Tema 5: NOTA: Tema dividido en dos partes, para presentarlo en

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Tema 5:
NOTA: Tema dividido en dos partes, para presentarlo en dos sábados.
El Diezmo: La Dos Líneas Ministeriales (Primera Parte)
I. Introducción:
Bíblicamente encontraremos, a través de este estudio, que el que Dios haya establecido un ‘Ministerio Sacerdotal’ o
‘Ministerio Pastoral’, si bien es cierto es necesario, dicho establecimiento divino, jamás convierte a ningún ‘Ministerio
Sacerdotal’ o ‘Ministerio Pastoral’, en imprescindible y mucho menos infalible; pues sabemos, que todo ‘Ministerio
Sacerdotal’, al estar constituido por seres humanos, existe la gran posibilidad de fracasar en su obra, tal como aconteció con el
‘Ministerio Sacerdotal Levítico’, un ‘Ministerio Sacerdotal’ levantado por Dios mismo a través de Moisés. Esto significa,
que si Dios levantara un determinado ‘Ministerio Sacerdotal’, dentro del contexto humano, este no sería infalible y por ende
si este fracasara, no podría ser perpetuo.
Los Sumos Pontífices del Israel antiguo, cometieron ‘graves errores’, comenzando por Aarón el Sumo Sacerdote. Veremos
bíblicamente, que cuando hablamos de ‘graves errores’, no se refiere a las faltas personales, las cuales nada tienen que ver
con los principios y doctrinas de todo un ‘Ministerio Sacerdotal’, sino a aquellas faltas que aunque personales, se han
generalizado y se han hecho parte de todo un ‘Ministerio Sacerdotal’, cayéndose en una apostasía generalizada.
Si hoy, como parte de un ‘Ministerio Sacerdotal’ o ‘Ministerio Pastoral’, pensáramos en una forma contraria; es decir, que
el ‘Ministerio Sacerdotal’ o ‘Ministerio Pastoral’ para el que laboramos es infalible; simple y llanamente, estaríamos
considerándonos superiores a los Santos hombres elegidos por Dios en el pasado, quienes, tal como Aarón, cometieron faltas
contra Dios, y lo que es peor, faltas en su desenvolvimiento ministerial, haciendo que toda la Congregación de Israel cometiera
graves errores.
Veremos además, que llega un momento en el cual, cuando un ‘Ministerio Sacerdotal’ o ‘Ministerio Pastoral’ fracasa en
puntos específicos de doctrina y los generaliza a todo su ‘Ministerio Sacerdotal’, dicho ministerio es desechado por Dios
mismo, pues todo el ‘Ministerio Sacerdotal’, estaría corrupto. Pero ¿cuáles son estos puntos específicos de doctrina, que
pueden lleva a un ‘Ministerio Sacerdotal’ o ‘Ministerio Pastoral’ a ser desechado por Dios?, ya los veremos. Cuando
presentemos este fracaso en extremo, veremos que la Sagrada Escritura, nos da las características exactas, de cuando se ha
llegado a este extremo. Es en este punto extremo, que como veremos bíblicamente, Dios opta por un ‘Ministerio Sustituto’, el
cual no es una ‘nueva organización’, tal como lo veremos en el caso de Cristo y sus discípulos. Este cumplimiento, el de
tomar Dios un ‘Ministerio Sustituto’, se ha dado siempre en el tiempo, y está contemplado dentro de la Profecía Bíblica. Este
cumplimiento profético, primero se tendría que dar sobre el pueblo de Dios, el antiguo Israel; y veremos proféticamente
también, que se dará sobre su pueblo a través de todas las épocas, hasta el fin del tiempo, si es que el ‘Ministerio Sacerdotal’
o ‘Ministerio Pastoral’, no cumple con el propósito divino. Pero aquí surge una pregunta, ¿quiénes conformarían este
‘Ministerio Sustituto’?
La “obra” que el Señor ha encomendado, tal como hemos visto, es la proclamación del ‘Mensaje de los Tres Ángeles’, la
‘Verdad Presente’ para nuestros días. Esta “obra” deberá ser llevada a cabo, por los miembros de la Iglesia, sin excepción
alguna. Este cumplimiento del deber, para con esta “obra”, hace posible que realmente en la iglesia, exista un ‘Ministerio
Pastoral’; pero, y si este ‘Ministerio Pastoral’ fracasara, ¿qué ocurriría con la “obra” legada por Dios, la “obra” de la
proclamación del ‘Mensaje de los Tres Ángeles’? Obviamente, se truncaría. Pero, ¿Dios permitiría este truncamiento? No.
Pues veremos que si se diese semejante circunstancia, para ella Dios ha hecho provisión, ¿de qué manera, ha hecho provisión?
