Introducción

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Índice
Presentación
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Introducción
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Pani como visionario,
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constructor de un país
Ejes temáticos
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Anexos
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Presentación
El Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey, MARCO, presenta un análisis desde un punto de
vista antropológico sobre la obra y trayectoria de uno de los arquitectos más destacados del siglo XX
en México: Mario Pani Darqui. Testigo del crecimiento desmedido de la capital del país, Pani propuso
ambiciosos proyectos que pretendían transformar las ciudades del país, en especial a la capital, con
ideas modernas de flujo y vivienda sustentable para mejorar la calidad de vida de sus habitantes. Su
obra, que abarca casas habitación, hoteles, hospitales, aeropuertos, escuelas, condominios, edificios
comerciales, planes urbanos y los primeros conjuntos habitacionales en América Latina, ha
impactado la vida de millones y moldeando la forma de vida de comunidades enteras.
La exposición presenta, a manera de archivo de registro, fotografías, recortes de periódicos, planos,
maquetas y cartas de sus más obras y controversias. La aportación de Pani hacía la arquitectura, las
políticas públicas y el desarrollo urbano lo ubican como personaje clave para la interpretación de la
historia reciente de México.
Nombre de la exposición: Mario Pani, Arquitectura en proceso.
Organizador: Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey.
Curaduría: Pablo Landa.
Museografía: Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey.
Localización: Sala 5, planta baja.
Duración: Del 21 de marzo al 27 de junio, 2014.
Técnicas: Maquetas, fotografías, planos, láminas, documentos y videos.
Número de obras: 250.
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Introducción
Fragmentos del texto curatorial de Pablo Landa
Una tarde fui a visitar a Márgara Pani, hija del arquitecto Mario Pani, junto con Onnis Luque,
fotógrafo de arquitectura. Onnis quería ver las imágenes de la Unidad Habitacional Santa Fe que
tomó Guillermo Zamora cuando terminó su construcción, las cuales Márgara tenía guardadas en un
mueble antiguo de su sala. Onnis es habitante de Santa Fe de tercera generación; sus abuelos
maternos y paternos se mudaron al complejo en los años cincuenta. Estaba evidentemente
emocionado al ver las fotografías. Levantó una imagen de la plaza de la unidad con la clínica de
salud al fondo y exclamó, “¿Te imaginas lo que fue llegar a Santa Fe cuando se veía así?”. Mudarse a
la unidad, concebida como un símbolo de modernidad que daría forma a una comunidad ideal,
implicaba adentrarse en un territorio a la vez promisorio y desconocido.
Márgara entró a la sala. Acababa de hablar por teléfono con una amiga, una profesora que había
realizado varias entrevistas con vecinos de Santa Fe. Las personas con las que había platicado eran
gente mayor, y estaban siempre ocupadas— asistían a todo tipo de clases en el Centro de Seguridad
Social y se reunían regularmente con sus vecinos. “Quizás”, dijo Márgara, “debería cambiarme para
allá…”. Llevaba semanas pensando en dejar su casa, que era ya demasiado grande para ella y se
encontraba en un área en deterioro. “Tal vez una casita en Santa Fe es justo lo que estoy buscando”.
Onnis me miró extrañado: ¿lo decía en serio? Parecía increíble que la hija del arquitecto Mario Pani
considerara cambiarse a un conjunto habitación construido para la clase obrera de la ciudad. A lo
mejor Márgara estaba bromeando. Pero a lo mejor hablaba en serio. Sabe bien que los conjuntos de
vivienda diseñados por su padre contribuyeron a la formación comunidades urbanas dinámicas.
Comprobó esto en 2007, cuando fue invitada de honor en la ceremonia del 50 aniversario de la
Unidad Santa Fe. Uno de los vecinos —Gerardo García Gómez— le dijo orgullosamente que dos
centerfolds de Playboy, muchos jugadores de futbol profesional y algunos periodistas famosos,
entre muchos otros, habían crecido en el complejo.
Su padre, le dijo Onnis a Márgara, había dado forma a su vida. Imaginó la casa donde creció, los
jardines donde jugaba y la escuela a la que asistió cuando era niño. Al terminar la preparatoria,
Onnis empezó a estudiar diseño en una universidad privada. Era ambicioso y decidió estudiar
simultáneamente arquitectura en la UNAM, en el campus construido a partir del plan maestro de
Pani y Enrique del Moral. Una mañana, cuando cruzaba la explanada central de la Ciudad
Universitaria se dio cuenta de que era el momento de dejar la universidad privada; comparada con
la monumentalidad de la UNAM, parecía una escuelita. Era tiempo de concentrarse en la
arquitectura; era tiempo de aprovechar la oportunidad de estudiar en “una verdadera universidad”.
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Márgara nos dijo que comentarios como estos son el mejor homenaje que puede hacerse a su padre.
Aprecia los premios, las ceremonias y las conferencias impartidas en su honor, pero nada la
conmueve más que escuchar testimonios sobre el impacto que tuvo su obra en la vida de sus
usuarios y habitantes.
El director y productor de cine Guillermo Ríos, quien creció en el multifamiliar Miguel Alemán,
diseñado también por Pani, expresó sentimientos parecidos a los de Onnis cuando se conocieron.
Había realizado recientemente la telenovela Mientras haya vida, 2007, en la que el complejo
habitacional juega un papel importante. Parte de la trama trata del proyecto de un desarrollador
para demoler el Miguel Alemán y reemplazarlo con edificios nuevos. La novela incluye discusiones
sobre el conjunto habitacional y su valor. En una escena, un personaje dice que sus edificios no
deben tirarse porque son importantes para la historia del país: se ha escrito un libro sobre ellos,
dice, señalando un volumen de la historiadora Graciela de Garay, especialista en Pani y gran amiga
de Márgara.
La descripción de Márgara de esta escena nos hizo pensar en la obra de Onnis, quien en esos
momentos realizaba un ensayo fotográfico de la unidad Santa Fe que más tarde se publicaría como
libro. ¿Se usaría el libro de Onnis como el de Graciela de Garay? ¿Sería visto por los vecinos como
una validación de la importancia que le atribuye a su hogar? ¿Aquellos a quienes no les gusta el
complejo lo verían de manera distinta después de conocer el libro?
Las casas y edificios de la Unidad Santa Fe han cambiado considerablemente a través de los años. En
los ochenta, al inicio de profundos cambios políticos y económicos en el país, las casas y
departamentos de Santa Fe, propiedad del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), pasaron a
ser propiedad de sus habitantes. Muy pronto empezaron a remodelarlos y expandirlos. Las áreas
comunes también cambiaron cuando la gente empezó a levantar rejas y muros para convertirlas en
jardines privados. Para la mayoría de los vecinos describe estos cambios son evidencia del fin de una
edad de oro; hoy Santa Fe no se parece en nada a las fotografías tomadas por Zamora. Pero ahora
que hay un libro sobre la unidad, es posible que sus cambios sean valorizados. A través de la lente
de Onnis, los vecinos podrían verse a sí mismos como orgullosos coautores, junto con Pani, de su
entorno habitacional.
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Pani como visionario, constructor de un país
"No se atuvo a la arquitectura, siendo un gran arquitecto. No se atuvo al urbanismo, sabiendo muchísimo de
urbanismo. Sino se propuso cómo construir un país comprometidamente desde el oficio de arquitecto".
Arq. Carlos González Lobo
Se le conoce como segunda revolución industrial al periodo tardío a finales del siglo XIX e inicios del
siglo XX, durante el cual las nuevas tecnologías incluyeron desarrollos en la industria química,
eléctrica, de petróleo y del acero; se introdujo transporte aéreo por medio del avión; se sustituyó el
vapor como generador de energía por la electricidad y derivados de petróleo; la industria
alimenticia avanzó en la refrigeración y la preservación de productos enlatados. Como era de
esperarse, el trabajo en el campo comenzó a mermar y cada vez más personas emigraron a las
ciudades. Pronto pequeñas ciudades se convirtieron en grandes metrópolis, la densidad
demográfica se multiplicó y la necesidad de vivienda demandó una nueva respuesta por parte de la
arquitectura y el uso de las nuevas tecnologías para satisfacer necesidades más complejas y una
sociedad demandante de espacios acorde a su estilo de vida.
La arquitectura moderna se caracterizó por sus formas
Arquitectura funcionalista: Se rige por el
simples, en las cuales las tendencias del arte mostraban
principio de anteponer la función para la
su influencia y se rompía con el academismo clásico, la
cual ha sido pensado un proyecto por
incorporación de nuevas tecnologías introdujo la
encima de la forma o la estética,
creación de los rascacielos, la proyección y construcción
considerando
de estos grandes edificios se benefició con los nuevos
prescindible. Justifica la creación del
materiales industriales como el concreto armado, el
acero y el vidrio plano para cubrir grandes fachadas,
marcando una especial singularidad con formas
la
ornamentación
es
espacio con una función práctica específica.
Este
movimiento
respondía
a
las
necesidades de una sociedad moderna,
compositivas en planos ortogonales; se le debe a la
incluyendo espacios para automóviles,
invención del elevador gran parte de la proyección de
terrazas, jardines en la azotea y la
estas grandes estructuras. En las primeras décadas del
adecuación de materiales de acuerdo a las
siglo XX, la arquitectura empezó a incorporar el
exigencias económicas.
funcionalismo o racionalismo, el ideal de este tipo de
arquitectura declaraba que la función iba delante de
En las palabras de G. Dorfles, “al decir
forma, este movimiento nació dentro de La Bauhaus,
arquitectura funcional se quiere indicar,
una institución educativa fundada por el arquitecto
Walter Gropius cuyo objetivo era el de reimaginar el
mundo material para reflejar la unidad de las artes a
pues, aquella arquitectura que logra, o se
esfuerza por lograr, la unión de lo útil con
lo bello, que no busca sólo lo bello
olvidando la utilidad, y viceversa”.
través de un contenido curricular para la capacitación
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de artesanos y diseñadores en la creación de objetos bellos y útiles apropiados para el sistema de
vida moderno. La teoría y el quehacer de la arquitectura floreció en esta época a través de grandes
arquitectos y pensadores, alumnos de La Bauhaus, Adolf Meyer, Mies van der Rohe y Le Corbusier,
estos últimos los principales forjadores de la arquitectura funcionalista.
Villa Saboye, 1931, Le Corbusier
El pintor, arquitecto y teórico francosuizo Le Corbusier es considerado una de las figuras más
importantes de la arquitectura universal gracias a su aportación, no solo arquitectónica sino teórica
hacia el entendimiento y la creación de la arquitectura moderna. Una de sus preocupaciones
constantes fue la necesidad de una nueva planificación urbana, adecuada a los requerimientos de la
vida moderna y al crecimiento demográfico. En 1935 redactó Le modulor, un tratado que reúne sus
propuestas urbanísticas. En base a este construyó, en 1946, una de sus obras más características: la
unidad de habitación de Marsella, un conjunto de edificios de departamentos creado especialmente
para las familias de obreros, donde se tenían los placeres elementales, como Le Corbusier los
denominaría: luz, espacio y vegetación. Era importante construir espacios habitables para la
población a un bajo costo.
