FERROCARRIL Día: 24 de septiembre de 2015. Horario de 18h30m a 21h30m. PRESENTACIÓN DE LAS PELÍCULAS: Antonio Serrano. PELÍCULAS: “Llegada del tren a la Estación de la Ciudad”. Hermanos Lumière. 1895. 40 segundos. “Choque de trenes”. T.A.Edison. 1904. 3 minutos. “Unión Pacific2. 1939. Director: Cecil. B Demille. Duración 129 min. INTERVENCIÓN POSTERIOR.INVITADOS: Eduardo Molina. Joaquín Jiménez Otero PRESENTACIÓN. Antonio Serrano. 1 de septiembre de 2015. Estrictamente “ferrocarril” significa “carril de hierro”; pero no es a los históricos transportes guiados sobre carriles de hierro a los que nos vamos a referir en estapresentación. Nos interesa el modo de transporte público guiado sobre carriles que significó en su momento un cambio cualitativo y cuantitativo radical,tanto en las relaciones de transporte como en la capacidad de transformación social y territorial que las mismas implicaron, y que hoy día vuelve a estar de actualidad. Considerado así, la máquina de vapor, la revolución industrial o la alta velocidad ferroviaria son referencias imprescindibles; al igual que lo es la consideración de que el ferrocarril sustituyó y complementó a un sistema público terrestre de transporte incómodo, caro, inseguro y fuertemente dependiente de las condiciones meteorológicas, convirtiéndose en el sistema de transporte terrestre hegemónico durante un siglo, aproximadamente. Al incrementar la accesibilidad de las ciudades y pueblos que iban contando con estación ferroviaria, el ferrocarril ha ido transformandosignificativamente la organización territorial. Aparecieron ensu momento las referencias a las ciudades lineales yse previó el futuro de una organización territorial lineal estructurada en base a una línea ferroviaria, de las que son brillantes ejemplos la ciudad lineal de Arturo Soria o el transiberiano, respectivamente. Hoy nuevos referentes de la alta velocidad ferroviaria nos hablan de competitividad de las ciudades o de la epopeya de la construcción de nuevas líneas por desiertos. No importa la discusión de cuál considerar la primera línea que verdaderamente significó el inicio del ferrocarril moderno. Tal vez Middleton-Leeds (1811); tal vez Stockton-Darlington (1825) con la imprescindible aportación de George Stephenson, en la construcción de la primera locomotora de vapor que arrastró trenes de transporte público; tal vez otras de las muchas experiencias simultáneas existentes en las primeras décadas del siglo XIX. En todo caso, en los inicios de la década de los treinta del siglo XIX, el proceso era ya imparable. En 1830 se inauguró Liverpool-Mánchester como primera línea de ferrocarril interurbano, y en años posteriores el ferrocarril como sistema de transporte público arrastrado por locomotoras de vapor se extendió por todo el mundo.Aunque un siglo después el ferrocarril iniciaría un lento declive relativo ante el auge de la carretera y del avión en el transporte, ya en pleno siglo XXI el ferrocarril registra un relativo auge ante una situación de cambio global en la que la eficiencia energética, las emisiones de gases de efecto invernadero promotoras del cambio climático, y los ciclos de vida de los productos empiezan a exigir nuevas pautas en desmaterialización y descarbonización de la economía, en las que por ahora el ferrocarril vuelve a tener ventajas comparativas claras en algunos de los servicios que proporciona. Otra dimensión pertinente es constatar que si el ferrocarril se integró en las relaciones sociales cotidianas desde la segunda mitad del siglo XIX, igualmente lo hizo en el arte como reflejo de esa realidad. Las pinturas “Lluvia, vapor y velocidad” de William Turneren 1844, o las de Monet sobre la estación de Saint-Lazare serían unos de los muchos ejemplos más representativos del acercamiento del arte al ferrocarril. Y, como no podía ser menos, el arte más específico del siglo XX, el cinematógrafo, iba también a encontrar en el ferrocarril un motivo de inspiración. Y nuevamente controversias sobre los orígenes, ahora del cinematógrafo: ¿quién poner en el origen de esta nueva técnica artística? ¿Thomas Alva Edison,self-made-man, que fue el primero en proyectar imágenes en movimiento con su Kinetoscopio?, ¿Auguste y Louis Lumière, que fueron los dos ingenieros que realizaron la primera proyección públicaen el Grand Café de París, en 1895,origen de las modernas salas de cine, con un aparato, capaz de rodar, revelar y proyectar una película? … Nos es indiferente a nuestros objetivos. Pero no lo es que tanto uno como otros –representantes de una burguesía ascendente en la época- iban pronto a darse cuenta de que el ferrocarril era un nuevo sujeto social, símbolo de progreso, y que como tal las pantallas deberían registrar su presencia.Por su poder (la proyección en 1895de