Lesiones incidentales desmielinizantes en resonancia magnética

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ORIGINAL
Lesiones incidentales desmielinizantes en resonancia
magnética: estudio de 11 casos con seguimiento
clinicorradiológico y revisión de la bibliografía
Alba Sierra-Marcos, Raquel Mitjana, Joaquín Castilló, Mari Carmen Edo, Alejandro Horga-Hernández,
Mar Tintoré, Jordi Río-Izquierdo, Cristina Auger-Acosta, Àlex Rovira, Xavier Montalban
Introducción. La extensa aplicación de estudios de resonancia magnética (RM) conlleva un aumento en la detección de
alteraciones de la sustancia blanca del sistema nervioso central.
Objetivo. Investigar la evolución de pacientes sin síntomas neurológicos previos, con hallazgos de RM altamente sugestivos de esclerosis múltiple (EM).
Pacientes y métodos. Estudio descriptivo de once pacientes con RM sugestiva de EM. Mediante seguimiento longitudinal
se determinaron la progresión radiológica y la conversión a síndrome neurológico aislado y EM clínicamente definida.
Resultados. Se identificó a 11 pacientes (7 mujeres y 4 varones), con una edad media de 36 años (rango: 28-48 años),
sometidos a RM por cefalea (n = 2), prolactinoma (n = 2), radiculalgia (n = 3), traumatismo craneoencefálico (n = 1), síncope (n = 1), patología nerviosa periférica (n = 1) y crisis epiléptica (n = 1). El número medio de criterios Barkhof-Tintoré en
la RM inicial fue de 3. El estudio de bandas oligoclonales fue positivo en 6 casos y en 9 pacientes se realizaron potenciales
evocados visuales (3 patológicos). El seguimiento medio fue de 2,9 años (rango: 2 meses-11,9 años). El tiempo medio
entre la primera y la segunda RM fue de 2,03 años. Se identificó una progresión radiológica en 7 casos (5 de ellos con
captación de gadolinio). Cinco pacientes convirtieron a síndrome neurológico aislado, con un tiempo medio desde la RM
inicial de 4,13 años. De ellos, tres pacientes presentaron conversión a EM clínicamente definida, dos en forma recurrenteremitente (tras 8,54 años de media desde la RM inicial) y otro en forma primaria progresiva.
Conclusión. La identificación de lesiones incidentales altamente sugestivas de EM podría ayudar a constituir un grupo de
sujetos con riesgo aumentado de desarrollar EM.
Palabras clave. Enfermedades desmielinizantes. Esclerosis múltiple. Lesiones incidentales. Resonancia magnética. Síndrome neurológico aislado.
Introducción
Los estudios de neuroimagen mediante resonancia
magnética (RM) se utilizan cada vez con mayor frecuencia, tanto en investigación como en la práctica
clínica diaria. Asimismo, las técnicas y secuencias
empleadas se encuentran en continuo desarrollo, por
lo que se consigue una mayor resolución y sensibilidad diagnóstica. Todos estos avances han llevado
a un incremento en la detección de lesiones incidentales en el sistema nervioso. Estas lesiones se
encuentran de forma inesperada, sin relación con el
propósito de la exploración, y presentan una potencial relevancia clínica. Sin embargo, su evolución
natural es, con frecuencia, desconocida, y puede diferir con respecto a las alteraciones sintomáticas de
apariencia radiológica similar.
El hallazgo de lesiones con determinadas características morfológicas y topográficas puede sugerir
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la presencia de patología desmielinizante subyacente (lesiones ovoides homogéneas, bien circunscritas, de distribución periventricular, en el cuerpo
calloso o infratentoriales, mayores de 3 mm). De
esta forma, puede surgir la cuestión de que el estudio de neuroimagen corresponda a un paciente con
una esclerosis múltiple (EM) asintomática o en fase
preclínica.
