La gimnasia rítmica como deporte de élite

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APUNTES
20052102
ENCUENTRO SOBRE DEPORTE Y MUJER
La gimnasia rítmica como deporte de élite.
Experiencia de una gimnasta
***
MARTA DOMÍNGUEZ ESCRIBANO
Dos Hermanas (Sevilla)
12 mayo 2005
Departamento de Formación
[email protected]
Encuentro sobre deporte y mujer
LA GIMNASIA RÍTMICA COMO DEPORTE DE ÉLITE.
EXPERIENCIA DE UNA GIMNASTA
Marta Domínguez Escribano
Profesora asociada de la Universidad de Córdoba
Licenciada en Psicopedagogía. Diplomada en Educación Física
Entrenadora y juez de Gimnasia Rítmica Deportiva
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INTRODUCCIÓN
Actualmente la Gimnasia Rítmica (G.R.) es considerado un deporte individual, aunque
su práctica contempla dos modalidades: individual o conjuntos. Sigue siendo, desde sus
orígenes, un deporte eminentemente femenino en el ámbito de competición; no obstante, en
su iniciación es practicada en nuestro país de forma masiva y generalizada por niñas, y cada
vez más por niños, por los beneficios saludables que aporta en edades tempranas.
El organismo que se encarga de su desarrollo, a nivel mundial es la Federación
Internacional de Gimnasia (FIG), que también vela por el desarrollo de la Gimnasia Artística,
la gimnasia acrobática, el aeróbic y la modalidad de trampolín. A nivel estatal se encargará la
Federación Española de Gimnasia (F.E.G). Las Comunidades Autónomas albergan centros de
alto rendimiento, que acogen a gimnastas seleccionadas de los diferentes clubes provinciales.
Nos encontramos, por tanto, ante un deporte de élite a nivel mundial que en nuestro
país está respaldado por una federación con una estructura organizada, y representado por
gimnastas que han logrado, especialmente en la última década, títulos europeos, mundiales y
olímpicos.
BREVES RELATOS DE HISTORIA. DE LA GIMNASIA MODERNA A LA
GIMNASIA RÍTMICA
Las primeras influencias de la Gimnasia Rítmica las encontramos en el s. XVIII, en la
filosofía del movimiento natural de Rousseau y en las tendencias liberadoras del mundo de la
danza, que surgieron como contraposición a los rígidos sistemas lingnianos, buscando la
naturalidad y la globalidad de los movimientos.
A lo largo del siglo XIX y primera mitad del XX el trabajo de filósofos, pedagogos,
bailarines y profesores de música y educación física influyó en la creación de lo que hoy
conocemos como Gimnasia Rítmica.
Delsarte, con la creación de gestos corporales que expresaban los distintos estados del
espíritu; Dalcroze, como creador de la euritmia, método de educación por y para el ritmo, y
fundador de dos escuelas donde se formarán los verdaderos padres de la entonces denominada
Gimnasia Moderna; Bode y Medau contribuirán de forma incipiente a lo que hoy es nuestra
disciplina. Paralelamente, el trabajo desarrollado por la bailarina estadounidense Isadora
Duncan, fiel defensora de la danza libre, aportará junto con Laban y Wigman el carácter
interpretativo, expresionista e impresionista a las composiciones; no hay que olvidar a las
seguidoras de la gimnasia neosueca, Elli Björksten, Maja Carlquist y Elin Fank, a quienes
debemos los ejercicios de manos libres y aparatos en modalidad de conjuntos.
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Retomamos el trabajo realizado por Medau, profesor de música y educación física,
continuador de la obra de Bode, ambos discípulos de Dalcroze, para destacar la creación de un
sistema de gimnasia exclusivamente femenino, método que destinó principalmente a mujeres
y jovencitas, en el cual se favorecía la salud, se desarrollaba una actitud correcta y se exaltaba
la gracia del movimiento utilizando todo el cuerpo. Además aporta la utilización de aparatos
(pandero, tamborín, mazas, aro y pelota). Sus teorías y sistemas de movimiento se dieron a
conocer en los Juegos Olímpicos de Berlín (1936).
Con el respaldo de todas estas contribuciones llegamos a la denominada Gimnasia
Moderna; ésta fue concebida, en sus orígenes, como actividad para la masa de la población;
paralelamente a ella se practicaba una Gimnasia Rítmica para la élite. La primera era
femenina, simple, bonita e interesante, con dificultad e intensidad limitada, y se dirigía a todas
las edades; se trataba de una actividad formativa de base. En cambio, la Gimnasia Rítmica
Deportiva tenía mayor dificultad e intensidad y era exclusiva de las mujeres más preparadas.
