LA POESÍA ÉPICA LOS POEMAS HOMÉRICOS La historia de las literaturas de nuestra civilización occidental comienza con dos obras: La Iliada y La Odisea, atribuídas a Homero tradicionalmente. Desde antiguo estas obras han sido consideradas de un alto nivel artístico y han sido leídas en las escuelas durante generaciones. Fueron compuestas en el siglo VIII a C, aunque son fruto de una larga tradición épica que se remonta probablemente hasta época micénica (desde 1250 a C aproximadamente), y fijadas definitivamente por escrito en el siglo VI aC. Definición: son poemas épicos, es decir, poemas narrativos de contenido heroico: están en verso y narran, cuentan las grandes hazañas y glorias de los héroes del pasado. Los héroes son personajes míticos considerados hijos de una divinidad y un mortal, son pues caracteres humanos excepcionales, destacan sobre los demás hombres en belleza, en valentía, en inteligencia, en sentido del honor etc. En estas aventuras se ponen de relieve sentimientos humanos primordiales: amor, odio, fidelidad, honor, valor, ira, resentimiento, autodominio. La épica no pretende ser historia en el sentido actual del término, más bien busca la tensión dramática y por eso será no de los antecedentes del drama griego. Y también están presentes los dioses que favorecen o persiguen a los personajes, se les aparecen y les hablan. Pero a pesar de que están involucrados en los asuntos humanos, los poemas no son literatura religiosa: Las acciones y palabras de los hombres son naturales: no resultan mágicas, irracionales. Los protagonistas son los héroes, caracteres excepcionales pero bien humanos; suelen triunfar mediante recursos propios. Didactismo: Homero, al enaltecer las hazañas de los héroes, los convertía en un ideal a imitar, lo mismo que al indicar las funestas consecuencias de sus errores incitaba a reflexionar sobre pautas de comportamiento humano. Desde el siglo VI a C los poemas fueron el libro de texto de los niños en las escuelas en los que aprendían diferentes contenidos pero sobre todo un ideal de conducta que se encierra en dos términos: moral agonal y concepto de areté. El primero supone entender la vida como una competición (agon) en la que el noble se esforzará por ser el mejor (“aristocracia”= “gobierno de lso mejores”) en la guerra, en la política y en las actividades deportivas y culturales. La areté –que nosotros traducimos por “virtud”- se refiere a los valores supremos que deben regir la conducta humana: la belleza, la valentía, la nobleza y grandeza de ánimo, el autodominio, la fidelidad, el sentido del deber, el destacar en los conceptos arriba expuestos. Son valores, en suma, de una sociedad guerrera como era la antigua sociedad micénica. Importa mucho la opinión pública ( doxa) que si es buena te proporcionará la gloria (Cleios), la única forma de inmortalidad que valoraban los griegos: tu recuerdo permanecerá vivo en las generaciones venideras. Ahora argumento resumido de las dos obras. EL aedo Es el compositor y transmisor de los poemas épicos. Eran profesionales itinerantes, es decir, que iban de ciudad en ciudad cantando sus poemas en las plazas al público que quisiera escucharles y vivían de sus limosnas. A veces eran los nobles los que los invitaban a un banquete para que les amenizara la velada a cambio de un “sueldo”. Gozaban de prestigio social. Había muchos ciegos en la profesión (Ho me Horon= el que no ve) Estos poetas se movía en la tradición oral: el alfabeto acababa de introducirse en Grecia y sólo se usaba con fines prácticos y no literarios. Por lo tanto estos largos poemas se compusieron oralmente, si acaso con la ayuda de la escritura. Esto no es posible si el poeta, desde luego excepcional, no contara con una larga tradición de poesía épica anterior que él refundiría a su antojo, improvisando su composición mientras actuaba. Esto explica la cantidad de repeticiones que caracterizan el estilo de estos poemas, repeticiones de versos, de trozos de verso, de epítetos y a veces de escenas enteras (fórmulas) El estilo es adecuado al tema que tratan. Las hazañas de los héroes están contadas en un dialecto artificial que no se habló en ningún lugar: sobre una base ática se introducen formas dialectales