Considere el siguiente texto:
Lucas 19: 40
“Y él respondiendo, les dijo: ‘Os digo que si éstos callaren, las piedras clamarán’.”
Pero, ¿a quién representan estas “piedras”? Realmente nos preguntamos, ¿quiénes son estos, que han sido colocados por Dios,
como aquellos que ‘sustituirían’, como las “piedras”, a este falso ‘Ministerio Pastoral’? En este estudio lo descubriremos.
II. Dos Órdenes Ministeriales y su Perpetuidad:
1
La Palabra de Dios, como veremos, nos habla de dos ‘Órdenes Sacerdotales Ministeriales’. Es el apóstol Pablo, quien hace
mención de este asunto, al decirnos:
Hebreos 7: 11
“Si pues la perfección era por el sacerdocio Levítico (porque debajo de él recibió el pueblo la ley) ¿qué
necesidad había aún de que se levantase otro sacerdote según el Orden de Melquisedec, y que no fuese
llamado según el Orden de Aarón?”
El Diezmo V: Las dos líneas Ministeriales: La Orden de Aarón
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De esta manera pues, consideraremos ambas ‘Órdenes Sacerdotales’.
1. La Orden de Aarón:
Esta ‘Orden Sacerdotal’, la ‘Orden de Aarón’, fue instituida por Dios mismo. Dios mandó a Moisés, que tomase a Aarón y
sus hijos, quienes eran de la tribu de Leví, para ser Sacerdotes de Dios:
Éxodo 28: 1
“Y tú allega á ti á Aarón tu hermano, y á sus hijos consigo, de entre los hijos de Israel, para que sean mis
sacerdotes; á Aarón, Nadab y Abiú, Eleazar é Ithamar, hijos de Aarón.”
No sólo Dios tomó a Aarón y sus hijos para el servicio del Templo o Santuario, sino que Dios determinó, que sus hermanos de
tribu, los descendientes de Leví, los levitas, ellos estarían al servicio de Aarón y sus hijos. Lo concreto del asunto es, que sólo
Aarón y sus hijos estarían al frente del Sacerdocio y el resto de la tribu de Leví, los levitas, todos ellos estarían al servicio de
Aarón y sus hijos:
Números 18: 1- 7
“Y Jehová dijo á Aarón: ‘Tú y tus hijos, y la casa de tu padre contigo, llevaréis el pecado del santuario; y tú y
tus hijos contigo llevaréis el pecado de vuestro sacerdocio. Y á tus hermanos también, la tribu de Leví, la tribu
de tu padre, hazlos llegar á ti, y júntense contigo, y te servirán; y tú y tus hijos contigo serviréis delante del
tabernáculo del testimonio. Y guardarán lo que tú ordenares, y el cargo de todo el tabernáculo; mas no
llegarán á los vasos santos ni al altar, porque no mueran ellos y vosotros. Se juntarán, pues, contigo, y
tendrán el cargo del tabernáculo del testimonio en todo el servicio del tabernáculo; ningún extraño se ha de
llegar á vosotros. Y tendréis la guarda del santuario, y la guarda del altar, para que no sea más la ira sobre
los hijos de Israel. Porque he aquí yo he tomado á vuestros hermanos los Levitas de entre los hijos de Israel,
dados á vosotros en don de Jehová, para que sirvan en el ministerio del tabernáculo del testimonio. Mas tú y
tus hijos contigo guardaréis vuestro sacerdocio en todo negocio del altar, y del velo adentro, y ministraréis. Yo
os he dado en don el servicio de vuestro sacerdocio; y el extraño que se llegare, morirá.”
Algo notable en la institución del ‘Sacerdocio Levítico’, o la ‘Orden de Aarón’, es que Dios lo estableció como un
‘sacerdocio’ “perpetuo”:
Éxodo 29: 9
“Y les ceñirás el cinto, á Aarón y á sus hijos, y les atarás los chapeos (tiaras), y tendrán el sacerdocio por
fuero perpetuo: y henchirás las manos de Aarón y de sus hijos.”
Pero esta “perpetuidad”, ¿no tendría que cumplir condición alguna?, ¿o esta “perpetuidad”, estaría totalmente condicionada?