Tenía un carácter más acrobático, similar a la actual Gimnasia Artística, y estaba vinculada a
la FIG.
La Federación Internacional de Gimnasia es el organismo responsable del desarrollo
de la gimnasia a nivel mundial. Fue creado en 1881 en Lieja, con el nombre de Federaciones
Europeas de Gimnasia, pues estaba constituido por tres países europeos, Bélgica, Francia y
Holanda. Será en 1921 cuando adquiera el nombre actual de Federación Internacional,
contando ya con 16 países integrantes.
La Gimnasia Moderna practicada en grupo ha estado presente desde 1928 en unos
Juegos Olímpicos en Amsterdam, en 1934 en los Campeonatos del Mundo de Budapest y en
1953 en la primera Gimnastrada en Rotterdam, pero no aparecerá como deporte de
competición hasta la década de los 50. Será en Rusia, cuna de esta nueva modalidad.
En 1962 la FIG reconoce a la Gimnasia Moderna como deporte independiente, y en
1975 se realizará el cambio de nombre por el actual de Gimnasia Rítmica Deportiva. Hablar
de ello como modalidad de nuestros días nos obliga a reconocer a Rusia y a Bulgaria como las
pioneras de este deporte y como países forjadores de dos estilos propios y diferenciados.
La escuela rusa imprime a los movimientos gran elegancia, amplitud en el espacio y
gran expresividad. Su forma de trabajo se basa en la danza clásica y en la técnica corporal de
base, lo que imprime a sus movimientos una gran plasticidad. La escuela búlgara se
caracterizó por mayor dinamismo, agresividad, originalidad, seguridad y corrección técnica.
Desde los años 50 hasta finales de los 70 se da la etapa de consolidación de este
deporte, y será a partir de 1977 cuando comience su expansión y consolidación.
La primera aparición internacional de la actual Gimnasia Rítmica se da en el
Campeonato del Mundo de 1963. Desde entonces la rítmica española ha experimentado un
auge espectacular, llegando a tener un carácter propio que la define y que se proyecta al
mundo como “Escuela española”, llegando a superar a búlgaras y soviéticas, las dos
superpotencias mundiales, en varias ocasiones; sirva a modo de ejemplo el Torneo
Internacional de Karlsruhe en Alemania y el oro olímpico logrado en Barcelona en 1992 o en
Atlanta 1996, en la modalidad de conjuntos.
Dentro de la gimnasia española, tres son las modalidades practicadas en categoría
femenina: rítmica, artística y trampolín. En relación a la Rítmica, el grado de popularidad que
está consiguiendo esta práctica deportiva es importante, aumentando el número de
practicantes no federados en centros docentes, polideportivos municipales y gimnasios
privados. Hablamos ya de una práctica generalizada que trasciende al mundo de la élite para
pasar a formar parte del deporte para todos como fuente de bienestar y salud. La FEG
comenzó un complejo estudio estadístico en 1992 que incluía un sondeo del número de
practicantes que se dedicaba a esta modalidad, bien fuera más o menos intensa o practicada
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con mayor o menor rigurosidad en su entrenamiento, que por aquels entonces se aproximaba
al medio millón.
LA RÍTMICA COMO DEPORTE DE INICIACIÓN. BENEFICIOS DE SU
PRÁCTICA
Como ya hemos adelantado en líneas anteriores, la Rítmica fue concebida como una
actividad saludable, global, natural, basada en la espontaneidad y en movimientos armónicos
y estéticos. Se trataba de una actividad formativa de base dirigida a todas las edades.
La concepción actual continúa esta idea en su práctica de iniciación o como deporte
para todos. Centra el trabajo en el desarrollo del conocimiento corporal, favoreciendo un
progresivo control del cuerpo, que con el entrenamiento y una enseñanza adecuada de la
técnica buscará el desarrollo de cualidades físicas, como la elasticidad y la fuerza,
principalmente, y habilidades básicas como los saltos, giros, equilibrios y todo tipo de
desplazamientos. Esto prepara al deportista o a la persona para favorecer su desarrollo
corporal, desarrollo que facilitará su desenvolvimiento como persona en una sociedad activa y
participativa como la nuestra.