y arcaísmos. Su estilo es elevado y grandilocuente, con abundancia de epítetos, su metro el hexámetro ( seis pies dáctilos –uu sustituíbles por espondeos --). Aparecen también otros recursos propios de la poesía oral como la parataxis (coordinación en vez de subordinación), comparaciones (única parcela de los poemas donde entra la vida cotidiana), largas listas o enumeraciones (catálogos),digresiones (deja la acción principal y cuenta otra cosa) La épica griega dejó su huella en todos los otros géneros literarios venideros, también en la épica latina (La Eneida de Virgilio) ya escrita y por lo tanto de un estilo diferente y aunque se adormeció apareció de nuevo con vigor en sociedades que necesitaban inflamar el ardor guerrero (la épica medieval por ejemplo: EL CID). Podríamos decir que en la actualidad, donde la guerra no se ha alejado desgraciadamente de la civilización, la épica ofrece una continuidad en el cine de acción: Troya, Alejandro Magno, El rey Arturo, Gladiator, El señor de los anillos.... HESÍODO DE BEOCIA Hesíodo se mueve también en el ámbito de la épica y de la poesía oral. Tiene entonces muchas coincidencias con Homero: ambos escriben en hexámetros, con la misma lengua artificial donde se mezclan formas dialectales con arcaísmos y los procedimientos propios de la poesía de composición oral – catálogos, comparaciones, digresiones, fórmulas, parataxis, repeticiones, epítetos. Pero hay también grandes diferencias. Homero era más cosmopolita y además era un aedo profesional. Hesíodo está más vinculado con su aldea donde alternaba sus actividades de poeta con el trabajo de pastor y manifiesta inquietudes propias de su época y de su país, Beocia. ( En los poemas homéricos, la personalidad del aedo, y el presente no tiene cabida). Hesíodo pertenece al pequeño mundo de campesinos beocios que mantienen una dura lucha con la vida en un suelo poco fértil y bajo el dominio de una aristocracia arbitraria; el aedo épico procede de las ciudades jonias, envuelto en un ambiente urbano, enriquecido por la industria y el comercio y más avanzado socialmente. Cronológicamente no son tan distantes. Hesíodo es ligeramente posterior a Homero. Ambos hay que situarlos al comienzo de época arcaica, en el siglo VIII a C. También es diferente su acercamiento a la divinidad. Homero se centra en los grandes dioses antropomórficos que se comportan como personas que actúan (mitología). Sus dioses son brillantes, aristocráticos. Pero no son los únicos dioses en Grecia. Hesíodo nos presenta una lista de 300 divinidades y nos explica su genealogía. ¿Qué se esconde detrás de ellas? Ejemplo: Galena es el nombre de una ninfa del mar pero también es el sustantivo común con el que el griego cotidiano designa la “calma” en el mar. El lenguaje arcaico no diferencia entre un sustantivo abstracto y el de un dios, puesto que si uno ve que el mar está en “calma” es porque un dios lo causa. “Calma” es una divinidad. Hesíodo diviniza cada momento de la experiencia. Por último, a diferencia de Homero, para Hesíodo lo menos deseable también forma parte de la divinidad. Él nos habla de “las Tinieblas” (Erebo), del Tártaro (lugar de castigo, de la Noche, de la Vejez, la Soledad.... Contamos con dos obras suyas: La Teogonía y Los Trabajos y los Días. La primera comienza contando el origen del universo y la sucesión en el reino celeste hasta que llegó Zeus al poder y con él el orden y la justicia. Continúa con el nacimiento de los demás dioses y los hombres. La segunda es un poema didáctico donde da consejos basados en la justicia y el trabajo, premiados por Zeus, y enseña el trabajo del campo. El punto de partida es la disputa que mantiene con su hermano Perses que le ha desposeído de su patrimonio, dilapidado la herencia familiar y consigue, según él, sobornar a los jueces para que fallen en su favor. Contiene también sus obras otros mitos muy conocidos como el mito de las razas o de la Edad de Oro, el del origen de los hombres a cargo de Prometeo, el de Prometeo y Pandora... (Enuméralos y cuenta alguno de ellos) Por último resaltar que la religiosidad que aparece en Hesíodo debía estar más cerca de lo que sentía el pueblo, mientras que Homero está más cerca de la aristocracia.