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APROXIMACIÓN DIAGNÓSTICA AL PACIENTE CON NÓDULOS CUTÁNEOS
M.V Duarte Marcelo José
Hospital Escuela de Pequeños Animales, Área de Clínica Médica en Pequeños Animales, Facultad de
Ciencias Veterinarias, U.B.A., Chorroarín 280 (1427), C.A.B.A.
INTRODUCCIÓN
Las lesiones dermatológicas son un motivo de consulta frecuente y permanente en la clínica
veterinaria, debido a la compleja estructura que presenta la piel (folículos pilosos, anexos
cutáneos, varios tipos celulares) las dermatopatías se manifiestan a través de múltiples lesiones
cutáneas y diferentes patrones dermatológicos en donde las presentaciones nodulares y/o
quísticas junto con los tumores y/o neoplasias cutáneas son las lesiones que suelen inquietar más
a los propietarios. En principio comenzaremos definiendo a cada una de estas lesiones primarias
ya que en la práctica muchas veces sus términos son utilizados de forma indistinta, a pesar de
hacer referencia a procesos de diferente naturaleza; Si bien, como veremos el protocolo de
abordaje es el mismo para todos cada uno de ellos presentan diferentes orígenes, por
consiguiente cambian sus tratamientos y pronósticos, por lo cual merecen ser diferenciados.
NODULO: Es una protuberancia sólida, circunscripta, palpable, mayor a un centímetro de
diámetro que puede extenderse hasta la dermis y el tejido subcutáneo.
QUISTE: Es una cavidad circunscripta cubierta de epitelio que contiene líquido o material denso
que le da una consistencia maciza o fluctuante.
TUMOR: Es un término que refiere a un nódulo o masa grande que incluye cualquier crecimiento
anómalo de carácter neoplásico o no, por ende lo definimos como una lesión prominente y sólida
con diferentes orígenes etiológicos.
NEOPLASIA: Es un crecimiento tisular exagerado, no coordinado con el tejido en el que se origina
y no está regulado por el organismo por lo cual es autónomo y persiste una vez que ha
desaparecido la causa que originó su crecimiento.
En general los nódulos, quistes y tumores cutáneos están formados por una masiva infiltración de
células inflamatorias o neoplásicas y menos frecuentemente por depósito de calcio, fibrina o
colágeno que se forman por un trastorno del desarrollo.
CARACTERÍSTICAS CLÍNICAS
Una de las clasificaciones más utilizadas en dermatología y que recomendamos utilizar para
abordar las distintas enfermedades cutáneas, es la que se basada en los patrones lesiónales
cutáneos. Tanto a los quistes como a los tumores cutáneos los vamos a incluir dentro del grupo de
dermatosis nodulares, en donde hacemos referencia a una dermatopatía en la cual el signo clínico
principal es la presencia de nódulos en el tejido cutáneo. Los nódulos pueden presentarse en
cualquier región corporal incluso en las mucosas y si bien suelen presentarse de forma localizada y
solitaria también pueden tener una presentación multifocalizada con múltiples regiones
corporales afectadas y son estas últimas las que representan un mayor desafío diagnóstico para el
clínico. También puede ocurrir, principalmente cuando las características macroscópicas son
diferentes (ej. aspecto, consistencia, tiempo de crecimiento, etc.) que en el paciente aparezcan
nódulos de diferente origen y que han crecido de forma simultánea o bien que sea un mismo tipo
de nódulo que se presenta de forma multifocalizada (ej. Linfoma cutáneo, mastocitoma). La
configuración (tamaño, forma y superficie), las características macroscópicas (presencia de pelo,
eritema, ulcera, pigmentación) y el examen minuciosos de los nódulos, orientará al clínico a
formular un diagnóstico diferencial y es el primer paso en el abordaje de una dermatosis nodular.
