real alcázar de sevilla

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REAL ALCÁZAR DE
SEVILLA
RAQUEL RIUS BONIFÁS
Hª Y GESTIÓN DEL PATRIMONIO ARTÍSTICO
3B GRADO Hª DEL ARTE
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SUMARIO
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PRESENTACIÓN
IXBILIA: VIII-XV. REINO MUSULMÁN
- DINASTÍA ABBADÍ (p.5)
- DINASTÍA ALMOHADE (p.5-7)
SEVILLA: XIII-XIV. REINO CASTELLANO-LEONÉS
– PALACIO GÓTICO (p.7-9)
– ESTILO MUDÉJAR (p. 9-17)
SEVILLA: XIV-XVI. CASA DE LOS TRASTÁMARA (p. 17-21)
SEVILLA: XVI-XVIII. CASA DE LOS AUSTRIAS (p. 21- 25)
SEVILLA: XVIII-XX CASA DE BORBÓN (p. 25)
LOS JARDINES DEL REAL ALCÁZAR (P. 25- 27)
BIBLIOGRAFÍA (p. 28)
“¡Quisiera saber si pasaré otra noche
en aquel jardín junto a aquel estanque!
Entre olivares, herencia de grandeza,
el gorjeo de las palomas y el trinar de los pájaros,
en el palacio de Záhir, bajo la lluvia de primavera,
respondiendo a los guiños de la Cúpula de Turayya,
mientras el alcázar de Záhir, con su Su`d as-Su`úd,
nos lanza una mirada de amante que espera.
No sé si es fácil o difícil de conseguir
pero la voluntad de Dios se acepta
¡Ojalá Dios decida que muera en Sevilla
y que Él abra allí mi tumba el último día!”
Al Mutamid, entre 1091 y 1095.
Traducción de Rafael Valencia Rodríguez.
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PRESENTACIÓN
El Real Alcázar de Sevilla es el extraordinario resultado de un continuo proceso de
construcción, destrucción y adaptación de edificios como consecuencia del devenir histórico, con
todas las vicisitudes políticas, económicas, sociales, culturales y artísticas que han coincidido en
esta transcendental zona del sur de España. Cruce de caminos entre Europa y África, lugar de
encuentro del Océano Atlántico y el mar Mediterráneo, las distintas culturas y pueblos que se han
asentado en esta tierra han ido dejando su impronta.
Su reconocimiento llega en 1987, cuando es declarado Patrimonio de la humanidad por la
UNESCO, junto a la Catedral de Sevilla y el Archivo General de Indias. Actualmente el reciento
palaciego tiene una dimensión de 14.000 m2 y 7 hectáreas de jardín.
Los últimos estudios arqueológicos y topográficos realizados en el palacio han obtenido
como resultado una nueva visión y un nuevo perfil del considerado en la actualidad el Palacio real
más antiguo de toda Europa en uso.
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IXBILIA: VIII-XV. REINO MUSULMÁN
DINASTÍA ABBADÍ
En el año 1031 se extingue el Califato de Córdoba y se fracciona en distintos reinos
independientes llamados Reinos Taifas. El Reino Taifa de Sevilla estará dirigido por la dinastía
abbadí. Abu al-Oasim ibn Abbad fue el primer rey sevillano de la nueva dinastía, y con él empieza a
renovarse la ciudad.
Su descendiente, Abbad Ibn Muhamad ibn Ismail ibn Abbad, al-Mutadid, (“el protegido de
Dios”) fue, desde 1042 y hasta su muerte en 1069, el verdadero promotor del reino taifa de Sevilla.
Como guerrero y como rey de una dinastía en expansión seguramente decidió edificar un palacio
fortificado que tal vez coincidiera con el más antiguo de los localizados en el actual Alcázar.
Su hijo, Abu al Qasim Muhamad, al-Mutamid, consolidó el
reino y desarrolló uno de los centros intelectuales de mayor
explendor de su época. El propio al-Mutamid cultivó diversas artes,
sobre todo la poesía. Podría ser que algunos de estos palacios
conformaran el legendario Alcázar de la Bendición, “Dar al-Mubarak”.
Este alcázar fue el más importante levantado por la dinastía abbadí.
El propio rey al-Mutamid lloró a su palacio sevillano desde el exilio en
su libro Elegías de Agmat. Tradicionalmente se ha creído que el
Palacio de Don Pedro I fue construido sobre el Alcázar de la
Bendición, incluso que se utilizó parte de éste para construir el Salón
de los Embajadores.
El profesor Miguel Tabales y su equipo, que han realizado los
últimos estudios arqueológicos en el área del Alcázar, apoyan una
cronología posterior a la tradicionalmente aceptada que situaba el
origen del palacio en el siglo X. El arqueólogo data el palacio a partir
del siglo XI, sin negar la posible presencia de otros edificios de los que
Ilustración 1: Columna de
no hay constancia arqueológica.
mármol dedicada al rey AlMutamid, en el jardín de la
Galera
DINASTÍA ALMOHADE
En el año 1085, el rey castellano Alfonso VI conquista Toledo. Las disputas constantes entre
los reinos taifas hicieron que perdieran fuerza ante el frente
castellano. Los musulmanes pidieron ayuda a un pueblo del
Norte de África, los Almorávides, ante la amenaza inminente de
los castellanos. Esta comunidad no se hizo esperar y atacó a los
reinos a los que inicialmente iba a ayudar, así conquistaron el
reino taifa de Granada, que fue su capital, y posteriormente, en el
1091, dominaron el reino sevillano.
En 1170, otro pueblo africano, los Amohades, comenzarán
la conquista de al-Andalus. El esplendor vivido por Sevilla llegará
a su máxima expresión con esta dinastía a inicios del siglo XII. La
dinastía almohade volvió a hacer de Sevilla capital de su reino,
dotándola de nuevas infraestructuras, como su muralla, de la que
5
Ilustración 2: Torre del Oro.
hoy nos quedan piezas tan emblemáticas como la Torre del Oro o la Torre de Plata, así como un
nuevo centro religioso presidido por una nueva mezquita, donde hoy se sitúa la Catedral de la
ciudad , y de la que aún se conserva parte del patio y su alminar, conocido como la Giralda.
Durante el período almohade, Sevilla logró gran protagonismo dentro del contexto histórico
de contemporáneo por su capitalidad. Esta importancia se refleja en la construcción de un nuevo
palacio. El cauce del río Guadalquivir se desplazó hasta su emplazamiento actual, permitiendo un
solar más amplio. Al final del período almohade, el Alcázar pasará de una hectárea de superficie a
inicios del siglo XI a diecisiete hectáreas dos siglos más tarde.
PATIO DEL YESO
El calificativo de Patio del Yeso deriva de las crónicas medievales, cuando esta área era
conocida como Cuarto del Yeso. El patio está presidido por una alberca y su pórtico derecho
pertenece al palacio almohade del siglo XII. Es la única pieza de arquitectura civil almohade que se
conserva en España. En él se muestran las características artísticas más importantes de esta
dinastía norteafricana.
Ilustración 3: Patio del Yeso.
