21 LATERCERA Domingo 21 de junio de 2015 RR Prince Isemwami (30) huyó del Congo, debido a la crisis política en la zona donde residía. FOTO: JOSE LUIS MUÑOZ. Bagdad natal, debido a la inestabilidad política y social en la que se encontraba su país tras la caída de Saddam Hussein y la consecutiva guerra. Vivió dos años en un campamento de la ONU en la frontera entre Irak y Siria, lejos de sus padres y sin patria, hasta que gracias a un programa de reasentamiento de refugiados del gobierno chileno, ella y otros 116 palestinos desplazados por el conflicto pudieron resguardarse en esta nación. “Nunca había escuchado de un país que se llamaba Chile”, dice entre risas Fardos. Agrega que “llegó una persona del gobierno chileno y nos preguntó si queríamos salir con un grupo de refugiados del campamento hacia acá. Ellos nos contaron de Chile, que era lindo, y lo más importante, que no íbamos a tener que estar viviendo en un carpa”, agrega Fardos, mientras mira a su pequeña hija Maram. “Ella nació en el campamento”, puntualiza. Fardos es parte del universo de 1.234 personas que se encuentran reconocidas como refugiados en Chile, de acuerdo a los registros del Departamento de Extranjería y Migración del Ministerio del Interior. Un 80% de estas personas (976) son colombianas, 121 son palestinas, mientras que en tercer lugar se sitúan 21 ecuatorianos y 20 congoleños. Prince Isemwami es uno de los congoleños que decidió venir a Chile por la inestabilidad política en el Congo. Su historia fue distinta a la de Fardos, llegó solo, en calidad de turista el 2006 y pidió el refugio al pisar tierra chilena. “La guerra en el Congo empezó en 1997, y desde que comenzó no ha parado, ha sido intermitente (...). Mi país es muy rico. Tenemos diamantes, hierro y coltán, y en el Kivu, que El 80% de los refugiados en Chile son colombianos. Les siguen los palestinos, ecuatorianos y congoleños. La Ley 20.340 es la que regula la situación de las personas desplazadas que arriban a Chile, normando su protección. El Estado otorga asistencia a estas personas en materias como tramitación de visas, idioma y ayuda económica. Si bien los refugiados en Chile valoran la apertura del gobierno chileno, critican la falta de garantías en materias como la inserción laboral. es de donde yo provengo, la guerra que hay actualmente es por el coltán, un material con el que se hacen los teléfonos y computadores. En mi país hay gente que milita contra Africa para financiar rebeldes y robar el coltán”, explica para poner en contexto su travesía desde Africa. Añade que su plan inicial no era venir a tierras chilenas.“ Yo quería ir a Australia para pedir refugio, pero conseguir la visa era complicado. Entonces, con mi padre decidimos ir a Kenia, que es un país estable, ahí conocí a un chileno que tiene un local de comida y me ayudó. Llegué como turista ( a Chile) y pedí el refugio. Me aceptaron como refugiado político”. A pesar de que Isemwami tuvo que lidiar con una serie de complejidades en un comienzo, como la barrera idiomática y las diferencias culturales, logró encontrar trabajo en el sector hotelero de Santiago, se casó con una chilena y formó una agrupación cultural de africanos y afrodescendientes, la cual busca difundir esta cultura en Chile. “Lo que hacemos es orientar a los africanos que llegan, ayudarlos para que aprendan a hablar español, en sus estudios, en cómo buscar trabajo. A mí me pasó cuando llegué que me estafaron o que no tenía contactos, entonces, la idea es que a otros no les pase. De todas maneras, necesitamos ayuda para nuestra organización e impulsarla”, subraya Prince. El refugio en Chile El año 2000, Naciones Unidas estableció el 20 de junio como el Día Internacional del Refugiado. En Chile, la ley que regula actualmente la situación de los desplazados de manera forzada es la número 20.340, la cual establece los fun- RR Muhamad Anwar llegó de Afganistán en 2003. FOTO: JOSE LUIS MUÑOZ damentos de la protección en estos casos. Respecto de los alcances y accesos al refugio, el director de Extranjería y Migración, Rodrigo Sandoval, señala que es un concepto que ha ido evolucionando. “Inicialmente lo que tenía que haber era una amenaza directa sobre la persona, pero después este concepto se amplía y hoy se reconoce que puede tener la calidad de refugiado una persona que aun sin tener una amenaza directa, también la pueda percibir en un contexto de inseguridad”. Agregó que “tienes derecho a una visa de solicitante de refugio por ocho meses. Después de ese tiempo, hay dos posibilidades; si alcanza a ser calificado tu caso y quedas como refugiado, adquieres esa categoría en forma definitiva; si no se alcanza a ver el caso, se puede dar una prórroga hasta que sea revisado, y si se te rechaza, se trata de ver una forma de optar por una de las otras vías de ingreso”. En el caso de las personas refugiadas, el Estado apoya las tramitacio- nes de visas, asistencia idiomática y de carácter económico para alimentación y vivienda, dependiendo de cada caso en particular. Este último aspecto genera algunas críticas de parte de las personas desplazadas en nuestro país. “Creo que Chile da la oportunidad, pero considero que al gobierno le falta organización para ayudar a los refugiados. Es decir, mayores garantías, como sucede en otros lugares en los que se preocupan por temas como la inserción laboral”, comenta el refugiado afgano Muhamad Anwar, quien reside en Chile con su familia desde el año 2003 y quien señala que si bien “volvería de visita a Afganistán, no lo haría para vivir”. Mañana, 65 de los más de cien palestinos reasentados en 2008 en el país recibirán su carta de nacionalidad en el Palacio de La Moneda. En paralelo, en distintas partes del mundo, más de 60 millones siguen a la deriva en las fronteras, en la búsqueda de una nueva vida. b