Durante la Revolución Mexicana, la densidad poblacional disminuyó 900 mil habitantes en un lapso
de una década. Estabilizados el país y las nuevas tasas de desarrollo, los indicadores poblacionales
aumentaron, así como la esperanza de vida, el decrecimiento de la mortalidad infantil y el
crecimiento de la población urbana frente a la rural. La ciudad de México se convertía
aceleradamente en la metrópoli industrial por excelencia, siendo un núcleo para la participación de
empresas manufactureras, detrás de ella se encontraba Monterrey. El traslado de la población rural
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a la ciudad constituyó un problema mayor hacia los años 40, el crecimiento horizontal planteaba
nuevas soluciones urbanas, sociales y modernas.
Mario Pani Darqui nació el 29 de marzo de 1911 en la ciudad de México, era hijo del ingeniero Arturo
Pani Arteaga y su esposa Dolores Darqui. En 1919, Arturo Pani fue designado cónsul de México en
países europeos y residió en Amberes, Génova, Milán y París; su familia pertenecía a la clase política
de México, y su hermano, el ingeniero Alberto J. Pani ocupó cargos públicos en los gobiernos de
Carranza, Obregón y Elías Calles; además participó en la fundación del Banco de México y
BANOBRAS, fue uno de los principales auspiciadores de los inicios de la carrera de su sobrino, Mario.
En París, Mario, entraría con altas distinciones a estudiar arquitectura en la Escuela de Bellas Artes
de París, contraería nupcias con Margarita Linaae unos años después.
Hotel Reforma | Fotografía blanco y negro | 9.6x14.5 cm | Colección particular
La familia Pani Darqui regresó a vivir a la ciudad de México en 1934, año en que recibió su título de
arquitecto y comenzó su primera obra en México: el Hotel Reforma. Dicho proyecto estuvo envuelto
en acaloradas discusiones con el arquitecto Carlos Obregón Santacilia, quien fue despedido del
proyecto por Arturo J. Pani, para darle la dirección a su sobrino Mario. La construcción del Hotel
Reforma fue el primero en su tipo, se distinguía por poseer baños en cada cuarto, clima artificial y
estar alfombrado, facilidades nunca antes vistas en el país, además contó con sala de convenciones,
barbería, salón de belleza, florería, cafetería, agencia de viajes, discoteca y un jardín en la azotea.
La primera obra de Pani en el país reflejaba el espíritu moderno de una ciudad en desarrollo, el
proyecto tenía claros tintes de la mano de Carlos Obregón Santacilia, pero en los interiores del
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complejo es donde la mano de Pani es evidente. Se pensaba que por ser formado en Paris, sus obras
poseerían un carácter academista y clásico, pero en la práctica incorporaba el estilo internacional y
los nuevos materiales que facilitaron los costos y tiempos en la construcción.
Pani era un visionario, y una de sus más grandes preocupaciones era el crecimiento en demasía de
la población, trabajaba para brindarles espacios de calidad; en cada uno de sus proyectos se
planteaba la búsqueda de soluciones espaciales modernas, como la reestructuración total de calles
y avenidas como es el caso de la proyección de la glorieta de Insurgentes, o la adecuación magistral
de la doble altura para sus departamentos del edificio Balsas. La obra de Pani abarca un total de 136
proyectos, entre los cuales destacan: la construcción del Centro Urbano Presidente Alemán; la
dirección del plan maestro de la Ciudad Universitaria, junto con Enrique del Moral y la edificación de
la rectoría; el primer condominio en la ciudad de México, donde ubicó su despacho por muchos
años; la monumental Unidad Habitacional Nonoalco Tlatelolco; la ciudad fuera de la ciudad con el
diseño urbano y arquitectónico de la hoy emblemática Ciudad Satélite; y una tesis redactada en
1988 donde proponer la reordenación de la ciudad de México, titulada Ciudad concertada.
En 1938, funda la revista Arquitectura, misma que después se nombraría Arquitectura México, la
revista dirigida por Pani hasta 1978, en sus 119 números se proponía difundir, documentar, criticar y
analizar la arquitectura contemporánea en México, convirtiéndose en un referente de la obra
arquitectónica del País. El mismo Pani citaría en el primer número de la revista, el objetivo para su
fundación:
“Su objetivo es, pues, el de dar a conocer, divulgar entre todos los que se interesan por
ellas, las obras de arquitectura, urbanismo y decoración más importantes, más
características, más originales que se van haciendo en el mundo. No pretende señalar
un camino, imponer una tendencia, sino documentar. Arquitectura es una revista
independiente; procuraremos que sea lo más ecléctica posible. No es su intención la de
poner modelos para que se copien, sino la de mostrar – según nuestro criterio – lo
mejor que en el mundo se hace sobre ramas tan interesantes para la humanidad, para
1
que cada cual aproveche según su cultura, ingenio y corazón”.
La revista publicaría obras de carácter nacional e internacional, que ejercían influencia en la labor
del país. Además de ensayos y textos de distintos colaboradores como los arquitectos José Villagrán,
Pedro Ramírez Vázquez y Felix Candela, o colaboraciones de las artes plásticas con textos de Matías
Goeritz, los cuales levantaron polémicas críticas y aumentaron el interés por las artes. Actualmente
la revista digitalizada es posible encontrarla en la UNAM.
Pani es además el creador del Colegio de Arquitectos de México, mismo que sirvió para promover el
oficio y reunir al gremio. Reinstaló el Premio Alberto J. Pani para estudiantes de arquitectura. Fundó
la Academia Nacional de Arquitectura, de la que sería presidente hasta sus últimos días, recibiendo
1
Pani, M. 1938. Arquitectura México, no. 1, diciembre 1938. Pg.3
9
en 1985 el Gran Premio de la Academia, de importante valor en el campo de la arquitectura. Y en
1986 fue galardonado con el Premio Nacional de Ciencia y Artes en Bellas Artes.
Mercado Cuernavaca en construcción | Archivo digital
Colección de fotografías Fototeca Tecnológico de Monterrey, Derechos Reservados ©
Una singularidad de Pani es haber encontrado a lo largo de su profesión un sinfín de logros al igual
que fracasos, así como incontables amigos e innumerables enemigos, opositores de sus ideas y
proyectos. Graciela de Garay, historiadora de la arquitectura moderna en México, reunió en
entrevista a 16 arquitectos, cada uno dando conclusiones de la vida del arquitecto, su sorpresa fue
encontrar un espectro divergente de la imagen Pani:
“En efecto, con estas impresiones tan ambiguas se dibujaban las dos imágenes de Pani,
ya fuera la del filántropo de la salud de la ciudad, o la del egocéntrico defensor de las
fuerzas del mercado como lo es cualquier planeador; la del teórico del buen desarrollo
de su oficio, o la del intuitivo heredero irracional de teorías apenas aprendidas e
incomprendidas; la del humanista, consciente de los valores o derechos del hombre , o
la del tecnócrata, dispuesto a glorificar las reglas del mercado sin considerar el valor
humano; la del arquitecto, como individuo dedicado a la belleza, preocupado por unir
materiales, funciones y finalidades, o la del empresario-especulador, apenas
consciente de la pérdida de su quehacer, interesado exclusivamente en la
refuncionalización del espacio para su mejor rentabilidad y, finalmente, la del
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nacionalista preocupado por la modernización de su patria para el beneficio de sus
contemporáneos, o la del híbrido extranjerizante, ajeno a su pasado y a su realidad”.
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Pani supo sortear los obstáculos que esbozaban sus utopías modernas, logró manejar las instancias
públicas, políticas y privadas de la época para subsidiar sus magnos proyectos; de la mano de estos,
ganaba opositores a su campaña; y de cualquier manera, es digno reconocer que su labor como
arquitecto no se limitó a la construcción o al diseño de grandes estructuras, sino a la exaltación de la
profesión, la difusión de la arquitectura nacional, y a la solución de conflictos demográficos.
La transformación demográfica que experimentó el país durante todo el siglo XX ha repercutido en
la evolución de estructuras urbanas adaptándola a los nuevos niveles socioeconómicos de la
población. Durante el siglo pasado, el número de ciudades aumentó considerablemente siendo al
inicio 33 ciudades y al término 350 ciudades, destacando 8 nuevas metrópolis, cada una con una
población mayor al millón de habitantes, entre ellas: Monterrey, Guadalajara y Ciudad Juárez. Pero
sin duda alguna, el caso de la ciudad de México es excepcional, su población en 1900 alcanzaba los
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345 mil habitantes y en el 2000 su población era superior a los 18 millones , convirtiéndose así en la
segunda mega urbe del planeta.
Grupo 45 | Archivo digital | Fotografía de Guillermo Zamora
Colección de fotografías Fototeca Tecnológico de Monterrey, Derechos Reservados ©
Los desarrollos urbanísticos y de vivienda diseñados por Pani respondían a la problemática de su
tiempo: un crecimiento sin precedentes. Dedicó toda su vida al desarrollo controlado y humano de la
2
3
De Garay, G. 1999, Retrato de arquitecto: Mario Pani en la memoria colectiva.
http://www.inegi.org.mx/inegi/contenidos/espanol/prensa/contenidos/articulos/geografica/ciudades.pdf
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ciudad de México. Graciela de Gary, historiadora y amiga de la familia Pani, resume los intereses y la
obra del arquitecto:
“Para Pani, la solución era muy sencilla: ‘hacer ciudades dentro de la ciudad’ para
regenerar, reordenar y revitalizar lo ya construido y ‘ciudades fuera de la ciudad’ para
preveer el desarrollo futuro de la urbe. Sugería el crecimiento vertical de la urbe para
densificar el uso del suelo. Con esta estrategia, ente otras, pensaba controlar la
expansión desmedida y errática de la ciudad, concentrar los servicios para disminuir
costos y reducir el desplazamiento continuo y distante de sus habitantes”.
4
La exposición presenta a manera de archivo a través de fotografías, recortes de periódicos, planos,
maquetas y cartas el registro de sus grandes obras y sus grandes controversias. La aportación de
Pani hacia la arquitectura, las políticas públicas y el desarrollo urbano lo ubican como personaje
clave para la interpretación de la historia reciente de México; es un encuentro con el arquitecto que
transformó desde su profesión la manera en la que se vive en un país.
4
De Garay, G. Mario Pani y la enseñanza de la arquitectura. Fecha de consulta: 10 de marzo, 2014
http://www.revistas.unam.mx/index.php/bitacora/article/view/33871
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Ejes temáticos
Arquitectura habitada (ámbito social)
"Es necesario actuar contra la vivienda antigua, que empleaba mal el espacio. Hace falta considerar la vivienda
como una máquina para habitar o como un objeto útil”.
Le Corbusier
La labor de la arquitectura es crear espacios habitables para el ser humano, William Morris,
fundador del movimiento Art and Crafts, promulgaba en una conferencia en Londres que “la
arquitectura abarca la consideración de todo el ambiente físico que rodea la vida humana: no
podemos sustraernos a ella mientras formemos parte de la civilización, porque la arquitectura es el
conjunto de modificaciones y alteraciones introducidas en la superficie terrestre con objeto de
5
satisfacer las necesidades humanas”. La finalidad de la arquitectura es servir al hombre tomando
en cuenta sus necesidades y, en especial, el “ambiente físico”; el contexto donde se realiza la obra.
La cuestión antropológica en la obra de Mario Pani tiene especial importancia en esta exposición.