Bien, dejemos que la Palabra de Dios, nos responda. Consideraremos dos casos, presentados en la Sagrada Escritura, que nos
mostrarán, como esta “perpetuidad”, podría verse afectada, por ciertas faltas a su ‘Ministerio Sacerdotal’. Nos preguntamos,
¿qué faltas podrían traer el deterioro y el ser ‘desechado’ todo un ‘Ministerio Sacerdotal’? Veamos:
a. El caso del Sumo Sacerdote Elí, sus hijos y la ‘Honra a Dios’:
La Palabra de de Dios, presenta, que el ‘sacerdocio’ que se desarrollaba en los días del Sumo Sacerdote Eli y sus hijos, había
llegado al colmo del apartamiento de los principios de la ‘Ley del Sacerdocio’, puesto que estos, ya no andaban conforme a su
‘voto sacerdotal’, ni cumplían con actuar de acuerdo a los principios establecidos por Dios, principios dados para el
‘sacerdocio’. Prácticamente, Eli y sus dos hijos, habían dejado de “honrar” a Jehová, como veremos:
1 Samuel 2: 22- 25
“Eli empero era muy viejo, y oyó todo lo que sus hijos hacían á todo Israel, y como se acostaban con las
mujeres que velaban á la puerta del tabernáculo del testimonio. Y les dijo: ¿Por qué hacéis cosas semejantes?
Porque yo oigo de todo este pueblo vuestros malos procederes. No, hijos míos; porque no es buena fama la
que yo oigo: que hacéis pecar al pueblo de Jehová. Si pecare el hombre contra el hombre, los jueces le
juzgarán; mas si alguno pecare contra Jehová, ¿quién rogará por él? Mas ellos no oyeron la voz de su padre,
porque Jehová los quería matar.”
2
Por esta razón Dios envío, un ‘Varón’, el cual trajo Palabra de Jehová para Elí:
1 Samuel 2: 27- 30
“Y vino un varón de Dios á Eli, y le dijo: Así ha dicho Jehová: ¿No me manifesté yo claramente á la casa de
tu padre, cuando estaban en Egipto en casa de Faraón? Y yo le escogí por mi sacerdote entre todas las tribus
de Israel, para que ofreciese sobre mi altar, y quemase perfume, y trajese efod delante de mí; y di á la casa de
tu padre todas las ofrendas de los hijos de Israel. ¿Por qué habéis hollado mis sacrificios y mis presentes, que
yo mandé ofrecer en el tabernáculo; y has honrado á tus hijos más que á mí, engordándose ustedes de lo
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principal de todas las ofrendas de mi pueblo Israel? Por tanto, Jehová el Dios de Israel dice: Yo había dicho
que tu casa y la casa de tu padre andarían delante de mí perpetuamente; mas ahora ha dicho Jehová: Nunca
yo tal haga, porque yo honraré á los que me honran, y los que me tuvieren en poco, serán viles.”
Pero, ¿en qué consistía, este “honrar” a Jehová? Lo que podemos notar primeramente, por el texto citado, es que la
“deshonra” a Dios, realizada por Elí a favor de sus hijos y de sí mismo, fue permitirles y permitirse el ‘aprovecharse de las
ofrendas’, dadas por el pueblo a favor de Dios. Así pues de esta manera, se afectaban las “ofrendas” de Dios, y como
veremos, es ‘malos sacerdotes’, hacían lo que les daba la gana y lo que mejor les parecía, con las “ofrendas” de Dios.
Sus hijos de Elí, habían llegado a exigir que se les diese la entrega de todas las “ofrendas”, como a ellos se les antojaba, sin
merecerlas en manera alguna, pues como hemos visto, vivían en plena fornicación, pisoteando así la ‘Ley del Sacerdocio’.
Ellos no esperaban en la voluntad del pueblo, sino que exigían por la fuerza, que se les entregase las “ofrendas”:
1 Samuel 2: 12- 17
“Mas, los hijos de Eli eran hombres impíos, y no tenían conocimiento de Jehová. Y la costumbre de los
sacerdotes con el pueblo era que, cuando alguno ofrecía sacrificio, venía el criado del sacerdote mientras la
carne estaba á cocer, trayendo en su mano un garfio de tres ganchos; y hería con él en la caldera, ó en la
olla, ó en el caldero, ó en el pote; y todo lo que sacaba el garfio, el sacerdote lo tomaba para sí. De esta
manera hacían á todo Israelita que venía á Silo. Asimismo, antes de quemar el sebo, venía el criado del
sacerdote, y decía al que sacrificaba: Dame carne para que ase para el sacerdote; porque no tomará de ti
carne cocida, sino cruda. Y si le respondía el varón: ‘Quemen luego el sebo hoy, y después toma tanta como
quisieres’; él respondía: ‘No, sino ahora la has de dar, de otra manera yo la tomaré por la fuerza’. Era pues
el pecado de los mozos muy grande delante de Jehová; porque los hombres menospreciaban las ofrendas de
Jehová.”
Ciertamente en la antigüedad, las “ofrendas”, al ser “menospreciadas” por los ‘sacerdotes’, haciendo con ellas lo que mejor
les parecía, hacía que estos terminaran “deshonrando” a Dios. Hoy, ¿qué cosa representa a aquella “ofrenda” dada a Dios en
la antigüedad, y que al ser “menospreciada”, haciendo lo que mejor nos parezca con ella, permita que “deshonremos” a Dios?
