sociedad (i) Trabajadoras domésticas remuneradas: ¿protección social efectiva? Por Sara Wong* Ilustración: Tito Martínez María trabaja para la familia Pérez desde hace mucho. Limpia la casa y cocina. Este año empezaron sus malestares, cambios de conducta y dolores de cabeza. La dueña de la casa, preocupada por las consecuencias sobre su hogar si no se atendía a María, la llevó en persona a un médico del IESS —María es afiliada al IESS por esta familia—. A María le diagnosticaron un tumor en el cerebro y la derivaron a un hospital privado para su operación. El tumor no era canceroso, su extirpación fue un éxito y María se curó. ¿Hubiera sido este el caso si María no hubiese estado afiliada? ¿Hubiera la empleadora insistido en que María se atendiese si no hubiera creído que habría una sanción para ella como empleadora, si no lo hacía? ¿Hubiera tenido María acceso a servicio médico si no estuviese afiliada? Pero, ¿por qué no fue María misma a hacerse atender en el IESS? <38> GESTIÓN N°254 sociedad (i) Si se pregunta a las trabajadoras domésticas (96% de los trabajadores domésticos remunerados son mujeres y, entre ellas, el porcentaje de no afiliación al IESS es mayor que entre los trabajadores domésticos hombres) si creen que se ha reducido su empleo por los hogares, muchas dirán que sí. Hay menos empleo para ellas. ¿Acaso es esto porque la afiliación al IESS y el cumplimiento de beneficios para ellas (como el del salario mínimo) hacen su servicio más costoso para los hogares? Es conocido que desde 2008 el Gobierno del Ecuador está haciendo cumplir el mandato por el cual los empleadores, en general jefes de hogar, deben proporcionar beneficios sociales a sus empleadas domésticas remuneradas. Estos beneficios incluyen la afiliación al seguro social y todos los beneficios de ley asociados. Sin embargo, al ser el servicio doméstico más costoso para los empleadores, puede haber efectos negativos sobre los salarios y el empleo de las domésticas. Estas inquietudes y los interrogantes mencionados motivaron la evaluación empírica de los efectos de los beneficios obligatorios y de afiliación a la seguridad social en el mercado laboral de las trabajadoras domésticas. Una de estas evaluaciones fue a través de una encuesta dirigida a trabajadoras domésticas remuneradas en Guayaquil. Esta encuesta busca aclarar algunos de estos temas, pero también plantea nuevas preguntas.1 Los objetivos de la encuesta fueron: a) presentar opiniones de las trabajadoras domésticas sobre sus empleos y los beneficios de la seguridad social, y b) señalar recomendaciones, temas y preguntas que merecen estudiarse más, relacionados con la protección social Para la realización de esta encuesta se hizo un diseño que cumpliera parámetros de validez interna y externa. Detalles sobre la metodología están disponibles en www.espae.espol.edu.ec/images/ documentos/publicaciones/policybriefs/5B_Resumen_Maids.pdf. Esta investigación fue financiada al haber obtenido el primer lugar en la competencia Japanese Award for Outstanding Research on Development, administrada por el Global Development Network. 1 de las trabajadoras domésticas, estudios que pueden extenderse a grupos de trabajadores con características similares (de bajo ingreso, con poca o ninguna educación, de baja cobertura inicial en seguridad social). Poco conocimiento sobre beneficios SOBRE SEGURIDAD SOCIAL: los resultados sugieren que las trabajadoras domésticas tienen poco o ningún conocimiento acerca de los beneficios a los cuales tienen derecho (Gráfico 1). Si algo conocen es acerca de los servicios médicos. No es sorprendente entonces que las trabajadoras domésticas hacen poco uso de los beneficios de la seguridad social, a excepción de la atención de salud (aunque no en todos los casos) —no obstante, la mayoría de las trabajadoras domésticas afiliadas piensa que un seguro de salud privado es mejor que el seguro social de salud—. Las trabajadoras domésticas también piensan que las visitas de inspectores del Gobierno a sus empleadores —un mecanismo establecido por el Gobierno para comprobar el cumplimiento de los hogares con la afiliación de sus trabajadoras domésticas— han contribuido para el cumplimiento del mandato. Pero, ¿conocen las trabajadoras domésticas cuánto es el costo que tienen que asumir para estar afiliadas en el seguro social? La mayoría de las trabajadoras domésticas respondieron que no saben (70%). También se preguntó cuánto creen que es la contribución, aunque no lo sepan a ciencia cierta. Las respuestas dan un promedio de $ 35 y una mediana de $ 30,5 por mes. En realidad, un trabajador que gana el salario mínimo nacional debe pagar una contribución mensual personal de $ 31,79 en 2014.2 Solo alrededor de 13% de la muestra total de las trabajadoras domésticas conoEl salario mínimo mensual era de $ 340 en 2014 y la contribución del trabajador era de 9,35% de su salario. En abril 2014, después de realizar la encuesta, el porcentaje de la contribución personal se elevó a 9,45%. 