Francisco Sánchez Pérez, doctor en Antropología Social de la Universidad Complutense de Madrid,
expondría de manera clarísima los límites de la arquitectura:
“A diferencia del escultor, cuya libertad creativa está teóricamente condicionada por el
tipo de materiales que utiliza, por las leyes de la física y por su imaginación, el
arquitecto ha de someterse, además, al imperativo funcional –por consiguiente, de
significación y, por ende, cultural- con el que necesariamente debe estar provista toda
configuración arquitectónica, lo cual confiere a su obra una dimensión simbólica
consustancial a la naturaleza cultural de la misma. Aunque tanto el escultor como el
arquitecto crean formas en el espacio, tiene el segundo que aplicar los códigos de
significación que imperan en el contexto cultural en el que ejecuta su obra. Como no
puede ser de otra manera, pues lo que hace posible el uso de su creación son los
significados implícitos en las distintas funciones que contiene. Significados que no sólo
hacen referencia al sustrato más elemental y universal de la mente humana, sino
también -y ellos son los que aquí interesan- a los más particulares y relativos a cada
contexto social y cultural”.
6
El arquitecto está condicionado por el contexto social y cultural de la obra, es necesario
someter la creatividad a las necesidades de los individuos que habitarán el espacio; la obra de
5
Morris, W. The Prospects of Architecture in Civilization, conferencia pronunciada en la London Institution el 10 de marzo de
1881 .
6
Sánchez Pérez, F. Liturgia del espacio: Antropología de la arquitectura y el género. Fecha de consulta 13 de marzo de 2014.
http://biblioteca.ucm.es/escritores/francisco_sanchez/obras/obr1668.pdf
13
Pani se extiende entre diversas categorías, como hospitales, hoteles, centros educativos,
unidades habitacionales y residencias, donde incorporaba a el estilo internacional basado en
la arquitectura funcionalista, este movimiento declaraba la función a la cual será destinada la
obra está por delante de la estética, y se incorporaban materiales prefabricados como el
hormigón de concreto o vidrio para cubrir grandes fachadas.
Conservatorio | Acuarela sobre papel fabriano realizada por Roberto Engelking | 52 x 69 cm
Archivo de Arquitectos Mexicanos de la Facultad de Arquitectura de la UNAM,
Las instituciones educativas creadas o dirigidas por Pani fomentaban la incorporación de las
actividades curriculares desde el diseño y proyección del edificio, esto repercute en la manera
en que se enseña y aprende en las aulas, y la vida en el centro educativo.
Para el Conservatorio de Música, terminado en 1946, Mario Pani diseña dos corredores de
aulas paralelos que terminaban en espacios cilíndricos que servirán como salas de ensayo,
unidas por una fachada curva que poseía ventanales de piso a techo, iluminando el edificio en
sus dos plantas, pero entre los corredores y al centro se despliega un gran auditorio al aire
libre que de manera imponente ostentaba una acústica magistral. El arquitecto Carlos
González Lobo, especialista en arquitectura social, comentaba en entrevista con Louise Nolle
sobre el diseño de Pani para el conservatorio, en el cual recalca la cualidad de Pani y del
funcionalismo de proyectar por medio de la función de la obra:
“La cualidad que tiene el conservatorio de Mario Pani es que es una de las
primeras obras que se hacen en México, yo diría que en el mundo, en el que hay
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una pretensión de transferir el programa y el espíritu del programa de un
conservatorio a un edificio que sea como un instrumento musical organizado”.
7
Para la Normal de
Maestros, Pani debía
alimentar
la
autoestima de sus
alumnos y egresados,
al
proyectar
edificio
recompensara
un
que
la
labor que realizan los
maestros en el país.
Para la fachada de
Perspectiva de Escuela Normal de Maestros | Imagen digital de dibujo a tinta sobre
papel albanene | 50.5 x 39 cm | Archivo de Arquitectos Mexicanos de la Facultad de
Arquitectura de la UNAM
este edificio coloca al
centro una horizontal
emblemática sobre un
edificio de poca altura vertical, la horizontalidad remarca el espíritu de grandeza de la
institución. El impacto de que tiene la arquitectura en nuestra cotidianeidad lo damos por
hecho, siendo que esta es la pauta de nuestro quehacer diario, el edificio representa el
espíritu del habitante, como en esta obra.
La dirección del plan maestro para la edificación de la ciudad universitaria estuvo a cargo de
Enrique del Moral junto con Mario Pani, desde la dirección Pani imprime su sello en las obras
que supervisaba, manteniendo el funcionalismo en los edificios, jardines y espacios abiertos.
Para la celebración del 40 aniversario de la construcción del CU, Juan B. Artigas publica La
Ciudad Universitaria de 1954. Un recorrido a 40 años de su Inauguración. En este escrito
redactaría la pretensión de construir tomando de base al ser humano:
“Una característica de los edificios de la Ciudad Universitaria, tanto de los horizontales como
de aquellos que se desarrollan en altura, consiste en un respeto absoluto por la escala
humana. Dadas la magnitud del terreno y de los edificios, así como la amplitud de plazas y
andadores hubiera podido perderse fácilmente dicha proporción, es decir, la relación que
existe entre el cuerpo del hombre y la dimensión de la arquitectura. Sin embargo, aquí, la
escala está siempre presente, en las medidas de los recuadros de los pavimentos, en el ancho
de los andadores, en la presencia de las amplias escalinatas que sirven para formar terrazas,
absorber desniveles y subdividir las que de otra manera pudieron haber sido distancias
7
El arte de hacer ciudad, entrevistas de Graciela de Garay a Mario Pani, colegas y familia, min 31’
http://youtu.be/_USLn1NsHuE
15
desangeladas, dada su magnitud, si no hubiese existido precisamente el deseo de respetar "la
escala humana".
8
En la creación de multifamiliares, la escala humana retoma valor e importancia, la edificación
de estos magnos conjuntos significo para el país y la sociedad un paso firme hacia la
modernidad, no solo de sus edificios sino de su gente. En 1988 Mario Pani redactaría en su
tesis Ciudad Concertada su propuesta para reducir el crecimiento horizontal: “De los
fenómenos de crecimiento urbano a nivel mundial, sin duda el de la Ciudad de México está
entre los más destacados, Nuestra ciudad pasó de un área urbanizada de 23 mil hectáreas
que tenía en 1950, a 34 mil en 1960, a 46 mil en 1970,a 52 mil en 1980, para llegar a cubrir en
el presente año -1988- una superficie de 63 mil hectárea, a la cual se suman los municipios
conurbados del Estado de México, para llegar a 126 mil hectáreas, que constituyen la zona
9
metropolitana de México”. La intención de este proyecto era la de reavivar el concepto del
barrio y disminuir la contaminación ambiental provocada por el excesivo uso de automóviles.
En la planeación y construcción de las unidades habitacionales se reflejaba la idea de una
ciudad del futuro, donde el comercio, el entretenimiento y las viviendas convivieran en un
espacio armónico, proveyendo un mejor estilo de vida a sus residentes y por lo tanto una
mejor sociedad. Actualmente en el Distrito Federal existen 5,004 unidades habitacionales de
interés social, lo que representa que el 25% de la población total del Distrito Federal habita
en ellos.
8
B. Artigas, J. La Ciudad Universitaria de 1954. Un recorrido a 40 años de su Inauguración.
9 Pani, M. “Ciudad Concertada: Tesis sobre el reordenamiento urbano de la ciudad de México” 1988.
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Edificios multifamiliares | Archivo digital | Fotografía de Guillermo Zamora
Colección de fotografías Fototeca Tecnológico de Monterrey, Derechos Reservados ©
Entre los espacios diseñados por Pani se encuentran un total de veinte unidades habitacionales,
muchas de ellas se quedaron en diseño, pero definitivamente fueron pauta para la creación del
modelo de unidad habitacional, siendo las obras de Pani pioneras en México. Sin duda la Unidad
Habitacional Santa Fe es el primer conjunto de interés colectivo reuniendo servicios y facilidades
para el habitante, el proyecto proponía el reordenamiento urbano aledaño y todo esto sustentado
por estudios demográficos, sociales y financieros. La Unidad Santa Fe es financiada por el Instituto
Mexicano del Seguro Social (IMSS), la unidad proponía servir para los empleados de la institución,
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como demanda del crecimiento poblacional y a fin de darles una vivienda digna a sus empleados se
construye la primera unidad habitacional del IMSS. La obra es inaugurada en 1957 por el Presidente
de la república, Adolfo López Mateos y el director general del IMSS, Antonio Ortiz Mena.
Es entonces la creación de los multifamiliares el espacio donde se consolida una clase media
mexicana, el espacio brindaba a sus residentes espacios que le asegura una mejor calidad de vida “…
la creación de Centros Urbanos Multifamiliares es benéfico para los habitantes mismos, no solo en
cuanto mejoran sus condiciones de vida (salud, comodidad, economía), sino que es asimismo, una
excelente escuela de formación social y de educación cívica. Como ejemplo basta citar algunos
aspectos que así lo demuestran: el desarrollo del hábito del baño diario, que se ha podido
comprobar mediante la estadística en el consumo de agua caliente.” Así lo aseguraría Esteban
García de Alba, director de Pensiones Civiles.
El conjunto Nonoalco Tlatelolco constituía una revolución en muchos sentidos, la implantación de la
verticalidad como modo de vida, la introducción de un extenso hábitat autocontenido con gran
infraestructura y equipamiento urbano para la densidad poblacional de la ciudad de México.
Parte del trabajo del arquitecto se realizó fuera de la ciudad de México, donde incorporaba sus
mismos ideales de urbanismo para garantizar el mejor uso de suelo y una mejor calidad de vida para
sus habitantes; el trabajo realizado en Acapulco, o dentro del Programa Nacional Fronterizo
(ProNaF) en Tijuana, ciudad Juárez, Hermosillo, entre otras, tenían en su característica apropiarse
de las condiciones del espacio, crear espacios de acuerdo al clima de la ciudad y de acuerdo a las
actividades de la zona.
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Urbanismo sociocultural (impacto cultural)
“El arquitecto es fundamentalmente un artista”.
Mario Pani
La exposición Mario Pani. Arquitectura en proceso pretende enfatizar en el impacto cultural que las
obras del arquitecto han ocasionado en la ciudad y en su población. Además de mostrar el interés
del arquitecto por la transformación de las ciudades, mismas que incitaban al reordenamiento de la
sociedad en su conjunto, no solo sus calles. El impacto social, económico y cultural que trajo consigo
la creación de multifamiliares y condominios, ambos primicias de Pani, transformó la ciudad y
moldeó a sus ciudadanos.
Algunos edificios de Pani son valorados por la sociedad como un patrimonio cultural de la nación, tal
como el Conservatorio de Música, el primer Multifamiliar Presidente Alemán o el plan maestro del
CU, galardonado al día de hoy como patrimonio de la humanidad.
El impacto de las superestructuras ha venido a reformular la vida de la sociedad del siglo XX, las
maneras de habitar y el sentido de apropiación del espacio se han fundido para plasmar la vivienda
del mexicano actual. Parte de la exposición se muestra de manera recurrente los estados actuales
de las obras de Pani, muchas en condiciones de deterioro por la mala administración, pero de un
claro aprecio colectivo entre sus habitantes y la ciudad.
Habitantes del Centro Urbano Presidente Alemán | Fotografía de Guillermo Zamora | Archivo digital
Colección de fotografías Fototeca Tecnológico de Monterrey, Derechos Reservados ©
19
A lo largo de la exposición se muestran las fotografías realizadas por Guillermo Zamora, uno de los
fotógrafos más reconocidos de la arquitectura moderna; un 90% de las fotografías de arquitectura
moderna en el Archivo de Arquitectos Mexicanos de la UNAM son de él. Comenzó su trabajo
colaborativo con Mario Pani a través de una invitación para fotografiar un proyecto en específico
para la revista de Arquitectura, Zamora continuó su trabajo cerca del arquitecto durante tres
décadas, registrando cada uno de sus proyectos hasta la muerte de Pani.
