¿Qué es una perla? - Iglesia Cristiana Luz de Cristo

Parábola de la perla preciosa
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Parábola de la perla preciosa
Mateo 13:45-46
También el reino de los cielos es semejante a un mercader que busca
buenas perlas, 46 que habiendo hallado una perla preciosa, fue y vendió
todo lo que tenía, y la compró.
Esta es la sexta parábola acerca de los misterios del reino que dijo Jesús.
En esta ocasión, el Señor habla que el reino de los cielos es semejante a un
mercader que busca buenas perlas.
Un mercader es un comerciante, en el original griego también denota que sale a
viajar o a andar en busca de mercancía. Este mercader simboliza a Jesús, el cual
vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.
Jesús luego de que un hombre llamado Zaqueo se arrepintiera, hace la siguiente
afirmación:
Lucas 19:9-10
Jesús le dijo: Hoy ha venido la salvación a esta casa; por cuanto él
también es hijo de Abraham. Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y
a salvar lo que se había perdido.
Jesús es ese mercader que anda buscando buenas perlas, gente consagrada, que
se arrepientan de sus pecados, que le crean a El.
Juan 4:23
Mas la hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores
adorarán al Padre en espíritu y en verdad; porque también el Padre tales
adoradores busca que le adoren.
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Pero ocurre algo interesante en la parábola; este mercader buscaba buenas
perlas, pero de entre esas buenas perlas halló una perla preciosa….
Mateo 13:45-46
También el reino de los cielos es semejante a un mercader que busca
buenas perlas, 46 que habiendo hallado una perla preciosa, fue y vendió
todo lo que tenía, y la compró.
Esa perla preciosa simboliza a la iglesia amada del Señor; aquella iglesia que se
aparta del pecado y se consagra al Señor; aquella iglesia que aunque el mundo
cada vez se pone más en tinieblas, resplandece en medio de esas tinieblas;
aquella iglesia que sabe adorar al Padre en espíritu y verdad.
¿Qué es una perla?
Las perlas son el producto de una reacción de enquistamiento de una partícula
extraña dentro del cuerpo blando de los moluscos, especialmente en los bivalvos.
Las perlas más conocidas son las consideradas como gemas o piedras preciosas,
por su simetría y su particular lustre.
Las perlas naturales se forman cuando un cuerpo extraño penetra al interior del
cuerpo del molusco, el cual reacciona cubriendo lentamente la partícula con una
mezcla de cristales de carbonato de calcio y una proteína formando la sustancia
conocida como nácar, que es la sustancia que forra la cavidad paleal del animal
(las paredes interiores de las valvas). Al cabo de un período variable la partícula
termina cubierta por una o más capas de nácar, formando una perla.
Las perlas son de tamaño, color y forma variables. El valor de la perla se
determina en función de criterios varios pero puede decirse que se centran en tres:
una forma deseable, la rareza de su color, y naturalmente la talla.
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Viendo esta definición sacada del diccionario, y ahora aplicando a lo que nos
ocupa, Jesús encuentra esa perla preciosa, y nos comienza a moldear o a pulir
para que reflejemos su carácter, viene siendo en lo natural como la forma
deseable de la perla…
Romanos 8:29
Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen
hechos conformes a la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito
entre muchos hermanos.
2 Corintios 3:18
Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un
espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la
misma imagen, como por el Espíritu del Señor.
En lo natural está la rareza de su color; La Iglesia amada como la perla preciosa
es diferente en su forma de ser y no son muchos los que pagan el precio de la
consagración.
La esposa del cordero comienza a tener el carácter de Cristo
(Manso y humilde de corazón) y por tal razón la forma de ver la vida y de
reaccionar es muy diferente a la de los demás.
Filipenses 2:15
para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en
medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual
resplandecéis como luminares en el mundo;
Romanos 12:2
No vivan ya según los criterios del tiempo presente; al contrario, cambien
su manera de pensar para que así cambie su manera de vivir y lleguen a
conocer la voluntad de Dios, es decir, lo que es bueno, lo que es grato, lo
que es perfecto (Versión Dios Habla Hoy)
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Y por ultimo en lo natural, está “la talla” de la perla. Cristo Jesús nos moldea y
perfecciona para el día de Cristo
1 Pedro 5:10
1P 5:10 Más el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en
Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo
os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca.
Filipenses 1:6
Estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena
obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo
Sabemos que Jesús nos compró con su propia sangre, tanto en la parábola
anterior (Ver la parábola del tesoro escondido), como en esta hay una compra. La
diferencia es que en la del tesoro escondido están todos los salvos, pero dentro de
esos salvos está la amada (La perla de gran precio) que se irá con Cristo.
En toda la Palabra se nos enseña que hay una iglesia amada, que será arrebatada
por Cristo, que no tendrá que lavar sus ropas en la gran tribulación, como lo dice
Apocalipsis; sino que está en una constante purificación, crecimiento y santidad.
Esta amada es a quien el Señor viene a buscar muy pronto…
1 Tesalonicenses 4:16-17
16 Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con
trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán
primero.17 Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado,
seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor
en el aire, y así estaremos para siempre con el Señor, 18 por tanto, alentaos
los unos a los otros con estas palabras.
Cantares 6:8-9 Sesenta son las reinas, y ochenta las concubinas, Y las doncellas sin número; 9 Mas una es la paloma
mía, la perfecta mía; Es la única de su madre, La escogida de la que la dio a luz. La vieron las doncellas, y la
llamaron bienaventurada; Las reinas y las concubinas, y la alabaron.
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