GENERAL SANT A-ANNA - Biblioteca Digital

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DE LA CONDUCTA llIILIT AR
DEL
GENERAL SANT A-ANNA
K~
LA ACCION
DE CERRO-GORDO•
• ILIOTECA DE MEXICO.
l\IEXICO:
111pnENT.1 DE MARIANO AREVA.LO, CALLE DEL PCENTE DI
San Dimas nO. t 2,
VI~DICACION
AL GENER1L SANT A-ANNAl
lt,os enemigos interiores del país, los agentes secretos
de Jos cstel'iores, los que t"abajan para nbl'irles las puertas y entregal'les la capital y la Uepública toda, no ¡lerdonan medio alguno, por criminal que sea: para fomentar y
cstend(,~r la division, la d~scoufianza y la discordia cntr'e nosotros lnislDos, bien persuadidos como están y deben eslurlo, de que nada puede ser mas favorable nlas miras ydesignios del invasor, que nuestra propia desunion, peor luil veces que cuantos desastres fisicos 5ufl'unlos en los combates.
De aquÍ el empeño y la nlala fe con que presentan fUI púbU ..
co sus relaciones de los sucesos de la guerra, desfigurándo]os y dándoles los coloridos mas sospechosos, con el depravado objeto de alribuiJ', no solo ñ errores involuntarios,
sino hasta á traiciones, las desgracias tle nuestro t'jél'cilo,
ya en el Norte, ya en el Oriente. Con igual fin han procu..
rado r procuran desconceptuar y desprestigiar al general
I
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Santa-Anna, como que saben que es el enemigo á quien
mus tenlen los nOI'te-alncricanos, y que quitnJo de) nledio,
Ú nI lnenos srpar'ntlo (le toda intrrveneion en las ('osas públicus, vcrún removido el pl'incipnl obstáculo que hasta
uquí han ellcon h-ado en toda su ca l'I'crn, cln prendida pUI'a
donlinar el pnis,csquihnal'lo y tlcslr'uil'lo. };jjos sus agentes interiores en esta idca, han Pllbli(lndo ,'al'ios folletos,
pintando como una pérdida para nosota'os, el v().'dadero
triunfo que obtuvirnos en las acciones de la Angostura: hoy
huccn olro tanlo con rcspccto á las del Telégrafo y Cprro-gordo; y ni hablar dc unas y otras, censuran la conducta del
genea'al ~Il gefe, en tél'nlinos tan agrios y con tanta imputacion de desaciertos, descuidos, Ílu pt-evisiones &e. &r., que
solo ralta que clara y espreSal11ente lo ucusrn de truidor.
El rdil.or;ul d,!l númtJro 58 de) lloletj(} de la dClnncracjo, (('J~,os nutores SOh 1)icn ronorjdo~) esh\ lleno de esa
clase de cargos contra el general Santa-Anna, á quitln se
culpa de)a pér-dida de Cerro-gordo, diciendo que toda nque ..
1Ia dcsgraria pro\-inn de fa Ita de p.'c,·ision en los pri n(tj pios,
de ocicrl0, tino y Opot-tunidod nI ticfllpO del nLnqu~, de ma..
lns disposiciones dadas paro estt!: S(} drja entender que sucrjfiró inútilmente una gr1ln parte de la flU-rzcl; y husln sCt
le ~onvicne porque dcspll~s de la dt'rrotá no ha ob.'ndo
el pl-odigio do hupro~'isol" un nUM'O rjr' ('ito, COlllO!'i nos
hallásemos en Frnnria y fO Jos ticJnpos dt' la ('onvenrinn,
No es lncncsler mas (1\10 leer con un poco de dctenilnicnto,
el referido editorial, pum penctrnr la prornndid:)() y In maJa fe del designio que IIcvuoon sus Dutores ni rsrribit'lo.-¡Hombres injostos! vu<.'Strns rululllnias b3slnn para desea...
brir fUe~rlJ p:u-cialidad y ,"ucstms insaO:ls intenciones.
Sin ftpelar nlns noticias ydocumentos quo hn pub1irod()
él Diario del Gobi~rno, y oun otros periódicos, el Republicano {que no podrá ser taehndo de ndhcsion ni Sr. Silnta·
Aonn en el remitido eon que con('luye-sn número t t 3, de25
del corriente, da una idea clara de toJo Jo o(iurrido en
bql1ella I.lccion: desvanece las ~emernrias imputaciones- da
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-lSlos enemigos del general; y pintando ]a conducta del invll..
sor, su tárlicn, su superioridad numél'irn, la\) ventajas de
su artillería, y lodo lo que contribuyó á facilitarle el tr'íunfo, d~\nllestrn de un D10do evidente, que nuestra pérdida
lué obrn de unn desglllcia inevitable.
