ARCHIVOS VENEZOLANOS DE PUERICULTURA Y PEDIATRÍA Vol. 64 Nº 1, Enero - Marzo 2001 ARTÍCULOS DE REVISIÓN CONDUCTA EN LAS APLASIAS O DISPLASIAS DE LA VAGINA Antonio J. Perera P, María M. E. Pérez A, Alfredo J. Caraballo M Hospital de Niños “JM de los Ríos” Para el logro de una mejor comprensión del tema realizaremos una breve reseña del desarrollo embrionario del segmento vaginal–uterino y con esta explicación podremos entender los diferentes tipos de malformaciones vaginales y sus variantes en asociación con otros tejidos u órganos del cuerpo humano. Igualmente fundamentados en un orden didáctico hemos reunido varias clasificaciones de aplasia y displasia vaginal y sus combinaciones con estructuras anatómicas del periné, enunciadas por diferentes autores. La vagina es una estructura muy importante del aparato genital femenino, donde tienen lugar una variada gama de malformaciones, las cuales pueden estar localizadas exclusivamente en el canal vaginal, o estar acompañadas de malformaciones del útero, integrando una displasia mesodérmica, la cual puede constituir una verdadera complejidad malformativa al estar involucradas otras estructuras como son: columna cérvico-dorso-lumbar, oído medio, corazón y riñón, para sólo nombrar a las más frecuentes y que dan origen a un grupo de síndromes mesodérmicos tales como el síndrome de Mayer-Rokitansky-KüsterHauser, síndrome de Klippel-Feil, síndrome de MURCK, síndrome de Elías-Vancreveld, Síndrome de Kaufman y síndrome de Punsky (1-3). Por estas razones, es imperativo que al evaluar una paciente en la etapa infanto-juvenil con una aplasia o displasia mülleriana hay que realizar una evaluación integral de la paciente para descartar o demostrar la presencia de los acompañantes displásicos de las otras estructuras mesodérmicas reseñadas anteriormente, no concentrando nuestra mirada solamente en la patología vaginal. Embriología de la vagina Las aplasias o displasias vaginales se presentan bajo tres modalidades anatómicas que pueden estar acompañadas o no con aplasia o hipoplasia del útero, y sus manifestaciones clínicas dependerán del sitio del obstáculo y de la presencia de un útero funcional o no. La etiopatogenia de la malformación se explica por el desarrollo embrionario distinto de los dos tercios superiores de la vagina, que proceden del conducto paramesonéfrico o de Müller, y del tercio inferior, que procede del seno urogenital. Los conductos de Müller constituyen el primordio úterovaginal, que contacta con la cara dorsal de la membrana cloacal, futura membrana urogenital, denominándose el punto de unión, tubérculo de Müller. La parte ventral de esta membrana urogenital, prolifera en la parte media desde el punto de unión, extendiéndose a los lados y en dirección craneal dentro del estroma para formar la placa vaginal. El extremo caudal del primordio útero-vaginal degenera * Médico Director de la Residencia de Posgrado Universitaria de Ginecología Infanto-Juvenil. Universidad Central de Venezuela Hospital de Niños “J.M. de los Ríos”, Caracas. ** Médico Monitor de la Residencia de Posgrado Universitaria de Ginecología Infanto-Juvenil. Universidad Central de Venezuela Hospital de Niños “J.M. de los Ríos”, Caracas. *** Médico Residente III de la Residencia de Posgrado Universitaria de Ginecología Infanto-Juvenil. Universidad Central de Venezuela Hospital de Niños “J.M. de los Ríos”, Caracas. 2 ARCHIVOS VENEZOLANOS DE PUERICULTURA Y PEDIATRÍA Vol. 64 Nº 1, Enero - Marzo 2001 y es reemplazado por el epitelio de la placa vaginal, el cual canaliza alrededor de la VIII semana de la vida intrauterina. En este momento es bueno señalar las opiniones divergentes en relación al origen de la vagina, una el concepto clásico de que los dos tercios superiores provienen del conducto de Müller y el tercio inferior del seno urogenital y la otra opinión (1) que sugiere que los tercios inferiores proceden del seno urogenital y el tercio superior del conducto de Müller, al igual que se menciona que la placa vaginal y la vagina pueden desarrollarse bajo la influencia del conducto de Müller, acción inductora, y de la estimulación estrogénica (4-6). Con el fin de dar una visión integral de las malformaciones vaginales y su asociación con otros órganos del cuerpo humano, reseñamos las diferentes clasificaciones: Tipo II - Obstrucción media: Membrana vaginal transversa media - Clasificación de Howard W. Jones y John Rock (1) 1. Interrogatorio 2. Examen físico: general genital 3. Estudios complementarios 3.a. Estudios genéticos 3.b. Imagenología: Survey óseo de columna cérvico-dorso-lumbar Urografía de eliminación (U.E.) Uretrocistografía (U.C.) Vaginografía Histerosalpingografía (HSG) Gammagrama renal Resonancia magnética 3.c. Estudios endoscópicos: Vaginoscopia Uretrocistoscopia Histeroscopia Laparoscopia 3.d. Evaluación cardíaca 3.e. Evaluación auditiva 3.f. Perfil operatorio Tipo III- Obstrucción alta: Tipo IV- Hidro Muco Hemato colpo con persistencia del seno urogenital Tipo V- Hidro Muco Hemato colpo con persistencia del seno urogenital y malformación ano rectal La conducta ante una paciente, niña o adolescente, portadora de una aplasia o displasia es la siguiente (9-12): Agenesia útero-vaginal Malformaciones por fusión vertical: Obstructiva → No obstructiva Malformaciones por fusión lateral: Obstructiva → No obstructiva - Clasificación de F. E. Bryans (7) Grupo I -Agenesia útero-vaginal: Síndrome de Mayer-Rokitansky-KüsterHauser Pseudohermafroditismo masculino “feminizante” “testículo feminizante o síndrome de Morris” Pseudohermafroditismo masculino “masculinizante” “Hipospadia perineo-escrotal pseudovaginal” Grupo II- Útero presente “funcionante”: La conducta quirúrgica en una niña o adolescente con una malformación vaginal depende de si la aplasia o displasia vaginal es asintomática, es decir aquella malformación que no presenta tumor pélvico o vulvar, en este caso el tratamiento quirúrgico se difiere hasta la pubertad. En el caso contrario, si es sintomática, es decir, que presenta tumor pélvico o vulvar, en las edades de recién nacida, lactante, preescolar y dependiendo del volumen del mismo, debe tener una solución quirúrgica. La técnica quirúrgica a instrumentar depende del tipo de aplasia o displasia. Atresia vaginal Seno urogenital -Clasificación de Spencer y Levy (9) “Malformaciones de la placa vaginal” Tipo I - Obstrucción baja: Atresia vaginal Himen imperforado 3 ARCHIVOS VENEZOLANOS DE PUERICULTURA Y PEDIATRÍA Vol. 64 Nº 1, Enero - Marzo 2001 REFERENCIAS Con la finalidad de aportar una orientación práctica indicamos el tiempo quirúrgico de las aplasias o displasias más frecuentes. 1. Jones HW, Rock JA. Reparative and constructive surgery of the female generative tract. Section 3 Part 10. Baltimore: Williams & Wilkins; 1983.p.146-185. 2. Castel Y, et al. Sindrome de McKusick Kaufman, Chez un nouveau-né de sexe féminin. Arch Fr Pediatr 1982;39:3-7. 3. Winer-Muran HT, et al. The concurrencie of facio auriculovertebra spectrum and the Rokitansky syndrome. Am J Obstet Gynecol 1984:569-570. 4. Evans TN, et al. Vaginal malformation. Am J Obstet Gynecol 1981;141:910. 5. Parmley T. Embriology of the female congenital tract. En: Kurman R, editor. Blaustein’s Pathology of the female trcact. 3ª edición. New York: Springer-Verlag; 1978.p.1-14. 6. Ulfelder H, Robboy SJ. The embriology development of human vagina. Am J Obstet Gynecol 1976;126:769776. 7. Koff A. Development of the vagina in humano fetus. Contrib Embryol 1935;140:61-90. 8. Bryans FE. Management of congenital absence of the vagina. Am J Obtet Gynecol 1981:281-284. 9. Spencer R, Levy DM. Hidrometrocolpos: Report of three cases and review of literature. Ann Surg 1962;155:558-571. 10. Huffman JW, Dewhurst CJ, Capraro VJ. The gynecology of childhood and adolescence. 2ª edición. Filadelfia: W.B. Saunders Co.; 1968. 11. Herriot Emans SJ, Goldstein DP. Pediatric and adolescent gynecology. Boston: Little Brown and Co.; 1977. 12. Sanfilippo JM. Pediatric and adolescent gynecology. Filadelfia: W.B. Saunders Co.; 1994. 1. Aplasia útero-vaginal: Síndrome de Mayer-Rokitansky-Küster-Hauser La intervención quirúrgica se realiza en el momento del inicio de la actividad sexual de la paciente. 2. Pseudohermafroditismo masculino Tipo feminizante: Insensibilidad a los andrógenos. La intervención quirúrgica se realizará en el momento del inicio de la vida sexual activa de la paciente. Tipo masculinizante: hipospadia perineo-escrotal pseudovaginal, mala identificación sexual. La corrección quirúrgica se realizará cuando el equipo médico multidisciplinario tratante lo crea conveniente, previa participación al núcleo familiar. 3. Con útero funcionante Al momento de realizarse el diagnóstico. De esta manera hemos querido dar una visión didáctica de la conducta ante una aplasia o displasia vaginal, para que el médico en formación pueda, fundamentado en el concepto embrionario de una displasia vaginal, entender las diferentes modalidades de esta malformación y su correlación con otras estructuras mesodérmicas vecinas que pueden acompañar a la aplasia o displasia vaginal, para así tener una orientación diagnóstica y una conducta que varía de acuerdo a la forma específica de la patología. Además nos hemos permitido dar una orientación para la solución quirúrgica de acuerdo a la presentación o no de síntomas y el momento ideal para realizarla. 4