Los verbos "ser", "estar" y “parecer” con valor predicativo El verbo "ser" adquiere valor predicativo en ciertos contextos. En ellos, no introduce atributo alguno sino que afirma la "existencia" o el "acontecer" de algo. Puede sustituirse por "existir", "suceder", "tener lugar"... El ser es, el no ser no es ¿Es a mí? Lo que hay de ser, será ¿Qué será de mí? Es por tu bien La conferencia es en el tercer piso En algunos contextos resulta algo más difícil la distinción. Sin embargo si tenemos en cuenta esos dos aspectos, quizás no lo sea tanto: a) Para que tenga valor copulativo debe llevar atributo. En caso de que se trate de un sintagma con preposición, existirá la posibilidad de sustituirlo por un adjetivo: Estos zapatos son de niño = (infantiles) b) Para que tenga valor predicativo podrá llevar complementos circunstanciales y nunca atributo. El verbo "ser" podrá sustituirse por otro verbo no copulativo (pertenecer, ocurrir, suceder…): Estos zapatos son del niño = (pertenecen) Eso fue en Asturias = (sucedió) La misa será a las ocho en punto. El verbo "estar" adquiere valor predicativo en los contextos en los que indica "localización". Equivale en tal caso a "estar situado", "permanecer" o "estar presente" y lo acompaña un complemento circunstancial explícito o sobreentendido. El árbol está en el jardín Estaré aquí varios días ¿Está Pepe? El verbo “parecer” significa “tener semejanza”. Suele ser pronominal. Este niño se parece a su madre.