En efecto, nuestra posicioo era bien elegida: se hallaba
fortificada lo me'joF que Ilcrmilian las cirrunstnncitls: esta.
ban rubiel'tos los flancos, y prc\'isto todo Jo que en un regula1' ó,'d(!o y en 13 táctic3 mas l1s11ul de la gUf'rl'D, era de
prcveer. Verdad es que no se contaba con la rara, lltre,-ida
é inesprr-nda operacion del cnelnigo, que ~n ]a noche di'l t 7
nI t 8, YÓfuerza ue grandes traLajos, rompió los bosques.
atravesó una barranca hasta l'nton('es intl"unsit3hle, y lo ..
mando por retaguarJin la posieion quo oCUI>lllm pi grueso
pl·jn(aipal de nuestro rjér<.'ito, In sorprendió nI ti('mpo de In
nrrion, pudo gcnCl'uti7ur sus ataques por todns partes, y de·
jó cOI'Lada la inrantería, nl'tillel'),) y aun pUI'te de lu ('~lJbnllc­
rin. Se pretl'ndc (j l1zgando por los rl'SU Hados) que e) general debió prcv(l(lr este rir~go; pero este orgunl(~nt(') Urne dos
soluciones poderosas: 1. 1 que ú prsnr de In opinion nntiqui ..
siann, ("Oln Pl·ohndn ('on la ('8pericn('ia de lodo el tienl po ac
la suelTa de 1810 ñ 1821, de que «.\1 canlino pordundc nho·
ra nos flanqueó el enemigo, cl'a inta'nnsitulJlc, el genernl no
lo dcscu hJú, PIJ('S paro cuhl'ir su entrnda Innndó SHU31' la
mn) or parle dc la c-abal[(lría en In bocn de la hélrranrD,
y !i)i rsta fuc.'zn no lIl llÓ ('1 ()bj(·to de su tlcslino, fiU fnlto no
debe impnlursc nI ger~ prin(·jpal. ~() se tr'nlra nhora de ~n ..
trnr ni ('xúml'n y calificu('ion de In ('00durt3 del g(trc () gef,'.
que l11anunhun In (·abullC'l'iu: (\1 hee)¡o es que qut'tlá deseu ..
Lierto ('1 punto que aquella flwrza guardaba, y esto es mns
que suficiente parta justificur ni Sr. Sant3-Ann~. Sh~a elo ~ ••
solucion un herho históri('o reciente, cunl es e) ()(ll paso de
Donnplll'tc pOI' el g.'nn Son nernnl'cJo, ejecutado tambll'n de
nO('hea, c·on tn) silencio, vÍ\'(.lza r diligenria, que el gcorMll
~ustl'iaco, á quien se engañó con tan diestra operacion, de..
1
~ia
al día siguiente.. antes de saber el suceso: "que respon.
-0dia COI) SU vida:. de que 'Por allí no babia pasado la artillerin fl-uncesa." Y si esto era en Europa, en medio de una
guerrD de lantos años, y entre los generales mas sabios y cspertos, ¿por qué seria estrailo qpe á nosotros nos acaecie.
sen lances idénticos? Los hOlnbrcs no somos Dioses.
Pues aun blly mas, y es: que á pesar de esa tan inespe..
rada sorpresa, de las ventajas del enemigo y de su incom~
parable superioridad numérica, la fuerza nuestra que se
hallaba en el cerro, peleó con bizarría y hasta con desespc..
rucion, siendo prueba de ello la gr,lD mortandad que hubo
por 31nbas partes, y la duracion de la Juclw, que rué soste.
nh.la por cosa de siete éÍ ocho horas, enh-c tan desiguales
cOlnbutientcs. Estos son hechos en que están de acuerdo to..
das las nQticias oficiales y p.'Í\rndas, que se lienen de esa jor..
Dn()a lnel110rable, que si ha sido funesta ó nuestra causa,
sienlprc es glorjosa pal"a los valientes que en ella sostuvieron
y conser,,·aron el honol- de nuestras armas. Ahora, si no
todos I'ls gefes cumplieron sus deberes: si hubo coburdcs ó
tl-nidol'es que diesen las yoces desorganizndoras de • el eneJlligo ha salido al c:nnino," • sálvrse quien pueda," y otrQS
selll('ja ntes l. qué eu Ipa tiene en ello (11 genel'a I en gefe? Que
él pel('ó ron \alo1"; que no abandonó el punto, sino cuuudo
se vió rasi solo; qu<fnninlaba al soluatlo; que procuró con
el mayor cm peiin con tener la dispersion; y que si se S3 h ó
por las barrancas, corriendo 1uil peligros, fué casi por un
prodigio: todos estos son tambien hechos constantes en tod~s las relaciones, y que no se atre\erán éÍ negar ni los enemigos 111islllOS del gt'nerul. ¿Qué mus, pues, se queria de él?
