REAL ALCÁZAR DE SEVILLA RAQUEL RIUS BONIFÁS Hª Y GESTIÓN DEL PATRIMONIO ARTÍSTICO 3B GRADO Hª DEL ARTE 1 SUMARIO – – – – – – – – 2 PRESENTACIÓN IXBILIA: VIII-XV. REINO MUSULMÁN - DINASTÍA ABBADÍ (p.5) - DINASTÍA ALMOHADE (p.5-7) SEVILLA: XIII-XIV. REINO CASTELLANO-LEONÉS – PALACIO GÓTICO (p.7-9) – ESTILO MUDÉJAR (p. 9-17) SEVILLA: XIV-XVI. CASA DE LOS TRASTÁMARA (p. 17-21) SEVILLA: XVI-XVIII. CASA DE LOS AUSTRIAS (p. 21- 25) SEVILLA: XVIII-XX CASA DE BORBÓN (p. 25) LOS JARDINES DEL REAL ALCÁZAR (P. 25- 27) BIBLIOGRAFÍA (p. 28) “¡Quisiera saber si pasaré otra noche en aquel jardín junto a aquel estanque! Entre olivares, herencia de grandeza, el gorjeo de las palomas y el trinar de los pájaros, en el palacio de Záhir, bajo la lluvia de primavera, respondiendo a los guiños de la Cúpula de Turayya, mientras el alcázar de Záhir, con su Su`d as-Su`úd, nos lanza una mirada de amante que espera. No sé si es fácil o difícil de conseguir pero la voluntad de Dios se acepta ¡Ojalá Dios decida que muera en Sevilla y que Él abra allí mi tumba el último día!” Al Mutamid, entre 1091 y 1095. Traducción de Rafael Valencia Rodríguez. 3 PRESENTACIÓN El Real Alcázar de Sevilla es el extraordinario resultado de un continuo proceso de construcción, destrucción y adaptación de edificios como consecuencia del devenir histórico, con todas las vicisitudes políticas, económicas, sociales, culturales y artísticas que han coincidido en esta transcendental zona del sur de España. Cruce de caminos entre Europa y África, lugar de encuentro del Océano Atlántico y el mar Mediterráneo, las distintas culturas y pueblos que se han asentado en esta tierra han ido dejando su impronta. Su reconocimiento llega en 1987, cuando es declarado Patrimonio de la humanidad por la UNESCO, junto a la Catedral de Sevilla y el Archivo General de Indias. Actualmente el reciento palaciego tiene una dimensión de 14.000 m2 y 7 hectáreas de jardín. Los últimos estudios arqueológicos y topográficos realizados en el palacio han obtenido como resultado una nueva visión y un nuevo perfil del considerado en la actualidad el Palacio real más antiguo de toda Europa en uso. 4 IXBILIA: VIII-XV. REINO MUSULMÁN DINASTÍA ABBADÍ En el año 1031 se extingue el Califato de Córdoba y se fracciona en distintos reinos independientes llamados Reinos Taifas. El Reino Taifa de Sevilla estará dirigido por la dinastía abbadí. Abu al-Oasim ibn Abbad fue el primer rey sevillano de la nueva dinastía, y con él empieza a renovarse la ciudad. Su descendiente, Abbad Ibn Muhamad ibn Ismail ibn Abbad, al-Mutadid, (“el protegido de Dios”) fue, desde 1042 y hasta su muerte en 1069, el verdadero promotor del reino taifa de Sevilla. Como guerrero y como rey de una dinastía en expansión seguramente decidió edificar un palacio fortificado que tal vez coincidiera con el más antiguo de los localizados en el actual Alcázar. Su hijo, Abu al Qasim Muhamad, al-Mutamid, consolidó el reino y desarrolló uno de los centros intelectuales de mayor explendor de su época. El propio al-Mutamid cultivó diversas artes, sobre todo la poesía. Podría ser que algunos de estos palacios conformaran el legendario Alcázar de la Bendición, “Dar al-Mubarak”. Este alcázar fue el más importante levantado por la dinastía abbadí. El propio rey al-Mutamid lloró a su palacio sevillano desde el exilio en su libro Elegías de Agmat. Tradicionalmente se ha creído que el Palacio de Don Pedro I fue construido sobre el Alcázar de la Bendición, incluso que se utilizó parte de éste para construir el Salón de los Embajadores. El profesor Miguel Tabales y su equipo, que han realizado los últimos estudios arqueológicos en el área del Alcázar, apoyan una cronología posterior a la tradicionalmente aceptada que situaba el origen del palacio en el siglo X. El arqueólogo data el palacio a partir del siglo XI, sin negar la posible presencia de otros edificios de los que Ilustración 1: Columna de no hay constancia arqueológica. mármol dedicada al rey AlMutamid, en el jardín de la Galera DINASTÍA ALMOHADE En el año 1085, el rey castellano Alfonso VI conquista Toledo. Las disputas constantes entre los reinos taifas hicieron que perdieran fuerza ante el frente castellano. Los musulmanes pidieron ayuda a un pueblo del Norte de África, los Almorávides, ante la amenaza inminente de los castellanos. Esta comunidad no se hizo esperar y atacó a los reinos a los que inicialmente iba a ayudar, así conquistaron el reino taifa de Granada, que fue su capital, y posteriormente, en el 1091, dominaron el reino sevillano. En 1170, otro pueblo africano, los Amohades, comenzarán la conquista de al-Andalus. El esplendor vivido por Sevilla llegará a su máxima expresión con esta dinastía a inicios del siglo XII. La dinastía almohade volvió a hacer de Sevilla capital de su reino, dotándola de nuevas infraestructuras, como su muralla, de la que 5 Ilustración 2: Torre del Oro. hoy nos quedan piezas tan emblemáticas como la Torre del Oro o la Torre de Plata, así como un nuevo centro religioso presidido por una nueva mezquita, donde hoy se sitúa la Catedral de la ciudad , y de la que aún se conserva parte del patio y su alminar, conocido como la Giralda. Durante el período almohade, Sevilla logró gran protagonismo dentro del contexto histórico de contemporáneo por su capitalidad. Esta importancia se refleja en la construcción de un nuevo palacio. El cauce del río Guadalquivir se desplazó hasta su emplazamiento actual, permitiendo un solar más amplio. Al final del período almohade, el Alcázar pasará de una hectárea de superficie a inicios del siglo XI a diecisiete hectáreas dos siglos más tarde. PATIO DEL YESO El calificativo de Patio del Yeso deriva de las crónicas medievales, cuando esta área era conocida como Cuarto del Yeso. El patio está presidido por una alberca y su pórtico derecho pertenece al palacio almohade del siglo XII. Es la única pieza de arquitectura civil almohade que se conserva en España. En él se muestran las características artísticas más importantes de esta dinastía norteafricana. Ilustración 3: Patio del Yeso. El lienzo está compuesto por un arco de lambrequines con decoración romboidal calada y, a ambos lados, arcos polilobulados decorados con la misma red de rombos conocida como paños de sebka. El arco central está apoyado por pilares de ladrillos mientras que los arquillos laterales están sostenidos por columnas de mármol y capiteles reaprovechados posiblemente de edificios musulmanes. Frente a los restos almohades, a la izquierda del patio, se encuentra un vano tripartito con arcos de herradura y con dovelas que evocan el arte califal. Según los últimos estudios arqueológicos, podría ser parte de los edificios de la dinastía abbadí, herederos del estilo califal 6 Ilustración 4: Detalle de la arquería de estilo califal en la fachada frente al pórtico