Es conocido que las características de la RM inicial tras un primer brote sugestivo de patología desmielinizante o síndrome neurológico aislado (SNA)
constituyen la principal herramienta para estratificar el riesgo de conversión a EM clínicamente definida (EMCD) [1]. Así, tras un brote sugestivo de
patología desmielinizante, la presencia de lesiones
de la sustancia blanca hiperintensas en T2 se asocia
a un incremento del riesgo de EM; la especificidad
y el valor predictivo positivo aumentan si se cumplen los criterios Barkhof-Tintoré [2,3].
Servicio de Neurología;
Centre d’Esclerosi Múltiple de
Catalunya-CEMcat (A. SierraMarcos, J. Castilló, M.C. Edo, A.
Horga-Hernández, M. Tintoré,
J. Río-Izquierdo, X. Montalban).
Servicio de Radiología; Unidad de
Resonancia; Hospital Universitari
Vall d’Hebron (R. Mitjana,
C. Auger-Acosta, A. Rovira).
Barcelona, España
Correspondencia:
Dra. Alba Sierra Marcos.
Servicio de Neurología. Hospital
Universitari Vall d’Hebron. Pg.
Vall d’Hebron, 119-129. E-08035
Barcelona.
E-mail:
[email protected]
Aceptado tras revisión externa:
04.05.10.
Cómo citar este artículo:
Sierra-Marcos A, Mitjana R,
Castilló J, Edo MC, HorgaHernández A, Tintoré M,
et al. Lesiones incidentales
desmielinizantes en resonancia
magnética: estudio de 11
casos con seguimiento
clinicorradiológico y revisión de
la bibliografía. Rev Neurol 2010;
51: 129-34.
© 2010 Revista de Neurología
129
A. Sierra-Marcos, et al
El objetivo de nuestro trabajo es describir las características clínicas y radiológicas de 11 pacientes
sin historia previa de síntomas neurológicos remitentes sugestivos de EM, que fueron remitidos a
nuestro centro por presentar lesiones de características inflamatorio-desmielinizantes en una RM
realizada por otro motivo. Asimismo, se analizará
la conversión a SNA y EMCD.
Pacientes y métodos
Los pacientes incluidos en este estudio fueron remitidos al Centre d’Esclerosi Múltiple de Catalunya
desde septiembre de 1997 hasta agosto de 2009 por
presentar una RM altamente sugestiva de patología
desmielinizante. Los estudios de neuroimagen se
realizaron en diferentes instituciones por diversas
patologías no sugestivas de EM, y se revisaron, posteriormente, de forma estandarizada por un radiólogo experto en EM de nuestro centro. Los pacientes
con secuencias incompletas fueron sometidos a un
nuevo estudio de RM craneal, mediante la utilización de campos magnéticos de 1,5 T y secuencias
potenciadas en T2 y T1, sin y con gadolinio. En el estudio se incluyó a aquellos pacientes con lesiones hiperintensas en T2 > 3 mm y de morfología ovoidea,
con localizaciones típicas periventricular, yuxtacortical, pericallosa o infratentorial; seguidamente, se
aplicaron los criterios Barkhof-Tintoré. Los sujetos
incluidos fueron valorados por neurólogos especialistas en enfermedades desmielinizantes y se realizó
una anamnesis detallada para confirmar la ausencia
de síntomas previos sugestivos de EM, así como una
exploración neurológica que incluyó la puntuación
en la Expanded Disability Status Scale (EDSS).