Los practicantes pueden ser niños o niñas de cualquier edad. Federativamente, la
Rítmica ha sido un deporte eminentemente femenino hasta el presente año, momento en que
los cambios realizados en la normativa hacen viable que los niños, varones, puedan participar
en competición; el caso más cercano lo tenemos en el campeonato de Andalucía celebrado el
presente mes de abril.
Los objetivos cambian cuando su práctica tiene una orientación hacia la competición;
entonces, los métodos de trabajo varían en función de las exigencias del medio en el que se
encuentra, es decir del grado de participación que va a tener en el mundo federativo. En este
sentido, se entiende que lo correcto es introducir paulatinamente a la deportista en el mundo
competitivo y en el ámbito de la especialización deportiva, siguiendo las exigencias de un
código que, según la edad de práctica, se adapta a las necesidades psicofisiológicas del
desarrollo.
Con un método de trabajo correcto, es decir, adaptado a las necesidades del momento
evolutivo y marcando objetivos a corto y medio plazo centrados en el proceso y no en el
producto (el resultado en la competición), conseguiremos dirigir a la deportista hacia una
especialización más normalizada, menos agresiva y, por lo tanto, más beneficiosa para su
salud física y psicológica.
Pero abordemos el tema de la edad de comienzo de esta práctica deportiva en
competición. Con bastante asiduidad oímos decir que las niñas de rítmica comienzan a una
edad muy temprana, y que esto la convierte en una práctica muy poco saludable. ¿Es esto del
todo cierto? ¿Es perjudicial para la salud?
Cualquier edad temprana es mala para comenzar una especialización deportiva, se
trate del deporte que se trate. Pero la iniciación no se marca como objetivo el de la
especialización, es decir, que no imparte unos aprendizajes especiales o específicos de una
modalidad concreta, y menos en la rítmica, cuando su base general de trabajo sigue los
contenidos que marca el desarrollo motor para edades entre 6 y 12 años, que abarca los
contenidos de trabajo basados en el conocimiento y desarrollo corporal.
Hay que tener en cuenta una serie de factores que no podemos pasar por alto, y que en
el caso de la modalidad deportiva que nos ocupa se ve afectada por ellos. Nos estamos
refiriendo al hecho de hacer coincidir el desarrollo de determinadas cualidades y habilidades
con la evolución del propio desarrollo humano; es decir, si las características intrínsecas que
definen la rítmica son cualidades como la elasticidad, esta cualidad debe ser trabajada en
edades cuanto más tempranas mejor, porque como todos sabemos, esta es una cualidad que
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in-voluciona con la edad o, dicho de otra forma, es inversamente proporcional al paso de los
años (aumento de edad). Sirvan también, a modo de ejemplo, algunos de los contenidos que
se abordan en la práctica deportiva de la gimnasia rítmica, como es el caso del desarrollo de
habilidades corporales fundamentales en las primeras edades, saltos, giros, equilibrios...
Todos ellos forman la base de un bagaje motriz característico de los 5/6 a los 10/12 años.
¿A qué edad comienza a iniciarse una gimnasta en esta modalidad deportiva? En
realidad, la decisión de comenzar a iniciarse en una práctica deportiva viene determinada por
la familia; hay niños que comienzan sus prácticas en diferentes deportes a la temprana edad de
4 años, pero en ningún caso entrarán en competición. La edad de comienzo en la Gimnasia
Rítmica, por término general, suele ser los 6 años. A los 6-7 años ha finalizado la primera
gran modificación morfológica, su cuerpo es armónico en cuanto a peso y altura, lo que nos
permitirá tener en cuenta características favorables o desfavorables hacia su práctica. En esta
etapa el trabajo incide en la motricidad general para contribuir al desarrollo global del cuerpo.
Los primeros grupos de competición abarcan de los 8 años en adelante. Alrededor de
los 10 años comienza en las niñas el segundo gran cambio morfológico, que determinará el
paso hacia la pubertad. Se dan mejoras a nivel orgánico y en la coordinación general, lo que
posibilita cotas más altas de perfeccionamiento en aquellas gimnastas que se han iniciado en
épocas anteriores. A nivel psicológico es una etapa delicada por la inestabilidad emocional
característica de la pubertad y que viene avalada por los cambios morfológicos y los cambios
en la personalidad. Con una buena preparación de los entrenadores, esta etapa puede favorecer
una aceptación más rápida y mejor de los cambios tan grandes a los que están sometidos los
adolescentes.