almohade. Actualmente se cree que la nueva dinastía derribó la mayor parte de los palacios anteriores. El nuevo alcázar almohade se incorpora a la muralla urbana recién construida, se adosa en el lado sur, cerca del puerto, en el terreno que dejan los dos cauces fluviales: el cauce del Guadalquivir y el del arroyo Tagarete, que rodeaba la población por su lado Sureste. Éste hacía a su vez de frontera y límite natural de la ciudad. SEVILLA: XIII-XIV. REINO CASTELLANO-LEONÉS - PALACIO GÓTICO El 23 de noviembre de 1248, Sevilla es tomada por las tropas castellanas. Tras dos largos años de asedio, en los que la población se encontró en una desesperada situación, el rey castellano-leonés, Fernando III, entró en la ciudad como vencedor. Según las capitulaciones acordadas, la población sevillana pudo optar por entre quedarse bajo el sometimiento del nuevo soberano o emigrar. Muchos de ellos marcharon al Norte de África o al Reino de Granada. Mientras, el rey Fernando III se asentó en el palacio almohade para poder controlar las nuevas plazas reconquistadas y organizarlas internamente. El estilo de vida de la corte cristiana se adaptó tanto a la estructura del palacio islámico, que el propio rey habitó y falleció en él, el 30 de mayo de 1252. Mientras que el rey Fernando III el Santo, adaptó los palacios construidos por los musulmanes a sus necesidades, su hijo Alfonso quiso proporcionar al Alcázar hispalense una impronta cristiana, por ello cambió definitivamente la fisionomía del antiguo palacio sevillano. Bajo el gobierno de Alfonso X, el Alcázar fue testigo de grandes campañas militares, así como del florecimiento de una época de esplendor cultural. Se creó en el Alcázar un centro intelectual que continuó la labor de la Escuela de Traductores toledana a través de la fundación del scriptorium regio en Sevilla. Los rabinos judíos y los alfaquíes o sabios musulmanes se reunían con los clérigos castellanos para la traducción de los escritos en árabe y hebreo. El Palacio Gótico escenificó la transición al estilo cristiano occidental, representaba el triunfo del ideario cristiano frente al pasado musulmán. Para la empresa alfonsí se trajeron canteros de Burgos, que iniciaron a la ciudad en el estilo gótico. El nuevo edificio se construyó sobre el antiguo palacio almohade, que quedó destruido parcialmente, conservándose hasta hoy el Patio del Crucero. 7 Ilustración 5: Patio del Crucero. El edificio está constituido por dos salones rectangulares paralelos longitudinalmente, y otras dos salas, más pequeñas, flanqueando cada extremo en sentido transversal. Las cuatro estancias estaban cubiertas por bóvedas de crucería o nervadas, sostenidas por pilares adosados al muro. En el exterior destacan las almenas y los contrafuertes simulando torreones. El palacio gótico fue conocido en la Edad Media como “El Cuarto del Caracol”, por las cuatro escaleras de caracol que se alzaban internamente en los ángulos del edificio. Estas escaleras daban acceso a la terraza, que se utilizaría como patio de armas. – PATIO DEL CRUCERO El Patio de Crucero es parte de lo que se conserva del palacio almohade del siglo XII.su nombre deriva de precisamente de la disposición que tenía el patio en época musulmana. Se organizaba en torno a dos alturas: en la parte superior existía un patio ajardinado y en la parte inferior había una alberca central rodeada de galerías. El patio principal se componía de dos andenes que se cruzaban. Cada uno de los cuatro brazos tenían una alberca que simulaban los cuatro ríos del paraíso, el agua de éstos iba a parar a una fuente central. En los extremos del crucero hay cuatro parterres con jardines rehundidos con respecto a a los andenes. En estos se plantaban todo tipo de árboles frutales y aromáticos que. Se conseguía que los andenes estuvieran a la altura de las copas de los árboles, así los frutos quedaban al alcance de la mano. A raíz del terremoto de Lisboa de 1755, se rellenó de tierra este jardín interior, formando el actual patio rectangular, y se soterraron los cuatro arriates rehundidos que conformaban el Patio de Crucero en la parte superior. El ingeniero Sebastián Van der Borcht construyó el pórtico que da alcceso al Palacio Gótico, en el lado meridional del Patio del Crucero; y en el opuesto, una galería que une el Apeadero con el Patio de la Montería, mermando definitivamente la estructura originaria del patio musulmán. El Patio de Crucero fue transformado por Alfonso X cuando ordena construir el Palacio Gótico y cubre los baños con bóvedas de nervaduras góticas. En tiempos de Felipe III, a finales del siglo XVI, la parte inferior del patio se remodela. Se crea una fuente de estilo manierista, d ella que quedan restos en un extremo de la alberca, y se redecora. Además, se abre un acceso para comunicarlo con los jardines , por medio del Jardín de la Danza. Desde 1998 se está trabajando para la recuperación de las pinturas murales del siglo XVI en las galerías laterales. 8 En el 2004 se realizó una nueva intervención arqueológica en el lado sur del patio que se muestra actualmente como testigo del patio rehundido almohade del siglo XII. - ESTILO MUDÉJAR SALA DE LA JUSTICIA La Sala de la Justicia o Sala del Consejo es la primera obra mudéjar del Alcázar. Fue construida por Alfonso XI, a mediados del siglo XIV, tras su victoria en la Batalla de Salado en 1340. La sala, de proporciones cuadradas, está coronada por un bello artesonado ochavado y sus paramentos están decorados con labor de yesería donde se unen elementos de tradición musulmana y emblemas castellanos: el escudo de Castilla, de León y de la Banda. Este último fue creado por Alfonso XI en 1332 para recompensar a los caballeros que mejor servicio prestan al monarca. Ilustración 7: Sala de la Justicia. Ilustración 6: Artesonado del techo de la Sala de la Justicia Esta sala pertenecería al conocido “Cuarto del Yeso”, posible residencia de Don Pedro I antes de que construyera su palacio. La sala, tanto por sus elementos decorativos como por la organización del espacio, es heredera de la tradición musulmana. La estancia está abierta por tres de sus frentes, en el centro hay una fuente con un canal por donde corre el agua hacia una alberca situada en el Patio del Yeso. Todos estos elementos ayudaban a crear una corriente una corriente de aire que refrescaba el ambiente, sobretodo en la estación estival. PALACIO DEL REY DON PEDRO I El rey Pedro I de Castilla ordena construir el Palacio Mudéjar entre 1364 y 1366. el estilo mudéjar, único en el mundo, es la manifestación artística más excepcional creada en la Península Ibérica y esta residencia es el ejemplo civil más renombrado. Este edificio fue la culminación de un proceso de reintegración e intercambio cultural en el sur de Europa. Don Pedro I se supo rodear de los mejore alarifes o arquitectos