Bueno, será el profeta Malaquías quien nos responderá. Veamos este segundo caso de “deshonra a Dios”, por parte del
‘sacerdocio’.
b. El caso del Sacerdocio en los días de Malaquías y la ‘Honra a Dios’:
El profeta Malaquías, ya desde su primer capítulo, hace un llamado de atención de parte de Dios a un ‘sacerdocio’ que estaba
“deshonrando” a Dios:
Malaquías 1: 6
“El hijo honra al padre, y el siervo á su señor: si pues soy yo padre, ¿qué es de mi honra? y si soy señor, ¿qué
es de mi temor?, dice Jehová de los ejércitos á vosotros, oh sacerdotes, que menospreciáis mi Nombre. Y
decís: ¿En qué hemos menospreciado tu Nombre?”
Estos quienes laboraban en el ‘Ministerio Sacerdotal’ o ‘Ministerio Pastoral’; pues como hemos visto, ambas cosas son lo
mismo; habían llegado a “deshonrar” a Dios y “menospreciarlo”. Pero, ¿cómo lo “deshonraron”?, la respuesta puede verse
en el texto citado, cuando dice: “…menospreciáis mi Nombre…”. Pero, ¿en qué consiste “…menospreciar el nombre de
Dios…”? Dios mismo les da la respuesta ante su pregunta: “… ¿en que hemos menospreciado tu Nombre?...”, cuando les
dice:
Malaquías 1: 7
“Cuando ofrecéis sobre mi altar pan inmundo. Y dijisteis: ¿En qué te hemos amancillado? En que decís: La
mesa de Jehová es despreciable.”
De aquí tenemos que:
Sinónimo Bíblico:
3
Menospreciar el Nombre = Ofrecer pan inmundo
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Del mismo modo tenemos que:
Sinónimo Bíblico:
Ofrecer pan inmundo = Considerar la mesa de Dios despreciable
O sea, que “…menospreciar el Nombre de Dios…”, era dar como “ofrenda”, “…pan inmundo…”. Esto se pone interesante,
pues en ambos casos: el presentado por el ‘Varón de Dios’ a Elí, y este el de Malaquías, encontramos que “menospreciar a
Dios”, es pervertir las “ofrendas” que tenemos que ofrecer a Dios, como en este último caso, se “…ofrecía pan inmundo…”,
como “ofrenda” a Dios. Pero, aun se nos añade el siguiente reclamo de parte de Dios:
Malaquías 1: 12
“Y vosotros lo habéis profanado cuando decís: Inmunda es la mesa de Jehová; y cuando hablan que su
alimento es despreciable.”
Podemos por tanto notar lo siguiente:
Sinónimo Bíblico:
Mesa de Dios inmunda = Alimento de Dios despreciable
Sin lugar a dudas tenemos que:
Sinónimo Bíblico:
Mesa de Dios = Alimento de Dios
Sabiendo, que el reclamo de Dios, era que no ofreciesen “…pan inmundo…”, pues el único “pan” que debía ofrecerse en el
Santuario, era aquel “pan”, que había sido aprobado por Dios. Por tanto, por extensión sabemos que este “alimento de Dios”,
es el “pan” del Santuario:
Sinónimo Bíblico:
Alimento de Dios = Pan de Dios
Notemos, que Dios al responder la pregunta planteada por los ‘sacerdotes’: “… ¿en que hemos menospreciado tu
Nombre?...”, Dios les responde: “…cuando ofrecéis sobre mi altar pan inmundo…”. Pero sabemos que Cristo compara el
“pan” cotidiano con la Palabra de Dios, pues dice:
Mateo 4: 4
“Mas él respondiendo, dijo: Escrito está: No con solo el pan vivirá el hombre, mas con toda palabra que sale
de la boca de Dios.”
De donde tenemos que:
Simbología Bíblica:
4
Pan de Dios o Alimento de Dios = Palabra de Dios
Vemos pues por tanto lo siguiente: Que si el “…alimento de Dios…” o “Pan de Dios”, que de acuerdo a lo que hemos visto,
representan a la ‘Palabra de Dios’; entonces tenemos, que cuando Dios reclama a los encargados del templo o ‘sacerdotes’,
que le están ofreciendo “pan inmundo”, Dios está reclamando, que prácticamente “su alimento” que es “su mesa”, ha sido
“menospreciado” por un “…pan inmundo…”, un “alimento” que Dios nunca pidió que se ofreciese. Es decir, que este “…pan
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inmundo…”, es un “alimento” que nada tiene que ver con Dios, ni mucho menos con su Palabra, puesto que los ‘sacerdotes’,
“…menospreciaron el alimento de Jehová…”, para dar el suyo propio, el cual como hemos visto, no es la ‘Palabra de Dios’.
