puesta en escena macbeth

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Dramaturgia
CUARTO EJERCICIO: Macbeth (puesta en escena)
Profesor: Juan A. Vizcaíno
ADAPTACIÓN Y PUESTA EN ESCENA “LAS BRUJAS: MACBETH”
Uno de los primeros aspectos a tener en cuenta a la hora de elaborar una propuesta de
puesta en escena de la “escena tercera de las brujas”, sería determinar cual es el carácter
que le queremos otorgar a las mismas. Frente a varias posibles interpretaciones que se
pueden hacer, desde mi punto de vista, considero más acertado tratar a estos tres
personajes como alejados de lo terrenal. Es decir, las brujas, en mi concepción de la
obra, se presentan como revelaciones/espectros en la mente del hombre, en este caso
Macbeth, y más concretamente me gustaría identificarlas con las intenciones ocultas de
la propia Lady Macbeth, aunque éste no sea el personaje al que ahora mismo nos
referimos, pero que a lo largo de la obra ejercerá una gran influencia sobre su marido.
A pesar de presentar a las brujas como tres seres independientes, sí me gustaría
otorgarles un cierto aspecto de unidad, sin que predomine la presencia de una de ellas
sobre el resto. Las tres tienen la misma relevancia en escena y lo que dicen se acerca a
una visión de conjunto más que a un enfrentamiento entre las partes. Por tanto,
mantengo algunas de las intervenciones por separado de cada una, pero también elimino
una primera parte del texto en la que se establece una especie de conversación.
Considero pues más relevante aquello que dicen las tres al unísono y que realmente
ejerce una gran influencia en los personajes, en este caso Banquo y Macbeth.
Por otro lado, he decidido respetar, casi en su totalidad, el texto original, al pensar que
tal vez una traslación a la contemporaneidad pudiera perder parte de la esencia de la
obra, sobre todo en la importancia de las palabras y silencios.
En cuanto a la ambientación he optado por hacer una traslación más o menos fiel de la
época, es así, que mantengo el período histórico original, que por otro lado acompaña al
texto isabelino. La escenografía se caracteriza por su austeridad a la par que
siniestralidad. Esto se acompañará de efectos como el humo artificial, que de alguna
forma permite ocultar en cierta medida el rostro de los personajes, y no les permite
mostrarse totalmente desnudos ante el espectador. Los personajes de Shakespeare, como
seres complejos y humanos, tienen dos caras y ocultan una parte de ellos mismo. El
humo, por tanto trata de recrear su parte oscura en cierto sentido, no accedemos a ellos
fácilmente. La decisión de no resaltar demasiados aspectos de la escenografía o atrezzo,
viene dada por la necesidad de trasvasar toda la carga dramática en el actor. No es otro,
sino éste el que nos va a conducir a lo largo de la historia.
A continuación paso a exponer mi dramaturgia personal o adaptación sobre la escena de
Shakespeare.
ESCENA TERCERA
Risas de mujeres viejas que se interrumpen.
(Truenos. Se escucha a las brujas)
TODAS
Fernando Lorenzana
Dramaturgia
CUARTO EJERCICIO: Macbeth (puesta en escena)
Profesor: Juan A. Vizcaíno
En esta parte el humo impregna toda la escena. Una tela traslucida se interpone, sin
poder ver claramente la definición de los rostros. No vemos a las brujas. El ambiente
sonoro crea la atmósfera. El humo se va disipando progresivamente. El aspecto físico de
las brujas es asexuado con el fin de alejarlas lo mayor posible de lo terrenal. Para ello
utilizarán máscaras de escayola blancas y de aspecto derretido, sin demasiada definición
para potenciar la siniestralidad. Llevan el pelo blanco y túnicas negras sin entalle. Las
brujas hablan con un acento extranjero para incrementar la difícil comunicación con
Banquo y Macbeth.
Con las manos cogidas, hermanas hechiceras,
como heraldos del mar y de la tierra,
dando vueltas, girando,
tres por ti, tres por mí,
sean tres más, nueve, así.
BRUJA TERCERA
¡Silencio! ¡Un tambor allí suena!
Es Macbeth que ya llega.
(Entran Banquo y Macbeth)
Banquo y Macbeth siempre entran por la izquierda, como se hiciera en la tragedia
clásica, identificando esta entrada como una llegada del exterior. Estos personajes se
disponen en un segundo plano frente a la mayor presencia de las brujas. Mayor
presencia física de Macbeth en escena en relación con su estatus frente a Banquo,
interpretado por un actor de menor estatura. Fuerte contraste físico entre ambos
personajes.
MACBETH
¡Qué día tan hermoso!