2 ce cuánto es en realidad la contribución del trabajador a la seguridad social. Algunas trabajadoras domésticas incluso citan una contribución personal que es más de $ 31,79 (14%). Sin embargo, incluso si una trabajadora doméstica no conoce cuánto es su parte del costo de la seguridad social, ella puede tener una disposición a pagar cierta cantidad. La mayoría de las trabajadoras domésticas están dispuestas a pagar una contribución personal a la seguridad social que es en realidad más baja de lo que deben pagar: 30% de las trabajadoras domésticas pagaría entre $ 16 y $ 20, y 22% entre $ 26 y $ 30. SOBRE SALARIOS Y EMPLEO: la mayoría de las trabajadoras domésticas afiliadas piensa que su situación económica ha mejorado desde 2008, mientras que la mayoría de las trabajadoras domésticas no afiliadas piensa que su situación empeoró. Teniendo en cuenta que la mayoría de las trabajadoras domésticas no utiliza los beneficios de la seguridad social, puede haber otros factores que explican por qué piensan que están en mejor situación. Si se analiza el monto del salario promedio mensual por estatus de afiliación, las trabajadoras domésticas afiliadas disponen de un salario promedio más alto que el de las que no están afiliadas —es decir, la aplicación del mandato de afiliación también implicó un mejor cumplimiento de los salarios mínimos, por lo menos para las afiliadas—. Un análisis textual apoya la noción de que son los salarios la razón por la cual las trabajadoras domésticas afiliadas piensan que están en mejor situación. No obstante, las trabajadoras domésticas también piensan que la afiliación y la aplicación del salario mínimo han aumentado el desempleo entre ellas. Corroborando estas opiniones, otro estudio sugiere un efecto negativo de la afiliación sobre el salario real promedio y las horas de trabajo promedio de las trabajadoras domésticas. Ver Wong (2015) Labor Market Effects of Social Security Enrollment for Maids in Ecuador. GESTIÓN N°254 <39> sociedad (i) Por otro lado, según un Índice de Satisfacción Laboral, estimado a través de la encuesta, con un máximo de 60, la media es 38,79. Pero para las trabajadoras domésticas afiliadas la media es un poco más alta que para las trabajadoras domésticas no afiliadas (Gráfico 2). Implicaciones y recomendaciones de políticas A pesar del reconocimiento de que la seguridad social puede ayudar a las trabajadoras domésticas, hay muchos obstáculos en su implementación. Incluso en países desarrollados, con una larga trayectoria de ofrecer cobertura de seguridad social a las trabajadoras domésticas, obtener una amplia cobertura y dar acceso a todos los servicios les ha tomado mucho tiempo. A la luz de esta encuesta a las trabajadoras domésticas, se presentan a continuación temas que se consideran más destacados con relación al trabajo doméstico remunerado y la seguridad social, ofreciendo al mismo tiempo algunas recomendaciones de política. Gráfico 1 Conocimiento sobre los beneficios de la seguridad social de las trabajadoras domésticas remuneradas del hogar en Guayaquil, 2014 ¿Conoce usted los servicios del seguro social? Fuente: Elaboración propia con resultados de la Encuesta de Opinión de las Trabajadoras Domésticas Remuneradas en Guayaquil, 2014. Atención médica (personal) Atención médica para el cónyuge o conviviente Atención médica para hijos Nada Medicinas/medicamentos <40> GESTIÓN N°254 Algo Préstamos hipotecarios Mucho Préstamos quirografarios Fondos de reserva Pensión por invalidez • Ganar una amplia cobertura y dar acceso a todos los servicios de la seguridad social toma tiempo. Varias razones pueden explicar por qué el cumplimiento de la afiliación puede disminuir o ser bajo (en 2006 el porcentaje de afiliación de todos los trabajadores domésticos era de 10%, en 2011 había incrementado a 35%, según cálculos propios usando la Encuesta Nacional de Empleo, Desempleo y Subempleo, Enemdu, de diciembre). El nivel de ingresos de los hogares empleadores puede ser una de ellas. Las dificultades para los empleadores en conocer el proceso de cómo afiliar a sus trabajadoras domésticas o seguir el proceso de afiliación puede ser otra. Otros temas relativos al cumplimiento están relacionados con las propias trabajadoras domésticas. Puede darse el caso de que las trabajadoras domésticas no quieren estar afiliadas (aunque en nuestra encuesta encontramos que casi todas las trabajadoras domésticas quieren estar afiliadas), debido a la disminución en el salario de los trabajadores domésticos por la contribución personal Poco Fondo de cesantía Jubilación Montepío 0% 10% 20% 30% 40% 50% 60% 70% Gráfico 2 Índice de satisfacción laboral de trabajadoras domésticas remuneradas en Guayaquil, 2014 Fuente: Cálculos propios con la Encuesta de Trabajadoras Domésticas 2014. Nota: Máximo valor del índice es de 60. 