado dio un golpe contra el gobierno de Negrín y propuso la negociación. Franco exigió la rendición incondicional. El 28 de marzo, las tropas franquistas entraron en Madrid y el 1 de Abril de 1939 terminaba la guerra. 5.2. Evolución política en el bando franquista. La muerte del general Sanjurjo, el 20 de julio de 1936 dejó a la insurrección sin un líder claro. Una reunión de los generales insurrectos en Burgos acuerda crear la Junta de Defensa Nacional, órgano provisional de gobierno de la zona nacional. Las medidas que adoptó fueron drásticas: 1. Se estableció el estado de guerra en todo el territorio; 2. Supresión de las libertades; 3. Disolución de los partidos políticos (excepto Falange y los requetés carlistas). La propaganda nacionalista justifica el golpe militar contra un gobierno democráticamente elegido. La insurrección militar ha sido un Alzamiento Nacional contra una República "marxista" y "antiespañola". La Iglesia Católica, perseguida en la zona republicana, aporta la teoría que lo justifica: la guerra es una Cruzada para liberar a España del ateísmo. Las medidas económicas frenan las reformas republicanas (devolución a sus propietarios de las tierras repartidas en la reforma agraria), y el Estado interviene en la economía siguiendo los principios de la ideología fascista. (En 1937, se creó el Servicio Nacional del Trigo, que pasó a controlar el abastecimiento de pan de la población). La necesidad de contar con una dirección única lleva a nombrar a Franco en octubre Jefe del Gobierno del Estado español. Sus éxitos militares, el estar al frente del poderoso Ejercito de África y el apoyo de Alemania con la que mantenía contactos directos explican el ascenso al poder de Franco. En adelante, el Caudillo, como le empieza a denominar la maquinaria propagandística del bando nacional, establece una dictadura personal basada en un régimen militar. Una Junta Técnica del Estado, formada por militares, se conforma como órgano consultivo del dictador. En abril de 1937, se aprobó el Decreto de Unificación. Falangistas y carlistas quedaron unificados en la Falange Española Tradicionalista y de las JONS, conocida como el Movimiento Nacional. El modelo de partido único del fascismo italiano y del nacional-socialismo alemán se imponía en la España franquista. La Ley de la Administración Central del Estado concentró en la figura de Franco los poderes ejecutivo, legislativo y judicial. La Ley de Prensa estableció la censura en todo tipo de publicaciones y el Fuero del Trabajo puso fin a la libertad sindical y estableció el control del estado nacional sobre las organizaciones patronales y obreras. El nuevo régimen estableció un estado confesional. Volvió la subvención estatal de la Iglesia, se abolió el divorcio y el matrimonio civil, gran parte de la educación volvió a manos del clero. Se establecía así lo que se vino a denominar el Nacional-catolicismo. Por último, se creó una legislación que institucionalizó la represión contra los vencidos. En febrero de 1939 se aprobó la Ley de Responsabilidades Políticas, por la que se designaba "rebeldes" a todos los que se hubieran enfrentado al Movimiento Nacional. La España nacional es un estado militarizado, con mando único en manos castrenses. Franco, comandante en jefe: poder político supremo desde el 19 de septiembre de 1937. Unión de tradicionalistas y falangistas: FET y JONS. El 30.01.1939 juraron sus cargos los miembros del primer gabinete de Franco: sindicatos verticales (capitalistas en coordinación con el obrero), Fuero del Trabajo de 1938. Económicamente, se fijaron los salarios y la inflación se controló. Relación IglesiaEstado, regreso de los jesuitas, crucifijos en las escuelas. Orden militar, atención a católicos, valores de Castilla, como valores fundamentales. 6. CONSECUENCIAS DEL CONFLICTO. 