Tenemos entonces que:
Sinónimo Bíblico:
Menospreciar Alimento de Dios = Menospreciar Palabra de Dios
Y además, tenemos que:
Sinónimo Bíblico:
Menospreciar Nombre de Dios = Menospreciar Palabra de Dios
Luego tenemos que, si “…menospreciar el alimento de Dios…” es “…menospreciar su Palabra…”, (pues es ofrecer “…pan
inmundo…”), y a la vez vemos que “…menospreciar su Palabra…” es “…menospreciar el Nombre de Dios…”, tenemos
que el “Nombre de Dios’ representa a la ‘Palabra de Dios’; luego entonces tenemos que:
Sinónimo Bíblico:
Nombre de Dios = Palabra de Dios
O sea que si Dios estaba reclamando ‘algo’ a los ‘sacerdotes’, tanto en los días de Elí, como en los de Malaquías, ese ‘algo’
era justamente, que los ‘sacerdotes’, estaban haciendo lo que les daba la gana con las “ofrendas” de Dios, dándolas y
haciéndolas dar con el pueblo, como a estos ‘sacerdotes’ les parecía mejor, tal como se puede ver con los hijos de Eli, y
permitiéndoselos su padre como Sumo Sacerdote. Lo mismo puede verse en los días de Malaquías, pues hacían y daban las
“ofrendas” a Dios como a ellos les parecía mejor, sin considerar el requerimiento de Dios; razón por la cual, Dios hizo el
reclamo pertinente en ambas oportunidades.
Además hemos visto, que la “ofrenda”, que hoy deberán ofrecer los ‘sacerdotes’ o ‘Ministros de Dios’, consiste en ofrecer el
“alimento de Dios”, que es su Palabra. Pues en los días de Malaquías, los ‘sacerdotes’ ya no estaban colocando en la ‘Casa
de Dios’, el “alimento” que era el “pan”, tal como Dios requería que fuese colocado como “ofrenda”. Esto pues significa, tal
como hemos visto, que ya no se daría la Palabra de Dios, tal como Él lo requería. Por tanto, cuando en la ‘Casa de Dios’, ya
no se da el “alimento” que Dios requiere; es decir, no se ofrece la Palabra de Dios como Él lo ha trazado, entonces
sencillamente, se está “deshonrando” a Dios en ese lugar, dando “…pan inmundo…”.
Por tanto, tenemos que:
Sinónimo Bíblico:
Honrar a Dios = Presentar el alimento de Dios, que es su Palabra
c. La Orden de Aarón y su perpetuidad:
Hemos visto, que el “menospreciar” a Dios, a través de sus “ofrendas”, es “deshonrar a Dios”. Además hemos visto, que esta
“deshonra a Dios”, bíblicamente es “menospreciar su Palabra”, no darle el lugar que le corresponde, y en vez de ella, ofrecer
como “ofrenda”, “pan inmundo”; es decir, es darle a la Congregación un ‘alimento que Dios no pidió’, o sea, es dar cosas
que no tienen nada de sustento en la Sagrada Escritura. Nos preguntamos, ¿esta “deshonra” a Dios, podría ser el detonante,
para que Dios pueda desechar a todo un ‘Ministerio Sacerdotal’ o ‘Ministerio Pastoral’? Pues bien, lo descubriremos.
5
Consideremos nuevamente el caso de Elí y sus hijos. Una vez que el ‘Varón de Dios’, le presenta a Elí, la falta en la que
habían incurrido los del ‘sacerdocio’, sus dos hijos, con la indolente tolerancia de él como Sumo Sacerdote, el ‘Varón de
Dios’, le presenta la sentencia celestial, que evidenciaría la “no perpetuidad” de la ‘Orden de Aarón’:
El Diezmo V: Las dos líneas Ministeriales: La Orden de Aarón
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1 Samuel 2: 30, 31
“Por tanto, Jehová el Dios de Israel dice: ‘Yo había dicho que tu casa y la casa de tu padre andarían delante
de mí perpetuamente’; mas ahora ha dicho Jehová: ‘Nunca yo tal haga, porque yo honraré á los que me
honran, y los que me tuvieren en poco, serán viles’. He aquí vienen días, en que cortaré tu brazo, y el brazo
de la casa de tu padre, que no haya viejo en tu casa.”