procedentes de 9 Granada y Toledo que, junto con los artistas locales mudéjares, dieron forma a esta monumental construcción. El Palacio Mudéjar es heredero de la tradición hispanomusulmana en sus estructuras y materiales utilizados como ladrillo, cerámica, madera y yeso, relegando el mármol para los soportes, columnas y capiteles. En 1356 un terremoto asoló Sevilla y destruyó parte de los edificios musulmanes remanentes en el área palaciega. Quizá fue en este momento cuando Pedro I tomó la decisión de derruir por completo las construcciones anteriores para levantar en el mismo solar su nuevo palacio medieval. Esto demostraría la inexistencia de restos del palacio almohade y de las construcciones precedentes. De los edificios derruidos se extrajo el material constructivo que se reutilizó posteriormente. Ilustración 8: Fachada del Palacio del Rey Don Pedro I. - FACHADA DEL PALACIO. Presidiendo el Patio de la Montería se levanta excelsa la fachada del Palacio a modo de retablo, como síntesis de lo que se muestra en su interior. Se encuentran presentes elementos de las dos culturas: la cristiana y la islámica. Por un lado, la tradición musulmana aporta los arcos polilobulados, el encintado cerámico verde y negro, la decoración de paños sebka y la decoración vegetal esquematizada, conocida como ataurique. Por otro lado, los pámpanos de uvas recuerdan al ornato toledano. Junto a estos motivos se hallan el escudo de Castilla, el de León y el escudo de la banda, recurrentes en todo el edificio. Alternando con este conjunto decorativo aparecen epigrafías árabes como ”El imperio de Dios”, “Las gracias para Dios” o ensalzamientos al rey como “En grandeza y ostentación es única esta casa”. El piso alto está presidido por una serie de ventanales con columnillas y capiteles de mármol que seguramente procedían de edificios de origen romano y musulmán. Sobre el cuerpo de ventanas hay una inscripción con caracteres góticos que dice así: “el mui alto y mui noble y mui poderoso y mui conqueridor don Pedro por la gracia de Dios rey de Castiella et de Leon mando fazer estos alcazares y estos palacios y estas portadas que fue fecho en la era mil et quatrocientos y dos”. La fecha que muestra el epígrafe es la correspondiente a la era hispana, que comienza en el 38 a.c., año 1364 en el calendario gregoriano. Esta inscripción rodea una cartela con epigrafía árabe 10 Ilustración 9: Detalle de la decoración de la fachada principal. realizada en cerámica blanca y azul, en estilo cúfico geométrico. En esta banda epigráfica se utiliza un recurso muy común en la época mudéjar conocido como la escritura espejo: la inscripción, “No hay más vencedor que Dios”, escrita de derecha a izquierda, en azul y blanco, se repite en el sentido contrario, lo que crea un efecto espejo bellísimo desde el punto de vista estético. Un tejaroz o alero de madera decorado con mocárabes propios de la tradición toledana corona esta portada. Ilustración 10: Cuerpo superior de la portada del Palacio Mudéjar. – VESTÍBULO Tras acceder al palacio, el vestíbulo presenta una disposición en recodo, recurso utilizado en la arquitectura musulmana como sistema de defensa. El ingreso está presidido por cuatro imponentes columnas y capiteles procedentes de edificios romanos y visigodos. A través de dos pasillos sinuosos y laberínticos, llegaremos a los dos ejes centrales del palacio de Don Pedro I. a la izquierda, se encuentra el Patio de las Doncellas, centro de la vida pública palaciega y a la derecha, el íntimo Patio de las Muñecas. – PATIO DE LAS DONCELLAS Este patio fue el centro del espacio público del Palacio de Don Pedro I. según alguna de las muchas leyendas, su nombre procede del pago de un tributo de cien doncellas. El patio principal está rodeado de arcos polilobulados, uno de los motivos decorativos más característicos de la dinastía almohade, junto con la decoración de paños de sebka o red de rombos. La concha (símbolo de fertilidad y vida), la mano de Fátima, (sinónimo de protección) y otras formas figurativas de palomas o monos aparecen de forma reiterativa. Asímismo, composiciones geométricas de lazo, decoración vegetal esquematizada y carletas con epigrafía árabe de estilo cúfico completan el conjunto. La galería que rodea el patio principal, compuesta a base de yesería, continúa con el mismo ritmo repetitivo que la arquería. Este tramo de yesería presenta una decoración epigráfica y de atauriques que contrasta con los motivos heráldicos de tradición cristiana. Recorriendo la parte inferior del muro, existe un zócalo de cerámica realizado mediante la técnica del alicatado, procedimiento empleado por los artesanos de la época. Las distintas estancias que conformaban el área pública se organizan en torno a este patio donde el agua tiene un gran protagonismo. El agua remansada de la alberca refleja el pórtico de yesería de arcos polilobulados y paños de sebka, 11 creando un bello efecto óptico. Ilustración 11: Vista del Patio de las Doncellas. La parte central del Patio de las Doncellas estuvo cubierto con una solería de mármol y con una fuente renacentista presidiéndolo durante casi 500 años. Después de las excavaciones de 2004 se muestra tal y como se creó en el siglo XIV: se compone de un estanque longitudinal central, de tradición nazarí, flanqueado, a ambos lados, por dos grandes zanjas de pareces decoradas con arcos entrecruzados de ladrillo que fueron encontrados en perfecto estado. Estos laterales estaban diseñados para albergar todo tipo de árboles frutales y, al estar a un nivel más bajo que los andenes, sus copas cubrían el patio central, simulando un frondoso bosque por el que se paseaba mientras se recogían sus frutos, que se culminaba con diversos pajarillos que amenizaban con su cantar. Se trata de una bella simulación del paraíso, tan invocado por la tradición musulmana. Con las últimas excavaciones se ha descubierto que la alberca central presentaba en sus paredes interiores restos de pintura mural de dos periodos diferentes, la más antigua representaba trazas geométricas de lacería simulando un alicatado. Esta pintura mudéjar fue sustituida por otros repintes en el siglo XVI que dibujaban unas ondas blancas y negras grisáceas. Por considerar el Alcázar un edificio vivo y recuperar el sentido que tenía este patio, se decidió volver a llenar el estanque de agua e incluir carpines, los típicos peces “colorados”, que ya en época islámica estaban en las albercas de las casas para que se comieran las larvas de los mosquitos en verano. Las puertas que dan acceso al las estancias del Palacio Mudéjar fueron realizadas mayoritariamente por alarifes toledanos. El oficio de carpintería fue realizado de forma magistral por estos artesanos que vinieron a trabajar para el rey Don Pedro I. – DORMITORIO DE LOS REYES MOROS Localizado en el área norte