Las dermatopatías nodulares son un grupo de enfermedades clínico-patológicas impredecibles, de
presentación insidiosa y progresiva, por consiguiente implementar un protocolo diagnostico frente
a una dermatosis nodular es fundamental para el clínico veterinario ya que sus orígenes son
múltiples e involucran a varias entidades en donde dentro de los agentes etiológicos involucrados
encontramos algunos de carácter zoonótico, por lo cual el tratamiento a implementar en este
patrón dermatológico requiere como paso previo un diagnóstico etiológico certero. La mayoría de
los procesos nodulares/tumorales/neoplásicos son potencialmente curables si se procede
adecuadamente y a tiempo, siempre partiendo de la premisa de que “un diagnostico precoz es la
mejor arma frente a un proceso nodular” por consiguiente, no es correcto sugerir a los
propietarios que “observen estos procesos” para ver si presentan cambios o crecen; Solo después
de obtenido un diagnostico concreto es adecuado en algunos casos sugerir la observación de los
mismos sin intervención.
CLASIFICACIÓN
La forma más utilizada para clasificar a los procesos nodulares es en base al tipo de infiltrado
celular que le da origen y predomina. En función a este dato se los dividen en nódulos
inflamatorios o neoplásicos, también existe un tercer grupo de nódulos, algunos de ellos quísticos
que se generan por alteraciones en el desarrollo y obedecen a procesos benignos. Más allá de cual
fuese su origen cualquiera de los tres grupos puede manifestarse como una única lesión y
podemos encontrarlos como nódulos solitarios o bien se pueden presentar simultáneamente de
forma múltiple. Según cual fuese el agente etiológico responsable de su presentación, pueden
asociarse otros signos cutáneos o también podemos observar signos extracutáneos que
denotarían una afección sistémica, incluso podría presentarse concomitantemente un
compromiso multisistémico por afectar a más de un órgano en el paciente.
 NÓDULOS INFLAMATORIOS
INFECCIOSOS:








Bacterianos
Aerobios
Anaerobios
Micológicos
Pseudomicetoma
Micosis sistémicas
Parasitarios
Protozoarios
NO INFECCIOSOS








Inmunomediadas
Paniculitis nodular estéril
Alérgicos
Dermatitis nodulares eosinofílicas
Procesos metabólicos
Marcadores cutáneos (paraneoplásicos)
Xantoma cutáneo
Reacción a cuerpo extraño
 NÓDULOS NEOPLÁSICOS

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
Células epiteliales
Células mesenquimales
Células redondas
 ALTERACIONES DEL DESARROLLO



Quistes apocrinos
Quistes inclusión epidérmica
Nevos cutáneos
DIAGNÓSTICO
Antes de comenzar con nuestra pesquisa diagnostica hay varios puntos relevantes a saber y tener
en cuenta. Además del tiempo de evolución es importante conocer la velocidad de crecimiento y
como se manifestó primariamente la lesión nodular (características macroscópica) siendo de vital
importancia identificar la lesión primaria (pápula, nódulo, quiste…), su distribución cutánea
originaria y la que presenta actualmente, el compromiso de los linfonódulos regionales y la
presencia o no de prurito.
Al igual que en cualquier proceso dermatológico el protocolo de actuación ante una dermatosis
nodular, quística o tumoral (tanto para nódulos solitarios o múltiples) es el siguiente:
Reseña
Comenzamos con la reseña de nuestro paciente, si bien las dermatosis nodulares pueden aparecer
tanto en perros como en gatos la incidencia de este patrón es mayor en los perros puesto que
ellos están más predispuestos a desarrollar neoplasias cutáneas en comparación con los gatos,
pero si bien más allá de la especie se presentan en cualquier raza, sexo o edad existen razas que
presentan mayor predisposición a manifestar lesiones dermatológicas nodulares de diferentes
orígenes (e.j.boxer) y ciertos nódulos neoplásicos tanto benignos como maligno presentan una
marcada predisposición racial (ej. El Histiocitoma o el mastocitoma en la raza bóxer o los
adenomas sebáceos en la raza cocker). En lo que respecta a la edad al aumentar la edad de
nuestros pacientes aumenta la predisposición y prevalencia a desarrollar lesiones nodulares, por
ende la presencia de nódulos cutáneos son motivo de consulta más frecuente en animales
adultos/gerontes, sin embargo ciertos tumores como los histiocitomas o los quistes apocrinos
aparecen preferentemente en animales jóvenes.
