6. El grupo poético del 27 TEMA 6: EL GRUPO POÉTICO DEL 27 Está formado por una serie de escritores que publican sus obras más representativas entre 1920 y 1935, reunidos en torno a la Residencia de Estudiantes de Madrid y el Centro de Estudios Históricos. Recibe el nombre de la celebración de un acto organizado en 1927, para conmemorar el tricentenario de la muerte de Góngora, poeta al que admiraban. Poseían una formación intelectual semejante. La mayoría son universitarios y algunos llegan a ser profesores (Generación de los poetas-profesores). Estuvieron vinculados a la Residencia de Estudiantes, bien como residentes, bien participando en actividades allí organizadas. Publicaron su poesía en las mismas revistas literarias: “Revista de Occidente”, “Litoral” y “Mediodía” y participaron juntos en gran cantidad de actos, homenajes, tertulias, etc. Cada uno de los poetas cultiva la poesía con una voz muy original; sin embargo todos ellos comparten rasgos comunes: - - Mezcla de tradición y modernidad: sienten una gran pasión por la literatura tradicional española tanto del Romancero (en Lorca y Gerardo Diego), de la poesía del cancionero (en Rafael Alberti), de Garcilaso de la Vega (en Luis Cernuda) y sobre todo de Góngora como creador de un lenguaje específico para la poesía y de Bécquer con su concepto depurado y hondo de la poesía y de la misión del poeta. Por otro lado, el influjo de Juan Ramón Jiménez y de los –ismos (sobre todo del Surrealismo). Cultivo intenso de la imagen y la metáfora; el poeta debe esforzarse en crear imágenes alejadas del lenguaje corriente. Innovación métrica; se utiliza el versículo junto a estrofas tradicionales. Variedad de temas, por un lado vanguardistas (relacionados con la técnica, lo moderno…) y por el otro los tradicionales (como el amor, la muerte…). En la evolución del grupo poético se distinguen tres fases que coinciden con las diversas circunstancias históricas: Primera Etapa: Abarca los primeros años veinte. Este período se caracteriza por la influencia de las vanguardias y de la poesía pura de Juan Ramón Jiménez aunque se percibe también el poso de la lírica tradicional sobre todo en los primeros libros de Alberti, Lorca…Se centra en la obsesión estética y la depuración del lenguaje. Segunda Etapa: Se desarrolla a partir de 1928. La mayoría de los autores se afilian a partidos políticos y colaboran con la izquierda. Estéticamente coincide con la aparición del Surrealismo y en los poetas se produce un proceso de rehumanización intensificando el compromiso social y acercándose a la poesía de Antonio Machado. 1 Tercera Etapa: Después de la Guerra Civil el grupo de dispersa. Algunos han muerto (Lorca), otros permanecen en España (Dámaso Alonso) y la mayoría (Rafael Alberti, Pedro Salinas…) están en el exilio y reflejan en sus obras la nostalgia de una tierra lejana. En el plano artístico cada poeta se encamina hacia una estética particular aunque comparten temas como el sufrimiento de la guerra y sus consecuencias (el exilio, la censura y la miseria). Los componentes de la generación del 27 son: Pedro Salinas, Jorge Guillén, Vicente Aleixandre, Gerardo Diego, Luis Cernuda, Rafael Alberti, Dámaso Alonso, Federico García Lorca, Manuel Altolaguirre y Emilio Prados. Pedro Salinas (1891), influido por la obra de Juan Ramón Jiménez, cultiva la poesía pura, utiliza un lenguaje intelectualizado. La fama le llega con La voz a ti debida, Razón de amor y Largo lamento, libros que le convierten en un poeta amoroso. Jorge Guillén (1893), es el representante más destacado de la poesía pura dentro de la generación. Mantiene una concepción optimista y equilibrada de la vida como hace en Cántico. Tras la guerra sus libros protestan ante la injusticia, como se ve en Clamor. Vicente Aleixandre (1898), parte de una concepción pesimista del mundo que evoluciona hacia una poesía de comunicación vinculada a la tendencia social de los años cincuenta. La mayoría de su obra se ve influenciada por el Surrealismo, por lo que utiliza el versículo. De su producción destacan: Espadas como labios; La destrucción o el amor; Historia del corazón. Gerardo Diego (1896), destaca en él la variedad de los temas y su dominio de la métrica y el lenguaje. En su obra alterna la tradición y la vanguardia. Su Antología de la nueva poesía española (1932) dio a conocer al grupo poético. Luis Cernuda (1902), su obra La realidad y el deseo resume la temática de su poesía que plasma el choque entre los anhelos del ser humano y las trabas sociales, sintetizando lo que había cultivado en sus principales obras los placeres prohibidos y Donde habite el olvido. Rafael Alberti (1902), su poesía está marcada por la variedad de estilos y temas y por el dominio de la métrica. Su obra evoluciona desde los versos más tradicionales en Marinero en tierra, pasando por los acentos gongorinos y vanguardistas de Sobre los ángeles, para, finalmente cultivar una poesía comprometida en El poeta en la calle. Dámaso Alonso (1898), ayudó a la revalorización de Góngora gracias a sus estudios sobre el poeta. Sus primeros poemas se adscriben a la poesía pura en El viento y el verso, pero avanza en Hijos de la ira al tema del duro ambiente de la posguerra. Federico García Lorca (1898), autor de grandes contrastes se une en su poesía lo culto y popular, lo tradicional y la vanguardia consiguiendo que su obra sea humana y original. Le obsesionan los temas como la soledad, el destino trágico, los seres marginales y consigue imágenes de gran fuerza y originalidad. Sus poemas van desde la expresión del dolor de Andalucía, como en Poema del cante jondo y el Romancero gitano hasta las inquietudes sociales plasmadas en Poeta en Nueva York bajo la estética surrealista. Sus últimos poemas como Sonetos del amor oscuro, muestran un poeta apasionado, dolido por la vida y un amor no correspondido. Manuel Altolaguirre (1905) y Emilio Prados (1899), son los menos conocidos de la generación. Del primero de ellos se destacaría su poesía humana y tradicional. Destaca su obra Las islas invitadas. El segundo cultiva los temas existenciales, su obra más conocida es Jardín cerrado.