El lienzo está compuesto por un arco de lambrequines con decoración romboidal calada y, a
ambos lados, arcos polilobulados decorados con la misma red de rombos conocida como paños de
sebka. El arco central está apoyado por pilares de ladrillos mientras que los arquillos laterales están
sostenidos por columnas de mármol y capiteles reaprovechados posiblemente de edificios
musulmanes.
Frente a los restos almohades, a la izquierda del patio, se encuentra un vano tripartito con
arcos de herradura y con dovelas que evocan el arte califal. Según los últimos estudios
arqueológicos, podría ser parte de los edificios de la dinastía abbadí, herederos del estilo califal
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Ilustración 4: Detalle de la arquería de estilo
califal en la fachada frente al pórtico almohade.
Actualmente se cree que la nueva dinastía derribó la mayor parte de los palacios
anteriores. El nuevo alcázar almohade se incorpora a la muralla urbana recién construida, se adosa
en el lado sur, cerca del puerto, en el terreno que dejan los dos cauces fluviales: el cauce del
Guadalquivir y el del arroyo Tagarete, que rodeaba la población por su lado Sureste. Éste hacía a su
vez de frontera y límite natural de la ciudad.
SEVILLA: XIII-XIV. REINO CASTELLANO-LEONÉS
- PALACIO GÓTICO
El 23 de noviembre de 1248, Sevilla es tomada por las tropas castellanas. Tras dos largos
años de asedio, en los que la población se encontró en una desesperada situación, el rey
castellano-leonés, Fernando III, entró en la ciudad como vencedor. Según las capitulaciones
acordadas, la población sevillana pudo optar por entre quedarse bajo el sometimiento del nuevo
soberano o emigrar. Muchos de ellos marcharon al Norte de África o al Reino de Granada.
Mientras, el rey Fernando III se asentó en el palacio almohade para poder controlar las nuevas
plazas reconquistadas y organizarlas internamente. El estilo de vida de la corte cristiana se adaptó
tanto a la estructura del palacio islámico, que el propio rey habitó y falleció en él, el 30 de mayo de
1252.
Mientras que el rey Fernando III el Santo, adaptó los palacios construidos por los
musulmanes a sus necesidades, su hijo Alfonso quiso proporcionar al Alcázar hispalense una
impronta cristiana, por ello cambió definitivamente la fisionomía del antiguo palacio sevillano.
Bajo el gobierno de Alfonso X, el Alcázar fue testigo de grandes campañas militares, así
como del florecimiento de una época de esplendor cultural. Se creó en el Alcázar un centro
intelectual que continuó la labor de la Escuela de Traductores toledana a través de la fundación del
scriptorium regio en Sevilla. Los rabinos judíos y los alfaquíes o sabios musulmanes se reunían con
los clérigos castellanos para la traducción de los escritos en árabe y hebreo.
El Palacio Gótico escenificó la transición al estilo cristiano occidental, representaba el
triunfo del ideario cristiano frente al pasado musulmán. Para la empresa alfonsí se trajeron
canteros de Burgos, que iniciaron a la ciudad en el estilo gótico. El nuevo edificio se construyó
sobre el antiguo palacio almohade, que quedó destruido parcialmente, conservándose hasta hoy el
Patio del Crucero.
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Ilustración 5: Patio del Crucero.
El edificio está constituido por dos salones rectangulares paralelos longitudinalmente, y
otras dos salas, más pequeñas, flanqueando cada extremo en sentido transversal. Las cuatro
estancias estaban cubiertas por bóvedas de crucería o nervadas, sostenidas por pilares adosados al
muro. En el exterior destacan las almenas y los contrafuertes simulando torreones.
El palacio gótico fue conocido en la Edad Media como “El Cuarto del Caracol”, por las cuatro
escaleras de caracol que se alzaban internamente en los ángulos del edificio. Estas escaleras daban
acceso a la terraza, que se utilizaría como patio de armas.
– PATIO DEL CRUCERO
El Patio de Crucero es parte de lo que se conserva del palacio almohade del siglo XII.su
nombre deriva de precisamente de la disposición que tenía el patio en época musulmana. Se
organizaba en torno a dos alturas: en la parte superior existía un patio ajardinado y en la parte
inferior había una alberca central rodeada de galerías. El patio principal se componía de dos
andenes que se cruzaban. Cada uno de los cuatro brazos tenían una alberca que simulaban los
cuatro ríos del paraíso, el agua de éstos iba a parar a una fuente central.
En los extremos del crucero hay cuatro parterres con jardines rehundidos con respecto a a
los andenes. En estos se plantaban todo tipo de árboles frutales y aromáticos que. Se conseguía
que los andenes estuvieran a la altura de las copas de los árboles, así los frutos quedaban al
alcance de la mano.
A raíz del terremoto de Lisboa de 1755, se rellenó de tierra este jardín interior, formando el
actual patio rectangular, y se soterraron los cuatro arriates rehundidos que conformaban el Patio
de Crucero en la parte superior. El ingeniero Sebastián Van der Borcht construyó el pórtico que da
alcceso al Palacio Gótico, en el lado meridional del Patio del Crucero; y en el opuesto, una galería
que une el Apeadero con el Patio de la Montería, mermando definitivamente la estructura
originaria del patio musulmán.
El Patio de Crucero fue transformado por Alfonso X cuando ordena construir el Palacio
Gótico y cubre los baños con bóvedas de nervaduras góticas. En tiempos de Felipe III, a finales del
siglo XVI, la parte inferior del patio se remodela. Se crea una fuente de estilo manierista, d ella que
quedan restos en un extremo de la alberca, y se redecora. Además, se abre un acceso para
comunicarlo con los jardines , por medio del Jardín de la Danza.
Desde 1998 se está trabajando para la recuperación de las pinturas murales del siglo XVI en
las galerías laterales.
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En el 2004 se realizó una nueva intervención arqueológica en el lado sur del patio que se
muestra actualmente como testigo del patio rehundido almohade del siglo XII.
- ESTILO MUDÉJAR
SALA DE LA JUSTICIA
La Sala de la Justicia o Sala del Consejo es la primera obra mudéjar del Alcázar. Fue
construida por Alfonso XI, a mediados del siglo XIV, tras su victoria en la Batalla de Salado en 1340.
La sala, de proporciones cuadradas, está coronada por un bello artesonado ochavado y sus
paramentos están decorados con labor de yesería donde se unen elementos de tradición
musulmana y emblemas castellanos: el escudo de Castilla, de León y de la Banda. Este último fue
creado por Alfonso XI en 1332 para recompensar a los caballeros que mejor servicio prestan al
monarca.
Ilustración 7: Sala de la
Justicia.
Ilustración 6: Artesonado del techo de la
Sala de la Justicia
Esta sala pertenecería al conocido “Cuarto del Yeso”, posible residencia de Don Pedro I
antes de que construyera su palacio. La sala, tanto por sus elementos decorativos como por la
organización del espacio, es heredera de la tradición musulmana.
La estancia está abierta por tres de sus frentes, en el centro hay una fuente con un canal
por donde corre el agua hacia una alberca situada en el Patio del Yeso. Todos estos elementos
ayudaban a crear una corriente una corriente de aire que refrescaba el ambiente, sobretodo en la
estación estival.