Se realizaron los estudios pertinentes con la finalidad de descartar otras enfermedades vasculares,
metabólicas, inflamatorias, infecciosas y sistémicas
potencialmente causantes de las alteraciones en la
neuroimagen. Así, los pacientes se sometieron a
estudios analíticos, incluidos hemograma y bioquímica, anticuerpos antinucleares, anticuerpos antifosfolípidos, factor reumatoide, serologías frente al
virus de la inmunodeficiencia humana, virus herpes
simple, virus de la varicela zóster, virus de las hepatitis B y C, sífilis, citomegalovirus y virus de EpsteinBarr. Se realizaron otras exploraciones como tomografía axial computarizada torácica o gammagrafía
pulmonar, cuando se estimó necesario. Se analizó la
composición del líquido cefalorraquídeo (LCR) y se
evaluó la presencia de bandas oligoclonales (BOC)
por métodos de inmunoelectroforesis; la determinación se consideró positiva en caso de presentar
130
una o más bandas en el LCR, y no encontrarse presentes en suero. Por último, en nueve pacientes se
realizaron potenciales evocados visuales. Tras la recogida de datos mediante la revisión retrospectiva
de historias clínicas, se determinaron la evolución
clínica y radiológica que habían presentado estos
pacientes y se evaluó la presencia de diseminación
témporo-espacial en las sucesivas RM, así como la
progresión en la escala EDSS y la conversión a SNA
y/o EMCD (criterios de McDonald).
Resultados
Se identificó a 11 pacientes (7 mujeres y 4 varones,
con una edad media de 36 años (rango: 28-48 años).
En un caso se detectó un antecedente de EM en un
familiar de primer grado. Tres pacientes presentaban antecedentes patológicos previos: migraña con
aura visual (en este caso, la migraña no fue el motivo por el cual se realizó la RM), infección crónica
por el virus de la hepatitis B y enfermedad inflamatoria pélvica. El estudio de RM inicial se realizó por
los siguientes motivos: cefalea tensional y migrañosa (2), prolactinoma (2), radiculalgia (3), traumatismo craneoencefálico (TCE) (1), síncope (1), patología nerviosa periférica (1) y crisis epiléptica (1). El
tiempo medio entre la RM inicial y la primera visita
fue de 11,91 meses (rango: 1-66 meses). Respecto a
las características de la RM inicial, un paciente presentó un criterio Barkhof-Tintoré, tres presentaron
dos criterios, cuatro presentaron tres criterios y
tres pacientes presentaron cuatro criterios.
Los análisis sanguíneos, serológicos y de autoinmunidad fueron sistemáticamente negativos. Asimismo, en todos ellos se realizó un análisis bioquímico
del LCR y se demostró la presencia de BOC en seis
casos. Por otro lado, en tres de los nueve pacientes en
los que se realizó un estudio de potenciales evocados
visuales, éstos resultaron patológicos. El seguimiento
medio fue de 2,9 años (rango: 2 meses-11,9 años). El
tiempo medio entre la primera y la segunda RM fue
de 24,36 meses (rango: 14-47 meses). Se identificó
una progresión radiológica en siete sujetos (63,63%),
en cinco de ellos con captación de gadolinio. Durante el seguimiento, cinco sujetos (45,45%) presentaron
conversión a SNA –dos brotes de tronco (diplopía en
un caso y ataxia de la marcha en otro), dos sensitivos
(parestesias hemicorporales en un caso y hemifaciales en otro) y una neuritis óptica–. Posteriormente,
tres de estos pacientes presentaron conversión a
EMCD (27,27%), en dos casos en forma recurrenteremitente (tras un tiempo medio desde la RM inicial
de 8,54 años) y en otro caso en forma primaria pro-
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Lesiones incidentales desmielinizantes en RM: estudio de 11 casos con seguimiento clinicorradiológico
Tabla I. Características de los pacientes, incluidos edad y sexo, motivo de realización de la primera RM y número de criterios Barkhof-Tintoré, tiempo hasta la primera visita (meses),
tiempo entre la primera y la segunda RM (meses), presencia de DIT desde la primera RM (meses) y demostración de actividad inflamatoria, determinación de BOC y alteración de
los PEV, tiempo medio desde la primera RM hasta la conversión a SNA y a EMCD, administración de tratamiento inmunomodulador y tiempo de seguimiento (meses).
