el Taoísmo - Instituto Confucio Medellín

Instituto Confucio de Medellín
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Filosofía histórica: el Taoísmo
Andrés Ruiz G.
Auxiliar Administrativo
Instituto Confucio de Medellín
En contadas ocasiones nos detenemos,
miramos a nuestro alrededor y tratamos de
darle un sentido a las cosas, de comprender
el por qué se encuentran allí y de ese mismo
modo, entender el orden establecido y cuál
es su origen. Ese tipo de preguntas no son
nuevas, muchas personas a lo largo de la
historia de la humanidad han realizado
diversos planteamientos en cuanto al origen
de las cosas y el curso que siguen,
estableciendo en este sentido, doctrinas,
postulados, teorías, religiones y políticas.
Así pues, en China, donde se encuentra una
de las culturas más ricas en contenido,
longevas y representativas a nivel mundial,
se observa cómo se pretende entender el
universo por medio de diferentes
postulados, entrando a examinar de esta
manera el Taoísmo. Esta es una filosofía,
entendida como religión, sin embargo,
diferente a lo entendido por religión en
occidente, que se centra en el contenido de
las cosas, no en su forma, estableciendo una
conexión entre lo espiritual y lo material,
entendiendo el universo desde su naturaleza
y como esta sigue su propio curso
otorgándole un orden a cada parte que la
compone, siendo el ser humano una de ellas,
por lo que existe una conexión espiritual
entre la naturaleza y el hombre.
El taoísmo tiene como principio el “Tao”
(camino), considerado como el origen del
universo y de todos los seres de la tierra,
siendo al mismo tiempo el origen de la vida,
por lo que, el entenderlo y seguir su camino,
según lo enunciado por esta postura
filosófica, se puede conseguir la felicidad sin
anteponer deseos ni querencias materiales,
es decir, existe una creencia de que “el
hombre se alinea con lo Eterno cuando
practica la humildad, la simpleza, el ceder
sencillo, la serenidad y la acción sin esfuerzo”
haciendo parte de un todo y asumiendo su
posición dentro de el.
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Incorporando el contexto histórico, la
evidencia señala que los orígenes del
taoísmo, se remontan a una China muy
antigua en la que, los sabios que vivían en las
montañas, empezaron a practicarlo como
forma de vida, y luego a difundirlo para dejar
un legado que pudiera ser aprendido por
varias generaciones. Después, se habla de
cómo Huang Di (2697-2599 a.C.), primer
emperador,
se convirtió en el primer
discípulo del taoísmo y desde ese entonces
difundió de igual manera sus principios, y lo
adapto como modelo de gobierno, siendo
este fundamentado en la idea de que el
gobierno tiene como principal labor dirigir
las modificaciones pertinentes que vienen
dadas por el pueblo, a medida que se
conecten con el “Tao”, es decir, la principal
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herramienta del cambio social que
determina el taoísmo, son las mismas
personas, desde adentro puede nacer cada
modificación espontanea necesaria para
corregir o seguir con el rumbo señalado.
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De este modo se reconoce la ciencia taoísta,
como aquel sistema valido para diferentes
gobernantes enfocado a dirigir y controlar
sus naciones bajo los principios que hayan
creído importantes en el momento de su
respectivo mandato, todo esto es posible
gracias al sentido de amplitud visto en el
taoísmo, en el cual, “una parte no sustituye
la totalidad”, dándole el poder necesario a
cada emperador. A partir de allí, esta
filosofía adquirió mayor fuerza, por lo que
diferentes embajadores e historiadores
incorporaron a ella nuevos elementos,
enriqueciéndola de tal manera de que
pudiera ser aplicable a diferentes situaciones
cotidianas del día a día. El historiador Lao Zi,
creó, basado en las numerosas historias
recogidas, el Tao Te King, siendo un libro que
“no solo recoge la más ancestral sabiduría
China, sino que sintetiza su contenido
ideológico que ha llegado hasta nuestros
días” (Cheng, 2003) Siendo este libro la
mayor herramienta de difusión filosófica, de
la que se valieron luego diferentes dinastías,
para poder divulgar sus normas y
pensamientos, por lo que no es raro que hoy
en día, todavía se haga referencia a dicho
libro, sobretodo en el contexto religioso de
occidente, en el que personajes como Juan
Pablo II, han incluido citas en sus respectivos
libros, para enriquecer sus teorías seguidas
por millones de personas alrededor del
mundo.
Es importante darle un repaso a este tipo de
filosofías ancestrales, ya
que en la
actualidad, se ha llegado a mirar todo desde
el ámbito material, ignorando que el ser
humano está constituido por más factores
que influyen y afectan su tránsito por la vida,
es importante que nos demos cuenta de que
somos parte de un todo, y no somos el
centro de él, de que tenemos que preservar
y respetar no solo nuestra vida sino la de los
demás seres que componen nuestro mundo, 2
es necesario, detenerse y mirar, cómo
podemos cambiar nuestros actos, pensando
más allá de lo vacío que es lo material.
Texto base:
Cheng, Y. T. (2003). Conocer el Taoísmo:
Historia, Filosofía y Práctica.
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