la abstinencia sexual prematrimonial: moda o ley de dios

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LA ABSTINENCIA SEXUAL
PREMATRIMONIAL: MODA O LEY DE DIOS
POR .DR. OSVALDO JUAN MACCIO (BS AS / ARGENTINA)
Contribución de Momentos de Decisión
www.mdedecision.com.ar
Usado con permiso.
ObreroFiel.com - Se permite reproducir este material siempre y cuando no se venda.
Las últimas noticias nos hablan de una nueva moda o tendencia en el sur
de los Estados Unidos: antes de casarse, muchas mujeres se inclinan por “la
abstinencia sexual de un mes hasta un año”. Es fácil de entender que esta
conducta sea sólo una moda sin ningún contenido espiritual. Hasta parecen burlar
a la sociedad con los períodos que han determinado.
Desde siempre, lo que para Dios es ley, para las sociedades puede ser
muchas cosas: negación de la naturaleza humana, negación de la realidad, moda,
gran negocio, decisión personal o presión social. Para los medios masivos de
comunicación, el tema de las relaciones sexuales prematrimoniales no sería
noticia si no se lo asociara eventualmente con la vida espiritual o religiosa de las
personas, o con las ideas anti sexuales de las religiones más conocidas. Además
siempre están en pro de lo que llaman “libertad sexual” y penalizan, ridiculizan o
llaman retrógradas u oscurantistas a todas las ideas contrarias a ella.
Un informe especial: la iniciación sexual de jóvenes argentinos
No existe grupo de adolescentes, y hoy más que nunca preadolescentes y
niños que no pregunten: ¿Cuál es la edad más conveniente para iniciarse
sexualmente en la vida?
Los chicos tienen su “primera vez” mientras son novios o "amigovios",
comúnmente en casa de los padres, y en muchos casos mientras sus padres "se
hacen de la vista gorda" (pretenden no ver).
Precisamente ellos permiten y fomentan la actividad sexual de sus hijos,
opinan que “mejor que lo hagan en casa y no en cualquier lado, por el peligro que
hoy existe en la calle”.
Tanto los docentes como los sociólogos, sicopedagogos y sicólogos, que
tienen contacto con los adolescentes fuera de ámbito familiar, coinciden en una de
las causas que favorecen la temprana iniciación sexual: "Los chicos, ahora, pasan
más tiempo solos, y en contacto con la televisión y el Internet”. Un 61 por ciento de
las chicas dice que su primera vez fue por amor, pero ese porcentaje se reduce al
16 por ciento cuando quienes contestan son los varones.
La muerte acecha a los adolescentes
Otra pregunta que no puede faltar es la que se relaciona con los “métodos
anticonceptivos más seguros”. Los adolescentes saben, no ignoran, que se
exponen en primer lugar al contagio de una enfermedad tan temida como el SIDA.
Creen que las otras enfermedades de transmisión sexual son fácilmente
controlables con medicamentos, pero ignoran, o pretenden ignorar, que algunas
de estas producen deficiencias sexuales permanentes y esterilidad.
Sin embargo a pesar de tanta información, cada día seis mil jóvenes se
infectan de SIDA en el mundo. Más de la mitad de estos nuevos infectados tienen
entre 15 y 24 años, según un informe de la UNICEF, que advierte de la necesidad
de informar más y mejor a los jóvenes. "Han transcurrido dos décadas desde que
sufrimos la primera epidemia de SIDA, la mayoría de los jóvenes siguen sin saber
absolutamente nada sobre las enfermedades de transmisión sexual. Y aunque han
oído hablar del SIDA, creen que ellos no corren riesgo de contagio", dice el texto.
El estudio señala que cerca de 6,000 jóvenes se infectan cada día en todo
el mundo. Según la UNICEF, los gobiernos tienen la responsabilidad de proteger a
la juventud y aportar la información adecuada para que conozcan los riesgos y las
causas del SIDA. A juicio de la agencia de la ONU, si no se toman medidas
urgentes, una generación entera será aniquilada por la enfermedad. "Los
gobiernos y la sociedad civil tienen que actuar de forma urgente con los miembros
más jóvenes para prevenir y desarrollar estrategias que permitan evitar una
catástrofe social", advierte la ONU.
Las mentiras de las campañas de prevención
Los que tenemos contacto permanente con adolescentes y jóvenes
conocemos muchas de sus conductas, manifiestas o no. El adolescente sobre
todo “escucha lo que le agrada”. Nunca como en estos últimos veinte años se
estimuló a los adolescentes a tener relaciones sexuales. Tras una pretendida
campaña de prevención se optó por el camino más fácil, de menos resistencia y
más desbastador.