PALACIO DEL REY DON PEDRO I
El rey Pedro I de Castilla ordena construir el Palacio Mudéjar entre 1364 y 1366. el estilo
mudéjar, único en el mundo, es la manifestación artística más excepcional creada en la Península
Ibérica y esta residencia es el ejemplo civil más renombrado.
Este edificio fue la culminación de un proceso de reintegración e intercambio cultural en el
sur de Europa. Don Pedro I se supo rodear de los mejore alarifes o arquitectos procedentes de
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Granada y Toledo que, junto con los artistas locales mudéjares, dieron forma a esta monumental
construcción. El Palacio Mudéjar es heredero de la tradición hispanomusulmana en sus estructuras
y materiales utilizados como ladrillo, cerámica, madera y yeso, relegando el mármol para los
soportes, columnas y capiteles.
En 1356 un terremoto asoló Sevilla y destruyó parte de los edificios musulmanes
remanentes en el área palaciega. Quizá fue en este momento cuando Pedro I tomó la decisión de
derruir por completo las construcciones anteriores para levantar en el mismo solar su nuevo
palacio medieval. Esto demostraría la inexistencia de restos del palacio almohade y de las
construcciones precedentes. De los edificios derruidos se extrajo el material constructivo que se
reutilizó posteriormente.
Ilustración 8: Fachada del Palacio del Rey Don Pedro I.
- FACHADA DEL PALACIO.
Presidiendo el Patio de la Montería se levanta excelsa la fachada del Palacio a modo de
retablo, como síntesis de lo que se muestra en su interior. Se encuentran presentes elementos de
las dos culturas: la cristiana y la islámica.
Por un lado, la tradición musulmana aporta los arcos polilobulados, el
encintado cerámico verde y negro, la decoración de paños sebka y la
decoración vegetal esquematizada, conocida como ataurique. Por otro lado,
los pámpanos de uvas recuerdan al ornato toledano. Junto a estos motivos
se hallan el escudo de Castilla, el de León y el escudo de la banda,
recurrentes en todo el edificio. Alternando con este conjunto decorativo
aparecen epigrafías árabes como ”El imperio de Dios”, “Las gracias para Dios”
o ensalzamientos al rey como “En grandeza y ostentación es única esta casa”.
El piso alto está presidido por una serie de ventanales con columnillas
y capiteles de mármol que seguramente procedían de edificios de origen
romano y musulmán. Sobre el cuerpo de ventanas hay una inscripción con
caracteres góticos que dice así: “el mui alto y mui noble y mui poderoso y
mui conqueridor don Pedro por la gracia de Dios rey de Castiella et de Leon
mando fazer estos alcazares y estos palacios y estas portadas que fue fecho
en la era mil et quatrocientos y dos”. La fecha que muestra el epígrafe es la
correspondiente a la era hispana, que comienza en el 38 a.c., año 1364 en el
calendario gregoriano. Esta inscripción rodea una cartela con epigrafía árabe
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Ilustración 9: Detalle
de la decoración de
la fachada principal.
realizada en cerámica blanca y azul, en estilo cúfico geométrico. En esta banda epigráfica se utiliza
un recurso muy común en la época mudéjar conocido como la escritura espejo: la inscripción, “No
hay más vencedor que Dios”, escrita de derecha a izquierda, en azul y blanco, se repite en el
sentido contrario, lo que crea un efecto espejo bellísimo desde el punto de vista estético. Un
tejaroz o alero de madera decorado con mocárabes propios de la tradición toledana corona esta
portada.
Ilustración 10: Cuerpo superior de la portada del
Palacio Mudéjar.
– VESTÍBULO
Tras acceder al palacio, el vestíbulo presenta una disposición en recodo, recurso utilizado
en la arquitectura musulmana como sistema de defensa. El ingreso está presidido por cuatro
imponentes columnas y capiteles procedentes de edificios romanos y visigodos. A través de dos
pasillos sinuosos y laberínticos, llegaremos a los dos ejes centrales del palacio de Don Pedro I. a la
izquierda, se encuentra el Patio de las Doncellas, centro de la vida pública palaciega y a la derecha,
el íntimo Patio de las Muñecas.
– PATIO DE LAS DONCELLAS
Este patio fue el centro del espacio público del Palacio de Don Pedro I. según alguna de las
muchas leyendas, su nombre procede del pago de un tributo de cien doncellas.
El patio principal está rodeado de arcos polilobulados, uno de los motivos decorativos más
característicos de la dinastía almohade, junto con la decoración de paños de sebka o red de
rombos. La concha (símbolo de fertilidad y vida), la mano de Fátima, (sinónimo de protección) y
otras formas figurativas de palomas o monos aparecen de forma reiterativa. Asímismo,
composiciones geométricas de lazo, decoración vegetal esquematizada y carletas con epigrafía
árabe de estilo cúfico completan el conjunto.
La galería que rodea el patio principal, compuesta a base de yesería, continúa con el mismo
ritmo repetitivo que la arquería. Este tramo de yesería presenta una decoración epigráfica y de
atauriques que contrasta con los motivos heráldicos de tradición cristiana. Recorriendo la parte
inferior del muro, existe un zócalo de cerámica realizado mediante la técnica del alicatado,
procedimiento empleado por los artesanos de la época. Las distintas estancias que conformaban el
área pública se organizan en torno a este patio donde el agua tiene un gran protagonismo. El agua
remansada de la alberca refleja el pórtico de yesería de arcos polilobulados y paños de sebka,
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creando un bello efecto óptico.
Ilustración 11: Vista del Patio de las Doncellas.
La parte central del Patio de las Doncellas estuvo cubierto con una solería de mármol y con
una fuente renacentista presidiéndolo durante casi 500 años. Después de las excavaciones de 2004
se muestra tal y como se creó en el siglo XIV: se compone de un estanque longitudinal central, de
tradición nazarí, flanqueado, a ambos lados, por dos grandes zanjas de pareces decoradas con
arcos entrecruzados de ladrillo que fueron encontrados en perfecto estado. Estos laterales estaban
diseñados para albergar todo tipo de árboles frutales y, al estar a un nivel más bajo que los
andenes, sus copas cubrían el patio central, simulando un frondoso bosque por el que se paseaba
mientras se recogían sus frutos, que se culminaba con diversos pajarillos que amenizaban con su
cantar. Se trata de una bella simulación del paraíso, tan invocado por la tradición musulmana.
Con las últimas excavaciones se ha descubierto que la alberca central presentaba en sus
paredes interiores restos de pintura mural de dos periodos diferentes, la más antigua representaba
trazas geométricas de lacería simulando un alicatado. Esta pintura mudéjar fue sustituida por
otros repintes en el siglo XVI que dibujaban unas ondas blancas y negras grisáceas. Por considerar
el Alcázar un edificio vivo y recuperar el sentido que tenía este patio, se decidió volver a llenar el
estanque de agua e incluir carpines, los típicos peces “colorados”, que ya en época islámica
estaban en las albercas de las casas para que se comieran las larvas de los mosquitos en verano.
Las puertas que dan acceso al las estancias del Palacio Mudéjar fueron realizadas
mayoritariamente por alarifes toledanos. El oficio de carpintería fue realizado de forma magistral
por estos artesanos que vinieron a trabajar para el rey Don Pedro I.