del Patio de las Doncellas, era la sala más fresca de todo el palacio, por eso se cree que se destinó a ser la habitación privada del rey en periodo estival. Está compuesta por dos salas alargadas con alcobas a un lado que se destinarían a dormitorios, quedando aisladas por medio de unos cortinajes que colgaban del arco. Las dos salas principales estaban divididas por unos arcos de herradura enmarcados por una línea llamada alfiz, de tipología califal. Estos arcos tripartitos se encuentran coronados con las conchas, símbolo del ciclo vital del 12 ser humano. La estancia más cercana al Patio de las Doncellas se utilizaría como Sala Regia mientras que la interior quedaría para la intimidad. En el muro de la segunda estancia se puede ver el contraste de blancos yen la yesería que delata el lugar donde se encontraba, a comienzos del siglo XIX, una puerta que comunicaba directamente con el vestíbulo principal. El alfarje de la sala principal es del siglo XIV, contiene una decoración de lacería y su policromía ha sido rescatada después de la restauración realizada en 2008. – SALA DE LA CUADRA I DE LOS PASOS PERDIDOS Este espacio tenía la función de enlazar la zona privada con la pública. El artesonado que cubre la estancia es de época d ellos Reyes Católicos. Prácticamente todas las techumbres mudéjares de la planta baja fueron sustituidas por otras cuando se decidió construir el piso alto. Las antiguas armaduras de par y nudillo fueron suplidas por techos planos que permitían edificar un piso superior. Durante el proceso de restauración del 2008, se consolidó la estructura y se pudieron rescatar la policromía y los escudos de los Reyes católicos que lo decoraban. – PATIO DE LAS MUÑECAS Este patio era el centro del espacio destinado a la vida privada en el Palacio Mudéjar. Se conoce así por las cabecitas que aparecen en la decoración del patio. Podría ser la firma o identificación de algún artista que trabajó en las intervenciones realizadas en esta área. Ilustración 13: Cristalera del Patio de las Muñecas. Ilustración 14: Cabeza de muñeca realizada en estuco. arquería del Patio de las Muñecas. Ilustración 12: Patio de las Muñecas La planta principal es original del siglo XIV, mientras que la entreplanta y primera planta fueron construidas en el siglo XVI y siglo XVII y restauradas en el siglo XIX. A esta intervención se le denomina o falso histórico, se limitaron a copiar el estilo mudéjar que presidía la planta principal. La montera de cristal que cubre el patio es del siglo XIX. Las columnas y capiteles de la planta principal son material reutilizado, conocido como material de acarreo, procedente del período romano y califal. – SALÓN DE LOS EMBAJADORES Era el salón principal, destinado a recepciones y grandes cortejos. Fue utilizado como Salón del trono del rey Don Pedro, donde recibía a las personalidades importantes de su época, de ahí 13 que se la sala más ostentosa y solemne de todas. Es un ejemplo de la arquitectura al servicio de la monarquía a través de la cual se demostraba el poder del monarca. Es una sala cuadrada en la que todo giraba en torno al soberano, con una gran cúpula que preside la estancia. Muy similar a las qubba musulmanas, en las que el cuadrado de la sala simboliza la tierra y la cúpula, con decoración geométrica en forma de estrellas, sería la esfera celeste. Es la recreación de un macrocosmo, del Universo. Ilustración 15: Salón de los Embajadores. Esta sala podría considerarse un homenaje a los dos palacios más importantes de AlAndalus: el Palacio de Madinat al-Zahra (Córdoba) y el Palacio de la Alhambra (Granada). En ella se reúnen ls elementos arquitectónicos más importantes de estas dos etapas históricas. La estructura de los tres vanos tripartitos con arcos de herradura rodeados por un alfiz, son herencia del arte califal mientras que la cúpula que corona esta sala así como la decoración entorno a esta, conocida como mocárabe o mucarna, perpetúan las formas artísticas nazaríes. La estancia mantiene una tendencia al “horror vacui” debido a la densidad de este espacio. Sus paredes son auténticos tapices de color que simulan tejidos orientales. A pesar de que el rey Juan II nunca residió en Sevilla, bajo su mandato se reconstruyó la magnífica cúpula que preside la estancia. Fue realizada en 1427 por el maestro mayor de carpintería Diego Ruiz. De esta cúpula sorprende su majestuosidad, gracias a la labor de lazos que crean estrellas, la policromía, los dorados y unos espejos que fueron colocados en el siglo XIX. – SALAS COLATERALES DEL SALÓN DE LOS EMBAJADORES Son dos habitáculos que flanquean el Salón de los Embajadores, uno orientado al Patio de las Muñecas, y el otro a las Salas de los Infantes. Estas estancias se caracterizan por la decoración que aparece en el friso superior, una serie de círculos polilobulados con escenas de caballeros. Se especula que podrían hacer referencia a dos libros que seguramente Don Pedro leyó en su juventud: “Libro de la Montería” y la “Crónica Troyana”. Se aprecia la influencia gótica en la representación decorativa de las hojas de vid. 14 – CUARTO DEL REY DON PEDRO Se trata de una de las habitaciones del palacio primitivo del Cuarto Real Alto, construida en el siglo XIV. Esta estancia seguía la tipología de las habitaciones en la planta baja del palacio Mudéjar: una sala principal con dos alcobas en sus laterales, pero después de la construcción del Mirador, si estructura quedó mermada. Durante el siglo XVI, la sala fue ampliamente remodelada y se añadieron motivos ornamentales al gusto de la época. La decoración de la estancia se caracteriza por sus paredes con yeserías policromadas en la parte superior y los zócalos de azulejos con entrelazados de lacería en la parte inferior. En cuanto al mobiliario, típico del romanticismo del XIX, la mesita y el tocador de diseño morisco, realizados en metal, probablemente fueron traídos por la reina Isabel II. Bajo el dintel de la puerta por la que se accede al patio hay dibujadas cuatro calaveras que, según la leyenda, fueron realizadas en el siglo XVI como recuerdo del rey Pedro I, cuentan que catro jueces fueron ajusticiados acusados de prevaricación por orden del Rey, quien colgó las calaveras en este Palacio. – SALA DE LOS INFANTES Estas salas, orientadas al Jardín de la Galera, debieron ser utilizadas por los infantes. Fueron reformadas en el siglo XIX cuando, en 1848, los Duques de Montpensier tras alojarse unos días en el Palacio Arzobispal, se trasladaron a la parte baja del palacio real. Unos meses después de la llegada de los duques a la ciudad, el 21 de septiembre de 1848, nació en la sala su Alteza infanta doña Isabel de Orleáns y Borbón, el primer vástago de la pareja, que recibió el nombre de su tía la reina Isabel II como atestigua la placa que decora esta estancia. – PUERTA DEL LEÓN