Paciente
Edad
Sexo
Motivo
1.ª RM
N.º criterios
de BarkhofTintoré
Tiempo
visita
(meses)
Tiempo
entre 1.ª
y 2.ª RM
DIT
(meses)
BOC
PEV
SNA
(meses)
EMCD
(años)
Tratamiento
Seguimiento
(meses)
1
31
Mujer
Migraña
3
31
20
20 (Gd +)
–
–
Sensitivo (156)
13,08
IFN b-1a sc
138
2
37
Mujer
Prolactinoma
2
37
NR
–
+
–
–
–
–
10
3
42
Varón
Cefalea tensional
3
42
14
25 (Gd –)
+
NR
–
–
–
5
4
32
Varón
TCE
4
32
47
45 (Gd +)
+
+
Ataxia (35)
EMPP
–
139
5
39
Mujer
Prolactinoma
1
39
46
No
–
–
–
–
–
51
6
36
Mujer
Síncopes
3
36
5
5 (Gd +)
–
+
Sensitivo (2)
–
–
4
7
28
Mujer
Cervicalgia
2
28
23
17 (Gd +)
+
–
Diplopía (13)
–
IM
1
8
31
Varón
Neuropatía
2
31
NR
–
+
NR
–
–
–
4
9
29
Varón
Lumbalgia
4
29
32
48 (Gd +)
+
+
Neuritis óptica (42)
4
Copaxone
14
10
48
Mujer
Crisis
4
48
13
48 (Gd +)
–
–
–
–
–
6
11
43
Mujer
Lumbalgia
3
2
NR
–
–
–
–
–
–
6
BOC: bandas oligoclonales; DIT: diseminación temporal; EMCD: esclerosis múltiple clínicamente definida; EMPP: esclerosis múltiple primariamente progresiva; Gd: gadolinio; IFN: interferón; IM:
intramuscular; NR: no realizados; PEV: potenciales evocados visuales; RM: resonancia magnética; SNA: síndrome neurológico aislado; sc: vía subcutánea; TCE: traumatismo craneoencefálico.
gresiva con deterioro cognitivo moderado. Asimismo, en una paciente sin historia de brotes se objetivaron un deterioro cognitivo y fatiga con limitación
funcional. El tiempo medio desde la RM inicial hasta
la conversión a SNA fue de 4,13 años (rango: 2 meses-13 años), mientras que el tiempo desde la RM
inicial hasta el diagnóstico de EMCD (criterios de
McDonald) fue de 8,54 años (rango: 4-13,08 años).
Por último, dos pacientes comenzaron tratamiento
inmunomodulador con interferón y uno con acetato de copolímero, tras lo cual no se han evidenciado
nuevos brotes de la enfermedad.
En la tabla I se exponen las principales características clínicorradiológicas de los pacientes.
Discusión
La EM subclínica podría definirse como el hallazgo
de lesiones típicas de esclerosis múltiple en la RM o
en la necropsia de pacientes sin síntomas o signos
de presentarla. Este concepto surgió a raíz del hallazgo de lesiones desmielinizantes en un 0,1% de
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autopsias de sujetos que nunca habían presentado
síntomas de la enfermedad [4-6]. Los familiares de
primer grado parecen constituir el principal grupo
de riesgo para presentar este tipo de lesiones [7-9]
y se considera que hasta un 10% pueden mostrar
hallazgos incidentales compatibles con EM [10].
El carácter asintomático de estas placas podría explicarse por su localización en lugares ‘silentes’, en
concreto, en áreas periventriculares [6].
A partir de estos estudios, surge la hipótesis de
que en la población general puedan existir portadores asintomáticos de lesiones desmielinizantes, que
desarrollan en un momento determinado de la historia natural de la enfermedad déficit neurológicos
sugestivos de enfermedad desmielinizante. En este
sentido, recientemente se han publicado cuatro estudios en los que se realiza un seguimiento longitudinal
de pacientes asintomáticos con lesiones inflamatorio-desmielinizantes que cumplían los criterios de
Barkhof-Tintoré, descubiertas tras la realización de
una RM por otro motivo (Tabla II).