Las imágenes aquí reunidas muestran el trabajo de este fotógrafo, un retrato de la ciudad moderna
captada por su lente, donde es evidente el espíritu de grandeza que proyectaban estas obras, con
sus prominentes inauguraciones y grandes personajes, entre ellos el presidente Miguel Alemán o el
presidente de Estados Unidos John F. Kennedy. La fotografía de Guillermo Zamora es testimonio de
la vida en una ciudad y sociedad con miras a la modernidad.
La vida de los multifamiliares se desarrollaba en un ambiente de colaboración, como ejemplo
podríamos retomar el caso de Santa Fe, la cual inicio para empleados del IMSS y la administración,
mantenimiento y recreación era organizada por la institución. Se escribía en la revista Arquitectura
sobre esta unidad “se quería en una palabra, iniciar la etapa de los servicios sociales a través de una
unidad que fuera síntesis y ejemplo de los que otorga el seguro social, la unidad ‘Santa Fe’ cuenta
con ‘el centro social’ que será el eje de la vida social y cívica de la colonia… tenemos ya auditorio
para representaciones de todo tipo, gimnasio, casino, cafetería, espacios para diversión, cursos… y
está concebido para ser el centro de reunión para los actos cívicos y sociales que deben celebrarse
intramuros y para las reuniones, conferencias y festivales que interesen a todos los habitantes de la
10
unidad”. La colaboración en el conjunto fue fructífera por muchos años, y los vecinos recuerdan la
época con mucho cariño, desde que la administración del edificio pasó a otras instancias los
servicios se cayeron y el mantenimiento del edificio fue colapsando; los vecinos aseguran que el
cambio de residentes afecta en la apropiación del conjunto puesto que no se sienten dueños sino
solo usuarios temporales, y la colaboración ha decrecido.
A 56 años de la edificación de la Unidad Santa Fe, se realiza otro proyecto fotográfico de
arquitectura. Para el arquitecto y fotógrafo Onnis Luque, las tácticas de apropiación de los
habitantes de la unidad son respuestas a la modernidad y a la nuevos modos de habitar: la
diversidad de fachadas, las ampliaciones en aéreas comunes, la incorporación de terrazas y los
elementos decorativos que proyectan individualidad. La apropiación del edificio revela a los nuevos
inquilinos como coautores del proyecto de Pani, reformulando la arquitectura a las necesidades del
siglo XXI.
Es necesario visualizar las formas arquitectónicas y constructivas de una sociedad como
expresiones de identidad, estas estructuras reflejan los sistemas sociales en los cuales está inmerso
el constructor o habitante del espacio, podría decirse que son analogías a las estructuras mentales
10
Arquitectura, no. 59 fecha de consulta 18 de marzo, 2014 http://www.arquine.com/blog/la-santa-fe-de-pani/
20
sociales. Uno construye de acuerdo a la estética cultural, la cual se basa en el contexto de la obra o
la enseñanza del individuo. Los coautores de la obra de Pani, reformulan a partir de la estética y
espacialidad brindada por el arquitecto, las nuevas formas constructivas se personalizan y dan
individualidad a la masa de viviendas homogéneas.
|Noche 2. De la serie USF/DF Tácticas de apropiación | Fotografía de Onnis Luque | Archivo digital | Cortesía Onnis Luque
Las estructuras colectivas ideadas por Pani dictan el comportamiento de los habitantes, así como
cualquier otra construcción arquitectónica. “Las formas arquitectónicas tienen un profundo impacto
sobre comportamientos individuales y grupales tales como la percepción, la privacidad y el espacio
personal. La privacía, definida por el control de acceso al yo por parte del individuo (o del grupo)
11
suele estar mediada por formas arquitectónicas”. Es importante la exploración e investigación que
se hace a través los efectos o transformaciones surgidas en los espacios diseñados por el arquitecto,
a manera de probar la influencia de las estructuras en el comportamiento de la sociedad que los
habita, las cuales en algunos casos pueden ocasionar enfrentamientos del orden social e individual.
11
Valdés, G. “De la cultura al diseño: un visión antropológica de la arquitectura” fecha de consulta: 19 de marzo, 2014
http://es.scribd.com/doc/37126253/De-la-cultura-al-diseno-una-vision-antropologica-en-arquitectura
21
Anexos
Temas en exposición
Introducción
Parte I—Casa de la Familia Pani—Sala 5A
- Retrato de Mario Pani
- Arturo Pani y Alberto J. Pani
- Hoteles
- Lieja 10
- Archivos
- Primeros proyectos
- Arquitectura de interiores
- Eupalinos
- Hospitales
Parte II—Grandes Conjuntos—Sala 5A
- Escuela Normal de Maestros
- Conservatorio Nacional de Música
- Crucero Reforma-Insurgentes
- Antecedentes de Ciudad Universitaria
- Proceso de diseño de Ciudad Universitaria
- Controversias sobre el diseño de CU y su autoría
- Ciudad Universitaria como símbolo y espacio público
- Santa Fe, Unidad Collage
- Arquitectura participativa
Parte III—Arquitecturas Locales—Sala 5B
- Curvas de Concreto
- Hombre del mar
- Mercado de Cuernavaca
Parte IV—Unidades habitacionales—5C
- Primeros Multifamiliares
- Significados de las unidades de vivienda
- Nuevas interpretaciones
- Programas de vivienda
- Unidades construidas
Parte V—Planes urbanos—Sala 5C
- Satélite
- Monorrieles
- PRONAF
- Rehabilitación del centro histórico
Parte VI—Cortes—Sala 5D
- Cortes de Mario Pani
- Edificio Balsas
- Condominios
22
Parte VII—Significados de Tlatelolco—Sala 5D
- Pasados de Tlatelolco
- Tlatelolco re-significado
Colofón: Panorámica de Mario Pani y su obra
Textos de salas
Introducción
Mario Pani (1911-1993) fue uno de los arquitectos más destacados del siglo XX en América
Latina. Sus obras y proyectos introdujeron nuevas tipologías que impactaron la vida de millones,
definieron patrones de crecimiento en las ciudades en México, dieron forma a políticas públicas
en el país en un periodo clave para la construcción nacional, contribuyeron a la consolidación de
distintas instituciones y se convirtieron en símbolos de una época. La trayectoria e influencia de
Pani—como en los casos de los arquitectos Lucio Costa (1902-1998) en Brasil y Carlos Raúl
Villanueva (1900-1975) en Venezuela—lo convierten en un personaje clave para la
interpretación de la historia reciente de México.
A veintiún años de su muerte y ciento tres de su nacimiento, esta exposición documenta
distintos procesos relacionados con la obra de Pani: procesos de diseño, construcción,
transformación, interpretación y reinterpretación de distintos edificios y complejos urbanos. La
exposición parte de la premisa que la arquitectura es un fenómeno social. No se trata de una
serie de objetos aislados o artefactos históricos, sino de relaciones de ideas, formas,
representaciones y eventos que se desdoblan en el tiempo y el espacio. Dada la diversidad y
calidad de la obra de Pani, y su impacto en la textura social y cultural de México, resulta un
espacio privilegiado para estudiar estas relaciones.
Parte I. Casa de la familia Pani
Retrato de Mario Pani
Según el escritor Salvador Elizondo, el mural de José Clemente Orozco en la Escuela Normal de
Maestros—proyecto de Pani—“abrió una ruta insospechada en la pintura mexicana,” ya que
rompió de manera decisiva con las pretensiones del “realismo socialista”.
Esta obra se encuentra sobre una pared curva que contiene el escenario del foro al aire libre de
la Escuela. Al centro, Pani situó una reproducción de cantera de una puerta del salón de actos de
la Universidad Nacional, para entonces demolido.
Poco después, Orozco iniciaría otros dos murales, en el Multifamiliar Miguel Alemán y el
Conservatorio Nacional de Música, por encargo de Pani, quien lo consideraba “el mejor los tres
grandes muralistas mexicanos”. Estas obras quedarían inconclusas: sobre un muro ondulante
del Miguel Alemán, Orozco “dio su última pincelada, el día de su muerte”.
Entre estos encargos, Orozco pintó un retrato de Pani, el cual estuvo en la sala de la casa del
arquitecto—primero el Lieja 10 y más adelante en su departamento en Paseo de las Palmas—a
lo largo de su vida. El arquitecto dio diversas entrevistas amparado por su retrato. Orozco
23
capturó la energía y personalidad inquieta de Pani con una amplia paleta de grises sobre una
base roja.
El cuadro es testimonio de una de las muchas colaboraciones entre Pani y artistas. Realizó
proyectos con Armando Quesada, Luis Ortiz Monasterio, Matías Goeritz, Roberto Engelking y
Carlos Mérida, entre otros. Juan Soriano pintó un oleo de su esposa; otros miembros de la
familia fueron retratados por Angelina Beloff, Ángel Zárraga y Diego Rivera.
Arturo Pani y Alberto J. Pani
El padre de Mario Pani, el ingeniero Arturo Pani Arteaga, trabajó para el servicio exterior
mexicano en Europa. La familia vivió en Amberes, Génova, Milán y Paris entre 1919 y 1934. El
último encargo diplomático del ingeniero Pani fue como representante de México ante la
Sociedad de Naciones en Ginebra.
Arturo Pani escribió muchos libros, la mayoría sobre la historia de su familia. Entre ellos se
encuentra una biografía de Jesús Terán, tío carnal y padre adoptivo de su madre. Terán fue
embajador plenipotenciario de Juárez en Europa durante y antes de la intervención francesa.
Pani escribió también una biografía de su hermano, el ingeniero Alberto J Pani. Alberto fue
ministro en distintos gobiernos a partir de la elección de Madero en 1910, y participó en la
fundación de, entre otras instituciones, el Banco de México y el Banco Nacional Hipotecario
Urbano y de Obras Públicas, hoy BANOBRAS. Mario su sobrino lo describía como “el ejecutivo de
la revolución”.
Alberto Pani también fue un escritor prolífico. Entre sus obras destaca La Higiene en México, de
1916. Este libro presenta un programa, inspirado en los movimientos de saneamiento urbano
que habían iniciado en Estados Unidos y Europa, para la construcción de viviendas con buenas
condiciones de salubridad. Los contenidos de este libro prefiguran las acciones de Pani en torno
a la vivienda y el ordenamiento de la ciudad de México.
Hoteles
Poco después de que Mario Pani obtuviera el título de arquitecto, su tío Alberto J. Pani, despidió
al arquitecto Carlos Obregón Santacilia y le dioel encargo de terminar el diseño y construcción
de los hoteles Reforma y Del Prado. Pani terminó sólo el primero, aunque realizo nuevos planos
para ambos proyectos. Tanto Obregón Santacilia como Pani se ostentaron autores del Hotel
Reforma una vez terminado. Si bien el esquema realizado es muy similar al original, el diseño de
los interiores es evidentemente obra de Pani.