LA RÍTMICA COMO DEPORTE DE ÉLITE. LA ESPECIALIZACIÓN DEPORTIVA
No podemos olvidar que la competición marca objetivos diferentes al de la práctica
recreativa. En el caso de competiciones de alto nivel, los objetivos de salud y diversión
quedan relegados a un segundo plano. No pretendemos que se entienda como una práctica
poco saludable, pero sí queremos destacar el hecho de la primacía de resultados; para
conseguirlos hay que elegir a un atleta sano y mantenerlo sano; de ello se encargan los
equipos médicos y los psicólogos del deporte.
Partimos del supuesto de que la gimnasta que llega a especializarse ha superado una
etapa de iniciación que le ha proporcionado el cultivo de un bagaje de movimientos y de
conocimientos generales sobre su práctica deportiva; por lo tanto, el perfil que define a una
gimnasta en este período no se hace, sino que, en parte, nace. Con esto queremos decir que la
gimnasta que llega a estos niveles ha sido previamente seleccionada de acuerdo a unas
características bio-psico-fisiológicas determinadas y adaptadas a las necesidades y exigencias
de esta modalidad deportiva.
¿A qué edades comienza una gimnasta su especialización? Teniendo en cuenta que en
este punto hablamos de especialización como formación para llegar al alto rendimiento, una
gimnasta empieza a iniciarse en la competición a los 8 años. Anteriormente puede haber
participado en competición bajo unas condiciones especiales, pues ésta está regida por un
código y unas reglas diferentes adaptadas a la edad de las participantes.
Las categorías que se establecen para este deporte son las siguientes:
Alevín, de 6 a 8 años.
Infantil, de 8 a 11 años.
Junior, de 11 a 14 años.
Juvenil, de 14 en adelante.
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La especialización conlleva un aumento del número de horas de práctica y
entrenamiento, así como un trabajo que progresivamente va haciendo más hincapié en el
aprendizaje técnico. El virtuosismo, entendido como dominio extraordinario de la técnica o
como ejecución perfecta de la misma, y la originalidad, novedad de los elementos técnicos
y/o de dificultad, son aspectos que bonifican las actuaciones de las gimnastas en competición
y esto únicamente se logra con horas de dedicación.
La planificación de entrenamiento en el período de especialización de una gimnasta
combina objetivos de preparación física general, dirigida y específica, y de preparación
técnica corporal materializada en las coreografías de manos libres, y de aprendizaje específico
de aparatos. El aprendizaje técnico de los diferentes aparatos es introducido progresivamente
en base a las características de control motor que vienen condicionadas por la edad. En los
primeros momentos de iniciación se trabaja el manejo de aparatos de pelota y cuerda;
posteriormente se va introduciendo el manejo de aro, cinta y mazas. En el período de
especialización se dedicará mayor volumen de trabajo a los aparatos que el programa
federativo marque para esa temporada según categorías.
La entrega que requiere la Gimnasia Rítmica para llegar a niveles de competición
elevados, las características propias de ésta y las largas sesiones de entrenamiento suponen un
gran esfuerzo físico y psicológico. Dentro de la planificación deportiva, los entrenadores
deberán saber combinar adecuadamente los objetivos deportivos con el desarrollo adecuado
de la personalidad (disciplina, exigencia hacia uno mismo, perseverancia, capacidad de
superación, sensación de seguridad).
Comentábamos en líneas anteriores que una gimnasta que llega a la especialización
con el objetivo de llegar a un alto nivel, en parte, nace. Nos referimos con ello al proceso de
selección que lleva implícito el hecho de llegar al alto rendimiento. Es un hecho que no todos
podemos llegar a ser grandes figuras del deporte. Para ello hace falta una dedicación
completa, muchas horas de entrenamiento y renunciar a otras cosas que nos gustaría hacer o
que simplemente son propias de estas edades, pero también se requieren cualidades.
¿Cuáles son las características que definen el perfil de una gimnasta de élite? Grandes
capacidades físicas y técnicas. Gran fuerza de voluntad, atención y fortaleza psicológica.
Desde un punto de vista fisiológico, figura esbelta y alargada con tendencia a no engordar;
estatura mediana, huesos y músculos largos y finos, caderas estrechas, flexibilidad general y
escaso panículo adiposo. En este sentido, una gimnasta que carezca de estas características no
debería dedicarse a tal fin porque entonces se verá perjudicada su salud física y psicológica.