Anamnesis
Como primer paso para determinar la causa que pudo haber originado este patrón dermatológico
es importante obtener a través de preguntas específicas y detalladas realizadas a los propietarios
una historia clínica del paciente lo más completa y precisa posible. La información obtenida en la
anamnesis, sumada a los datos que obtengamos en nuestra evaluación clínica y dermatológica
nos ayudará a confeccionar una lista con los diagnósticos diferenciales a tener en cuenta , además
nos orientara a decidir qué medidas tomar como también que ruta diagnostica seguir, por lo tanto
nos acercará ya en nuestra primer consulta al diagnóstico etiológico. Es imprescindible conocer
una serie de datos sobre el paciente y sobre las características del proceso nodular, como ser su
evolución y desarrollo que solo los podemos obtener a través de una detallada y ordenada
anamnesis.
Examen general
Cuando nos enfrentamos a un proceso que afecta al tejido cutáneo generalmente solemos
plantearlo como un problema exclusivamente dermatológico, pero en ocasiones la piel puede ser
el reflejo o un signo de un problema metabólico o sistémico. Debido a la gran diversidad de
etiologías potencialmente generadoras de lesiones nodulares cutáneas lo primero que debemos
realizar frente a nuestro paciente es un detallado y minuciosos examen clínico general antes de
avocarnos de lleno a la inspección del nódulo, ya que muchos de estos procesos nodulares no son
afecciones exclusivamente cutáneas, intentando identificar la presencia de signos extracutáneos
y/o alteraciones sistémicas que puedan o no estar asociadas a la presentación del nódulo (ej. en
el caso de tener un origen neoplásico puede ser un nódulo metastásico de una neoplasia primaria
que involucra a otro órgano o bien tratarse de un nódulo neoplásico cutáneo primario
potencialmente generador de metástasis a distancia). En el caso de encontrarnos con una lesión
nodular de presunto origen infecciosos podríamos tener asociados signos clínicos que nos harían
sospechar de una presunta infección e incluso las alteraciones sistémicas halladas nos podrían
revelar la afección de otro sistema orgánico indicándonos que los mismos podrían estar también
afectados por el mismo agente (e.j.criptococosis). Por ende debemos darnos el tiempo suficiente
para explorar exhaustivamente a nuestros pacientes, especialmente aquellos animales mayores,
los que presentan nódulos exudativos y en los que presentan procesos nodulares múltiples.
Examen dermatológico
Con un examen minucioso de los nódulos cutáneos, evaluando entre otras cosas su configuración
(morfología, tamaño, superficie), su aspecto (presencia de pelo, eritema, pigmentación, erosión,
ulcera), su consistencia (macizo, blando, fluctuante) y su distribución, es decir el dermograma que
presenta en el paciente, obtendremos gran parte de la información que orientará al clínico a
formular un diagnóstico diferencial e incluso un diagnostico presuntivo preliminar. Dentro de los
aspectos más importantes a tener en cuenta en la exploración de los nódulos evaluamos su
profundidad tratando de determinar que estructuras involucra, su movilidad, también su
consistencia, presencia de ulceración y/o tracto fistuloso y si el paciente presenta signos de dolor
(se lo lame, se resiste al tacto, inflamación, etc.); También evaluamos la presencia de prurito, que
si bien suele estar relacionada a etiologías inflamatorias incluyendo a las de origen infeccioso no
descarta un nódulo de origen neoplásico (ej.mastocitoma). En el caso de sospechar de un nódulo
de origen neoplásico debemos clasificarlo utilizando el sistema TNM en donde se lo estadifica a
través de datos que obtenemos en la exploración clínica del paciente y consiste en clasificar a las
neoplasias agrupándolas en estadios de pronostico semejante. Los estadios se determinan en
función de tres criterios clínicos: “T” características del tumor, “N” afección de los linfonódulos,
“M” presencia o no de metástasis. (Excepto mastocitoma y linfoma)
Los nódulos tienen una presentación progresiva e insidiosa que puede ser tanto aguda como
crónica, durante su evolución tanto su configuración, los caracteres macroscópicos, su
distribución (en los múltiples) como también el aspecto citológico de las lesiones pueden sufrir
modificaciones, por consiguiente el reconocimiento de las diferentes etapas de formación del
nódulo es muy importante en el momento de seleccionar la lesión más representativa y realizar la
toma de muestra para implementar los estudios complementarios que nos llevaran al diagnóstico
etiológico .
