CARTA FAMILIAR DE BENJAMIN BARTON A BORDO DEL BARCO “SANTA LUISA” Queridos hermanos: Ustedes se sorprenderán al ver este escrito y no entender lo que significa. De modo que se los digo de inmediato: Tengo tuberculosis y no me explico cómo lo adquirí, está avanzando en el pulmón izquierdo; por lo cual me veo obligado a volver a casa para combatirlo con una buena alimentación, descanso y sobre todo con el poder de Dios. No puedo precisar las características del mal que padezco pero si conozco de la características de mi Dios y no temo el futuro porque Él sigue conmigo; y yo con Él. No intento escribir o hablar lo que esto ha significado en mi vida como tampoco puedo aun explicar el hecho plenamente. Gracias a Dios, su gracia es suficiente y me imagino que es su misericordia y su amor, lo que me preserva, al enterarme de la envergadura del problema al que me enfrento de pronto. De todos modos, sólo los que hemos estados totalmente comprometidos con lo sucedido, y sólo nosotros podemos saber lo que implica, y eso sólo en parte. Pero Dios nos dio su gracia para afrontar lo que esto significa aún en la despedida que tuvimos. Probablemente esté en casa por un corto tiempo aunque parece que tengo que hospitalizarme tan pronto como sea posible, no puedo decir nada en concreto por ahora, pues sólo debo dar un paso a la vez en cuanto Él me muestre el cómo. Por favor oren por los que quedaron en el Perú para continuar con el trabajo como Dios ponga en vuestros corazones a favor de ellos. El enemigo está furioso contra todo esfuerzo para Cristo en el Perú y por lo tanto lo combate. Sin embargo Cristo es Victorioso. Lamento mucho, Harold, que hayas estado con paperas pero me alegro que nuevamente estés recuperado. ¿Tus hijos ya lo tuvieron? Es mejor que les dé temprano. Por supuesto que las palabras que Dios hace irradiar de su palabra para nosotros, son muy preciosas. Él sabe como hacerlos iluminar cuando estamos en necesidad. Ojala que confiáramos más en sus promesas con mayor obediencia. ¡Que poder el de Cristo, y es nuestro! y que ciegos somos ante ello. Que Dios nos ayude a aferrarnos a las preciosas promesas y mantener nuestros ojos espirituales puestos en la Palabra de Verdad, en su realidad eterna. Al parecer llevas una vida muy ocupada y no cabe duda que te preparas para servir a Dios conforme su mano lleva el timón, Él te llevará al “Puerto deseado” a través de las tormentas, todos los días de duro trabajo que ahora parecen infructuosas. ¡Que su palabra siga adelante como la semilla que dará fruto a través de tu ministerio! Yo tampoco encuentro ocasión para leer el “S. J. Times”, “EL DAWN” y otras revistas pero me agrada obtener los artículos principales que estimulan y fortalecen especialmente en el cumplimiento de la profecía puesto que yo no he tenido la oportunidad de interpretar el mundo por mi mismo de acuerdo a las profecías. Es así como uno puede lograr por medio de una ardua labor de otros y aprender para la gloria de Dios, mientras Él me bendice por medio de otros y bendice nuestra vida. Dios nos ha enseñado que hagamos el bien a todos los hombres, pero especialmente a los que son de la familia en la Fe, por ello pienso que uno hace bien al ministrar para la edificación de los santos. Hasta donde sé, nuestra Sociedad Misionera aun no ha dado marcha atrás y sigue enviando nuevos obreros (al Perú) aunque en menor cantidad cada año, debido a las circunstancias financieras. Debo terminar; Pueden escribirme a la dirección de mi domicilio pues así me localizarán si estuviera en algún otro lugar. Ellos no saben de mi regreso pero yo voy a escribirles y enviarles tan pronto como llegue a Nueva York. A Papá quiero escribirle personalmente para que le diga a Mamá sin causar un shock. No estoy desanimado, pero si decidido a continuar con Él (Jesús) y dejar que Él me moldee como Él lo quiera. Oren pues espero regresar al Perú. Os amo a todos. Hno. Benjamín