– DORMITORIO DE LOS REYES MOROS
Localizado en el área norte del Patio de las Doncellas, era la sala más fresca de todo el
palacio, por eso se cree que se destinó a ser la habitación privada del rey en periodo estival. Está
compuesta por dos salas alargadas con alcobas a un lado que se destinarían a dormitorios,
quedando aisladas por medio de unos cortinajes que colgaban del arco. Las dos salas principales
estaban divididas por unos arcos de herradura enmarcados por una línea llamada alfiz, de tipología
califal. Estos arcos tripartitos se encuentran coronados con las conchas, símbolo del ciclo vital del
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ser humano.
La estancia más cercana al Patio de las Doncellas se utilizaría como Sala Regia mientras que
la interior quedaría para la intimidad. En el muro de la segunda estancia se puede ver el contraste
de blancos yen la yesería que delata el lugar donde se encontraba, a comienzos del siglo XIX, una
puerta que comunicaba directamente con el vestíbulo principal.
El alfarje de la sala principal es del siglo XIV, contiene una decoración de lacería y su
policromía ha sido rescatada después de la restauración realizada en 2008.
– SALA DE LA CUADRA I DE LOS PASOS PERDIDOS
Este espacio tenía la función de enlazar la zona privada con la pública.
El artesonado que cubre la estancia es de época d ellos Reyes Católicos. Prácticamente
todas las techumbres mudéjares de la planta baja fueron sustituidas por otras cuando se decidió
construir el piso alto. Las antiguas armaduras de par y nudillo fueron suplidas por techos planos
que permitían edificar un piso superior. Durante el proceso de restauración del 2008, se consolidó
la estructura y se pudieron rescatar la policromía y los escudos de los Reyes católicos que lo
decoraban.
– PATIO DE LAS MUÑECAS
Este patio era el centro del espacio destinado a la vida privada en el Palacio Mudéjar. Se
conoce así por las cabecitas que aparecen en la decoración del patio. Podría ser la firma o
identificación de algún artista que trabajó en las intervenciones realizadas en esta área.
Ilustración 13: Cristalera del Patio de las
Muñecas.
Ilustración 14: Cabeza
de muñeca realizada en
estuco. arquería del
Patio de las Muñecas.
Ilustración 12: Patio de las
Muñecas
La planta principal es original del siglo XIV, mientras que la entreplanta y primera planta
fueron construidas en el siglo XVI y siglo XVII y restauradas en el siglo XIX. A esta intervención se le
denomina o falso histórico, se limitaron a copiar el estilo mudéjar que presidía la planta principal.
La montera de cristal que cubre el patio es del siglo XIX.
Las columnas y capiteles de la planta principal son material reutilizado, conocido como
material de acarreo, procedente del período romano y califal.
– SALÓN DE LOS EMBAJADORES
Era el salón principal, destinado a recepciones y grandes cortejos. Fue utilizado como Salón
del trono del rey Don Pedro, donde recibía a las personalidades importantes de su época, de ahí
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que se la sala más ostentosa y solemne de todas. Es un ejemplo de la arquitectura al servicio de la
monarquía a través de la cual se demostraba el poder del monarca.
Es una sala cuadrada en la que todo giraba en torno al soberano, con una gran cúpula que
preside la estancia. Muy similar a las qubba musulmanas, en las que el cuadrado de la sala
simboliza la tierra y la cúpula, con decoración geométrica en forma de estrellas, sería la esfera
celeste. Es la recreación de un macrocosmo, del Universo.
Ilustración 15: Salón de los
Embajadores.
Esta sala podría considerarse un homenaje a los dos palacios más importantes de AlAndalus: el Palacio de Madinat al-Zahra (Córdoba) y el Palacio de la Alhambra (Granada). En ella se
reúnen ls elementos arquitectónicos más importantes de estas dos etapas históricas. La estructura
de los tres vanos tripartitos con arcos de herradura rodeados por un alfiz, son herencia del arte
califal mientras que la cúpula que corona esta sala así como la decoración entorno a esta, conocida
como mocárabe o mucarna, perpetúan las formas artísticas nazaríes.
La estancia mantiene una tendencia al “horror vacui” debido a la densidad de este espacio.
Sus paredes son auténticos tapices de color que simulan tejidos orientales. A pesar de que el rey
Juan II nunca residió en Sevilla, bajo su mandato se reconstruyó la magnífica cúpula que preside la
estancia. Fue realizada en 1427 por el maestro mayor de carpintería Diego Ruiz. De esta cúpula
sorprende su majestuosidad, gracias a la labor de lazos que crean estrellas, la policromía, los
dorados y unos espejos que fueron colocados en el siglo XIX.
– SALAS COLATERALES DEL SALÓN DE LOS EMBAJADORES
Son dos habitáculos que flanquean el Salón de los Embajadores, uno orientado al Patio de
las Muñecas, y el otro a las Salas de los Infantes. Estas estancias se caracterizan por la decoración
que aparece en el friso superior, una serie de círculos polilobulados con escenas de caballeros.
Se especula que podrían hacer referencia a dos libros que seguramente Don Pedro leyó en
su juventud: “Libro de la Montería” y la “Crónica Troyana”. Se aprecia la influencia gótica en la
representación decorativa de las hojas de vid.
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– CUARTO DEL REY DON PEDRO
Se trata de una de las habitaciones del palacio primitivo del Cuarto Real Alto, construida en
el siglo XIV. Esta estancia seguía la tipología de las habitaciones en la planta baja del palacio
Mudéjar: una sala principal con dos alcobas en sus laterales, pero después de la construcción del
Mirador, si estructura quedó mermada. Durante el siglo XVI, la sala fue ampliamente remodelada y
se añadieron motivos ornamentales al gusto de la época. La decoración de la estancia se
caracteriza por sus paredes con yeserías policromadas en la parte superior y los zócalos de azulejos
con entrelazados de lacería en la parte inferior.
En cuanto al mobiliario, típico del romanticismo del XIX, la mesita y el tocador de diseño
morisco, realizados en metal, probablemente fueron traídos por la reina Isabel II. Bajo el dintel de
la puerta por la que se accede al patio hay dibujadas cuatro calaveras que, según la leyenda,
fueron realizadas en el siglo XVI como recuerdo del rey Pedro I, cuentan que catro jueces fueron
ajusticiados acusados de prevaricación por orden del Rey, quien colgó las calaveras en este Palacio.
– SALA DE LOS INFANTES
Estas salas, orientadas al Jardín de la Galera, debieron ser utilizadas por los infantes. Fueron
reformadas en el siglo XIX cuando, en 1848, los Duques de Montpensier tras alojarse unos días en
el Palacio Arzobispal, se trasladaron a la parte baja del palacio real. Unos meses después de la
llegada de los duques a la ciudad, el 21 de septiembre de 1848, nació en la sala su Alteza infanta
doña Isabel de Orleáns y Borbón, el primer vástago de la pareja, que recibió el nombre de su tía la
reina Isabel II como atestigua la placa que decora esta estancia.
–
PUERTA DEL LEÓN
Ilustración 16: Puerta del León.