Efectivamente, la “deshonra” a Dios, el no dar a conocer su Palabra como Él lo requiere, trae como consecuencia la “no
perpetuidad” de un ‘Ministerio Sacerdotal’ o ‘Ministerio Pastoral’. Esto mismo se repite por parte del profeta Malaquías,
pues el da a conocer de parte de Dios, que un ‘Ministerio Sacerdotal’ o ‘Ministerio Pastoral’, que ha infringido los
principios del ‘sacerdocio’, entra en el terreno de la “maldición”, quedando expuestos para ser desechados, si no obran un
cambio inmediato, de acuerdo con los requerimientos de Dios, pues él nos dice:
Malaquías 2: 1, 2
“Ahora pues, oh sacerdotes, á vosotros es este mandamiento. Si no oyereis, y si no acordareis dar gloria á mi
nombre, ha dicho Jehová de los ejércitos, enviaré maldición sobre vosotros, y maldeciré vuestras
bendiciones; y aun las he maldecido, porque no lo ponéis en vuestro corazón.”
¡Es increíble!, pero al no darle, el lugar que le corresponde a la ‘Palabra de Dios’, “desechándola” por un ‘alimento que Dios
no pidió’, todo un ‘Ministerio Sacerdotal’ o ‘Ministerio Pastoral’ se expone a ser “desechado” por Dios. Cuando Saúl, el
‘ungido de Dios’ siendo todo un Rey de Israel, elegido directamente por Dios mismo, no le dio el debido lugar a la ‘Palabra
de Dios’, Samuel dejó bien en claro, que Dios lo “desechó” por este motivo:
1 Samuel 15: 22, 23
“Y Samuel dijo: ¿Tiene Jehová tanto contentamiento con los holocaustos y víctimas, como en obedecer á las
palabras de Jehová? Ciertamente el obedecer es mejor que los sacrificios; y el prestar atención que el sebo de
los carneros: Porque como pecado de adivinación es la rebelión, y como ídolos é idolatría el infringir. Por
cuanto tú desechaste la palabra de Jehová, él también te ha desechado para que no seas rey.”
Saúl el ‘ungido de Dios’, continuaba en el trono después de haber sido “desechado” por Dios, nadie lo había sacado en
apariencia del trono, se veía que seguía siendo el Rey de Israel, y sin embargo, Dios ya lo había “desechado”. ¿Acaso, la
‘Palabra de Dios’ ha cambiado hoy?, ¿Isaías no nos dice de parte de Dios esto?:
Isaías 40: 8
“Se seca la hierba, se cae la flor; mas la palabra del Dios nuestro permanece para siempre.”
¿Pensaremos hoy, que estamos eximidos de condena, contrariamente a lo que Dios hizo con Saúl el ‘ungido’, “desechándolo”
como el máximo dirigente visible de Israel, puesto que él no consideró la ‘Palabra de Dios’, como el Señor lo requería? ¡Cuán
equivocados estaríamos, más aún si somos dirigentes! Si hoy, la ‘Palabra de Dios’, no es presentada como la base de la
edificación de la Iglesia, y se la “menosprecia” y en vez de ella ofrecemos “pan inmundo”; es decir, cosas que no tienen
ningún fundamento en la ‘Sagrada Escritura’, estaremos sujetos a la misma condena que Saúl el ‘ungido de Dios’; o sea
quedaremos expuestos, para ser “desechados” por Dios, no importando el cargo que tengamos.
Ya en el antiguo Israel, en los días de Oseas, se podía ver que habían sido elegidos muchos reyes y príncipes sobre el pueblo, a
quienes Dios había dejado de reconocer como dirigentes; puesto que todos ellos se habían apartado del Camino de Dios:
Oseas 8: 1- 4
“Pon á tu boca trompeta. Vendrá como águila contra la casa de Jehová, porque traspasaron mi pacto, y se
rebelaron contra mi ley. A mí clamará Israel: ‘Dios mío, te hemos conocido’. Israel desamparó el bien;
enemigo lo perseguirá. Ellos hicieron reyes, mas no por mí; constituyeron príncipes, mas yo no lo supe; de
su plata y de su oro hicieron ídolos para sí, para ser talados.”
Pero veamos, cómo es que Dios “desecha” a un ‘Ministerio Sacerdotal’ o ‘Ministerio Pastoral’, que ha hecho a un lado la
‘Palabra de Dios’, menospreciándola, ofreciendo ‘pan inmundo’; es decir, veamos como Dios “desecha” a un ‘Ministerio
Sacerdotal’ o ‘Ministerio Pastoral’ corrupto. Al considerar nuevamente la historia de Samuel y el ‘Varón de Dios’, vemos,
que este añadió de parte de Dios a Elí diciendo: “…porque yo honraré a los que me honran, y los que me tuvieren en poco,
serán viles…”. Malaquías por su parte, nos dice:
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Malaquías 2: 9
“Por tanto, yo también os torné viles y bajos ante todo el pueblo, según que vosotros no habéis guardado mis
caminos, y en la ley tenéis acepción de personas.”