¿ Será el solo hombre que déba conshlerarsc. obligado tÍ gaD3r siempre, á dOOlinar ú In fortuna, á hacer Dlilag,"os?
LQ culpaba talnbien el Boletín, por su silencio despues
de la desgracia del 18; mas este cargo 1a se halla desvanecido con las cOllluniraciones del 22 que han publicado rasi
Jodos los periódicos. Ellas ~creditan que su pritnrr cuidado
fué escribir cuando pudo~ ~uando uespues de cuatro dias y
noches de caminar por montes, barrancas y despoblados,
-7-pudo llegar á Orizava, no sin graves peligros. Y que indican sus comunicaciones? No el desá1iento~ la cobardía ni
el egoismo! por el contrario, su constante y generosa resolucion de seguir en la lid, basta salvar la patria, ó perecer
en la demanda. Lejos de correr hasta la capilal, C?IDO otros
lo han hecho, él permanece donde puede con tinuar hostilizando al enemigo; y se admira y se horrorIza de la especie de inaccion y apatía que observa en los pueblos: él pide los elementos r recursos necesaricls para llevar' adelante
la guerra: él hace por reanimar y revivir el espíritu público:
él, sin saber lo que pasaba en ~Iexico, piensa, siente. y obra
en consonancia con las ideas y con los firmes própositos de la
representacion nacional y del Supremo Gobierno: guerra
hasta el fin: nlda de transigir, nada de dejar manchado el
decoro y dignidad de la nacion. ¡Oh! si todos )os mexicanos nos hallúsemos en igual sentido, con igual decision, con
igual entusiasmo y patriotismo ¿qué poder, por formidable que fuese, alcanzari'l sobre nosotros ni el mas peque..
ño triunfo?
El general Santa-Anna babrá cometido errores, porquo
es hombre como todos, sujeto á la falibilidad y nI desacierto; pero sus desgracias y las del pais, no son obra de culpas suyas: su intencion bn sido siem"pre la de sacrificarse
por su patria, de servirla, defenderla y hacerla feliz. ¿Quién
nos salvó en i82~, en i838 y en otras épocas demusindo
memorables? ¿Quién perdió una parte importante de su
cuerpo en ]a guerra con Jos franceses? Quién se sacrificó en
fines de 44 y prinrjpios de 45, abrazando voluntariamento
el partido de cspatriarse, por no derramar sangre mexica ..
na, como ]0 hiciera en i823 el héroe de Iguala? ¿Quién dejó el asilo quíeto del retiro, abandonando su familia, sus comodidades, los honore3 y los placeres domésticos de que gozaba en )a Ilabana, por venir á servir á la patria en una
guerra tan comprometida y peligrosa? ¿Quién nI volver á la
República rehusó la primera magistratura por ir á ponerso
al frente del enemigo? ¿Quién se encargó de esta arriesgada
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y dificil empresa, con unlJ fuerza en su mayor parte bisoña,
desnuda y hambrienta, sin coja militar,! sin los otros recursos necesarios para una compaña? ¿Quién hizo el nuevo
sacrificio de "Venir áencargarse del mnndo en la agonía de la
nacion, por poner un saludable y decoroso término á las disensiones interjores? ¿Quién "uelve 3 dejar ese elevado puesto, flor volnr otra vez á tomar sobre sus hombros )a defensa
de)a capital y de todo el pais? ¿Quién ha aventurado su fortuna y su crédito por atender á la subsistencia del ejercito, y
cubrir en 10 posibl~ Ins faltas del erario. público? ¿Quién el
que posponiendo su propio ¡nteres, su honor y s~ reposo,
de que pudiera disrrutar en la vida privau3, y sufriendo con
heroir8 rcsignacion los tiros de la maledicencia, de la envídin y do gra luitas enemistades" se consagra todo y en todos
tiempos y circunstancias al servicio de la nncion? ¿Quién,
por itltimo, ha dado tantas! tan repetidas pruebas de verdadero patriotismo?
¡~le1icanosl sed justos; no os dejeis engañar por hombres
perversos y mal intencionados; reflexionad que algunos de
esos t"Scrilol'es qu~ boy se empeiínn en cstraviur vuestra
opinion. en d('s{'un('~ptl1ar y deprimir tí nuC'stro benemé..
rito Presidente inlcrjnO-, se le hao "cnuidn por amigos, lo
han adulado en 10$ tienlpos de su prosperidad, y se lh'c131'un.
sus cnClnigos en la de&gracia. Examinad bi~n los hechos.
compnrod;juzgnd eon detenimiento ~ iln¡nreinlidallj y ('s
~l1ro que vuestro (al1o s~rá cJ dt~ la gr41litud dt.'lJida á uno
de los mejores servitlol'cs que nuestro¡ sociedad ha tenido.
entes y despues de In independencia.
Mexico~
Abril 24 de t841.
Manuel Maria Ji'lnel1cz.
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