Fronteras escondidas

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Fronteras escondidas
LOS muros o las barreras "son los iconos más representativos del
control" en las fronteras, que todavía existen a lo largo y ancho del
mundo e, incluso, dentro de la propia Unión Europea. También en
Euskal Herria, en el peaje de Biriatu. Aquí siguen quedando en pie
algunas garitas y, aunque la vigilancia policial parece inexistente, de
vez en cuando se puede observar a algún agente que consigue que
el ciudadano vuelva a sentir "el control escondido, el disimulado". De
esta manera comienza uno de los capítulos del libro Frontera Sur,
Nuevas políticas de gestión y externalización del control de la
inmigración en Europa (Editorial Virus), que fue presentado ayer por
SOS Racismo de Gipuzkoa en Donostia.
El autor de este apartado y miembro del colectivo, Mikel Mazkiaran,
aseguró que Europa se preocupa más "por disuadir e impedir" que
Mikel Mazkiaran muestra el libro
los extranjeros accedan al viejo continente, lo que provoca un
'Frontera Sur', ayer, en la plaza de la
aumento del "paso clandestino del inmigrante", que por regularizar
Constitución, en Donostia.
su situación. Este libro, elaborado por diferentes autores
especializados en este tema, critica duramente la gestión de la
inmigración por parte de los países europeos y aborda toda la problemática que existe en torno a este colectivo.
"Los inmigrantes se parecen más a cosas que a personas, el derecho está ausente para ellos, su realidad no
existe y cualquier atisbo de humanismo hacia ellos ha desaparecido", indicó con dureza Mazkiaran, quien
aseguró que "las personas que viajan en cayucos cada día se parecen más a zombis que a humanos". Así, el
objetivo de este libro es dar a conocer esta realidad e "injusticia" que se comete con el extranjero, que se ve
obligado a derribar duras barreras para llegar a su lugar de destino.
DEMOSTRACIÓN DE FUERZA
Los límites de una persona
"En la valla ubicada en Ceuta y Melilla, por ejemplo, ni siquiera tratan de aparentar el poder de control" del
Gobierno, sino que "incluso se afanan por demostrar esa fuerza", relata Mazkiaran en su capítulo titulado El
control de las aguas internacionales y el doble lenguaje del enaltecimiento de la solidaridad y su penalización.
En este caso, según el miembro de SOS Racismo "existe un juego macabro que consiste en probar los límites de
la persona para sortear la frontera".
Durante la presentación del libro, Mazkiaran insistió en que el concepto de asilo del inmigrante "está
desapareciendo", ya que empiezan a surgir colaboraciones entre los países receptores y de origen, que
"condicionan la ayuda a las naciones pobres si éstas controlan sus flujos migratorios". Asimismo, señaló que
SOS Racismo sigue viendo con preocupación la política migratoria, ya que "cae en los mismos errores de
siempre, porque piensan que pueden controlarla porque es ordinaria y todavía no se han dado cuenta de que es
irregular".
El libro, además, aborda la nueva realidad de los menores inmigrantes, quienes se han convertido en un nuevo
actor migratorio, con el que se ponen de juego dos leyes, por una parte la de Extranjería y, por otra, la de
Protección del Menor. Sin embargo, según señala en la publicación Nùria Empez Vidal, autora de este capítulo,
los jóvenes "no son bienvenidos y sigue primando su condición de extranjero en situación administrativa irregular
sobre la de menor". "Se sigue con el discurso cambiado de niños en peligro a niños peligrosos", concluye.
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