Lieja 10
Simultáneo a la edificación del Hotel Reforma, Pani diseñó una casa para su familia en la calle
de Lieja, a una cuadra del Paseo de la Reforma. Esta casa—junto con las diseñadas por Juan
O’Gorman para su familia y para Diego Rivera y Frida Kahlo, y por Carlos Obregón Santacilia para
Manuel Gómez Morín—es una de las obras fundacionales de la arquitectura moderna en
México.
La casa de Lieja 10, ya demolida, estaba compuesta por dos volúmenes, unidos por un pórtico.
Mario Pani y su esposa Margarita Linaae se establecieron en el más pequeño, un pabellón de
dos pisos en el jardín. El volumen principal, hacia la calle, fue diseñado para el ingeniero Arturo
Pani Arteaga, su esposa, Dolores Darqui y sus dos hijos menores, Oscar y Arturo. En la azotea de
este volumen se ubicó, hasta finales de los años cuarenta, el despacho del arquitecto Mario
Pani.
24
Archivos
En el sótano de Lieja 10, contiguo a una sala de juegos, el Mario Pani dispuso un cuarto oscuro
para su padre. Muchas de sus fotografías, como las que aquí se exhiben, son de edificios
diseñados por Pani. Destaca en ellas su carácter doméstico. Mientras que las fotografías de
Guillermo Zamora acentuarían la monumentalidad y rigor formal de la obra de Pani, las del Ing.
Arturo Pani hablan de ellas como espacios habitados—se aprecian en ellas objetos personales,
flores y muebles.
El Ing. Arturo Pani contribuyó de otros modos al despegue de la carrera de su hijo: administró su
despacho en sus primeros años, comenzó a dar forma a su archivo personal mediante la
colección de recortes de periódicos y fotografías profesionales, y a partir de 1938, fue gerente de
la revista Arquitectura, la cual contribuyó a posicionar a Mario Pani como figura dominante en la
comunidad arquitectónica de México.
El Archivo Personal de Mario Pani, custodiado por el Tec de Monterrey, incluye catorce albums
de recortes, los cuales tienen prácticamente todos los artículos de periódicos en los que se
menciona al arquitecto. Su padre comenzó a realizar estos albums cuando Pani obtuvo el primer
premio para ingresar a la Escuela de Bellas Artes de Paris y la noticia se publicó en México.
Desde los años cuarenta, Guillermo Zamora comenzó a tomar fotografías de la obra de Pani. Su
relación profesional, plasmada en más de mil negativos, abarca tres décadas. Los albums en los
que están guardados estos negativos fueron clasificados por el ingeniero Arturo Pani.
Otros archivos de Pani incluyen el que resguarda la Facultad de Arquitectura de la UNAM,
donado por el arquitecto en 1991, con cientos de planos, perspectivas y dibujos, y algunos
planos en el la colección de la Dirección de Arquitectura del INBA.
Primeros proyectos
Mario Pani estudió la carrera de arquitectura en la Escuela de Bellas Artes de Paris, en el taller
de Georges Gromort. Gromort fue un influyente profesor y autor de tratados sobre los órdenes
clásicos y la composición de grandes conjuntos. Las obras de Gromort fueron libros de cabecera
para Pani a lo largo de su carrera. Selecciones de algunos de ellos aparecen en distintos números
de la revista Arquitectura.
Aún como estudiante, Pani comenzó a realizar proyectos por encargo de su tío Alberto J. Pani.
Entre ellos destaca un edificio no construido en el que se aprecian elementos de obras
posteriores: departamentos con cortes complejos y fachadas con gran densidad de detalle.
El proyecto de un museo de arqueología realizado por Pani como estudiante es evidencia de su
formación academicista. Como tesis, Pani diseñó una casa neo-colonial en México, dispuesta en
torno a un patio. Sus detalles son similares a los de casas diseñadas por José Villagrán y Enrique
del Moral en los años treinta.
Arquitectura de interiores
Muchos de los muebles en la casa de la familia Pani fueron diseñados por Arturo Pani, hermano
del arquitecto y reconocido decorador. Al inicio de sus carreras, los hermanos colaboraron en
distintos proyectos, como el Cabaret Corinto, y el Club de banqueros, en el último piso del
Edificio Guardiola del Banco de México, en la ciudad de México. Más tarde, colaboraron en el
diseño del departamento de Arturo Pani en el Condominio Los Cocos.
25
Estos diseños distan mucho de los que proponían las vanguardias de la época; no son
“funcionalistas” ni “racionales” en el sentido que se asignaba a estas palabras. Se trata de
espacios teatrales, entregados al lujo sin reservas.
El trabajo de Pani como decorador y sus colaboraciones con diseñadores de muebles e interiores
son facetas poco exploradas de su carrera.
Eupalinos
Pani vivía en Europa cuando Le Corbusier publicó Hacia una arquitectura (1923) y Urbanismo
(1925). Conoció estas obras y las propuestas que comenzaban a formularse en la Bauhaus de
Dassau, y participó en discusiones sobre ellas. Pudo haber regresado a México como evangelista
de la nueva arquitectura, pero no lo hizo.
Al inicio de su carrera, Pani tradujo Eupalinos de Paul Valéry, un dialogo platónico que habla del
papel del arquitecto en el contexto de la creación. Mientras Le Corbusier y otros celebraban el
potencial revolucionario de la arquitectura, Valéry—y junto con él, Pani—exploraba sus
dimensiones poéticas. Aquí se muestra la primera edición del texto, en francés, con anotaciones
de Pani, así como las distintas ediciones de su traducción.
Las actitudes de Pani que encuentran expresión en su traducción de Eupalinos son evidentes en
el diseño y decoración de, entre otras obras tempranas, Lieja 10—si bien se trata de una casa
decididamente moderna, recuerda más la obra de Robert Mallet Stevens y Adolf Loos que la de
Le Corbusier o Gropius. Su composición está apegada a principios clásicos, y no prescinde de
elementos decorativos o “superfluos”.
Hospitales
En 1943, el doctor Salvador Zubirán y el arquitecto José Villagrán reunieron a un grupo de
profesionistas en un Seminario de Arquitectura Nosocomial para establecer las características
que tendrían los nuevos hospitales que se construyeran en el país. Buscaban responder a los
muchos avances en la ciencia en las últimas décadas y sentar la base de un sistema de salud
moderno. El seminario fue la base de un ambicioso programa de construcción de hospitales en el
país; se trata de uno de los primeros esfuerzos de construcción nacional en el siglo XX el que la
arquitectura jugó un papel fundamental.
Mario Pani participó en el seminario y posteriormente diseñó diversos hospitales, ubicados en
Perote, Veracruz; Saltillo, Coahuila, y Tulancingo Hidalgo. Realizó además un proyecto no
construido para un hospital en Torreón, Coahuila, y diseñó, junto con Villagrán, el plan maestro
del Centro Médico de la ciudad de México, que sería el centro del sistema de salud en el país.
Este proyecto no se realizó por coyunturas políticas; el conjunto hospitalario fue eventualmente
construido a partir de un proyecto de Enrique Yáñez.
El diseño de hospitales y la colaboración con otros arquitectos permitió a Pani dar el “salto de
escala”—pronto comenzó a diseñar grandes escuelas y complejos habitacionales. El programa
de hospitales sería además modelo de otros en los que participó Pani: el de construcción de
escuelas, y diversos esfuerzos de construcción de vivienda.
Parte II. Grandes conjuntos
Escuela Normal de Maestros
La campaña emprendida por el gobierno Mexicano para la construcción de escuelas en todo el
país, requería la preparación de maestros en gran cantidad, de ahí la realización del importante
edificio en donde se formarían: La Escuela Normal de Maestros… Se pedía que el edificio
26
elevara la autoestima de los egresados, porque entonces la figura del maestro de escuela
primaria estaba poco valorada. El propio edificio debería cambiar la mentalidad del magistrado
que ahí se educaría.
Conservatorio Nacional de Música
La planta del Monumento a la Madre tiene antecedentes en el Monumento a Martí, diseñado
por Pani para La Habana en los años treinta—se trata de un conjunto de edificios dispuestos
como herradura, con una escultura sobre su eje de simetría. Este esquema resurgió poco
después en el proyecto del Conservatorio Nacional de Música. El Conservatorio consiste en dos
cuerpos de aulas que se unen en un extremo en un volumen semicircular con un auditorio,
vestíbulo y oficinas. Entre los dos cuerpos de aulas se encuentra un gran auditorio al aire libre.
El diseño del Conservatorio, con antecedentes en proyectos escolares de Pani, recuerda también
el del Palais d’Iena de Auguste Perret en Paris, y liga así a Pani con la tradición arquitectónica
moderna—con estructuras de concreto y materiales aparentes—que se desarrolló dentro de los
cánones compositivos de la Escuela de Bellas Artes. Algunos de los elementos formales del
Conservatorio—como el auditorio al aire libre contenido por volúmenes lineales de aulas—
aparecen también en la Escuela Normal de Maestros.
La fachada principal del Conservatorio está decorada con esculturas de Armando Quesada. A los
lados del auditorio al aire libre, Roberto Engelking realizó esculturas metálicas. Aquí se muestra
un dibujo preparatorio de Engelking.
Crucero Reforma-Insurgentes
En 1943, Pani participó en el concurso para el Monumento a la Madre que se realizaría en la
calle Sullivan, en la colonia San Rafael de la ciudad de México. Su propuesta no fue elegida,
pero dio pie a una serie de proyectos arquitectónicos y urbanos. A partir de las adecuaciones
viales que propuso en el concurso, Pani desarrolló una propuesta para construir un gran
conjunto urbano en la intersección del Paseo de la Reforma y avenida Insurgentes.
De este proyecto, descrito por Pani como “una Place de l’Etoile, solo que más grande, más
grandiosa”, se construyo únicamente un edificio—el Hotel Plaza, que consiste en una sección
de un cilindro en torno un vacío. Pani había ensayado versiones de este esquema en el Hotel
Alameda en Morelia y en su propuesta para el monumento a la Política de buena vecindad, con
una escultura de Franklin Delano Roosevelt al centro, en el campo militar de Monterrey.
Pani regresó años más tarde al partido arquitectónico del crucero Reforma-Insurgentes en una
propuesta no realizada para construir dos grandes edificios curvos en torno a la Glorieta
Insurgentes.
Antecedentes de Ciudad Universitaria
En los años cuarenta Pani diseñó distintos complejos en los que se aprecian elementos que
aparecerían de nuevo en el plan maestro de la Ciudad Universitaria (CU) de la UNAM. Entre ellos
destacan la Escuela Nacional de Maestros y tres proyectos no realizados: el monumento a
Franklin Delano Roosevelt, la Casa de España, la Biblioteca Nacional.
En CU, un eje compositivo atraviesa el estadio y la torre de rectoría, la cual domina la explanada
central del complejo. Pani ensayó este esquema en el Monumento a Roosevelt y la Casa de
España. El primer proyecto consiste en una torre ubicada en el eje de un estadio, rodeada por
jardines simétricos. En el segundo proyecto, un estadio funciona como remate de una secuencia
de espacios que inicia en un edificio de acceso con una torre al frente.
27
La rectoría de CU está compuesta por una base horizontal de la que desplanta una torre. Pani
diseñó volúmenes de composición similar, con fuertes contrastes entre elementos horizontales y
verticales, en la Biblioteca, la Normal y la Casa de España. Además, todos estos proyectos se
desarrollan en torno a espacios contenidos por edificios de distintas dimensiones y sin
circulaciones vehiculares—se trata de antecedentes de la explanada central de la Universidad.