Ilustración 16: Puerta del León. 15 La puerta del León, anteriormente llamada Puerta de la Montería, es el acceso principal al Real Alcázar de Sevilla. Recibe su nombre por la cerámica del siglo XIX que la preside. Representa un león rampante con una corona recordando al real sitio al que se va acceder. El animal sostiene un crucifijo y lleva una banda con caracteres góticos en la que se lee Ad Utrumque, es decir, “dispuesto a todo”. Fue realizado por el taller de cerámica de Mensaque siguiendo un diseño de José Gestoso en 1894. Se cree que esta puerta se abrió en el siglo XIV, al construirse el Palacio Mudéjar bajo las órdenes del rey Pedro I de Castilla. Su configuración responde a la idea de transmitir la magnificencia del nuevo edificio mudéjar y, a su vez, la del propio monarca. Desde la Puerta del Ilustración 17: León pintado sobre azulejos, situado en la puerta de acceso al Real Alcázar. León se divisaba la fachada de la residencia del soberano a través de una larga perspectiva visual. En ese eje longitudinal están alineados los patios del León y la Montería, que se suceden hasta llegar al foco principal que es la fachada de Pedro I. Con este diseño, el nuevo palacio quedaba visible a todos desde el exterior, dando muestra de su ostentación. El edificio actúa como instrumento propagandístico que validaba la supremacía del monarca frente a cualquier otro poder. La muralla exterior que delimita el actual recinto alcazareño es un compendio de las obras realizadas en diferentes épocas, testigo de los edificios musulmanes de la dinastía omeya, abbadí y almohade en época cristiana. Recientemente se ha recuperado una puerta del antiguo recinto de la dinastía abbadí del siglo XI situada en la calle Joaquín Romero Murube, otras zonas con lienzo musulmán se encuentran en la Plaza de la Alianza, Callejón del Agua o Patio de Banderas. PATIO DEL LEÓN En 1625, el arquitecto italiano Vermondo Resta construyó el famoso Corral de Comedias de la Montería. Este tipo de teatros, muy frecuentes en España, estaban generalmente situados en el patio del interior de las casas. El Corral de Comedias de la Montería se mantuvo en uso hasta 1679, año en el que se prohibieron las obras teatrales en Sevilla. En 1691 fue destruido por un incendio, en aquel momento el teatro estaba cerrado, y el escenario y los vestuarios eran utilizados como viviendas. Un muro con tres arcos divide el Patio del León del Patio de las Monterías. Esta estructura fue construida en época del rey Pedro I a partir de un muro tapial – 16 Ilustración 18: Vista de los arcos que separan el Patio del León y el de la Montería. musulmán. En su origen, solo existía el arco central, siendo los laterales hornacinas o vanos ciegos que fueron abiertos en 1937, cuando se reorganiza el patio del León. Muchos autores atestiguan que en este lugar existía un habitáculo cúbico, donde el rey Pedro I celebraba audiencias con sus súbditos y impartía justicia. Se situaba en este lugar para que pudieran verle desde fuera sin arriesgar su seguridad. Como telón de fondo, estaba la bella fachada del palacio mudéjar. Se cree que esta especie de tribuna fue destruida en el siglo XVI con la visita de Felipe II a la ciudad. La bóveda actual del arco central sería una consecuencia de esta época. El patio del León se encuentra hoy dividido en cuatro parterres de arrayán en los que destacan lo curiosos árboles de “Palo Borracho”, conocidos así por su tronco ensanchado. – PATIO DE LA MONTERÍA Es el patio principal del Alcázar y funciona como distribuidor de los edificios palaciegos: el Palacio Mudéjar, el Palacio Gótico y la Casa de la Contratación de las Indias. Recibe este nombre porque allí solían reunirse los monteros reales para salir a cazar. El área que ocupa formó parte del palacio musulmán del siglo XII que fue destruido por el terremoto en 1356. la configuración actual, como espacio arquitectónico y antesala del área palatina, procede del periodo en que se construye el Palacio del rey Pedro I. el nuevo palacio mudéjar se ideó con una disposición especial para que la puerta de acceso al conjunto alcazareño estuviera conectada visualmente con la fachada del Palacio, a través de una línea recta y cruzando los distintos patios. Las crónicas hablan del Cuarto de Montería que estaba adosado al patio, utilizado por Don Pedro como zona de recepción, y que estaría localizado en el actual Cuarto del Almirante. En la zona occidental del patio, se establece la Casa de la Contratación en 1503 y se construyen la galería porticada y la escalera principal del palacio, que da acceso a la planta superior. El actual frente oriental es edificado por Sebastián van der Borcht en 1755, después del terremoto de Lisboa. Se cree que el Patio de la Montería se concibió con un pórtico perimetral que nunca se llegó a realizar. En los laterales de la fachada del Palacio Mudéjar se puede ver parte de esa arquería que fue cegada a finales del siglo XV y reabierta en 1937. en 1998, durante las obras de repavimentación del Patio de la Montería, los trabajos arqueológicos desvelaron restos del palacio almohade del siglo XII. SEVILLA: XIV-XVI. CASA DE LOS TRASTÁMARA – CASA DE LA CONTRATACIÓN Tras la Guerra de Sucesión Castellana accedieron al trono de Castilla Los Reyes Católicos, fundaron en 1503 la Casa de la Contratación de las Indias de Sevilla, una institución creada para la regulación del comercio entre España y el Nuevo Mundo. Las dependencias cedidas por la Corona para establecerla abarcarían desde la actual Plaza de la Contratación (hoy fuera del recinto palaciego) hasta lo que se conocía como cuarto del Almirante en el Patio de la Montería. Esta última estancia se cree que toma su nombre del Tribunal del Almirantazgo de Castilla, título que trajeron los primeros reyes de Castilla después de la Reconquista de Sevilla en el siglo XIII. 17 El área concedida para la casa de Contratación fue remodelada para adaptarse a las nuevas necesidades. Estas primeras obras resultaron insuficientes por lo que, a mitad del siglo XVI, se Ilustración 19: Cuarto del Almirante, antigua Casa de la Contratación. adquirieron unas casas colindantes al palacio para aumentar su capacidad. A principios del siglo XVII un incendio destruyó parte de las dependencias de la Casa de la Contratación. El arquitecto milanés Vermondo Resta se hizo cargo de las obras de reconstrucción, y además edificó otras dependencias con distintas funciones, entre ellas, una nueva cárcel. Fue el período de máximo esplendor de la Casa d ella Contratación. Algunos historiadores creen que su recinto abarcaría hasta la zona de la casa de la Moneda, cerca de las históricas Atarazanas y de la Aduana. En la actualidad se conserva el Cuarto del Almirante, la Capilla o la sala de las Audiencias y alguna de las habitaciones de la planta alta que hoy alberga la colección Carranza de cerámica. Todas han sido muy reformadas a lo largo de los siglos. – CUARTO DEL ALMIRANTE Hoy en día el Cuarto del Almirante o Cuarto de la Montería se utiliza para celebrar actos oficiales y culturales. Tiene una disposición rectangular, y está cubierto por una techumbre del siglo XVI. Los cuadros y textiles que se exponen en esta sala pertenecen a la colección de Patrimonio Nacional. La sala está decorada con una serie de pinturas y retratos reales. Presidiendo, se encuentra el lienzo que representa la Inauguración de la Exposición Ibeoramericana de Sevilla, del pintor Alfonso Grosso Sánchez. Este cuadro plasma el momento de la inauguración de la muestra celebrada el 9 de mayo de 1929, en la conocida Plaza España. 