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La puerta del León, anteriormente llamada Puerta de la Montería, es el acceso principal al
Real Alcázar de Sevilla. Recibe su nombre por la cerámica del siglo XIX que la preside. Representa
un león rampante con una corona recordando al real sitio al que se va acceder. El animal sostiene
un crucifijo y lleva una banda con caracteres góticos en la que se lee Ad Utrumque, es decir,
“dispuesto a todo”. Fue realizado por el taller de cerámica de Mensaque siguiendo un diseño de
José Gestoso en 1894.
Se cree que esta puerta se abrió en el siglo XIV, al construirse el Palacio Mudéjar bajo las
órdenes del rey Pedro I de Castilla. Su configuración responde a la idea de transmitir la
magnificencia del nuevo edificio mudéjar y, a su vez, la del propio monarca. Desde la Puerta del
Ilustración 17: León pintado sobre azulejos,
situado en la puerta de acceso al Real Alcázar.
León se divisaba la fachada de la residencia del soberano a través de una larga perspectiva visual.
En ese eje longitudinal están alineados los patios del León y la Montería, que se suceden hasta
llegar al foco principal que es la fachada de Pedro I. Con este diseño, el nuevo palacio quedaba
visible a todos desde el exterior, dando muestra de su ostentación. El edificio actúa como
instrumento propagandístico que validaba la supremacía del monarca frente a cualquier otro
poder.
La muralla exterior que delimita el actual recinto alcazareño es un compendio de las obras
realizadas en diferentes épocas, testigo de los edificios musulmanes de la dinastía omeya, abbadí
y almohade en época cristiana. Recientemente se ha recuperado una puerta del antiguo recinto de
la dinastía abbadí del siglo XI situada en la calle Joaquín Romero Murube, otras zonas con lienzo
musulmán se encuentran en la Plaza de la Alianza, Callejón del Agua o Patio de Banderas.
PATIO DEL LEÓN
En 1625, el arquitecto italiano Vermondo Resta construyó el famoso Corral de Comedias de
la Montería. Este tipo de teatros, muy frecuentes en España, estaban generalmente situados en el
patio del interior de las casas. El Corral de Comedias de la Montería se mantuvo en uso hasta 1679,
año en el que se prohibieron las obras teatrales en Sevilla. En 1691 fue destruido por un incendio,
en aquel momento el teatro estaba
cerrado, y el escenario y los vestuarios
eran utilizados como viviendas.
Un muro con tres arcos divide el
Patio del León del Patio de las Monterías.
Esta estructura fue construida en época
del rey Pedro I a partir de un muro tapial
–
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Ilustración 18: Vista de los arcos que separan el Patio
del León y el de la Montería.
musulmán. En su origen, solo existía el arco central, siendo los laterales hornacinas o vanos ciegos
que fueron abiertos en 1937, cuando se reorganiza el patio del León.
Muchos autores atestiguan que en este lugar existía un habitáculo cúbico, donde el rey
Pedro I celebraba audiencias con sus súbditos y impartía justicia. Se situaba en este lugar para que
pudieran verle desde fuera sin arriesgar su seguridad. Como telón de fondo, estaba la bella
fachada del palacio mudéjar. Se cree que esta especie de tribuna fue destruida en el siglo XVI con
la visita de Felipe II a la ciudad. La bóveda actual del arco central sería una consecuencia de esta
época.
El patio del León se encuentra hoy dividido en cuatro parterres de arrayán en los que
destacan lo curiosos árboles de “Palo Borracho”, conocidos así por su tronco ensanchado.
– PATIO DE LA MONTERÍA
Es el patio principal del Alcázar y funciona como distribuidor de los edificios palaciegos: el
Palacio Mudéjar, el Palacio Gótico y la Casa de la Contratación de las Indias. Recibe este nombre
porque allí solían reunirse los monteros reales para salir a cazar.
El área que ocupa formó parte del palacio musulmán del siglo XII que fue destruido por el
terremoto en 1356. la configuración actual, como espacio arquitectónico y antesala del área
palatina, procede del periodo en que se construye el Palacio del rey Pedro I. el nuevo palacio
mudéjar se ideó con una disposición especial para que la puerta de acceso al conjunto alcazareño
estuviera conectada visualmente con la fachada del Palacio, a través de una línea recta y cruzando
los distintos patios.
Las crónicas hablan del Cuarto de Montería que estaba adosado al patio, utilizado por Don
Pedro como zona de recepción, y que estaría localizado en el actual Cuarto del Almirante.
En la zona occidental del patio, se establece la Casa de la Contratación en 1503 y se
construyen la galería porticada y la escalera principal del palacio, que da acceso a la planta
superior. El actual frente oriental es edificado por Sebastián van der Borcht en 1755, después del
terremoto de Lisboa.
Se cree que el Patio de la Montería se concibió con un pórtico perimetral que nunca se
llegó a realizar. En los laterales de la fachada del Palacio Mudéjar se puede ver parte de esa
arquería que fue cegada a finales del siglo XV y reabierta en 1937.
en 1998, durante las obras de repavimentación del Patio de la Montería, los trabajos
arqueológicos desvelaron restos del palacio almohade del siglo XII.
SEVILLA: XIV-XVI. CASA DE LOS TRASTÁMARA
– CASA DE LA CONTRATACIÓN
Tras la Guerra de Sucesión Castellana accedieron al trono de Castilla Los Reyes Católicos,
fundaron en 1503 la Casa de la Contratación de las Indias de Sevilla, una institución creada para la
regulación del comercio entre España y el Nuevo Mundo. Las dependencias cedidas por la Corona
para establecerla abarcarían desde la actual Plaza de la Contratación (hoy fuera del recinto
palaciego) hasta lo que se conocía como cuarto del Almirante en el Patio de la Montería. Esta
última estancia se cree que toma su nombre del Tribunal del Almirantazgo de Castilla, título que
trajeron los primeros reyes de Castilla después de la Reconquista de Sevilla en el siglo XIII.
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El área concedida para la casa de Contratación fue remodelada para adaptarse a las nuevas
necesidades. Estas primeras obras resultaron insuficientes por lo que, a mitad del siglo XVI, se
Ilustración 19: Cuarto del Almirante, antigua
Casa de la Contratación.
adquirieron unas casas colindantes al palacio para aumentar su capacidad.
A principios del siglo XVII un incendio destruyó parte de las dependencias de la Casa de la
Contratación. El arquitecto milanés Vermondo Resta se hizo cargo de las obras de reconstrucción, y
además edificó otras dependencias con distintas funciones, entre ellas, una nueva cárcel. Fue el
período de máximo esplendor de la Casa d ella Contratación. Algunos historiadores creen que su
recinto abarcaría hasta la zona de la casa de la Moneda, cerca de las históricas Atarazanas y de la
Aduana.
En la actualidad se conserva el Cuarto del Almirante, la Capilla o la sala de las Audiencias y
alguna de las habitaciones de la planta alta que hoy alberga la colección Carranza de cerámica.
Todas han sido muy reformadas a lo largo de los siglos.
– CUARTO DEL ALMIRANTE
Hoy en día el Cuarto del Almirante o Cuarto de la Montería se utiliza para celebrar actos
oficiales y culturales. Tiene una disposición rectangular, y está cubierto por una techumbre del
siglo XVI. Los cuadros y textiles que se exponen en esta sala pertenecen a la colección de
Patrimonio Nacional.