•
Se les hizo creer a los jóvenes que la pareja sexual estable brindaba
seguridad frente al SIDA. Sin embargo, estos “genios de la
prevención” no recordaron que en la adolescencia y la juventud no
existe la llamada pareja estable. Más aún, muy pocas cosas son
estables y ellos mismos combaten a las que lo son, porque la
juventud tiene esa característica, pues "la onda es vivir en el cambio
permanente de todas las cosas".
•
Se les hizo creer a los adolescentes que el uso del preservativo
“reducía” la posibilidad de contagio, y en honor a la verdad así es.
Pero no les aclararon que no eliminaba tal posibilidad.
•
Esos pocos argumentos de una campaña deplorable en su enfoque y
carente de estrategia y recursos en su práctica parece no haber
tenido ningún deseo de éxito, sólo vender más profilácticos. O tuvo el
propósito diabólico y maligno de que el mal avanzara en los países
pobres y subdesarrollados para que los países ricos “eliminaran
población molesta en el mundo”.
2
La gran solución
Toda reflexión, medida o plan acerca de la sexualidad estará bajo el poder
de Satanás si no se trata bajo la autoridad de la palabra de Dios.
Dios creó el sexo y reglamentó su práctica con su sabiduría. Cuando el
hombre se alejó y desechó los fundamentos bíblicos, y los cambió por “conceptos
y esquemas más avanzados”, se produjo la gran hecatombe.
La gran solución es enseñar a la juventud los beneficios absolutos de la
abstinencia sexual para evitar cualquier contagio.
No es suficiente practicar la abstinencia sexual por el sólo hecho de evitar
un contagio. El mandamiento de Dios de “No fornicar” es mucho más que una
medida profiláctica para los tiempos bíblicos, como pretenden afirmar algunos
modernistas.
En cierta oportunidad en una clase de Educación Sexual un adolescente
expresó: “¡Como nos embromó Dios al decir que no forniquemos!”. – ¿Por qué? –
pregunté. – “Porque si él no lo hubiera dicho, todo estaría bien. Además siendo
Dios podría haber mandado que forniquemos todo lo quisiéramos y la pasaríamos
bomba”.
Dios no es un ser como nosotros, que no vemos más allá de nuestras
narices. Él es infinitamente sabio y amoroso, y todo lo que nos ha revelado es
para nuestro bien, aunque no lo veamos así.
Debemos saber que si Dios lo dice tiene un sólido fundamento y propósitos
benéficos. Cuando hablamos de obedecer a Dios en este aspecto, como en todos,
hablamos de fidelidad.
Es curioso que la mayoría no tenga a la fidelidad como una prioridad en su
vida, pero que sí la reclame de otros.
El significado de fidelidad, aunque nos parece tan claro, puede variar según
el corazón humano. Hace un tiempo les preguntaron a dos conocidas mujeres de
la televisión qué entendían por FIDELIDAD. Ambas expresaron conceptos
similares: que estando en pareja, si pasaba alguien que les “impactara”, debían
ser fieles... a sus emociones y probar...
No nos sorprendamos. Este es el pensamiento de la mayoría de las
personas que no conocen a Cristo. Este no es el concepto de fidelidad que Dios
nos pide. Nos pide ser fieles a él y a su Palabra.
Cuando alguien no aprende a ser fiel a valores trascendentes desde su
niñez y adolescencia, en su adultez difícilmente será fiel a otra persona, por no
decir que es imposible que lo sea.
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No hace falta estar de novio para empezar a practicar la fidelidad, uno
puede ser fiel a Dios mucho tiempo antes. La práctica temprana de la fidelidad nos
dará la fortaleza de ser fieles a nuestras novias y en el futuro a nuestras esposas.
Difícilmente alguien que no sea fiel a Dios lo será con su novia o su esposa.
Cuando el Señor nos dice "no os unáis en yugo desigual con los infieles" (los
infieles a Dios) lo hace, entre otras cosas, justamente para que no suframos su
infidelidad.
Reflexión
No podemos negar la presión que los jóvenes y los no tan jóvenes sufrimos
hoy día. La pornografía, la liviandad sexual y el espíritu de infidelidad ya no
golpean a nuestra puerta, sino que se introducen en nuestra intimidad a través de
los medios de comunicación. Sólo siendo fieles al Señor, reteniendo su palabra y
con la ayuda de su Espíritu obtendremos la victoria que él nos dará.
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