Estudios complementarios
En los animales de compañía, más comúnmente en caninos que en felinos las dermatosis
nodulares son de consulta frecuente. La gran cantidad de patologías que se expresan a través de
este patrón lesional y la similitud de las lesiones nodulares obligan al médico a requerir para su
diagnóstico al uso de exámenes paraclínicos como son la citología, la histopatología y los cultivos
de los nódulos entre otros.
Si bien de los estudios dermatológicos diagnósticos empleados tanto la citología, la histopatología
como también el cultivo bacteriano y/o micológico, son los procedimientos diagnósticos claves en
el protocolo diagnóstico de las dermatosis nodulares, pero no siempre es necesario requerir de
cada uno de estos estudios ya que como veremos, muchas veces la citología ya puede ser
diagnostica o revelar un diagnostico preliminar.
Citología
Sin dudas la biopsia es el método diagnóstico de elección frente a un proceso nodular de origen
neoplásico y la realización de cultivos tanto micológico como bacteriano de los tejidos profundos
de la piel nos confirmaría la presencia de un agente etiológico de origen infeccioso, sin embargo la
citopatología es la primer prueba diagnóstica a implementar y la principal herramienta clínica que
poseen los veterinarios en la clínica diaria, sobre todo para la evaluación de lesiones nodulares
cutáneas o subcutáneas. Por consiguiente la realización de un estudio citológico en estos procesos
nodulares es fundamental ya que a través del análisis de la celularidad de la lesión, obtendremos
datos claves del proceso, que nos permitirá arrojar un diagnostico preliminar presuntivo y en
ocasiones definitivo.
Es una técnica sencilla, económica, poco cruenta y rápida de realizar, con poco o nada de riesgo
para el paciente y puede ser interpretada por cualquier clínico entrenado.
La implementación de un estudio citológico como primera medida, brinda muchas ventajas en el
protocolo de diagnóstico de las dermatosis nodulares como ser:
“Se obtiene información valiosa acerca del origen y el potencial de malignidad”, nos permite
diferenciar precozmente si se trata de un nódulo de carácter inflamatorio o neoplásico. De
acuerdo al tipo y predominio de célula inflamatorias podemos clasificar al proceso nodular
inflamatorio (granulomatoso, piogranulomatoso, eosinofílico o purulento) y si es un nódulo de
carácter neoplásico podemos clasificarlo según sus caracteres microscópicos (células epiteliales,
fusiformes o redondas) e incluso predecir si se trata de un proceso maligno o benigno, evaluando
en las células la presencia o no de atipia (En función a los criterios de malignidad citológicos.)
“En algunos procesos inflamatorios de origen infecciosos permite llegar muchas veces a un
diagnóstico definitivo” (leishmaniosis, criptococosis)
“Nos permite dirigir la terapia o nos ayuda a tomar decisiones terapéuticas de forma rápida” En
el caso observar células neoplásicas con atipia, podemos abordar quirúrgicamente extirpando el
nódulo con bordes amplios de resección, como también en el caso de observar un proceso
infeccioso, podemos implementar la terapia adecuada para contrarrestar la infección.