Nótese, como ambos profetas, Malaquías y el ‘Varón de Dios’, presentan que a la “deshonra” a Dios, perpetrada por los
‘Sacerdotes’ o ‘Pastores’, le sigue, el que Dios los coloque en la condición de “viles y bajos” delante del pueblo. O sea, que el
pueblo o la Congregación, cuando considere mal a los ‘Sacerdotes’ o ‘Pastores’, en semejante circunstancia de “deshonra a
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Dios”; es decir, cuando el pueblo considere como gente “vil y baja” a los ‘Sacerdotes’ o ‘Pastores’, habiendo estos
“deshonrado a Dios” no dando al pueblo el verdadero ‘alimento’, no se deberá a ningún hombre, sino directamente a Dios;
pues Dios ha prometido obrar de por medio, cuando los ‘Sacerdotes’ o ‘Pastores’ lo “deshonren” permitiendo que la
Congregación los tenga en mala estima. Pero, ¿de qué manera se dará esto?
Como puede verse, el que sean tenidos en mala estima, no se debe a que ‘alguien’, hable mal de ellos o los difame. ¡No, no,
no, no! Los verdaderos siervos de Dios, ni siquiera se preocuparán en los errores y faltas de los ‘Sacerdotes’ o ‘Pastores’,
pues no necesita hacerlo ni les hace falta. El sólo hecho de presentar la luz de Dios, desenmascarará a las tinieblas.
Por lo tanto, el que sean tenidos en mala estima, se deberá a que la ‘Palabra de Dios’ será presentada en su luz verdadera, tal
como Dios lo requiere, por parte de sus siervos enviados, como aquel antiguo ‘Varón de Dios’, mostrando con la ‘Palabra de
Dios’, quien se halla en la verdad, y quien viene de parte de Dios. Pero, una vez que hayan sido colocados por Dios, los
‘Sacerdotes’ y ‘Pastores’, en una condición “vil y baja”, ante la Congregación, ¿qué hará Dios, sin un ‘Ministerio
Sacerdotal’ o ‘Ministerio Pastoral’, que anduvo conforme a su voluntad, no dándole la debida “…honra a su Nombre…”,
habiendo sido “desechado” por Dios? Veamos que nos sigue diciendo Samuel:
1 Samuel 2: 32- 35
“Y verás competidor en el tabernáculo, en todas las cosas en que hiciere bien á Israel; y en ningún tiempo
habrá viejo en tu casa. Y no te cortaré del todo varón de mi altar, para hacerte marchitar tus ojos, y henchir
tu ánimo de dolor; mas toda la cría de tu casa morirá en la edad varonil. Y te será por señal esto que
acontecerá á tus dos hijos, Ophni y Phinees: ambos morirán en un día. Y yo me suscitaré un sacerdote fiel,
que haga conforme á mi corazón y á mi alma; y yo le edificaré casa firme, y andará delante de mi ungido
todo los días.”
¡Increíble! Dios hace manifiesto por medio del ‘Varón de Dios’, que al fracaso del ‘Ministerio Sacerdotal’ o ‘Ministerio
Pastoral’, le sigue, el que Dios levante ahora un “competidor”, en el ‘sacerdocio’. Tenemos entonces lo siguiente:
Sinónimo Bíblico:
Competidor = Sacerdote Fiel, Ungido, de Casa Firme
Nos preguntamos, ¿quién será este “competidor”, al que la Sagrada Escritura le llama “Sacerdote Fiel” y “Ungido”, a quien
Dios le “…edificaría casa firme…” y a quien le levantaría Dios, para poder ‘Sustituir’ al ‘Ministerio Sacerdotal’ o
‘Ministerio Pastoral’ fracasado, “desechándolos” de esta manera? Dicho de otra manera, Dios levantaría un ‘Ministerio
Sustituto’, “desechando” al existente. Pero, ¿quién lo conformaría a este ‘Ministerio Sustituto’? Primero tendremos que
buscar, quién es este “Sacerdote fiel” y “Ungido” a quien Dios le “…edificaría casa firme…”. El mismo libro de Samuel,
presenta al profeta Natán dirigiéndose a David, y hablando acerca de este a quien se le “…edificaría casa firme…”:
2 Samuel 7: 11- 14
“Desde el día que puse jueces sobre mi pueblo Israel; y yo te daré descanso de todos tus enemigos. Asimismo
Jehová te hace saber, que él te quiere hacer casa. Y cuando tus días fueren cumplidos, y durmieres con tus
padres, yo estableceré tu simiente después de ti, la cual procederá de tus entrañas, y aseguraré su reino. El
edificará casa á mi nombre, y yo afirmaré para siempre el trono de su reino. Yo le seré á él padre, y él me
será á mí hijo. Y si él hiciere mal, yo le castigaré con vara de hombres, y con azotes de hijos de hombres.”