La sala está decorada con una serie de pinturas y retratos reales. Presidiendo, se encuentra
el lienzo que representa la Inauguración de la Exposición Ibeoramericana de Sevilla, del pintor
Alfonso Grosso Sánchez. Este cuadro plasma el momento de la inauguración de la muestra
celebrada el 9 de mayo de 1929, en la conocida Plaza España.
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– SALA DEL TECHO DE LOS REYES CATÓLICOS
Esta sala que unía el ámbito privado con el publico, está cubierta por una magnífica
armadura realizada época de los reyes católicos, como atestigua la decoración heráldica que
acompaña la labor de lazo. Se representan los emblemas de los Reyes Católicos de yugo, las
flechas y el lema fernadino “tanto monta”. En el escudo,, coronado por al águila de san Juan,
aparecen representados todos los reinos de la Península Ibérica a finales del siglo XV: el reino de
Castilla, de León, de Aragón y de las dos Sicilias. Granada está representada en la parte inferor, lo
que indica que se trata de una obra posterior a la victoria de la guerra contra Granada, acaecida en
1492.
Ilustración 20: Detalle de la decoración del Salón
del Techo de los Reyes Católicos.
– SALA DEL PRÍNCIPE
esta sala está compuesta por una estancia central y dos salas más pequeñas a ambos lados,
una de ellas conecta directamente con el Jardín del Príncipe. Debe su nombre a Juan de Aragón y
Castilla, segundo hijo de Fernando II de Aragón y de Isabel I de Castilla. Según las crónicas d ella
época fue en esta sala donde la reina Isabel dio a luz a su heredero el 30 de junio de 1478.
Se conoce que le parto real fue asistido por una partera sevillana, conocida como “La
Herradera” y que en el momento del parto hubo varios testigos designados por el rey, para que
dieran fe que le recién nacido era de la reina. Cristóbal Colón homenajeó al príncipe nombrando a
la actual isla de Cuba como Isla Juana. Pero el príncipe Juan falleció en 1497 a los 19 años. Su
muerte supuso un cambio brusco en la trayectoria de la historia de España, puesto que la corona
pasó a su hermana Juana, y posteriormente, por razones hereditarias, pasó a la Casa de Austria a
través de su hijo, el emperador Carlos V.
las bellas techumbres de estas salas mezclan la lacería mudéjar con elementos ya
renacentistas.
– CUARTO REAL ALTO
El Cuarto real Alto del Real Alcázar de Sevilla es, hoy en día, Residencia Real de SSMM los
reyes de España. A lo largo del tiempo se han ido sucediendo diversas reformas y ampliaciones
realizadas por los distintos reyes, principalmente durante durante los siglos XVI, XVII y XIX. Las
salas que lo componen están vinculadas a numerosos episodios tanto de la historia de España
como de la Historia Universal, ya que en ellas se alojaron personajes tan importantes como el rey
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pedro I de Castilla, los reyes Católicos, el emperador Carlos V, Felipe II o Felipe V.
La escalera que da acceso al Cuarto Real Alto es la principal del todo el conjunto palaciego.
Fue construida durante el reinado de Felipe II, en el siglo XVI. Como la barandilla y la reja de la
única ventana que da a la escalera. El zócalo de azulejos que la recorre, también del siglo XVI,
proviene del Convento de Madre de Dios de Sevilla, pero no es el original. Los otros azulejos que
enmarcan todo el conjunto pertenecen al siglo XX. La escalera está coronada con un bello
artesonado, con casetones poligonales y florones tallados en su centro. El tapiz del siglo XVII, que
cuelga de la pared frontal, fue realizado en Bruselas, y representa una escena mitológica, Dido y
Eneas, en la que Virgilio se inspiró para componer su Eneida.
– VESTÍBULO
Esta sala, conocida también como Antigua Cámara alta o Saleta de la reina, fue cosntruida
en época de los Reyes católicos con objeto de convertirse en parte de las habitaciones de la reina
Isabel de Castilla, que visitó el Alcázar en numerosas ocasiones, dada la cercanía con el frente del
Reino de Granada.
La corte itinerante de los Reyes católicos entró en Sevilla Presidida por doña Isabel el 24 de
julio de 1477. fue jubilosamente recibida por el pueblo y se alojó en el Alcázar; días después
acudió su esposo don Fernando.
En el siglo XV, los Reyes Católicos emprenden numerosas reformas con intención de
acondicionar el palacio y adecuarlo a la presencia de la corte durante la guerra contra Granada. A
finales del siglo XVI se conecta el Cuarto real Alto con el Patio de la Montería a través de la
escalera, configurándose esta estancia como vestíbulo. Las características de esta sala son propias
de la época de los Reyes Católicos, como indica el emblema heráldico del friso que rodea el
artesonado, el “Tanto Monta”, emblema personal de Fernando II, y los escudos del yugo y las
flechas que representan a la pareja real.
Sus paredes están decoradas con tapices procedentes de la Real Fáfrica de Tapices de
Madrid del siglo XVIII, basados en cartones realizados por los pintores de la cámara de los reyes
Carlos III y Carlos IV.
En cuanto al mobiliario, las dos consolas de caoba de estilo neogótico y los reloges de
bronce dorado corresponden a la primera mitad del siglo XIX. Estos reloges, de maquinaria
francesa, representan a “Venus abrazando a Eros” y una “Alegoría del Matrimonio”, que incluye un
retrato de la reina María Cristina.
– ANTEORATORIO
Esta estancia fue construida en el siglo XV como Alcoba de la reina Isabel I para largas las
temporadas que pernoctó en el Alcázar durante la conquista de Granada.
El dormitorio se componía originalmente de tres salas: la sala de recepción, actualmente la
conocida como vestíbulo, la alcoba y una pequeña capilla u oratorio. Esta sal fue transformada en
el siglo XVI, pero de la decoración original se conserva la armadura ochavada sobre pechinas
cubierta por motivos de lazos. El friso que rodea la armadura tiene una banda epigráfica con
caligrafía árabe. Según las crónicas de la época, los comerciantes sevillanos regalaron a Isabel telas
lujosas de oriente y terciopelos venecianos bordados de oro para la decoración de las nuevas
estancias reales. Desafortunadamente, no se conserva nada de ellos.
–
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ORATORIO DE LOS REYES CATÓLICOS
La reja que da paso al Oratorio es una reproducción en miniatura de la reja que cierra el
coro de la Catedral de Sevilla, coronada con la representación del árbol de Jessé.
El Oratorio, que data de finales del siglo XV y principios del XV, está dividido en tres
espacios delimitados por columnas de mármol. Las bóvedas, de estilo gótico, se decoran con tallos,
hojas y granadas, así como con las iniciales de Isabel Y Fernando. El altar-retablo que lo preside,
fechado en el aó 1504, es un excepcional conjunto de azulejería sevillana, de estilo renacentista.