¿Cómo se llega a este nivel de especialización? Los deportistas que llegan a la élite
pasan previamente por una serie de selecciones. La iniciación suele realizarse en los colegios
o en los clubes y gimnasios que organizan actividades de gimnasia rítmica. El que decide
continuar y aumentar su dedicación es incluido en un programa federativo de competiciones
si el entrenador/a lo considera oportuno, previo consentimiento de la familia. Es en este
momento cuando las deportistas, si denotan facultades tanto físicas como fisiológicas, son
convocadas a concentrarse en los Centros de Alto Rendimiento de las distintas Comunidades
Autónomas; desde aquí las probabilidades serán mayores para poder llegar a formar parte de
la selección española. Únicamente a estos niveles de dedicación y esfuerzo una gimnasta
puede valorar si psicológicamente está capacitada para enfrentarse a ello.
LA RÍTMICA COMO DEPORTE DE ÉLITE. EXPERIENCIA DE UNA GIMNASTA.
MOMENTO ACTUAL DE LA GIMNASIA ESPAÑOLA
Los motivos para iniciarse en una práctica deportiva son diversos. En unas ocasiones
elegido por la familia y en otros por el propio deportista. Cuando el hecho viene motivado por
la familia, como es el caso de una iniciación temprana, encontramos numerosas razones; o
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bien porque los padres no pudieron dedicarse a una actividad que les hubiera gustado, y ven
en sus hijos la oportunidad de llevar a cabo sus sueños, o porque el hijo/a de la amiga de la
madre o del padre está apuntado en una actividad deportiva de la que le han hablado muy
bien. Cuando la decisión es tomada por el niño/a, numerosos estudios sobre el tema avalan
que la elección gira en torno a relacionarse con los amigos y la diversión que produce dicha
práctica.
En el caso que presentamos, la elección fue llevada a cabo por la familia y se basó,
fundamentalmente, en una cuestión: Marta tiene aptitudes para la danza. Llegó al mundo de
la rítmica por casualidad. Siendo muy pequeña la inscribieron en una escuela de danza;
paralelamente realizaba otras actividades deportivas y de ocio que eran ofertadas en su
colegio. Pero un buen día su profesora de Educación Física, que dirigía el equipo de Rítmica
del colegio, la animó para que formara parte de él. Allí vio que tenía facultades y que podía
llegar más alto, así que le brindaron una nueva oportunidad, realizar las pruebas para formar
parte de un club que seleccionaba a niñas de toda la provincia. De allí pasó a formar parte del
Club Vallisoletano y, posteriormente, de la por entonces llamada Escuela de Tecnificación de
Gimnasia (ETG), lo que ahora vienen a llamarse Centros de Alto Rendimiento, donde se
concentran niñas de diversas provincias de la Comunidad.
Cuando una gimnasta llegaba a la selección era elegida por sus características
fisiológicas; una vez seleccionada se formaban en los entrenamientos sus capacidades físicas.
Posteriormente, las seleccionadas eran elegidas no sólo por sus facultades fisiológicas, sino
técnicas también. De esta forma, los logros que se consiguen son cada vez mayores, haciendo
de este deporte una exhibición de habilidades corporales y técnicas que alcanzan el grado de
virtuosismo en la actualidad.
¿Qué es lo que motiva a una gimnasta a permanecer en una práctica deportiva tan
sacrificada? La relación con otros compañeros o compañeras y disfrutar de las características
intrínsecas de la propia actividad hace que estés deseando que llegue el día que te toca ir a las
clases de Rítmica; en una segunda fase, el hecho de llegar a conseguir pequeños retos
mantiene esa ilusión, pero esos pequeños retos se convierten en grandes retos y ésta es una de
las razones principales que hace posible que uno llegue a comprometerse con algo hasta tal
punto que tienes que hacer una vida paralela pero diferente a la de tus iguales.
Casi sin darte cuenta se llega al período de especialización deportiva, y entonces tu
vida tiene algo diferente a la vida de las niñas de tu edad. Mientras tus amigos se van a
celebrar un cumpleaños, o de excursión, tú siempre estás entrenando. Cuando los demás
estudian, tú entrenas o estás en alguna competición. Cuando tus compañeros han terminado de
preparar el examen de mañana, tú estás empezando a estudiar. El tiempo se organiza y corre
de otra forma. Ni mejor ni peor, simplemente diferente.