Vemos pues, que ese a quien se le “…edificaría casa firme…”, Natán lo presenta como a aquel del cual Dios dice: “…yo le
seré á él padre, y él me será á mí hijo…”. ¿Quién es este personaje? Veamos:
Hebreos 1: 2, 4, 5
“En estos postreros días nos ha hablado por el Hijo, al cual constituyó heredero de todo, por el cual
asimismo hizo el universo... Hecho tanto más excelente que los ángeles, cuanto alcanzó por herencia más
excelente nombre que ellos. Porque ¿á cuál de los ángeles dijo Dios jamás: ‘Mi hijo eres tú, hoy yo te he
engendrado’, y otra vez: ‘Yo seré á él Padre, y él me será á mí hijo’?”
Sin duda alguna, este personaje es Nuestro Señor Jesucristo. De aquí tenemos que:
Sinónimo Bíblico:
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Competidor = Jesucristo
El Diezmo V: Las dos líneas Ministeriales: La Orden de Aarón
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Pero, por las características adicionales asegurémonos de esto. El profeta Jeremías, por su parte, al hablarnos de esta
“…simiente de David…”, a quien se le “…edificaría casa firme…”, nos dice:
Jeremías 23: 5
“He aquí que vienen los días, dice Jehová, y despertaré á David renuevo justo, y reinará Rey, el cual será
dichoso, y hará juicio y justicia en la tierra.”
El profeta Zacarías, añade de este “Rey Justo” lo siguiente:
Zacarías 9: 9
“Alégrate mucho, hija de Sión; da voces de júbilo, hija de Jerusalén: he aquí, tu Rey vendrá á ti, justo y
salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno, así sobre un pollino hijo de asna.”
Es Mateo, quien en su Evangelio, apunta a este “Rey Justo”, del cual habló Zacarías, diciéndonos:
Mateo 21: 5
“Y como se acercaron á Jerusalén, y vinieron á Bethfagé, al monte de las Olivas, entonces Jesús envió dos
discípulos, Diciéndoles: ‘Id á la aldea que está delante de vosotros, y luego hallaréis una asna atada, y un
pollino con ella; desatadla, y traédmelos. Y si alguno os dijere algo, decid: El Señor los necesita. Y luego los
dejará’. Y todo esto fue hecho, para que se cumpliese lo que fue dicho por el profeta, que dijo: ‘Decid á la
hija de Sión: He aquí, tu Rey viene á ti, Manso, y sentado sobre una asna, y sobre un pollino, hijo de animal
de yugo’. Y los discípulos fueron, é hicieron como Jesús les mandó.”
En efecto, este “Rey Justo” a quien Dios le “…edificaría casa firme…”, el cual sería ese “competidor”, levantado como un
‘Sacerdote Fiel’ de un ‘Ministerio Sustituto’, sin duda alguna es Jesucristo.
Por tanto tenemos lo siguiente:
Sinónimo Bíblico:
Rey Justo o Rey de Justicia = Jesucristo
Nos preguntamos entonces, ¿es Jesús ese “competidor”, que Dios levantaría como “sustituto”, por sobre el ‘Ministerio
Sacerdotal Levítico’? Sabiendo que Jesús, es aquel que sería parte de un ‘Ministerio Sacerdotal Sustituto’, por sobre la
‘Orden de Aarón’; nos preguntamos también, ¿verdaderamente Jesús, es parte de un nuevo ‘Ministerio Sacerdotal’ o una
nueva ‘Orden Sacerdotal’? Leamos el siguiente texto:
Hebreos 7: 11- 14
“Si pues la perfección era por el sacerdocio Levítico (porque debajo de él recibió el pueblo la ley) ¿qué
necesidad había aún de que se levantase otro sacerdote según el Orden de Melquisedec, y que no fuese
llamado según el Orden de Aarón? Pues cambiado el sacerdocio, necesario es que se haga también mudanza
de la ley. Porque aquel del cual esto se dice, de otra tribu es, de la cual nadie asistió al altar. Porque notorio
es que el Señor nuestro nació de la tribu de Judá, sobre cuya tribu nada habló Moisés tocante al sacerdocio.”
Increíblemente, este ‘Sacerdote Fiel’, “sustituto”, el cual es Jesucristo, es parte de otra ‘Orden Sacerdotal’, a la cual la
Sagrada Escritura le denomina, la ‘Orden de Melquisedec’. Por lo tanto, es la ‘Orden de Melquisedec’, ese ‘Ministerio
Sacerdotal Sustituto’. Pero, ¿en qué consiste esta ‘Orden Sacerdotal’?, ¿quién es Melquisedec?, ¿de qué manera funciona
esta nueva ‘Orden Sacerdotal’?
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