Pero también el estudio citológico de los nódulos presenta algunas desventajas y limitaciones a
considerar:
“La citología examina células individuales sin contemplar la estructura arquitectural del tejido”.
“En ocasiones las muestras obtenidas tanto por P.A.F. como por impronta no son adecuadas o
representativas”
“La presencia de procesos secundarios (ulceración, necrosis, infección secundaria, etc.) altera y
restan fiabilidad al estudio”.
“En el caso de ser un nódulo de origen neoplásico, la valoración de los criterios de malignidad de
una neoplasia mediante citología es mucho más limitado que con la histopatología” además es
imposible determinar mediante esta técnica el grado de infiltración del tumor.
Es importante también aclarar que si bien en una citología se puede definir una neoplasia maligna
en función a la atipia celular, algunos procesos inflamatorios pueden producir cambios reversibles
en la morfología celular (displasia), similares a los observados en los procesos tumorales lo que
puede inducir a error de diagnóstico. De todos modos la realización de la técnica citológica por el
clínico siempre es recomendable, ya que podremos en la mayoría de los casos diferenciar entre un
proceso nodular de origen inflamatorio, tumoral o si estamos frente a una alteración del
desarrollo, aunque cabe remarcar que solo en citadas ocasiones nos permita excluir la realización
posterior de la histopatología (ej. Criptococosis, leishmaniosis).
La técnica citológica
Es una técnica sencilla que debe realizarse correctamente para optimizar los resultados:
Aspiración por aguja fina: se utiliza una aguja 21G (cono verde) sola o acoplada a una jeringa de
2,5 a 5 cm. En ambos casos se introduce la aguja con bisel hacia abajo hacia el centro del nódulo;
En el caso de no utilizar la jeringa se retrocede y se reintroduce la aguja en varias direcciones (en
abanico) sin sacarla por completo y rotándola en la misma maniobra tratando de obtener material.
Si utilizamos la jeringa obramos de la misma manera pero acompañamos los movimientos en
abanico realizando succión con el embolo dejando de ejercer presión negativa durante la retirada
para evitar la contaminación con sangre o células de los tejidos adyacentes. La muestra se
deposita en un porta objetos y se extiende ayudándose con otro porta, con el objetivo de que
quede una sola capa de células lo más integras posibles. Se deja secar al aire y se realiza la tinción
con el método diff-quick (tipo Romanowsky).
Histopatología
La citología no es una alternativa al estudio histopatológico, el mismo debe realizarse en todos los
casos de dermatosis nodular, a excepción de los casos en que a través de la citología ya tenemos
un diagnóstico certero y preciso (micosis sistémica, leishmania, histiocitoma) pero incluso en los
casos en el que el diagnóstico citológico de neoplasia de células redondas es certero, es necesario
categorizarlo a través de la histopatología para ver cómo se encara el tratamiento y poder dar un
pronóstico anticipado (ej. matocitoma, linfoma)
La biopsia de piel en la enfermedad dermatológica nodular proporciona una valiosa y abundante
información, sobre todo refiere sobre la naturaleza del problema, la profundidad de la lesión, las
estructuras involucradas y en la mayoría de los casos el diagnóstico definitivo.
El estudio histopatológico nos informa principalmente sobre:
1.
2.
3.
4.
5.
La naturaleza inflamatoria, hiperplasia o neoplásica del tumor
Nombre y origen tisular de la neoplasia
Benignidad o malignidad
Grado histológico dependiendo del tipo de neoplasia (ej. mastocitoma)
Presencia de células neoplásicas en los bordes de resección (que ayuda a predecir el
comportamiento biológico de la lesión nodular en el futuro.
