PREVENCIÓN DE ACCIDENTES El accidente es un suceso inesperado, que ocurre de manera súbita, sobrevenido en el acto o con motivo de algún trabajo o actividad, capaz de producir una alteración funcional, cuya recuperación es lenta, pudiendo dejar lesiones transitorias o permanentes. Para poder prevenirlo, primordialmenente hay que reconocer y asumir que un accidente no es solo fruto del azar, sino que existe una causalidad, donde el resultado final es producto de un encadenamiento de causas, las cuales producen un efecto no deseado, siendo muchas veces evitable. El hombre en actividad, con sus características físicas, psicológicas y sociales inherentes, lo convierten en un ser único, donde sus aptitudes pueden encontrarse disminuidas y sus ineptitudes ser descuidadas o ignoradas. Así tendremos entonces, a ese hombre trabajando en su hogar, por ejemplo, un aficionado convertido ocasionalmente en un técnico improvisado, con todos los riesgos suplementarios que ésto conlleva, asumiendo que es habitual su inexperiencia o falta de formación para la actividad fortuita a realizar, ∗ trabajitos de fin de semana +, que generan un terreno propicio para la catástrofe. Así el accidente será producto, en parte, de la aparición de un hecho excepcional, pudiendo ser un defecto revelado en ese instante, como una falla del material utilizado (rotura de una herramienta, de un peldaño de escalera, etc.) o por una deficiencia puesta de manifiesto, en ese preciso momento, como es el inoportuno error humano, producto de la fatiga, distracción o movimiento desgraciado; el que se verá agradado, muchas veces, por cambios bruscos en el ambiente de trabajo, como puede ser un corte eléctrico. Para que definitivamente el accidente sea posible, debe participar otro elemento primordial, que es el peligro. El error humano o el defecto de material, sólo pueden ocasionar lesiones si coexisten con el peligro, el que es originado por la participación de un conjunto de condiciones peligrosas, como son: el desorden, el hacinamiento, la mala distribución del taller o del material utilizado; la mala iluminación o ventilación del lugar de trabajo; el uso de herramientas, no adecuadas, de mala calidad, utilizadas en trabajos para lo que no fueron diseñadas. Sumado a la ausencia de protección y el frecuente olvido de las normas básicas de trabajo, coexisten para llegar al efecto final no deseado. A fin de poder luchar contra estas acciones y condiciones peligrosas, es indispensable suprimir el riesgo, lo cual lograremos: • • • • • • • Utilizando un equipamiento adecuado, de buena calidad, y en la función para la que fue diseñado. Trabajado en ambientes apropiados y armónicos, con buena iluminación y ventilación. Equipándose con adecuada protección individual: guantes, antiparras, calzado apto. Recibiendo información y formación adecuada, a través de cursos, libros, revistas especializadas, etc.. Instalando protecciones colectivas, para que no se dañen terceras personas. Señalando siempre el peligro, con el fin de evitar el accidente o la repetición del mismo. Enseñando a prevenir y a protegerse, generando lo que se denomina Αconciencia de seguridad. El sufrir un accidente es casi seguro, cuando se afronta el peligro en forma permanente sin tomar las medidas de prevención. Toda posibilidad de accidente reconocida y descuidada es sancionada tarde o temprano con una grave lesión. Dr. A. Sergio Saracco