Fue el primer altar realizado en cerámica pintada sobre superficie lisa de la ciudad. El artista que lo
firma, Niculoso Pisano, posiblemente vino a Sevilla atraído por la fama d ella ciudad había logrado
tras el descubrimiento de América y que ocasionó el asentamiento de comerciantes, banqueros,
artistas y gentes de toda condición y procedencia. A pesar de que el altar fue realizado para Isabel
I, la reina nunca lo vio terminado pues murió en Medina del Campo, el 26 de noviembre de 1504.
– ANTECOMEDOR Y COMEDOR DE SALA
Formó parte de las habitaciones de la Reina, construidas en época de Isabel I la Católica y
se cree que esta sala se construyó con motivo del nacimiento del príncipe Don Juan en el Añcázar.
Aún se conserva el artesonado con los emblemas herádicos y el zócalo de azulejos, imitando a los
del Palacio Bjao. El Comedor de Gala, construido durante el reinado de Felipe II, sufrió en los años
1876 y 1877 diversas renovaciones.
SEVILLA: XVI-XVIII. CASA DE LOS AUSTRIAS
– SALA DEL TECHO DE CARLOS V
Esta sala se conoce por su alfarje, realizado entre 1541 y 1543 por Sebastián Segobia. Este
armazón de madera de pino negral, teñido con pigmentos de tierra, está decorado con setenta y
cinco casetones octogonales, unos ataviados con florones y y otros con bustos de personajes que
parecen salir d ella armadura. En el arrocabe aparecen escudos y emblemas del emperador Carlos
V: el escudo del águila bicéfala, emblema de los Habsburgo, símbolo del Sacro Imperio Romano
Germánico, y las columnas con el lema del Plus Ultra, que el Emperador utilizó como divisa
personal, símbolo de la expansión del Nuevo Mundo. Las columnas representan las legendarias
columnas que Hércules erigió en el estrecho de Gibraltar, con la inscripción: “Non plus ultra”,
creyendo que no existían más tierras hacia poniente. Con la conquista de América, el Emperador
quiso dar a entender que había llegado más lejos que Hércules. En referencia a tal expansión, es
también conocida la frase “bajo el imperio del emperador Carlos V nunca se pone el sol”.
La parte inferior de los muros está decorada con alizares de azulejo y , sobre éstos existe un
friso de yeso que alterna dos escudos del castillo, el león y una banda epigráfica que dice: “Gloria a
nuestro señor el sultán Don Pedro I. Protéjale Dios”.
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Esta sala pudo ser la más antigua capilla de Don Pedro I. la parte más alargada de la
estancia sería la nave, y la alcoba o alhanía haría de presbiterio. En la puerta de acceso aparece
inscrita una oración. La hipótesis de la función litúrgica de la sala se reforzó cuando encontró en el
artesonado del Mirador de los Reyes Católicos, que posiblemente perteneció a esta estancia, una
oración a la Virgen María.
Ilustración 21: Salón del techo de
Carlos .
– SALÓN DE LOS TAPICES
la Sala de los Tapices quedó totalmente destruida después del terremoto de 1755, por ello
fue remodelada, al igual que la portada que da acceso al Patio crucero. La estructura barroca que
define la sala de y el pórtico de entrada fueron realizados por Sebastián Van der Borcht.
La estancia está decorada con algunos tapices de la serie conocida como La conquista de
Túnez. Fueron un encargo del emperador Carlos V después de su victoria, en 1535, frente a su
enemigo más poderoso en aquella época, el sultán del imperio Otomano, Soleimán II el Magnífico.
Ilustración 22: Salón de los Tapices.
Los tapices originales se tejieron en Bruselas, en el taller de Wilhem Pannemaker entre
1548 y 1554, aunque los expuestos en sala son una réplica exacta ordenada por Felipe V en el siglo
XVIII.
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– ACTUACIONES RENACENTISTAS EN EL PALACIO GÓTICO
En la segunda mitad del siglo XVI, reinando Felipe II, se encontraba en un estado de
abandono, por ello se acometieron distintas obras de renovación. Se sustituyeron los ventanales
góticos por las ventanas actuales que dan a los jardines, aportando otro ambiente a la sala,
haciéndola más diáfana y luminosa. Se eliminaron los pilares sobre los que apoyaban las bóvedas y
se sustituyeron por las actuales ménsulas renacentistas. Toda el área perimetral de las
habitaciones se decoró con zócalos cerámicos del siglo XVI.
El día 1 de noviembre de 1755 tuvo lugar el Terremoto de Lisboa, que se produjo a su vez
un maremoto que destruyó la costa portuguesa y andaluza. En Sevilla el seísmo afectó a gran parte
de las casas de la ciudad, y en especial al antiguo palacio almohade y gótico. Se llevaron a cabo
obras de rehabilitación entre 1758 y 1760, que fueron mermando el aspecto medieval del Palacio y
y transformándolo en el palacio que es hoy.
SALA DE LAS BÓVEDAS O DE LAS FIESTAS
Esta sala, orientada a los jardines, conserva las bóvedas originales, de ahí su nombre. La
denominación Sala de Fiestas hace referencia a que pudo ser el lugar donde se celebró la boda
imperial entre Carlos V e Isabel de Portugal. El hijo de los emperadores, el rey Felipe II, reformó
esta sala con elegantes elementos renacentistas.
En 1577, Asensio Madea se encargó de sustituir los pilares góticos por las ménsulas. El
espacio que los soportes medievales habían dejado libre fue aprovechado por el artista Cristóbal
de Augusta, que decoró la parte inferior de la estancia con zócalos de azulejos policromos de
superficie plana. El artista italiano Niculoso Pisano introdujo la técnica de la cerámica sobre la
superficie lisa y el estilo renacentista en la decoración de la cerámica.
En el siglo XVI se abandonan los diseños geométricos para adoptar oras temáticas
específicas de aquella época, como escenas religiosas, personajes mitológicos, animales
fantásticos, o figuras alegóricas. Estos azulejos recuerdan a los tejidos italianos que llegaban al
puerto de Sevilla traídos por los comerciantes genoveses y venecianos.
Ilustración 24: Salón de Carlos
Ilustración 23: Salón de Carlos
V o de las Fiestas.
V o de las Fiestas.
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– SALÓN DEL TECHO DE FELIPE II
Su denominación proviene del periodo en que se realizó la techumbre del salón. Este techo,
conocido como de media caña por su traza, se compone de distintos casetones cuadrados como
motivos geométricos. Se le atribuye al Maestro Mayor de carpintería Martín Infante, entre 1589 y
1591.
En el frontal meridional hay una puerta que abre al jardín del Príncipe, frente a ella se
encuentran tres arcos de herradura de estilo califal, encuadrados por una línea conocida como
alfiz. Todo este conjunto, profusamente decorado, a su vez está enmarcado por otro gran arco.
Destaca la representación de distintas aves, predominando las figuras de pavos reales, debido a a
lo cual se conoce como Arco de los Pavones. Este elemento ornamental se utilizaba en Al-Andalus
y en la época mudéjar se recupera, dada la afición que tenía la familia real a la cetrería. El pavo real
es símbolo de lo permanente, de lo inmortal, ave del paraíso, símbolo de la cultura islámica del
poder del monarca. En la tradición cristiana era símbolo de Cristo, ya que se consideraba su carne
incorruptible.