18 – SALA DEL TECHO DE LOS REYES CATÓLICOS Esta sala que unía el ámbito privado con el publico, está cubierta por una magnífica armadura realizada época de los reyes católicos, como atestigua la decoración heráldica que acompaña la labor de lazo. Se representan los emblemas de los Reyes Católicos de yugo, las flechas y el lema fernadino “tanto monta”. En el escudo,, coronado por al águila de san Juan, aparecen representados todos los reinos de la Península Ibérica a finales del siglo XV: el reino de Castilla, de León, de Aragón y de las dos Sicilias. Granada está representada en la parte inferor, lo que indica que se trata de una obra posterior a la victoria de la guerra contra Granada, acaecida en 1492. Ilustración 20: Detalle de la decoración del Salón del Techo de los Reyes Católicos. – SALA DEL PRÍNCIPE esta sala está compuesta por una estancia central y dos salas más pequeñas a ambos lados, una de ellas conecta directamente con el Jardín del Príncipe. Debe su nombre a Juan de Aragón y Castilla, segundo hijo de Fernando II de Aragón y de Isabel I de Castilla. Según las crónicas d ella época fue en esta sala donde la reina Isabel dio a luz a su heredero el 30 de junio de 1478. Se conoce que le parto real fue asistido por una partera sevillana, conocida como “La Herradera” y que en el momento del parto hubo varios testigos designados por el rey, para que dieran fe que le recién nacido era de la reina. Cristóbal Colón homenajeó al príncipe nombrando a la actual isla de Cuba como Isla Juana. Pero el príncipe Juan falleció en 1497 a los 19 años. Su muerte supuso un cambio brusco en la trayectoria de la historia de España, puesto que la corona pasó a su hermana Juana, y posteriormente, por razones hereditarias, pasó a la Casa de Austria a través de su hijo, el emperador Carlos V. las bellas techumbres de estas salas mezclan la lacería mudéjar con elementos ya renacentistas. – CUARTO REAL ALTO El Cuarto real Alto del Real Alcázar de Sevilla es, hoy en día, Residencia Real de SSMM los reyes de España. A lo largo del tiempo se han ido sucediendo diversas reformas y ampliaciones realizadas por los distintos reyes, principalmente durante durante los siglos XVI, XVII y XIX. Las salas que lo componen están vinculadas a numerosos episodios tanto de la historia de España como de la Historia Universal, ya que en ellas se alojaron personajes tan importantes como el rey 19 pedro I de Castilla, los reyes Católicos, el emperador Carlos V, Felipe II o Felipe V. La escalera que da acceso al Cuarto Real Alto es la principal del todo el conjunto palaciego. Fue construida durante el reinado de Felipe II, en el siglo XVI. Como la barandilla y la reja de la única ventana que da a la escalera. El zócalo de azulejos que la recorre, también del siglo XVI, proviene del Convento de Madre de Dios de Sevilla, pero no es el original. Los otros azulejos que enmarcan todo el conjunto pertenecen al siglo XX. La escalera está coronada con un bello artesonado, con casetones poligonales y florones tallados en su centro. El tapiz del siglo XVII, que cuelga de la pared frontal, fue realizado en Bruselas, y representa una escena mitológica, Dido y Eneas, en la que Virgilio se inspiró para componer su Eneida. – VESTÍBULO Esta sala, conocida también como Antigua Cámara alta o Saleta de la reina, fue cosntruida en época de los Reyes católicos con objeto de convertirse en parte de las habitaciones de la reina Isabel de Castilla, que visitó el Alcázar en numerosas ocasiones, dada la cercanía con el frente del Reino de Granada. La corte itinerante de los Reyes católicos entró en Sevilla Presidida por doña Isabel el 24 de julio de 1477. fue jubilosamente recibida por el pueblo y se alojó en el Alcázar; días después acudió su esposo don Fernando. En el siglo XV, los Reyes Católicos emprenden numerosas reformas con intención de acondicionar el palacio y adecuarlo a la presencia de la corte durante la guerra contra Granada. A finales del siglo XVI se conecta el Cuarto real Alto con el Patio de la Montería a través de la escalera, configurándose esta estancia como vestíbulo. Las características de esta sala son propias de la época de los Reyes Católicos, como indica el emblema heráldico del friso que rodea el artesonado, el “Tanto Monta”, emblema personal de Fernando II, y los escudos del yugo y las flechas que representan a la pareja real. Sus paredes están decoradas con tapices procedentes de la Real Fáfrica de Tapices de Madrid del siglo XVIII, basados en cartones realizados por los pintores de la cámara de los reyes Carlos III y Carlos IV. En cuanto al mobiliario, las dos consolas de caoba de estilo neogótico y los reloges de bronce dorado corresponden a la primera mitad del siglo XIX. Estos reloges, de maquinaria francesa, representan a “Venus abrazando a Eros” y una “Alegoría del Matrimonio”, que incluye un retrato de la reina María Cristina. – ANTEORATORIO Esta estancia fue construida en el siglo XV como Alcoba de la reina Isabel I para largas las temporadas que pernoctó en el Alcázar durante la conquista de Granada. El dormitorio se componía originalmente de tres salas: la sala de recepción, actualmente la conocida como vestíbulo, la alcoba y una pequeña capilla u oratorio. Esta sal fue transformada en el siglo XVI, pero de la decoración original se conserva la armadura ochavada sobre pechinas cubierta por motivos de lazos. El friso que rodea la armadura tiene una banda epigráfica con caligrafía árabe. Según las crónicas de la época, los comerciantes sevillanos regalaron a Isabel telas lujosas de oriente y terciopelos venecianos bordados de oro para la decoración de las nuevas estancias reales. Desafortunadamente, no se conserva nada de ellos. – 20 ORATORIO DE LOS REYES CATÓLICOS La reja que da paso al Oratorio es una reproducción en miniatura de la reja que cierra el coro de la Catedral de Sevilla, coronada con la representación del árbol de Jessé. El Oratorio, que data de finales del siglo XV y principios del XV, está dividido en tres espacios delimitados por columnas de mármol. Las bóvedas, de estilo