6.1. Demográficas. La guerra supuso una fractura demográfica importante. Se han dado cifras muy dispares al cuantificar las pérdidas demográficas: los muertos en el frente en la guerra y por la represión en la posguerra, el hambre, las epidemias, la reducción de la natalidad consiguiente... Los cálculos más aceptados estiman en quinientos mil muertos, el coste demográfico de la guerra y la posguerra. A ello habría que añadir la cifra de no nacidos y la pérdida de población joven. El exilio republicano fue otro elemento. Durante los combates, los "niños de la guerra" fueron evacuados a países extranjeros, pero el gran éxodo tuvo lugar tras la conquista de Cataluña. En conjunto, se calcula que hubo unos cuatrocientos cincuenta mil exiliados. Aunque algunos fueron retornando durante la dictadura, muchos no volvieron a España o esperaron a la muerte del dictador en 1975. En la posguerra se produjo un estancamiento e incluso un retroceso de la población urbana a causa del desmantelamiento de la economía industrial y de servicios y a la necesidad de buscar la subsistencia cerca de la tierra. 6.2. Políticas y culturales. Fueron muy importantes. La dictadura que siguió a la guerra duraría casi cuarenta años, con la pérdida de libertades políticas y la persecución de la disidencia. La Ley de Responsabilidades Políticas de 1939, envió a cárceles y campos de concentración a los combatientes del bando republicano que no se exiliaron (aún en 1945 permanecían encarcelados unos cien mil españoles). Sus condenas incluían trabajos forzados (construcción de vías férreas y carreteras, reconstrucción de obras públicas, edificación del Valle de los Caídos, etc.). El régimen era un Estado policial. El aislamiento cultural y científico de España fue otra consecuencia. La mayor parte de las fuerzas de la cultura, que apoyaron a la República, fueron aniquiladas o marcharon al exilio. Fue una gran pérdida porque era una población joven y preparada: las élites científicas, literarias y artísticas de la Edad de Plata. En la política exterior, la dictadura franquista llevó a España a una situación de compromiso con los regímenes fascistas que hasta 1942. Después, a una fase aislamiento internacional (condena de la ONU en 1946 al régimen y la retirada de embajadores). El aislamiento duró hasta los acuerdos con los EEUU de 1953 y la entrada en la ONU en 1955. 6.3. Económicas. La guerra fue una verdadera catástrofe económica. Un dato revela su magnitud: la renta nacional y per cápita no recuperará el nivel de 1936 hasta la década de 1950. 1. Los años cuarenta fueron los años del hambre. 2. La cabaña ganadera y producción agrícola disminuyeron. 3. La destrucción del tejido industrial llevó en los años cuarenta a una economía agraria. 4. La destrucción de viviendas, comunicaciones, infraestructuras... 5. Aumento de la deuda externa y pérdida de las reservas de oro del Banco de España, usadas por el gobierno de la República para pagar la ayuda soviética. 6. La inflación se disparó multiplicándose por diez en los años cuarenta. 7. España quedó al margen de las ayudas de EEUU (Plan Marshall, 1947) por el aislamiento internacional que provocó la dictadura. 6.4. Consecuencias sociales. El resultado de la guerra trajo consigo la recuperación de la hegemonía económica y social por parte de la oligarquía terrateniente, industrial y financiera. Paralelamente, se dio la pérdida de todos los derechos adquiridos por los trabajadores. 6.5. Consecuencias morales. La guerra supuso una verdadera fractura moral del país. Varias generaciones marcadas por el sufrimiento de la guerra y la represión de la larga posguerra. El régimen de Franco nunca buscó la reconciliación de los españoles y siempre recordó y celebró su origen bélico. Las heridas de la guerra civil perduraron durante decenios y la persecución y represión de los vencidos fue un rasgo clave del franquismo. BIBLIOGRAFÍA GARCÍA DELGADO, A.: La II República Española. Bienio rectificador y el Frente Popular. JACKSON, G.: La República Española y la guerra civil. Ed. Crítica. Barcelona, 1976. JULIA, J.: Los orígenes del Frente Popular en España, 1934-1936. Ed. UNED, Madrid. RAMA, C.M.: La crisis española del siglo XX. México, D.F., 1960. THOMAS, H.: La guerra civil española. Ed. Grijalbo. Barcelona, 1976. TUÑÓN DE LARA, M.: La Segunda República. Cuadernos Historia 16, nº 22. Barcelona, 1985. TUÑÓN DE LARA, M. (Dir.): La crisis del Estado: dictadura, república y guerra, 1923-1939. Ed. Labor. Barcelona, 1981. STANLEY, P.: Falange. Historia del fascismo español. Ed. Sarpe. Madrid, 1985. VV.AA.: La Política exterior de España en el siglo XX. Dir. Javier Tusell. Coord. Rosa Pardo. Ed. Undo. Madrid, 1997.