El primero de ellos [11] incluyó a 30 pacientes y
en 23 de ellos demostró diseminación temporoes­
131
A. Sierra-Marcos, et al
Tabla II. Estudios longitudinales sobre síndrome radiológico aislado hasta la fecha.
N.º de
pacientes
Motivo de
RM inicial
DIS en
RM inicial
DIT
Seguimiento
(años)
Conversión
clínica
Tiempo hasta la
conversión (años)
Factores pronósticos
de conversión clínica
Lebrun et al [11]
(retrospectivo)
30
Cefalea (66,67%), TCE (10%),
depresión (10%), dismenorrea
(6,67%), otros (6,67%)
100%
83%
5
33%
2,3
–
Okuda et al [12]
(prospectivo)
44
Cefalea (46%), TCE (9%), dismenorrea
(11%), depresión (4%), otros (30%)
100%
59%
–
5,4
Gd+
Siva et al [13]
(prospectivo)
22
Cefalea (63,63%), síncope (9,09%),
otros (27,27%)
100%
36%
2,65
2,4
–
Lebrun et al [14]
(prospectivo)
70
Cefalea (54,29%), TCE (2,86%),
depresión (10%), acúfenos (10%),
radiculalgia (7,14%), endocrinopatías
(4,29%), otros (8,57%)
100%
91%
5,2
33%
2,3
Gd+
PEV
Sierra-Marcos et al
(retrospectivo)
11
Radiculalgia (27,27%), cefalea (18,18%),
prolactinoma (18,18%), otros (36,36%)
90,9%
64%
2,9
45%
4,1
–
33%
36%
DIS: diseminación espacial; DIT: diseminación temporal; Gd: gadolinio; PEV: potenciales evocados visuales; RM: resonancia magnética; TCE: traumatismo craneoencefálico.
pacial en una segunda RM, realizada con una media de 6 meses desde la primera. Once pacientes
presentaron síntomas sugestivos de un SNA, con
un tiempo medio desde la primera RM de 2,3 años.
Asimismo, un 80% de los pacientes cumplía criterios teóricos por neuroimagen de EMCD antes de
la presentación del SNA.
En el segundo estudio [12] se propuso el concepto ‘radiologically isolated syndrome’ y se incluyó a
44 pacientes de estas características, en los que se
realizó un seguimiento longitudinal clínico en 30
sujetos y radiológico en 40 pacientes. A pesar de
que se identificó una progresión radiológica en el
59% de los casos, únicamente 10 individuos presentaron conversión a SNA y/o EMCD. Se demostró
que la presencia de lesiones captantes de contraste
en la RM inicial era un factor predictivo para diseminación temporal (hazard ratio = 3,4; intervalo de
confianza del 95%, IC 95% = 1,3-8,7; p < 0,01).
El tercer estudio [13] introdujo el término ‘radiologically uncovered asymptomatic possible inflammatory-demyelinating disease’ (RAPIDD) para
definir este tipo de pacientes e incluyó una cohorte
de 22 sujetos; se determinó conversión clínica en
ocho de ellos, que cumplían criterios de diseminación espacial y temporal para EM clínicamente
definida. Mediante un análisis de supervivencia se
estimó el rango de eventos clínicos acumulados: 9%
al año, 15% a los 2 años, 30,4% a los 3 años y 44,6%
a los 4 años. Tres pacientes permanecieron asintomáticos tras un período de seguimiento de 10 años.
132
Además, cuando se comparó este grupo con los
ensayos clínicos aleatorizados previos, se demostró
que los pacientes con RAPIDD convertían a EMCD
con una probabilidad similar a la de los pacientes
con SNA en tratamiento, e inferior a la de los pacientes con SNA sin tratamiento.