Para que la histopatología obtenga un resultado fidedigno es de vital importancia que la elección
de la muestra y la obtención de la misma se realicen correctamente y así poder evitar diagnósticos
no concluyentes o erróneos. Por lo que se recomienda:
a) Si son nódulos múltiples tomar más de una muestra de diferentes localizaciones,
especialmente en el caso de que las características macroscópicas (color, consistencia,
tiempo de crecimiento, tractos fistulosos) son diferentes.
b) Tomar un nódulo entero y en el caso de ser demasiado grande tomar una muestra por
incisión (toma de parte del tumor) que abarque los bordes siempre incluyendo parte de
tejido enfermo y sano y otra muestra del centro.
c) Profundizar lo suficiente la toma de muestra en el caso de nódulos subcutáneos.
d) La administración de agentes antiinflamatorios afectan la apariencia histológica de los
nódulos, por consiguiente la terapia con glucocorticoides debe suprimirse antes de la toma
de biopsia; En caso de contaminación bacteriana superficial secundaria es recomendable el
tratamiento con antibioticoterapia sistémica antes de realizar la biopsia cutánea.
e) Ser cuidadoso en la toma y conservación de la muestra.
f) Se recomienda llevar siempre con el conjunto del nódulo a extirpar los trayectos de
aspiración con aguja fina y las cicatrices de biopsia incisional.
Si la histopatología revela la presencia de una dermatitis granulomatosa y/o piogranulomatosa
debemos sospechar que la dermatosis nodular esta originada por una infección bacteriana o
fúngica, en estos casos es sugerente la realización de tinciones especiales de las secciones
histológicas que puedan ayudar a revelar la presencia de los microorganismos. Las más utilizadas
son:
Tinción de Ácido Periódyco Schiff (PAS): para identificar hongos
Tinción de Ziehl-Neelsen (ZN): para Mycobacterium o Nocardia spp.
Es recomendable y puede ser útil tomar una muestra de un nódulo adicional en el caso en que se
decide realizar solo un estudio histopatológico inicialmente; La muestra se conserva congelada
envuelta en una gasa estéril humedecida con sn.fisiologica estéril y cubierta con papel de aluminio
para que en el caso de que la histopatología informe un diagnostico tentativo de procesos
infecciosos, poder utilizar cada mitad para cultivos bacterianos y fúngicos respectivamente. Ya que
el diagnostico e identificación del procesos infeccioso exacto se basa en el cultivo.
Cultivos de nódulos
Las dermatosis nodulares que están ocasionadas por procesos infecciosos consisten en una o
múltiples lesiones nodulares que se generan por la acumulación de células inflamatorias en la
dermis en donde también encontramos al agente etiológico que la origina, incluso en ocasiones
puede afectar también a la grasa del tejido subcutáneo produciendo una paniculitis. Las dermatitis
nodulares infecciosas se clasifican según el tipo de células inflamatorias que participan en el
proceso pudiendo ser:
Dermatitis piogranulomatosa: predominio de neutrófilos y macrófagos
Dermatitis granulomatosa: predominio de macrófagos y en los procesos crónicos presencia de
células gigantes.
Aquellos nódulos que liberan a través de tractos fistulosos un exudado subproductos de la
reacción inflamatoria generada, que no cesan con tratamientos empíricos con antibióticos o
antiinflamatorios, suponen un desafío diagnóstico y terapéutico para el clínico. Suelen estar
causados frecuentemente por organismos infecciosos de diferente naturaleza (bacterias, hongos,
virus, protozoos) pero también pueden obedecer a paniculitis estériles (principalmente en felinos)
y en menor medida a reacciones por cuerpo extraño, quistes epiteliales o de inclusión (que drenan
su contenido) y neoplasias que generan ulceras primarias y exudativas como un signo de
malignidad; Por consiguiente la identificación del microrganismo infeccioso es fundamental, ya
que los tractos fistulosos son un signo altamente sospechoso de un proceso infeccioso y requiere
de una investigación exhaustiva y meticulosa para identificar el microorganismo causal. Cabe
aclarar que el diagnóstico de un proceso de paniculitis nodular idiopática y estéril no siempre se
llega con la histopatología, ocurre que a veces se confirma solo cuando se ha descartado las demás
causas infecciosas a través del cultivo negativo y se corrobora con la respuesta al tratamiento.
