Entendiendo el Plan de Dios La historia de la humanidad comienza y termina en intimidad El deseo de Dios siempre ha sido el habitar con el hombre cara a cara, tal como lo hacía en el jardín del Edén antes de la desobediencia de Adán y Eva. Cuando soplaba la brisa fresca de la tarde, el hombre y su esposa oyeron al Señor Dios caminando por el huerto. Génesis 3:8 Cuando la primera pareja pecó, se rompió la comuníon íntima y se formó un velo de separación entre el cielo y la tierra, distanciando a Dios de la humanidad (Isa. 24:18; 25:7; 34:4; Apoc. 6:14) Pero Dios tiene un plan para que al final de los tiempos vuelva a ser así. Oí una fuerte voz que salía del trono y decía: «¡Miren, el hogar de Dios ahora está entre su pueblo! Él vivirá con ellos, y ellos serán su pueblo. Dios mismo estará con ellos …. Verán su rostro y tendrán su nombre escrito en la frente. Apocalipsis 21:3; 22:4 El Plan de Dios para restaurar la intimidad Cristo une el cielo y la tierra al remover el velo de separación entre Dios y su pueblo. Como tiene una naturaleza dual (“Hijo de Dios” e “Hijo del hombre”) es la única persona con autoridad para unir cielo y tierra (Mateo 28:18). El libro de Apocalipsis detalla el desenlace final en el que el cielo y la tierra convergen bajo la autoridad de Cristo, el juez supremo sobre toda la creación. Podemos ver el desarrollo de ese plan divino en tres etapas. 1. La reconciliación (legal) de todas las cosas a través de Cristo Pues a Dios, en toda su plenitud, le agradó vivir en Cristo, y por medio de él, Dios reconcilió consigo todas las cosas. Hizo la paz con todo lo que existe en el cielo y en la tierra, por medio de la sangre de Cristo en la cruz. Eso los incluye a ustedes, que antes estaban lejos de Dios. Eran sus enemigos, separados de él por sus malos pensamientos y acciones; pero ahora él los reconcilió consigo mediante la muerte de Cristo en su cuerpo físico. Colosenses 1:19-12 2. La reconciliación (experiencial) de la humanidad con Dios a través de la iglesia Y todo esto es un regalo de Dios, quien nos trajo de vuelta a sí mismo por medio de Cristo. Y Dios nos ha dado la tarea de reconciliar a la gente con él. Pues Dios estaba en Cristo reconciliando al mundo consigo mismo, no tomando más en cuenta el pecado de la gente. Y nos dio a nosotros este maravilloso mensaje de reconciliación. Así que somos embajadores de Cristo; Dios hace su llamado por medio de nosotros. Hablamos en nombre de Cristo cuando les rogamos: «¡Vuelvan a Dios!». 2 Corintios 5:18-20 3. La convergencia final del cielo y la tierra Ahora Dios nos ha dado a conocer su misterioso plan acerca de Cristo, un plan ideado para cumplir el buen propósito de Dios. Y el plan es el siguiente: a su debido tiempo, Dios reunirá todas las cosas y las pondrá bajo la autoridad de Cristo, todas las cosas que están en el cielo y también las que están en la tierra. Es más, dado que estamos unidos a Cristo, hemos recibido una herencia de parte de Dios, porque él nos eligió de antemano y hace que todas las cosas resulten de acuerdo con su plan. Efesios 1:9-10 (NTV) Nuestro Rol en el Plan de Dios Tenemos el privilegio de ser parte del plan eterno de Dios para la humanidad, participando de las tres etapas mencionadas en la sección anterior. 1. Primero debemos vivir en intimidad con Él, pues ese es el propósito de nuestra vida, como fuimos diseñados. Como resultado, los ha trasladado a su propia presencia, y ahora ustedes son santos, libres de culpa y pueden presentarse delante de él sin ninguna falta. Colosenses 1:22 2. Segundo, debemos extender el reino con el poder del Espíritu Santo, reconciliando y discipulando a las naciones para que sean parte del cuerpo de Cristo. Jesús se acercó y dijo a sus discípulos: «Se me ha dado toda autoridad en el cielo y en la tierra. Por lo tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Enseñen a los nuevos discípulos a obedecer todos los mandatos que les he dado. Y tengan por seguro esto: que estoy con ustedes siempre, hasta el fin de los tiempos». Mateo 28:18-20 3. Y tercero, debemos prepararnos como iglesia para la segunda venida de Cristo, viviendo en santidad y servicio. Alegrémonos y llenémonos de gozo y démosle honor a él, porque el tiempo ha llegado para la boda del Cordero, y su novia se ha preparado. A ella se le ha concedido vestirse del lino blanco y puro de la más alta calidad. Pues el lino de la más alta calidad representa las buenas acciones del pueblo santo de Dios. Apocalipsis 19:7-8 ¿Estás dentro del plan de Dios, cumpliendo tu rol? ¿O estás siguiendo tu propio plan de vida? ¿Hay algún cambio que debas hacer hoy mismo para unirte al plan de Dios?