II PUL – Nuevas Formas de Protesta Social Juan Manuel Fernandez Documento de Diagnóstico: El derecho al reclamo social debe ser un bien propio de las personas, en un ámbito de respeto mutuo y donde se enarbolen los valores de la democracia, los pueblos deben de tener la capacidad de oponerse a las consideraciones de los gobiernos exponiendo su ideología con argumentos pacíficos y utilizando métodos donde nadie se vea perjudicado, donde no se obre con daño sobre ningún individuo. En Argentina, históricamente, el pueblo ha demostrado tener un fuerte sentido activista respecto del reclamo, dando ejemplo de mancomunación en busca del bien común. Pese a esto, lamentablemente, contamos con un mosaico de ejemplos negativos donde la violencia ha sido el desagradable protagonista de variados escenarios de la protesta social. Resulta todo un predicamento en el contexto de la crítica social las deficiencias del rol ocupado por el Estado, que ha fallado doblemente, primero por los métodos de sofocación de los grupos protestantes extremistas, y en segundo, desde lo que es la raíz del problema, en el fomento de una cultura popular del respeto a los valores democráticos, el reclamo legal y la correcta utilización de los derechos inherentes de los ciudadanos. Es imprescindible que el Estado establezca códigos de conducta funcionales y legislados correctamente acerca de los derechos del ciudadano a la hora del reclamo, en pos de asegurar al sujeto la libertad de expresión, la posibilidad de escuchar su petición y de erradicar cualquier sistema de solicitud empañada por irregularidades y violencia. Basándonos en valores cristianos, de igualdad y respeto por los otros debemos de confeccionar una nueva identidad social caracterizada por la no violencia y el reclamo legal a la hora de hacer pesar nuestros ideales frente a los de aquellos con los que no concordamos. Enmarcando estos valores en un ámbito pacifico e inmiscuyéndolos con la solidaridad, base de todo tipo de reclamo, propuesta, solicitud, entre otros, no podemos llevar a cabo un emprendimiento de esta índole sin contar con la conciencia social de los derechos con lo que cuenta un individuo y los valores que deben de defender frente a este tipo de situaciones. Sólo de la mano de un espíritu de cristiandad generaremos los medios necesarios para instar, bajo claros conceptos de dignidad humana, reclamos justos y equitativos.