Además tenemos que tener presente que muchos de los agentes infecciosos generadores de
dermatitis nodulares tienen implicaciones zoonóticas.
Entonces en aquellos pacientes con indicios de enfermedad infecciosa deben obtenerse muestras
tanto para cultivos como para histopatología, en donde las muestras deben ser lo suficientemente
profundas ya que deben incluir el tejido graso subcutáneo. Debemos tener presente que dentro
de los microorganismos bacterianos potencialmente causantes de dermatitis nodulares se
encuentran a bacterias GRAM – tales como: Micobacterias (Micobacterium spp.), Nocardia,
Actinomices, que tienen necesidades específicas de crecimiento, por consiguiente ante la
sospecha de algunas de ellas, se debe notificar al laboratorio sobre los microorganismos que
podrían estar implicados. Entonces se recomienda al clínico solicitar cultivos bacterianos de
bacterias aerobias, anaerobias y cultivos de hongos si el caso lo requiere.
Otros estudios complementarios
Tener en cuenta según el caso clínico (sospecha de nódulos neoplásicos, presentación multifocal,
nódulos con tractos fistulosos, etc.) y en función de lo que describa el diagnostico citológico (para
completar el diagnóstico y también con el propósito de dar un pronóstico), contemplar solicitar
además métodos de diagnóstico por imágenes (radiografías, ecografías, TAC, RMN), análisis de
sangre (hemograma, bioquímica, estudios serológicos.) y análisis de orina. En el caso de los felinos
incluir serología de FIV y FeLV para identificar cualquier trastorno inmunosupresor subyacente.
CONSIDERACIONES FINALES
Como conclusión de lo expuesto en este resumen, mencionaremos algunas recomendaciones
pertinentes dirigidas al clínico que lo ayudaran a orientarlo al diagnóstico etiológico y por
consiguiente poder implementar una terapia adecuada:
1) Hacer una revisación exhaustiva y completa junto a una anamnesis ordenada y
detallada en los pacientes con dermatosis nodular, incluso en aquellas presentaciones
únicas y especialmente en animales mayores.
2) Ante la evidencia de un nódulo cutáneo, abordar sin perder tiempo al diagnóstico, sin
restar importancia a estas lesiones ni perder tiempo esperando su evolución.
3) Realizar primariamente estudios citológicos de las lesiones nodulares cutáneas.
4) Biopsiar y remitir para su estudio histopatológico siempre que se sospecha de
neoplasia en el informe citopatológico y en todos las presentaciones múltiples.
5) En el caso de procesos nodulares neoplásicos extirparlos con márgenes amplios y
remitirlos a histopatología.
6) Cuando el estudio citológico informa sobre un proceso granulomatoso o
piogranulomatoso tomar siempre muestras de nódulos para cultivo bacteriano (aerobio
y anaerobio) y fúngico.
7) Las muestras para cultivos deben ser profundas e incluir el tejido subcutáneo graso.
8) En el caso de enviar solo muestras para histopatología (si el caso lo requiere) tomar una
muestra de más estéril para posibles cultivos en función de lo que informe la
histopatología.
9) Siempre solicitar las tinciones histológicas particularmente las que evidencian hongos.
10) Una vez obtenido el diagnostico, decidir el tratamiento médico y/o quirúrgico más
oportuno tras explicar al propietario los pro y contras de cada uno de ellos.
BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
Miller W.; Griffin C.; Campbell K.; Muller and Kirk: dermatología en pequeños animales, 7ª ed.,
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Patel A.; Forsythe P.; Soluciones Saunders en la práctica veterinaria: Dermatología de
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Cowell R.; Tyler R.; Meinkoth J.; DeNicola D.; Diagnostico citológico y hematológico del perro
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Martinez de Melo E.; Atlas de citología clínica del perro y el gato, España: Servet 2008.
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