En el último estudio [14] se realizó un seguimiento prospectivo de pacientes incluidos en el
estudio de Lebrun et al [11], con un total de 70 pacientes, de los cuales un 33% evolucionó a EMCD,
con un tiempo medio desde la primera RM de 2,3
años. Se demostró que la alteración de los potenciales evocados visuales y la captación de gadolinio
en las RM sucesivas fueron factores pronósticos
para la conversión a EMCD.
Asimismo, se han descrito otros casos aislados
en la bibliografía [15].
Nuestro estudio consiste en una descripción clinicorradiológica de 11 pacientes con hallazgos incidentales compatibles con EM; en 10 de ellos destacan criterios de diseminación espacial al inicio del
seguimiento. Un 45,45% de los pacientes presentó
conversión a SNA (tiempo medio: 4,13 años), mientras que un 27,27% desarrolló una EMCD, según
criterios de McDonald (tiempo medio: 8,54 años).
Tres pacientes se encuentran actualmente en tratamiento inmunomodulador, sin nuevas recurrencias.
Según el presente estudio, y de acuerdo con la
bibliografía publicada recientemente [11-15], los sujetos con hallazgos en la RM sugestivos de EM parecen tener un mayor riesgo de presentar un SNA. En
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Lesiones incidentales desmielinizantes en RM: estudio de 11 casos con seguimiento clinicorradiológico
todos estos trabajos, se especifica que el motivo de
realización de la primera RM fue ajeno a la sospecha
de un evento desmielinizante, si bien en determinados pacientes podría especularse con la posibilidad
de una situación comórbida, o bien con la presencia
de una etapa premórbida con sintomatología ajena
a la EM clínica. Sin embargo, en este estudio apoyamos que se trata de lesiones incidentales y, por
tanto, hallazgos casuales, al menos en la mayoría de
los pacientes, en los que los síntomas determinantes
de la exploración, tales como cefalea o trastornos
endocrinos, no presentan una relación patogénica
directa con los procesos desmielinizantes.
La RM constituye la prueba diagnóstica más
sensible para EM y es, además, la técnica de mayor utilidad para valorar el riesgo de conversión a
EM. En estudios longitudinales se ha demostrado
que si un paciente presenta diseminación espacial
según los criterios de Barkhof-Tintoré, tras un período de seguimiento de 2 años el riesgo de conversión a EMCD es del 45% (IC 95% = 37-53%) frente al
10% (IC 95% = 6-16%) en aquellos sin lesiones (p <
0,0001) [16]. Asimismo, después de un SNA, hasta
un 88% de los pacientes con lesiones características
en T2 desarrollan la enfermedad [1].
Por ello, una RM sugestiva de patología desmielinizante, aun en ausencia de síntomas previos, debería alertarnos de la presencia de una posible EM
preclínica.
A pesar de que en la práctica clínica sea habitual encontrar de forma casual lesiones de aspecto
inflamatorio-desmielinizante, resulta infrecuente la
detección de hiperseñales que reúnan criterios de
Barkhof-Tintoré. En nuestro estudio, 10 de 11 pacientes reunían criterios de diseminación espacial
al inicio del seguimiento. Es más, todos los pacientes con SNA ya cumplían criterios de diseminación
espacial antes de la presentación clínica y en todos
ellos se demostró la presencia de actividad inflamatoria previa.
Por otro lado, se ha demostrado que las lesiones
incidentales pueden producir deterioro cognitivo
(alteraciones de la atención, memoria, funciones
ejecutivas y fluencia verbal) en fases tempranas de la
enfermedad [17], incluso en pacientes con SNA [18].
En este estudio se detectó en dos pacientes la presencia de un deterioro cognitivo moderado córticosubcortical (en un caso sin brotes previos). Mediante estudios de RM se ha puesto de manifiesto una
correlación entre el grado de deterioro cognitivo, la
carga lesional y el grado de atrofia cortical [19].
