11 LATERCERA Domingo 15 de diciembre de 2013 País Andrés Moro Los palestinos de Siria que no llegaron Vicario de la Pastoral Social y de los Trabajadores: “Falta que el Estado esté dispuesto a vivir lo que su ley de refugio promete” RR “Hubo conversaciones R Vicario anunció el cierre del programa de refugiados, que recibía fondos estatales. Acusa “falta de voluntad del gobierno”. R Asegura que el Ejecutivo rechazó un plan para traer familias palestinas desde Siria. Natalia Ramos Cuando hace dos años el sacerdote diocesano Andrés Moro (48) fue nombrado vicario de la Pastoral Social y de los Trabajadores, asumió, junto con este cargo, una segunda responsabilidad: encabezar el programa de refugiados, el cual fue creado hace 15 años para asistir a extranjeros que llegaban a Chile, debido a persecuciones en sus países de residencia. La proximidad de Moro con la inmigración es temprana. Por el trabajo de su padre, vivió hasta su adolescencia en Alemania, Colombia y Venezuela. Como cabeza chilena del programa de refugiados -ente ejecutor de Acnur, la Agencia de Naciones Unidas que aborda esta problemáticaorganizaba la estadía y acompañamiento de quienes, tras solicitar asilo, eran aceptados por la Subsecretaría de Interior, bajo esta fórmula de residencia. Sin embargo, este programa no se replicará en 2014. Según Moro, desde que en 2010 comenzó a regir la nueva ley de Refugiados, el consejo de admisibilidad -ente que define quiénes son aceptados como refugiados-, ha “restringido” el ingreso de personas con esta fórmula. De acuerdo con cifras de este programa, en los últimos tres años el porcentaje de aceptación no ha superado el 30%: mientras en 2011 se registraron 265 solicitudes de refugio, de las cuales 52 fueron aprobadas; en 2012 fueron aceptados 28 de los 168 solicitantes. Hasta noviembre de 2013, de 221 solicitudes de refugio, 11 habían sido aceptadas. Desde la Vicaría, y a menos de una semana del cierre del programa, Moro atribuye esta baja a “una razón económica”, y a que “no ha habido de parte del gobierno una real voluntad de sacar adelante este tema”. ¿Cuál es el problema que enfrentan los extranjeros que solicitan refugio en Chile? El problema es la intención que hay en el consejo de admisibilidad, de ponerse más duros o más blandos. Estamos hablando de aplicar con criterio la ley, y si Chile quiere ser un país de refugio, tiene que acoger con criterio. Hoy hay un descriterio porque más de 300 personas piden refugio espontáneo y sólo aceptamos 12 o 13 al año. Me causa sorpresa que todos los meses sea tan sistemático el rechazo (...). Entonces aquí hay una dicotomía entre una política que, a partir de la ley es muy abierta a recibir refugiados, pero en su aplicación más concreta, es tremendamente restrictiva y crítica frente al refugiado. Desde su punto de vista, ¿a qué se puede deber esto? Yo creo que aquí hay, lamentablemente, una razón económica, porque la ley otorga grandes beneficios al refugiado, en cambio, con el inmigrante es casi responsabilidad de cada uno rascarse con sus propias uñas. Por eso creo que, lamentablemente, se mira con tanta lupa a cada uno, porque no se ve personas, sino que un gasto. Nos empobrecemos cuando negamos la calidad de refugiado, solamente por no querer gastar más. ¿Qué organismos son responsables de esto? Los que llevan el tema de la admisibilidad para ser aceptado como refugiado en Chile son el Ministerio del Interior, a través de su Servicio de Extranjería. Su subsecretaría es la que decide también las misiones de paz, que son grupos de refugiados que las Naciones Unidas solicitan, a distintos gobiernos, para que puedan recibir en sus países. Chile no ha tenido misiones de paz. Se les ha preguntado si estarían dispuestos a realizarlas, ya sea con grupos protegidos de Colombia o de afuera de América Latina, y no ha habido un rechazo, pero tampoco un proceso real de búsqueda. Esa fineza diplomática de no decir no, pero tampoco