Proceso de diseño de CU
El diseño de la Ciudad Universitaria fue realizado con la participación de más de sesenta
arquitectos, coordinados por Mario Pani y Enrique del Moral. Los equipos de trabajo fueron
asesorados por especialistas en distintas disciplinas. El diseño del Centro Médico pocos años
antes, con un plan maestro concebido por Pani y Villagrán y edificios diseñados por diversos
arquitectos, fue el precedente inmediato de este proceso de diseño colaborativo e
interdisciplinario.
Los equipos de diseño de cada edificio de la Ciudad Universitaria estaban integrados por dos o
tres arquitectos de distintas edades. Muchos de los dibujos constructivos se realizaron en los
talleres de la universidad. El intercambio intenso entre estudiantes, profesores y los
coordinadores del plano de conjunto produjo grandes aprendizajes que hicieron converger
distintas tendencias y dieron forma al lenguaje de la arquitectura mexicana de las siguientes
décadas.
Pani y del Moral revisaban los proyectos de los distintos equipos de trabajo de manera regular y
sugerían soluciones a sus responsables. Así, realizaron un conjunto a la vez diverso y con unidad.
El proceso diseño del edificio de humanidades ilustra el trabajo realizado por los arquitectos. En
un inicio, el plano de conjunto planteaba tres edificios paralelos para la facultad de Filosofía y
letras, y las escuelas de Jurisprudencia y Economía. Eventualmente, Pani y del Moral sugirieron
integrarlos con un volumen lineal, perpendicular a los propuestos originalmente. Este volumen,
diseñado con la participación de tres equipos de trabajo, da coherencia al espacio central de la
Ciudad Universitaria.
Los planos que se preservan en los archivos de la Facultad de Arquitectura de la UNAM y de la
Dirección de arquitectura del INBA, como el que detalla las características de la Plaza de
medicina, muestran el alcance del trabajo realizado por Pani y del Moral. Como parte del plano
de conjunto, los arquitectos diseñaron los pavimentos, estacionamientos, bardas, jardineras,
plataformas, escaleras, andadores y otros elementos que integran distintos edificios y espacios.
La construcción de CU fue también, como su diseño, un acontecimiento sin precedentes en
México por la escala de la obra y la velocidad con la que se realizó. CU fue un espacio para la
educación en nuevas técnicas de construcción de cientos de albañiles, sobrestantes e ingenieros.
Además, el proyecto propició el desarrollo de la industria de la construcción. Carlos Lazo, como
gerente de obra, facilitó la creación de nuevas fábricas de materiales, los cuales se comenzaron
a usar en otros proyectos una vez que terminó la construcción de CU.
Controversias sobre el diseño de CU y su autoría
Si bien CU es un conjunto armónico arquitectónicamente, el proceso de diseño fue complicado.
Esto es evidente en los documentos del archivo de Carlos Novoa, director del Banco de México y
presidente del fideicomiso para la construcción del campus a partir de 1950.
En 1951, cuando estaba avanzada ya la construcción, un grupo de arquitectos, dirigidos por
Carlos Lazo, trató de detener la construcción del proyecto de Pani y del Moral y realizar un nuevo
plano de conjunto. En una carta a Novoa, los arquitectos Raúl Cacho, Juan O’Gorman, Augusto
Pérez Palacios, Pedro Ramírez Vázquez, Carlos Obregón Santacilia, Enrique Yáñez, Teodoro
28
González de León y Armando Franco aseguran que los trabajos realizados por Pani y del Moral
tienen serios errores.
Según el testimonio de González de León, él y otros trabajaron en un plano de conjunto
alternativo, auspiciados por Cacho. Cuando supieron de la determinación de Novoa de continuar
la construcción del conjunto de Pani y Del Moral, quemaron todos los materiales que habían
producido por instrucciones de Lazo. Las controversias y los desacuerdos entre Lazo y Pani y del
Moral, sin embargo, continuaron hasta la conclusión de la obra.
El presidente Alemán inauguró CU en 1952, aunque su construcción continuó por al menos dos
años más. Las disputas en torno a su diseño resurgieron más adelante, con un tono distinto. Ya
terminado el campus, algunos de los arquitectos que antes habían criticado el plano de conjunto
de Pani y del Moral se atribuyeron su autoría.
Tras la muerte trágica de Carlos Lazo en 1955, Ramírez Vázquez habló de él ante la prensa como
autor de CU. Teodoro González de León y Armando Franco sustentaron esta versión al declarar
que Pani era “afrancesado y versallesco” y que no tenía “los alcances técnicos suficientes para
considerarse ostentosamente como el autor del proyecto original de la Ciudad Universitaria”. En
esta versión, Lazo había realizado el conjunto a partir de un anteproyecto de González de León,
Franco y Enrique Molinar.
Ciudad Universitaria como símbolo y espacio público
La ciudad universitaria de la UNAM fue, al momento de su inauguración, un símbolo de la
modernización de México. Esto se aprecia, por ejemplo, en la película El río y la muerte (1955),
dirigida por Luis Buñuel, en la que el campus representa la vida en la ciudad, amparada por la
ley y la ciencia, en contraste con la vida en los pueblos, caracterizada por la barbarie.
Hoy, el campos no es solo símbolo de un momento optimista en la historia de México, sino
también uno de los espacios públicos más notables de la ciudad de México. En el complejo
interactúan distintos tipos de personas y tienen menos peso sus diferencias sociales,
económicas y culturales que en otros espacios de la ciudad. En 2007, la UNESCO reconoció al
complejo como patrimonio de la humanidad.
Santa Fe, Unidad Collage
Muchos de los elementos compositivos de Ciudad Universitaria reaparecen en proyectos
posteriores de Pani. Entre ellos destaca la Unidad Santa Fe del IMSS. Como en CU, la parte
principal del conjunto está exenta de circulaciones vehiculares y se organiza en torno a un jardín
central. Las calles, jardines y andadores de Santa Fe producen secuencias espaciales, con patios
contenidos y desniveles dramáticos, como las que caracterizan a la universidad. Los materiales y
sus usos también son similares—Unidad Santa Fe tiene plataformas y muros de piedra
volcánica, así como celosías de block y terrazas, puentes y techos volados de concreto.
Unidad Santa Fe tiene también como antecedente el conjunto habitacional que diseño Hannes
Meyer para el mismo terreno en 1942. Elementos de su traza sobreviven en el proyecto de Pani.
Asimismo, cuando Pani intervino el terreno, había ya un grupo de casas y algunas calles
construidas, lo cual incorporó al conjunto. A lo largo del proceso de diseño de la unidad, el cual
tuvo lugar de 1952 a 1957, Pani trabajó con distintos socios en sus talleres de urbanismo y de
diseño arquitectónico.
El proyecto también se relaciona con conjuntos de vivienda previos diseñados por Pani y sus
colaboradores—los edificios multifamiliares son variaciones de los del Centro Urbano
29
Presidente Juárez, y las casas y su organización son similares a las de las unidades Modelo en el
Distrito Federal y Guadalajara.
Los grupos de casas de la unidad Santa Fe fueron la base de la Unidad Cantinflas, promovida por
el actor Mario Moreno en Iztacalco, ciudad de México, y de la cual se realizaron 64 casas.
Además, Santa Fe modelo de la Unidad de servicios sociales y habitación no. 2 del IMSS, mejor
conocida como Tlalnepantla o Tequesquinahuac, en el estado de México, inaugurada en 1958.
Los edificios y casas tipo en este complejo son muy similares a los de Santa Fe, si bien el diseño
de los conjuntos es distinto.
Arquitectura participativa
La Unidad Santa Fe fue concebida como comunidad modelo para empleados de compañías
públicas y privadas afiliados al IMSS. Hacia 1957, decenas de familias se mudaron al complejo.
Las fotografías que guardan los vecinos en Santa Fe y el documental realizado en la unidad para
celebrar su cincuenta aniversario muestran las maneras en que sus vidas diarias se desdoblaron
en el complejo. Los vecinos se apropiaron de los espacios que aparecen en las fotografías de
Guillermo Zamora y los llenaron de significados personales.
A lo largo de las tres últimas décadas, las familias de la Unidad Santa Fe han transformado sus
viviendas considerablemente. La mayoría de las casas, antes todas de un piso, tienen dos o más
niveles, y sus habitantes han agregado elementos decorativos a las fachadas. Además, las casas
tienen bardas hacia los andadores que delimitan patios en áreas que antes fueron comunes.
Estos cambios se pueden interpretar como crítica o elaboración de los postulados del proyecto
original.
Las transformaciones de las casas siguen ciertos patrones. Prácticamente todas las familias han
integrado las azotehuelas a las cocinas y han construido cuartos sobre los patios traseros. Dado
que las salas de las casas eran más altas que las recámaras, los pisos superiores están a
menudo organizados en medios niveles. Las estructuras originales de concreto no han tenido
que ser reforzadas. Muchos de los vecinos han usado piedra bola en sus remodelaciones, lo cual
se aprecia en las fachadas de algunas de ellas; los jardines de la Unidad estuvieron todos
cubiertos de este material.
Estos y otros cambios son evidencia del avance económico de las familias de Santa Fe. En buena
medida, gracias a los servicios públicos a los que tuvieron acceso, muchos habitantes del
complejo son hoy parte de una sólida clase media. Las casas son archivos de sus vidas. Como se
aprecia en los videos, otras unidades diseñadas por Pani, especialmente las que incluyen casas
unifamiliares, han sufrido procesos similares.
Parte III. Arquitecturas Locales
Curvas de Concreto
En 1944, los doctores Ignacio Morones Prieto y Gustavo Baz y los arquitectos José Villagrán y
Mario Pani fueron recibidos por el ministro Gustavo Capanema en Río de Janeiro. Ahí conocieron
el Ministerio de Educación y Salud, obra fundacional de la arquitectura moderna brasileña.
Los visitantes participarían en un congreso sobre salud pública, como parte de su investigación
para realizar un programa nacional de construcción de hospitales en México. En ese momento,
en Brasil iniciaban procesos de construcción de instituciones y de infraestructura similares a los
que comenzaban a formularse en México. En ambos países, la arquitectura cobraría un papel
fundamental en el desarrollo social, económico y político.
30
En 1951, Pani regresó a Brasil, en esta ocasión como jurado, junto con Sigfried Giedion y Junzo
Sakakura, de la sección de arquitectura de la primera Bienal de São Paulo. En Brasil, Pani
encontró resonancia con obras había realizado hasta entonces—distintos de sus proyectos
incluían superficies curvas de concreto armado. La arquitectura de los brasileños dio un nuevo
impulso a la de Pani, lo cual se aprecia en diversos proyectos realizados en los años cincuenta.
El Aeropuerto de Acapulco, con su estructura de “costillas” ovoides de concreto, recuerda la
fábrica de galletas Duchen, obra de Oscar Niemeyer. Las celosías y parteluces del condominio
Los Cocos recuerdan los de los edificios del parque Guinale de Lucio Costa. Los dos proyectos
brasileños fueron premiados en la Bienal.
El Club de yates y la casa Montes de Acapulco, por su parte, vinculan a Pani con la obra de
Niemeyer en Pampulha, Belo Horizonte. Estos proyectos hacen uso de materiales y técnicas
constructivas locales y subvierten la geometría ortogonal de la arquitectura “funcionalista” con
lozas de concreto de forma irregular.