38,79 39,85 37,48 Total Afiliada No afiliada 80% sociedad (i) a la afiliación y/o a una pérdida percibida de otros beneficios (bono de desarrollo). RECOMENDACIÓN: Crear contratos y horarios de trabajo más flexibles, talleres para los empleadores y empleadas. Las trabajadoras domésticas necesitan tener acceso a una mejor educación y capacitación para el trabajo. • Baja calidad de los servicios del seguro social. La encuesta indica que, en general, las trabajadoras domésticas piensan que los servicios de seguridad social pueden ser buenos. Sin embargo, la mayoría de las trabajadoras domésticas afiliadas piensa que los servicios privados (cuando se refiere a la salud) pueden ser mejores. RECOMENDACIÓN: Monitorear servicios. El IESS debería poner en práctica (si no lo ha hecho aún) un programa de monitoreo y mejora continua de los servicios que ofrece. • Bajo nivel de beneficios reales. De acuerdo con la encuesta, la mayoría de las trabajadoras domésticas no utiliza la mayor parte de los servicios que ofrece la seguridad social. RECOMENDACIÓN: Mejorar los beneficios. Los bajos niveles de uso de los beneficios de la seguridad social pueden abordarse complementando algunos de los beneficios con iniciativas privadas, como se ha hecho con los servicios de salud. • Incertidumbre y conocimiento limitado sobre la seguridad social. Según los resultados de la encuesta, una de las razones de por qué las trabajadoras domésticas no utilizan los beneficios de la seguridad social, a los que tienen derecho, es porque no conocen cuáles son estos beneficios ni sus responsabilidades. RECOMENDACIÓN: Difundir información sobre los beneficios y las obligaciones. El IESS debe ofrecer más información para hacer frente a la falta de conocimiento acerca de los beneficios y las obligaciones de la seguridad social. La encuesta indica que la televisión es el medio de mayor alcance en la difusión de esta información. RESULTADOS CLAVE • Aún falta mejorar mucho la cobertura en seguridad social para las trabajadoras domésticas remuneradas. • La mayoría de las trabajadoras domésticas afiliadas piensa que están en mejor situación económica desde 2008, mientras que las no afiliadas piensan que están peor. • La mayoría de las trabajadoras domésticas no conoce la mayor parte de los beneficios de la seguridad social a los que tiene derecho, y los utiliza muy poco. • La afiliación implica también un mejor cumplimiento en el pago de salarios mínimos, por lo menos para las afiliadas, lo cual puede explicar por qué las trabajadoras domésticas remuneradas afiliadas creen que están en mejor situación. Un análisis textual apoya este argumento. • Las trabajadoras domésticas piensan que las visitas a los hogares ayudaron al cumplimiento del mandato. • Esta política de seguridad social debe incluir, para las trabajadoras domésticas, una mejor difusión de los beneficios y la forma de utilizarlos, así como las obligaciones de ellas. • Inseguridad en la jubilación. Las trabajadoras domésticas pueden enfrentar dificultades al intentar crear activos para su jubilación. Ellas se apoyan en su propia familia para que las ayuden en su vejez. Sin embargo, uno de los objetivos clave de la seguridad social es, precisamente, que las trabajadoras domésticas tengan acceso y participen en la seguridad social para prevenir la pobreza en la vejez. RECOMENDACIÓN: Explorar otras opciones de jubilación para las trabajadoras domésticas. Las cuentas privadas y la educación sobre el mercado financiero para las trabajadoras domésticas pueden ser útiles para complementar la jubilación proveniente de la seguridad social, así como para alentar la creación y el uso de fondos de ahorro para las trabajadoras domésticas. • Impactos negativos sobre empleo y salarios. Como se evidencia en la encuesta, las trabajadoras domésticas piensan que la obligatoriedad de la afiliación a la seguridad social y el salario mínimo aumentan el desempleo entre ellas. RECOMENDACIÓN: Abordar los impactos negativos en el empleo. La teoría económica y las opiniones de las trabajadoras domésticas sugieren que puede haber un impacto negativo en su empleo proveniente del mandato de la afiliación a la seguridad social (y del salario mínimo). Obviamente la recomendación no es retirar este mandato ni reducir su cumplimiento. Más bien, dado que los empleadores son jefes de hogar (y como sugiere el estudio, los hogares con un nivel de ingreso bajo/ medio pueden ser los que experimenten dificultades para cumplir con el mandato), puede darse el caso de que estos hogares necesiten ayuda para cubrir el costo mayor que implica el cumplimiento del mandato. En algunos países desarrollados, como Bélgica, incluso se otorgan subsidios a los hogares empleadores para cubrir el costo de la seguridad social. Estas lecciones de política son útiles no solo para el Ecuador, sino también para otros países en desarrollo en la creación de políticas similares de protección social. De hecho, hay un esfuerzo mundial —liderado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT)— para proporcionar a los trabajadores domésticos mejores condiciones de trabajo (véase OIT 2011, Convenio 189, sobre el trabajo digno para los trabajadores domésticos). Dada la importancia, aunque todavía no visible, del trabajo doméstico, estos y otros temas relacionados con la protección social de las trabajadoras domésticas (como discriminación social y étnica, posibles abusos y riesgos del trabajo, educación para mejorar la relación patrono-empleada, los aportes del trabajo doméstico a la economía del país, etc.) merecen futuros estudios. * PhD, profesora principal, Escuela de Posgrado en Administración de Empresas (Espae), Escuela Superior Politécnica del Litoral (Espol). GESTIÓN N°254 <41>