BANQUO
Tanto Banquo como Macbeth crean un fuerte distanciamiento con “el personaje” de las
brujas. La separación física es palpable.
Y éstas, ¿quiénes son
de aspecto tan extraño y tan ajadas?
¿Estáis vivas? ¿Sois seres
que nadie puede interrogar? Diría que me entendéis.
Podríais ser mujeres;
vuestras barbas me impiden, sin embargo, creer
que lo sois.
MACBETH
Hablad, si es que podéis. ¿Quiénes sois?
Fernando Lorenzana
Dramaturgia
CUARTO EJERCICIO: Macbeth (puesta en escena)
Profesor: Juan A. Vizcaíno
Las brujas empiezan a moverse en círculos alrededor de los dos protagonistas. Se
convierten en una unidad.
La luz aparece ahora desde abajo para resaltar lo grotesco de las expresiones de las
brujas, dándoles un cierto carácter expresionista. La iluminación cenital sirve de relleno.
BRUJA PRIMERA
¡Salve, Macbeth! ¡Señor de Glamis, salve!
BRUJA SEGUNDA
¡Salve, Macbeth! ¡Señor de Cawdor, salve!
BRUJA TERCERA
¡Salve, Macbeth! ¡Salve a ti, que serás rey!
Se escuchan risas de las brujas
BANQUO
Lo dice girándose sobre sí mismo siguiendo el movimiento de las brujas. La actuación
debe resultar bastante externa, casi a la altura de la caricatura de las brujas. Se trata de
un momento álgido que debe potenciarse con la acción de los personajes. Su
movimiento no debe resultar fluido, sino estar fraccionado, algo que ayuda a evocar la
contradicción interna del personaje.
Señor, ¿por qué te asusta
lo que tan bello suena? Decidme,
¿sois espectros? ¿O sois exactamente
lo que aparentáis ser? Habéis saludado
a mi señor con su presente título,
y una esperanza tal de reino.
¿No decís nada para mí?
BRUJA PRIMERA
Tú, menos grande que Macbeth, auque más grande.
BRUJA SEGUNDA
Menos dichoso, pero más dichoso.
BRUJA TERCERA
Padre de Reyes, aunque no seas rey.
¡Salve, Banquo y Macbeth!
Fernando Lorenzana
Dramaturgia
CUARTO EJERCICIO: Macbeth (puesta en escena)
Profesor: Juan A. Vizcaíno
BRUJA PRIMERA
¡Salve, Banquo y Macbeth!
MACBETH
Quedaos, imperfectos oráculos y decidme más.
Yo soy señor de Glamis, y lo sé;
pero, ¿por qué de Cawdor, cuando está vivo aún
y en la prosperidad? Y el llegar a ser rey
Está lejos de lo imaginable.
Decid, ¿de qué lugar
sacasteis tales nuevas?
¡Habladme, yo os lo ordeno!
La desaparición se escenifica a través de un cambio generalizado en la iluminación.
Desaparece la tela traslucida. Se vuelve a una iluminación más general y clásica,
desapareciendo la siniestralidad anterior. Se hace desaparecer a las brujas por medio de
la ocultación detrás del humo. La posición de Banquo y Macbeth antes y justo en el
instante posterior a la desaparición de estas brujas debe ser exactamente la misma,
creando así la ilusión de que estamos ante una visión de estos personajes. Se encuentran
ante espectros.
(Las brujas desaparecen)
La actuación ahora debe resultar mucho más íntima, frente a la excitación del momento
de revelación anterior.
BANQUO
¿Por dónde se desvanecieron?
MACBETH
Por el aire; y lo que corpóreo parecía
disuelto está, como en el viento la respiración.
BANQUO
Las cosas de que hablamos, ¿estuvieron aquí?
MACBETH
Tus hijos serán reyes.
BANQUO
Fernando Lorenzana
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CUARTO EJERCICIO: Macbeth (puesta en escena)
Profesor: Juan A. Vizcaíno
Y tú, rey.
MACBETH
También señor de Cawdor. ¿No fue lo que dijeron?
BANQUO
Ese fue justamente el tono y las palabras. ¿Quién se acerca?
La banda sonora se vuelve menos lúgubre. Ya no escuchamos el graznido de los
cuervos. Esto se acompaña de un cambio en la iluminación que rehúye ahora de los
contrastes y se hace más difusa y tenue.
Referencias visuales y estéticas
MÁSCARAS:
Fernando Lorenzana
Dramaturgia
CUARTO EJERCICIO: Macbeth (puesta en escena)
Profesor: Juan A. Vizcaíno
BRUJAS:
MACBETH:
BANQUO:
Fernando Lorenzana
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Profesor: Juan A. Vizcaíno
ATMÓSFERA:
Fernando Lorenzana
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