La arquitectura de Pani fue determinante para la formulación de un lenguaje arquitectónico
local del que participan construcciones de otros diseñadores en Acapulco. Algunos de sus
elementos aparecen también en obras en otros contextos, como la guardería del Multifamiliar
Juárez.
Hombre del mar
Acapulco tuvo un papel clave en la definición de la imagen de México como un país moderno
ante locales y extranjeros durante el siglo XX. La obra de Pani jugó un papel fundamental en la
definición de esta imagen.
El primer proyecto para el puerto concebido por Pani, en los años treinta, fue un hotel que no se
construyó. Desde entonces viajó a Acapulco con frecuencia y participó activamente en su
transformación en centro turístico. A principios de los años cincuenta, junto con José Luis
Cuevas, Pani formuló un planes de desarrollo urbano para esta ciudad. Su última obra en el
puerto fue el Hotel Condesa del Mar, diseñado en sociedad con su hijo Mario Pani Linaae y Luis
Ramos Cunningham.
Además de su obra arquitectónica y urbanística, Pani fundó el Club de yates de Acapulco, junto
con Dolores del Río y su tercer marido, Lewis Riley. La casa de la familia Pani en Acapulco se
encontraba cerca del Club, en donde el arquitecto fue comodoro de 1954 a 1978, cuando fue
nombrado “comodoro emérito”.
En 1961, Pani compró un yate usado, lo remodeló y bautizó en honor al Marqués de Santa Cruz,
capitán naval de Felipe II y héroe de la batalla de Lepanto. A bordo de Santa Cruz, Pani realizó al
menos cuatro viajes entre Acapulco y Los Ángeles, California. En sus trayectos, exploró las costas
de Baja California, donde más adelante propondría proyectos de desarrollo turístico.
Tras algunas adaptaciones realizadas por Pani, el Club de yates fue sede de las competencias de
vela en los juegos olímpicos de 1968. Poco después fue remodelado considerablemente.
Mercado de Cuernavaca
El desarrollo de Cuernavaca como destino de fin de semana fue paralelo al de Acapulco. Pani
diseño algunas casas en esta ciudad, entre las que destaca la realizada para Esteban García de
Alva, hoy modificada considerablemente. Otro proyecto de Pani en Cuernavaca es el mercado
municipal Adolfo López Mateos, inaugurado en 1964. Este edificio, con una nave techada por
cubiertas curvas de concreto, recuerda la arquitectura de algunas estaciones ferroviarias.
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El proyecto de Pani comparte elementos con el Mercado de la Merced, diseñado por Enrique del
Moral a mediados de los años cincuenta—entre ellos se encuentran estructuras de concreto con
grandes claros, celosías de ladrillo y las marquesinas de acceso en cantiléver. El mercado de
Cuernavaca recuerda también los realizados por Pedro Ramírez Vázquez, Rafael Mijares y Félix
Candela en los años cincuenta en la ciudad de México.
Las fotografías de la construcción del mercado muestran que, a pesar de la modernidad de su
diseño, se realizó con técnicas tradicionales. La cimbra de pedacería de madera y los armados de
varilla y alambre son similares a los que se usan para construir una casa.
Las imágenes a color fueron probablemente tomadas por el arquitecto en una visita a
Cuernavaca en los años ochenta. Para entonces, las explanadas frente al edificio principal ya
habían sido ocupadas por comercios y los vendedores habían construido estructuras metálicas
sobre los puestos al interior del espacio principal. En 2010 un incendió consumió muchos de
estos puestos. La cubierta tiene hoy una gran mancha de humo.
Parte V. Unidades Habitacionales
Significados de las unidades de vivienda
Las unidades habitacionales diseñaras por Pani han sido usadas como locaciones en decenas de
películas; sus representaciones permiten aproximarse a sus significados en distintos momentos.
En La ilusión viaja en tranvía (1954), dirigida por Luis Buñuel, y Maldita ciudad (1954) y Hombre
de papel (1963), ambas de Ismael Rodríguez, las unidades aparecen como bandera e
instrumento de la modernización de México. Estas obras contrastan con las vecindades que
caracterizaban la vida de miles en la ciudad. En las películas, los cambios radicales de la ciudad
son a la vez motivo de admiración y desorientación. Representan una ruptura con el pasado.
En Quinceañera (1960), con Maricruz Olivier, la Unidad Santa Fe es una comunidad de gente
pobre—se trata, sin embargo, de una pobreza idealizada. Esta película es antecedente de
decenas de telenovelas que representan relaciones sentimentales entre personas de distintas
clases sociales; la actriz principal vive en Santa Fe y su novio rico en Las Lomas. En otra película
en la que aparece Santa Fe—Tres lecciones de amor (1960), con Germán Valdés “Tin Tán”—la
unidad es imagen de una ciudad del futuro.
En Rojo Amanecer (1989), película que dramatiza la matanza en Tlatelolco el 2 de octubre en
1968, el conjunto habitacional se convierte en símbolo del autoritarismo y brutalidad del
gobierno mexicano. Para los años ochenta, se había extendido entre la población del país la
desconfianza en el estado y sus instituciones. En esa época se arraigó una visión de las unidades
habitacionales del movimiento moderno en México como espacios fracasados.
En películas recientes, las unidades de Pani son espacios de la vida urbana de una clase media
consolidada. Esto se aprecia en Temporada de patos (2004), filmada en Tlatelolco, y en Y tu
mamá también (2001). En la segunda película, Julio, personificado por Gael García, vive en un
departamento del Miguel Alemán. Su amigo de clase alta, Tenoch, vive en una casa suburbana.
En el video de la canción “No sabemos amar” de El gran silencio, filmado en el Multifamiliar
Miguel Alemán, cada ventana del complejo da entrada a una historia personal. La unidad
habitacional es sinécdoque de la ciudad como red de historias y sitio de encuentros y
desencuentros. Las cortinillas de la telenovela Mientras haya vida ofrecen una visión similar.
Nuevas interpretaciones
Representaciones de las unidades de Pani en otros medios, como en los levantamientos de los
objetos que contienen los departamentos del Miguel Alemán realizados por Juan Carlos Tello y
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en la portada de Imágenes de la tradición viva (2006) de Carlos Monsiváis, hablan también de su
valoración como íconos de la ciudad de México en años recientes.
Programas de vivienda
El currículum de Pani, de 1984, registra más de veinte unidades habitacionales. Si bien muchas
de ellas no se realizaron, su diseño estableció los patrones a partir de los cuales otros
arquitectos diseñaron conjuntos de vivienda en todo el país. Las unidades habitacionales, con
las de Pani como obras pioneras, son una de las tipologías que definieron la textura de las
ciudades mexicanas en el siglo XX.
Los complejos de vivienda realizados por Pani fueron a menudo parte de proyectos de
construcción institucional. Los conjuntos Miguel Alemán y Juárez, las unidades Santa Fe y
Tlalnepantla, y el centro urbano Tlatelolco, fueron importantes símbolos de la Dirección de
pensiones (hoy ISSSTE), del IMSS y de BANOBRAS, respectivamente, así como espacios en los
que se formularon sus objetivos y alcances. La unidad Kennedy, por su parte, fue instrumento de
la Alianza para el progreso.
Además, como se aprecia en sus láminas de presentación, los conjuntos fueron siempre parte de
esquemas más amplios de ordenamiento urbano, sustentados por estudios demográficos y
financieros. A inicios de los años cincuenta, junto con José Luis Cuevas, Pani propuso la
construcción de diecisiete nuevos conjuntos en el sureste de la ciudad. Estos complejos—de los
cuales solo se realizó la Unidad Modelo—combinan edificios y casas en amplias
supermanzanas.
Otro proyecto general, de principios de los años sesenta, contempla la construcción de las
unidades Mixcoac, Lindavista-Vallejo, San Pablo, Los Reyes, Aragón y Balbuena. Todos estos
conjuntos fueron proyectados por Pani, a excepción de Aragón. Del proyecto de Mixcoac sólo se
realizó un fragmento; el resto fue construido a partir de un proyecto de Abraham Zabludovsky y
Teodoro González de León años más tarde. La unidad en Balbuena, financiada por la Alianza
para el progreso, se inauguró con el nombre de Kennedy. Los conjuntos Kennedy y LindavistaVallejo, con decenas de edificios, son variaciones, en menor escala, de Tlatelolco.
Unidades construidas
Esta colección de diapositivas muestra distintas unidades habitacionales diseñadas por el
arquitecto Pani. A diferencia de las fotos de Guillermo Zamora, estas son más muestran
procesos de construcción, la relación de las unidades con sus alrededores, y la vida de sus
habitantes. Fueron tomadas por Pani o miembros de su equipo de trabajo y algunas de ellas se
presentaron en conferencias.
V. Urbanismo
Satélite
A lo largo de su carrera, Pani, en colaboración con su Taller de urbanismo, diseñó decenas de
planos reguladores y urbanos. Su proyecto más conocido en este rubro es ciudad Satélite,
promovida por inversionistas privados en los años cincuenta en el Estado de México.
Satélite comparte elementos con unidades habitacionales como Santa Fe y Juárez—la nueva
ciudad está organizada a partir de supermanzanas que reúnen distintos usos y áreas verdes, y
tienen circulaciones peatonales internas. Además, Satélite es similar a Ciudad Universitaria—los
proyectos tienen el mismo sistema vial.
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Pani pretendía que Satélite fuera un desarrollo rodeado por campos de cultivo, como las
pequeñas ciudades construidas en torno a Estocolmo y Oslo en los años cuarenta. El diseño está
sustentado por sofisticados estudios. Sin embargo, Satélite quedó pronto unida al resto de la
ciudad por un tejido urbano denso.
En los años sesenta, Satélite comenzó a conformarse como suburbio de una nueva clase media,
con poder de consumo y una identidad arraigada. Uno de sus espacios principales del nuevo
desarrollo es el centro comercial Plaza Satélite, el primero “tipo americano” de México—para su
diseño, Pani hizo viajes de estudio a Estados Unidos.
En la obra de Dante Busquets, fotógrafo originario de Satélite, aparecen calles, camellones,
comercios e interiores y exteriores de casas características de Satélite, con estacionamientos al
frente y sin las bardas ciegas que caracterizan las zonas residenciales de otras partes de la
ciudad.
El símbolo más conocido de Satélite son las Torres, diseñadas por Matías Goeritz y Luis
Barragán por invitación de Pani para apreciarse desde los automóviles que circulan por el
Periférico, la avenida que conecta el suburbio con el resto de la ciudad. En el Archivo personal de
Pani se preservan imágenes de la maqueta de las torres, con estudios de distintos colores.
Monorrieles
Uno de los intereses recurrentes en la carrera de Pani fue la movilidad. Realizó diversos
proyectos para adecuar o construir vialidades—entre los que destaca la prolongación del Paseo
de la Reforma hacia el poniente para facilitar el acceso a Tlatelolco—así como sistemas de
circulaciones peatonales. La revista Arquitectura celebra el plan maestro de Ciudad Universitaria
como una “reconquista del espacio por el peatón.” En los años ochenta, Pani promovió con éxito
la peatonalización de algunas calles del centro de la ciudad de México.
Pani también promovió la extensión y modernización del transporte público. En los años
sesenta, Pani propuso un sistema de monorrieles en sociedad con la compañía Alweg, entonces
propiedad del sueco Axel Wenner-Gren. Pani consideraba los monorrieles como una alternativa
más práctica y económica que el metro, dadas las características del suelo en la cuenca de
México. Sin embargo, el gobierno del presidente Díaz Ordaz optó por construir una red de
transporte subterránea.