Ilustración 25: Detalle del Arco de Pavones, en
el Salón del Techo de Felipe II.
– CAPILLA DEL PALACIO GÓTICO
Las crónicas de Alfonso X hablaban de la capilla de San Clemente, situada en el Palacio
Gótico, pero a pesar de que hoy no existe ninguna referencia, seguramente Alfonso X aludía a esa
capilla medieval.
El oratorio conserva las bóvedas de crucerías medievales y el zócalo renacentista añadido
en el siglo XVI.
El retablo que encabece la estancia fue realizado por Diego de Castillejo, en la primera
mitad del siglo XVIII. Está presidido por una réplica de la Virgen de la Antigua, cuyo original está
situado en la capilla del mismo nombre en la Catedral de Sevilla. Está considerada una de las
representaciones pictóricas más antiguas de la ciudad, ya que fue pintada sobre le muro de la
mezquita cuando ésta se convierte al culto católico en el siglo XIII. Es la única que se conserva de
las numerosas pinturas murales que decoraron el templo musulmán.
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Ilustración 26: Capilla del
Placio Gótico.
SEVILLA: XVIII-XX CASA DE BORBÓN
Con la visita de Felipe V, el Alcázar se acondiciona y se realizan esas reformas expuestas
anteriormente como la de la fachada norte del Patio de Montería en 1755 tras el terremoto de
Lisboa, en que también se puede ver en los laterales de la fachada del Palacio Mudéjar parte de
esa arquería que fue cegada a finales del siglo XV y reabierta en 1937.
También se puede mencionar el antedespacho de el rey Juan Carlos I. en los años 1876 y
1877 fueron las habitaciones de la reina Isabel y, posteriormente, en la restauración de 1977, se le
dio el uso actual de Despacho Oficial del rey Don Juan Carlos I. flanqueando el acceso hay dos
cuadros atribuidos a Francisco Pacheco, pintor del siglo XVII.
En cuanto a la decoración de la sala, existe un grupo escultórico que representa un bacanal
fundido a finales del siglo XVIII, obra del escultor francés Claude Michel, más conocido como
Clodión. Las paredes fueron adornadas con distintas obras como los paisajes románticos de
Fernando Ferrant, adquiridos por la reina Isabel II y las acuarelas procedentes de las habitaciones d
ella reina Victoria Eugenia de Battenberg realizadas por pintores ingleses.
LOS JARDINES DEL REAL ALCÁZAR
los palacios andalusíes se complementaban con los jardines- huerto, cuyos productos
frutales y productos hortícolas cohabitaban con las más variadas plantas aromáticas. Además de
abastecer a los miembros del palacio, tenían una función estética y cumplían con los placeres de
los cinco sentidos. Estos jardines se podían disfrutar con la vista, el tacto y el oído, a través del
sonido del agua en forma de fuentes, canalillos, surtidores, estanques, acequias y albercas, o el de
los pájaros cantando.
En el siglo XVI, con la llegada del emperador Carlos V y en el reinado de Felipe II, comienza
la remodelación de los huertos hispanomusulmanes que se localizaban junto a los muros del
Palacio de Don pedro I y del Placio Gótico.
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Mas tarde, con Felipe III llega uno de los grandes artistas italianos del momento, Vermondo
Resta, que aporta a los jardines un sello manierista, estilo italiano de moda a comienzos del siglo
XVII.
Los viajeros románticos del siglo XIX pusieron de moda los jardines árabes de España
destacando la impronta soñadora de lo exótico y oriental. Al mismo tiempo, hubo una
reinterpretación naturalista del paisajismo inglés, incluso una corriente regionalista en las primeras
décadas del siglo XX.
– EL JARDÍN DEL ESTANQUE DE MERCURIO
En su origen fue la primera alberca de riego, con agua transportada a través de un
acueducto romano reutilizado por los musulmanes, conocido hoy como los Caños de Carmona.
A partir de 1575, la disposición del antiguo estanque se modifica imponiéndose la impronta
clásica. La alberca se corona con una escultura renacentista, realizada en bronce, que representa a
Mercurio.
Esta escultura fue realizada por Diego de pesquera y fundida, en 1576, por Bartolomé Morel, el
autor de la efigie más famosa de la ciudad, el Giraldillo. Este mismo autor fundió las rejas, las bolas
y los leones que rodean el estanque.
Ilustración 27: Jardín del estanque de
Mercurio.
– GALERÍA DE LOS GRUTESCOS
A principios del siglo XVII, Resta transformó la vieja muralla musulmana en una loggia de
forma caprichosas desde donde poder disfrutar de los jardines del palacio. La galería se extiende
hasta el Jaardín del Laberinto, a través de un pasillo cubierto con vistas a los jardines del Alcázar. La
galería está abierta a ambos lados por vanos apoyados en columnas de acarreo de mármol blanco
y rojizo, posiblemente de origen califal. Remata el conjunto con una barandilla de hierro forjado
pintada de azul. Mientras el lado sur está decorado al estilo manierista, que simula como la roca
emerge del edificio, fundiendo así la arquitectura con la naturaleza. A esta tendecia se le llamó
labor de grutesco.
– BAÑOS DE MARÍA DE PADILLA
La entrada está decorada con azulejos planos polícromos y en las bóvedas existen pinturas
murales del siglo XVI. Esta alberca perteneció al Patio Crucero almohade datado en el siglo XII. En
época del rey Alfonso X, en el siglo XIII, se reformó y se construyeron las bóvedas de crucería
actuales. Tradicionalmente se le conoce como baños de María de Padilla, pues se dice que aquí se
bañaba la amante, y posterior esposa, del rey Pedro I.
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Ilustración 28: Baños de María Padilla.
– PABELLÓN O CENADOR DE CARLOS V
Se construye en honor al matrimonio de Carlos V e Isabel de Portugal. El edificio tiene su
origen en una qubba musulmana y mezcla el estilo mudéjar con el renacentista.
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BIBLIOGRAFÍA
Referencias bibliográficas.
GARCÍA FERNÁNDEZ, Manuel; GARCÍA FERNÁNDEZ, Manuel, Pedro I y Sevilla: Sevilla : Instituto de
la Cultura y las Artes, Ayuntamiento de Sevilla, 2006
GESTOSO Y PEREZ, J. Guía del Alcázar de Sevilla: su historia y descripción. Sevilla: Escuela
Tipográfica Salesiana, 1899
MARIN FIDALGO, Ana. Los jardines del Alcázar de Sevilla durante los siglos XVI y XVII:
Intervenciones y ordenación del conjunto. Sevilla: Guadalquivir Ediciones, 1990
MONTOTO, Santiago. La Catedral y el Alcázar de Sevilla. Madrid: Plus Ultra, 1951
UNIVERSIDAD DE SEVILLA. Patrimonio recuperado de la Universidad de Sevilla:
[exposición] Real Alcázar de Sevilla, octubre-noviembre, 1997.Sevilla: Fundación el Monte,
1997
UNIVERSIDAD DE SEVILLA. Patrimonio recuperado de la Universidad de Sevilla:
[exposición] Real Alcázar de Sevilla, octubre-noviembre, 1997.Sevilla: Fundación el Monte,
1997
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