ÍNDICE AI: ASA 23/14/98/s Servicio de Noticias 63/98 16 DE ABRIL DE 1998 -- PARA PUBLICACION INMEDIATA Camboya: La muerte de Pol Pot La noticia de la muerte de Pol Pot no debe considerarse el punto y final del capítulo del Jemer Rojo en la historia de Camboya, según ha afirmado hoy Amnistía Internacional. Las heridas de los campos de la muerte camboyanos no se cerrarán hasta que todos los responsables de atrocidades comparezcan ante la justicia. «El legado de Pol Pot es un cáncer que continúa activo en las entrañas de Camboya. El hecho de que ni él ni los demás jefes del Jemer Rojo hayan comparecido ante la justicia se refleja en las violaciones de derechos humanos que se producen hoy en Camboya», ha manifestado la organización. «El espectro de los homicidios políticos aún recorre Camboya. Los perpetradores de abusos contra los derechos humanos continúan librándose impunemente de los tribunales y la gente de la calle sigue presa del miedo. Hasta que la verdad y la justicia sean una realidad en Camboya, el país permanecerá atrapado en un círculo vicioso de desesperación.» En julio de este año habrá elecciones en Camboya. El Real Gobierno debe aún demostrar que está dispuesto a tomar las medidas necesarias para garantizar que el proceso electoral se desarrolla en un clima de libertad y transparencia, sin la intimidación y el hostigamiento político que ha señalado los últimos meses, en opinión de Amnistía Internacional. Los Jemeres Rojos fueron responsables de más de un millón de muertes, mataron al menos a 20.000 presos políticos y torturaron a cientos de miles de personas con los métodos más horribles que pueda imaginarse. Entre sus víctimas hubo médicos, maestros, niños, bebés, estudiantes, sacerdotes, personas que hablaban un idioma extranjero o llevaban gafas, ancianos y enfermos. «Pol Pot no fue el único artífice de los campos de la muerte camboyanos. Tal vez haya muerto, pero muchos otros responsables del Jemer Rojo continúan libres e impunes. No debe permitirse que también escapen a la justicia», ha añadido Amnistía Internacional.