¡Jesús viene! 2 - Iglesia Galilea

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¡Jesús viene! 2
Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche
2 P 3:10
OBJETIVO: Que los hermanos amplíen más su conocimiento acerca de que
sucederá con sus cuerpos en el arrebatamiento y pongan sus vidas en las manos
de Dios.
INTRODUCCIÓN: La semana pasado estuvimos estudiando acerca de
acontecimientos que tienen que ver con la segunda venida del Señor Jesús, y la
seguridad inherente que los que murieron en Cristo están en un lugar bueno y
seguro esperando.
Esta semana y la próxima continuaremos estudiando el pasaje a los tesalonicenses,
que tiene que ver con los aspectos de su segunda venida.
DESARROLLO
1) Arrebatados en las nubes (1 Ts 4:16-18; 1 Co 15:51-52): Seremos arrebatados
juntos. El arrebatamiento será un tiempo emocionante para los creyentes. Jesús
descenderá del cielo con voz de mando, con voz de arcángel y trompeta de Dios.
Algunos creen que la voz de mando se oirá en el cielo. No se sabe si se oirá en la
tierra o no. Es posible que sólo los cristianos la oigan. Lo mismo puede decirse
acerca de la voz de arcángel y la trompeta de Dios.
La tradición humana habla de un cierto número de arcángeles. Algunas
tradiciones mencionan siete, pero la Biblia sólo menciona a uno como el "arcángel"
o el ángel principal, que es Miguel (Judas 9).
El hecho de que Pablo dijera: "Nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado,
seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el
aire" (v. 17) no significa necesariamente que el apóstol esperara estar vivo cuando
Jesús regresara. El entendía que no se puede saber el tiempo y sólo reconocía que
todo el que esté vivo no precederá a los muertos. Los creyentes que han muerto
viven ahora con Cristo (2 Co 5:8). Ellos regresarán con El y se reunirán con sus
cuerpos resucitados y transformados.
Entonces, ¿Cuál es el significado de la palabra "arrebatamiento"? Ese
arrebatamiento repentino que ocurrirá inmediatamente después que los muertos
en Cristo sean levantados se refiere en muchas ocasiones como el "rapto". La
palabra griega jarpázo antes significaba "asir" pero su significado cambió a
"arrebatar a la fuerza", como el águila que arrebata su víctima. Pablo usó este
término en 2 Co 12:2 cuando habló de su arrebatamiento al tercer cielo. La palabra
griega fue traducida al latín "raptis", que dio la palabra castellana "rapto". Un poder
mayor que la fuerza de la gravedad y los cohetes que envían naves al espacio, de
repente arrebatará a la iglesia y la llevará a las nubes para encontrar a Cristo.
¿Cuál es el requisito para ser arrebatado? El énfasis debe ponerse en la palabra
"juntamente" (v. 17). El arrebatamiento será en un momento, en un solo grupo.
Pablo jamás menciona una serie de raptos, ni raptos especiales para los que sean
más "santos" que los creyentes comunes. Para los creyentes que todavía estén
vivos, el único requisito para ir en el arrebatamiento es vivir en Cristo.
Pablo no da muchos detalles aquí acerca de lo que ocurrirá después del
arrebatamiento. El sólo dice que se deben usar estas palabras, esta verdad, para
aliento mutuo (v. 18).
2) Transformados en un instante: Cada uno cambia paulatinamente durante toda
su vida. Sin embargo, el cuerpo mantiene su identidad única aunque la mayoría
de sus elementos químicos se reemplazan durante los años. Así será el cuerpo
nuevo, cuando sea resucitado, tendrá su identidad anterior, pero estará vestido de
una nueva creación que Dios tiene reservada para sus hijos. En otras palabras
seguirá siendo usted pero con un cuerpo totalmente nuevo, semejante al de Cristo
(Fil 3:21)
Pablo comparó lo que sucederá a los creyentes con un grano de trigo que se
siembra en la tierra y crece hasta ser una planta madura de trigo (1 Co 15:35-37).
La planta de trigo tiene la misma identidad que el grano de trigo que fue plantado
aunque sus aspectos sean muy diferentes. El nuevo cuerpo será el mismo que fue
sepultado, pero será cambiado en la resurrección. El cuerpo glorificado será tan
diferente del actual como lo es una planta madura de trigo de un simple grano de
trigo (vs. 42-44).
El cuerpo actual perece, se desgasta y se deteriora, pero será resucitado
incorruptible, sin estar sujeto a la descomposición ni a la muerte. El cuerpo actual
se sepulta en humillación, pero será resucitado en gloria y poder; es un cuerpo
natural, apto para vivir la vida terrenal y natural, pero será resucitado como cuerpo
espiritual. Esto no significa que será irreal, transparente ni fantasmal sino tan real y
tangible como el cuerpo actual. Será como el cuerpo resucitado de Cristo, porque
seremos semejantes a Él cuando le veamos tal como Él es (1 Jn 3:2). El cuerpo
resucitado será apto para la tierra y el cielo, como el de Cristo.
APLICACIÓN: Todo sucederá en un momento, en un abrir y cerrar de ojos. No habrá
tiempo para prepararse. Por esta razón Juan le añade "todo aquel que tiene esta
esperanza en él, se purifica a sí mismo, así como él es puro" (1 Jn 3:3). Al considerar
lo repentino del arrebatamiento, se debe tener mucho cuidado de no ceder al
pecado. No se debe vivir con el temor de que de alguna forma se va a perder la
recompensa eterna a causa de un pensamiento malo que pase por la mente en
el momento preciso del regreso de Cristo Jesús.
El poder del Espíritu Santo para convencer y guiar es apto para conservar a todo
cristiano dedicado, pero la persona que piensa que puede continuar viviendo en
pecado, y también esperar el arrebatamiento y hacer las paces con Dios, está en
un grave error.
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