De este modo, surge la cuestión de cuál es el mo­
mento más apropiado para iniciar el tratamiento inmunomodulador. Los ensayos clínicos han demos­
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trado que tras un primer episodio sugestivo de patología desmielinizante y la presencia de diseminación
espacial en la RM inicial, está indicado comenzar
tratamiento inmunomodulador (estudios CHAMPS
para interferón β-1a por vía intramuscular, BENEFIT en el caso de interferón β-1b por vía subcutánea, ETOMS para interferón β-1a por vía subcutánea
y, por último, PRECISE para acetato de copolímero)
[20-24], que se asocia a una disminución de la tasa
de conversión y de parámetros de la RM. Estos estudios proporcionan la oportunidad de tratar a los pacientes antes de que la destrucción tisular se manifieste clínicamente y desencadene secuelas e incapacidad física. A pesar de que el diagnóstico de la EM
continúa siendo de exclusión y de que la decisión de
inicio del tratamiento es fundamentalmente clínica,
una RM con las características anteriormente mencionadas (en especial, si cumple criterios de diseminación espacial o existe captación de contraste) debería alertarnos ante la necesidad de realizar un estrecho seguimiento del paciente, dada su probabilidad alta de desarrollar un evento desmielinizante y
la posibilidad de iniciar tratamiento para disminuir
el daño neurológico temprano.
En conclusión, identificar la EM en fases cada vez
más tempranas y determinar cuáles son los factores
de riesgo para desarrollar la enfermedad en fases
preclínicas puede ser útil en cuanto a la selección
de pacientes candidatos a iniciar terapias inmunomoduladoras.
Sin embargo, este estudio es exclusivamente descriptivo y tiene como principales limitaciones el escaso tamaño muestral y la ausencia de un protocolo
diseñado previamente a la realización de la RM inicial. Por tanto, es necesaria la realización de estudios
prospectivos para dilucidar estas controversias.
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Demyelinating lesions as incidental findings in magnetic resonance imaging: a study of 11 cases
with clinico-radiological follow-up and a review of the literature
Introduction. The widespread application of magnetic resonance imaging (MRI) has brought with it an increase in the
detection of alterations in the white matter of the central nervous system.
Aim. To investigate the evolution of patients with no previous neurological symptoms, but in whom MRI findings are
highly suggestive of multiple sclerosis (MS).
Patients and methods. We conducted a descriptive study of 11 patients with MRI findings suggesting MS. A longitudinal
follow-up was used to determine the radiological progression and conversion into an isolated neurological syndrome and
clinically defined MS.
Results. Eleven patients (seven females and four males) were identified, with a mean age of 36 years (range: 28-48
years), who had been submitted to an MRI scan due to headache (n = 2), radiculalgia (n = 3), traumatic brain injury (n = 1),
syncope (n = 1), peripheral nervous pathology (n = 1) and epileptic seizures (n = 1). The mean number of Barkhof-Tintoré
criteria in the initial MRI scan was three. The oligoclonal band study was positive in six cases and in nine patients visual
evoked potentials were performed (three pathological). The mean follow-up time was 2.9 years (range: 2 months-11.9
years). The mean amount of time elapsed between the first and the second MRI scan was 2.03 years. A radiological
progression was identified in seven cases (five of them with gadolinium uptake). Five patients became cases of isolated
neurological syndrome, with a mean amount of time since the initial MRI scan of 4.13 years. Of these, three patients
presented conversion into clinically defined MS, two into the relapsing-remitting form (after an average of 8.54 years
since the initial MRI scan) and another into the primary progressive form.
Conclusions. The identification of incidental lesions that are highly suggestive of MS could help to constitute a group of
subjects with an increased risk of developing MS.
Key words. Demyelinating diseases. Incidental lesions. Isolated neurological syndrome. Magnetic resonance imaging.
Multiple sclerosis.
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www.neurologia.com Rev Neurol 2010; 51 (3): 129-134
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