GIMNASIA RITMICA: RELLEZA Y ELEGANCIA Dentro de la extensa gama de deportes que practica la mujer, el de la gimnasia rítmica alcan za grados de sublimidad. La extensibilidad de movimientos, su dinámica, la facultad de separa ción y elasticidad de los miembros, la capacidad de coordinación y el dominio de elementos tan sencillos como on el aro, las mazas, la cinta, la pelota y las cuerdas, hacen de este bello deporte una atracción que eleva a estratos irreales a la propia gimnasia, que se hace etérea, para brindar todo un espectáculo pleno de elegancia y plasti cidad. Esta gama que tiene mucho de ballet, sin olvi dar la acrobacia, algo también de danza ritual atávica, se traduce sobre todo en una simbiosis de destreza, vistosidad y coordinación de ejecu ciones que ofrecen la apariencia de la ingravidez. La belleza de estos seresque se convierten en seráficos, en sus evoluciones, que atraen como imán que seduce al espectador, hacen que la gimnasia rítmica moderna, convenida en compe tición deportiva, alcance cotas insospechadas para quienes nos movemos solamente con los pies en tierra, quedándose con el agradable con suelo de ser testimonio fiel de la inmensa aporta ción femenina que nos brindan estos ejercicios sobre el tapiz. Es en suma la rítmica la ilusión del más allá de las sensaciones físicas y cinéticas que puede sentir el hombre ante tamaña demos tración del dominio del cuerpo, perfectamente cincelado de la mujer, que sabe conjugar la gra cia de su atractivo y la demostración palpable de su destreza, en el manejo de los elementos que la ayudan a componer figuras elásticas y naturales, lo mismo sea con el empleo de la cuerda, en la que la perfección técnica es imprescindible. como en la pelota, el aro, las mazas o la cinta. que envuelve en ocasiones, y oria en todas, la figura angelical de la gimnasta Próximamente, una nueva edición del cam peonato mundial, a celebrarse en Estrasburgo, volverá a deleitar nuestra retina al compás de esas evoluciones, exclusivas de la mujer por su exquisita femeinidad. a José M. MIEDES (Foto: ¿4RDOYA PRESS)