decir sí. Al final, no ha habido de RR El vicario Andrés Moro anunció esta semana el cierre del Programa de Refugiados. FOTO: ARCHIVO REFUGIO A PALESTINOS EN SIRIA “Naciones Unidas planteó la inquietud hacia el gobierno; el gobierno no dijo que no, pero tampoco mostró ningún camino para hacerlo”. parte del gobierno una real voluntad de sacar adelante este tema. En 2008 llegaron a Chile, en una misión de paz, más de 100 palestinos que se habían refugiado en Irak. ¿Ha habido invitaciones posteriores a Chile? Las Naciones Unidas pidió que se pudiera considerar una misión humanitaria, homologando lo que se hizo con los palestinos de Irak, para hacer lo mismo con los palestinos que están huyendo de Siria. Hasta el momento no ha habido ningún acercamiento de las partes; ni del gobierno ni de Acnur. Se habló, hace más de siete u ocho meses, pero siempre a lo chileno. Nunca hubo ninguna propuesta formal del go- bierno de Chile de aceptar, ni tampoco ningún diálogo más allá de una visita protocolar de la encargada de Naciones Unidas de la región. Falta que el Estado de Chile esté dispuesto a vivir lo que su ley de refugio pide y promete. ¿Cuánta gente era? Decían que podía ser un grupo similar o un poco menor al de los palestinos, es decir, unas 70 personas. ¿Existe la posibilidad de que el programa pueda volver a funcionar, si se concreta la llegada de misiones de paz? El problema de que no hayan refugiados en Chile no es porque no quieran llegar; no hay refugiados, porque no se deja que los haya. La vicaría está completamente abierta a volver a armar un programa de refugio, yo estuve hace un tiempo en Ginebra (sede de Naciones Unidas) y ellos están dispuestos a poder levantar automáticamente una misión protegida, el punto es que la mirada hacia el refugiado es tremendamente restrictiva y sospechosa y así no podemos seguir.b para traer a un nuevo grupo de palestinos, pero en 2012 ya teníamos el conflicto armado en Siria”, afirma Gabriela Saavedra, jefa de la sección de Refugio de Extranjería, quien sostiene que, por este motivo, la respuesta del gobierno a Acnur fue otra: “(El subsecretario) les pidió una propuesta de programa de reasentamiento de sirios. Esa propuesta, que tiene que hacerla Acnur, nunca llegó”. Agrega, además, que solicitaron al organismo internacional información sobre los palestinos que, según la propuesta, se reasentarían en Chile, pero que no llegaron los datos: “Pedimos los listados de los palestinos, pero no los obtuvimos”. En cuanto a la cantidad de refugiados que pudo llegar, Saavedra asegura que la propuesta contemplaba a cerca de “13 personas”. A través de una declaración, la Subsecretaría de Interior sostuvo que la vicaría “ha sido una de las instituciones beneficiadas con los aportes del gobierno a través del Departamento de Acción Social”, entidad encargada de suscribir y financiar convenios de colaboración con instituciones públicas o privadas, nacionales o extranjeras, “que tengan reconocida competencia en materia de refugio”. Según detalla el documento, en 2011 la vicaría recibió $ 133.840.000, mientras que en 2012 este presupuesto alcanzó los $ 46 millones. En 2013, aportes equivalentes a $ 72 millones fueron derivados al Instituto Católico Chileno de Migración, quien se haría cargo de los refugiados. BENEFICIOS Subsistencia Tras lograr la calidad de solicitante de refugio, el ciudadano extranjero recibía $ 90 mil mensuales del gobierno, los cuales -dependiendo del grado de vulnerabilidad- se podían prolongar hasta por tres meses. Acnur otorga entre los $ 110 mil y los $ 140 mil. Ambos beneficios no se entregan simultáneamente, y eran distribuidos por la vicaría. Comisión de Reconocimiento La entidad está compuesta por dos representantes del Ministerio del Interior, dos de la Cancillería y uno de Acnur. La comisión es presidida por el jefe del Departamento de Extranjería y Migración y evalúa las peticiones de acuerdo con la Ley 20.430.