la primera película-documental de los hermanos Lumiere que vamos a ver: “L’Arrivéed’untrain à la Ciutat”, de 40 segundos de duración, asustó a los espectadores que pensaban que podían ser atropellados por la locomotora). Por su nueva relevancia social (Edwin S.Porter, en 1903, estrenaba “Thegreattrainrobbery” film con trama y significación propia como primera película del oeste,en la que el ferrocarril era el nuevo medio de transporte que permitía salvar a la heroína –una mujer que asumía la responsabilidad de gestionar la circulación y la “paga” de los trabajadores- de los malhechores que la asaltaban). Por su riesgo y majestuosidad (“Choque de trenes”, breve experimento de 3 minutos, precursor del cine de catástrofes, realizada en 1904 por T. A. Edison, que visionaremos en la sesión). O por la épica y epopeya que significaron, y significan, la construcción de grandes líneas ferroviarias, de las que la película “Unión Pacific”, de Cecir B. Demille (1939), es uno de los mejores y más tempranos exponentes, y de la que se ha llegado a decir que el director trató de “equiparar el trasiego de las enormes masas de colonos, obreros y buscavidas con el éxodo de las doce tribus de Israel desde Egipto hasta la tierra prometida”. Más en concreto, la temática e la película se centra en 1862, durante la Guerra Civil de Secesión de EEUU, cuando dos empresas rivales, a instancias del Gobierno federal, comienzan a construir la primera línea de ferrocarril transcontinental para unir el Atlántico con el Pacífico, en una competición en la que todo vale para los que Cecil B. Demille siguiendo su trayectoria maniquea, define claramente como los “malos”. Incluido el sabotaje para ganar en la contienda. De trasfondo, el amor entre los “buenos”: la hija de uno de los ingenieros, MollieMonahan (BarbaraStanwyck) y el agente encargado de la seguridad de los constructores “buenos” Jeff Butler (Joel McCrea). Por medio y como eje dramático, la interferencia en el amor y en la incidencia en la construcción, para que ganen los “malos” (senadores corruptos incluidos) del principal saboteador Dick Allen (Robert Preston), en el fondo un “bueno” arrastrado por las circunstancias hacia el mal, para que la película no genere malas conciencias (hablamos de Cecil B. Demille como director, que ha de preocuparse del futuro del cine como negocio). Referencias directas a la corrupción, más marginales a la esclavitud, al genocidio del pueblo indígena poblador de las Américas, y a accidentes asociados a la construcción de las nuevas líneas; e inconsistencias entre lo público y lo privado que serían también muy caras a la construcción histórica del ferrocarril en España. Historia donde la especulación y corrupción producida por la ambigüedad e imprecisión de la Real Orden de 1844 -primera legislación española en la materiaposibilitaron demostradas muestras de prevaricación por parte de la familia real de la reina María Cristina, queconectancon una actualidad en la que las comisiones, los Gurteles, Púnicas, ERES, etc., marcan un panorama desolador que es perentoriocorregir y cerrar en este país. Hoy, aquí y ahora, el AVE quizás sea en el imaginario colectivo el elemento más específico de la nueva era ferroviaria: moderno, veloz, cómodo e incluso exótico por su capacidad de permitir el acceso al lujo en el transporte a amplias capas de población. Con él, la ingeniería y construcción españolas se han situado en la vanguardia ferroviaria. Con él, la construcción de nuevas líneas vuelven a cobrar actualidad y generan discusión sobre sus consecuencias: ¿a quién beneficia?, ¿es la mejor alternativa para la inversión de fondos públicos?, etc. Pero el posible tren desde China a los Estados Unidos pasando por Alaska, la Alta Velocidad Ferroviaria cruzando el desierto, el tren de mercancías Madrid-Pekín ya en funcionamiento,…; son epopeyas del siglo XXI no muy lejanas a la que significó en su momento la conquista del Oeste.Intentaremos plantear en el coloquio la vigencia y la viabilidad de estas construcciones, en un país en que unos están orgullosos de sus kilómetros de AVE como símbolo de modernidad y progreso, y otros destacan la incongruencia de líneas sin viajeros, el alto coste de la inversión pública con escasa rentabilidad económica y social,etc. Sirva de nuevo el cine, con los tres filmes que se van a proyectar como marco para la reflexión. Título: Unión Pacific. Director:Cecil B. DeMille. Música:John Leipold, Sigmund Krumgold. Guión:Walter de Leon, C. Gardner Sullivan, JesseLasky Jr. Reparto:Barbara Stanwyck, Joel McCrea, AkimTamiroff, Robert Preston, Brian Donlevy, Anthony Quinn. Fecha de estreno: 1939. Duración: 133m. Premios: 1939: Nominada al Oscar: Mejores efectos especiales 1939: Festival de Cannes: Gran Premio del Festival