“La puerta del cielo, es el corazón de Jesús. La llave de esta puerta

“En este Año Santo, estamos invitados a acoger el amor misericordioso de Dios y a
poner el perdón y la misericordia en el centro de nuestra vida. Vivirlos de la misma
manera que el Santo Hermano André, consiste en aceptar, como él, a abrir nuestro
corazón, día tras día, a la miseria y al sufrimiento de las personas que nos rodean”.
Padre Claude Grou, c.s.c., rector del Oratorio San José del Mont-Royal
Religioso de la Congregación de Santa Cruz y fundador del Oratorio San José, el Santo Hermano
André consagró su vida a ayudar a los enfermos y a los afligidos. A través de su acogida
compasiva, permitió que la misericordia y la gracia de Dios actuarán en él.
He aquí el itinerario espiritual y las oraciones que le proponemos
( oraciones al interior del folleto )
1. Visite con devoción la tumba del Santo Hermano André.
Tómese un momento para orar y reflexionar sobre los sentimientos que lo animan, aquello que le
gustaría confiar al Señor y los seres queridos por los que usted implora SU misericordia.
2. Encienda una veladora ante la imagen de San José para agradecer a Dios,
como lo hacía el Santo Hermano André.
3. Cruce la Puerta de la Misericordia.
Ore con y por el Papa Francisco. Si hay una celebración en curso, se le ruega que comparta la
atmósfera y el espíritu de recogimiento.
4. Confíe la intención de su plegaria al Santo Hermano André.
Usted puede depositarla en la urna situada bajo la estatua del Santo Hermano André,
que se encuentra al interior de la cripta.
5. Reciba el sacramento de la Reconciliación y de la Eucaristía.
Todos los Domingo se celebra una misa en español a las 3:00 p.m.
Le esperamos para el Sacramento de la Reconciliación.
Todos los días se celebran misas en el Oratorio San José: www.saint-joseph.org/masses
Jubileo de la Misericordia
Del 8 de noviembre 2015 al 20 de noviembre 2016
El Papa Francisco a querido que el Jubileo de
la Misericordia sea vivido intensamente en
cada Iglesia particular, de manera que todos
puedan encontrar la misericordia de Dios
Padre a través de la misión solícita de la Iglesia.
A través del mundo entero, se han abierto
Puertas de la Misericordia en cada diócesis y en
los santuarios más importantes, con el fin de permitir a quienes no puedan ir a Roma, de realizar
su peregrinación de este año jubilar.
El Oratorio San José del Mont-Royal propone a los peregrinos vivir, junto con el Santo
Hermano André, un itinerario espiritual hacia el
perdón y la misericordia.
La Puerta de la Misericordia del Oratorio
estará abierta del 7 de febrero 2016
hasta el 1 de noviembre 2016.
6. Y, sobre todo, concluya su itinerario espiritual realizando usted mismo un gesto de misericordia.
En la medida de sus posibilidades, usted puede visitar a una persona enferma, ayudar a
una persona necesitada o, simplemente… ¡perdonar!.
“La puerta del cielo, es el corazón de Jesús. La llave de esta puerta
es la oración y el amor. (…) Ore… yo oraré con usted.”
Santo Hermano André
3800 chemin Queen-Mary
Montréal (Québec) H3V 1H6
514 733-8211
www.saint-joseph.org
ORACIONES ESPECIALES PARA EL JUBILEO DE LA MISERICORDIA
Oración del Papa Francisco
Santo Hermano André, portero del
umbral de la Misericordia
En el umbral de la puerta de la Misericordia,
Hermano André, nos tiendes la llave de la oración.
El corazón de Jesús se abre para dispersar
su luz, su perdón y su amor.
Como a José y a María,
el Espíritu Santo te mantiene en amistad con Dios,
para hacer de ti un signo reconfortante
de su ternura entre nosotros.
Tus manos, a través de nuestras manos,
continúan calmando el sufrimiento humano.
Tus ojos, a través de nuestra mirada,
imploran la indulgencia del Padre
para sostener los corazones debilitados
por la angustia.
Tus palabras, a través de nuestra voz,
vuelven a dar esperanza
en el jubiloso Anuncio de la Salvación en Jesús.
Junto con José y María, nos unimos en tu gozo,
Santo Hermano André,
por los espíritus pobres, débiles y humildes
ya que Dios, con su corazón sensible, se acerca para
levantarlos
y revestirlos de su ternura, les colma de su fuerza,
les concede la libertad de los hijos de Dios.
Que la misericordia de Dios, manifestada en ti,
Santo Hermano André,
revele también su proximidad
en nuestros gestos de compasión.
El Oratorio San José del Mont-Royal
Señor Jesús,
enséñame a amar así como
lo hacían San José y
el Santo Hermano André,
con candidez y confianza.
Señor Jesús,
con el Santo Hermano André
y San José, renuevo mi fe
en la vida.
Señor Jesucristo,
tú nos has enseñado a ser misericordiosos como el Padre del cielo,
y nos has dicho que quien te ve, lo ve también a Él.
Muéstranos tu rostro y obtendremos la salvación.
Tu mirada llena de amor liberó a Zaqueo y a Mateo de la esclavitud del dinero;
a la adúltera y a la Magdalena del buscar la felicidad solamente en una creatura;
hizo llorar a Pedro luego de la traición,
y aseguró el Paraíso al ladrón arrepentido.
Haz que cada uno de nosotros escuche como propia la palabra que dijiste a la samaritana:
¡Si conocieras el don de Dios!
Tú eres el rostro visible del Padre invisible,
del Dios que manifiesta su omnipotencia sobre todo con el perdón y la misericordia:
haz que, en el mundo, la Iglesia sea el rostro visible de Ti, su Señor, resucitado y glorioso.
Tú has querido que también tus ministros fueran revestidos de debilidad
para que sientan sincera compasión por los que se encuentran en la ignorancia o en el error:
haz que quien se acerque a uno de ellos se sienta esperado, amado y perdonado por Dios.
Manda tu Espíritu y conságranos a todos con su unción
para que el Jubileo de la Misericordia sea un año de gracia del Señor
y tu Iglesia pueda, con renovado entusiasmo, llevar la Buena Nueva a los pobres
proclamar la libertad a los prisioneros y oprimidos
y restituir la vista a los ciegos.
Te lo pedimos por intercesión de María, Madre de la Misericordia,
a ti que vives y reinas con el Padre y el Espíritu Santo por los siglos de los siglos.
Amén.
Señor, te confío al Papa Francisco. Haz de él un instrumento de tu misericordia.
Escucha las plegarias que él lleva en su corazón por la Iglesia y por el mundo.