Las láminas de los estudios y proyectos de transporte público de Pani muestran propuestas de
distintas de rutas de monorrieles para la ciudad de México, soluciones técnicas para su
construcción y anteproyectos de distintas estaciones. Además, Pani propuso la construcción de
rutas regionales que conectaran a la capital con Ecatepec, Cuernavaca, Puebla y Toluca.
En sus visitas a otras ciudades del país, Pani promovió los esquemas de transporte que buscó
implementar en la ciudad de México. Por ejemplo, en visitas realizadas a Monterrey en 1968 y
1976, Pani propuso que la ciudad se desarrollara a partir de multifamiliares en supermanzanas
con circulaciones peatonales internas, conectadas por monorrieles.
PRONAF
En los años sesenta, Mario Pani estuvo a cargo de los aspectos urbanísticos y arquitectónicos del
Programa Nacional Fronterizo (PRONAF), dirigido por Antonio Bermúdez. Se trataba de un
fideicomiso promovido por el Secretario de Hacienda, Antonio Ortiz Mena, para ligar a las
poblaciones de frontera más fuertemente al resto del país, proveerlas de infraestructura básica,
crear una nueva base de consumidores para productos mexicanos, y atraer turismo—y por lo
tanto divisas—de los Estados Unidos.
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Como parte de su trabajo para el PRONAF, Pani realizó estudios demográficos y urbanos, y
diseñó centros comerciales y de convenciones, hoteles, edificios de aduanas, sistemas viales y
planos reguladores para distintas ciudades—entre ellas Matamoros, Ciudad Juárez, Piedras
Negras, Nogales, Reynosa, Mexicali, San Luis Río Colorado y Tijuana. Solo se realizaron algunas
de sus propuestas, en las primeras cuatro ciudades.
El PRONAF muestra la medida en que la obra de Pani formó parte de un proyecto de
construcción nacional. La Puerta de México en Matamoros, por ejemplo, no es una obra aislada;
fue concebida como parte de un esfuerzo por consolidar un territorio económico, cultural y
socialmente. Se trata de una obra ligada a otras acciones de gobierno en el marco del
“desarrollo estabilizador”.
Si bien, como indican Rivero y Rodríguez, el desarrollo económico y urbano de los Estados
Unidos fue modelo de los objetivos y planes del PRONAF, los proyectos de Pani tienen un
lenguaje arquitectónico específicamente mexicano. Muchas de las obras realizadas, por ejemplo,
son cascarones de concreto similares a los de decenas de edificios construidos en México en la
época. Las obras responden a una preocupación constante en la carrera de Pani por realizar una
arquitectura moderna ligada a condiciones locales.
Rehabilitación del centro histórico
Pani realizó diversas propuestas para el centro de la ciudad de México. Entre ellas se encuentran
planes para transformar las colonias Peralvillo, Tepito y Guerrero, de finales de los años
cincuenta. Estos esfuerzos conducirían a dos grandes proyectos: la “Regeneración del centro de
la ciudad de México”, de 1961, y la “Regeneración de la herradura de tugurios”, de 1963. En los
años ochenta, Pani realizó una propuesta para remodelar la plaza del Palacio de Bellas Artes y la
Alameda.
En 1992, un año antes de su muerte, Pani planteó “amurallar” el primer cuadro de la ciudad de
México con estacionamientos y no permitir la entrada de autos. Se trataba de una nueva
iniciativa dentro de una serie de proyectos formulados desde los años sesenta. El concepto
recuerda la propuesta de Louis I. Kahn de los años cincuenta para construir estacionamientos en
Filadelfia y limitar el acceso de autos al centro de la ciudad.
Recientemente, el Gobierno del Distrito Federal ha retomado las propuestas de peatonalizar
calles y remodelar espacios públicos en el contexto de un programa integral para la
transformación del centro de la ciudad.
Parte VI. Cortes
Cortes de Mario Pani
Pani spoke often of Le Corbusier, and his influence is evident in the Miguel Alemán housing
unit, which is a variation of buildings from the Ville Radieuse and of the Marseille complex’s
apartment types. The assertion of Pani’s links to Le Corbusier, however, obscures other, less
obvious influences.
The Miguel Alemán complex can also be understood in relation to Pani’s earlier works, in
particular the Balsas, Reforma and Alpes apartment buildings, where he experimented with
variable sections. Living rooms in these buildings are half a level taller than rooms and service
areas. As in the Miguel Alemán complex, sets of two apartments form three-level modules.
Elevators stop every three levels.
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Wells Coates had experimented with this arrangement in the 10 Palace Gate building in London,
which Pani published in Arquitectura in 1939. Pani also knew—and published—a project for
Zagreb by D. Neidhardt with a similar system. Here, open hallways connected long rows of
duplex apartments. As Pani would do a decade later in the Miguel Alemán, Niedhardt brought
the closed circulations of Le Corbusier’s projects to the building’s façade, converting them into
“streets in the air” and balconies towards the city.
The Narkomfin complex (1928-1930) by Moisei Ginzburg, one of the earliest experiments in
mass housing in the Soviet Union also has variable sections, with living rooms with one-and-ahalf and double-height ceilings. While there is no evidence linking this project to Pani’s, it is
possible that this effort at collectivizing household chores influenced solutions adopted in the
Juárez, Santa Fe and other complexes.
Pani’s later work is best understood as part of a personal process in which he made variations
and elaborations of his earlier projects. The housing slabs of Tlatelolco, and the Reforma and Los
Cocos condominiums bring together earlier experiences. The sections of the last two buildings
are exemplary instances of what architecture critic Humberto Ricalde used to call “the art of
carving out space.” [el arte de escarbar el espacio]
Edificio Balsas
Los “rascacielitos” realizados por Pani en los años cuarenta—llamados así despectivamente por
Obregón Santacilia—dieron un nuevo perfil a las colonias de clase media alta de la ciudad de
México. Su influencia se aprecia en decenas de construcciones en las colonias Cuauhtémoc,
Hipódromo y la Zona Rosa: como los edificios de Pani, muchos tienen ladrillo en la fachada,
ventanas redondas, roof-gardens, y ventanales con retículas blancas de columnas y lozas.
El edificio que estuvo ubicado en Paseo de la Reforma fue demolido por daños estructurales
poco después del terremoto de 1985. El de la calle Balsas, por su parte, se desplomó un metro,
pero fue reestructurado.
En 2006, un grupo de arquitectos encabezado por Juan Carral restauró este último edificio,
guiados por planos antiguos y fotografías de época de Guillermo Zamora. A la fecha—junto con
el Conservatorio—el Balsas es el único edificio de Pani que ha sido restituido a sus
características originales.
Condominios
En los años cincuenta, impresionado por el crecimiento vertical que había observado en viajes a
ciudades en Brasil y Venezuela, Pani promovió la creación de una ley de propiedad en
condominio en la ciudad de México. Tras su aprobación en 1956, fundó la compañía
Condominio S.A. Su primer desarrollo fue el Condominio Reforma, en la intersección de esta
avenida y la calle Guadalquivir, en la ciudad de México.
El proyecto consiste en dos prismas de cristal, uno de departamentos y otro de oficinas, que se
desplantan sobre una base de comercios. La oficina de Pani ocupó el mezzanine de este edificio.
Poco después, su despacho realizó un segundo condominio exactamente frente al primero, del
otro lado de Reforma, así como un condominio en Acapulco, Los Cocos, y uno en Monterrey, el
Condominio Acero.
Parte VII. Significados de Tlatelolco
Pasados de Tlatelolco
Tlatelolco fue una ciudad prehispánica a orillas del lago de Texcoco, sede de uno de los
mercados más importantes de la época. En el sitio donde hoy se encuentra la Plaza de las tres
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culturas se construyó la iglesia de Santiago, una de las primeras en la Nueva España. En los
primeros años de la colonia, Tlatelolco fue sitio de una escuela para nobles indígenas. Con su
ayuda, Bernardino de Sahagún escribió parte de la Historia de las Cosas de la Nueva España.
En la prensa de los años cincuenta y sesenta, el proyecto de Pani aparece siempre como
evidencia del “adelanto económico” del país y como modelo de desarrollo. A pesar de agitados
conflictos con los ocupantes de los terrenos intervenidos, no se reporta oposición al proyecto, o
dudas sobre su conveniencia. Esto habla del optimismo de algunos y de la limitada libertad de
expresión en la época.
Entre los pocos gestos contrarios a la lógica desarrollista detrás de la construcción de Tlatelolco
en la prensa se encuentran columnas por el periodista Arturo Sotomayor en las que habla sobre
la vitalidad de los barrios intervenidos y sobre su pasado, desde una perspectiva costumbrista.
Otra medida de la posición de Tlatelolco en la imaginación de la población de la ciudad de
México son las declaraciones de un grupo de personas que se identificaron como descendientes
directos de Moctezuma e insistieron que su tesoro estaba enterrado en el sitio donde se
construía la unidad habitacional. Si bien arqueólogos trabajando en la zona arqueológica
contradijeron estas afirmaciones, la prensa siguió el desarrollo de esta historia por varios meses.
Tlatelolco resignificado
Las esquelas publicadas en los periódicos de la ciudad de México tras la inauguración de
Tlatelolco son un caso único en el que el arquitecto de una obra pública comparte felicitaciones
con el presidente de la república. Estas esquelas reconocen la importancia de Pani no solo como
contratista, sino como ideólogo del proyecto. Además, muestran la prominencia de Mario Pani
en la vida pública del país.
Durante sus primeros años, Tlatelolco fue vitrina de las políticas del estado en México.
Visitantes extranjeros, guiados por funcionarios públicos, hacían tours de este espacio; a
menudo, la prensa registraba su admiración por el proyecto.
La notoriedad de Pani y su identificación de su obra el gobierno lo convirtieron en blanco fácil
tras el terremoto de 1985, cuando colapsaron edificios de Tlatelolco y el Multifamiliar Juárez.
Muchos en la prensa lo identificaron como responsable de la tragedia. En las notas publicadas
se aprecia el desencanto de sus autores con el estado y con sus símbolos, entre los que se
encontraban la arquitectura del movimiento moderno.
Poco antes del terremoto, Pani había advertido a las autoridades sobre el deterioro de las los
edificios de Tlatelolco y había hecho una propuesta para reforzarlos. Su currículum de 1984
incluye un “Proyecto de restauración de Tlatelolco”. Sin embargo, esta obra no fue realizada.
Notablemente, Pani se mantuvo optimista tras el terremoto. “Pagado el tributo del dolor,”
declaró en 1986, “debemos levantar el ánimo, aprovechar al máximo las enseñanzas que este
temblor nos dio, para reconstruir lo destruido—y ordenar nuestra ciudad, que tanto lo necesita”.
“¡Qué error de Cortés el haber levantado la ciudad española en la isla y en el lago!” se lamentó
en la misma conferencia. “Si México se hubiera construido en Coyoacán, en las Lomas o en las
riberas sólidas, no hubiéramos tenido tantos problemas… y enfrente de nuestra ciudad
tendríamos la visión de un espléndido lago”.
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Panorámica de Mario Pani y su obra
Mario Pani construyó una gran biblioteca a lo largo de su carrera. Esta selección representa la
diversidad—o incluso eclecticismo—de sus intereses y relaciones, y la amplitud de su cultura
urbanística y arquitectónica.
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