Las experiencias de fracaso son muchas en el deporte; pueden ocasionar dos tipos de
reacciones diferentes. En unos casos, te fortalecen y te capacitan para afrontar con más fuerza,
energía y vitalidad los nuevos problemas que se puedan presentar, tanto en el mundo del
deporte como en la vida en general. O, por el contrario, puede llevarte a una situación
estresante que no puedas superar. En el primer caso, provoca adherencia; en el segundo,
abandono. Pero cuando continúas tienes más probabilidades de encontrar satisfacciones.
Las satisfacciones que te brinda la actividad deportiva aumentan la autoestima y
fortalecen el carácter. Actúan como recompensa. Dan sentido al esfuerzo realizado y te
ayudan en el compromiso que has adquirido con tu deporte.
Para algunos deportistas, su vida deportiva pasa sin más. Es una etapa de la vida sin
mayor trascendencia. Para otros, como el caso que abordamos, significa mucho más de lo que
uno hubiera podido imaginar. Para unos, después de su vida deportiva no existe continuidad,
ni relación personal, ni profesional con la actividad anterior; para otros, existe tal continuidad
que llega a marcar la dirección de las elecciones que realizas desde el momento de la retirada;
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llegando a influir, por ejemplo, en las decisiones de futuro y en la elección de tu carrera
profesional a partir de ese momento.
La retirada es uno de los momentos más delicados de la vida de un deportista. Puede
significar un punto y seguido o un punto y a parte. El punto y a parte puede estar motivado
por una experiencia de fracaso; es el caso de una retirada obligada, por ejemplo como
consecuencia de una lesión importante. Este hecho suele ocasionar problemas psicológicos,
que deben ser tratados adecuadamente. O puede estar motivada por una elección personal, por
ejemplo una edad adecuada para retirarse, o un momento álgido donde despedirse significará
recordar lo mejor.
En el mundo de la gimnasia la retirada suele ser temprana si la comparamos con otros
deportes. Quizás por la intensidad de su práctica, quizás porque de este deporte no se vive,
pero es un hecho de todos conocido que la despedida suele coincidir con la etapa de los 19/20
años cuando no antes, y excepcionalmente los 24/25 como fue el caso de la canadiense Lori
Fung o el caso de Almudena Cid, una de nuestras representantes españolas en los recientes
Juegos Olímpicos celebrados en Atenas.
La experiencia personal que nos ocupa lo define como una experiencia para la vida
que marcó el futuro de quien lo practicó. Los retos conseguidos merecieron la pena: fue una
época dura pero dulce. En este artículo quiere dejar impreso su más sincero agradecimiento a
quienes le apoyaron y le dieron la oportunidad de llegar a saborear lo dulce del triunfo, no
sólo deportivo sino personal y profesional, su familia y sus entrenadoras.
Lo que fue duro sufrir es dulce recordar
Séneca
CONCLUSIONES
El papel de la mujer en el mundo del deporte ha conseguido logros importantes. El
entorno cultural que históricamente dejó fuera de las actividades deportivas a la mujer, hoy la
hace partícipe de sus éxitos en muchas modalidades deportivas, gracias al esfuerzo y a la
consecución de retos importantes que han conseguido. Aún hay camino por recorrer, pero es
importante dejar un espacio y un tiempo para celebrar los logros conseguidos.
Tanto en la gimnasia como en todos los deportes representados por mujeres vemos en
acción el riesgo, el entusiasmo, la independencia, la fortaleza y la vitalidad que la definen hoy
en la sociedad actual.
En el mundo de la gimnasia hemos conseguido logros importantes. Como expresa
Rosa Menor, actual seleccionadora nacional de conjuntos, la Rítmica española, que se
encuentra en un momento actual de renovación, continuará trabajando y luchando por
brindarnos éxitos en un futuro cercano, tan sobrecogedores como los conseguidos por nuestra
selección en los juegos olímpicos de Atlanta, Atenas y tantos otros campeonatos
internacionales.
BIBLIOGRAFÍA
Canalda Llobet, A. Gimnasia Rítmica Deportiva. Teoría y práctica. 1998. Barcelona:
Paidotribo.
Seminario “Mujer y Deporte”. El ejercicio físico y la práctica deportiva de las mujeres.
1992. Madrid: CSD y Ministerio de Asuntos Sociales.
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