gótico, se decoran con tallos, hojas y granadas, así como con las iniciales de Isabel Y Fernando. El altar-retablo que lo preside, fechado en el aó 1504, es un excepcional conjunto de azulejería sevillana, de estilo renacentista. Fue el primer altar realizado en cerámica pintada sobre superficie lisa de la ciudad. El artista que lo firma, Niculoso Pisano, posiblemente vino a Sevilla atraído por la fama d ella ciudad había logrado tras el descubrimiento de América y que ocasionó el asentamiento de comerciantes, banqueros, artistas y gentes de toda condición y procedencia. A pesar de que el altar fue realizado para Isabel I, la reina nunca lo vio terminado pues murió en Medina del Campo, el 26 de noviembre de 1504. – ANTECOMEDOR Y COMEDOR DE SALA Formó parte de las habitaciones de la Reina, construidas en época de Isabel I la Católica y se cree que esta sala se construyó con motivo del nacimiento del príncipe Don Juan en el Añcázar. Aún se conserva el artesonado con los emblemas herádicos y el zócalo de azulejos, imitando a los del Palacio Bjao. El Comedor de Gala, construido durante el reinado de Felipe II, sufrió en los años 1876 y 1877 diversas renovaciones. SEVILLA: XVI-XVIII. CASA DE LOS AUSTRIAS – SALA DEL TECHO DE CARLOS V Esta sala se conoce por su alfarje, realizado entre 1541 y 1543 por Sebastián Segobia. Este armazón de madera de pino negral, teñido con pigmentos de tierra, está decorado con setenta y cinco casetones octogonales, unos ataviados con florones y y otros con bustos de personajes que parecen salir d ella armadura. En el arrocabe aparecen escudos y emblemas del emperador Carlos V: el escudo del águila bicéfala, emblema de los Habsburgo, símbolo del Sacro Imperio Romano Germánico, y las columnas con el lema del Plus Ultra, que el Emperador utilizó como divisa personal, símbolo de la expansión del Nuevo Mundo. Las columnas representan las legendarias columnas que Hércules erigió en el estrecho de Gibraltar, con la inscripción: “Non plus ultra”, creyendo que no existían más tierras hacia poniente. Con la conquista de América, el Emperador quiso dar a entender que había llegado más lejos que Hércules. En referencia a tal expansión, es también conocida la frase “bajo el imperio del emperador Carlos V nunca se pone el sol”. La parte inferior de los muros está decorada con alizares de azulejo y , sobre éstos existe un friso de yeso que alterna dos escudos del castillo, el león y una banda epigráfica que dice: “Gloria a nuestro señor el sultán Don Pedro I. Protéjale Dios”. 21 Esta sala pudo ser la más antigua capilla de Don Pedro I. la parte más alargada de la estancia sería la nave, y la alcoba o alhanía haría de presbiterio. En la puerta de acceso aparece inscrita una oración. La hipótesis de la función litúrgica de la sala se reforzó cuando encontró en el artesonado del Mirador de los Reyes Católicos, que posiblemente perteneció a esta estancia, una oración a la Virgen María. Ilustración 21: Salón del techo de Carlos . – SALÓN DE LOS TAPICES la Sala de los Tapices quedó totalmente destruida después del terremoto de 1755, por ello fue remodelada, al igual que la portada que da acceso al Patio crucero. La estructura barroca que define la sala de y el pórtico de entrada fueron realizados por Sebastián Van der Borcht. La estancia está decorada con algunos tapices de la serie conocida como La conquista de Túnez. Fueron un encargo del emperador Carlos V después de su victoria, en 1535, frente a su enemigo más poderoso en aquella época, el sultán del imperio Otomano, Soleimán II el Magnífico. Ilustración 22: Salón de los Tapices. Los tapices originales se tejieron en Bruselas, en el taller de Wilhem Pannemaker entre 1548 y 1554, aunque los expuestos en sala son una réplica exacta ordenada por Felipe V en el siglo XVIII. 22 – ACTUACIONES RENACENTISTAS EN EL PALACIO GÓTICO En la segunda mitad del siglo XVI, reinando Felipe II, se encontraba en un estado de abandono, por ello se acometieron distintas obras de renovación. Se sustituyeron los ventanales góticos por las ventanas actuales que dan a los jardines, aportando otro ambiente a la sala, haciéndola más diáfana y luminosa. Se eliminaron los pilares sobre los que apoyaban las bóvedas y se sustituyeron por las actuales ménsulas renacentistas. Toda el área perimetral de las habitaciones se decoró con zócalos cerámicos del siglo XVI. El día 1 de noviembre de 1755 tuvo lugar el Terremoto de Lisboa, que se produjo a su vez un maremoto que destruyó la costa portuguesa y andaluza. En Sevilla el seísmo afectó a gran parte de las casas de la ciudad, y en especial al antiguo palacio almohade y gótico. Se llevaron a cabo obras de rehabilitación entre 1758 y 1760, que fueron mermando el aspecto medieval del Palacio y y transformándolo en el palacio que es hoy. SALA DE LAS BÓVEDAS O DE LAS FIESTAS Esta sala, orientada a los jardines, conserva las bóvedas originales, de ahí su nombre. La denominación Sala de Fiestas hace referencia a que pudo ser el lugar donde se celebró la boda imperial entre Carlos V e Isabel de Portugal. El hijo de los emperadores, el rey Felipe II, reformó esta sala con elegantes elementos renacentistas. En 1577, Asensio Madea se encargó de sustituir los pilares góticos por las ménsulas. El espacio que los soportes medievales habían dejado libre fue aprovechado por el artista Cristóbal de Augusta, que decoró la parte inferior de la estancia con zócalos de azulejos policromos de superficie plana. El artista italiano Niculoso Pisano introdujo la técnica de la cerámica sobre la superficie lisa y el estilo renacentista en la decoración de la cerámica. En el siglo XVI se abandonan los diseños geométricos para adoptar oras temáticas específicas de aquella época, como escenas religiosas, personajes mitológicos, animales fantásticos, o figuras alegóricas. Estos azulejos recuerdan a los tejidos italianos que llegaban al puerto de Sevilla traídos por los comerciantes genoveses y venecianos. Ilustración 24: Salón de Carlos Ilustración 23: Salón de Carlos V o de las Fiestas. V o de las Fiestas. 