Monumento y documento para la memoria

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Monumento y documento para la memoria
Magaly Espinosa
El artista Renier Quer realizó en el 2006 una obra en video titulada Bunker y tres años
después otra pieza, también en video, nombrada Invernadero. Se refiere en ellas a dos
experiencias distintas, la primera recoge la vida de un hombre que vive bajo la
estructura de un monumento habanero, la segunda nos muestra la filmación de su padre
mientras dormía. De esta manera, Requer como lo nombran sus amigos, se convierte al
mismo tiempo en un etnógrafo urbano que hurga en una experiencia de vida muy
particular y un biógrafo, cuando se acerca a las noches de sueño de su progenitor.
Ambas perspectivas se encuentran en el sentido expandido del uso del video como
género, pues no se trata de una filmación con todas las pericias estéticas que brinda esta
tecnología, sino que por la propia forma en la que han sido concebidas las obras, aunque
están bien editadas, su sentido se encamina a lograr potenciar desde una libertad formal
que parte del género documental, las facilidades narrativas que ofrece una experiencia
personal tan singular y la posibilidad de sintetizar una memoria de vida familiar.
En Bunker, la cámara recorre un estrecho lugar en el que están ubicadas las tuberías de
agua que suministran este líquido a la fuente que forma parte del monumento al
General Máximo Gómez, ubicado a la entrada del túnel de la bahía de La Habana. Pero
lo peculiar de este monumento, como decíamos, es que sirve de espacio vital al
trabajador que atiende dicho suministro. Cuenta el artista que el día en el que se filmó
llovía y entonces al sonido de la lluvia lo acompaña el del agua que circula por las
tuberías junto a la voz del protagonista que responde a las preguntas del artista,
formando una tríada de significados sonoros que le sirven de fondo al recorrido de la
cámara por el estrecho lugar. A su vez, la mayoría de las preguntas no se escuchan,
deben ser interpretadas por los espectadores a través de las respuestas.
Comenzamos más que a conocer detalles de su vida a adentrarnos en su concepción del
mundo, en el sentido que tiene para él dicho lugar, así nos dice: “Esta es mi trinchera, mi
trinchera de combate…No pensar en un futuro que no se debe de pensar…Sí estoy seguro
de mi vida propia aquí. No me falta nada…Me meto el año entero aquí…Yo estoy aquí fijo
hasta que me muera…A la pregunta de: ¿O sea, se siente conforme? Responde: Sí coño
¿Qué pasa?
La pieza transcurre durante 4 minutos, suficientes para relacionar espacio y existencia,
“…no se trataba simplemente sobre un hombre que vivía en un monumento, iba más allá
porque de alguna manera establecía una relación simbiótica con él, lo cuidaba y a la
misma vez el monumento lo resguardaba a él” (1)
La segunda obra citada, se estuvo realizando durante dos años y se ha convertido en el
último recuerdo que tendrá el artista de su padre. La cámara fue registrando su sueño
durante ese tiempo, sus balbuceos son leídos en los subtítulos y con ellos, entramos en
el mundo más misterioso del hombre, aquel que se esconde de la razón, que depende de
los recuerdos y de la imaginación: “…no contaron con la Inquisición…Ahora me
encontré… ¿Cómo se llama este cargo?... Siempre se me olvida el…Él se acuerda de ti
chico…Estaba pensando… ¿Es pescado o langosta?…Estoy llamando a la patrulla…
Para el artista se trataba de algo muy personal, una información que se integra a su
propia vida “…vigilar, atender y cuidar el crecimiento de sus sueños (…) ver brotar, tanto
de día como de noche, para seleccionar solo lo extraordinario, aquello que necesitaba
recordar de mi padre…” (1)
De alguna manera, lo que enlaza las dos obras tiene de beneficio el permitirnos trazar
elementos de una estética personal por medio de la cual el arte adquiere un sentido de
documento: “…aunque me interesa muchísimo por el prototipo de trabajo que hago,
accionar sobre el proceso de documentación, a ello siempre le otorgo un índice de
paradoja, al punto de que el espectador piense si eso pudo ser construido o si en
realidad fue así” (2)
Bosquejar en piezas breves, desde distintas perspectivas, significados de la existencia,
tanto de un sistema de valores, como de un mundo personal, forma parte de las
posibilidades que brinda el accionar con el video. Se pueden tomar muchas libertades,
pero las reglas del arte seguirán ahí, solo que comienzan a mostrarnos otros modos de
construcción artística.
Notas
1. Intervención de Renier Quer en el panel: La memoria: representarla en sus conflictos e
interconexiones. Participaron además: Luís Gárciga, Ricardo Elías, José Angel
Toirac/Meira Marrero, Lázaro Saavedra. Moderada por la autora. Revista
digital artcronica.com. No 4. en proceso editorial.
2. Idem.
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