23 – SALÓN DEL TECHO DE FELIPE II Su denominación proviene del periodo en que se realizó la techumbre del salón. Este techo, conocido como de media caña por su traza, se compone de distintos casetones cuadrados como motivos geométricos. Se le atribuye al Maestro Mayor de carpintería Martín Infante, entre 1589 y 1591. En el frontal meridional hay una puerta que abre al jardín del Príncipe, frente a ella se encuentran tres arcos de herradura de estilo califal, encuadrados por una línea conocida como alfiz. Todo este conjunto, profusamente decorado, a su vez está enmarcado por otro gran arco. Destaca la representación de distintas aves, predominando las figuras de pavos reales, debido a a lo cual se conoce como Arco de los Pavones. Este elemento ornamental se utilizaba en Al-Andalus y en la época mudéjar se recupera, dada la afición que tenía la familia real a la cetrería. El pavo real es símbolo de lo permanente, de lo inmortal, ave del paraíso, símbolo de la cultura islámica del poder del monarca. En la tradición cristiana era símbolo de Cristo, ya que se consideraba su carne incorruptible. Ilustración 25: Detalle del Arco de Pavones, en el Salón del Techo de Felipe II. – CAPILLA DEL PALACIO GÓTICO Las crónicas de Alfonso X hablaban de la capilla de San Clemente, situada en el Palacio Gótico, pero a pesar de que hoy no existe ninguna referencia, seguramente Alfonso X aludía a esa capilla medieval. El oratorio conserva las bóvedas de crucerías medievales y el zócalo renacentista añadido en el siglo XVI. El retablo que encabece la estancia fue realizado por Diego de Castillejo, en la primera mitad del siglo XVIII. Está presidido por una réplica de la Virgen de la Antigua, cuyo original está situado en la capilla del mismo nombre en la Catedral de Sevilla. Está considerada una de las representaciones pictóricas más antiguas de la ciudad, ya que fue pintada sobre le muro de la mezquita cuando ésta se convierte al culto católico en el siglo XIII. Es la única que se conserva de las numerosas pinturas murales que decoraron el templo musulmán. 24 Ilustración 26: Capilla del Placio Gótico. SEVILLA: XVIII-XX CASA DE BORBÓN Con la visita de Felipe V, el Alcázar se acondiciona y se realizan esas reformas expuestas anteriormente como la de la fachada norte del Patio de Montería en 1755 tras el terremoto de Lisboa, en que también se puede ver en los laterales de la fachada del Palacio Mudéjar parte de esa arquería que fue cegada a finales del siglo XV y reabierta en 1937. También se puede mencionar el antedespacho de el rey Juan Carlos I. en los años 1876 y 1877 fueron las habitaciones de la reina Isabel y, posteriormente, en la restauración de 1977, se le dio el uso actual de Despacho Oficial del rey Don Juan Carlos I. flanqueando el acceso hay dos cuadros atribuidos a Francisco Pacheco, pintor del siglo XVII. En cuanto a la decoración de la sala, existe un grupo escultórico que representa un bacanal fundido a finales del siglo XVIII, obra del escultor francés Claude Michel, más conocido como Clodión. Las paredes fueron adornadas con distintas obras como los paisajes románticos de Fernando Ferrant, adquiridos por la reina Isabel II y las acuarelas procedentes de las habitaciones d ella reina Victoria Eugenia de Battenberg realizadas por pintores ingleses. LOS JARDINES DEL REAL ALCÁZAR los palacios andalusíes se complementaban con los jardines- huerto, cuyos productos frutales y productos hortícolas cohabitaban con las más variadas plantas aromáticas. Además de abastecer a los miembros del palacio, tenían una función estética y cumplían con los placeres de los cinco sentidos. Estos jardines se podían disfrutar con la vista, el tacto y el oído, a través del sonido del agua en forma de fuentes, canalillos, surtidores, estanques, acequias y albercas, o el de los pájaros cantando. En el siglo XVI, con la llegada del emperador Carlos V y en el reinado de Felipe II, comienza la remodelación de los huertos hispanomusulmanes que se localizaban junto a los muros del Palacio de Don pedro I y del Placio Gótico. 25 Mas tarde, con Felipe III llega uno de los grandes artistas italianos del momento, Vermondo Resta, que aporta a los jardines un sello manierista, estilo italiano de moda a comienzos del siglo XVII. Los viajeros románticos del siglo XIX pusieron de moda los jardines árabes de España destacando la impronta soñadora de lo exótico y oriental. Al mismo tiempo, hubo una reinterpretación naturalista del paisajismo inglés, incluso una corriente regionalista en las primeras décadas del siglo XX. – EL JARDÍN DEL ESTANQUE DE MERCURIO En su origen fue la primera alberca de riego, con agua transportada a través de un acueducto romano reutilizado por los musulmanes, conocido hoy como los Caños de Carmona. A partir de 1575, la disposición del antiguo estanque se modifica imponiéndose la impronta clásica. La alberca se corona con una escultura renacentista, realizada en bronce, que representa a Mercurio. Esta escultura fue realizada por Diego de pesquera y fundida, en 1576, por Bartolomé Morel, el autor de la efigie más famosa de la ciudad, el Giraldillo. Este mismo autor fundió las rejas, las bolas y los leones que rodean el estanque. Ilustración 27: Jardín del estanque de Mercurio. – GALERÍA DE LOS GRUTESCOS A principios del siglo XVII, Resta transformó la vieja muralla musulmana en una loggia de forma caprichosas desde donde poder disfrutar de los jardines del palacio. La galería se extiende hasta el Jaardín del Laberinto, a través de un pasillo cubierto con vistas a los jardines del Alcázar. La galería está abierta a ambos lados por vanos apoyados en columnas de acarreo de mármol blanco y rojizo, posiblemente de origen califal. Remata el conjunto con una barandilla de hierro forjado pintada de azul. Mientras el lado sur está decorado al estilo manierista, que simula como la roca emerge del edificio, fundiendo así la arquitectura con la naturaleza. A esta tendecia se le llamó labor de grutesco. – BAÑOS DE MARÍA DE PADILLA La entrada está decorada con azulejos planos polícromos y en las bóvedas existen pinturas murales del siglo XVI. Esta alberca perteneció al Patio Crucero almohade datado en el siglo XII. En época del rey Alfonso X, en el siglo XIII, se reformó y se construyeron las bóvedas de crucería actuales. Tradicionalmente se le conoce como baños de María de Padilla, pues se dice que aquí se bañaba la amante, y posterior esposa, del rey Pedro I. 26 Ilustración 28: Baños de María Padilla. – PABELLÓN O CENADOR DE CARLOS V Se construye en honor al matrimonio de Carlos V e Isabel de Portugal. El edificio tiene su origen en una qubba musulmana y mezcla el estilo mudéjar con el renacentista. 27 BIBLIOGRAFÍA Referencias bibliográficas. GARCÍA FERNÁNDEZ, Manuel; GARCÍA FERNÁNDEZ, Manuel, Pedro I y Sevilla: Sevilla : Instituto de la Cultura y las Artes, Ayuntamiento de Sevilla, 2006 GESTOSO Y PEREZ, J. Guía del Alcázar de Sevilla: su historia y descripción. Sevilla: Escuela Tipográfica Salesiana, 1899 MARIN FIDALGO, Ana. Los jardines del Alcázar de Sevilla durante los siglos XVI y XVII: Intervenciones y ordenación del conjunto. Sevilla: Guadalquivir Ediciones, 1990 MONTOTO, Santiago. La Catedral y el Alcázar de Sevilla. Madrid: Plus Ultra, 1951 UNIVERSIDAD DE SEVILLA. Patrimonio recuperado de la Universidad de Sevilla: [exposición] Real Alcázar de Sevilla, octubre-noviembre, 1997.Sevilla: Fundación el Monte, 1997 UNIVERSIDAD DE SEVILLA. Patrimonio recuperado de la Universidad de Sevilla: [exposición] Real Alcázar de Sevilla, octubre-noviembre, 1997.Sevilla: Fundación el Monte, 1997 28